31 agosto 2022

Brotan colchones entre las sombras de la noche


Hoy hablaremos de un fenómeno misterioso que  se produce en nuestras calles mientras la ciudad duerme. Es un fenómeno extraño, enigmático y llamativo que genera desazón y hasta diría yo, que acritud entre muchos de nuestros ciudadanos.  Me refiero a la gestación y florecimiento de viejos colchones entre los contenedores de basura. 

Se han dado muchas explicaciones sobre el tema. Explicaciones que achacan las causas a uno u otro motivo: negligencia ciudadana, actitud belicosa de los miembros del servicio de basuras para mejorar sus condiciones y salarios, desechos de bandas organizadas dedicadas al robo de alcobas de hoteles buscando lujosas pertenencias escondidas, etc...

Ninguna de esas respuestas nos convence. Debe haber algo más. Debe haber algo que nos ocultan las sombras de la noche.

¿Cuál es el misterio que se esconde  detrás de estos colchones renacidos entre nuestros desperdicios? Un tema realmente sugestivo, enigmático y por lo tanto digno de ser tratado con toda la profundidad posible en nuestro Buque del Misterio. (Sintonía)

Para hablar del tema, hoy traemos a nuestros estudios a uno de nuestros sabios de cabecera. Un polifacético hombre del Renacimiento en este siglo simplón y descreído. Tenemos en nuestro programa  una vez más, a nuestro admiradísimo y entrañable Doctor Krapp.

  • Doctor, sé que entre tus múltiples ocupaciones, has destinado un tiempo a estudiar este curioso fenómeno. ¿Podemos rechazar las interpretaciones convencionales que han corrido hasta ahora?
  • Casi con toda seguridad, Bitter. Es absurdo pensar que haya gente que se deshaga de sus colchones con nocturnidad y alevosía teniendo la posibilidad de llamar a un número de teléfono municipal para que los recojan.
  • ¿Pero podría tratarse de algún caso de maldad humana, de desobediencia o de alguna psicopatía no tratada? 
  • No podemos descartarlo, Bitter, pero me resisto a pensar que, dada la extensión de este fenómeno que infesta nuestras calles, podamos suponer que convivimos entre psicópatas, tercos o villanos desalmados. Sería aterrador pensar que estamos a merced de una legión de  desquiciados tiracolchones. ¿Y si es el primer paso para luego arrojarnos a nosotros?
  • ¿Y la otra opción? ¿Qué se tratase de una medida de presión por parte de los empleados de limpieza? 
  • Solo puedo hablar de lo que ocurre en mi ciudad, Kaskarilleira y te garantizo que nuestro servicio de limpieza es de una pulcritud exquisita …cuando se ponen a ello.
  • Pero se ha hablado de que tienen un sindicato, en fin, …peleón. Incluso se ha dicho de ellos cosas mucho mayores, propias ejem ...de una vieja película de cine negro.
  • Perdona, Bitter, pero preferiría no seguir hablando del tema, tengo familia y propiedades.
  • Está bien. Hablemos pues de tu teoría sobre el origen de esta extraña epidemia. 
  • No tenemos una respuesta definitiva, pero después de nuestras observaciones nocturnas nos inclinamos a pensar en que los colchones tienen un origen no humano.
  • Sorprendente. Por el "nos" que has usado, imagino que cuentas con colaboradores.
  • Sí con el detective Fiz  Arou, testigo  del testimonio más creíble. Fue en una noche de principios del verano.
  • Fiz Arou, menudo elemento, recuerdo un malentendido que tuve con él y que pudo acabar muy mal.  Pero ahora da igual. Estoy en ascuas, cuenta, cuenta...
  • Fue en su barrio. Paseando entre los contenedores buscando anormalidades. Le pago para eso. Oyó unos pasos y corrió a esconderse en una esquina. Entonces vio como se abrió uno de esos depósitos soterrados, grandes y redondos con tapa verde. Luego ellos se asomaron y bajaron a tierra como si fueran lemmings.
  • ¿Quiénes eran ellos?
  • Una interminable hilera de enanos. Como unos cincuenta o más. Iban vestidos como los enanos de los cuentos, a lo David el Gnomo.  Pronto formaron un rectángulo grande delante del contenedor y se pusieron a cantar un tema en estilo gregoriano.
  • ¿Cual?
  • Este
  • No lo puedo creer.
  • Segundos más tarde, se fue corporizando uno de esos colchones viejos y  al hacerse sólido y tangible, corrieron los enanos a retozar  y bailar encima, mientras un grupo que quedó en el exterior se esmeraba, con rara habilidad, a tocar temas usando los silbidos más famosos de la historia del cine. Alguno llevaban una flauta travesera que sacaron de debajo del gorro.
  • ¿Usted lo vio Doctor Krapp?
  • No, no lo he visto, soy una persona muy ocupada. Me fío del detective, le pago bien para que me ofrezca resultados.
  • ¿Qué pasó luego?
  • Acabó la música y el baile. Salieron del colchón.  Subieron por el contenedor en estricta fila india. Abrieron la tapa. Se metieron dentro y antes de cerrarse el que parecía algo así, como el Papá Enano, gritó a la noche un "sayonara baby". Todo terminó después.
  • Pero eso que me cuenta es una historia poco creible, Doctor Krapp y se me permite la expresión algo chorras. Su detective le ha tomado el pelo.
  • ¿Duda de mi credibilidad?😊
  • Esto es programa de misterio muy serio, no se ría. ¿Acaso están compinchados los dos para desacreditar mi programa?
  • 😁😁😁
  • ¡Le he dicho que no se ría! Corten la grabación. Córtenla ya y larguen a este pícaro sinvergüenza ... Ah que es en directo. Disculpen 😰😭😬. Buenas noches.😞

16 agosto 2022

María Pita y otras tipas montando batalla

(Imagen del comic de Cesar Herce et al.- María Pita. ISBN: 8409216035)


Aquellos malotes entraron destrangis hacia las 8 de la mañana. Era una flota del copón, casi 140 barcos, y los trece mil hombres a bordo ni por asomo se parecían a esos guiris de crucero, pinpines a pensión completa. Siendo unos kíes borrachuzas de mala muerte, buscaban bulla y darnos el palo. Teníamos atorados en el puerto algunos barcos de la Invencible, esa armada ful de Estambul, y les pillábamos de pinga porque iban para Lisboa a colocar de rey al pagafantas candidato llamado Prior de Crato

Capitaneaba a los ghichos, el kiocho de Francis Drake  pero debía ser un Juan Batallas, ya que no se movió de su kel en el puesto de mando mientras enviaba al julai de John Norris como comandante de las fuerzas de desembarco.

Nuestra defensa la llevaba el marquesito de Cerralbo, que ha quedado muy bien en los papeles, pero que dejó a su suerte a los vecinos de la Pescadería, los currelas del puerto y la pesca, mientras se atrincheró tras las murallas donde vivía la hidalguía y los milicos. Así la purrela dejaba atrás todo lo que tenía y ayudaba a mantener la defensa arriba, carretando piedras y llevando manduca a la peña noble. A cambio, lo perdieron todo, mallaron en ellos y les choraron hasta la camisa. 
Es el caso de Inés de Ben que tenía un chiringo abajo y cholló de lo lindo llevando jalufa y cerellando en las murallas. La chorva se jugó el pellejo  dando caña a los chuzas británicos, pero  después  de recibir dos tiros que le furaron el gepeto y una penca, se quedó sin nada, nel del panel. Pasada la película, a la Corte de Felipe-dos y Felipe-tres lo suyo se la sudó mucho y ella, sin ayuda ni guita, acabó pidiendo por las calles. 

Otro caso es en la que estáis pensado, canallas. La heroína María que no se llamaba María o al menos hay dudas al respecto. Las fuentes hablan de que María era Mayor pero no porque fuera milico, así le pusieron en la pila: Mayor Fernández Da Cámara Pita. Otra tipa de armas tomar, pero con mejor grelo que la pobre Inés. Mujer rica, mujer pobre. 
Por lo que sabemos, María era una tipa brava a la que le molaban los carniceros aunque estos  le duraron menos que el costillar de una vaca en la tienda. Por aquella, estando viuda de uno se casó con otro, el tal Gregorio de Racamonde, un pavo  duro de pelar que luchó hasta dejar el último bafo cuando los hijos de la Gran Patraña hicieron una brecha en las murallas y le dieron un mollao por donde lo pierdes todo. Lo de la brecha fue duro, pero lo de su chaveo le llegó al alma y María se pilló un rebote de mil demonios cogió la lanza del inglés, el hijo con rango de algún capitoste, y se la clavó de través. 
¡Mima, la que se armó! Soltó aquello de "Quén teña honra que me siga" y la peña se puso muy kíe y les montaron una buena marimba a los ingleses que salieron por patas hasta la próxima embestida. 

Viendo la cosa liada, los tommys se conformarón con hacer el hooligan en los barrios bajos, ponerse como suelen preas de alcohol y llevarse todo lo llevable, más por honrilla que por otra cosa. Al final se piraron, dejando mil y pico muertos además de unos cuatro o cinco barcos hundidos en la bahía. En venganza, Drake que era un tipo muy chungo y resentido, saqueó las tierras gallegas del sur, llegó a Lisboa donde volvieron a zumbarle porque andaba un pelín rilao y no quiso arriesgarse, para acabar su aventura desastrosa en las Azores.  Isa, la Reina Virgen aunque hay sospechas, se la pió por jiñarla tanto y degradó al pirata/almirante sin dejarle salir de rachí hasta 6 años después, donde jumeando con los españoles perdió su aclamada vida de canfurneiro.  

María no achantaba. No achantaba ni con la carne que vendía, ni con los guiris invasores, ni con las julandradas burocráticas de la Corte de los Madriles. Por eso siguió pleiteando, consiguió rango y pensión de alférez y un negocio de exportación de mulas desde Portugal. Tuvo dos maromos más, el cuarto le duró un rato y oficialmente murió en 1543, pero desde hace unos años ha decidido subirse a un estatua y quedarse de piedra.