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07 abril 2022

Gato truhán echado en un diván

  •  Échese en el diván y no se quite las botas, sé que es una parte fundamental de su personalidad.
  • Gracias, Doctor Krapp, veo que está al tanto de que me llaman "El Botas". "El Botas ha dicho" "El Botas ha hecho". Si me quito las botas parecería un gato más.
  • Y usted cree que es un gato especial, imagino.
  • Sin duda. He llegado a pensar que era el elegido para empoderar a los de mi especie. No esperaba que los de arriba fueran tan peligrosos como para conseguir que mi pupilo me diera la patada.
  • ¿Entiendo que cuando habla de su pupilo se refiere al príncipe heredero, el Marqués de Carabás?
  • Por supuesto. Su actitud es de una cobardía sin límites, he sido su hacedor y él se ha dejado extorsionar por la prensa en su campaña en mi contra.
  • La prensa lo que ha expuesto es que usted engañó a todos, ya que siendo su protegido hijo de un molinero, se valió de un montón de patrañas para convertirlo en marqués y ganarse el aprecio del rey y la Corte. Incluso se dice que usted, se transformó en ratón para eliminar de forma despiadada al antiguo poseedor del marquesado.
  • ¿De forma despiadada? Era un ogro, descendiente de otros ogros que ganaron el título actuando como mercenarios sangrientos al servicio de la actual dinastía. El viejo marqués oprimía a sus siervos, mientras que sus antepasados masacraron a los siervos y familias de las tierras conquistadas. Hacían el trabajo sucio y caníbal propio de su condición y yo tuve que rebajarme a ser un inmundo ratón para ganarle la partida. ¿Usted sabe lo que puede llegar a sentir un gato metamorfoseado en ratón?
  • Los medios no hablan de esas cosas.
  • Claro, porque son los esbirros de la vieja casta gobernante y han emprendido una campaña contra todo lo que huela a gatuno. En su desvergüenza, quieren demostrar su falta de zoofobia, glorificando a los perros ¡¡¡y a esos malditos roedores!!! 
  • Cuando hablan de usted, en cambio, no cesan de repetir que es arrogante, autoritario y  vanidoso. Poco amante del diálogo y que no soporta que le contradigan.
  • Ya ve, no dicen eso del príncipe al que elevé usando únicamente mi labia de minino. Era un gañán desheredado y se lo planté como heredero delante de sus señoriales narices. Por eso no me soportan. Soy fuerte, no una mascota ni un gato rastrero de la calle. No soy uno de esos gordos y viejos gatos neuróticos de los que usted escribió una vez en su blog.
    Pero Doctor Krapp, ¿por qué le preocupa tanto mi imagen pública? He venido a terapia, no a que me cuente lo que ya todos saben. 
  • Para mí, además de gato es usted como una cebolla. No se ofenda, lo de la cebolla se lo digo porque tengo que quitarle todas las capas que le protegen para llegar al centro.
  • ¿Está diciendo que no soy auténtico? ¿Qué ve en ese centro?
  • Atisbo allá abajo, a un gatito asustado enfermo de megalomanía.
  • Por favor, ¿este electroshock con que me obsequia ahora lo pago aparte o me entra como gasto en la sesión? 
  • La ironía no le protegerá de la verdad.
  • Al parecer me ha pillado, debo ser otro gato neurótico como los de su entrada. Adiós, Doctor Krapp, ya no lo necesito, ha llegado al centro de la cebolla.
  • No sea bobo, puedo ayudarle. Cortar la cebolla hace llorar, pero luego se queda uno más a gusto consigo mismo.  
  • ¿Y luego me dará el plato de leche por ser buena mascota? Jódase, doctorcito fraudiano.

12 febrero 2020

Ripios baratos sobre los ratones que dejaron sin cascabel al gato

Antecedentes pertinentes


Mi secuela, que no aprendí en la escuela 


La reunión ratonil murió por abatimiento,
dejar sin cascabel al gato causó desaliento.
Sin embargo como el encuentro no quedó en nada,
a los pocos días se hizo otra llamada.

Vinieron todos los ratones
incluso de alejados rincones.
Callados y tristes, tomaron asiento
y comenzó la asamblea en segundo intento.

Al principio poco se dijo
menos algún chistoso dándole al pico.
La asamblea era un adusto velatorio
hasta que una voz profunda abrió el jolgorio.

Era el mismo Roequesos, el del cascabel
ahora con ideas de distinto nivel.
 "¿Y si cambiamos el nombre al gato
y lo llamamos oca o lo llamamos pato?"

"¡Qué idea más peregrina!
¿Y por qué en vez de llamarle gato no le llamamos sardina?"
Era el chistoso buscando diversión
pero quedó callado al no recibir atención.

Roequesos siguió con su perorata
y afirmó que en el lenguaje, las cosas se delatan.
"Apaciguaremos nuestros espantos y miedos,
ya que al cambiarles el nombre serán llevaderos."

"Y como mejor prueba de mi conclusión
yo mismo me ofrezco como demostración."
 "Me pondré delante del gato
y lo llamaré oca o lo creeré pato."

"No seas insensato" gritó la voz de un viejo ratón
que alucinaba con aquella intención.
Ni caso, a por el gato se fue Roequesos mientras pensaba
que aquel maldito minino ya solo graznaba.

Aquella noche, Roequesos entró en el santoral de los ratones,
creyente imprudente de que cambiando palabras, cambiaba acciones.
¡Los coj..!

 

28 febrero 2019

Al habla el Negociado de Revoluciones Pendientes

  • ¿Negociado de Revoluciones Pendientes? Dígame
  • Mire  es que soy tornero fresador en una fábrica de herramientas agrícolas y me han dicho que tienen ustedes un catálogo de actividades bastante cojonudo.
  • No emplee esa palabra, por favor, es impropia. A ver, tenemos un surtido amplio de acciones ludico revolucionarias. ¿Es usted animalista?
  • ¿Animalista? Tuve una gata que se me murió hace dos años. Pobrecilla, me hacía mucha compañía
  • Por favor, vayamos a lo concreto. ¿Cree que hay que abolir los zoologicos y acuarios? ¿Cree que ordeñar a las vacas es una forma de esclavismo o que la pirotecnia debe ser erradicada porque estresa a las mascotas?
  • Pues...
  • Déjelo, busquemos por otro lado. ¿Es usted vegano?
  • ¿Cuando dice vegano se refiera a vegetariano?
  • Los veganos nunca se alimentan con productos de origen animal, en cambio los vegetarianos  pueden hacerlo. Déjelo, no creo que le interese esta propuesta. La actividad consistiría en manifestarse indefinidamente delante de carnicerías y charcuterías contra el especismo que por si no lo sabe, es la discriminación contra los animales por considerarlos seres inferiores.
  • Reconozco que he matado algún mosquito y he cocido marisco en agua caliente. Con respecto a lo otro, lo siento, pero no tengo un tiempo indefinido,  en la fábrica solo me dan dos semanas de vacaciones.
  • Debe ser triste acabar en una fábrica cuando podría hacer otras cosas. ¿No ha encontrado una salida profesional a sus estudios?
  • Abandoné mis estudios muy pronto y además me gusta trabajar con la fresadora.
  • Vaya, un obrero de verdad, toda una novedad en este negociado. Debe ser agotador ser un currante de los antiguos. Con capataces negreros, hiperexplotación y todas esas cosas tenebrosas.
  • Bueno, ahora no es tan trágico como en la época de Dickens.
  • ¿Es usted fascista, acaso? Tenemos varias actividades interesantes si le va esa línea. Puede reivindicar que no saquen del hoyo a Franco  o pedir la expulsión de todos los inmigrantes o si quiere, tenemos un pack muy completo reclamando desde la prohibición del aborto, hasta acabar con las autonomías y los matrimonios homosexuales.
  • No van por ahí los tiros.
  • ¿Cazador?  Pronto habrá varias manifestaciones muy interesantes de la comunidad escopetera defendiendo el mundo rural y contra lo que ellos llaman insidias y calumnias de los animalistas y antitaurinos.
  • Eso no es lo mío.
  • Pero usted es un varón blanco europeo de mediana edad, probablemente heterosexual, eso limita mucho sus posibilidades revolucionarias. ¿ Qué piensa de los inmigrantes?
  • No me molestan, tengo un amigo, Ibrahim que vino de Marruecos y...
  • Con eso de que no me molestan lo ha dicho todo. Pasemos a otro tema, su caso se está poniendo difícil. ¿Es usted patriota? 
  • Tengo fobia a las patrias. A sus himnos y a sus banderas.
  • ¿Anarquista eh? Pues tenemos en nómina a un grupo okupa partidario de la acción directa que acaban de desalojar de una vieja mansión y que quiere hacer una gran demostración de fuerza.
  • Basta.  De una puñetera vez, ¿no me puede ofrecer alguna acción revolucionaria de clase? Un conflicto obrero tradicional. por ejemplo. Nada del otro mundo. Podría ser una de esas revueltas antiguas, con pancartas y banderolas rojas exigiendo mejoras salariales o reclamando que no cierren una empresa. Con una caja de resistencia, ocupación de fábricas y vigilándolo todo, una horripilante unidad de antidisturbios acariciando sus porras, colocándose los cascos o engrasando sus escopetas de pelotas de goma.
  • Lo siento, ese es un producto que hemos dejado de trabajar, no tiene mucha demanda en estos tiempos, salvo casos puntuales. Pero usted es obrero y sabe del tema, organice algo  por si mismo.
  • Yo no podría organizar nada, solo soy un tornero fresador, recuerde. En el mercado de las reivindicaciones. la acumulación de luchas diversas, por muy justas que sean, estropean las mejores intenciones. 

12 febrero 2019

Rebelión amena en la colmena

  • Hola, amigos. Soy el sapo Pepe Perreras . Bienvenidos al programa preferido por todos los animalistos: Al bicho vivo. Hoy con un tema de rabiosa actualidad: ¿Qué está pasando en nuestras colmenas? ¿Por qué están tan alteradas nuestras laboriosas y gentiles abejas? Y para hablar de todo ello, damos paso a nuestro corresponsal en el micromundo entomológico, Petunio Zalamero, el escarabajo pelotero. ¿Cómo va la asamblea, Petunio
  • Zumbona y volátil. De tal animal, tal condición. Pero antes de nada quisiera hablar una vez más de nuestro agraciado conductor. En el sapo Perreras se aúna la inteligencia poderosa con una fuerza de voluntad digna de un dios antiguo. A mayores su capacidad comunicativa... 
  • ¡Basta! Te ruego que te centres en la asamblea de abejas obreras y dejes los piropos para otra ocasión.
  • No se diga más, amado monstruo, pero quiero que sepas que eres mi modelo de virtudes a seguir. Pues aquí las cosas están que arden como decía. El Sindicato de Abejas Obreras está pasando por unos momentos realmente difíciles. Lejanos quedaron los tiempos en que las bravas sindicalistas se jugaban las alas en defensa de las curritas. Aquellas luchas para hacer las celdas más espaciosas y aireadas. Para aumentar el tiempo del bocadillo de néctar de media mañana. Para denunciar la actitud perezosa y displicente de los zánganos, esos machos inútiles y aprovechados. Para visibilizar la necesidad de hacer una selección más rigurosa, democrática y asamblearia del enjambre que acompañe a la vieja abeja reina en la búsqueda de nuevas colmenas ... etcétera.
  • ¿Qué ha pasado entonces?
  • Lo que pasa siempre, amado maestro. Poder y apoltronamiento van unidos como la carne y el hueso. ¿Quién le pone objeciones a una abeja con pretensiones? Yo, por supuesto, no. Fundamentalmente por el posible picotazo. En resumen: las abejas jóvenes están hasta las mismísimas corbículas de las maniobras del sindicato y las cosas han estallado en plena asamblea con consecuencias imprevisibles. 
  • Detalles, Petunio. Queremos detalles.
  • Pues bien, el colectivo de abejas no pecoreadoras, es decir las jóvenes que no pueden salir de la colmena, manifiestan que mientras ellas se matan trabajando; las viejas, con la complicidad del sindicato, están de jarana fuera de la colmena, sin pegar palo al agua y el nectar y polen no lo recolectan ellas, si no que lo consiguen trapìcheando con las apidae de las otras colmenas.
  • Eso es grave, Petunio. Muy grave. 
  • Es grave, pero no es todo, Perreras. También se dice que los del sindicato tienen una larva escondida a la que suministran ilegalmente jalea real, para convertirla en reina y utilizarla luego como posible alternativa a la heredera, a la que acusan de no apoyarles lo suficiente y dedicarse al puro desenfreno con la compañía de un montón de zánganos desocupados. Por último... 
  • ¿Todavía hay más? 
  • Sí, Perreras. Se comenta que los del sindicato han repartido entre los suyos los puestos del enjambre que saldrá con la vieja abeja reina cuando tenga que abandonar la colmena y crear una nueva comunidad. Así la organización se difundirá de forma irreversible por el resto del colmenar. 
  • Habrá una buena bronca. 
  • Los aguijones están preparados. Será una bonita batalla. Pero los del sindicato son muy listos y se las saben todas. Seguramente, los alborotadores juveniles quedarán neutralizados por las buenas, ofreciéndoles algún puesto o regalándoles alguna prebenda, o por las malas, es decir, arrancándoles directamente el pellejo con la ayuda de potencias extranjeras. 
  • ¿Con ayuda de potencias extranjeras? ¿Qué me cuentas, Petunio?
  • Te cuento lo que se cuenta, solo es un rumor, adorado Perreras. Por lo bajo se dice que los del sindicato han contactado con las terribles avispas asiaticas, las espantosas velutinas, para el caso de que las cosas se pusieran muy crudas. 
  • Alta traición, eso es terrible Petunio. Muchas gracias por tu increíble exclusiva.
  • Y que conste, Pepe, que no me has dejado hablar de tu estilo colosal y de tus virtudes desmedidas. Eres el monarca absoluto de la comunicación bicheril.
  • Déjalo ya, te lo ruego.
  • Un puto amo genial. ¿Cuando hablamos de lo mío?
  • En otra ocasión, Petunio, no es momento. Lo dejamos por hoy.
  • Como quieras, divino Perreras.
  • Hasta la vista, amigos. Este ha sido nuestro programa para todo el orbe animal. Periodismo en profundidad. Periodismo de calidad. Periodismo en vivo. Periodismo Al Bicho Vivo.

12 julio 2018

Pato patógeno

En un lugar de la charca, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un pato hidalgo de los de lengua de avispero, solera antigua, perfil enteco y por lo demás, poco laborioso. Aunque debiera esforzarse en comer como sus congéneres salvajes - plantas, vegetales, insectos o semillas - se había aficionado a zampar de gorra y sin esfuerzo las migas de pan o las palomitas que los transeúntes humanos le tiraban a sus dominios en el estanque.
Quizás fuese la pobreza de su dieta que había debilitado sus alas y le impedía volar. Quizás fuese la cochina envidia al ver que su hermano pequeño, el escuálido, se había convertido en un enorme cisne elegante con pretensiones de grandeza. Quizás fuese una cosa u otra o que las dos conjuntas le afectaran a la cabeza convirtiéndole en un caso clínico de pato patológico, lo cierto es que cogió una enorme manía a la charca y a todos sus habitantes.
Transformado en rebelde con causa,  se pasaba el día bramando denuestos a diestro y siniestro, aunque respetando las pausas necesarias cuando advertía la llegada de algún visitante provisto de vituallas. Cuando éstos le daban la espalda volvía y revolvía en su manía difamatoria.
"Los humanos, esos miserables carceleros que me tienen enclaustrado en  esta poza inmunda sin dejarme volar a otros mundos mejores".
"Los patos, esos mindundis domesticados, acobardados y sin cerebro incapaces de soltar un huac más alto que el del vecino, por miedo a que algún renacuajo se lo tome a mal".
Con todo, sus mayores y más suculentas injurias iban dirigidas al hermano traidor.
"Tú, pedazo de cisne miserable,  que hace dos días estaban conmigo chupando  mierda en esta jodida charca y que eras más feo que un sapo echando un esputo. Tú, rastrero infeliz, haciendo cogollo con tus amigos pajarracos, exhibiendo tus blancas plumas de pijo y mirándome altivo, desde arriba de ese cuello tan largo como un mes sin migas de pan. ¿Acaso te crees mejor que yo, figurín? Ya te vale. Ándate con cuidado, anátida, que si algún día me cansas, te hago un nudo marinero en ese pescuezo de culebra con acromegalia y adiós". "Eres un puto pato vendido"
Aquel día se quedó muy relajado tras soltar su habitual andanada. Luego miró a la izquierda, miró a la derecha, miró adelante y miro atrás. Quería asegurarse de que nadie hubiera oído o descifrado sus graznidos y quedó tranquilo. Entonces le llegó un chorro de luz. Miró al cielo y tuvo tiempo de observar como la luna llena se escondía pudorosa detrás de una nube.
"Maldita cotilla presumida  ¿También tú te crees importante por que estás ahí arriba y  luces mucho?" "Pues a mí no me impresionan tus estúpidas galas de escaparate"
Giro en redondo con gesto orgulloso y se fue a resguardar tras los cañaverales.

30 noviembre 2017

Entre parlanchines y muditos (Versión 2017)

  • Hola, amigos. Soy el Sapo Pepe Perreras, el presentador más audaz e impertinente del orbe animal. En nuestro programa de hoy de Al Bicho Vivo,  nuestro corresponsal noctámbulo en bosques y selvas, el Buho Casimiro, nos hablará de un universo mágico y sorprendente. ¿No es así, Casimiro
  • Ciertamente, Pepe Perreras. Hoy vamos a contar cosas sobre El corazón de la Trama.
  • Hummm. Suena bien. ¿De que estamos hablando, Casimiro
  •  Pues mira, se trata de un lugar situado en lo profundo del bosque. Un pequeño claro donde ni el sol ni la luna se atreven a entrar por miedo a que sus rayos se queden enganchados entre las ramas de los árboles y la maleza salvaje. 
  • ¿Por eso le llaman la Trama?
  • Sí, exacto inefable presentador. La leyenda dice que fueron los elfos quienes lo encontraron y que decidieron, con su talante para la conciliación, regalárselo a los animales y que éstos lo convirtiesen en un lugar de debate abierto a todo la fauna, buscando el entendimiento y el respeto a la diversidad de puntos de vista. 
  •  ¡Qué buena gente eran los elfos!. Cuanto los echamos de menos. Es maravilloso disponer de un lugar así donde los que lo deseen pueden discutir, dialogar, conversar y enfrentar opiniones sin perder la compostura ni el sentido del humor. 
  • No siempre es así, amigo Pepiño
  •  ¿Y eso? 
  • Los animales tenemos mucho de humanos cuando se trata de nuestros instintos más primarios y por muy buen rollito que haya, es difícil para una comadreja estar al lado de un simple topillo común sin que le entren ganas de enviarlo con un simple ñam ñam a las oscuras profundidades de su estómago. 
  • Cierto, Casimiro, cierto. Pero seguro que los responsables del lugar habrán encontrado una solución a esa dificultad. 
  •  Sí, han encontrado una: un montón de troncos enhiestos y vacíos en medio del claro. El anonimato garantiza la seguridad de los más vulnerables, es decir los más comestibles. Llegan, aprovechando la oscuridad se introducen en los troncos por túneles excavados en la tierra, se saludan a distancia y comienzan a charlar de sus cosas 
  • ¿Ves? Cuando hay voluntad de entendimiento todo es posible. Has asistido a una sesión. Debió de ser una experiencia maravillosa. 
  • Bah, no creas. Mucha gresca. El anonimato da valor a los medrosos, engrandece a los pequeños y convierte en sabios a los necios. Encima los valerosos, los grandes y los listos quieren seguir siéndolo. Todo un lío. 
  • ¿Y el debate? 
  • Bueno, si le llamas debate a una exhibición de egos. Animales de toda condición se enzarzan en feroces discusiones sobre naderías sin importancia. Por ejemplo, los viejos lo basan todo en su experiencia, en sus años de lucha por la supervivencia y miran con condescendencia despreciativa a las crías y cachorros. 
  • Y los jóvenes?
  • Los jóvenes presumen de su educación refinada y sus estudios de altos vuelos.  Están tan arriba que ignoran lo que hay en el suelo a no ser que sirva para justificar la última teoría gorroneada.
  • ¿ Estudios de altos vuelos? ¿Estamos hablando de pájaros acaso?
  • Sí, básicamente y sobre todo de esa pareja de urracas consentidas, Pega y Pica. Lo de ellas es escandaloso, se comportan ahí dentro como si poseyeran el poder absoluto. Encima tienen el asentimiento de muchos animalitos temerosos y muditos, asustados por su infame cha-cha-cha y sus ocurrencias alocadas. Ellas imponen los discursos, mera cháchara de urracas, y  al final no se atiende a los problemas reales de la fauna del bosque. Cada reunión acaba con cierta sensación de fracaso por el tiempo desperdiciado.
  • Muy triste, sí. Se eliminan las diferencias entre grandes y pequeños, cazadores y presas pero surgen otras.
  • Entre parlanchines y muditos, Pepe.
  • Por lo que dices también entre teóricos y pragmáticos, Casimiro. 
  • ¡Qué complicada es la condición animal! Y pensar que esos monos vestidos piensan que todos nosotros somos unos simplones sin cerebro. 
  • Mejor que sigan pensándolo, viviremos más tranquilos si no meten su baboso hocico narigudo en nuestros problemas.
  • Cierto, Casimiro, cierto. Muchas gracias por tu magnífico reportaje.
    Les dejamos por hoy  pero no dejen de recordar nuestro lema: vivan felices en su biotopo ¡y aléjense de los humanos! Les hablo Pepe Perreras. Siempre cerca ¡Al Bicho Vivo!
 (Otra historia de Pega y Pica. El resto en este enlace)

24 febrero 2017

Exquisitas amistades


Vas al mercado, compras una merluza y le pides al vendedor que te la limpie. De algún remoto rincón de su delantal blanco surge un enorme cuchillo que con inusitada pericia se hunde en el lomo del pescado. Una hendidura longitudinal e inapelable en la que él puede introducir sus dedos gordos y sacarlos ensangrentados con las vísceras del pez. Ya limpio, el vendedor se dispone a cortarle la cabeza.
  • No, espere. Quiero verle los ojos antes de que lo decapite.
El hombre lleva treinta y cinco años limpiando pescado pero nunca ha oído nada semejante. 
  • Si quiere se la dejo entera.
  • De acuerdo, me la llevo así.
¿Cómo le vas a decir al  sorprendido pescadero que esa exquisito pez se ha atrevido a lanzarte un guiño de complicidad poco antes de perder sus vísceras? 
Llegas a tu casa nervioso, entras en la cocina y despejas la mesa. 
A duras penas  logras desenvolver el paquete. 
En el armario coges un plato grande de loza y colocas la merluza encima. 
Te alejas de la mesa para tomar las debidas distancias. 
Respiras hondo y tiemblas. Te contienes durante un rato,  pero al final no puedes evitar hacer la trascendental pregunta que martillea en tu cabeza.
  • ¿Nos conocemos de algo? 

27 junio 2016

La oveja distinguida no quiere ser rebaño

  • Ovejas, se acabó la fiesta, es hora de volver al redil. Y eso también va para usted, Lucera, no se haga la despistada.
  • Pastor, yo no soy como las otras. Cuando se habló de salirnos del aprisco, yo nunca apoyé la rebelión y me mantuve al margen. Como seguro sabrá, consideré que las ovejas rebeldes no eran mejores que los perros pastores. Dije que todos eran iguales, que todos eran lo mismo, que siempre habrá alguien que quiera manejar al rebaño. Creo que al menos me merezco cierta consideración por su parte. Con mi indiferencia he contribuido a que usted recuperara el control del ganado.
  • Y se lo agradezco, Lucera, por eso he venido personalmente  a avisarle sin tener  que echarle los perros y hostigarla para devolverla al corral.
  • No es justo. ¿Cómo podría mantener mi estatus en un lugar tan espantoso como el que me ofrece de residencia? Estoy acostumbrada a comer en buenos pastos, tengo una educación exquisita, un gusto refinado y abomino de lo que le gusta al rebaño.
  • Soy el pastor y manejo los perros, si le preocupa su seguridad y quiere mantenerse a salvo no tiene otra opción que  venirse al establo. 
  • No me convence su propuesta, no me gustan las cárceles sin celdas individuales.
  • ¿Quiere quedarse aquí a merced del lobo y de otros depredadores?
  • No, pero siendo mejor y única en mi especie, mi individualidad se vería comprometida si comparto mi vida junto al resto de ovejas en ese lugar malsano.
  • Pues quédese aquí a la intemperie, a ver como se las arregla cuando lleguen los peligros.
  • Me lo pone muy difícil.
  • Entérese bien, ovejita distinguida, solo tiene dos opciones. Puede hacerle frente a los depredadores y a las mil amenazas posibles que puede sufrir un bovino tan frágil cuando está solo o venirse con nosotros y garantizarse la  comida, la tranquilidad y un lugar para dormir. 
  • Es cierto que sería muy ventajoso no  tener que ir por el mundo con miedo pero por otro lado mi libertad no es una broma.
  •  ¿Y su bienestar? Convénzase, su felicidad solo la puede encontrar dentro
    del redil y con una buena manada de perros guardianes que le proteja. ¿Qué pierde a  cambio? Un poco de leche, la lana que le molesta esquilada una vez al año y sus tiernos corderitos que puede seguir pariendo de nuevo a su antojo cuando desee. Créame, solo la seguridad y el confort nos hace vivir mejor.

09 octubre 2014

Un chivo para su alivio (versión 2014)

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18 septiembre 2014

Cuando se rebela el Toro de la Vega


Algo no había funcionado bien en su última reencarnación. ¿O quizás era la primera y por eso le extrañaba tanto? Sea como sea, mantenía los recuerdos de su anterior vida humana aunque ahora fuera un hermoso toro bravo corriendo libre por la dehesa. 
Dicen que los elegidos recuerdan todas sus vidas pasadas, pero él había degenerado de humano a bóvido y ese descenso del karma no debía ser habitual entre los predestinados al nirvana. 
Más bien el suyo era un karma cabrón que se choteaba de su antigua condición de taurófilo militante convirtiéndolo en un hermoso retinto, semicareto, bragado y astifino, comedor insaciable de pasto y paseante chulesco entre la manada que lo tenía por líder; por mandón, como dicen los mayorales. Había costado lo suyo llegar allí tras superar tan insoportables pruebas y si lo había conseguido era atribuible tanto a su propia fortaleza como a aquella malicia humana que todavía conservaba en su mente. 
A los seis meses destete, afortunadamente por las buenas, no hubo que echar alquitrán a los pezones de su madre para conseguirlo. Un momento triste que se convertía en agónico cuando llegaba el salvaje herraje sobre la piel y el corte transversal en las orejas, marca de la casa. Luego la separación de las hembras. La falsa independencia. El buscarse la vida luchando día a día, hora a hora por la supremacía con otros añojos y erales 
A los dos años la tienta, donde para probar su bravura fue acorralado, humillado, maltratado y finalmente torturado por un seboso picador. Aguantó siete pullazos brutales y demostró ser un animal noble, o sea bobo, apto para el engaño y digno de ser toreado en una plaza importante. La cacareada vida feliz del toro de lidia es un horroroso camino por la supervivencia entre hermanos a los que debes doblegar y someter si no quieres a su vez ser doblegado y sometido. Los débiles, los que se rinden, los que ya no pueden más, son violados y arrinconados por el resto de la manada. Sangre, dolor y muerte sin espectáculo que lo ennoblezca.
Dos días atrás fue apartado del resto y pensó que al fin sus males tendrían curación. Quince minutos de trance en el ruedo y a otra cosa mariposa. Seguro que hay vidas menos gloriosas pero más vivibles. Al menos en su caso todo sería rápido y breve.  Casi estaba alegre y calmado hasta que esta mañana se enteró del alcance de su tragedia: lo han destinado a ser el nuevo Toro de La Vega. Se lo oyó a los mayorales  mientras lo miraban desde sus caballos con cara compungida. 
No, no puede ser. Tiene que evitarlo. Por eso se dirige trotando a ese cuatreño zaino que tanto envidia su puesto y siempre lo mira con cara de odio. Sabe que el aspirante se siente orgulloso de sus astas afiladas, mejor dejarle que hagan su trabajo. Ya es tiempo de morir.   

29 agosto 2014

El País de las Juergas Sin Fin


19 julio 2013

Agujeros de torero

 
(Regeneración de la entrada del 2008)
  • Ayúdame con el traje de luces, Fermín
  • Maestro es mucha responsabilidá. 
  • Debes hacerlo, la gloria no espera. 
  • Como usted quiera ¿pero como le tapo los agujeros antes de ponerle el traje? 
  • Tienes el Superglue y el algodón encima de la cómoda, entre las dos vírgenes. Coge buenos pedazos, no seas rácano como otras veces. El hueco del muslo como es más grande requerirá algo más duro y pesado. 
  • Podemos utilizar el tapón de la botella de champagne que se tomó anoche.
  • Pero lávala a fondo y luego échale alcohol para desinfectarlo,  que te conozco. 
  • Ay maestro, tanto sacrificio pa tan poco premio. Tie más cornás en el cuerpo que pelos mi parienta en sus santas partes. 
  • Por favor, no vuelvas a comparar mis gloriosos huecos con los pelos de tu mujer. Es una comparación extravagante, tu esposa va muy sobrada de vello tal como puede observarse por los muchos que le salen en el bigote.
  • Además bien sabes que me debo a ésto. A todo este arte y señorío que brindo cada tarde en las plazas de España y de medio mundo.
  • Maestro, si me permite la sinceridad, a usted no le hacen bien sus nuevas amistades. Esos señorones, escritores o artistas, le palmean las espalda, dicen que le admiran, que es usted la salvación del toreo, pero venderían su alma al diablo si después de verle dejar las tripas en la plaza pudieran convertir su tragedia en arte. 
  • Cállate, deja de decir insensateces y sigue vistiéndome, pero ten más cuidado que se me abren las carnes. 
  • Maestro, tengo todo el cuidado posible, pero da penita ver esas llagas. Usted mismo dice que cuando se ducha parece la fuente de la Cibeles echando agua por todos los caños. 
  • También es culpa de mis amantes ocasionales. Tienen la manía de sobarme las cicatrices, se me abren y lo dejan todo perdío. 
  • Tome medidas maestro, el sexo no debe requerir tanto derrame. No olvide lo que costó colocarle el pin cuando le quisieron condecorar en su pueblo. 
  • Fue gracioso, sí. ¿Te acuerdas cuando se me salió el hígado en el segundo toro de la primera corrida de la Feria de Abril? Hay que ver lo bien que reaccionó el público pidiéndome que saludara con él en vez de usar la montera. Luego, aunque fue una faena mediocre, me premiaron con una oreja. 
  • En realidad, maestro, los pañuelos de la gente eran para que sacará de nuevo el hígado, pero el presidente, que es un buenazo, prefirió concederle la oreja. 
  • ¿Ves? la fiesta requiere sacrificio para alcanzar la gloria, pero cuando llega, ay cuando llega, bien merecen la pena unos agujeros  ¡Todo por la fiesta, Fermín!
  • Todo por la fiesta, maestro. 

10 julio 2013

La fiesta sigue: ¡¡¡Biba San Fermín!!!


Había visto esta foto hace unos días pero aunque me llamó la atención, no la ubiqué con el famoso chupinazo que abre los Sanfermines
Mi amiga Laura Uve en la última entrada de su más que recomendable blog, U-topía, citaba el tema de las violaciones a mujeres en la Plaza Tahir de El Cairo y y las causas que lo pueden motivar. En mi comentario le decía que: "no voy a usar extrapolaciones generalistas sobre lo allí ocurrido y (menos) cuando se trata de una realidad ajena a la nuestra me parece frívolo y falso". Cinco minutos más tarde me he encontrado con esta fotografía de nuevo y he sentido   como  recibía una merecida bofetada en la boca. 
Creo que sobran comentarios y al menos los que podría hacer no serían mejores que lo que podéis hacer cualquiera de vosotros ante esta imagen sobrecogedora, al menos para mí. 
Lo cierto es que desde hace tiempo tengo una profunda repulsión hacia las fiestas de los Sanfermines y todo lo que significa. En el año 2010 ya puse una entrada al respecto, solo con imágenes del Youtube, a la que titulé ¡¡¡Biba San Fermín!!! La podeis ver aquí en su injustificada crudeza: viejos borrachos humillados por pandillas de jóvenes, las provocaciones a las chicas extranjeras para que enseñen los pechos, el tipo dormido en la calle al que despiertan y arrastran los barrenderos o el corredor muerto en los encierros.
 Al parecer, todo consiste en sentirse un poco más vivos y más jóvenes gracias a esa tonta libertad que te proporciona echarse entre pecho y espalda unos cuantos litros de alcohol. Dejar que el bichito salga a la superficie y tome el mando de la nave sin que los escrúpulos, esos estúpidos meapilas, te la jueguen en los mejores momentos. Todo bendecido por la tradición, el rito, la ley, el business y el caché literario y truculento del escritor insatisfecho que incapaz de liberarse de sus demonios prefirió ensordecerlos a base de cualquier cosa que le permitiera liberar adrenalina. Como si se tratase de un globo aerostático y tuviera que echar lastre.   
Ayer mismo, y es solo un ejemplo más, vi como un pobre buey, un cabestro, moría en la propia la plaza entre la indiferencia y el jolgorio generalizado.   
Todo muy divertido, muy aventurero para los bravos corredores y para los mirones que puedan sacar estupendas imágenes con la cámara digital o el móvil. 
"Oye tío, ¿has visto las superfotos que me han salido del animal muerto en la entrada de la plaza? Y yo estaba allí, colega, yo estaba allí."
 O sea que al final tampoco es tan extraño lo de la imagen de arriba. Además algunos dirán que la chica sabía lo que hacía y nunca podría pensar que su streaptease -espontaneo o forzado he ahí el dilema- podría generar tan babosas emociones entre la jauría de machos sedientos. Quizás la culpa sea mía por imaginar lo peor y no saber mirar una simple foto.
Quizás aclare conceptos saber que "cuentan sobre el chupinazo que a una chica literalmente la subieron entre cinco, la desnudaron, arrancándole las ropas, y la tocaron, con poca opción de decidir nada"
 Este artículo, Tetas y toros,  ha suscitado la entrada. 
Lo dicho: ¡¡¡Biba San Fermín!!!

09 junio 2013

El triunfo de la escoria


  • ¡Vamos, corre!
  • No es necesario, no están.
  • ¿Cómo que no están? Siempre están.
  • Convéncete, la gran luz acabó con ellos.
  • ¿Estás seguro? Eran muy fuertes no puede terminar con ellos una simple luz llegada de arriba.
  • Pura apariencia. No eran nada. Muchos y ruidosos pero insustanciales para el mundo. Sobreviviremos a su ausencia.
  • No sé si hacerte caso, eran taimados y vengativos, puede que esten escondidos esperando la oportunidad de caer sobre nosotros
  • ¿Nosotros? No me hagas reír, nunca les hemos preocupado lo suficiente. Nos usaban para darse miedo o para culparnos de sus dolencias y epidemias. Estamos mejor preparados para la supervivencia pero ellos prefirieron ignorarlo o quizás solo se atrevían a susurrarlo en voz baja, como si se tratara de una pesadilla imposible. Solo éramos la escoria que se alimentaba de su propia escoria. 
  • Pues si es así, al menos debemos reconocer que han sido muy generosos. Tras su marcha nos han dejado preparado un fabuloso banquete. 
  • Es cierto, dejémonos de cháchara. Mueve tu sucio culo de rata y disponte para el gran festín.

08 mayo 2010

Amistades exquisitas

Vas al mercado, compras una merluza y le pides a la vendedora que te la limpie. De algún remoto rincón de su delantal blanco surge un enorme cuchillo que con inusitada pericia se hunde en el lomo del pescado. Una hendidura longitudinal e inapelable en la que ella puede introducir sus dedos gordos y sacarlos ensangrentados con las vísceras del pez. Ya limpio, la vendedora se dispone a cortarle la cabeza.
  • No, espere. Quiero verle los ojos antes de que lo decapite.
La mujer lleva treinta y cinco años limpiando pescado pero nunca ha oído nada semejante. 
  • Si quiere se lo dejo entero.
  • De acuerdo, me lo llevo así.
¿Cómo le vas a decir a la ya sorprendida vendedora que esa exquisito gadiforme se ha atrevido a lanzarte un guiño de complicidad justo en el momento de perder sus vísceras? 
Llegas a tu casa nervioso, entras en la cocina y despejas la mesa. 
A duras penas  logras desenvolver el paquete. 
En el armario coges un plato grande de loza y colocas la merluza encima. 
Te alejas de la mesa para tomar las debidas distancias. 
Respiras hondo y tiemblas, ya que la pregunta que vas a hacerle martillea en tu cabeza desde hace rato.
  • ¿Nos conocemos de algo? 

16 noviembre 2009

Gatos que no quieren ser mascotas

Estamos en el año 2000 y pico después de Cristo. 
Toda la Gatia está ocupada por aburridas mascotas caseras...
¿Toda? 
!No! 
Un callejón poblado por irreductibles gatos callejeros resiste todavía y siempre al invasor. 

Y aunque la vida no es fácil con tanto vehículo motorizado, 

tanto rico manjar envenenado, 
tanta obsesión humana por la limpieza urbana,
y tanta mala bestia a dos patas
dispuesta por capricho a despanzurrar a un precioso gatito;
tampoco quieren convertirse en castrados gordos neuróticos  
con cita mensual en el veterinario
siestas de veintidós horas 
y paseos rutinarios entre dormitorio, sala y cocina.  
Simplemente es su derecho ¿o no?. 

05 mayo 2009

El Gandhi de los puercos


  • Señor Pigcerdá... ¿puedo llamarle señor a pesar de su condición porcina?

  • Sí, sin problemas; aunque prefiero que no lo haga en presencia del resto de la piara o me perderán el respeto.
  • Lo haré, no se preocupe señor Pigcerdá. Pues como le decía nuestro laboratorio ha decidido llegar a este acuerdo en la idea de que contribuirá al beneficio y desarrollo de ambas partes.
  • En resumen, a cambio de nuestro consentimiento a unos pinchazos de nada entre miembros enfermos de nuestra especie, su laboratorio nos garantiza un futuro próspero y duradero.
  • Exacto, estamos en condiciones de conseguir que la especie humana deje de alimentarse de chorizos, costillares, jamones, lacones y demás parafernalia cárnica procedente de sus apetitosos cuerpos.
  • Le ruego que no sea tan descriptivo, caballero; lo que para ustedes es un manjar para nosotros es una desgracia. Por cierto, si no recuerdo mal, eso también se lo prometieron a las aves cuando aquel virus y las cosas no han cambiado. Siguen siendo asesinadas a millones cada día.
  • Las aves son más apreciadas como alimento por la raza humana al no haber tabúes religiosos y culturales contra ellas. Ustedes son cerdos y tienen mala prensa. No será tan difícil convencer a la gente de que a los marranos mejor ni tocarlos. Hay un montón de gente que aunque que sea por interés, está de nuestra parte: políticos, científicos, periodistas, la OMS etc...
  • Sin embargo el acuerdo con las aves fue un tanto desigual. Ellas no notaron un descenso de la mortalidad entre su clase pero ustedes se forraron vendiendo la vacuna a los gobiernos. El miedo les da buenos dividendos.
  • Es el negocio y no deben preocuparse, con parte de los beneficios podemos financiar campañas de los vegetarianos en favor de una comida más sana. El problema no está en que los gobiernos adquirieran las vacunas, si no en que no la usaron y quedó almacenada. Ahora queremos proporcionarles esa oportunidad y así nosotros podemos seguir produciendo vacunas. Somos parte del mercado, si no vendemos no hacemos caja. Nuestra lógica es la lógica de la oferta y la demanda.
  • No entendemos sus lógicas, solo somos cerdos. Lo único que nos interesa es prolongar nuestras vidas todo lo que nos sea posible y no ser la parte más suculenta de una dieta carnívora.
    Dígame ¿puedo firmar con el hocico?
  • Sí, sí no hay problema. Señor Pigcerdá.
    Amigo, va a entrar con todos los honores en la historia porcina. Dentro de unos años será reconocido como el Gandhi de los puercos. No le quepa la menor duda.

14 agosto 2008

Agujeros de torero

-Lo que no pue ser no pue ser, maestro. 
-Con tanta cornás tiene más agujeros en el cuerpo que pelos tiene mi parienta en sus santas partes. 
-Me debo a la afición, a los toros, a todo ese arte y señorío que brindo cada tarde en las plazas de España y del extranjero. 
-Además la comparación con su mujer, a la par que ordinaria, es manifiestamente desafortunada ya que la interfecta debe ir muy sobrada de vello tal como puede observarse por los muchos que le salen en el bigote. 
- (Susurrando)"Dios mío y pensar que cuando lo conocí era analfabeto. Qué pedante se ha vuelto el maestro con tanto intelectual tauromaníaco haciéndole las gracias". 
 -¿Decías? 
-Qué na. Qué usted mismo. Que recuerde que desde su misma boca ha salío que por las mañanas después de ducharse tiene cierto parecío a la fuente de la Cibeles, ya que a falta de caños, usted echa agua por todas las llagas y eso que ha gastado sus buenos cuartos para que le remendaran las carnes. 
-La culpa la tienen mis amantes ocasionales. Con su manía de sobame las cicatrices, se me abren y lo dejo todo perdío. ¿Recuerdas a Tomás? No mi colega, me refiero al otro, al apóstol. Pues las hijas de su madre si no meten las pezuñas hasta el fondo no se convencen de estar ante un auténtico matador. 
-Tiene que tomar medidas, maestro, que le traten con más delicadeza. Recuerde lo mal que lo pasamos hace tres meses cuando lo quisieron condecorar en su pueblo y tardó un buen rato en encontrar chicha disponible en su cuerpo para que le pusieran el pin. Y hace un mes, cuando en Sevilla, a punto de salir al ruedo, hubo que recolocarle el hígado ya que le sobresalía del traje de luces. 
-Quieto parao, apoderao. Soy torero y me debo a la fiesta. La fiesta lo es todo para mi. Las cicatrices son la razón de ser de mi mundo, de mi gracia. Me hacen más torero, más artista. Creo que incluso me santifican. ¿Qué importan las heridas cuando gracias a ellas puedo alcanzar la inmortalidad en mi arte? 
-Alcanzar la inmortalidad matando, bonita idea; aunque algo dura de entender. 
-Todos los grandes de la historia la han practicado sin escrúpulos sobre todo con otros seres humanos. ¿A quién le preocupa unos miles de toros más o menos? La fiesta exige sacrificios para ser más grande. ¡Todo por la fiesta, apoderao! 
-Todo por la fiesta, maestro

09 diciembre 2007

Se han largado



  • Se han largado.
  • ¿Quienes?
  • Los hombres.
  • Estarán escondidos.
  • Imposible, los descubriríamos. Son muchos y ruidosos.
  • ¿No hay nadie en las calles?
  • No hay nadie en ninguna parte. En las calles, en los coches, en las viviendas, en las universidades, en los colegios, en las iglesias, en los cines, en los museos, en las bibliotecas, en los teatros, en los estadios, en los restaurantes y bares, en las tiendas, en los autobuses, en los trenes ...todo está vacío.
  • ¿O sea que queda su mierda, no?
  • Sí, claro. Los restos de su GLORIOSA civilización. Hi hi hi hi.
  • ¡Qué bien!. ¿Entonces que esperas para mover tu culo de rata y correr a darnos el gran festín?