21 febrero 2018

Revueltas en el Congreso de Incrédulos


Esta mañana ha habido graves incidentes en las inmediaciones del Auditorio de Sermones, Monólogos y Paliques, donde el Movimiento Internacional de Incrédulos e Incrédulas, M.I.I.I.,  celebra su congreso anual.

Desde primera hora,  grupos de manifestantes de diversos colectivos, los autodenominados creyentes, intentaron acercarse al recinto portando bengalas y gritando insultos y consignas.
 Tibios, blanditos, negratas, racistas,  traidores, carnacas, taurofilos, animalistas, homófobos, heterófobos, maricones, machirulos, feminazis, renegados, ateos, beatos y otras epítetos de similar naturaleza fueron coreados por unos y otros manifestantes en ocasional concurrencia.   Agentes antidisturbios hicieron acto de presencia para impedir que la muchedumbre se acercase al auditorio y permitir el paso a los congresistas que en algún caso fueron objeto de las iras de los manifestantes, tras el lanzamiento  de tomates y otras especies vegetales en dudoso estado.

Ya dentro se han producido fuertes tensiones entre los diferentes grupos que optan a la dirección de la organización.
Por un lado, el sector moderado, representado por los denominados Curados de espanto, pretende darle al movimiento un perfil más abierto e interclasista en la perspectiva de poder incorporar a nuevos sectores sociales disidentes, de lo que ellos llaman, "las creencias obligatorias e imposibles creadas por el sistema".
Por su parte, el grupo mayoritario, A mí con esas no, donde se encuadra el secretario general actual, Aunquemiro Noloveo, acusa a los anteriores de pasividad y complacencia con los creyentes, "los delirantes" en la terminología de la organización, al tiempo que reclama un mayor compromiso ideológico desde una visión "rigurosamente incrédula". 
El sector renovador, formado por los sectores más dinámicos y contestatarios de la incredulidad organizada, se ha agrupado recientemente en la plataforma No me creo nada y pretende darle un aire lúdico e innovador al movimiento bajo el lema “De perdidos al río”. 
Seguiremos informando.



(No, no me puedo olvidar del maestro)