Mostrando entradas con la etiqueta Casa de cuentos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Casa de cuentos. Mostrar todas las entradas

11 mayo 2023

Un sapo arisco, un sol ardiente y una luna generosa

Odiaba su condición de sapo. Por eso al llegar la noche, cuando sus semejantes empezaban su jornada, huía y se escondía en lo más profundo de los cañaverales para quejarse de sus  males y pesares: 
  • No tengo la belleza del flamenco, ni la elegancia de la garza, ni el ansia de un patito trans que quiere ser cisne. Solo soy un sapo feo, malhumorado y nauseabundo en una pocilga infecta en el culo del mundo.
En la luna de las flores que es la luna de mayo, algo mágico pasó. Mientras el sapo rumiaba entre las sombras su amargura, la luna, condescendiente, sobrada y generosa a destajo, decidió regalarle un halo de luz, a aquel bicho venenoso de abajo. 
Una aureola brillante se posó sobre el sapo, otorgándole un resplandor que parecía sideral.  
¡Qué extasis! ¡Qué contento! Aquel sapo resentido estaba feliz. Ya no era un esperpento.
Con su nueva aureola luminosa pegada a la gabardina, el sapo salió de su escondite y se dirigió a donde la charca tenía la cocina. Saltaba y se hinchaba con orgullo sobre sus patas traseras, exhibiendo su flamante personalidad ante los bichos de la poza. Era, por fin, un tipo de primera cuya presencia causaba sensación. 
Los grillos dejaron de frotar sus élitros. Las ranas quedaron boquiabiertas dejando que se escapasen los gusanos capturados y hasta los mosquitos se detuvieron en el aire para admirar su resplandor. 
 El sapo era la nueva esperanza. El centro de atención. El salvador. Todos querían estar cerca de un tipo con tanta personalidad y tanta convicción. Fueron horas de asombro y euforia. De abrazos compartidos y mucha paranoia. Tiempos para conquistar el mundo, para sentirse como hermanos, para mucha fiesta anfibia y mucha gloria.

 Pero el alba no entiende de verbenas y los after party anfibios aún no se habían inventado. Cuando la aurora se asomó en el horizonte con su jarra de rocío y montada en su ruidoso carro de caballos, la luna temerosa hizo mutis por el foro y se desvaneció. Era cuestión de no dejar nada a la okupación solar y la luna sagaz, se llevó consigo la aureola del sapo. En un soplo, el anfibio se vió desnudo y despojado, en medio de las miradas perplejas de toda la charca amistosa. 
Antes de que empezaran los murmullos y pitidos, humillado, corrió hasta adentrarse en los cañaverales, maldiciendo su suerte. 
  • ¡Que vergüenza! Me han traicionado ¡Maldita luna y su regalo tramposo! Sin duda, se trata de una conspiración urdida por mis enemigos para ponerme en ridículo -gritaba mientras se ocultaba entre las cañas. -¿Cómo pude ser tan ingenuo? ¡Esa luna pretenciosa ha conspirado con los que se decían mis amigos para arruinarme. Pero se equivocan. No soy un simple sapo, tengo mucho veneno y si es necesario me aliaré con el sol para destruirlos.
Todo estaba debidamente planificado y decidido. Esperó al mediodía y desde las cañas observó que el sol era ya grande y poderoso. Salió arriba, se subió a un montículo de tierra y gritó mirando al astro.
  • ¡Oh gran Sol! ¡Te suplico que me otorgues la fuerza para vengarme de la luna y de mis antiguos amigos traidores!
El sol pegaba con ganas y le contestó con fulgurante celeridad. El sapo, nocturno como los de su especie, no aguantó el sofoco y mareado se vino abajo con igual intensidad. Al caer sobre las cañas se sintió ridículo y chamuscado. 
  • He aprendido la lección. En la próxima ocasión, usaré protector solar.

29 diciembre 2022

Un embobado granjero, un potro desbocado y la insumisión animal


Era mucha granja, la granja de Facundo Mahía. Y la hizo más chula cuando le tocó la lotería. 
Con el dinero cobrado, montó un enorme establo. Luego lo pensó mejor y compró cuatro potrillos, quería ser criador.
El más hermoso era Tiresias, un alazán de larga melena, altivo y vanidoso. El sueño de su comprador.  
Por soñar, soñaba Facundo, que con aquel caballo ganaría carreras por el ancho mundo. Tanto soñó con el corcel, que olvidó la granja por él. Descuidó la tierra y sus cuidados, descuidó la casa, los corrales y a los pobres animales.
Viendo la dejadez y todo inmundo, los bichos más concienciados suplicaron a Facundo
Ni caso que les hizo el soñador granjero, incapaz de  ver la mierda fuera del potrero.
Tras una animalesca asamblea y un fogoso debate, los bichos tomaron como tarea: arreglar cuadras, comederos, corrales y lo que usaban como váter. 
No todos pensaban igual. El ganado sumiso, se acomodó en el moderno establo, cerca del amo, calentito, comiendo fino y viendo crecer a los potritos. 
Los de fuera, ingenuos ellos, no cesaron de pedirles ayuda para erradicar el  desaliño. 
"Qué cojones" respondieron arrogantes y burlones. "Vuestro curro nos la suda. Aquí estamos a gusto. Comemos rico, estamos limpios y tenemos muda.  No hay nada más deprimente que currar por la cara sin que te aplauda la gente" 
Cerraron las puertas, echaron la cancela y abrieron una zanja entre las áreas de la parcela. 

La granja relucía cuando llegó la primavera y  aunque algún chismoso les preguntó si las tocó la lotería, ellos respondieron. "Todo fue por el duro trabajo. ¡Qué carajo!"
Aquello pedía una fiesta y una fiesta se celebró. Nadie invitó a Facundo ni a los del potrero, porque alejados en su mundo, del granjero y del ganado nadie se acordó.

Hasta la mañana siguiente, en que de repente, hubo golpes en el establo, se abrió la puerta y empezó a volar la fauna. Volaron cuatro ocas, tres patos, cuatro gallinas, lo que parecía un banco de sardinas y una cabra loca que hasta un árbol llegó. La sorpresa fue mayor cuando volaron los tres potros compañeros de Tiresias, y al poco rato voló  Facundo Mahía, que con buena puntería encima de un guindo quedó.
Cayó del guindo Facundo, con la ayuda de los animales y ya recuperado les dijo triste: "Tiresias nos ha fallado. Lo hemos adorado tanto, lo hemos hecho tan grande, que soberbio, nos ha echado por no estar a su nivel. Ahora tras el golpe de coz, el potro pretende ufano, que la granja de Facundo Mahía, mi granja, ponga en un cartel: Este es el establo Tiresias, donde reina el mejor corcel. El que no me adore como amo, a coces volará a Teruel".




24 noviembre 2022

Cuento de los 40 bribones y los 40 ratones


He llegado a saber que allá lejos, donde el paisaje se convierte en desierto, existe un reino pequeño y muy opulento, mimado por los poderosos del mundo, desde que descubrieron tesoros líquidos debajo de las arenas. Sus sátrapas, caprichosos y consentidos, no ignoraban que algún día la fuente de su riqueza se acabaría agotando y decidieron usar sus ganancias en mil empeños. Compraron bancos, empresas, terrenos, equipos, ejecutivos, compraron políticos, mundiales y también voluntades.
Pero claro, ellos no se iban a quitar el turbante, ni abandonar sus harenes, ni estropearse sus cuidadas manos de manicura para construir sus propios sueños manchándose en trabajos viles bajo el diabólico sol del verano. No, para eso estaban los de fuera. Los  inmigrantes oscuros llegados de cualquier parte, necesitados de algo por no ser poseedores de nada.

Kamal estaba exhausto ese noche, aunque no más que el resto de los días. 12 horas de trabajo interminables bajo el espantoso calor y ese dolor persistente en la espalda tras transportar sacos y más sacos de escombros. Esa agua sucia maloliente nunca le saciaba y menos la interminable sensación de impotencia ante la desalmada agresividad de los capataces. Lo único que le había compensado, era un objeto brillante encontrado entre las obras. Estaba lleno de mugre pero parecía muy valioso. Tuvo que esconderlo de la voracidad de los vigilantes, tan miserables como para robar a los más miserables. Era dorado y se puso a frotarlo para ver su inscripción. El mundo cambió por completo.

Una niebla blanca inundó el cuarto y Kamal del susto, se cayó del jergón. Un segundo más tarde, la niebla se había corporeizado en un hombre alto vestido con una túnica blanca que hería los ojos. Aquel personaje, o cosa, pronunció unas palabras en árabe que Kamal no entendió.

  • I don't know arabic, I speak hindi.
  • I am the genie of the lamp. 
  • मैं चिराग का जिन्न हूं. 
  • No domino tu idioma, pero sé la manera de que podamos entendernos. ¿Me entiendes ahora?
  • Lo entiendo, pero estoy asustado, espero que no quiera azotarme por algo que haya hecho mal. 
  • No soy uno de tus capataces. Soy el espíritu que habita en esa lámpara. Algunos me llaman genio, pero no quiere pecar de soberbio.  Soy un ejecutor de deseos. Pídeme tres y te dejaré tranquilo.
  • ¿Y a cambio me pedirás que te ponga en libertad?
  • No es necesario, volveré a la lámpara. Tu mundo es demasiado perverso para mi gusto. Volveré a mi lámpara de confort hasta que encuentre un futuro mejor. Decídete, tienes poco tiempo.
  • Humm..quiero una casa con campos de arroz para mi familia.
  • ¿El segundo?
  • Quiero salir de aquí y vivir con ellos, lejos de esta podredumbre.
  • Queda el tercero.
  • ¿En el cuento de Ali Babá eran 40 los ladrones, no?
  • Exacto
  • Aunque hay muchos, quiero que los 40 bribones más grandes de este país, se conviertan en 40 ratones durante 40 segundos.
  • Voilà, bro.
Fue una noche dura la que se vivió en los prodigiosos rascacielos de la moderna ciudad y en algunas fabulosas mansiones de su cercanía. 
Alguna cena, cita o recepción se vino abajo, tras ciertas asombrosas metamorfosis. Hubo desmayos, chillidos, blasfemias, correteos, escobazos y alguna ruptura sentimental. Un frenesí ridículo que no tengo tiempo de narrar, porque el protagonista es Kamal, feliz, a 3.000 kilómetros y de vuelta a su hogar.

10 noviembre 2022

Bajo del mar, negras formas verás flotar


Veinte años han pasado y a 3500 metros de profundidad en el Atlántico Norte, los "regueros solidificados con aspecto de plastilina en estiramiento vertical" (ver vídeo) han montado una vigorosa familia alquitranosa dentro de los restos del petrolero que asoló con sus 70.000 toneladas de fuel, la costa gallega en noviembre del 2002.

Escondida allí dentro, hay una enorme matriz con aspecto de pulpo gigante del que se van desprendiendo pulpitos pequeños que quieren vivir sus propias aventuras lejos de casa. Como no quieren estar solos, a medida que van saliendo, se asocian con sus hermanos y todos juntos retozan alborozados buscando otros amigos con los que jugar en aquellas sombrías profundidades. 

El resto de criaturas submarinas son esquivas ante estos desconocidos, tan oscuros y juguetones. Sin embargo, siempre hay fisgones incautos que  se acercan demasiado, sin saber que de tan afectuosos, los pulpitos se dejarán tragar hasta intoxicarlos sin remedio o con sus abrazos pringosos los embalsamarán para que pierdan toda esperanza.

Ariel, escúchame. 
El mundo de los humanos es un desastre.  
La vida bajo el agua es mucho mejor de lo que ellos pueden soñar. 
Todo es una balsa de aceite en el fondo del mar.

 



30 septiembre 2022

Un tigre desalmado se ha escapado al bosque


En aquella mañana de principios del otoño, las urracas Pega y Pica estaban entretenidas picoteando en la gran buffet de  plantas que cubrían aquella huerta lindante con el molino de agua abandonado. Entonces oyeron el chirrido de los frenos y el golpe posterior contra el muro de piedra. 

Inquietas y curiosas volaron urgentes hasta el lugar del suceso y se posaron en un árbol cercano. Un accidente humano más, nada importante. El conductor ya había salido del enorme vehículo, visiblemente atontado y había una jaula rota en el asfalto. Al verla, el camionero se quedó mudo y  perplejo y gritó algo así como:

  • ¡Se ha escapado el tigre!

Pega y Pica no sabían que era un tigre, pero obviamente percibieron la alarma del conductor y decidieron investigar porque el tipo estaba tan asustado. 

Fue un vuelo corto. Un enorme y extraño animal todo pintarrajeado, caminaba  sigiloso entre los matojos unos cientos de metros más adelante.

  • Es un gato muy grande, Pica, y tiene unos colmillos que dan miedo.
  • No corremos peligro, los gatos no tiene alas. Podríamos abordarlo y preguntarle hacia donde se dirige. Se le ve muy decidido.
  • Oye, gato grande ¿a dónde te diriges?
  • No soy un gato grrr...ande, soy un tigre y busco algo para comerrrr.-replicó enfurecido
  • Lo que te decía, busca algo para comer y va derecho a nuestro bosque. Deberemos convocar a la asamblea de animales para ver como nos defendemos de ese gato... 
  • Tigre.
  • Exacto, ese gato tigre desalmado.

16 junio 2022

No le podéis hacer eso a Blancanieves

Un grupo de operarios que participan en la ampliación del tramo de la autopista que comunicará el centro urbano de Snobia con el nuevo parque temático Tizneyguou,  comenzó ayer los trabajos para derribar la casa del Bosque Real que fue noticia en días pasados  por la presencia de una extraña adolescente que sostenía convivir allí con unos extravagantes individuos de los que a día de hoy no tenemos noticias, aunque son varias las personas que dicen haberlos visto y oído cantar.

Como informábamos en ediciones pasadas, los agentes encargados de realizar la expropiación forzosa de la vivienda, se encontraron con una joven menor de edad, sin datos identificativos,  que tras ser llevada e interrogada en el cuartel de la Guardia Civil,  dijo llamarse Blancanieves y haber huido de su casa o palacete porque su madrastra quería matarla con la ayuda de un cazador real que luego le salvó la vida. También indicó, que desde entonces residía allí dedicada a labores del hogar, en compañía de siete mineros. Preguntado por el nombre de los mineros y si había sido retenida contra su voluntad o sufrido violencia doméstica, comentó que solo los conocía por los apodos y que siempre le habían dado un trato exquisito, tal como si se tratase de una princesa.

Tras un registro de la vivienda, se encontraron pertenencias y utensilios de pequeño tamaño así como unos lechos impropios para personas adultas o suficientemente fornidas como para trabajar en el sector de la minería. Ante la ausencia de los sujetos, se volvió a interrogar a la menor sobre la verdadera naturaleza de sus compañeros de vivienda. 

Blancanieves, como se hace llamar, descartó que se tratase de niños y que por tanto no eran trabajadores infantiles esclavizados. Dijo que eran hombres de barbas blancas, piel arrugada y narices redondas. También comentó que no había recibido ninguna clase de abusos, a no ser  que se entendiera por tal que se pusieran a  beber y cantar canciones hasta las tantas de la mañana a la luz de la lumbre. La fiscal de menores, que participaba en la investigación, le pre guntó a la adolescente si se trataba de personas con acondroplasia. La chica y parte de los presentes se miraron perplejos, hasta que en un gesto valiente y decidido,  la interrogadora rehízo la cuestión al preguntarle si sus compañeros eran enanos. La chica afirmó que sí, pero que no eran humanos con problemas genéticos. Según ella, se trata de gnomos procedentes del inframundo que cuidan que nuestro mundo no se vaya a pique, usando sus habilidades mineras para colocar nuevos cimientos en su parte profunda, que según ellos, está muy deteriorada.  Terminado el interrogatorio, la adolescente fue llevada a la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente del Hospital Clínico para someterla a evaluación, diagnosis y  tratamiento. Con posterioridad, se le ha trasladado a un centro de acogida para menores donde se encuentra residiendo desde hace una semana.

Aunque oficialmente se ha cerrado provisionalmente la investigación, sabemos que hay varias unidades de la Guardia Civil vigilando la cueva donde se supone que los sujetos se internaron. Esta misma mañana, uno de nuestro reporteros sorprendió la conversación de un miembro de la Benemérita diciéndole al compañero que le relevaba, que esa noche escucharon desde el interior una sonora canción.
Puestos en guardia, se prepararon todos para lo que pudiera ocurrir, pero al final nadie apareció.

07 abril 2022

Gato truhán echado en un diván

  •  Échese en el diván y no se quite las botas, sé que es una parte fundamental de su personalidad.
  • Gracias, Doctor Krapp, veo que está al tanto de que me llaman "El Botas". "El Botas ha dicho" "El Botas ha hecho". Si me quito las botas parecería un gato más.
  • Y usted cree que es un gato especial, imagino.
  • Sin duda. He llegado a pensar que era el elegido para empoderar a los de mi especie. No esperaba que los de arriba fueran tan peligrosos como para conseguir que mi pupilo me diera la patada.
  • ¿Entiendo que cuando habla de su pupilo se refiere al príncipe heredero, el Marqués de Carabás?
  • Por supuesto. Su actitud es de una cobardía sin límites, he sido su hacedor y él se ha dejado extorsionar por la prensa en su campaña en mi contra.
  • La prensa lo que ha expuesto es que usted engañó a todos, ya que siendo su protegido hijo de un molinero, se valió de un montón de patrañas para convertirlo en marqués y ganarse el aprecio del rey y la Corte. Incluso se dice que usted, se transformó en ratón para eliminar de forma despiadada al antiguo poseedor del marquesado.
  • ¿De forma despiadada? Era un ogro, descendiente de otros ogros que ganaron el título actuando como mercenarios sangrientos al servicio de la actual dinastía. El viejo marqués oprimía a sus siervos, mientras que sus antepasados masacraron a los siervos y familias de las tierras conquistadas. Hacían el trabajo sucio y caníbal propio de su condición y yo tuve que rebajarme a ser un inmundo ratón para ganarle la partida. ¿Usted sabe lo que puede llegar a sentir un gato metamorfoseado en ratón?
  • Los medios no hablan de esas cosas.
  • Claro, porque son los esbirros de la vieja casta gobernante y han emprendido una campaña contra todo lo que huela a gatuno. En su desvergüenza, quieren demostrar su falta de zoofobia, glorificando a los perros ¡¡¡y a esos malditos roedores!!! 
  • Cuando hablan de usted, en cambio, no cesan de repetir que es arrogante, autoritario y  vanidoso. Poco amante del diálogo y que no soporta que le contradigan.
  • Ya ve, no dicen eso del príncipe al que elevé usando únicamente mi labia de minino. Era un gañán desheredado y se lo planté como heredero delante de sus señoriales narices. Por eso no me soportan. Soy fuerte, no una mascota ni un gato rastrero de la calle. No soy uno de esos gordos y viejos gatos neuróticos de los que usted escribió una vez en su blog.
    Pero Doctor Krapp, ¿por qué le preocupa tanto mi imagen pública? He venido a terapia, no a que me cuente lo que ya todos saben. 
  • Para mí, además de gato es usted como una cebolla. No se ofenda, lo de la cebolla se lo digo porque tengo que quitarle todas las capas que le protegen para llegar al centro.
  • ¿Está diciendo que no soy auténtico? ¿Qué ve en ese centro?
  • Atisbo allá abajo, a un gatito asustado enfermo de megalomanía.
  • Por favor, ¿este electroshock con que me obsequia ahora lo pago aparte o me entra como gasto en la sesión? 
  • La ironía no le protegerá de la verdad.
  • Al parecer me ha pillado, debo ser otro gato neurótico como los de su entrada. Adiós, Doctor Krapp, ya no lo necesito, ha llegado al centro de la cebolla.
  • No sea bobo, puedo ayudarle. Cortar la cebolla hace llorar, pero luego se queda uno más a gusto consigo mismo.  
  • ¿Y luego me dará el plato de leche por ser buena mascota? Jódase, doctorcito fraudiano.

24 marzo 2022

Otro follón en tiempos de Napoleón

  • Hemos atrapado a un grupo sospechoso a la entrada del pueblo, mon colonel.
  • ¿Patriotas? Fusílelos junto a la tapia del cementerio. Como al resto.
  • Señor, llevan banderas tricolores y gritan Vive La France
  • ¿Colaboracionistas? Traiga a mi presencia a esos traidores, capitaine.
  • A la orden, señor.

---------------------- 

  • ¿Alguno de ustedes sabe hablar en mi idioma?
  • Todos lo hablamos, mariscal, Como caballeros ilustrados, nada francés nos es ajeno. Por eso el populacho ignorante nos llama afrancesados.
  • Soy colonel, no maréchal. No lo olviden, si quieren conservar la peau.
  • Nosotros también queremos la paix, colonel
  • Peau no paix. La que por ahora rodea su cuerpo y puede perder si no me gustan sus respuestas. ¿Monsieur...?
  • Soy marquis. El Marqués de Carabás.
  • ¿Marqués de Carabás, el de Le Maître Chat? ¿Se está riendo de mí? ¿Dónde está el gato? Sin duda sabrá que en Francia a los marqueses les cortamos la cabeza.
  • Mon colonel, vayamos por partes. El señor Perrault usó nuestro marquesado de una forma artera y desvergonzada, pero como hace más de cien años que nos dijo au revoir no merece la pena insistir en el tema.
  • ¿Cómo un Marquis de Merde se atreve a ofender a unos de nuestros  más gloriosos escritores? Si vous continuez sur ce chemin, vous verrez bientôt votre fin.
  • Vale, vale, es usted hombre de poca paciencia por lo que veo y no me ha dejado seguir hablando. Debe saber, que todos los aquí presentes deseamos los mejor para la Grande Armée y para su glorioso emperador, pero nos entristece que estén ahora en guerra con nuestros toscos compatriotas. Por desgracia, ellos no han leído la Encyclopédie ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers y la obra de Voltaire, Montesquieu o Rousseau.  De haber podido hacerlo, como pudimos nosotros, dejarían de levantar partidas sediciosas y los recibirían con los honores que merecen.
  • Me está aburriendo con su cháchara erudita. No soporto a los ilustrados y a su petulancia libresca. Ellos nunca vienen al frente, prefieren los salones literarios y como arma usar la pluma.
  • Mon colonel, que conste,  que también simpatizamos con la gloriosa revolución de 1789 de los sans-culottes. Llevamos en nuestros corazones grabados a fuego los nombres de Mirabeau, La Fayette, Robespierre, Desmoulins, Danton, Marat, Fouché...
  • Basta, eso es historia, y ya han pasado veinte años. Muchos de sus admirados perdieron la cabeza en sus inútiles disputas para llegar al poder. Ustedes pueden perder la suya si no me convencen de que dejarlos con vida merece la pena
  • Queremos la paz. Deseamos librarnos del régimen que mantiene a nuestro país en el atraso más atroz y  repugnante. Necesitamos nuevas leyes que nos traigan la dignidad humana, la libertad y el progreso. Para ello, estamos dispuestos a perder nuestra independencia y someternos a la autoridad de vuestro emperador y de su hermano, el rey Pep... José.
  • ¿O sea que quieren cargos con el nuevo rey? Ese no es mi trabajo, yo soy un simple soldado y mis galones fueron conseguidos en el frente de batalla, no trepando en intrigas palaciegas. No son lo mío los enjuagues cortesanos o las proclamas al vacío. Solo sé que estamos conquistando este país y que se me ha ordenado eliminar a los enemigos peligrosos. Reales o potenciales.
  • Nosotros somos amigos de Francia.
  • Por ahora. Son ambiciosos y no podemos estar seguros de que cambien de bando si cambian las circunstancias. Capitaine, organisez l'escouade de fusiliers...
  • Espere, tenemos un último argumento.
  • Alló?
  • En la sierra, cerca de aquí, tenemos un secadero de jamones. 
  • ¿Jambons?
  • Beaucoup de jambons. Muchos, hay para todos.
  • Mon dieu.Cet argument est très succulent
  • Bon appetit, mon maréchal. ¿Nos podemos marchar ya?

11 noviembre 2021

Salvando a la niña que avergonzó al Emperador


Diario de navegación del detective privado Fiz Arou a bordo de su contenedor de basura transtemporal y en ocasiones salvacuentos.

 Llegué muy a tiempo. La procesión había empezado. El Emperador salía de palacio bajo palio y con aire pomposo. Las multitudes, debidamente sobornadas con bolsas de bocadillos, chuches para niños y días de asuntos propios, empezaron a aclamarlo en voz alta como a un Generalísimo cualquiera. Por debajo comenzaron  a oírse silbantes cuchicheos al ver al gobernante en cueros. 

Intrépido como siempre, me interné entre la muchedumbre a base de oportunos codazos y algún certero rodillazo. Sabía lo que iba a pasar, pero no estaba seguro de donde se produciría el suceso. Es lo malo de los cuentos, no hay GPS y tienden a la indefinición geográfica. Solo me ayudaba mi intuición detectivesca. Muchos niños iban a su aire y sin tutela paterna, lo que me resultaba un extraño arcaísmo. Por si fuera poco, portaban ramos de flores y en vez de jugar con el móvil estaban expectantes hacia lo que ocurría a su alrededor.  Una joven adolescente se destacaba del resto. Se había encaramado ágilmente a la punta de uno de los pabellones destinado a la Corte justo enfrente al que ocuparía el emperador.

  • Esa es - me dije.
  • ¿Una chica? -me contesté.
  • Hans Christian le cambió el sexo -le respondió mi lado espabilado.
  • Maldito patriarcado- se atrevió a sentenciar mi parte dubitativa.

Me puse debajo del tinglado y esperé la ocasión. Cuando llegó el desfile real oí el esperado: 

  • "¡Pero si no lleva nada!" 

Y haciéndome pasar por el padre de la criatura solté aquello de: 

  • ¡Dios bendito, escuchad la voz de la inocencia!"
  • Oh, oh, oh -soltó el rebaño

Andersen comenta que el Emperador se puso todavía más altivo que antes y siguió como si nada. No es cierto, yo vi a un tipo abochornado, colorado como un tomate en sazón y con la dignidad por los suelos. Andersen es un cuentista.

  • Larguémonos - le grité a la adolescente
  • ¿Por queeeé? - me soltó sin moverse.
  • Porque los adultos no soportan que los niños los tomen por idiotas y después de las aclamaciones por quitarles la venda de los ojos, vendrán a por ti. Y no con buenas intenciones.
  • ¿Y tú quién eres para tratar de salvarme?
  • Fiz Arou, detective privado en contenedor y recomponedor de historias mal acabadas. Baja ya si quieres salvar el pellejo.
Se deslizó como una centella bajando por la barra y aterrizó a mi lado. La gente estaba inmovil, en estado de muda estupefacción y solo algunas risas aisladas rompían la unanimidad de la manada.
Corrimos sin obstáculos y mientras salíamos de la plaza le pregunté a la chica:
  • ¿Dónde viven tus padres?
  • Soy huérfana. 
  • ¿Y dónde vives?
  • En un apartamento en la playa, tengo una amiga que me lo deja cuando ella vuelve al mar.
  • ¿Es marina o pescadora?
  • No, es sirena.
  • Ah Ariel.
  • ¿Ariel?
  • Así la llaman en la película de Disney.
  • ¿Quién es Disney?
  • Uff vaya lío. Luego te lo cuento aunque no es de este cuento.  Ya estamos llegando al contenedor. Nos meteremos dentro e iremos junto a tu amiga en un momento.

(Capítulo 59 de Kaskarilleira Existencial. Aquí están sus otras historias)

01 julio 2021

Pajaritos, pajarracos y otros reyes del picotazo


A vista de pájaro, el Congreso de Aves Parlanchinas transcurría tranquilo y sin incidentes. Cada exposición era defendida por una familia de plumíferos y solo se alcanzaba cierto consenso cuando los agravios eran comunes entre especies diferentes. 

No hay nada que una tanto, como un sano victimismo compartido. 

Ese fue el caso de la ponencia presentada por más de 100 paseriformes exigiendo al cuco vulgar (cuculus canorus) que dejase de okupar con sus huevos los nidos ajenos. Era una reivindicación muy antigua y los petirrojos (erithacus rubecula​) se lo habían tomado muy a pecho contando con el sólido apoyo de la familia motacillidae, el de los bisbitas y lavanderas. Lo cierto es que el congreso no tenía muchas posibilidades de hacer efectiva sus condenas. Lo suyo era puramente formal dada la imposibilidad de llegar a un acuerdo con las aves de presa para crear un Tribunal Internacional contra los avicidios indiscriminados. No por ello la abubilla (upupa epops), presidente perpetua de cualquier reunión de aves desde los tiempos del poeta sufí Farid al Din Attar en el siglo XII,  dejó de pedirle al escribano hortelano (emberiza hortulana) y al escribano palustre (emberiza schoeniclus) que dejarán la  enésima constancia escrita de la resolución condenatoria. Preguntados al respecto, los cucos se limitaron a decir: cu-cú.

La siguiente ponencia fue una interpelación de las cigüeñas (ciconiiformes), algo estresadas en vísperas de su migración anual. Querían debatir si su trabajo como proveedores de bebés humanos les exigía seguir siendo autónomos o deberían considerarse asalariados y/o funcionarios a cargo de alguna organización humana responsable. Las cotorras y loros (psittacoideos) hablaron mucho sobre el tema, pero como suele pasar cuando toman la palabra, no se llegó a un acuerdo definitivo. Las cigüeñas crotoraron un rato moviendo sus picos y salieron en estampida para prepararse hacia su salida estacional.

A partir de entonces las cosas cambiaron radicalmente. Lo que parecía un congreso tranquilo, etéreo y volátil ganó en intensidad y terminó convirtiéndose en un ruidoso gallinero. Fueron los gorriones (passer domesticus) los que iniciaron  el tumulto con su dramática queja acusando a las cotorras argentinas(myopsitta monachus) de genocidio especista en sus territorios habituales. Las cotorras argentinas se levantaron airadas exclamando que era una leyenda urbana y que ellas no tenían culpa de convertirse en mascotas liberadas, lo cual debería ser motivo de orgullo para las aves silvestres. Además ya no eran argentinas y tampoco tenían la culpa de no querer morir de hambre por quitarle la comida a otras especies autóctonas. Los mirlos comunes (turdus medula) apoyaron bravamente a los gorriones llamando a las cotorras "pajarracos invasores", mientras que el cóndor andino (vultur gryphus) feroz invitado extranjero al congreso, apoyó con gesto airado a la cotorra por eso de la solidaridad latinoamericana.
 
La discusión fue la mecha de la gresca entre cantarines y parlantes. El ruiseñor (luscinia megarhynchos) era la voz cantante como suele suceder, pero no le fueron a la zaga los desenjaulados canarios (serinus canaria) y jilgueros (carduelis carduelis) y el resto de pájaros silvestres. Los loros, los córvidos y las rapaces pequeñas tomaron partido por las cotorras. Los ánades no se mojaron por no meter la pata y los cisnes (anatidae) decidieron pasar desapercibidos para que no los confundieran con patos. Las rapaces mayores miraron con altanería de cetrería. A las lechuzas(estrigiformes) se les quedaron las caras en blanco y los buhos (strigidae) se ajustaron las gafas. Pega y Pica, nuestras amigas urracas(pica pica) de otras entradas, no daban crédito a lo que veían sus ojos y se olvidaron de robar algo valioso.
 
Las palomas (colúmbidas) impusieron cierta paz entre los contendientes aunque no dejaron de subrayar  que entendían el malestar de los gorriones dado el genocidio que ellas sufrían por parte de las gaviotas (laridae) en los territorios costeros. Las bravas aves marinas, por su parte, no pudieron evitar echarse unas risas al ser acusadas de criminales por una especie tan poco pacífica.

La última ponencia era una reivindicación de género. Subió al escenario, construido con su habitual pericia por los pájaros carpinteros (pícidos), un grupo de gallinas (galliformes) nerviosas cloqueando y disputando entre ellas. Finalmente, tras unos cuantos picotazos, una de ellas se empoderó y consiguió dirigirse a la multitud plumífera. Se quejó de los estereotipos de género que las etiquetaban como cobardes y mezquinas y podían llegar a ser insultantes calificándolas de cluecas sin pruebas que lo demostrasen;  mientras que a los gallos se les trataba de forma privilegiada como fanfarrones, presumidos y graciosos. Los gallos respondieron cacareando a todo volumen y llamándolas "viejas cluecas traidoras",  las gallinas les respondieron con lo de "patéticos cantamañanas" y en pocos segundos aquello se convirtió en un infierno de aullidos, quejidos y sonidos discordantes. El alboroto era demasiado escandaloso, por lo cual decidí bajarme de mi sueño y escapar hacia la tangible realidad de mi cama.

03 junio 2021

Traer en jaque al jeque

Bien mirado ser un emir del Golfo  no es tan estupendo como muchos se creen. Es cierto que puedes comprarlo todo y el jeque Ali Alá Alibombah lo sabía bien cuando inició las obras en Carai, ya que siendo un fervoroso amante de Las Mil y Una Noches quería convertir la capital en una nueva Bagdad,  digna del califa Harún-Al- Rashid, pero en el siglo XXI. Aquello supuso una inversión monetaria considerable, tanto en infraestructuras como en traer talento occidental del máximo nivel, pero al menos cuenta con una población de amedrentados trabajadores asiáticos -indios, pakistaníes, filipinos etc.- y con el petróleo y gas natural que siguen fluyendo en el árido desierto. Ni siquiera el cambio climático y la obligatoriedad de sustitución de los combustibles fósiles le causan demasiados disgustos. No tiene nada que temer, ha diversificado las inversiones y muchas de ellas están ahora enfocadas hacia las energías emergentes, las industrias tecnológicas o los bienes inmuebles.  Al final los viejos beduinos serán vengados de la colonización occidental sin necesidad de alfanjes. La reconquista será limpia, con petrodólares o petroeuros,  sin guerras santas, ni violencia desmedida. ¿Y sin embargo?

 Mientras tanto, el príncipe heredero no le ha ido a la zaga. Está comprando equipos de fútbol europeos de primer nivel  con testaferros dando la cara por él y se divierte viendo como las aficiones enfrentadas se pelean en las calles, en las redes sociales o en la prensa a cuenta de una final de Liga, de Copa o incluso de la Champions League, sin saber que ambos equipos tienen el mismo dueño. Sí,  al príncipe heredero le van mucho esos juegos divertidos, pero a Ali Alá Alibombah, su padre, el emir actual de Carai, le falta su entusiasmo.

Luego están los caprichos de Zaina, la favorita de sus siete mujeres, con su empeño en competir en las casas internacionales de subastas comprando cuadros de los artistas más reconocidos.  A ella, hija del desierto, le da igual un grabado de Durero que un Hockney, un Filippo Lippi que un Basquiat, un Van Eyck que un Gerhard Richter. Le gusta pujar y le chiflan los precios altos. Viviendo en un país que algunos consideran autocrático y medieval, tiene un gusto muy democrático o quizás es que no tiene ninguno, pero quiere parecerse a la baronesa Thyssen. Aun así, Ali Alá Alibombah, tampoco disfruta con las adquisiciones artísticas de Zaina

Bien mirado ser un emir del Golfo no es tan estupendo como muchos se creen. Ni su ciudad soñada digna de las Mil y Una Noches, ni los juegos monopolísticos/futbolísticos de su hijo, ni los afanes pictóricos de su favorita, son capaces de colmar los sueños de Ali Alá Alibombah que abandonaría todo y estaría contento, con una alfombra voladora y una lámpara con genio dentro.

20 mayo 2021

Revelaciones patológicas de un expatito feo

  •  Puede creerme, Doctor Krapp, mi vida es como una ría contaminada en la que mis blancas alas chapotean  sobre el fango. Estoy perdiendo la esperanza de que algún día se depure. No sé si usted puede sacarme de esta ciénaga inmunda.
  • ¿Ha intentado hablar con su familia?
  • ¿Con mi familia adoptiva? Lo he intentado pero me rechazan. En Navidad, cuando cerraron la Escuela de Formación Profesional de Cisnes llamé a Mama Pato para pasar unos días con ellos y me dijo que mis hermanastros no lo permitirían. Si antes mi delito era ser un friki patoso y feo ahora les reconcomería la envidia viéndome hecho un pimpollo desmesurado y resultón. Luego me dijo que Papa Pato todavía le reprochaba que fuera tan cegata como para incubar un huevo de cisne.
  • ¿Tan distintos son?
  • Mire esta foto:
  • El de la izquierda es de cisne, el de la derecha de pato.
  • No se parecen en nada. ¿Cree que Mama Pato tenía intenciones ocultas al incubar un huevo como el suyo?
  • No lo sé, quizás estaba abierta a nuevas experiencias con otros anseriformes, la vida de pato puede ser tremendamente pantanosa. Sin embargo, Mama Pato no recuerda nada, pero tampoco se queda corta de vuelo, acusa a Papa Pato de ser un patán despatarrado que disfruta coqueteando con pretenciosas pavas.
  • ¿Con pavas nada menos?
  • Sí, le acusa de andar detrás de la primera faisánida que se le pone a tiro. Como se pasan todo el día desplegando sus plumitas de colores, en plan pasarela de moda, dejan patidifusos a  muchos machos patéticos.
  • Pero es que los pavos de los que está hablando son también machos, las hembras son más discretas.
  • ¿Lo ve? Papa Pato es un metepatas.
  • ¿Y no cabe la posibilidad de que  a él le gusten sabiendo lo que son?
  • Doctor Krapp, déjelo, vengo a que me ayude a resolver mis propias patologías mentales, no a conocer las tendencias sexuales de mi aborrecible padrastro.
  • ¿Cómo se siente en la escuela?
  • En la escuela me desprecian por mi educación patuna. Los cisnes son arrogantes y creídos. Nunca seré como ellos. 
  • Nunca será como ellos porque biológicamente usted nació pato. Desde pequeño se veía como cisne porque no le gustaba ser uno más de la bandada de patos y su familia le  rechazaba por sentirse diferente, no por feo.
  • ¿Qué soy entonces, Doctor Krapp?
  • Muchas cosas en un solo cuerpo. No es importante. La identidad única es un engaño.
  • Doctor Krapp, no puedo procesar en mi mente esa sentencia tan lapidaria.
  • La identidad solo es una forma arbitraria de definirnos. Somos plurales y multiformes, pero es más cómodo subrayar un rasgo, ponerle un nombre y pensar que somos parte de un grupo definido por ese rasgo.
  • ¿Y ahora que hago?
  • Viva consigo mismo sabiendo el valor efímero y voluble de las etiquetas. Al hacerlo, limpiará su charca interior, pero por si acaso alejase también de la contaminación de las exteriores, que dan mucho asco.

20 noviembre 2020

Momento humillante del déspota arrogante


El hombre más arrogante del mundo pasó corriendo a mi lado. Tenía una cita ineludible a las 10.55 en el hoyo 7 de su propio campo de golf "El Cobijo del Pijo". No había nada extraordinario en ello. Al menos para un conejo blanco de ojos rosados y solitario como yo que tiene su madriguera en aquel privilegiado lugar. Tampoco me pareció muy extraño  oír que el tipo,  tras consultar su reloj de bolsillo, soltó un "Dios mío, voy a llegar tarde". Un legendario pariente mío dijo lo mismo en un relato humano antiguo y ahora es un mantra conocido y practicado en toda la comunidad conejil. Además hay que entender que es ineludible ser puntual cuando uno está citado con el presidente de Kaox International (KAIN) en persona. No valen excusas, aún siendo el déspota más arrogante del mundo.

Había venido solo. Tras dejar su carro eléctrico abajo, subió pesadamente hasta la loma coronada por un grupo de acacias. Al llegar, se sacudió el sudor con un pañuelo de seda con sus iniciales y decidió esperar orgulloso a su  interlocutor apoyado en un lujoso palo de titanio, mirando al green. Al segundo, se oyó un ruido procedente del búnker. Se había formado un remolino en la arena. Instantáneamente salió a la superficie una plataforma metálica negra semejante a un ascensor, brillando al sol de la mañana. Se abrió una puerta. Salieron dos moles humanas trajeadas, equipados con AKS-74U, cascos en las orejas y gafas oscuras. Detrás apareció un tipo pequeño y rubio que tras hacer visera con su mano, localizó a su presa con la vista. Luego caminó hacia la loma con andar tranquilo, confiando en los guardaespaldas que iban detrás con sus armas apuntando al cielo.  

Al encontrarse, los dos hombres principales se ajustaron las mascarillas y entrechocaron los codos. Aprovecho para escribir que no entiendo este súbito cambio de costumbres en la especie humana. Llevo mucho tiempo observándolos, estudiando sus gestos y actitudes, y no logro comprender lo que les ha pasado. ¿Se habrán vuelto humildes? Y sobre todo, ¿seguirán cazando y comiéndose a mis desafortunados parientes? Los miembros de la comunidad interconejil no hemos resuelto aún esta vital incógnita. Tendremos que hacer un congreso o seminario sobre el tema.

Tras los saludos de rigor, el hombre más arrogante del mundo le lanzó algún reproche al tipo bajito usando su acostumbrado estilo despótico. Este, ni se inmutó. Miraba al otro, de abajo arriba, con mirada gélida e hiriente, tan mortífera como un balazo de escopeta en el vientre de alguno de mis congéneres. Su respuesta fue corta y hostil. El hombre más arrogante del mundo se puso algo más colorado de lo habitual y tartamudeo al contestarle con tono suplicante. El presidente de Kaox International (KAIN) repitió literalmente su respuesta anterior. El hombre más arrogante del mundo se arrodilló y se convirtió en el hombre más suplicante del mundo. El otro no se mostró conmovido, dio media vuelta y bajó por la loma acompañado de sus matones. El hombre más arrogante del mundo se quedó chillando arriba mientras observaba como los otros se metían en el ascensor y desaparecían bajo la arena del búnker.
Mientras me alimentaba con un poco más de heno, me sientan fatal las zanahorias, vi como el hombre más arrogante del mundo se recomponía el traje, se atusaba el pelo y ponía su tradicional cara de asco antes de bajar  hacia donde tenía el carrito eléctrico. Corrí y llegué antes que él. Aquel tipo no me gustaba nada e hice lo único que está al alcance de un vulnerable conejo frente al déspota más arrogante del mundo.

17 septiembre 2020

Cambiar el mundo lleva su tiempo

La pareja de militantes estaba inquieta aquella mañana. Nunca pensaron que les tocaría repartir propaganda electoral en un poblado chabolista, pero ahora entendían que el partido también debía llegar a los más desfavorecidos. 
Contemplaron desde arriba aquella acumulación de precarias y abigarradas viviendas fabricadas con tablas de madera, plástico y uralita. Estaban tan juntas, que parecían caravanas de colonos convertidas en improvisadas barricadas para defenderse de las acometidas de los indios
¿Quiénes eran los indios para aquellos habitantes del mismísimo infierno?
Ella y él miraron a todas partes esperando encontrar algo alentador en aquella apiñada desolación. No lo había. Podrían estar en una villa miseria de Buenos Aires, en una favela en Río, en un bidonville de Dakar o en un shanty town en Karachi. Respiraron a fondo y bajaron por un camino de tierra, seco en aquel otoño primerizo. Llegaron hasta la primera casa. Oyeron chillidos de niño, ruidos de cacharros y una ronca voz femenina pidiendo silencio.  Él golpeó la puerta con los nudillos y junto con su compañera, se puso a esperar la respuesta visiblemente ansioso. La mujer gorda que les abrió la puerta quizás era joven, pero no aparentaba menos de 60 años en sus rasgos gastados y sombríos. Más allá del umbral, detrás de ella, un niño de unos 4 años jugueteaba medio desnudo en el suelo de tierra.
  • ¿Qué quieren? ¿Son los del Banco de Alimentos? Ya tengo a mi hijo trabajando en el súper de repartidor. Espero que con lo que gana tengamos para todos. Tengo seis hijos y estoy sola, pero nos arreglaremos muy bien. Seguro.
  • No, no somos del Banco de Alimentos. 
  • Ah entonces serán de la asociación esa de la parroquia. Gracias pero como les he dicho no necesitamos. Mi hijo trabaja desde hace un mes y contamos con su jornal. 
  • No, no somos de ninguna parroquia. En realidad estamos yendo por las casas para...
  • ¿No serán inspectores escolares o de la Asistencia Social? Mis niños van todos los días al colegio y el que está aquí es porque no nos podemos permitir  una guardería privada y la municipal está muy lejos. Además no podría ir tiene algo de fiebre y tosió durante la noche. 
  • No, señora no. Venimos por otra cuestión. Estamos recorriendo las casas para entregarles nuestros folletos y pedirle el voto para el Partido del Pueblo de Snobia. ¿Suponemos que estará enterada de que hay elecciones?
  • Algo me suena, pero me da igual. Gane quien gane, seguiremos viviendo como ratas.
  • Se equivoca, cuando gobernemos nosotros eliminaremos este poblado y cada familia tendrá un piso espacioso. Podrán acogerse a una renta de inserción social que les permitirá vivir con cierta holgura. Sus hijos tendrán buenas oportunidades para estudiar y la sanidad pública será asequible para todos ustedes.
  • Claro y comeremos perdices. Ese es el cuento de la lechera y siendo muy ignorante, creo que son elecciones para elegir presidente. El chabolismo no es importante para elegir un presidente. Además les digo una cosa, mi hijo trae todo el dinero a casa y lo junta con lo poco que sacan los otros vendiendo cartones. Gana algo más pero lo reparte con sus hermanos y con su madre. Somos su familia, joder, él tiene trabajo y ellos no,  pero podría ser al revés y le gustaría que le hicieran a él lo que ahora hace él por los suyos. ¿Por qué a los políticos que dicen defendernos les cuesta tanto escucharnos? ¿Por qué no dejan de mirarnos como si nos tuvieran pena o asco? ¿Por qué se pelean entre ustedes si todos dicen querer los mejor para los que sufrimos? Deberían luchar juntos por lo mismo, como luchamos nosotros, pero están más preocupados por poner por delante el nombre de su partido que por arreglar las cosas.
  • La entendemos, dice cosas sensatas, pero es que no todos somos lo mismo. Unos no quieren cambiar nada y nosotros...
  •  Ustedes lo dejan para más adelante.
  • Tiene que comprender que cambiar el mundo lleva su tiempo.
  • Pues mientras tanto intenten cambiar lo más cercano y  sáquennos de esta miseria.
  • Para ello necesitamos sus votos.
  • Muchos no podremos votarles.
  • ¿Son extranjeros?
  • Hay de todo, pero los de aquí tampoco estamos empadronados. Vamos donde podemos o donde nos dejan estar.
  • ¿Entonces por qué nos hace perder el tiempo hablando con usted?
  • Lo acaban de decir, cambiar el mundo lleva su tiempo por lo tanto no hay peligro de perderlo escuchando a la gente que se dice defender y no quedarse solo con las frases bonitas que uno ha leído en algún libraco o discutido con sus camaradas de las pantallas. Sueñan con cambiar el mundo, pero a menudo se olvidan de despertar luego para ir mejorando lo menudo.

12 febrero 2020

Ripios baratos sobre los ratones que dejaron sin cascabel al gato

Antecedentes pertinentes


Mi secuela, que no aprendí en la escuela 


La reunión ratonil murió por abatimiento,
dejar sin cascabel al gato causó desaliento.
Sin embargo como el encuentro no quedó en nada,
a los pocos días se hizo otra llamada.

Vinieron todos los ratones
incluso de alejados rincones.
Callados y tristes, tomaron asiento
y comenzó la asamblea en segundo intento.

Al principio poco se dijo
menos algún chistoso dándole al pico.
La asamblea era un adusto velatorio
hasta que una voz profunda abrió el jolgorio.

Era el mismo Roequesos, el del cascabel
ahora con ideas de distinto nivel.
 "¿Y si cambiamos el nombre al gato
y lo llamamos oca o lo llamamos pato?"

"¡Qué idea más peregrina!
¿Y por qué en vez de llamarle gato no le llamamos sardina?"
Era el chistoso buscando diversión
pero quedó callado al no recibir atención.

Roequesos siguió con su perorata
y afirmó que en el lenguaje, las cosas se delatan.
"Apaciguaremos nuestros espantos y miedos,
ya que al cambiarles el nombre serán llevaderos."

"Y como mejor prueba de mi conclusión
yo mismo me ofrezco como demostración."
 "Me pondré delante del gato
y lo llamaré oca o lo creeré pato."

"No seas insensato" gritó la voz de un viejo ratón
que alucinaba con aquella intención.
Ni caso, a por el gato se fue Roequesos mientras pensaba
que aquel maldito minino ya solo graznaba.

Aquella noche, Roequesos entró en el santoral de los ratones,
creyente imprudente de que cambiando palabras, cambiaba acciones.
¡Los coj..!

 

26 diciembre 2019

Cuento sin maldad sobre los reales peligros de la bondad

Érase una vez un rey que empezó a gobernar en el reino donde se fabricaban los cuentos. El país se había vuelto rico y próspero. Las factorías reales, echaban humo a troche y moche por el día y por la noche, elaborando historias de todos los colores, formas y tamaños que eran adquiridas con entusiasmo en franquicias y tiendas especializadas de los más lejanos lugares. Además, magnates sibaritas de todo el orbe gastaban ingentes fortunas encargando historias a medida que ensalzasen sus verdaderos o ficticios logros.
Sin embargo el nuevo rey no era feliz. Había recibido una exquisita y esmerada educación de grave contenido ético y palabras como honestidad, rectitud o justicia no eran etiquetas de quita y pon en su laureada cabeza. Le asaltaban reales dudas
.

  • Vamos a ver -pensaba, cosa que era capaz de hacer sin la presencia del Ayuda de cámara- si los cuentos nos hablan de buenos y malos, de cómo los malos le hacen putadas a los buenos y de cómo al final triunfa la bondad, ¿no sería lógico que yo, rey justo y virtuoso, proceda a exterminar a los malos para facilitarle la vida a los buenos? Ahora bien, si hago eso ¿no peligraría el negocio de los cuentos que tantos dividendos proporciona al reino y que ha hecho que el populacho me considere todavía más justo, más grande y más noble de lo que realmente soy? Creo que debo pedir consejo a mi Consejo Real. 
---
  • Majestad, si a Vuestra Excelencia le place acabar con los malvados, habrá que acabar con los malvados.
  • ¿Y no se resentirá nuestro negocio? En justicia no podemos fabricar cuentos con personajes maliciosos si nosotros hemos suprimido la maldad. Sería un engaño para los compradores- respondió el rey.
  • Como gustéis mejor, Majestad.
  •  Lo que me gustaría es que tuvierais opinión propia y no me dijerais sí a todo, carajo.
Como no podía ser de otra manera, prevaleció en el rey el sentido de la justicia y decretó el exterminio de todo bicho malo. En pocos días aquel tranquilo y próspero reino se convirtió en un lugar más siniestro que el cubil sangriento del ogro en plena temporada de caza. Hubo batidas tremebundas que acabaron con los lobos provocando un crecimiento nunca visto de la población de ovejas, cerditos y niñas con caperuza. Se les hizo lobotomías a los zorros para que no fueran tan astutos, lo que originó que quedaran a merced de las vengativas gallinas. Se prohibieron las madrastras por Real Orden lo que originó un aumento considerable de niños huérfanos. Se creó el Centro para la Rehabilitación de Príncipes Azules provocando que estos prefirieran seguir siendo sapos. Se quemaron en fastuosas hogueras, ya que habían huido en sus escobas, a las efigies de todas las brujas que sin poseer o renovar el carnet oficial para ejercer las artes mágicas, se dedicaran a comer a niños gorditos. Fueron envenenados varios miles de gatos negros y como resultado los ratones se comieron la cosecha de los graneros.
Era espantoso, cruel, una locura y las buenas gentes se echaban la mano izquierda a la cabeza mientras se rasgaban las vestiduras con la derecha.
Finalmente el rey justo se dio cuenta de que algo fallaba. Supo que sus súbditos empezaban a odiarle cuando surgieron los primeros tumultos y aparecieron en las calles pasquines con el dibujo de su silueta cubierta con una diana. Eso no fue todo, la Hacienda Real sufrió un grave quebranto cuando las manufacturas cuentiles, despojadas de malicia, se acumularon en los almacenes por falta de demanda. No entendía lo que pasaba y decidió consultar a un famoso sabio desnudo que vivía en un apartamento-tonel debajo mismo del balcón de su palacio.


  • ¿Qué esperabas, rey? - le contestó el sabio después de aplastar cuatro pulgas que se habían enseñoreado de su sobaco- Te has cargado a un montón de seres inocentes que llevaban la etiqueta de malos por tradición familiar. Ahora ya no hay malos, ni símbolos, ni tan siquiera metáforas de la maldad. Si no existe la maldad ¿tiene algún sentido la virtud? Y si la virtud tiene aún sentido deberíais empezar por ti mismo: en los cuentos se castiga a los reyes que hacen desgraciados a sus súbditos.
El rey asintió mientras una majestuosa lágrima se derramaba por sus reales mejillas. Por fin había comprendido la lección. Tenía que asumir su filosofía hasta el final. No tenía otra opción.
  • Sabio desnudo, has demostrado ser más justo y tener mayor sentido ético que yo, por eso es de ley que lleves mi corona. Tú dirigirás el reino y yo esconderé mi vergüenza en tu apartamento-tonel.
  • Quite de ahí, Majestad, yo no quiero esos honores.
  • Es lo correcto y lo correcto debe prevalecer sobre cualquier otra consideración. Si no lo aceptas serás ejecutado por atentar contra la Justicia Real.
El sabio dijo que sí porque a pesar de su cinismo amaba su escueto pellejo. Al hacerlo se convirtió en el primero de una fecunda dinastía que ha gobernado hasta nuestros días : la de los Reyes Desnudos.

Ya está. Este cuento se ha acabado. No me queda más que soltar vuestro esperado: colorín, colorado.

15 noviembre 2019

Ocho Neandertales en el contenedor de basura

  • ¿Usted es Fiz Arou, detective privado en Kaskarilleira?
  • Sí, señor juez.
  • ¿Y al parecer dispone de un contenedor de basura con unas características muy especiales.
  • Sí, señor juez, el contenedor me permite trasladarme a cualquier punto del espacio/tiempo.
  • Un arma muy poderosa por lo que veo ¿Cómo funciona?
  • Pues dirigiéndome a la pantalla por el asistente de voz, dándole una fecha o un lugar y si no dispongo de esos datos, colocando un objeto en el escáner que le acompaña.
  • ¿Entonces  si coloca un objeto en el escáner, consigue que el contenedor se ponga en modo sabueso y le lleve directamente al lugar y al tiempo de donde procede?
  • Correcto, señor juez.
  • ¿Y por eso robó una mandíbula de neandertal en el Museo de Antropología?
  • Sí señor, era imprescindible hacerlo si quería localizar en el pasado a los últimos de su especie. Esa mandíbula representa a los neandertales de datación más moderna.
  • ¿Por qué un detective como usted dedicado a temas más profanos se arriesgó a rescatar a una raza humanoide extinguida hace tanto tiempo? 
  • La verdad es que quedé muy impresionado tras ver un documental en Canal de Historia. Si ya es raro que hagan un programa sin hablar de Hitler o la Segunda Guerra Mundial, imagínese cuando vi uno en  que se contaba la triste suerte de esa pobre gente ninguneada por los sapiens. Lo que hicieron nuestros antepasados no tiene nombre.
  • ¿Y para solucionar la cosa, se montó en el contenedor con su mandíbula, se fue 35.000 años atrás, localizó una familia de neandertales en el Peñón de Gibraltar  y se las trajo al siglo XXI?
  • Sí, básicamente fue así, aunque en realidad solo me remonté 32.513 años. 
  • ¿Y le fue fácil convencerlos de que se subieran al contenedor?
  • Use una vieja táctica del cuento de los Hermanos Grimm.
  • Explíquese
  • Ya sabe lo del flautista de Hamelín cuando atrajo a los niños. Como no toco ningún instrumento, llevé unos altavoces los coloqué a la entrada del contenedor y con la tablet les puse este tema de Mancini que creí que me podría ayudar en mis propósitos. Es de Hatari! una película de Howard Hawks muy bonita.
  • ¿No le parece que es una falta de respeto tratar a nuestros ancestros como si fueran elefantes?
  • El fin justifica los medios, señor juez. Eran los últimos ejemplares de esa especie y merecía la pena el descaro. No hubo dificultades, entraron los ocho neandertales por un portillo lateral y pronto se durmieron. Estaba preparado todo con sumo cuidado y los gases anestésicos eran muy poderosos. Desde la cabina dirigí toda la maniobra.
  • Es sorprendente la capacidad que tiene ese contenedor de basura transtemporal, admiro su ingenio.
  • Gracias, señor juez, soy hombre de recursos. Por eso había estudiado un abanico de posibilidades para darles un futuro a mis chicos al llegar al siglo XXI. Vivo en un piso destartalado en la calle del Ozán, cerca de la playa y no hay sitio ni pasta para tanta familia.
  • ¿Había varias opciones, entonces?
  • Sí, primero pensé en llevarles a una concentración de moteros heavies al norte de Kaskarilleira, pero era muy caro comprar 8 motos, 8 trajes de cuero, 8 cascos y encima siendo tan rudos enseñarles a conducir esos aparatos con la pericia de unos Ángeles del Infierno. Otra opción era llevarlos a un festival de música celta, por eso de que los celtas eran también prehistóricos, pero temimos que siendo los actuales muy sapiens y algo hippies, nuestros chicos se liasen a mamporrazos tras fumarse el primer canuto. Solo nos quedaba una tercera opción.
  • Por la que usted está aquí como imputado.
  • Sí, era la más previsible pero me costó decidirme. Incluso les visité por si tenían reparos en que gente no habitual fuese al mitin. Me preguntaron si eran españoles, les dije que más que nadie. Me preguntaron si no serían infiltrados de la dictadura progre y les garanticé que eran genuinamente cavernícolas. Para convencerlos del todo, les aseguré que tenían cierta curiosa semejanza con su líder invicto. Me dieron el "Ok", mejor dicho, me dijeron "Chócala" y salí contento.
  • Y cuando fueron, se armó la marimorena.
  • Un descontrol, se me fue de las manos. Cuando llegaron al mitin, los allí presentes viendo a unos tipos tan raros pensaron que eran inmigrantes africanos disfrazados de Picapiedra que venían a boicotear el acto. Empezaron a chillar llamándoles "extranjeros de mierda y perroflautas" y ellos viendo la hostilidad general, porque son arcaicos pero no tontos, empezaron a repartir estopa. El gigantón salió de la carpa a ritmo de marcha en retirada, al pijo se le pusieron los pelos de la barba y la cabeza como escarpias que hasta parecía un erizo y escapó en cuclillas, su mujer, al menos, sacó un crucifijo apuntando a los neandertales por si eran espíritus del Maligno, luego le dio un vahído y se desvaneció muy digna. 
  • ¿Y el líder?
  • El líder se escondió detrás de la mesa presidencial y viendo que por su parecido podrían ser unas parientes desconocidos de visita,  les ofreció su mano cordial. Lamentablemente los chicos no entendieron ese gesto amistoso y salió malparado.
  • ¿Y usted, Fiz  Arou, que estaba haciendo en ese momento?
  • Yo en mi esquina pensaba, que si reverencias demasiado el pasado, éste puede revolverse y darte un trompazo. 

(Capítulo 51 de Kaskarilleira Existencial. Aquí están sus otras historias)

12 julio 2019

La Guerrera Montagrescas y el Conde Rascamanos

Había una vez, en un lejano reino, un conde nervioso por lo deseoso que estaba de llegar al gobierno. Mientras suspiraba como satisfacer sus demandas, cogió la fea costumbre de levantarse las mangas y restregarse sin tregua sus pulidas manos. Un día de invierno, mientras afuera arreciaba la nevada, se rascó tanto, que unas gotitas de sangre cayeron sobre su limonada. La limonada se puso naranja, afuera se escuchó un pájaro y el momento fue tan irrepetible, que el conde se dijo:
-Ojalá  mis sueño se hiciera posible y conociera a una persona tan blanca como la nieve, tan naranja como esta limonada que me estoy tomando y que tuviese cual jilguero un canto irresistible.
De repente, escuchó una voz bajo su ventana y al mirar vio a una mujer de blanca tez, aunque más bien colorada en las discusiones y  tan parlanchina como una cotorra argentina. Hizo la vista gorda ante las discordancias con su ideal, la invitó a palacio, le preparó la naranjada que hizo muy despacio con su nueva receta y asunto arreglado, ya tenía la persona concreta en la que había pensado ¿O no?
Al momento le invito a firmar un contrato para que le ayudase en su carrera y después de convertirse en su escudera, siendo redicha y pendenciera, la ascendió a guerrera ya que llamarla caballera, quedaría como muy machista y algo hortera.
Pero Ana De Morros, que así se llamaba la chica, aunque prefería que le dijesen Ani, se fue creciendo y se hizo poderosa, popular y orgullosa en los duelos contra la nobleza belicosa que quería un reino propio.
Tras un tiempo de incertidumbre, el conde volvió a su costumbre de rascarse con entusiasmo ya que empezó a sospechar que si  a Ani de Morros la dejaba medrar, su lugar podría ocupar. Pidió consejo a su asesor político, un tipo llamado Espejo.
Espejo, espejito, sé sincero y campechano, dime si  mantengo la confianza del pueblo llano!"
Romualdo Espejo le respondió sin complejo:
"No te debes preocupar Conde Rascamanos, sigues molando entre ciertos humanos y aunque Ani De Morros tiene a su lado a victimistas y pijería, tú eres la esperanza naranja  de la gran oligarquía".
Al conde tanto fervor hacia su guerrera le hizo cambiar de color: primero se volvió amarillo limón, luego rojo pasión y terminó su pellejo de un extraño naranja chillón.  Desde aquella ocasión, cuando veía a Ani de Morros le daba un vuelco del corazón y es que el pecho le ardía, tal era la emoción a la que le llevaba su tremenda manía. Su envidia y orgullo aumentaron por días, como una mala hierba que no se cortaba, que siempre crecía.
Llamó a Romualdo Espejo y le dijo maquinador: "Espejo, espejito que eres mi consejero y por ello recibes prebendas y dinero, convence a Ani de Morros de que  le eche más salero, que monte pollos, que se meta en hoyos, que haga una escabechina, que sea del corral la reina gallina, la verdadera y poderosa nueva heroína, caray".
Desde entonces, viniendo o sin venir a cuento -aunque sí en este cuento- la Guerrera Montagrescas se ha metido en el ajo, y el Conde Rascamanos, espera deseoso a que Ani de Morros se pegue el morrazo.

10 mayo 2019

Dios es conejo y da consejo

En la soleada mañana de primavera las urracas, Pega y Pica, retozan alegremente entre las copas de una fila de cipreses. Abajo, en el viejo camino del cementerio, tres ovejas llegan al montículo donde el célebre conejo Paolo ha montado su consultorio.
  • Ese es el cortejo nombrado por el rebaño para pedir consejo a Paolo Conejo.
  • Entonces volemos hacia ellos y escuchemos tan grata conversación, Pega
  • --------
  • Veeeee..nimos a pedirte consejo, Paolo Conejo, porque estamos pasando por un momento aciago y complejo.
  • ¿Os molestan los depredadores?
  • No solo nos molestan, nos martirizan sin piedad. Hay una pandilla de perros asilvestrados que nos ataca y nos masacra cada noche. Al atardecer, nos juntamos todas nosotras, unidas en la lucha y balamos juntas, pero no causa el efecto deseado. Esos depravados aprovechan traidoramente cualquier descuido para llevarse por delante a alguna compañera
  • Es cierto lo que dice Agripina. Gritamos unidad, unidad, pero siempre hay alguna despistada que anda a su rollo y se separa del grupo.
  • Luego esos desalmados se la zampan en un periquete ante nuestros propios hocicos.
  • ¿Te acuerdas de la pobre, Josefina, con su voz cantarina? ¡Qué bien balaba, la condenada!
  • Pero no olvides que se volvió muy individualista y orgullosa. Creía que como cantaba bonito y tenía pellejo de oveja negra podría ir a su bola a salvo de esos canallas. 
  • Malditos asesinos y lo peor es que están compinchados con los perros pastores que en vez de defendernos, comparten su botín.
  •  Eso no lo puedes decir, Proserpina, no tenemos pruebas que lo acrediten.
  • ¿Entonces quién deja el aprisco abierto por la noche? Si al menos tuviéramos un burro. En el rebaño vecino, con un simple burro,  ahuyentaron a los depredadores. Aquí no hay voluntad de cambio.
  • Proserpina, con tus extravagantes ideas te haces indigna de nuestra posición gregaria y servil. De seguir así, serás carne de tragón.
  • Basta ya, he oído lo suficiente. Os voy a decir algo que cambiará vuestras vidas. Cada una de vosotras es un ser único y especial. Un ser definitivo sin el cual el universo no tendría sentido.  Cuando os debilitáis y perdéis vuestra esencia, llegan los depredadores. Cuando miráis para afuera en vez de mirar a vuestro interior, llegan los depredadores. Cuando escapáis de vuestro yo profundo y buscáis respuestas en la superficie del rebaño, llegan los depredadores. Los depredadores existen porque vosotros los llamáis a través de vuestras flaquezas. Los depredadores sin el instrumento para vuestro cambio. Si vencéis vuestras debilidades, los depredadores desaparecerán para siempre.
  • ¿Esta seguro de lo que dices, maestro Paolo? ¿Si cambiamos nuestra actitud los depredadores desaparecerán de un plumazo? ¿No necesitaremos burros ni perros pastores no traidores?
  • Sí, con el poder que emana de vosotras se puede vencer cualquier obstáculo. Cualquiera. Es palabra de Paolo Conejo. `
  • Beee...ndito seas, maestro. Nosotras somos accesorias pero tú eres inmanente. Tu palabra de ley porque nace de una fuerza interior que vence a las trampas de la razón y  ya sabes que las ovejas no somos nada razonables. Ahora estamos aleccionadas y bien dispuestas.
  • Pues nada, dejad vuestros obsequios a la vista, cerca de la entrada de la madriguera. Tengo muchas consultas en el día de hoy y hasta muy entrada la noche no podré ir a recogerlos. Seguid vuestro camino, chicas y que éste sea el de la felicidad recobrada.
  • --------
  • ¿Eso es todo, Pega?
  • Eso es todo, Pica. Dentro de poco llegará una delegación de abejas víctimas de las avispas asiáticas. Ayer, por ejemplo, vinieron hasta cinco especies diferentes de mariposas amenazadas.
  • ¿Así, todos los días?
  • Sí, Paolo Conejo es ya toda una eminencia entre los animales desvalidos.
  • ¿Pero también vienen los carnívoros y el resto de animales dañinos? ¿Lobos, zorros, perros salvajes, milanos etc..?
  • No, esos no necesitan ayuda; se bastan por si mismos, no hay quien les hostigue y están muy bien hay arriba en lo alto de la escala biológica.
  • Pues a mí ese Paolo Conejo no me gusta nada. Es orgulloso y narcisista. Les trata de forma arrogante como si no fueran nadie, aunque luego les diga que son importantes. Casi parece un dios para esos animalitos precarios.
  • Esa es la clave, comportarse como un dios distante. Parecer un maestro lejano. Un guía en la niebla. Un profeta con una linterna buscando la revelación. Un predicador de frases irrefutables. Un líder que parece más sabio porque aparenta vivir en un plano superior.
  • ¿Y vive en un plano superior?
  • Quizás se lo crea, quizás solo sea teatro. ¿Necesidad de distinguirse, necesidad de reconocimiento? Sentirse elegido debe ser reconfortante, no sentirse solo uno más de la manada.
  • Pero no ofrece soluciones concretas y reales. Paolo Conejo solo suelta vaguedades, consejos que valen para cualquiera en cualquier momento.  
  • Es un dios conejo y da consejo. ¿Qué más pueden pedir seres desvalidos que creyendo buscar una respuesta, solo están pidiendo consuelo?