24 julio 2014

Desalojo en el Olimpo

Los cimientos de la gran mansión se estremecieron tras los golpes implacables. Un portero agitado y confundido corrió a abrir la enorme puerta principal. Con sus manos colosales empezó a manipular el cerrojo. La maniobra era lenta y complicada. Optó por tranquilizar a los impacientes visitantes murmurando entre dientes:
  • Ya voy, ya voy. No hay prisa, somos inmortales.
El portón se abrió del todo y una sombra oscura le cegó los ojos. Pegó un manotazo en el aire y rozó un manuscrito que alguien sostenía con firmeza delante de sus narices.
  • ¿Qué coño es ésto? - acertó a decir
Detrás del  escrito apareció una cabeza poderosa y llena de cicatrices bajo un yelmo dorado que relucía al sol de la mañana.

  • Soy el Arcangel Miguel, comandante en jefe de las Milicias Celestiales, y tengo una orden de desalojo para los ocupantes de esta mansión.
  • Yo soy Hércules, el portero del Olimpo y afirmo que usted ha perdido el juicio. ¿Pretende desalojar a los dioses griegos de su morada sagrada? Valiente chorrada.
  • Sólo cumplo órdenes. Los papeles del desahucio están en regla. El mismo Yahveh los ha firmado.
  • Aquí su Yahveh no tiene competencias. Este es territorio politeísta y estamos a salvo de los caprichos de su dios judío.
  • Se confunde usted. El mundo ha cambiado mientras ustedes seguían con sus golferías, su desenfreno y sus noches locas de baile, sexo y alcohol. Los humanos están de nuestro lado. Se sentían desprotegidos y han optado por la solución más segura y convincente: acogerse a un único dios omnipotente con las ideas claras sobre lo bueno y lo malo. 
  • No tiene mérito, han usado métodos mafiosos. Se han aprovechado de sus temores, han jugado con sus miedos y ahora les siguen como corderitos asustados. 
  • ¿Que hay de malo en ello? No tienen porque preocuparse, solo obedecer ciegamente una doctrina  y tirar para adelante. 
  • ¿Y que pasa con los que se rebelan? ¡Qué pasa con los que quieran pensar por si mismos? Su mandamás tiene muy mala leche con los descarriados. Nosotros en cambio no nos consideramos mejores que ellos. No los condenamos por ser diferentes. Somos la proyección de sus virtudes pero también de sus defectos. Nos mezclamos sin problemas y hasta yacemos con ellos, sin remordimientos.
  • Porque solo les gusta el vicio, el bullicio y  la perversión. Ese tiempo ha pasado. Ya no hay sitio para ustedes en el mundo que se avecina. 
  • Eso es lo que usted se cree. El mundo humano es mucho más rico y complejo de lo que piensan. Además es antojadizo y caprichoso, lo que es válido para hoy puede no serlo mañana.
  • Puede ser, pero mientras tanto sus fieles se han pasado al dios judío y le aviso que lo que hacen los judíos va a misa. Yo no me lo tomaría a broma. Además he venido acompañado de cien divisiones de ángeles con las espadas flamígeras bien dispuestas. 
  • No me convencen sus amenazas, están demasiado acostumbrados a que todos se plieguen ante ellas.
  • ¿No me cree? Puede mirar detrás de mí.  Ahí las tiene, alcanzan hasta la línea del horizonte. Hay ángeles, arcángeles, querubines, serafines, tronos, dominaciones, virtudes, principados, potestades. No creo que sus dioses oxidados y con resaca matinal puedan enfrentarse a nuestras legiones con la más mínima  posibilidad de éxito. Despierte y espabile a sus inmortales, convénzalos para que cojan los bártulos y lárgense cuanto antes de aquí. Busquen refugio en algún paraíso olvidado, en los libros de mitología o en el arte. Quizás tengan éxito como iconos laicos o modelos para artistas venideros.
  • Volveremos, no le quepa la menor duda. Más pronto o más tarde se cansarán de tantas oraciones y  privaciones. De tantos pecados y penitencias. De tanto cuartel y tanto templo. Dejarán de mirar a un futuro soñado y decidirán vivir en el hoy urgente. Se olvidarán de los santos y volverán a bailar con ninfas y sátiros. No hay un pecador debajo de cada hombre, hay un pagano que quiere sonreír a la vida. Recuérdenlo cuando atormenten a los diferentes.

14 julio 2014

Principio y final para una historia victoriana

COMIENZO 
El 7 de Marzo de 1879, en la época gloriosa de la reina Victoria, apareció en el Illustrated London News un artículo firmado por Thomas Richard Stephens. El citado caballero, discípulo del pionero de la fotografía William H. Fox Talbot y miembro fundador de la Sociedad Teosófica de Madame Blavatsky, hablaba de sus ensayos con un nuevo modelo de cámara fotográfica que según decía: "podría servir para retratar el alma humana”. 
Pasó el tiempo y del inventor e invento poco más se supo. En los mentideros de Fleet Street se habló de que Stephens trastornado por un extraño descubrimiento había acabado sus días arruinado, enloquecido y alcohólico en un centro de acogida del Salvation Army en el East End.
 En 1894, el célebre anticuario Cornelius Adams, recibió un paquete sin remitente en su atestada tienda de Covent Garden. La abrió con cierto recelo, en la capital había cierta psicosis de bomba tras el atentado anarquista del 15 de febrero contra el Observatorio de Greenwich. Aparentemente, aquello parecía una vieja cámara semejante a las utilizadas 20 años atrás en los gabinetes de fotografía pero de un tamaño desproporcionadamente pequeño y sin trípode. Con todo, lo más curioso era el montón de cables negros que salían de su parte inferior. El aparato venía acompañado por un cuaderno de tapas doradas semejante a un breviario. Cornelius abrió la libreta y empezó a leer el texto. Aquel hombre devoto, miembro de la ilustrada minoría católica que seguía las tesis del Cardenal Newman, no pudo dejar de lanzar una maldición y sentir un profundo escalofrío a medida que las líneas de aquel extraño diario desfilaban delante de sus ojos. 
El reverendo John Gordon Ramsey saboreaba cada minuto de su presente tranquilidad en Bute Street, a escasos cinco minutos del nuevo Museo de Historia Natural. Para él aquello era una justa recompensa tras los sinsabores sufridos en su larga y agitada vida pastoral. Después de dejar jirones de su piel entre los mineros de Newcastle o los estibadores de Cardiff había encontrado un oasis de calma burguesa en aquella pequeña parroquia de South Kensington. Habían pasado los tiempos de la furia anticatólica y aunque era consciente de que para sus vecinos no dejaba de ser una presencia algo molesta y poco chic ya que en cierta medida rebajaba el nivel del barrio, tampoco sentía a su alrededor aquella animadversión profunda que había encontrado entre sus paisanos de Londres cuando era un joven seminarista. Ni siquiera tenia necesidad de justificarse ante los viejos conocidos de otra épocas. Estaba seguro de si mismo. Había sido un sacerdote ejemplar en circunstancias excepcionales y ahora tenía derecho a su premio. Cornelius Adams era su amigo. Con él compartía largas veladas alrededor de una mesa de ajedrez donde hablaban reposadamente de teología, de política, de arte o de literatura. Rara vez de cuestiones personales. Y sin embargo aquella noche ...
Aquella noche todo fue diferente. Nunca había visto al anticuario en semejante estado. Ni siquiera cuando un grupo de belgas le había querido estafar con un falso escritorio estilo Chippendale. Su rostro demacrado reflejaba una tensión infinita. Sus ojos oscuros se apagaban y encendían sucesivamente forjando llamaradas de pánico. El hombre que llamó a su puerta a las diez y cuarto de de una fría noche de marzo, llevaba un abismo oscuro en su interior.
FINAL
Tres sombras oscuras proyectándose sobre el tapiz verde de Hyde Park. Apenas unas manchas de ceniza, cercanas al lago Serpentine, que el viento matutino se encargará de esparcir en pocas horas. El detective Barrow se ajustó el  gastado bombín, abrochó los botones de su gabán, puso las manos en los bolsillos y observó como se desperezaba la ciudad dormida, más allá de las rejas, en los altos del Speakers' Corner
Carruajes de reparto, landós particulares con la capota cubierta para combatir el rocío y el par de bobbies que le habían acompañado alejándose en bicicleta del lugar del espanto. Nada más. Sereno, claro, tibio. Se anunciaba un hermoso día de septiembre pero él no estaría en condiciones de disfrutarlo.

02 julio 2014

Hasta que el adolescente se arrepiente

El hombre, ese ser de casi infinita curiosidad, capaz de bajar en frágiles cápsulas a las simas oceánicas para descubrir los hábitos alimenticios del calamar gigante o de enviar señales de radio a los rincones más escondidos de la galaxia en busca de vida inteligente, todavía no ha sabido como descifrar y entender la mente de los adolescentes.
Hasta ahora...
El Centro de Investigación sobre Enemigos Potenciales (CIEP), exitosa corporación que acaba de identificar el infecto nido de subversivos comunistasleninistasbolivarianoscastristasfiloetarras que habita en nuestro maravilloso expaís, anuncia:
que ha descubierto al fin lo que se esconde tras la habitual grosería adolescente,
su falta de delicadeza con sus esforzados progenitores,
su desprecio hacia la instrucción pública y privada y a sus mal amados profesores,
su egoísmo,
su antipatía,
sus aires resabiados y su bravuconería sin fin,
su abandono de una vida deportiva y saludable para caer en las simas del vicio, el sexo, las drogas y rock and roll.
Sí, el Centro de Investigación sobre Enemigos Potenciales (CIEP) puede anunciar al mundo que ha descubierto la organización secreta que se apodera de las mentes de nuestros adolescentes hasta llegar a la edad adulta.
Se llama ACNE (Adolescentes Comprometidos en Neutralizar a sus Enemigos) y es una sociedad secreta de tipo yihadista que exige absoluta fidelidad a sus miembros so pena de ser considerados unos niñatos de mierda y ser torturados sin piedad por el resto, el llamado bullying, hasta el cambio de las circunstancias vitales de los contendientes.
Los mecanismos de alistamiento son sencillos y se pueden producir en un recreo escolar, en la calle o incluso en las redes sociales de Internet. Siempre hay uno que sabe, que está adentro y reprocha al otro que todavía sea tan capullo como para no saber lo que debería saber.  Llegar a ese conocimiento es el pase de entrada a esta guerrilla ultrasecreta y violenta (casi siempre de boquilla). 
¿Y qué es lo que se debería saber? 
En tiempos antiguos había que conocer secretos arcanos de la condición humana: cómo se hacían los hijos; quién era en realidad los Reyes Magos; los secretos placeres de los besos, del coito y del onanismo así como la mejor forma para conseguirlos...
En tiempos recientes, el exceso de información ambiental ha descartado esos conocimientos obvios y más propios de una aula de párvulos para en su lugar acogerse a otros más intrincados y salaces que el Centro de Investigación sobre Enemigos Potenciales (CIEP) todavía no ha podido descifrar en su totalidad.
Lo que si se sabe es que cuando el nuevo miembro entra en la organización, encuentra en ella un lugar amigo y acogedor donde sentirse a gusto y fumarse un pitillo. 
Puede alejarse de la odiosa benevolencia paterna convertida en su principal obstáculo para encontrar un agujero en el mundo y poder respirar a gusto. 
Se siente uno militante con una causa por la que jugarse los sudores, 
con un enemigo a mano para sentir desconocidos y morbosos placeres
y encima te sientes protegido por un ejército de camaradas que sienten lo mismo que tú.
Luego llega un día en que el adolescente se arrepiente, 
intenta olvidar su pasado militante 
y mira al futuro con ojos cambiados.
Estar alerta y en guardia, pero si tenéis un yihadista adolescente en casa no llaméis a la CIA, al CNI o al Mossad
Pensad que también vosotros habéis sido unos adolescentes arrepentidos y lo dejasteis atrás.