¿Cuántas llamadas había contestado? Quizás 125. Seguro que menos de 130. No más. Sabía que no había sido un buen día y estaba agotada. Por eso le sorprendió que el coordinador viniera a buscarla cuando dejó los cascos en el compartimento.
- Tengo en la mesa un regalo para ti.
El tipo se sonreía mientras le daba la noticia.
¿Un regalo?
Ya era raro que aquel tarado de Raimundo no estuviera como un basilisco al terminar la jornada laboral. Menudo imbécil, ganaba 150 euros más y se creía todo un ejecutivo agresivo en aquel Call Center de mierda. ¿Pero un regalo? Caray se había emocionado y le palpitaba el corazón. ¿Le harían encargada? Eran tan caprichosos eligiendo cargos.
La mesa de los coordinadores estaba al fondo de la gran sala, separada por paneles de otras secciones. En un lado, estaba la Guerrero, a la que le había caído el apodo por apellidarse así y por su actitud belicosa desde que la hicieron coordinadora olvidando sus buenos modales de antaño. Ahora estaba inclinada sobre las hojas Excel, revisando los datos de las llamadas, con la pulcritud, el apasionamiento y la dedicación de una profesora de lengua en un mal día. En el otro lado, estaba aquel idiota de Luisma, hijo de algún pez gordo o semigordo, al que su supervisor le hacía el curro porque era más inútil que un cenicero en una Kawasaki.
El cerdo de Raimundo se sentaba en el medio y en aquella ocasión lo hizo con una solemnidad desacostumbrada. Ella pudo observar que había un paquete de papel rojo y lazo verde encima del listado de llamadas que el tipo tenía a su derecha. No pudo evitar una sonrisa y para contener su ilusión, apretó sus manos con fuerza.
Raimundo la miró. Sonrió a su vez. Le pegó un codazo a Luisma. Y carraspeó para que levantase la cabeza la obsesa de la Guerrero.
- Tómalo. Es tuyo - Raimundo lo dejó a su alcance al otro lado de la mesa.
- Gracias - balbuceó la mujer.
- Te lo has ganado -comentó Raimundo con voz extraña.
La carcajada fue general, tanto entre los compañeros que ya estaban recogiendo sus cosas, como entre los coordinadores. A Guerrero le cayó baba en sus impecables hojas Excel y Luisma despertó momentáneamente de su atolondramiento. Raimundo sacó el descabello y remató a la chica haciendo gala de su ingenio y esperando que aquello llegara a los jefes.
- Tienes una patata de regalo, porque es lo que te mereces. Hoy has hecho una "patata" de trabajo.
Levantó la cabeza, miró al frente y luego a la patata. Dio media vuelta y se fue muy digna hasta su mesa.
Cogió el portanotas en forma de varilla que estaba junto a su PC y lo llevó de forma solemne a la mesa de los coordinadores. Ante el estupor general, ensartó la patata encima de los papeles y la aseguró con el clip del aparato. Tardo un rato en hacer fuego con el viejo mechero que le había regalado su abuelo.
- Me gustan más asadas a la parrilla, pero hay que hacer de la necesidad virtud -dijo sonriendo.
😊 aventuras del diario vivir, en este caso en un call Center. La vida, dónde quiera, tiene un encanto que nos hace más lindo el tránsito. Gracias, doctor Krapp. Un abrazo...
ResponderEliminarMaty, yo casi diría del diabólico vivir. En un Call Center el trabajo es mucho, los estímulos frágiles y la remuneración por el sudor y casi te diría que por las lagrimas en ocasiones es escaso.
EliminarConozco casos realmente duros.
Un abrazo.
Qué bueno que se sobrepuso a la broma y logró sacarle provecho! Lástima que la hicieron derramar unas lágrimas, esos no lo valían.
ResponderEliminarUn abrazo
Cuando escribí este texto pensando en la chica de la noticia, tenía necesidad de redimirla de alguna manera. La de verdad quizás no tuvo tanta suerte.
EliminarUn abrazo
Hola Doctor Krapp, muy bueno, medio en broma o medio en serio, pero ahí estaba la patata, eso sí, supo reponerse tanto para bien como para mal. Mejor tomarse las cosas y la vida con humor, siempre, sea lo que sea. Un abrazo. :)
ResponderEliminarLa parte vengativa es como abrir una ventana después de una tarde de bochorno. El humor frente a la humillación tiene la dificultad de que hay que tener la cabeza fría y cuando hay dolor es complicado.
EliminarUn abrazo, Merche.
A la Guerrero se la dio cruda, porqué seguramente el gracioso de turno: tenía la papa caliente sobre su tejado...
ResponderEliminarTrabajar en grupo tiene tela marinera, y más con estos compañeros tan unidos...
No quiero repetirme como el ajo, pero es muy dificil contener la risa con tus salidas : más inutil que un cenicero en un kawasaki ;)))-
Un beso porqué si te mando un abrazo te puedes fundir hace un calor de mil demonios, feliz finde Doctor
Trabajar en grupo es duro, sobre todo cuando se usa métodos sospechosos para elevar a unos por encima de otros, creando rivalidades y problemas. Por ejemplo, en el ejército, siempre eran más hostiles sobre la tropa los suboficiales, desde los cabos y sargentos, que los oficiales superiores.
EliminarAguanto el calor, pero me supera el bochorno, sobre todo en días de niebla.
Besos, Bertha.
Tu escrito despierta interés, curiosidad y el desenlace provoca una risotada. Si en tu ánimo se hallaban lograr estos objetivos, lo has conseguido.
ResponderEliminarUn abrazo
El asunto en si no es nada gracioso, pero incluso lo no gracioso necesita algo que lo haga más humano, más suave si es posible.
EliminarMuchas gracias, Luis Antonio.
Un abrazo
Bueno, por lo menos su último gesto en ese empleo de mierda (porque será el último, supongo) ha sido de una aplastante dignidad. Lástima no haberles prendido fuego a los fulanos que tenía enfrente.
ResponderEliminarPor desgracia, en la realidad hay pocos gestos así. Supongo que la genta acaba tan hecha polvo que ya ni un gesto de dignidad se les ocurre.
La dignidad y el orgullo en medio del barro te hace escapar del entorno. Lo malo de los ambientes abyectos y de las personas que ahora se llaman tóxicas es que son muy contagiosas y contaminantes.
EliminarOjalá la realidad fuera así, la dignidad es algo por los que luchar, pero en ocasiones tenemos que plegarnos y doblar la cabeza. Luego hay que olvidar el pasado y abrir otro canal nuevo.
Ay, cuántas patatas me debería haber comido...
ResponderEliminarDe la necesidad, virtud, pero a veces estás tan abajo que te olvidas de lo bueno que es comerse la patata en vez de tragar con ella.
EliminarEn mi blog me preguntaste .. ¿todavía piensas que el ser humano merece ser salvado? y allí y aquí te contesto que ¡ por supuesto! o ¿no merce ser salvada tu protagonista? estos mezquinos miserables que la rodean al final, les guste o no, lo reconozcan o no han sido aplastados como las cucarachas que son por esta mujer . Creo, como te dije alli, que todos estos abusones que hay por el mundo, no son más que gente acomplejada, que sufren horriblemente y ese mismo dolor es lo que les hace ser tan mezquinos, se desprecian a ellos mismos y por eso menosprecian a los demás. Quizá si rompiéramos esa rueda y dejáramos de reirnos cuando humillan a alguien, que creo mucha gente afortunadamente hace, los humilladores dejarían de hacerlo. ¡Menudo trabajo más duro este de llamar a las casas! es la versión moderna de los antiguos vendedores de enciclopedias. Yo he llegado a comprar alguna por pura lástima, llámame idiota. Curiosamente como me avisa el móvil de estas llamadas que las identifica como spam ahora ni las contesto y cuando me pillan, les intenato cortar, pero te juro que les doy las gracias mil veces, al menos que no sientan la puerta en las narices.
ResponderEliminarNo creo que nos pueda salvar nadie, creo que tenemos que querernos más y aprender a salvarnos nosotros mismos, desde fuera nunca llegará la salvación de nadie.
Un beso grande y buen finde, aquí con mucho viento pero se está muy bien, como lo espero estés tú tb.
Me gustaría tener la sangre fría de este personaje para sobreponerme si me ocurriera una situación semejante.
EliminarTodos tenemos, salgo excepciones, un maravilloso horizonte ético. Quizás la diferencia está en que uno lo usan limitado a los cercanos y otros tienden hacia la universalidad.
Recurriendo a la actualidad, los tipos que ponen carteles siniestros en un edificio o que acusan a un magrebí de un asesinato sin pruebas para ello y luego apenas reniegan de lo dicho o escrito cuando se demuestra que no es cierto, también tienen un horizonte ético pero solo para los suyos, para su secta. Los nazis tenían un horizonte ético para los arios no para el resto de los humanos.
Ya sabemos a quien salvarían en caso de necesidad y quien dejarían de lado.
Es puro triaje, esa palabra que se puso de moda en la pandemia, sobre quién merece tratamiento y quien hay que abandonar a su suerte.
Por desgracia el ser humano es así y a poco que se escarbe sale la bestia parda. Las ideologías ultras se alimentan de la bestia parda que llevamos dentro, y solo desde el esfuerzo civilizador descubrimos la humanidad de cualquiera. ¿Se puede eliminar a la bestia parda? Tengo mis dudas y me gustaría pensar diferente.
A veces he sido duro con las llamadas comerciales extemporáneas, creo que más difíciles desde el día 29, afortunadamente estoy en la famosa lista Robinson y estoy exento de publicidad electoral.
Un gran abrazo. A ver si me pongo al día en los blogs.
¡Hola, doctor! Presumo que tras el punto final va a asarse algo más que la patata, ja, ja, ja... Es curioso esto de los Call Center, sobre todo los comerciales. ¿Pero quién les atiende y compra algo de lo que ofrecen? Debe ser un trabajo lleno de frustración e ingratitud. Divertido y visual relato. Un abrazo!
ResponderEliminarCon suerte quizás se queme el establecimiento y salgan corriendo los encargados.
EliminarTeniendo en cuanta el número de llamadas y el número de operadores siempre picará alguien, aunque ahora la cosa se ha puesto más difícil con la medida del 29 de junio.
Esta que enlazo para quien no lo sepa o lo recuerde.
Gracias
Un abrazo, David
Excelente reacción final.
ResponderEliminarEsos "jefes" que se creen que pueden hacer lo que quieren con sus subordinados no merecen llegar a fin de mes.
Saludos,
J.
El poder envenena mucho y ya sabes el refrán:
Eliminar"Ni sirvas a quien sirvio, ni pidas a quien pidio, ni mandes a quien mando.
Porque cualquiera de los tres conocerá al dedillo los defectos propios de tales servidumbres, y se mostrara, ademas de riguroso, engreído por su condicion de persona venida a mas."
Saludos
Un poco largo el refrán, pero adecuado para esta situación, sin dudas.
EliminarSaludos!
J.
En realidad, solo el primer párrafo se utiliza habitualmente e incluso se excluye la tercera frase o la segunda.
EliminarSaludos
No hay nada más triste que los perros de los poderosos que se creen los dueños del rebaño. Por desgracia tu relato no me ha parecido que tenga nada de ficción... me ha gustado, eso sí, claro.
ResponderEliminarToda la razón, Beauséant, no tiene nada de ficción, como lo demuestra la noticia que lo originó. El final es cosecha propia y es una concesión a mi propia necesidad de reparar la injusticia.
EliminarGracias
Si el trabajo es una castaña normal que te acaben dando calabazas o patatas. Lo triste de tu relato es que no es ficción, así está el ambiente laboral en muchos sitios, y la gente se tiene que comer la patata cruda
ResponderEliminarEs el mundo laboral que sufrimos y especialmente los más jóvenes desde la precariedad y la explotación. Luego está el tema de la competitividad como si la vida fuera un videojuego en el que hay partidas siempre que jugar. Los penúltimos se creen superiores sobre los últimos siendo igualmente víctimas de la codicia que los maneja.
EliminarAntes de contestaros uno a uno. He intentado recrear desde la ficción esta historia real que os enlazo aparecida en Diario del Sur.
ResponderEliminarDenuncian la "humillación" a una teleoperadora 'premiada' con una patata por su jornada de trabajo
Resumiendo mucho todo. ¡¡¡ Que buen tortazo se merece el individuo", asi, a mano abierta, o que la chica le hubiese mandado a tomar por culo, delante de todo el mundo.
ResponderEliminarHay mucho jefecillo que quiere salir de la mediocridad aupándose encima de sus compañeros, son los típicos pelotillas que nunca triunfan.
Un jefe de equipo debe hacer equipo y valorar el trabajo en equipo, si alguien no hace bien su trabajo se le dice en intimidad y proponiendo soluciones o alternativas, que para eso es jefe.
Las relaciones laborales y el buen trabajo nacen fruto del esfuerzo colectivo no de la humillación individual. Lo dicho un buen tortazo es lo que le hacia falta al imbecil este.
Un saludo.
Admiro el potencial de la venganza en frío sobre el gesto primario de la reacción inmediata. Admiro porque es un trabajo de contención que pocos logran.
EliminarEs cierto, el trabajo en equipo permite el bienestar de todos cuando es equilibrado. Quizás en este caso el personaje desconoce lo que es manejar un grupo humano porque previamente fue victima de una situación similar.
Saludos
No hay nada peor que un imbécil que además es mala persona. Bueno, sí lo hay: un imbécil mala persona con un cargo de cierta responsabilidad, aunque sea mínima.
ResponderEliminarSé de personas que no han aguantado como teleoperadoras ni un mes, y me consta que en ese trabajo las lágrimas son frecuentes, como la ansiedad, la frustración y la indignación.
Por eso me parece que tu gesto al escribir un relato así demuestra una empatía y compasión de las que nunca serán capaces esos mediocres con ínfulas.
Saludos.
PD: hay un librito titulado Elogio del imbecil, en el que se analiza cómo los menos capacitados consiguen muchas veces los puestos superiores, mientras que los mejores trabajadores siempre quedan por debajo.
Muchísimas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarNo he vivido directamente una situación como la narrada, pero si que he tenido experiencias laborales complicadas por no pertenecer al bando próximo a la dirección.
También he visto alrededor aberrantes situaciones de acoso laboral por, por ejemplo, si una persona procedente del exterior llega a ocupar una plaza predestinada a alguien de la casa.
Me interesa ese libro. Supongo que hace pareja con ese celebre de Carlo Maria Cipolla: Las leyes fundamentales de la estupidez humana.
Saludos
Qué asco de gente. ¡¡Cómo no nos van a dar por... si ni siquiera hay respeto!!
ResponderEliminarEso sí, magistralmente tratado el tema y... entre la Trinca y el remate final, me has dejado con una carcajada y cuando deje de teclear esto, un aplauso.
Abrazo grande
Muchas grcias, Amaia. Agradezco tu aplauso aunque no sé si soy digno de él. Es un mundo cruel y quizás solo podamos vengarnos intentando alguna suerte de humor.
EliminarUn fuerte abrazo.
Besarkada
Beautiful blog
ResponderEliminarPlease read my post
ResponderEliminarHola, Dr. Krapp, me estaba entrando un coraje que hasta se me notaba hasta en la cara, menos mal que ha llegado a tiempo el final. Ese es el final que me apetecía y me ha dejado a gusto, puede irse con la cabeza bien alta.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!
Es una historia triste siendo tan real. Una de esas historias que ocurren de alguna forma en muchos centros de trabajo y por tanto necesita tener un final feliz o al menos que dulcifique la humillación vivida.
EliminarUn abrazo grande
Aunque a mucha gente le sorprenda hay muchos call center que solo reciben llamadas y no emiten llamadas comerciales o emiten pocas. Todos los teléfonos de atención al cliente de todas las compañías y servicios tienen personas al otro lado del teléfono que atienden dudas, preguntas, incidencias, etc.
ResponderEliminarMe alegra ver que por aquí hay muchas personas comprensivas, capaces de ponerse en el lugar de otros.
Sí, hay muchos Call Center que son receptores de llamadas y en esas en concreto he pensado al hacer esta entrada, pero valdría para las otras, las comerciales, la situación no cambiaría porque las condiciones para los trabajadores en unas y otras son parecidas.
EliminarYo intento empatizar con los personajes que creo en mis ficciones, supongo que con mayor o menor éxito dependiendo del caso.
Gracias por comentar.
Eres un eximio creador de situaciones divertidas, hasta en historias un tanto agobiantes. Gracias hermano..
ResponderEliminarPerdona por no contestarte antes, Oswaldo. Este verano me he movido menos por los blogs y a veces he tardado en entrar.
EliminarMuchas gracias por lo de eximio, solo soy un modesto escribidor, ahora en pausa hasta septiembre.
Un abrazo
Un relato descriptivo del mundillo de genios que pueblan los call center, muy entretenido. El final es muy apropiado al caso. Justicia poética.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Está basado en hechos reales pero desde mi sesgo particular. Me alegro si te ha gustado. Ojalá historias semejantes que ocurren todos los días en muchos lugares de trabajo, fuera algo más esperanzadores.
EliminarSaludos cordiales
Muy buen relato Dr. Krapp, ilustras muy bien lo que es trabajar en un lugar de esos. Sé de buena fuente que son lugares donde te "exprimen" a más no poder. Admiro sin embargo a los que perseveran y "triunfan" en ese ámbito, porque como en todo, también ahí hay gente exitosa con defensas sobrenaturales ante el rechazo, habilidades mágicas para las ventas y una energía inagotable para romper bolas diario con sus llamadas jajaja. Saludos Dr. Krapp.
ResponderEliminarMe da una vergüenza enorme decirte que hoy día 13 de noviembre, he encontrado tu comentario del 18 de agosto que al parecer Blogger había escondido en sus entrañas.
EliminarVivimos en una sociedad imperfecta que cada vez nos hace más vulnerables y unos tienen mayor capacidad que otros para la supervivencia, pero lo cierto es que mientras los consumidores lo tienen todo más a mano, los que se dedican a ofrecer los productos disponen de una mano de obra a la que no respetan por la existencia de una masa poblacional que no encuentra trabajo. Luego nos nos hablan de los grandes líderes de las starups y no nos dicen cómo se han apoyado en cientos de trabajadores con condiciones precarias.
Lamento este retraso y te envío un muy cordial saludo.
Así es Mirna. El texto salió en una noticia de denuncia de un sindicato de teletrabajo. La actividad laboral que les queda a muchos jóvenes ante la ausencia de otras opciones.
ResponderEliminarEn lo de bloggers estoy como tú. La única posibilidad es el intercambio de entradas directamente en twitter o en X como lo ha llamado ahora el ínclito Musk.
Un abrazo
Anda que no llego tarde a comentar aquí, Doctor. Estamos en la lenta operación retorno a la blogosfera, y espero que pronto retomes el Círculo y Sinfonía Azul.
ResponderEliminarTu final no suaviza la historia, pero sí la redime. Me indignó leer que la basaste en un hecho real. Me parece bastante fuerte. Por poder, podría pasar en muchos trabajos, y no quiero ser injusto con el de teleoperador, donde hay de todo (un buen amigo trabaja en el sector), pero según sea la empresa, supongo que puede ser más dado a permitir ciertos climas de mala competitividad. Otros sectores que se me ocurren son el inmobiliario y aquel que pasó a mejor vida de la venta de seguros a puerta fría, entre otros. Pude catar ese curro siendo muy joven, cierto verano, y duré pocos días, porque decidí dejarlo tras ver cómo se apañaba el compañero que me tocó en las prácticas, de pocos escrúpulos. Sálvese quien pueda, engaña a las viejecitas que hagan falta, pero no te olvides la chaqueta de traje y cuida las apariencias. Llévate la comisión.
Un abrazo.
No importa cuando lo hagas, Rodion, lo importante es que la entrada pueda dar tiempo a alguna reflexión.
EliminarReflexión, algo que hecho de menos en estos días. Tiempos de furia y cacería. Tiempos tristes y casi diría repugnantes. Tiempos donde se impone la hipocresía y la mentira aceptada por una mayoría acrítica.
Me hace pensar en la Caza de Brujas del macartismo, algo que reviví ayer viendo Oppenheimer.
Buscaba una historia de redención, porque es una putada estar puteado por el trabajo, como tú y yo mismo hemos sufrido en nuestras carnes.
La redención es necesaria pero no siempre es posible. Yo ahora mismo no la veo cercana por ello me estoy tomando un tiempo de descanso en los blogs, hasta que la realidad sea menos dolorosa y pueda merecer una sonrisa.
Un abrazo
Se me escapó una h de más en el principio.
EliminarDisculpa.
Hola de nuevo, Doctor. Ayer te dejé un comentario, pero parece que no se guardó, o quizá te llegase como Spam. Es lo que tiene blogger... A mi se me han llegado a borrar comentarios viejos publicados.
ResponderEliminarPor si acaso, te comento otra vez. Te decía que has sabido dignificar, o dar un buen uso, a un suceso de lo más lamentable. Me indignó leer que te basaste en un hecho real. Y que esto podría darse en muchos trabajos, pero hay sectores más propicios a los climas tóxicos (aclaro, por si acaso, que siempre son excepciones cuya culpa la tienen las personas puntuales, no dichos sectores): el inmobiliario tiene lo suyo.
Un saludo. Espero que pronto vuelvas a actualizar tus blog. Poco a poco, la blogosfera vuelve a la rutina.
Acabo de localizar este comentario de pura casualidad y es 13 de noviembre, para que veas cómo va la cosa últimamente con blogger. Ahora que estoy apartado despues de 18 años de voz, recargándome como un vehículo eléctrico, me molesta especialmente estos desaires con la gente.
EliminarPriman los sectores con clima tóxico en aquellos lugares donde se juega con la competitividad entre los empleados y hay que ofrecer un buen balance para conservar la cartera y a veces el puesto.
Saludos. Espero que nos veamos pronto por estos mundos.
Estimado Doctor: espero que este ud bien, se le echa en falta y a sus entradas y sobre todo esos estupendos personajes que tantas sonrisas nos arrancan.
ResponderEliminarUn abrazo y muchos ánimos.
Gracias, Bertha, estoy bien, solo me he tomado un tiempo sabático para el relax, la reflexión y también para la lectura.
EliminarUn abrazo.
Entre momentos de humor y tensión llegó a un final que desde luego merecían. Estupendo micro. Un placer leerte. Abrazos
ResponderEliminarMuchas gracias, Nuria.
EliminarUn abrazo.
Podría dejártelo en el correo pero así tengo una disculpa para volver a tu blog, tengo morriña... jaja y además, la sensación de que aquí está tu espíritu jajaja en fin, que todo lo mejor durante estas fiestas y sieempre, mereces ( - eis) lo mejor, que disfrutéis de una preciosa Navidad o solsticio de invierno que no recuerdo si estas fechas te gustaban o no, me da que poco, creo que los navideños en nada seremos una especie en peligro de extinción y todo por culpa de los lunáticos como Caballero, que se empeñan en convertir la Navidad en un parque temático -ayer fui de compras a Vigo y sentí ganas de salir huyendo- En fin, que permaneces aquí y en nuestro recuerdo.
ResponderEliminarUn beso enoorme con todo mi cariño, mi querido Dr Krapp!!
Gracias.
EliminarSi, debe sobrevalorar el espíritu de alguna Navidad pasada, quizás las 18 que pasaron desde que empecé el blog. Al final no era el Círculo, ni los Suicidas, los que ganaron la partida. Al final, o al menos por ahora, vencen los Perezosos.
Lo peor de las Navidades son los huecos en las mesas que nunca jamás se volverán a llenar con la misma gente. Son huecos pero pesan mucho. Por lo demás, menos mal que existen estas fiestas para que la burbuja no se cierre definitivamente.
Felices fiestas, María. Un gran abrazo para ti y tu gente. Para el Bierzo e o pai Miño. Para Tui e Valença do Minho.
Bicos
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ResponderEliminarFeliz año también para ti y para todos aquellos que lean este comentario a estas alturas.
EliminarNo desaparezcas, pese a que yo, mejor me callo. Un abrazo.
ResponderEliminarSolo estoy escapando durante un tiempo del ruido y la furia. Gracias.
EliminarFeliz Año.
Un abrazo
Estás un poco inactivo, Dr. Krapp. Espero que se trate de unas vacaciones que te estás tomando y que no tardes en volver por estos pagos....
ResponderEliminarUn abrazo
Un poco no, un mucho. Estoy en pleno proceso de procrastinación, menuda palabra, y supongo que algún día volveré a donde solía.
EliminarGracias por interesarte.
Un abrazo grande
Estimado Dr, se le echa en falta nos ha dejado huérfanos de buenos momentos...
ResponderEliminarEspero que este bien y le dejo mis mejores deseos en estas Fiestas.
Un abrazo