28 octubre 2021

Cuento del malvado espejo dando real consejo

  • Vaya, al fin te encontré, espejito mágico.
  • Perdone, señor, pero no es casualidad, lleva mucho tiempo buscándome. Lamentablemente, estoy al servicio exclusivo de la reina y usted solo es el monarca.
  • ¿Solo soy el monarca? No me puedes hablar así ¿Acaso quieres que te rompa en mil pedazos, puto vidrio mohoso?
  • Si me rompe, no tendrá con quien aliviar su desconsuelo, porque sé que ha venido a escondidas para que le ofrezca mis consejos. No se fía de la pandilla de imbéciles que le rodea.
  • Vaya, eres adivino, el Servicio Secreto me había informado de tus cualidades, pero no que llegaras a tanto.
  • Estoy en la cúspide de mi condición cristalera y me jode un poco que la reina me haya colocado en este desván roñoso del palacio. 
  • Si quieres te envío a  la sala de espejos de nuestro palacio de primavera para que puedas presumir de tu superioridad junto a los otros, aunque siendo los de allá tan ampulosos quedarás muy cutre. Lamentablemente, no tengo autoridad sobre el de Versalles y lo de darte un marquesado o una condecoración quedaría como muy psicópata, muy a lo Calígula.
  • La ironía no evitará que sigan tomándolo como la marioneta elegida para suceder al que quería ser eterno ni tampoco impedirá su ansiedad por buscar respuestas para dejar de serlo.
  • Yo no soy un muñeco, idiota quebradizo. El pueblo no me aprecia como debiera porque desconoce mis cualidades innatas.
  • ¿Se refiere que desconocen que le gustan las regatas, el vino, el papeo, los deportes, los toros, que le regalen cosas valiosas o follar como un descosido con unas o con otras? 
  • Debes disculparme, a pesar de mi exquisita educación cortesana, no conozco el protocolo para pedir consejo a un puto pedazo de cristal tan irreverente, soez y descarado.
  • Pues hasta que no lo aprenda me mantendré callado. Usted decide, majestad. 
  • Habla ya. Dime lo que debo hacer para qué la plebe tenga mejor imagen de mí y quizás te  convierta en consultor permanente de mis cuitas.
  •  Sinceramente, búsquese primero a un especialista en oratoria, ahora lo hace fatal y resulta un auténtico peñazo oír sus discursitos.
  • No te pases, soy campechano pero hasta cierto punto.
  • ¿Quiere o no quiere oír la verdad? 
  • Sigue.
  • En segundo lugar, creo que debería organizar un pollo. Una bronca de primera apoyándose en la carcunda. Esa que como está de guardia sobre los luceros no sabe lo que pasa aquí abajo. Excelsos marciales de bigotito, pero muy vulnerables. Solo se sienten seguros si usan la pistola, los galones y los lingotazos de aguardiente para defenderse. Eso sí, que el rival esté encadenado. Se lanzarán a la piscina y entonces, llegará la hora de ponerlos a remojo. Reblandecidos y amansados con la degradación y unos añitos de trullo desaparecerán de la escena; pero, ojo, si las cosas se ponen feas mejor tenerlos a mano. Su sacrificio, majestad, le convertirá a usted en el héroe de las masas, el salvador modernizador moderno, valga la redundancia.
  • ¿Has acabado, cornucopia parlanchina?
  • ¿No está satisfecho con mis consejos? 
  • Has llegado demasiado lejos y aún no te he hecho la pregunta que me ha traído hasta aquí. 
  • Atrévase, monarca,
  • Usaré la fórmula de rigor: Espejo, dime una cosa, ¿Quién es en este reino la más hermosa? 
  • Se lo diré, pero le aviso, no seré su espejo alcahuete.

07 octubre 2021

No hagas stop en el planeta snob

Diario de navegación del detective privado Fiz Arou a bordo de su contenedor de basura transtemporal y en ocasiones espacial.

Había llegado a aquel planeta perdido en busca de los egonios (ver enlace) y me había topado con aquel gigantesco monstruo, como de 3,30, que me apuntaba con un fusil láser en forma de pulpo. Afortunadamente solo tenía 3 brazos y tres piernas. No, no me preguntéis para qué quería lo de en medio.

  • ¡Wow, me encanta tu nave! Es cantidad de radical. Me recuerda a aquellos diseños minimalistas de finales del siglo XX. Ufff como debes de epatar a todo a la beatiful interplanetaria con este sencillo, pero super rotundo aparato.
Me alegró oír una voz tan remilgada en un cuerpo tan ostentoso y más todavía poder entenderle.
  •  Bah, nada especial, amigo alienígena, apenas lo saco de Kaskarilleira porque consume mucho y los guripas me pueden poner una multa por mal aparcamiento. Lo tengo que esconder entre la fila de contenedores de basura que tengo al lado de mi casa, cerca de la playa. 
  •  Qué vida la tuya. Un auténtico explorador espacial con playa, casa, basura y todo lo demás. Aquí, en New Snobia, nadie ha visto el mar y nos suena por lo que nos contaron nuestros antepasados cuando llegaron a este planeta.
  • ¿Sois de origen terrícola? 
  • Sí, somos los descendientes de los gloriosos snobs de toda la vida. Venimos de allá cuando nos persiguieron con saña sinigual los casposos montaraces y la chusma chusquera. Afortunadamente no nos atraparon y salimos del apuro con estiloso donaire.
  • Dame detalles, es que vengo del pasado y no estoy al tanto de contingencias futuras.
  • ¿Vienes del pasado? ¡Qué chic! Te digo, el rancio cutrerío pretendía que todos fuésemos un ejército de almas rutinarias y no podían soportar a los que no entrabamos en sus hechuras. Desde que los cargantes llegaron al poder  fuimos despreciados, humillados y vilipendiados sin cesar. Nos llamaban frikóticos y redichos, se reían de nosotros y nos querían hacer ingresar en centros de reeducación normativa. Nuestros adversarios eran una pandilla de energúmenos militarizados que querían hacernos picadillo a base de rastreras consignas ¿Has visto alguna vez semejante trato a la creme de la creme?
  •  No me dices nada nuevo, en mis tiempos también está mal visto romper las filas de la unanimidad y mantener el propio paso. Además con las redes sociales e Internet la cosa se ha agravado mucho
  • ¿Todavía usáis esa mierda? Ufff realmente estáis en la era cavernícola. Seguro que los velocirráptores os darán mucha guerra.
  • No, se han extinguido los muy cabrones y además yo no vivo en Mongolia como vivían ellos.
  • Vaya, vaya, creo que debo prestar más atención a las clases de historia. Pues siguiendo con nuestros pioneros terrícolas,  la opción era clara: o nos reconvertíamos a la sencillez tontuna o nos obligaban a exiliarnos a una esquinada y destartalada luna de Saturno que aquella gente "generosa" nos ofrecía colonizar para su beneficio. Todos a una, decidimos coger nuestros cachivaches y embarcarnos en aquella nave de transporte de ganado El Apalanque-09. Por supuesto, los muy cochinos se quedaron con nuestras propiedades y muchas de nuestras obras artísticas fueron quemadas en enormes kermeses tribales para satisfacer el apetito sanguinario de la sarnosa plebe. Llegamos hasta este tenebroso lugar después de latosas aventuras y desde entonces hemos tenido que levantarlo hasta convertirlo en la nueva Atenas interplanetaria. Fue duro, no veáis lo que nos costó convencer a los maniquíes de que la última tendencia era trabajar y vivir aquí. 
  • ¿Maniquíes ¿A qué te refieres? 
  • Es que junto a nosotros, auténticos y legítimos creadores, se vinieron una legión de fashion victims a los que denominamos maniquíes por su facilidad para cambiar de moda cada poco tiempo. Para ellos, nuestra obligada partida, era una ocasión pintiparada para estar cerca de los artistas y los estilos que adoraban, así que muchos decidieron acompañarnos. Al llegar aquí y encontrarnos en un lugar tan ruinoso- solo un montón de hangares abandonados, un pequeño invernadero y las grutas bajo tierra- tuvimos que inventar una estratagema para que trabajasen en la construcción planetaria, mientras nosotros nos dedicábamos a pulir nuestra creatividad. Así les convencimos de que lo más cool en aquel instante era currar de sol a sol como colonos espaciales. Fue un duro trabajo para aquella gente y a veces pensamos que terminarían desfalleciendo, pero al final,  supimos traducir todo su entusiasmo en una tarea útil. Por las noches, después de la ardua jornada, les obsequiábamos con nuestros shows primigenios en New Snobia: conciertos, recitales, performances o happenings, teatro de participación, exposiciones etc … De esa manera cubrimos sus necesidades culturalistas amén de proporcionarles un consuelo a sus fatigados cuerpos.
  • Mano obra esclavizada pero culta. Cuanta sensibilidad la vuestra. 
  • Ahora las cosas han mejorado, nuestros espectáculos son reconocidos en todo el sistema solar y gracias a los royalties que nos proporcionan, llevamos una vida tranquila y artísticamente ejemplar. 
  • ¿Qué fue de los maniquíes?
  • Te lo puedes imaginar mirando a otros usos groseros de tu nave espacial. Afortunadamente recuperamos las partes de sus cuerpos más aprovechables.
  • ¿Sus brazos y piernas, imagino?
  • Imaginas bien. Se nos da genial la ortopedia y combinada con algunos experimentos genéticos, salimos nosotros: los híbridos de la nueva generación. Ahora podemos hacer más cosas en un entorno tan hostil como exigente.
  • ¿Sabes algo de los egonios
  • ¿Qué son? ¿Una tribu?
  • Más o menos. Una tribu tan enamorada de su propio ombligo que se fueron a un lugar escondido del universo para desconectar del resto. Tiene mucho parecido con vosotros, lo que pasa...
  • ¿Qué les pasa?
  • No tienen tanta...
Tenía el contenedor a dos metros, era un salto difícil, pero debía intentarlo. Mi futuro tenía muy mala pinta delante de aquel engendro armado.
Salté y grité:
  • ...tanta tontería asesina
Se cerró la tapa automática de arriba, en el preciso momento en que oí un silbido que venía de enfrente. Apreté el temporizador con toda mi furia y sentí un impacto que no me alcanzó porque ya no estaba allí.