1) La historia del patito feo convertido en cisne es un cuento pergeñado por el escritor danés Hans Christian Andersen con la loable intención de dar esperanzas de redención a los especímenes más apaleados de la raza humana. Además el texto, aunque muy bello, se impregna de cursilería cuando escribe aquello de:
Rizó entonces sus alas, alzó el esbelto cuello y se alegró desde lo hondo de su corazón.
- Jamás soñé que podría haber tanta felicidad, allá en los tiempos en que era sólo un patito feo.
2) Sí, sí, también son un puro embuste las variadas "aversiones" de la historia de la rana, que metafóricamente salió rana, al abandonar su condición y rebajarse a ser príncipe tras el consabido ósculo de la doncella heredera.
3) Taimadas leyendas ancestrales nos hablan de hombres convertidos en lobos, de hombres murciélagos, de hombres osos, etc.... En realidad, solo son cuentos para adoctrinar a cachorros inocentes y encender a viejos apagados cuando se reunían todos alrededor del calor de la lumbre en las frías noches de invierno sin electricidad.
4) Cada una de esas historias de transformismo son falsas y de ello se desprende una única verdad verdadera para todas las especies:
Ustedes que nacieron urracas, morirán urracas.
Y sobre todo ustedes, que nacieron patos, morirán patos.
5) Si a pesar de nuestras advertencias, siguieran con sus absurdas intenciones de modificar su imagen original con alargamientos de cuellos de pato para parecer cisnes, injertos de espinas en hormigas para parecer abejas, modificación de cuerdas vocales anfibias para complacer princesas y un largo etcétera ...nuestro equipo de diseño EDEN rehusa y rehusará por siempre desde este punto y hora, cualquier responsabilidad en tan fenomenal desaguisado. Allá penitas. Recuerden la desaparición de los dinosaurios y lo que dijo el señor Darwin al respecto de la evolución de las especies, proceso que debe ser natural, armonioso y nada atolondrado.
6) Algunos de ustedes nos hablan de los progresos de la cirugía humana. Bah, pura banalidad. Unos pechos más grandes o pequeños, unas nalgas que se reducen, una nariz que se acorta, un sexo que aparece o desaparece como conejo en sombrero de mago. Vulgares juegos malabares de torpes aprendices de demiurgo. Nosotros, profesionales del diseño natural, desdeñamos esta forma indigna y no reglada de intrusismo profesional.
Por todo lo dicho, exigimos de todos los seres vivos, el inmediato cese de toda aspiración de cambio físico no justificado por fuerza mayor. Si así no se hiciese, nuestro Equipo de Diseño de Especies Animales - EDEN - abandonará este mundo mutante y se irá allá donde nuestra actividad sea debidamente reconocida. ¿No han oído hablar de la deslocalización industrial?
Pues ya saben...¡¡¡a ponerse las pilas!!