28 febrero 2019

Al habla el Negociado de Revoluciones Pendientes

  • ¿Negociado de Revoluciones Pendientes? Dígame
  • Mire  es que soy tornero fresador en una fábrica de herramientas agrícolas y me han dicho que tienen ustedes un catálogo de actividades bastante cojonudo.
  • No emplee esa palabra, por favor, es impropia. A ver, tenemos un surtido amplio de acciones ludico revolucionarias. ¿Es usted animalista?
  • ¿Animalista? Tuve una gata que se me murió hace dos años. Pobrecilla, me hacía mucha compañía
  • Por favor, vayamos a lo concreto. ¿Cree que hay que abolir los zoologicos y acuarios? ¿Cree que ordeñar a las vacas es una forma de esclavismo o que la pirotecnia debe ser erradicada porque estresa a las mascotas?
  • Pues...
  • Déjelo, busquemos por otro lado. ¿Es usted vegano?
  • ¿Cuando dice vegano se refiera a vegetariano?
  • Los veganos nunca se alimentan con productos de origen animal, en cambio los vegetarianos  pueden hacerlo. Déjelo, no creo que le interese esta propuesta. La actividad consistiría en manifestarse indefinidamente delante de carnicerías y charcuterías contra el especismo que por si no lo sabe, es la discriminación contra los animales por considerarlos seres inferiores.
  • Reconozco que he matado algún mosquito y he cocido marisco en agua caliente. Con respecto a lo otro, lo siento, pero no tengo un tiempo indefinido,  en la fábrica solo me dan dos semanas de vacaciones.
  • Debe ser triste acabar en una fábrica cuando podría hacer otras cosas. ¿No ha encontrado una salida profesional a sus estudios?
  • Abandoné mis estudios muy pronto y además me gusta trabajar con la fresadora.
  • Vaya, un obrero de verdad, toda una novedad en este negociado. Debe ser agotador ser un currante de los antiguos. Con capataces negreros, hiperexplotación y todas esas cosas tenebrosas.
  • Bueno, ahora no es tan trágico como en la época de Dickens.
  • ¿Es usted fascista, acaso? Tenemos varias actividades interesantes si le va esa línea. Puede reivindicar que no saquen del hoyo a Franco  o pedir la expulsión de todos los inmigrantes o si quiere, tenemos un pack muy completo reclamando desde la prohibición del aborto, hasta acabar con las autonomías y los matrimonios homosexuales.
  • No van por ahí los tiros.
  • ¿Cazador?  Pronto habrá varias manifestaciones muy interesantes de la comunidad escopetera defendiendo el mundo rural y contra lo que ellos llaman insidias y calumnias de los animalistas y antitaurinos.
  • Eso no es lo mío.
  • Pero usted es un varón blanco europeo de mediana edad, probablemente heterosexual, eso limita mucho sus posibilidades revolucionarias. ¿ Qué piensa de los inmigrantes?
  • No me molestan, tengo un amigo, Ibrahim que vino de Marruecos y...
  • Con eso de que no me molestan lo ha dicho todo. Pasemos a otro tema, su caso se está poniendo difícil. ¿Es usted patriota? 
  • Tengo fobia a las patrias. A sus himnos y a sus banderas.
  • ¿Anarquista eh? Pues tenemos en nómina a un grupo okupa partidario de la acción directa que acaban de desalojar de una vieja mansión y que quiere hacer una gran demostración de fuerza.
  • Basta.  De una puñetera vez, ¿no me puede ofrecer alguna acción revolucionaria de clase? Un conflicto obrero tradicional. por ejemplo. Nada del otro mundo. Podría ser una de esas revueltas antiguas, con pancartas y banderolas rojas exigiendo mejoras salariales o reclamando que no cierren una empresa. Con una caja de resistencia, ocupación de fábricas y vigilándolo todo, una horripilante unidad de antidisturbios acariciando sus porras, colocándose los cascos o engrasando sus escopetas de pelotas de goma.
  • Lo siento, ese es un producto que hemos dejado de trabajar, no tiene mucha demanda en estos tiempos, salvo casos puntuales. Pero usted es obrero y sabe del tema, organice algo  por si mismo.
  • Yo no podría organizar nada, solo soy un tornero fresador, recuerde. En el mercado de las reivindicaciones. la acumulación de luchas diversas, por muy justas que sean, estropean las mejores intenciones. 

12 febrero 2019

Rebelión amena en la colmena

  • Hola, amigos. Soy el sapo Pepe Perreras . Bienvenidos al programa preferido por todos los animalistos: Al bicho vivo. Hoy con un tema de rabiosa actualidad: ¿Qué está pasando en nuestras colmenas? ¿Por qué están tan alteradas nuestras laboriosas y gentiles abejas? Y para hablar de todo ello, damos paso a nuestro corresponsal en el micromundo entomológico, Petunio Zalamero, el escarabajo pelotero. ¿Cómo va la asamblea, Petunio
  • Zumbona y volátil. De tal animal, tal condición. Pero antes de nada quisiera hablar una vez más de nuestro agraciado conductor. En el sapo Perreras se aúna la inteligencia poderosa con una fuerza de voluntad digna de un dios antiguo. A mayores su capacidad comunicativa... 
  • ¡Basta! Te ruego que te centres en la asamblea de abejas obreras y dejes los piropos para otra ocasión.
  • No se diga más, amado monstruo, pero quiero que sepas que eres mi modelo de virtudes a seguir. Pues aquí las cosas están que arden como decía. El Sindicato de Abejas Obreras está pasando por unos momentos realmente difíciles. Lejanos quedaron los tiempos en que las bravas sindicalistas se jugaban las alas en defensa de las curritas. Aquellas luchas para hacer las celdas más espaciosas y aireadas. Para aumentar el tiempo del bocadillo de néctar de media mañana. Para denunciar la actitud perezosa y displicente de los zánganos, esos machos inútiles y aprovechados. Para visibilizar la necesidad de hacer una selección más rigurosa, democrática y asamblearia del enjambre que acompañe a la vieja abeja reina en la búsqueda de nuevas colmenas ... etcétera.
  • ¿Qué ha pasado entonces?
  • Lo que pasa siempre, amado maestro. Poder y apoltronamiento van unidos como la carne y el hueso. ¿Quién le pone objeciones a una abeja con pretensiones? Yo, por supuesto, no. Fundamentalmente por el posible picotazo. En resumen: las abejas jóvenes están hasta las mismísimas corbículas de las maniobras del sindicato y las cosas han estallado en plena asamblea con consecuencias imprevisibles. 
  • Detalles, Petunio. Queremos detalles.
  • Pues bien, el colectivo de abejas no pecoreadoras, es decir las jóvenes que no pueden salir de la colmena, manifiestan que mientras ellas se matan trabajando; las viejas, con la complicidad del sindicato, están de jarana fuera de la colmena, sin pegar palo al agua y el nectar y polen no lo recolectan ellas, si no que lo consiguen trapìcheando con las apidae de las otras colmenas.
  • Eso es grave, Petunio. Muy grave. 
  • Es grave, pero no es todo, Perreras. También se dice que los del sindicato tienen una larva escondida a la que suministran ilegalmente jalea real, para convertirla en reina y utilizarla luego como posible alternativa a la heredera, a la que acusan de no apoyarles lo suficiente y dedicarse al puro desenfreno con la compañía de un montón de zánganos desocupados. Por último... 
  • ¿Todavía hay más? 
  • Sí, Perreras. Se comenta que los del sindicato han repartido entre los suyos los puestos del enjambre que saldrá con la vieja abeja reina cuando tenga que abandonar la colmena y crear una nueva comunidad. Así la organización se difundirá de forma irreversible por el resto del colmenar. 
  • Habrá una buena bronca. 
  • Los aguijones están preparados. Será una bonita batalla. Pero los del sindicato son muy listos y se las saben todas. Seguramente, los alborotadores juveniles quedarán neutralizados por las buenas, ofreciéndoles algún puesto o regalándoles alguna prebenda, o por las malas, es decir, arrancándoles directamente el pellejo con la ayuda de potencias extranjeras. 
  • ¿Con ayuda de potencias extranjeras? ¿Qué me cuentas, Petunio?
  • Te cuento lo que se cuenta, solo es un rumor, adorado Perreras. Por lo bajo se dice que los del sindicato han contactado con las terribles avispas asiaticas, las espantosas velutinas, para el caso de que las cosas se pusieran muy crudas. 
  • Alta traición, eso es terrible Petunio. Muchas gracias por tu increíble exclusiva.
  • Y que conste, Pepe, que no me has dejado hablar de tu estilo colosal y de tus virtudes desmedidas. Eres el monarca absoluto de la comunicación bicheril.
  • Déjalo ya, te lo ruego.
  • Un puto amo genial. ¿Cuando hablamos de lo mío?
  • En otra ocasión, Petunio, no es momento. Lo dejamos por hoy.
  • Como quieras, divino Perreras.
  • Hasta la vista, amigos. Este ha sido nuestro programa para todo el orbe animal. Periodismo en profundidad. Periodismo de calidad. Periodismo en vivo. Periodismo Al Bicho Vivo.