31 mayo 2023

Buscando la alternativa en un político gorila


LOCUTORA : El Partido de los Metemiedos, conocido por otro nombre mas decoroso en los medios y con ese epíteto por la población displicente, ha decidido tomar medidas drásticas en su pretensión de captar nuevos líderes que aseguren el triunfo de su formación en las próximas elecciones generales.
LOCUTOR: Esta mañana, un grupo de asesores ha recorrido el zoo buscando personalidades con carisma y se han parado un largo rato en la zona de los primates superiores, quedando extasiados con las evoluciones del gorila Pilila, conocido así por la longitud de su miembro y su capacidad para el baile libidinoso.

LOCUTORA: Sí, lo han oído bien. Los estrategas políticos del partido han pensado que el gorila Pilila es un buen candidato para captar la atención del público, ya que suele colmarlo de cacahuetes y ...ejem.

LOCUTOR: A mi compañera le da vergüenza decir que también lo colman con prendas de interior femeninas. Como al célebre torero.  
LOCUTORA: Pilila es un gorila imponente y carisma innato. Su habilidad para hacer ruidos guturales y golpearse el pecho le ha convertido en un gran dominador de su entorno primate.
LOCUTOR: Facilitado además por su vigoroso miembro que exhibe con gracia sin igual.
LOCUTORA: Ya vale ¿no? Deja a su miembro en paz que van a pensar que eres un obseso. 
LOCUTOR: Perdona, chica, es que eso que tiene Pilila, es una maravilla.
LOCUTORA: Dejémoslo. Al parecer encontrar un dominador así es parte de la nueva estrategia que quiere implementar el grupo, según comentó a nuestro reportero el afamado spin Doctor Krapp, asesor senior ejecutivo de la formación:
  • Queremos sacudir el panorama político con  líderes inolvidables. Para ello vamos entrenar intensivamente a nuestros candidatos y que puedan soltar discursos intimidantes y gestos amenazadores. La gente está ansiosa de liberar su masoquismo y necesita figuras estrafalarias que aunque le maltraten y reduzcan sus derechos fundamentales, sean graciosos, chocantes y que sirvan para restablecer el sentido de la autoridad perdida. Después de años de discursos igualitarios que los hacían sentirse parte de una masa indistinguible, hay entre los votantes mucha añoranza del pasado, porque anhelan destacar como individuos únicos y sentirse por encima del resto, sin que nadie se lo recriminen. Estos líderes frikis les muestran el camino.
LOCUTOR: El Doctor Krapp también nos ha comentado que en días pasados visitaron diversos escenarios bizarros: circos, cabarets, puti-clubs, narcopisos, ferias, mercados, congresos, seminarios universitarios y que ya han sido seleccionados otra serie de candidatos posibles. También ha dicho:
  • Tenemos varios modelos triunfantes en la política nacional que nos sirven como referentes.
  • ¿Algún ejemplo?
  • Sí, claro. Tenemos al exitoso alcalde con títulos en las más afamadas universidades británicas y dominador de un perfecto inglés, que ahora se ha metamorfoseado en un garrulo de medio pelo para convertir su ciudad en una hortera feria navideña. Luego está la cabecita loca, con pinta de muñeca antigua sacada de un baúl y manejada por un vividor ventrilocuo alcoholizado.  
  • Son ejemplos poderosos.
  • Pero triunfantes. La cabecita loca, en concreto, nos está dando mucho juego. 
  • Prosiga
  • ¿Qué me dice del alcalde castrista que tiene todas sus avenidas y calles con nombres revolucionarios aunque en su municipio se pirran por vivir los mayores potentados de la zona porque él es el dueño de la ley, el orden y la estafa pero ha mantenido a raya a los especuladores? Luego está el regidor ese, macarra, corrupto y escandaloso, que tiene una emisora de televisión, y que gana elecciones con toda la prensa en contra, pero que sigue ahí tan pancho y desafiante.
  • Esos no son de su partido.
  • Da igual. No miramos el color político cuando se trata de priorizar nuestras necesidades.
LOCUTORA: Parece ser que hay una parte de la población que encuentra un extraño placer en sentirse intimidados y dominados. Hemos consultado a ese respecto con el otro Doctor Krapp, laureado catedrático emérito de psicología y nos ha dicho lo siguiente: 
  • En psicología, sabemos que en determinadas personas hay una fascinación peculiar por la sumisión. La sensación de sentirse por debajo. De estar en peligro controlado. De experimentar miedo y luego superarlo gracias a la presencia de un arquetipo patriarcal  que les ayude o castigue. Todo eso genera un sentido de excitación y curiosamente, de empoderamiento. Es algo que algunos individuos buscan activamente en diferentes áreas de sus vidas, incluyendo la política. Lo que pasa es que todo es perecedero y hay que buscar  modelos renovados y eficaces.
LOCUTOR: Con este enfoque audaz, el Partido de los Metemiedos espera captar la atención de aquellos que buscan una experiencia política única y emotiva. Como dice el célebre analista social y tercer Doctor Krapp.   

  • La retórica igualitaria ha inundado el panorama político en los últimos tiempos y muchos votantes se sienten saturados por ella. Algunos anhelan propuestas más polarizantes y desafiantes, que les permitan expresar su individualidad y diferenciarse del resto. Especialmente de aquellos que consideran inferiores.
 LOCUTORA: ¿Será el Partido de los Metemiedos capaz de convertir el circo político en una auténtica jungla de emociones? 
LOCUTOR: ¿Será una maniobra desesperada, una forma de llamar la atención o una forma de esconder  la obligación de pactar una futura coalición con los cavernícolas retrógados? 
LOCUTORA: Solo el tiempo y las urnas nos lo dirán. Porque recuerden, en el juego electoral,  los gorilas ofrecen una alternativa bestial.

11 mayo 2023

Un sapo arisco, un sol ardiente y una luna generosa

Odiaba su condición de sapo. Por eso al llegar la noche, cuando sus semejantes empezaban su jornada, huía y se escondía en lo más profundo de los cañaverales para quejarse de sus  males y pesares: 
  • No tengo la belleza del flamenco, ni la elegancia de la garza, ni el ansia de un patito trans que quiere ser cisne. Solo soy un sapo feo, malhumorado y nauseabundo en una pocilga infecta en el culo del mundo.
En la luna de las flores que es la luna de mayo, algo mágico pasó. Mientras el sapo rumiaba entre las sombras su amargura, la luna, condescendiente, sobrada y generosa a destajo, decidió regalarle un halo de luz, a aquel bicho venenoso de abajo. 
Una aureola brillante se posó sobre el sapo, otorgándole un resplandor que parecía sideral.  
¡Qué extasis! ¡Qué contento! Aquel sapo resentido estaba feliz. Ya no era un esperpento.
Con su nueva aureola luminosa pegada a la gabardina, el sapo salió de su escondite y se dirigió a donde la charca tenía la cocina. Saltaba y se hinchaba con orgullo sobre sus patas traseras, exhibiendo su flamante personalidad ante los bichos de la poza. Era, por fin, un tipo de primera cuya presencia causaba sensación. 
Los grillos dejaron de frotar sus élitros. Las ranas quedaron boquiabiertas dejando que se escapasen los gusanos capturados y hasta los mosquitos se detuvieron en el aire para admirar su resplandor. 
 El sapo era la nueva esperanza. El centro de atención. El salvador. Todos querían estar cerca de un tipo con tanta personalidad y tanta convicción. Fueron horas de asombro y euforia. De abrazos compartidos y mucha paranoia. Tiempos para conquistar el mundo, para sentirse como hermanos, para mucha fiesta anfibia y mucha gloria.

 Pero el alba no entiende de verbenas y los after party anfibios aún no se habían inventado. Cuando la aurora se asomó en el horizonte con su jarra de rocío y montada en su ruidoso carro de caballos, la luna temerosa hizo mutis por el foro y se desvaneció. Era cuestión de no dejar nada a la okupación solar y la luna sagaz, se llevó consigo la aureola del sapo. En un soplo, el anfibio se vió desnudo y despojado, en medio de las miradas perplejas de toda la charca amistosa. 
Antes de que empezaran los murmullos y pitidos, humillado, corrió hasta adentrarse en los cañaverales, maldiciendo su suerte. 
  • ¡Que vergüenza! Me han traicionado ¡Maldita luna y su regalo tramposo! Sin duda, se trata de una conspiración urdida por mis enemigos para ponerme en ridículo -gritaba mientras se ocultaba entre las cañas. -¿Cómo pude ser tan ingenuo? ¡Esa luna pretenciosa ha conspirado con los que se decían mis amigos para arruinarme. Pero se equivocan. No soy un simple sapo, tengo mucho veneno y si es necesario me aliaré con el sol para destruirlos.
Todo estaba debidamente planificado y decidido. Esperó al mediodía y desde las cañas observó que el sol era ya grande y poderoso. Salió arriba, se subió a un montículo de tierra y gritó mirando al astro.
  • ¡Oh gran Sol! ¡Te suplico que me otorgues la fuerza para vengarme de la luna y de mis antiguos amigos traidores!
El sol pegaba con ganas y le contestó con fulgurante celeridad. El sapo, nocturno como los de su especie, no aguantó el sofoco y mareado se vino abajo con igual intensidad. Al caer sobre las cañas se sintió ridículo y chamuscado. 
  • He aprendido la lección. En la próxima ocasión, usaré protector solar.

27 abril 2023

Así es como los derrotistas conquistarán el mundo

  • Fuimos la escisión, de la escisión, de la escisión, de la escisión, de la escisión. ¿Cuantas van?
  • Cinco
  • Vale, fuimos la quinta escisión de un movimiento político que deseaba unir a todas las fuerzas de progreso para acabar con la opresión y el despotismo de los de siempre.
  • Y quedamos los magufos.
  • Sí, a todos nos unía el afán de justicia, pero además a nosotros, en particular, nos chiflaban los programas de misterio que veíamos clandestinamente para no asustar a nuestros camaradas.
  • Y creamos la Furgo del Misterio. Porque éramos cinco y teníamos una furgoneta vieja. 
  • Como los de Scooby Doo pero sin perro.
  • Fue entonces cuando nos enteramos de las maniobras y manipulaciones del Doctor Krapp.
  • Ese ser siniestro era el responsable del clima reinante.
  • Desengaño, desilusión, desgana, desconcierto, desamor y otras cientos de palabras que comienzan por "des"
  • Despecho, desánimo, desesperanza... 
  • ¡Basta! es suficiente. La gente decía "es que estoy de bajón y ya no me importa nada". Mentira, la culpa era del virus que el malvado doctor había creado y difundido desde su castillo-madriguera. 
  • Entonces decididimos ir a verle y ponerle en su sitio.
  • Vive en un lugar malvado. En un remoto lugar en los Alpes italianos. 
  • Escondido en un paisaje abrupto.  
  • Para llegar allí, tuvimos que bajar abismos infernales y subir por majestuosas montañas.
  • Te está quedando muy heroico aunque la verdad es que la furgo no nos falló. 
  • No estábamos tranquilos. ¿Acaso había un diabólico laboratorio en el sótano o es todo el recinto una mansión embrujada y tramposa?
  • Debíamos estar preparadas para todo. 
  • No desfallecer. 
  • Podríamos encontrar monstruos por los tenebrosos pasillos cubiertos de telas de araña.
  • O incluso algún vampiro podría estar agazapado en un armario polvoriento dentro de algún dormitorio con cama gótica y pringoso dosel.
  • ¿Y qué haríamos cuando nos encontrásemos con el Doctor Krapp frente a frente?
  • ¿Le preguntaríamos por qué se instaló en un lugar tan apartado ¿Acaso le hacían un buen descuento en los billetes de avión?
  • No digas chorradas, haz el favor. Lo cierto es que el derrotismo es un problama serio que ha dejado a los ciudadanos indefensos.
  • ¡No podíamos permitir que nos derrotase!
  • Eso último está mejor. Cuando te esmeras, lo logras.
  • Aquel portalón solo estaba echado y no tuvimos que tocar la enorme aldaba con forma de culo de diablo. 
  • Entramos y avanzamos por los pasillos del castillo, iluminados por las linternas de los móviles que portábamos en nuestras manos. 
  • Ah las viejas antorchas tan entrañables.
  • Las telarañas y el polvo se hacían cada vez más densos y los muebles y tapices que decoraban las paredes parecía que se desintegraban con nuestros propios pasos.
  • ¿Alguien sabe por qué el Doctor Krapp decidió montar semejante tinglado en un lugar tan insano?- preguntó nuestra compañera ecologista. 
  • Probablemente porque es un lugar aislado y oscuro, perfecto para llevar a cabo sus experimentos malvados- le respondió el politólogo, siempre razonable.
  • ¿Pero no podría dedicarse a la ciencia pura, sin tan malas intenciones?- repuso nuestro compañero, el sociólogo positivista.
  • Quizás es un magufo como nosotros o esté falto de cariño. Puede que haya fabricado el virus para sentirse acompañado en su desgracia  -repliqué yo mismo, el community manager,  haciendo gala de mi frivolidad habitual.
  •  Todos reímos nerviosos ante tu broma, pero pronto nuestro humor se tornó sombrío. Casi nos sentíamos derrotados antes de intentar acabar con el virus derrotista del Doctor Krapp.
  • Entonces una puerta de madera maciza nos cerró el paso. ¿El laboratorio?
  • Enfocamos nuestras luces, respiramos hondo y la empujamos con determinación. 
  •  Una luz cegadora nos deslumbró. 
  • Cuando nuestros ojos se adaptaron, vimos al Doctor Krapp sentado en una silla giratoria, con una sonrisa malvada en su desdentado rostro.
  • ¡Bienvenidos a mi refugio! -exclamó con entusiasmo-. Me alegra ver que sois unos auténticos fisgones de Champions League. 
  • ¡Maldito! -gritó nuestro compañero de los movimientos sociales-. Venimos a acabar con tu virus. 
  • ¿Acabar con mi virus? -rió el Doctor Krapp-. ¿No veis que ya está en todas partes y solo yo tengo el antídoto que lo cura? 
  • Debes soltarlo o sufrirás las consecuencias -le amenacé  con mi cara de mala leche y con el Smith & Weston para reforzar mis argumentos.  
  •  ¿Pero si yo estoy dispuesto a contaros la verdad?-respondió con cinismo el maldito doctor-. Solo hay una fórmula: dejad de tomaros la vida tan en serio, reíros más, disfrutad de las pequeñas cosas, bailad bajo la lluvia, tomad un helado en pleno invierno. No hay nada más contagioso que la risa y la felicidad. Ahora debéis convencer a los millones de derrotados que cambien su modo de vida. ¿A qué esperáis? -la risotada casi le hizo caerse del sillón.
  •  Nos miramos unos a otros, sin saber muy bien qué decir. Tras un largo silencio, el tic en el ojo del Doctor Krapp se intensificó y empezó a reírse de nuevo a carcajadas. 
  •  ¡Jajaja! ¡Es broma, imbéciles! Las bobadas de autoayuda no sirven aquí. No hay cura para mi virus, lo he creado yo en venganza por lo que le habeis hecho a mis congéneres.
  • Nos quedamos boquiabiertos, incapaces de reaccionar. 
  • De repente, la bata blanca se transparentó como si estuviera expuesta a una sesión de rayos X y reveló su forma interior: debajo de la fea cabeza del Doctor Krapp había un cuerpo de pulpo. 
  •  Pero no os preocupéis -dijo con voz tétrica-. No os meteré en una olla, ni os comeré con patatas y pimentón como haceis vosotros con los de mi especie. Os dejaré vivos para que sintáis vuestra derrota y la difundáis por el mundo a través de vuestros mugrientos tentáculos de comunicación. 
  • Y así acabó nuestra aventura en el castillo del Doctor Krapp, derrotados y sin saber muy bien cómo logramos salir de allí. Pero al menos teníamos una buena historia que contar a nuestros amigos de Internet en las redes sociales. A vosotros, jóvenes.
 
(Publicada originalmente el 27 del 04 del 2023)

13 abril 2023

Nunca retrates el alma humana (Apuntes para una historia victoriana)


El 7 de Marzo de 1879, en la época gloriosa de la reina Victoria, apareció en el “Illustrated London News” un artículo firmado por Thomas Richard Stephens. El citado caballero, discípulo del pionero de la fotografía William H. Fox Talbot y miembro de la Sociedad Teosófica de Madame Blavatsky, narraba como iban sus ensayos con un nuevo modelo de cámara fotográfica “que podría servir para retratar el alma humana”.

Pasó el tiempo y del invento e inventor poco más se supo. En los mentideros de Fleet Street se habló de que Stephens se había instalado en un palacete destartalado de Old Bond Street y que tras unos años de pura misantropía y quizás trastornado por algún extraño descubrimiento, había acabado sus días arruinado y alcohólico en un centro de acogida del Ejército de Salvación en el East End.


Fue en 1894 cuando Cornelius Adams, importante anticuario de Covent Garden, recibió un extraño paquete anónimo. Aparentemente, aquello parecía una vieja cámara semejante a las utilizadas 20 años atrás en los gabinetes de fotografía, pero de un tamaño desproporcionadamente pequeño y sin el acompañamiento de un trípode. Con todo, lo más curioso era el montón de cables negros que salían de su parte inferior. El aparato venía acompañado por un cuaderno de tapas doradas semejante a un breviario. 
Cornelius abrió la libreta y empezó a leer el texto. Aquel hombre devoto, miembro de la ilustrada minoría católica seguidora del Cardenal Newman, no pudo dejar de lanzar una maldición a la par que sentir un profundo escalofrío a medida que las líneas de aquel extraño manuscrito pasaban delante de sus ojos.

El reverendo John Ramsey saboreaba cada minuto de su presente tranquilidad en Cromwell Road. Una justa recompensa tras los sinsabores sufridos en su agitada vida pastoral. Después de dejar jirones de su piel entre los mineros de Newcastle o los estibadores de Cardiff había encontrado un oasis de calma burguesa en aquella pequeña parroquia del sur de Kensington
Ya habían pasado los tiempos de la furia anticatólica y aunque era muy consciente de que para sus vecinos no dejaba de ser una presencia religiosa que rebajaba el nivel del barrio, tampoco sentía a su alrededor aquella animadversión profunda que había encontrado entre sus paisanos de Londres cuando era un joven seminarista. 
Ni siquiera tenía necesidad de justificarse ante los viejos conocidos de otra épocas. 
Estaba seguro de si mismo. Había sido un sacerdote ejemplar en circunstancias excepcionales y ahora tenía derecho a su premio. 
Cornelius Adams era su amigo, parroquiano ejemplar y compañero de juego noche tras noche. Con él compartía largas veladas alrededor de una mesa de ajedrez. Hablaban reposadamante de teología pero también de política, arte o literatura. 
Rara vez de cuestiones personales. Eran unos perfectos caballeros.
Sin embargo aquella noche ...

Aquella noche todo fue diferente. Nunca había visto al anticuario en semejante estado. Ni siquiera cuando un grupo de belgas le había querido estafar con un falso escritorio estilo Chippendale. Su rostro demacrado reflejaba una gran tensión. Sus ojos oscuros desprendían llamaradas de pánico. Aquel hombre que llamó a su puerta a las diez y cuarto de la noche, llevaba un incendio oculto en su interior.


Dos manchas de ceniza con forma humana sobre el tapiz verde de Hyde Park. Apenas unos restos sombríos que en pocas horas el viento se encargará de esparcir hacia el cercano lago Serpentine.

El detective Barrow se ajusta el bombín, abrocha los botones de su gabán, pone las manos en sus bolsillos y observa como se despereza la ciudad dormida, más allá de las rejas, en los altos del Speaker Corner. Carruajes de reparto en Park Lane, landós particulares con la capota cubierta para combatir el rocío y el par de bobbies que le habían acompañado, alejándose velozmente en bicicleta del lugar del espanto. Nada más.
Sin duda será un hermoso día de abril. 
Sereno, claro y tibio. 
No, él no estará en condiciones de disfrutarlo.


31 marzo 2023

Lo que Judson inventó, no siempre nos unió

Sí, a ti Whitcomb L. Judson. 
A ti te le digo.
Te sientes orgulloso, ¿eh? Seguro.
Claro, el gran inventor se siente satisfecho de su obra.
Primero lo intentaste con un tranvía moviéndose por aire comprimido a través de un sistema de pistones subterráneos. Conseguiste que te montaran una línea para probar tu cachivache y nada menos que en la capital. En Washington.
Durante dos semanas tuviste a la población en vilo:

  • Ohhh el Ferrocarril Neumático de Judson. Ohhh, el futuro esplendoroso ya está aquí. 
Fracaso estrepitoso. Los tranvías eléctricos resultaban más económicos y prácticos.
No te conformaste. No señor, seguiste erre que erre.
Sacabas patentes al mercado como un mago saca un conejo de la chistera.
Seguro que te decías:

  • Alguna caerá, digo yo
Y cayó. Vaya si cayó. 
En 1890 inventas un instrumento maligno.
Diabólico.
Asesino.
Es cierto que tú no le pusiste el nombre. Es cierto que solo pusiste a andar la máquina y que luego otros la hicieron más compleja, más sutil, más terrible. Algo semejante a ese Dios téista, mero creador del Universo, que admiraba Voltaire y que los antidarwinianos utilizan para recusar el evolucionismo.
¿Recuerdas cuando Mr. Anderson, examinador de patentes, frunció el entrecejo y rechazó tu invento en gesto benevolente hacia la humanidad futura? 
Poco duró la cosa. El buen hombre te pidió que lo mejorases, porque se parecía demasiado a otros artefactos que habían pasado por aquella pulcra oficina.
Te pusiste a trabajar -obsesionado por la idea que no te dejaba dormir- y presentaste tu mecanismo de nuevo en 1893.
Fue aprobado y las lágrimas rodaban hasta tu barba de orgulloso inventor.
No había duda, la Humanidad  te debía una.
¡Qué feliz eras en la Feria Mundial de Chicago y luego cuando pusiste los cimientos de tu empresa, la Universal Fastener Company!
Al principio la cosa no iba bien del todo ya que los fabricantes desconfiaban de aquel extraño producto que no siempre funcionaba como debía. Hasta que tu empresa contrató a aquel ingeniero sueco que mejoró de forma ostensible aquel  primitivo aparato.
Crecieron sus dientes, pero se siguió atorando.
Se siguen atorando hoy en día, aunque aparentemente hubierais conseguido "la unión perfecta entre machos y hembras" como decías.
No tan perfecta.
Si lo piensas bien, no puede haber una unión perfecta entre machos y hembras.  Y mejor así.
Lo sabes bien.
Lo tuviste que saber desde el momento en que te hiciste responsable de ese instrumento que atormenta nuestras vidas y que cuando somos cadáveres, nos las cierra al mundo, embutidos en esas tremendas bolsas oscuras en las que nos conducen a la funeraria.
Malditas cremalleras.

 
 (Publicada en este blog el 6 de noviembre del 2009)

16 marzo 2023

Disputados amores en el Congreso de Diputados

  • ¿Crees que un cuarto de la limpieza en el Congreso es el lugar más adecuado para el encuentro apasionado entre dos señores diputados, churri?
  • Una señora y un señoro, carca mío, que no se te olvide.
  • ¿Cómo se me va olvidar, chiqui,estando con quien estoy, una heroína de la lucha femenina?
  • De la lucha feminista, mi estimado cavernícola.
  • A mi me chiflan las heroínas, tan bravas y poderosas.
  • Por favor no me saques el listado de heroicas matronas que aceptan los de tu cuerda. Juana de Arco, Agustina de Aragón, María Pita y demás...
  • No, también soy consciente de lo dura que resulta tu doble vida. La oficial con tu pareja boll...
  • No lo digas o recibes un trompazo, eso solo lo podemos decir nosotras.
  • Vale ...y por otro lado la aventura secreta conmigo.
  • ¿Aventura secreta? No me hagas reir, eres solo un caprichito temporal en mi subida al estrellato. Entre mi gente nadie ha llegado nunca tan lejos. Ligarse a un facha como desafío al sistema opresor.
  • No me reduzcas a un cliché. Soy un hombre bragado y orgulloso. Un adalid de la vieja escuela. Un guerrero que lucha por reconquistar los valores morales perdidos por culpa del relativismo progre.
  • ¿Cuando hablas de reconquistar te refieres a la chorrada de poner una banderita en el Peñón, machirulo mío?
  • Sabes perfectamente a que me refiero. Por cierto, no te agites tanto que el cuarto es estrecho y tú ocupas lo suyo.
  • ¿Me estás llamando gorda, gorilón grandullón?
  • Puedes ser tan pesada que es dificil saber si estás gorda o delgada. Pero al menos tienes salero y hablas gracioso, siendo una brasas de cuidado. Irresistible para un tipo apasionado como yo. 
  • Será que tu rollo ultra se combina bien con el mío.
  • Eres como yo, no tienes límites. Has venido a comerte el mundo antes de que el mundo venga a comerte a ti.
  • Primero tendrán que aguantarme un rato.
  • Deja que sea yo el que lo haga. Aguantaré lo que haya que aguantar y comeré lo que haya que comer. 
  • Humm eres un pretencioso machote.
La puerta se abre...
  • Disculpen, señorías, pero tengo que coger las fregonas y la lejía.
  • ¿Sabía que estábamos aquí?
  • Claro y la prensa de ahí fuera. Hace tiempo que no había tanta expectación. Están con las cámaras, los micrófonos y todo el tinglado preparado. ¿Quieren que les traiga unos vasos de agua o prefieren una tila para dos?

23 febrero 2023

El Paraíso perdido no queda por aquí


Tenían que visitarlo aquella mañana y estaban inquietos. Llevaban varios meses instalados en la aldea y  solo lo habían visto desde lejos. Oían sus gritos cuando llevaba a pastar a las vacas en las leiras junto al río. Oían sus gritos feroces, terribles, que estremecerían al animalista más enérgico y que no casualmente estaban dirigidos a animales de sexo femenino. Parecía un hombre rústico y agresivo, aunque no muy mayor. Su zamarra vintage, esa boina calada de visera, el pantalón de pana y las botas cochambrosas, no auguraban nada bueno. 

  • ¿Son los nuevos vecinos? Pasen, por favor.
Tras un breve estremecimiento ante la presencia amigable y poco escandalosa de aquel hombre, la pareja entró con sorpresa en una estancia cálida, luminosa y acogedora. En el centro, algunos muebles de madera enmarcaban una gran mesa para muchos comensales. Al fondo, una cocina moderna y funcional junto a una vieja cocina de leña y un enorme frigorífico de doble puerta. Más próximo, un sofá rinconero de piel rodeando una mesa baja de madera de teca. En el lateral, junto a una puerta que debería llevar a algún exterior, quizás un huerto, una sólida estantería de seis pisos repleta de libros. Lindaba con un viejo escritorio de caoba donde estaba encajada una pantalla de ordenador de  muchas pulgadas tras el consabido sillón mullido.

  • Siéntense en el sofá. ¿Quieren algo para beber? Dadas sus creencias quizás rechacen el alcohol o los bebidas estimulantes, pero el agua de mi pozo es exquisita. 
  • Está informado sobre nosotros, no lo esperábamos - contestó el hombre delgado.
  • Tampoco esperaban que yo fuera así. Reconózcanlo, pillines -el anfitrión dejó escapar una media sonrisa irónica
  • ¿Qué quiere decir con eso? - intervino la mujer enjuta.
Tras otra sonrisa intrigante, contestó el anfitrión.
  • ¿Al final van a beber algo? 
  •  No, gracias -repuso el hombre cortante.
  • A ver, ustedes esperaban a un patán de campo con ademanes groseros y gesto amenazante. No respondo al estereotipo. Con lo cómodo que resultan los prejuicios para actuar con impunidad y sin romperse la cabeza. Sobre todo cuando uno adopta actitudes, digamos, colonialistas.
  • ¿Colonialistas nosotros? Somos seres espirituales que tienen una experiencia humana y nuestra lucha es para conseguir un mundo en armonía- contestó el hombre, tieso como un junco.
  •  Lo que dice de nosotros es una falsedad  -confirmó la mujer, juntando los dedos de la mano formando una esfera. 
  • Venga. Vienen de fuera. Son guiris. Compran por cuatro perras una aldea abandonada para montar su rollete estupendo de casa rural con talleres holísticos, centro de meditación mindfulness y  retiro antiestrés para personas superadas por la vida actual pero con pasta para pagarse un finde caro. Todo va perfecto, pero se encuentran con un gañán con una granja de animales chillones, antiestéticos y malolientes en medio del paraíso. ¿Van a hacer algo para que me vaya o esperan a lo típico?
  • ¿Qué es lo típico?
  • Pues que me ponga flamenco, agarre una motosierra y les ataqué con nocturnidad y alevosía, porque seguro que un ermitaño guarro que vive tan lejos de todo, en el monte, debe ser un psicópata de cuidado.
  • Casi preferimos recurrir a medidas legales. Hemos comprado esta aldea. Aquí le traigo los papeles que lo demuestran. Tendrá que salir de aquí por las buenas o por las malas. Si no lo hace recurriremos a la justicia o a la Guardia Civil.
  • Mi familia ha vivido aquí siempre. 
  • Su familia abandonó estas tierras y nosotros las hemos comprado.
  • Es usted un okupa -soltó sentenciosa la mujer enjuta.
El hombre se levantó del asiento, los miró intensamente un segundo y dio media vuelta en dirección hacia la puerta del huerto.
  • ¿A dónde va?
  • Acomódense. Pueden quedarse un rato. Vendré pronto. Voy a por la motosierra

Para más información, tenéis este enlace

10 febrero 2023

Adiós a la musa, ya viene la Inteligencia Artificial


Resulta que el autor de este blog no pudo acudir ayer a su cita bimensual de los jueves, y dada la escasez de tiempo y la premura por escribir una entrada, he decidido pasar de mi caprichosa musa e ir directo a la hiperpublicitada Inteligencia Artificial y su Oráculo de Delfos particular: el afamado chat
GPT 

  •  Tengo minutos para hacer un texto de humor en el Círculo de los Suicidas Perezosos y estoy con pocas fuerzas. Ese blog es de relatos de ficción cortos y humorísticos y creo que siendo un chat de Inteligencia artificial me podrías ofrecer alguna ayuda. Se me ocurre narrar algo sobre un escritor sin ideas que recurre a un chat de Openai como éste. 
  • Sí, es posible escribir un relato humorístico sobre un escritor que recurre a un chat como este para obtener inspiración para su escritura. Aquí hay algunas ideas para ayudarte a empezar:

    1. El escritor puede presentarse a sí mismo como alguien que está luchando por encontrar ideas para su próximo cuento y que ha recurrido a un chat de inteligencia artificial como último recurso.

    2. Puedes describir cómo el escritor empieza a hacer preguntas absurdas y cómo el chat responde con respuestas inesperadas y divertidas.

    3. El escritor puede descubrir que la respuesta del chat le da una idea para su cuento y decidir seguir adelante con ella.

    4. El relato puede culminar con el escritor publicando su cuento y descubriendo que se convierte en un éxito gracias a la ayuda de la IA.

    Estas son solo algunas ideas para ayudarte a empezar. Siéntete libre de adaptarlas y usarlas como mejor te pareces para escribir tu relato humorístico. ¡Buena suerte con tu escritura!


  • Estoy pensando que podía usar ese diálogo tal como lo acabas de expresar y sin cambiar ninguna línea de lo que me pones.
  • Claro, puedes utilizar esta conversación en tu texto de humor, es una idea divertida. Sin embargo, te recomiendo que hagas algunos cambios y ajustes para que la historia sea más coherente y tenga un mejor ritmo. ¡Buena suerte con tu escritura!
  • Entonces para más coherencia y mejor ritmo podrías escribirme tu respuesta de nuevo de forma graciosa y divertida 
  • Claro, aquí va una respuesta reescrita para darle un toque más humorístico:

    "¡Oh, qué idea tan brillante! ¿Quién necesita de la musa de la inspiración cuando puedes tener un ChatGPT como tu asistente personal? Pero espera, ¿tú eres un escritor sin ideas y estás recurriendo a mí, un modelo de lenguaje sin sentido del humor?¡Esto se está poniendo cómico!

    Deja que te ayude a escribir una historia divertida. Imagina que eres un escritor con una fecha límite para entregar un texto de humor sobre el Círculo de los Suicidas Perezosos, pero estás tan cansado que apenas puedes mantener los ojos abiertos. ¡Eso es humor en sí mismo! Así que, ¿qué haces? ¡Recurre un ChatGPT, claro!

    Pero, oh, sorpresa, resulta que ChatGPT no es tan gracioso como esperabas. En realidad, es más bien un modelo serio y sin sentido del humor. ¡Pero eso es perfecto para tu historia! Ya tienes una trama llena de humor y situaciones absurdas. ¡Buena suerte con tu escritura!"



26 enero 2023

¿Son odiosas las diosas?


El mundo se ha vuelto muy tonto en estos años, por eso he decidido hacer esta entrada tras pedir consejo a  mi conflict management, un tipo especializado en soft skills o sea en  las habilidades blandas que se necesitan para conseguir avances en psicología positiva e interacción social. 

Ya ésta, me ha dado el plácet. Con reparos. Me ha dicho que no debo caer en excesos sensuales y lascivos. Me siento como en los tiempos, no tan lejanos, donde cada escrito debía llevar un nihil obstat de la Iglesia Católica para conseguir su publicación. Empiezo pues: 

Cuando entró aquella Venus magnífica, mi lóbrego despacho se redujo a su mínima expresión. Precavido, me agarré a la estantería de la pared del fondo para no ser succionado por sus inconcebibles labios carnosos. Fue desde allí donde le hice una señal para que se sentase en la única silla disponible. Al hacerlo, giró impunemente su trasero con grave riesgo para mi nariz,  parapetada, como el resto del cuerpo, al otro lado del escritorio. 
  • Tiene usted un despacho muy detectivesco -bramó la náyade con sensualidad letal. 
  • Pu..puedes tutu...tearme y si lo de..deseas lla...llamarme Fiz... Fiz - logré articular, tras tartamudear un instante, tener dos sofocos y otros cuántos segundos de indecisión. 
  • ¿Fizfiz? Es un nombre raro.
  • No, solo un Fiz. El otro es por los nervios ante tu descomunal atractivo.
  • Gracias, Fiz, que dulce.
  • Gracias a ti, por iluminar con tu presencia este tugurio lamentable.
  • Qué bonito, Fiz, pero a lo que iba ¿sabes quién soy? Demuéstrame que tu fama de sabueso es merecida. 
Ahí no me pillaba. Ahí si que no. 
  • Eres Afrodita. Eres Helena y Jezabel. Eres Beatriz conduciendo a Dante. Eres la Viuda Negra y la Diosa Blanca. Eres Astarté y Khali. Eres el deseo y el misterio. Eres la mujer fatal. La princesa de hielo. La vampiresa. Eres Eva. Eres Esa. 
  • Bravo -aplaudió con irónico entusiasmo - bravo por el bravo detective de Kaskarilleira. Un acierto pleno. Y además lo has dicho con mucha soltura. Tienes mucho mérito, Fiz. Otros se acongojarían con solo mirarme. 
  •  Estoy acongojado y acojonado, pero debo ser fiel a mi mismo para mantener mi precario status profesional en circunstancias extraordinarias. Intentaré mantener el tipo,  los mitos sois más previsibles que los humanos corrientes. 
  • Yo quiero sentir lo que sienten esos humanos corrientes. Y quiero que seas tú el que me proporcione ayuda para conseguirlo.
Lo dijo con un tono tan enfático y tan sexy que al momento me sentí como si me encontrase delante de la mismísima Lauren Bacall. Una Lauren Bacall rotunda y divina. Consiguientemente, le ofrecí mi mechero de mesa como había visto hacer a Bogart en las pelis. ¿Qué quería?
  • No entiendo. 
  • Es muy fácil, detective, quiero que me consigas una mortal que sepa instruirme en las emociones que puede experimentar cualquier mujer. Quiero aprender a disfrutar de la vida como disfrutan ellas. 
  • ¿A eso le llamas disfrutar? Permíteme que te diga una cosa: generalmente  la vida de las mujeres no es ningún chollo. En gran parte del mundo son  mercancía. Explotadas. Marginadas. Teniendo que proteger, ayudar y consolar a necios botarates que las desprecian, las humillan y las traicionan a la menor oportunidad. Incluso cuando pueden dar rienda a sus emociones hay siempre una norma, una costumbre o una religión que les hace sentirse culpables o las reprime. Ni siquiera pueden vivir a fondo su maternidad si es su deseo. El embarazo se convierte en una carga y la crianza en una traba si se han entregado a las vanidades del mundo competitivo.
  •  Te veo muy feminista, detective. 
  • No me gustan las etiquetas, se usan para acomodarse en ellas y no seguir pensando por uno mismo. Intento ser consecuente con la mierda de mundo que me ha tocado vivir. No quiero hacerme responsable de tu posible desencanto, ni de tu ira posterior. No creo que estés preparada para dejar de ser diosa. Ahí arriba las cosas siempre serán más fáciles para ti, una divinidad. 
  • ¿O sea que no quieres llevar mi caso? Tú te lo pierdes, hay placeres que una diosa puede proporcionarte y que desconoces. 
  •  Déjame en mi ignorancia y vuélvete a tu mundo prodigioso. Déjame conmigo mismo. Con mis imperfecciones. Déjame con mis chicas que no aspiran a ser perfectas. Eso es todo lo que quiero.  
(Capítulo 71 de Kaskarilleira Existencial. Aquí están sus otras historias)

12 enero 2023

Ocho neandertales marchando por América

  • ¿Qué pretenden? ¿Por qué me han secuestrado y arrojado como una bolsa de basura en esta furgoneta negra?
  • Tranquilícese, señor Arou, no corre peligro, sólo queremos hacerle algunas preguntas.
  • ¿Y ese es el modo? Luego se quejarán de que quieran cambiar la Ley Mordaza que tanto les sobreprotege.
  •  No somos policías, pertenecemos al Servicio de Inteligencia y necesitamos información sobre esos ocho neandertales que al parecer trajo del pasado en su contenedor de basura transtemporal.
  • El Doctor Krapp ha escrito lo que declaré a la justicia cuando ocurrió aquello.
  • Tenemos la declaración: Ocho neanderthales en el contenedor de basura.
  • ¿Entonces?
  • No se haga el despistado. Usted hizo otra nueva ante el juez, cuando lanzaron una orden internacional de busca y captura contra usted, como colaborador en el asalto al Capitolio en Washington. Aquí la tenemos: Cuando un trumpazo no acaba en trompazo.
  • Cierto y le dije al magistrado que no sabía nada desde que habían desaparecido del Parque Nacional donde los habían internado tras la trifulca en el mitin de ese partido. Luego, por el juez. me enteré de que un multimillonario norteamericano los había llevado en su jet privado a su país, los había adiestrado en su rancho de Nebraska, habían participado en lo del Capitolio y fueron reclutados por una pandilla de Ángeles del Infierno.
  • Pero no era para recorrer las verdes praderas del Medio Oeste. Los necesitaban como sicarios para arreglar unos asuntillos con unos narcos del Norte de México. Bajaron hasta allí. Hicieron de las suyas y apenas tuvieron bajas.
  • ¿Les pasó algo a mis neandertales?
  • Inmunes. Son duros de pelar y sus adversarios acabaron rindiéndose ante su fiereza. Los moteros se crecieron mucho con su ayuda y decidieron seguir bajando por el continente y dar caña a sus enemigos de las maras de Guatemala y El Salvador. Era un horda salvaje, como los hunos de Atila, y los pobres pandilleros casi acabaron pidiendo protección a la propia policía. Para entonces ya estaban en Colombia y allí participaron en los enfrentamientos entre los cárteles de la coca, los paramilitares y los restos de la guerrilla. 
  • ¿En dos años hicieron tanto? 
  • En dos años se convirtieron en una fuerza descontrolada no vista en aquellas tierras desde los tiempos de la piratería en el Caribe. Finalmente, en Bolivia, dejaron la aventura los Ángeles del Infierno los cromañones supervivientes, que exhaustos, decidieron terminar su odisea en una gran plantación cocalera. Mientras "sus" neandertales se largaron a Brasil. En días pasados participaron en el asalto de los bolsonaristas a los edificios oficiales de la capital.
  • Les gustan los tumultos. Ahí había mucho facha frustrado y mucho pastor evangélico pastoreando al rebaño y como aún no había empezado el Carnaval de Río se fueron a esa capital cutre, parecida al Valle de los Caídos que montaron de la nada en un páramo insalubre.
  • Métase su sarcasmo donde le quepa, detective Arou. Tenemos un problema y debe ayudar a solucionarlo como  primer responsable de este desastre. Si no lo hace, se pasará mucho tiempo en un sitio más feo, más frío y más lúgubre que la propia Brasilia.
  • No sé que puedo hacer, si siguen marchando llegarán a la Antártida y allí no tienen rivales de  categoría. Las orcas están en el mar y van a lo suyo, mientras que las focas y los pingüinos ya tienen bastante con criar a sus cachorros a 80 bajo cero. Aún si fuera el Polo Norte con los osos …
  • Estamos perdiendo la paciencia con usted, Fiz Arou. Su ironía es como una soga que le está apretando el cuello y puede ahogarle. Usted y su contenedor vendrán con nosotros para capturar a esos cavernícolas allí donde se encuentren. Los meteremos en su chisme y usted los llevará de vuelta al pasado. A su puto pasado.
  • Para ser del Servicio de Inteligencia confían demasiado en mis fuerzas para meter a esas bestias en vereda.
  • No se preocupe, contaremos con Fuerzas Especiales de Europa y América. Incluso la ONU mandará refuerzos. Todo será secreto, claro.
  • Ufff ya puedo dormir tranquilo. Vendrán los SEALS y equivalentes, montarán una buena bronca y yo acabaré en las profundidades del océano por ser el típico pringado innecesario.
  • Ha visto muchas películas.
  • No las suficientes. Quiero seguir viéndolas que ya he pagado por este año mi suscripción a Netflix, HBO y Movistar. No me pueden hacer esa putada.
(Capítulo 70 de Kaskarilleira Existencial. Aquí están sus otras historias)