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10 marzo 2022

Taxista al pasado, por las buenas o forzado

  • Vayan entrando, por favor, no se queden en la puerta. El despacho es pequeño, pero creo que habrá sitio para todos.

 Me estaba volviendo un hipócrita desalmado. Aquello no era un despacho. Era el minisótano  guarro de mi colega, el pintor, que me lo dejaba cuando vuestro amado detective Fiz Arou, tenía visitas campanudas. Eso sí, era un esfuerzo inútil vaciarlo de sus lienzos nunca acabados; aquel tufo a pintura, barniz y aguarrás seguía presente.

  • ¿Cuántos son?
  • Diez -contestó una señora mayor con aires de marquesa.
  • Uf, no sé si habrá sillas para todos.
  • No se preocupe, estaremos poco rato. Además, las doctoras pueden permanecer de pie, cerca de la puerta. ¿Verdad, chicas?
  • Sí, claro, doña Gertrudis, no habrá problema.
  • Ah, estas chicas, son muy ambiciosas, pero tienen buen corazón.

Doña Gertrudis y sus dos vetustos compañeros ocuparon las tres sillas disponibles. Detrás, apoyados precariamente en los respaldos, se formó un segundo grupo formado por dos hombres y dos mujeres de mediana edad. Las tres jóvenes doctoras escoltaban a los otros desde el fondo del tugurio.

  • Permítame una mínima presentación de la gente que me acompaña y de mi propia persona.

Desconecté al momento. No soporto la insidiosa insistencia de los enfermos de titulismo cuando quieren hacernos partícipes de sus éxitos académicos. Al final, solo tuve claro que los tres sentados, entre ellos mi interlocutora, eran catedráticos eméritos de la universidad; los de detrás eran tres idem pero en ejercicio, mientras que el otro era un profesor titular. Las tres jóvenes del final, eran profesoras contratadas pero con mucho futuro por delante dada su aviesa facilidad para la zalamería.

  • El motivo que nos trae hasta su presencia, es que sabemos de sus tratos con el pasado. 
  • ¿Tratos con el pasado?
  • Sí, sabemos que usted tiene un aparato que le permite ir a través del espacio/tiempo. Una especie de...
  • Contenedor de basura. (Aquí os recuerdo como lo encontré)
  • Sí, no quería ser tan explícita, pero creo que la cosa va por ahí.
  • ¿Y?
  • Nosotros somos catedráticos y catedráticas, profesores y profesoras de historia.
  • Me hago cargo de sus habilidades profesionales y respecto a su género, con que usen uno, me llega. El que ustedes elijan, no tengo preferencias.
  • Disculpe, es una época muy difícil y tenemos que hablar con mucha redundancia. Eso es parte de lo que nos trae hasta aquí.
  • Ustedes dirán.
  • Digamos que ser historiador o historiadora se ha vuelto muy difícil, ya que se está instalando la extraña idea de que para entender algo hay que vivirlo por uno mismo. Es decir, aunque soy medievalista emérita, no puedo conocer nada porque no viví en mismas propias carnes como una sierva de la gleba, como un miniaturista benedictino o como la mismísima Eleonor de Aquitania.
  • Chorradas sentimentales, pasará la moda.
  • Cierto, pero mientras tanto tenemos que soportar que la emoción y la subjetividad se adueñe de todo. Lo que no se es o no se ha vivido es discutido. Solo los de la propia tribu pueden entender a la tribu. La negación de cualquier saber que vaya más allá de lo propio. El forofismo como arma y escudo frente al resto.
  • Vale, lo que dice es un poco coñazo, pero parece verdadero. Es un mundo de mierda, pocos lo discuten. Al grano ¿qué quieren de mí?
  • Su aparato puede servirnos para hacer incursiones al pasado y confirmar  que nuestras conclusiones no son erróneas.
  • ¿Y si confirman que lo son? 
  • Rectificaremos.
  • No me creo nada, antes destruirían el aparato y se librarían de mí. Quedarían como mentirosos y su prestigio se hundiría en el fango. Tanto libro, tanto congreso, tanta conferencia, tanto alpinismo en el escalafón académico, tanto articulillo en las revistas del ramo. En fin, la verdad es que tampoco me veo como un taxista de la historia.
  • Le pagaríamos espléndidamente.
  • No es cuestión de pasta, solo que respeto a mi pellejo.  Sé cómo se ponen ustedes por cualquier minucia y si tienen que cambiar dos siglos de escritos no les va a molar nada.
  • Como quiera. Chicas, sacar las AK 47. Vosotros, apresad a este payaso.

Al momento, las chicas sacaron de los largos abrigos sus fusiles de asalto, y me apuntaron con mirada asesina. Los prestigiosos catedráticos, por su parte, no tuvieron problema en agarrarme y atarme con saña a la silla.

  • Escúcheme, imbécil, no somos unos inofensivos e inofensivas, profesores y profesoras, universitarios y universitarias. Formamos el Grupo  Guerrillero para el Restablecimiento de la Justicia Histórica (G.G.R.J.H.). No queremos ir exclusivamente de tournée al pasado. Vamos a secuestrar  a aquellos personajes históricos siniestros que  no sufrieron el castigo que merecían y les aplicaremos, trayéndolos al presente, su debido correctivo. Diga lo que quiera antes de que le llevemos al contenedor. Por las buenas o forzado, va a ser nuestro taxista al pasado.

La emérita se había puesto en jarras y me miraba con el desprecio que reservaba a los doctorandos que no le hacían las fotocopias a tiempo.

  • Disculpe, catedrática, pero solo me acosa una duda. ¿Son el Grupo Guerrillero para el  Restablecimiento de la Justicia Histórica o he entendido mal y en realidad son el Grupo de Guerrilleros y Guerrilleras para el Restablecimiento de la Justicia Histórica

(Capítulo 64 de Kaskarilleira Existencial. Aquí están sus otras historias)

16 diciembre 2021

Hay que parar a esos alborotadores


  • Ha llamado el sargento. Tenemos que parar un alboroto allá arriba.
  • ¿Allá arriba, en el tramo más chic del barrio?
  • Me ha dicho que se escucha música atronadora en la calle y los vecinos están que trinan. 
  • Esos pijos del Mayfair se asustan por cualquier cosa.
  • Pues le ha llamado la señora Amies -la mujer del sastre de la reina- indignadísima, ya que con el susto se hizo añicos la tacita Spode Stafford que sostenía en su mano cuando tomaba el té de las cinco.
  • ¡Pero si no son ni las cuatro!  
  • La gente elegante toma el té de las cinco a las tres. Por si fuera poco, los chupatintas han salido en masa de sus oficinas para saber de qué va la cosa.
  • Bah, esos están tan asfixiados y aburridos en sus tugurios malolientes que necesitan cualquier desahogo para escapar de la rutina.
  • Lo nuestro es saber lo que pasa y  acallar ese ruido, Ray. ¿Qué tal si tarareas el tema de esa pareja de hippies yanquis con el que me das siempre la lata? ¿Cómo se titulaba?
  • No te burles, lo sabes de sobra, Sound of Silence de Simon y Garfunkel. Y no son hippies, son gente decente que vive en Nueva York.
  •  Tremendo, Ray, vamos a salir en la peli de los Beatles. ¿Nos darán un ascenso o alguna clase de premio por ponernos tan serios y pomposos a la hora de hacer cumplir la ley?
  • ¡Qué va! El único premio será pasar a la historia como los policías pringados que intentaron parar el concierto de los Beatles.
  • La verdad es que no nos dieron ni un puñetero autógrafo, tocayo.
  • Apenas nos hablaron, Ray.
  • Claro, éramos los malos de la película.
  • Paul se disculpó y Ringo soltó la gracieta de que le pusiéramos las esposas. Estaba todo muy preparado. Sabían que íbamos a ir y tenían las cámaras escondidas.
  • Estos chicos se han echado a perder.
  • La verdad es que antes me gustaban, cuando iban trajeados y pulcros. Entonces no se drogaban, no iban con rollos místicos, ni llevaban esas pintas. 
  • Hablas como el clásico madero carca, pero tienes razón. El dinero y las  malas influencias acaban con las buenas intenciones 
  • Y con las buenas canciones.
  • Por ejemplo esa china me da mala espina.
  • Bobo, no es china, es japonesa.
  • Da igual lo que sea, dará que hablar.
  • Seguro. Es artista, está con Lennon y hace cosas raras para dar el cante aunque en realidad  hasta cuando chilla lo hace fatal.
  • El arte actual es una mierda, se quedó sin temas y solamente busca provocar.
  • Cierto, sin embargo los Beatles tienen lindas canciones y les ha ayudado en esta ocasión. Si fueran unos que yo me sé ...
  • ¿Qué pasaría?
  • Pasaría que si llegan a ser los Rolling Stones ...¡me los llevo por delante a porrazos!
  • ¡Serás cafre, tocayo!

(Las opiniones de los personajes no tienen nada que ver con las opiniones del que los ha creado. Si están basados en personas reales busco la verosimilitud y en este caso más que nunca, ya que mi adoración hacia estos chicos de Liverpool fue, es y siempre será desmedida)

07 octubre 2021

No hagas stop en el planeta snob

Diario de navegación del detective privado Fiz Arou a bordo de su contenedor de basura transtemporal y en ocasiones espacial.

Había llegado a aquel planeta perdido en busca de los egonios (ver enlace) y me había topado con aquel gigantesco monstruo, como de 3,30, que me apuntaba con un fusil láser en forma de pulpo. Afortunadamente solo tenía 3 brazos y tres piernas. No, no me preguntéis para qué quería lo de en medio.

  • ¡Wow, me encanta tu nave! Es cantidad de radical. Me recuerda a aquellos diseños minimalistas de finales del siglo XX. Ufff como debes de epatar a todo a la beatiful interplanetaria con este sencillo, pero super rotundo aparato.
Me alegró oír una voz tan remilgada en un cuerpo tan ostentoso y más todavía poder entenderle.
  •  Bah, nada especial, amigo alienígena, apenas lo saco de Kaskarilleira porque consume mucho y los guripas me pueden poner una multa por mal aparcamiento. Lo tengo que esconder entre la fila de contenedores de basura que tengo al lado de mi casa, cerca de la playa. 
  •  Qué vida la tuya. Un auténtico explorador espacial con playa, casa, basura y todo lo demás. Aquí, en New Snobia, nadie ha visto el mar y nos suena por lo que nos contaron nuestros antepasados cuando llegaron a este planeta.
  • ¿Sois de origen terrícola? 
  • Sí, somos los descendientes de los gloriosos snobs de toda la vida. Venimos de allá cuando nos persiguieron con saña sinigual los casposos montaraces y la chusma chusquera. Afortunadamente no nos atraparon y salimos del apuro con estiloso donaire.
  • Dame detalles, es que vengo del pasado y no estoy al tanto de contingencias futuras.
  • ¿Vienes del pasado? ¡Qué chic! Te digo, el rancio cutrerío pretendía que todos fuésemos un ejército de almas rutinarias y no podían soportar a los que no entrabamos en sus hechuras. Desde que los cargantes llegaron al poder  fuimos despreciados, humillados y vilipendiados sin cesar. Nos llamaban frikóticos y redichos, se reían de nosotros y nos querían hacer ingresar en centros de reeducación normativa. Nuestros adversarios eran una pandilla de energúmenos militarizados que querían hacernos picadillo a base de rastreras consignas ¿Has visto alguna vez semejante trato a la creme de la creme?
  •  No me dices nada nuevo, en mis tiempos también está mal visto romper las filas de la unanimidad y mantener el propio paso. Además con las redes sociales e Internet la cosa se ha agravado mucho
  • ¿Todavía usáis esa mierda? Ufff realmente estáis en la era cavernícola. Seguro que los velocirráptores os darán mucha guerra.
  • No, se han extinguido los muy cabrones y además yo no vivo en Mongolia como vivían ellos.
  • Vaya, vaya, creo que debo prestar más atención a las clases de historia. Pues siguiendo con nuestros pioneros terrícolas,  la opción era clara: o nos reconvertíamos a la sencillez tontuna o nos obligaban a exiliarnos a una esquinada y destartalada luna de Saturno que aquella gente "generosa" nos ofrecía colonizar para su beneficio. Todos a una, decidimos coger nuestros cachivaches y embarcarnos en aquella nave de transporte de ganado El Apalanque-09. Por supuesto, los muy cochinos se quedaron con nuestras propiedades y muchas de nuestras obras artísticas fueron quemadas en enormes kermeses tribales para satisfacer el apetito sanguinario de la sarnosa plebe. Llegamos hasta este tenebroso lugar después de latosas aventuras y desde entonces hemos tenido que levantarlo hasta convertirlo en la nueva Atenas interplanetaria. Fue duro, no veáis lo que nos costó convencer a los maniquíes de que la última tendencia era trabajar y vivir aquí. 
  • ¿Maniquíes ¿A qué te refieres? 
  • Es que junto a nosotros, auténticos y legítimos creadores, se vinieron una legión de fashion victims a los que denominamos maniquíes por su facilidad para cambiar de moda cada poco tiempo. Para ellos, nuestra obligada partida, era una ocasión pintiparada para estar cerca de los artistas y los estilos que adoraban, así que muchos decidieron acompañarnos. Al llegar aquí y encontrarnos en un lugar tan ruinoso- solo un montón de hangares abandonados, un pequeño invernadero y las grutas bajo tierra- tuvimos que inventar una estratagema para que trabajasen en la construcción planetaria, mientras nosotros nos dedicábamos a pulir nuestra creatividad. Así les convencimos de que lo más cool en aquel instante era currar de sol a sol como colonos espaciales. Fue un duro trabajo para aquella gente y a veces pensamos que terminarían desfalleciendo, pero al final,  supimos traducir todo su entusiasmo en una tarea útil. Por las noches, después de la ardua jornada, les obsequiábamos con nuestros shows primigenios en New Snobia: conciertos, recitales, performances o happenings, teatro de participación, exposiciones etc … De esa manera cubrimos sus necesidades culturalistas amén de proporcionarles un consuelo a sus fatigados cuerpos.
  • Mano obra esclavizada pero culta. Cuanta sensibilidad la vuestra. 
  • Ahora las cosas han mejorado, nuestros espectáculos son reconocidos en todo el sistema solar y gracias a los royalties que nos proporcionan, llevamos una vida tranquila y artísticamente ejemplar. 
  • ¿Qué fue de los maniquíes?
  • Te lo puedes imaginar mirando a otros usos groseros de tu nave espacial. Afortunadamente recuperamos las partes de sus cuerpos más aprovechables.
  • ¿Sus brazos y piernas, imagino?
  • Imaginas bien. Se nos da genial la ortopedia y combinada con algunos experimentos genéticos, salimos nosotros: los híbridos de la nueva generación. Ahora podemos hacer más cosas en un entorno tan hostil como exigente.
  • ¿Sabes algo de los egonios
  • ¿Qué son? ¿Una tribu?
  • Más o menos. Una tribu tan enamorada de su propio ombligo que se fueron a un lugar escondido del universo para desconectar del resto. Tiene mucho parecido con vosotros, lo que pasa...
  • ¿Qué les pasa?
  • No tienen tanta...
Tenía el contenedor a dos metros, era un salto difícil, pero debía intentarlo. Mi futuro tenía muy mala pinta delante de aquel engendro armado.
Salté y grité:
  • ...tanta tontería asesina
Se cerró la tapa automática de arriba, en el preciso momento en que oí un silbido que venía de enfrente. Apreté el temporizador con toda mi furia y sentí un impacto que no me alcanzó porque ya no estaba allí.

03 junio 2021

Traer en jaque al jeque

Bien mirado ser un emir del Golfo  no es tan estupendo como muchos se creen. Es cierto que puedes comprarlo todo y el jeque Ali Alá Alibombah lo sabía bien cuando inició las obras en Carai, ya que siendo un fervoroso amante de Las Mil y Una Noches quería convertir la capital en una nueva Bagdad,  digna del califa Harún-Al- Rashid, pero en el siglo XXI. Aquello supuso una inversión monetaria considerable, tanto en infraestructuras como en traer talento occidental del máximo nivel, pero al menos cuenta con una población de amedrentados trabajadores asiáticos -indios, pakistaníes, filipinos etc.- y con el petróleo y gas natural que siguen fluyendo en el árido desierto. Ni siquiera el cambio climático y la obligatoriedad de sustitución de los combustibles fósiles le causan demasiados disgustos. No tiene nada que temer, ha diversificado las inversiones y muchas de ellas están ahora enfocadas hacia las energías emergentes, las industrias tecnológicas o los bienes inmuebles.  Al final los viejos beduinos serán vengados de la colonización occidental sin necesidad de alfanjes. La reconquista será limpia, con petrodólares o petroeuros,  sin guerras santas, ni violencia desmedida. ¿Y sin embargo?

 Mientras tanto, el príncipe heredero no le ha ido a la zaga. Está comprando equipos de fútbol europeos de primer nivel  con testaferros dando la cara por él y se divierte viendo como las aficiones enfrentadas se pelean en las calles, en las redes sociales o en la prensa a cuenta de una final de Liga, de Copa o incluso de la Champions League, sin saber que ambos equipos tienen el mismo dueño. Sí,  al príncipe heredero le van mucho esos juegos divertidos, pero a Ali Alá Alibombah, su padre, el emir actual de Carai, le falta su entusiasmo.

Luego están los caprichos de Zaina, la favorita de sus siete mujeres, con su empeño en competir en las casas internacionales de subastas comprando cuadros de los artistas más reconocidos.  A ella, hija del desierto, le da igual un grabado de Durero que un Hockney, un Filippo Lippi que un Basquiat, un Van Eyck que un Gerhard Richter. Le gusta pujar y le chiflan los precios altos. Viviendo en un país que algunos consideran autocrático y medieval, tiene un gusto muy democrático o quizás es que no tiene ninguno, pero quiere parecerse a la baronesa Thyssen. Aun así, Ali Alá Alibombah, tampoco disfruta con las adquisiciones artísticas de Zaina

Bien mirado ser un emir del Golfo no es tan estupendo como muchos se creen. Ni su ciudad soñada digna de las Mil y Una Noches, ni los juegos monopolísticos/futbolísticos de su hijo, ni los afanes pictóricos de su favorita, son capaces de colmar los sueños de Ali Alá Alibombah que abandonaría todo y estaría contento, con una alfombra voladora y una lámpara con genio dentro.

28 octubre 2019

Noche sin Caudillo en el Valle de los Caídos

El confesor se despertó de pronto en el cubículo oscuro. La Basílica estaba en silencio, al menos ya no se oía el eco de los escasos paseantes que se aventuraban en el Valle de los Caídos ahora que el Caudillo reposaba en Mingorrubio.
Una vez más, repitió el mantra tranquilizador.
  • ¡Profanación!
Luego se recolocó la estola sobre los hombros y extrajo el móvil de debajo del alba y la sotana.
¡¡Cristo bendito, las 8:37!! Se había quedado dormido durante casi dos horas. Nadie se había acercado ese día a hacer arqueo de sus pecados en su confesionario. Nadie se acercaría en cualquier otro día, pero él seguiría en su puesto, haciendo guardia bajo los luceros e impasible el ademán.
Se sonrió recordando el himno de la Falange e inmediatamente se puso tenso. En  aquel lluvioso día de semana del mes de octubre se había dejado vencer por la dulce benevolencia del sueño y aquel osario inhóspito, frío y despiadado había pasado a ser un pequeño islote soleado, caliente y familiar. Dios mío, incluso pasaron por aquel espacio seres de venenosa sensualidad pecaminosa. Se santiguó apresurado y decidió que esa noche apretaría un poco más el cinturón de su cilicio.
Salió del confesionario y se aventuró por la inmensa nave desierta y penumbrosa, iluminada arriba por las luces del triforio. De repente, oyó voces. No, no podían ser sus hermanos monjes, había pasado la hora de Vísperas y deberían estar cenando en el refectorio. Por su parte, los escasos vigilantes estarían jugando la partida en el cuarto de control y hasta las 10 no iniciarían la ronda.
Las voces venían de la entrada pero hasta los más furibundos franquistas ya habrían abandonado la explanada siendo ya de noche.
Eran voces extrañas, demasiado opacas en aquel recinto. Voces acompañadas de un horripilante retumbar metálico.
Aceleró el paso. Llegó al vestíbulo, vio unas masas borrosas moviéndose en la penumbra y haciendo entrechocar algo que provocaba un ruido descomunal. Sacó muy nervioso el manojo de llaves y logró abrir la reja temblando.
No, no podía ser. Las dos hornacinas laterales estaban vacías y por lo tanto aquellas figuras ciclópeas solo podían ser los ángeles custodios que las ocupaban, que las deberían ocupar si el mundo tuviera sentido.
  • Traidor, no permitiré que abandones tu puesto.
  • Déjame, quiero dar un paseo por la Basílica, estoy entumecido después de tantos años en este asqueroso nicho.
El primero se había puesto delante de la verja, espada en ristre, y acometía al segundo que porfiaba por entrar.  Este lanzó un golpe hacia abajo con su mandoble de bronce y el estruendo fue tan espantoso que el confesor se dio la vuelta subió un buen tramo de la reja y se quedó allí, agarrado y asustado. Las dos figuras bajaron sus espadas y se acometieron verbalmente.
  • Sabes que no puede ser, nuestra función es seguir de guardia y al pie del cañón, ya que con restos de cañones fuimos construidos.
  • Venga ya, no tenemos a nadie a quien proteger. Se han largado con los restos del viejo y según nos había contado él mismo, este era su mausoleo.
  • ¿Si es su mausoleo particular porque nos llegan desde dentro tantas voces tristes cada noche?
  • Quizás fuera un hombre de mucho poder y lo hayan enterrado con todos sus esclavos y parientes. En algún lugar antiguo lo hacían así. Debemos de enterarnos de lo que pasa ahí dentro.
  • Sabes que no me gustaban esos aires que se gastaba cuando venía a pasarnos revista porque decía que nos veía muy marciales, pero somos estatuas y debemos seguir donde nos pusieron.
  • Era un tipo bajito e insignificante y quiero conocer el secreto de su poder. Debemos entrar y conocer a la gente que debe tener ahí dentro tan subyugada, que nunca han venido a visitarnos.
  • Señores, disculpen, soy el confesor de la Basílica y no quiero entrometerme en sus asuntos, pero el Generalísimo se merece un respeto.
Los dos contendientes miraron  con asombro al ser vivo que acababa de hablar. El confesor bajo de la reja, extrajo el móvil, busco algo en él y cuando lo encontró, abrió las piernas, hinchó el pecho de viejo legionario y puso a las estatuas este vídeo, mientras soltaba con voz engolada:
  • Franco era este hombre.

Cuando terminó, satisfecho de si mismo, miró triunfalmente a los ángeles custodios pero éstos ni aplaudieron ni se pusieron firmes. Al contrario, las espadas se levantaron peligrosamente en sus poderosos brazos.
  • Sí, realmente era muy pesado con sus frases pomposas y esa voz aguda.
  • Creo que no deberías habérnoslo recordado, tuvimos que escuchar sus peroratas noche tras noche.
  • Sí, ahora nosotros nos sentimos idiotas por estar custodiando durante tantas noches a un individuo tan fatuo y redicho.
  • Eso que están diciendo es indigno y rastrero, el Generalísimo se merece otro trato - replicó el monje ofendido.
  • ¿Y tú que trato te mereces siendo tan pesado como él?
  • Creo que a este humano le gusta lo pesado y quizás le vendría bien probar la pesadez de nuestras espadas.
El confesor vio como las dos espadas se cernían sobre él y por centímetros pudo entrar y cerrar la puerta tras de sí. El choque metálico contra la reja fue tan brutal que quedó ensordecido y paralizado.
Una voz poco heroica le devolvió a la vida:
  • Hermano, despierte, se ha vuelto a quedar dormido en el confesionario.

24 julio 2014

Desalojo en el Olimpo

Los cimientos de la gran mansión se estremecieron tras los golpes implacables. Un portero agitado y confundido corrió a abrir la enorme puerta principal. Con sus manos colosales empezó a manipular el cerrojo. La maniobra era lenta y complicada. Optó por tranquilizar a los impacientes visitantes murmurando entre dientes:
  • Ya voy, ya voy. No hay prisa, somos inmortales.
El portón se abrió del todo y una sombra oscura le cegó los ojos. Pegó un manotazo en el aire y rozó un manuscrito que alguien sostenía con firmeza delante de sus narices.
  • ¿Qué coño es ésto? - acertó a decir
Detrás del  escrito apareció una cabeza poderosa y llena de cicatrices bajo un yelmo dorado que relucía al sol de la mañana.

  • Soy el Arcangel Miguel, comandante en jefe de las Milicias Celestiales, y tengo una orden de desalojo para los ocupantes de esta mansión.
  • Yo soy Hércules, el portero del Olimpo y afirmo que usted ha perdido el juicio. ¿Pretende desalojar a los dioses griegos de su morada sagrada? Valiente chorrada.
  • Sólo cumplo órdenes. Los papeles del desahucio están en regla. El mismo Yahveh los ha firmado.
  • Aquí su Yahveh no tiene competencias. Este es territorio politeísta y estamos a salvo de los caprichos de su dios judío.
  • Se confunde usted. El mundo ha cambiado mientras ustedes seguían con sus golferías, su desenfreno y sus noches locas de baile, sexo y alcohol. Los humanos están de nuestro lado. Se sentían desprotegidos y han optado por la solución más segura y convincente: acogerse a un único dios omnipotente con las ideas claras sobre lo bueno y lo malo. 
  • No tiene mérito, han usado métodos mafiosos. Se han aprovechado de sus temores, han jugado con sus miedos y ahora les siguen como corderitos asustados. 
  • ¿Que hay de malo en ello? No tienen porque preocuparse, solo obedecer ciegamente una doctrina  y tirar para adelante. 
  • ¿Y que pasa con los que se rebelan? ¡Qué pasa con los que quieran pensar por si mismos? Su mandamás tiene muy mala leche con los descarriados. Nosotros en cambio no nos consideramos mejores que ellos. No los condenamos por ser diferentes. Somos la proyección de sus virtudes pero también de sus defectos. Nos mezclamos sin problemas y hasta yacemos con ellos, sin remordimientos.
  • Porque solo les gusta el vicio, el bullicio y  la perversión. Ese tiempo ha pasado. Ya no hay sitio para ustedes en el mundo que se avecina. 
  • Eso es lo que usted se cree. El mundo humano es mucho más rico y complejo de lo que piensan. Además es antojadizo y caprichoso, lo que es válido para hoy puede no serlo mañana.
  • Puede ser, pero mientras tanto sus fieles se han pasado al dios judío y le aviso que lo que hacen los judíos va a misa. Yo no me lo tomaría a broma. Además he venido acompañado de cien divisiones de ángeles con las espadas flamígeras bien dispuestas. 
  • No me convencen sus amenazas, están demasiado acostumbrados a que todos se plieguen ante ellas.
  • ¿No me cree? Puede mirar detrás de mí.  Ahí las tiene, alcanzan hasta la línea del horizonte. Hay ángeles, arcángeles, querubines, serafines, tronos, dominaciones, virtudes, principados, potestades. No creo que sus dioses oxidados y con resaca matinal puedan enfrentarse a nuestras legiones con la más mínima  posibilidad de éxito. Despierte y espabile a sus inmortales, convénzalos para que cojan los bártulos y lárgense cuanto antes de aquí. Busquen refugio en algún paraíso olvidado, en los libros de mitología o en el arte. Quizás tengan éxito como iconos laicos o modelos para artistas venideros.
  • Volveremos, no le quepa la menor duda. Más pronto o más tarde se cansarán de tantas oraciones y  privaciones. De tantos pecados y penitencias. De tanto cuartel y tanto templo. Dejarán de mirar a un futuro soñado y decidirán vivir en el hoy urgente. Se olvidarán de los santos y volverán a bailar con ninfas y sátiros. No hay un pecador debajo de cada hombre, hay un pagano que quiere sonreír a la vida. Recuérdenlo cuando atormenten a los diferentes.

31 octubre 2013

Guirigay en la zona guay

  • Cariño, llevamos varios días viéndote pedir a la puerta de este supermercado y hemos decidido venir a charlar amistosamente contigo.
  • ¿Ser policías? Yo tener papeles en regla.
  • No, no somos policías, cielo. Martona, esta mujer tan poderosa, y yo, que me llamo Giorgio, formamos parte del colectivo que quiere que este barrio siga siendo lo que ha llegado a ser. Coherente con el espíritu que le ha dado fama internacional.
  • Y hay que decirlo: tu eres una mugrienta incoherencia.
  • ¡Martona, te prohíbo que le hables así! Es extranjero, debemos explicarle las cosas con dulzura ¿Dime como te llamas?
  • Ilie, señor.
  • A ver, Ilie, en esta zona está asentada la comunidad gay. ¿Sabes lo que significa gay?
  • Sí, en mi tierra también gais.
  • Pero bien que les dais palizas y no les dejáis vivir.
  • Yo no pegar palizas. Palizas a mí que soy gitano
  • ¿Ves, Martona? Has conseguido que se ponga a la defensiva. Escucha, Ilie, no tenemos nada contra ti pero nuestro colectivo tiene una posición que mantener. Es importante que los de fuera sigan pensando que los gais somos siempre cultos, limpios, educados, simpáticos, glamurosos. Deben creer que solo tenemos profesiones hermosas: decoradores, arquitectos, diseñadores de moda, escaparatistas, estilistas, cocineros. Apreciar que nuestros pisos, apartamentos y lofts son cálidos, luminosos y cómodos como  lo son nuestras tiendas, boutiques, bares y restaurantes. Por eso debemos vivir en zonas como ésta, agradable, acogedora, antigua.
  • Y tú eres como un borrón oscuro que nos mancha el paisaje.
  • Vecina gorda de enfrente decir que vosotros asustar viejos para dejar casas y luego hacer pisos para maricas ricos.
  • ¿Nos llamas maricas, cochambroso muerto de hambre?
  • Ella decir maricas, yo decir maricas.
  • Martona, chica, refrénate de una vez y deja de amenazarle con ese puño horroroso de hierro. Sigamos, Ilie. Nuestra comunidad está considerada como desenfadada y abierta. En nuestro tiempo libre nos gusta reunirnos en fiestas y celebraciones donde damos rienda suelta a nuestro sentido lúdico de la vida, tal como exige nuestra condición gay. Al ser tan acogedores y faltos de prejuicios, los heterosexuales cultos, progresistas y con ganas de juerga nos adoran y llenan nuestros cafés, restaurantes y pubs para imbuirse de nuestra ambiente chic y sofisticado. Así, gracias a su capital podemos seguir siendo lo que ellos creen que somos y nosotros tan contentos. Lógicamente en nuestro way of life, un mendigo gay es una contradicción en sí misma y daría lugar a toda clase de murmuraciones por parte de la conspiración homofóbica que busca cualquier ocasión para lanzarse contra nuestra yugular.  
  • Hablando en plata, para darnos por el culo. 
  • Yo no hacer daño por pedir. Tener cinco hijos y mujer que necesitan comida. 
  • No nos sueltes el rollo que ya lo conocemos. Sois una puta mafia de mendigos, carteristas y putas. 
  •  Ilie, no hay problema, no queremos que te vayas. Solo que modifiques un poco tu look. Te vamos a poner muy guapo. 
  •  ¿Guapo? Yo estar bien conmigo
  •  No, vamos a quitarte la roña y cargarnos ese cartel ¿No tenias familia e hijos? Ahí dice: "Estoy en el paro. Soy gai. Mas bale pedir que rovar. Dame una limosnita por amor de dios?" Eres analfabeto y mentiroso. 
  •  Martona, déjame a mí que te lo vas a cargar antes de que podamos  sacarle provecho. Ilie, queremos convertirte en un bello objeto artístico. El personaje de un happening  permanente en la entrada de los garitos con más charmé del barrio. Los propietarios se rifarán por ti. Hemos hablado con Montevecchio, el célebre diseñador y ya ha pensado como irás vestido. Unos harapos de lo más sugerentes ¿Te acuerdas de los mendigos que pintaba Picasso en su época azul? Pues así vas a estar tú a partir de ahora. Y el cartel en vez de cartón va a ser de neón. Te pagaremos. Os daremos algo de comida para ti y tu familia, una chabola más cómoda y una buena comisión para lo que saques por las limosnas.
  • Está alelado, no reacciona.
  • Yo ser libre. No trabajar para nadie. Nunca. Ser pobre, no muñeco.
  • LÁRGATE CAGANDO HOSTIAS. NO QUIERO VERTE MÁS POR AQUÍ O TE ASEGURO QUE ESTE INVIERNO NO VAS A TENER PROBLEMAS DE FRÍO.
  • Lo siento, Martona, me pasé de generoso.
  • Te lo dije, Giorgio, éstos tipos no son de fiar. Les gusta la mierda más que a las ratas. Tú y tus jodidas ganas de regenerar a la gente.
  • Cielo, no lo pude remediar. Reconozco que a veces mi espíritu cristiano es tan, tan grande ...que me pierde.

20 marzo 2013

Impresiónalos y serán tuyos

El ruido mueve al mundo.
No me refiero a ese ruido que apabulla nuestros pabellones auditivos un día sí y otro también y que en realidad solo es un elemento más del ruido genérico e insidioso en el que transcurren nuestras vidas.
Hablo del ruido como espectáculo, como escenografía. El ruido de las apariencias, de las imágenes. El ruido que mistifica, aturde, asombra y somete.
El ruido que los grandes gallitos de la historia han usado a destajo para afianzarse en el palo del gallinero y cacarear a sus amedrantadas gallinas.
El ruido que explica las pirámides de Egipto, los zigurats mesopotámicos, los templos griegos o los arcos de triunfo romanos.
El ruido que hacía aún más  serviles a aquellos pobres campesinos medievales que cuando salían de sus misérrimas chozas se abrumaban ante el espectáculo del poder. El poder convertido en arte y piedra: castillos e iglesias, palacios y catedrales. El poder que ha estado siempre asociado al espectáculo, al ruido. 
Y la religión lo ha entendido como nadie. La religión que es en sí misma pura espiritualidad ruidosa.
¿Cómo no sentirse impactado por esa río rojo de cardenales entrando en ese arca fabulosa y sin igual, llamada Capilla Sixtina, para elegir un nuevo Papa?
¿Cómo no abrumarse ante esos miles y miles de musulmanes dando vueltas y vueltas alrededor de la kaaba?
¿Cómo no extasiarse ante la serena majestuosidad de los templos budistas?
El cine, el teatro, el circo, los Juegos Olímpicos, los desfiles militares o patrióticos etc..Todos los que han intentado magnetizado la mente humana con objeto de encauzarla hacia una emoción común y han intentado proyectar el sentimiento individual en pos de una emotividad colectiva se han inspirado en ese prodigioso invento llamado religión. 
¿Alguien piensa que el cristianismo se difundió gracias a las enseñanzas de aquel hijo de carpintero nacido en Galilea? Suena bonito pero no es cierto.
En realidad si triunfó fue por una pura cuestión de marketing. Si llegó hasta nosotros fue gracias a un mago de las relaciones públicas que antepuso el ruido a las nueces.
Saulo de Tarso más conocido como Pablo, fue el Steve Jobs, el Bill Gates, el Amancio Ortega de aquella religión triunfante. El que convirtió aquellas mesiánicas ideas hijas del desierto, en un producto universalmente aceptable para la cultura grecorromana en boga.
Pablo es el creador del gran ruido cristiano. El mentor de la pompa y el boato. El auténtico padre del cristianismo. 
¿Qué hubiera sido de la iglesia, en sus diferentes variantes y cismas, si hubiera seguido las enseñanzas de Jesús en vez del manual de instrucciones del hombre de Tarso
La respuesta es simple: habría fracasado silenciosamente. 
Nunca hubo lugar para una iglesia de los pobres, de los humillados de la tierra, de los ofendidos. Nunca hubo lugar para una espiritualidad íntima y personal sin desafiar los límites de la religión.
Las nueces de la espiritualidad individual nunca han podido acallar el ruido religioso y menos cuando ese ruido se ha ido convertido en un verdadero estruendo ceremonioso y arcaico. 
Pero es bello y nos impresiona. 
Es lo que se pretende y quizás también lo que se merece nuestra sumisa condición humana.

19 noviembre 2012

Estercolero de sueños (A 10 años del Prestige)

Se hace difícil conmemorar una tragedia. Hoy, 19 de noviembre, se cumplen 10 años de la catastrofe del Prestige y a falta de otras armas de los que echar mano, en determinados temas me gustaría tenerlas, he decido usar mis dos blogs de forma combinada para recordar lo que vivimos en aquellos terribles días. 
 
 En Sinfonía Azul he puesto temas musicales que nacieron inspirados por aquel naufragio. Puede que haya alrededor de cuarenta temas relacionados con el Prestige, y  de los que conozco he elegido tres para colocarlos en la entrada titulada Sinfonía en negro alquitrán.
Y sin embargo el tema que más me gusta estará aquí, en el Círculo de los Suicidas Perezosos, donde quiero dejar un mínimo testimonio sobre Man, el artista eremita de Camelle a través dos documentos aficionados que a falta de un trabajo más profesional, del que muchas veces se ha hablado, pueden reflejar bien la huella que dejó Manfred Gnädinger na Costa da Morte.
(Comienza a partir del minuto 7)

Noviembre abría sus brazos
y tú desnudo como cada mañana,

buscabas entre las rocas

el rastro de tu paraíso.


¿Dónde están los pájaros de alas blancas,

¿Dónde el salvaje rumor,

¿Dónde la memoria marina

de espuma y alisios del norte.


Y mudo, contemplando la tragedia

recuerdas cuando decides huir

de aquella Alemania brumosa

donde nada tenía sentido.


Pero Manfred, ¿qué le han hecho al mar?

que el agua se ha teñido de muerte,

que llegan a la playa olas de vergüenza

que lo embrutecen todo.

Pero Manfred que le han hecho al mar?

Que te han arrancado el corazón

Con lanzas de miseria

la atlántica belleza, que lo inundaba todo.


Noviembre abría sus brazos

y tú desnudo como cada mañana,

buscabas entre las rocas

el rastro de tu paraíso.


Pero quien ha sido capaz de robarte

un sueño de mar infinito,

la vida bañándose en la playa

y el grito abisal de los delfines.


Y dicen las brujas marinas

que te ven vagar por los arrecifes,

Una sombra entre tinieblas, vestido de desnudez

y mar de tristeza en tus ojos.

Esta es la traducción del hermoso tema que el cantaautor catalán Joan Isaac le dedicó a Man. En el video musical le acompaña Ana Belén.  
Ni se os ocurra ir a Camelle para ver el Museo de Man. No merece la pena. Hoy todo aquello es una ruina vergonzante. A pesar del legado económico que dejó el artista y de la pretendida institucionalización por parte de las autoridades políticas de turno, nadie ha hecho nada para mantener su obra a salvo. Nadie. Aquello se derrumba con cada temporal y el vandalismo también ha hecho de las suyas. Pronto será un estercolero más. Un estercolero de sueños quizás, pero no muy diferente a cualquier otro. No imagináis como lo lamento.

11 julio 2011

Pesquisas policiales


  • Diga, Doctor Krapp, ¿es verdad que el 10 de enero del año 2007, publicó una entrada en su blog, Círculo de los Suicidas Perezosos,  donde relataba la extraña historia de amor entre una bibliotecaria homófila y un viejo incunable de gran valor.
  • ¿Homófila? Querrá decir bibliófíla. Sí, es cierto. Puede hacer click y leerlo.
  • No es necesario. Ya lo he hecho, gracias. Precisamente esa lectura es la que le ha traído a esta comisaría. doctor.
  • ¿Me acusan de algo, inspector?
  • No debe preocuparse, es solo un interrogatorio rutinario. Cualquier información puede ser importante para la investigación que tenemos entre manos.
  • ¿Se refiere usted al robo del códice, obviamente? 
  • Obviamente. Cuénteme como llegó  a su conocimiento la historia de la bibliotecaria y el incunable.
  • Lo siento, inspector, pero tengo una ética profesional que me impide revelar mis fuentes.
  • Podemos acusarlo de ser encubridor de un delito o quizás de algo más serio.
  • Dudo de que la bibliotecaria Hilaria esté envuelta en este asunto. El códice estaba en un territorio masculino, o al menos eclesiástico, en el que ella nunca tendría acceso. Además esa mujer ya tiene su amado incunable, no necesitaba más.  Busquen entre los canónigos o entre los investigadores, hay gente muy obsesiva entre ellos.
  • ¿O sea que cabe la posibilidad de un amor obsesivo? Hablemos de ello, Doctor Krapp.
  • ¿Qué quiere que le cuente? No soy especialista en la materia.
  • No es especialista pero se ha permitido reproducir el diálogo ardiente entre una bibliotecaria entregada y un incunable atrevido. ¿Accedió a esa conversación gracias a una grabación oculta? ¿Se lo confeso Hilaria? ¿Ha hablado con el incunable? ¿Dónde viven esos dos?¿Existe la posibilidad de que se haya repetido el mismo caso con el códice? ¿Existen amores compartidos,apasionados y secretos entre los libros y sus cuidadores profesionales?
  • No puedo decirles nada, lo siento. No sé nada de la vida amorosa de códices, incunables o libros de bolsillo.
  • Entonces no me deja otra opción, doctor. Cabo, quítele a este tipo la bata y el espejito y luego enciérrelo en el calabozo hasta que recupere la memoria.

15 octubre 2010

Alma alternativa (2 de 2) - Kaskarilleira Existencial 10

Apenas tuve tiempo de reaccionar. Giré bruscamente el volante y me interné en un área de descanso unos cuantos metros. Me paré y saqué  de la guantera la cámara con teleobjetivo. Había buena visibilidad. Extrañamente funcionaban todas las farolas de la autovía y una en concreto apuntaba directamente al coche.
El Hummer se quedó quieto y con las luces encendidas. Pensé en un gigante sin resuello. Tras tres minutos de inquieta espera se abrió la puerta del conductor. Podría esperar cualquier cosa menos que saliese por ahí un Hércules de más dos metros con uno de esos viejos uniformes de chófer que eran ya anticuados en los años 30. El Frankenstein llevaba un maletín en la mano y decidido se dirigió al otro lado del coche para abrir la puerta de su acompañante.
"Joder, que cortesía" musité entre dientes.
Un tipo gordo salió del vehículo. Llevaba un largo abrigo color crema. De los caros. Me pareció percibir que su cabeza estaba coronada por una de esas gorras de rapero con el ala hacia atrás.
Deprimente mezcolanza.
El gordo observó el pilar del puente e hizo gestos de medición con la mano. Llegó el chófer y abrió el maletín. Estaba repleto de tubos de spray. El gordo calibró varios entre las manos y finalmente se decidió por uno. Aquel paquidermo era Gangsy. No había duda.
Me fui acercando por detrás cobijado entre los matorrales y con la cámara en la mano. Intentaba hacer el menor ruido posible. Delante mía, Gangsy estaba empezando a trazar siluetas en el pilar mientras el chófer había vuelto al Hummer.
Veinte metros. Quince. Apenas diez. En eso pisé una mierda en el suelo que me hizo dar un traspies. Logré mantener el equilibrio, agarrándome a un matojo, pero aquello crujió de forma escandalosa.
  • Pase, Fiz, le estaba esperando.
El tipo se dio la vuelta y pude ver una vez más el careto repugnante de mi millonetis favorito. Me rasqué la cabeza con perplejidad.
  • No entiendo nada ¿es usted Gangsy? ¿Por qué me ha contratado? 
  • Valoro su inteligencia, no sea simplista. ¿Cuantas personalidades tiene un ser humano? ¡Contésteme! 
  • No tengo ni idea, a mí ya me vale con llevar las mías lo mejor que puedo. 
  • Le felicito, es raro encontrar alguien tan amarrado a la realidad en tiempos tan volubles. Por eso le elegí. Yo no soy así. El autócrata pisacapullos del día tiene un alma alternativa por la noche. 
  • Vaya, como Jekyll y Hyde. 
  • Más o menos. En mi caso Jekyll es la necesidad y Hyde el deseo. Vengo de una saga de cabrones que no podían permitirse la licencia de tener un hijo artista. El heredero de un imperio. Tuve que dejarlo y cuando volví me dio por hacer grafitis. Un pasatiempo sin más. Pero tuve éxito. Sin embargo el mundo no está preparado para un magnate convertido en grafitero. 
  • Hay grafiteros millonarios. 
  • No es lo mismo que ser millonario y convertirse en grafitero. Uno siempre piensa que un grafitero debe ser un jovencito pelanas con acné. Un tipo educado en la calle y echado a perder. Yo no doy el tipo. Por eso he mantenido el anonimato lo cual me ha convertido en leyenda y me ha proporcionado un montón de pasta. Pero falla algo.
  • ¿El qué?
  • Soy kaskarilleiro y por lo tanto vanidoso. Quiero que alguien sepa lo de mi duplicidad. Un testigo independiente y relativamente cuerdo. No uno de mis estúpidos asalariados dispuestos a decir "si, bwana" a todo lo que les pida. Usted guardará mi secreto y encima le premiaré con otros 3000 euros.
  • ¿Y si no quiero hacerlo?
  • Es su derecho. Aunque si lo hace tendrá un montón de problemas para seguir viviendo en nuestra muy amada ciudad. Incluso podría ocurrirle algún irreparable imprevisto. 
Oí a mis espaldas un chasquido. Al mirar para atrás vi al gorila empuñando un viejo Ak 47 en mi dirección.
  • ¿Dónde tengo que firmar?
El gordo cabrón se sonrío en mis narices mientras me extendía el cheque. Salí pitando. 
Malditos buenos negocios.

30 septiembre 2010

Alma alternativa (1 de 2) - Kaskarilleira Existencial 9

He de reconocerlo, la llamada del magnate de la prensa de Kaskarilleira me vino como llovido del cielo. No soy de los que rechazan una invitación de un tipo poderoso y acaudalado cuando mi nivel adquisitivo se acerca al de una mosca Tsé Tsé.
El millonetis me recibió en lo que modestamente llamaba “su despacho”. Un ático de unos 200 metros cuadrados en forma de bóveda acristalada situada en lo alto de esa torre color caca que domina la ciudad y unos cuantas decenas de kilómetros a la redonda. Siendo el puto amo se lo puede permitir y yo no estaba en condiciones de exigirle nada. Excepto que me pagase por los servicios prestados.
La conversación fue breve: quería que buscase a Gangsy un graffitero mundialmente famoso porque un grupillo de críticos pedantes lo han convertido en una celebridad. Los mismos papanatas que pasaban indiferentes ante sus pintadas día tras día, ahora se pelean por coger las mejores instantáneas de sus ya emborronados murales. 

No es arte, es negocio y no el más limpio. 
Lo curioso de Gangsy es que prefería seguir en el anonimato aunque cobrando sus suculentos royalties a través de sociedades interpuestas. 
Listo el chico. Las ventajas de la fama sin sus terribles inconvenientes. 
Mi anfitrión había recibido un soplo de que el artista vivía en nuestra entrañable ciudad. Ahora estaba como loco para pillarlo en plan exclusiva y sacar buenos dividendos de la cosa. Por alguna razón no quería meter en el ajo a sus propios periodistas -rebautizados por él mismo como " esos babosos capullos"- prefiriendo la ayuda de un profesional acreditado. Me sentí importante y decidí pedirle un Potosí cuando se hablase del tema. 300 euros al día estaba bien. Casi me caigo de culo cuando me ofreció 3.000 por una noche única de trabajo.

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Eran las cuatro y cuarto de la mañana y me sentía entumecido dentro de mi viejo cacharro. Sobre las 10,30 de la noche, había empezado mi vigilancia en aquella árida explanada  donde se cruzaban las carreteras que iban por un lado al polígono industrial y a la urbanización de chalets adosados "Dando el Pego" y por el otro al centro de la ciudad.
Me había llevado un termo de café y un montón de comida para la espera. Era el hombre más feliz del mundo porque 3.000 euros revoloteaban en mi cabeza dispuestos a dejarse coger al menor descuido. 
Seis horas más tarde era un alma en pena. 
"Seré mamón" - me decía mi lado acomodaticio y quejumbroso "¿Qué coño hago aquí a estas horas?" 
El otro, el intrépido y perdonavidas, replicaba aunque con apático convencimiento 
"No vuelvas a cagarla una vez más, Fiz. Aguanta más tiempo, puñeta" 
La que no aguantaba era mi vejiga a punto de estallarme. 
Salí fuera. 
Y en eso apareció el monstruo. Un tornado a cuatro ruedas que tapaba todo el carril derecho cercano a la urbanización. Era una masa oscura y ominosa.  En su centro los poderosos faros delanteros  semejaban los ojos de un felino nocturno acechando a una presa.
"Ese es el Hummer y ahí dentro va quien me salvará del arroyo"
Me arroje dentro de mi coche mientras el todoterreno pasaba a mi lado removiendo el aire. No fue fácil ponerlo en marcha, el objetivo casi se me escapa. Mis sueños de prosperidad futura fueron el mejor incentivo para no perderle de vista. Apenas lo había logrado cuando inesperadamente el Hummer se paró debajo de un puente de la autovía.

22 mayo 2009

¿Serán los ojos?


En su momento fue famoso otro vídeo (aquí está) del mismo autor, Philip Scott Johnson, relativo a actrices de Hollywood.
Vuelve a sonar la sarabanda de Bach en toda su altiva majestad. Más allá del puro recortar y pegar formando una secuencia cinematográfica, hay algo misterioso que no soy capaz de desvelar.
¿Serán los ojos?



26 enero 2009

El mar de mi tierra

(Urbano Lugrís - Templo sumergido)
El mar de mi tierra, en días como hoy, se rodea de malas compañías (el viento del norte, el frío, la lluvia invernal ...) y se vuelve adolescente petulante con ganas de amedrantarnos por todo el estropicio que antes hemos cometido con él.





Imágenes de la película de animación De Profundis de Miguelanxo Prado, con banda sonora del pianista de jazz y compositor Nani García y con la colaboración entre otros de Ainhoa Arteta.



Discover Nani García!

05 septiembre 2008

David el Gordo


  • Girolamo, Girolamo que ahora es real. ¡Se ha puesto gordo como una búfala preñada!
  • ¿De que hablas, Michele?
  • Del David. Tanta coña deformándolo con el Photoshop que por fin lo han conseguido: ahora es gordo de verdad.
  • ¿Le has dado a la frasca, Michele? El jefe ya te avisó de que como te volviese a pillar borracho en otra guardia nocturna, te pondría de patitas en la calle.
  • ¡Ven si no me crees, Girolamo!
  • ¡Mamma mia, Michele, que lorzas tiene el cabrón!
_______________________________
  • Sí, señor ministro, lo descubrieron a eso de las cuatro de la mañana. (...) ¿Las cámaras? Es que el David está a oscuras para preservar ...para preservar el mármol de la luz. Sólo una pequeña luz cenital, por eso apagamos las cámaras de noche y claro no se ve nada (...) Lo siento, ministro, siempre se han hecho así las cosas. (...) Aceptado, mañana mismo tendrá firmada mi dimisión, no se preocupe.
_______________________________
  • Dios santo, ministro, ésto es peor que la derrota en la Copa del Mundo del 90. Lo que quiero que quede bien claro desde ya, lo más importante, por encima de todo, es que hay que hacer lo posible para que la prensa no se entere. Seríamos el hazmerreir del mundo. ¿Con que cara voy a ir ahora a Washington, a Bruselas, o al G8? El G8, porca miseria, seguro que nos echan y meten a los españoles. Lo estoy viendo. ¡Maldito Zapatero!
  • No creo que Zapatero haya sido el responsable de cebar a nuestro David, Commendatore.
  • Demasiadas ministras, ministro, y ya sabe lo que pienso -en secreto, claro está- de que haya tanta mujer tomando decisiones. Nada bueno puede salir de ahí.
  • Primer ministro, a usted le fue muy bien con el lifting, podríamos hacerle lo mismo a la estatua.
  • Mamma mía, ésto de escoger ministros mediocres para que no me hagan sombra no está dando los resultados esperados. ¡Su estupidez es demasiado notoria!
_______________________________
  • Primer ministro, hemos recibido varios comunicados de organizaciones terroristas que se hacen responsable del repentino engrosamiento del David. El primer comunicado es de "Operarios para Dios" (O.P.D.), una escisión del grupo religioso "al que todos conocen" que tiene como pretensión que se restablezca el Santo Oficio para juzgar a rameras, gays, ateos, chulos y demás izquierdistas que pretenden emponzoñar los nobles ideales religiosos de esta muy santa y noble nación católica. Dicen que sí no se les hace caso, seguirán con su campaña de terrorismo estético y por tanto, las obras de Michelangelo, Botticelli, Leonardo y el resto de herejes pornógrafos tienen los días contados.
  • Deben ser ellos, nadie es lo suficientemente estúpido como para pasar a un grupo tan cavérnicola tan alto secreto del Estado.
  • Espere, Primer Ministro. El otro comunicado es del Ejercito Templario y Secreto de María Magdalena y reivindican el atentado en nombre de todas las mujeres que desde Jesucristo han sido sometidas al machismo eclesiástico usurpador de la personalidad profética y matrimonial de María de Magdala. Dicen que el David es una representación brutal de la dictadura masculina en la sociedad patriarcal.
  • Este ejército no puede ser el autor del latrocinio. Todo el mundo sabe que las mujeres se vuelven "tontolinas" mirando al David.
  • Precisamente de eso va el tercer comunicado. Lo reivindica la Asociación de Turistas Masculinos Afectados por las Comparaciones Odiosas (A.To.Ma. por C.O.). Dicen que están hasta las narices de las ironías que les sueltan sus compañeras cuando ven a otros hombres con mejor físico que el de ellos. Ven al David como personificación de sus males y han decidido darle una lección volviéndolo normal. Siguen diciendo, que no se van a quedar ahí; ahora les toca pringar a metrosexuales, chulitos de playa o piscina,tocadores de guitarra en atardecer de terraza de verano, babosos con descapotable o supermoto, trajeados con tres masters, playboys otoñales y en general todos aquellos transalpinos con pinta de transalpinos o haciendo de transalpinos
  • ¡Rápido, ministro, al refugio secreto!. Mi vida corre serio peligro. Estos, sin duda, son los terroristas. Peligrosos ...¡y con muy mala leche!

24 octubre 2007

Críticos en estado crítico


"La rue de Peletier es un lugar de desastres. Después del incendio de la Ópera, ha ocurrido otro accidente en ella. Acaba de inagurarse una exhibición en el estudio de Durand-Ruel que, según se dice, se compone de cuadros. Ingresé en ella y mis ojos horrorizados presencian algo espantoso. Cinco o seis lunáticos, entre ellos una mujer, se han reunido y han expuesto allí sus obras. He visto personas desternillándose de risa frente a estos cuadros, pero yo me descorazoné al verlos. Estos pretendidas artistas se consideran revolucionarios, “impresionistas”. Cogen un pedazo de tela, color y pinceles, lo embadurnan con unas cuantas manchas de pintura puestas al azar y lo firman con su nombre. Resulta un delirio de la misma índole que sí los pacientes del manicomio que recogen piedras de las márgenes del camino y se creyeran que habían encontrado diamantes."


(Crítica en un semanario humorístico de la primera exposición impresionista de 1876. Recogido por Ernest Gombrich en su célebre obra: La historia del arte)

26 julio 2007

El Guirigay


  • Mira, cariño, en primer lugar queremos que sepas que éste no es un tribunal. Si te hemos traído aquí, es para aconsejarte sobre lo que entendemos debe ser una actitud sana y responsable por parte de un miembro de la comunidad gay. El Guirigay, que como sabes son las siglas de Guías para la Reconstrucción de la Identidad Gay, está formado por gente que sólo pretende enseñar el camino correcto a personas de nuestro colectivo que están confundidas y ofuscadas sin saber hacia donde tirar. Ese me temo que es tu caso, cielo. 
  • Yo no he hecho nada. 
  • ¿Cómo que no has hecho nada, maricón? ¿Acaso no estás todos los putos días en la entrada del Eroski del Barrio Alto con un cartelito apoyado en dos tetrabriks vacíos de vino donde dice: "Estoy en el paro. Soy gai. Mas bale pedir que rovar. Dadme una limosnita por el amor de dios"? ¿Dónde aprendiste a escribir, julandrón de mierda? 
  • Martona, lo de la ortografía es lo de menos y por favor, relájate que cuando te pones en plan arrebatador no hay quien te aguante. Hagamos las cosas de otra manera. 
  • Eres un blandengue, Giorgio. Este tipo necesita jarabe de palo. 
  • Yo no he hecho nada. Sólo soy un mendigo gay.
  • Un mendigo gay, un mendigo gay. ¿Cómo que eres un mendigo gay? El certificado de gay lo damos nosotros. Sólo eres maricón, sin más. 
  • No seas ordinaria, Martona. Y tú entiéndelo, cariño. Nuestra comunidad tiene que mantener el estatus que tanto nos ha costado conseguir. Los gays tenemos que ser cultos, limpios, educados, simpáticos y sobre todo con mucho glamour. Tenemos que tener profesiones hermosas: decoradores, diseñadores de moda, escaparatistas, estilistas, cocineros. Nuestros pisos, apartamentos y lofts deben ser cálidos, luminosos y cómodos. Vivimos en barrios agradables y antiguos, en casas viejas hermosamente restauradas... 
  • Despues de hacer que se largasen sus tradicionales residentes. Es decir, expulsando a un montón de viejos carcamales que afeaban el entorno. 
  • ¡Qué mala eres Martona! Exagerada, nos va a coger tirria ya verás. Sigamos. Nuestra comunidad es desenfadada y abierta. Tenemos mucho tiempo libre y por eso nos gusta reunirnos en fiestas y celebraciones donde damos rienda suelta a nuestro sentido lúdico de la vida, tal como se nos exige nuestra condición gay. Somos muy acogedores y no tenemos prejuicios, por eso los heterosexuales cultos, progresistas y con ganas de marcha adoran venir a nuestros cafés, restaurantes y pubs para imbuirse de nuestra ambiente chic y sofisticado. En nuestro way of life, un mendigo gay sin las debidas condiciones de limpieza, educación y estilo es inconcebible; una contradicción en sí misma y daría lugar a toda clase de murmuraciones por parte de la conspiración homofóbica que quiere aprovechar la menor oportunidad para lanzarse contra nuestra yugular. 
  • Hablando en plata o cambias el cartel o te cambiamos nosotros a ti. 
  • ¿Qué quieren? No pienso cambiar de actividad. Estoy muy dotado para ella. Soy mendigo vocacional. 
  • Tranquilo, puedes dedicarte a lo mismo, pero con ciertas variaciones. Queremos que te vengas a nuestro barrio y hagas los que estás haciendo, pero de una forma diferente. Será como un happening en la puerta de los sitios con más charme.Te daremos un sueldo mensual, comida, alojamiento y una comisión sobre lo que saques con las limosnas. 
  • ¿Pero cuidado con engañarnos, ¿eh? 
  • Incluso hemos hablado con Montevecchio, el célebre diseñador y ya ha decidido como irás vestido. Ha diseñado unos harapos de lo más sugerentes con un toque picassiano de la época azul que vas a ser la envidia de todos tus colegas y hasta portada en la revista Zero. 
  • Y el letrero te lo va a hacer un cartelista de prestigio. Vete preparando, tienes diez segundos para decirnos que sí...

24 mayo 2006

Del mañana no hay certeza


Es posible que ese espigado personaje que por el día expone su rotunda anatomía en la Galería de la Academia de Florencia, baje por la noche de su pedestal y haga horas extras paseando su marmórea desnudez por los sueños secretos y furtivos de las más insospechadas matronas.
Es posible que de la marea oriental, en indigesto frenesí contemplativo a 12 obras de arte por minuto, se metamorfosee un individuo, uno sólo, y aparezca en su rostro extranjero, durante breves segundos, la mirada extraña, la sonrisa impúdica y el gesto imprevisible del San Juan Bautista de Leonardo.
Es posible que la ragazza que se viste de gala y se coloca zapatos con tacones de aguja para ir a un sabatino “bottiglione” sienta en la noche tardía como un escalofrío la recorre el cuerpo no por el exceso de grappa sino porque temporalmente ha decidido habitarla el fantasma bello, sofisticado y triste de Giovanna Tornabuoni.
Es posible que “il porcellino” de bronce esté esperando a que la loggia del Mercato Nuovo se vacíe de mercaderes, turistas, emigrantes africanos y barrenderos, para poder mover su hocico, mil veces manoseado y soñar con echarse una carrera hasta la Plaza de la Señoría asustando a los borrachos.
Es posible, en fin, que los viejos muros de la vieja ciudad, en la singular hora en que todo está en silencio, rejuvenezcan recordando los viejos momentos de gloria cuando por las calles resonaba el viejo poema de aquel al que se llamó Il Magnífico :
 
Que bella es la juventud
de la que sin embargo se huye,
quien quiera ser feliz que lo sea;
del mañana no hay certeza.