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11 mayo 2023

Un sapo arisco, un sol ardiente y una luna generosa

Odiaba su condición de sapo. Por eso al llegar la noche, cuando sus semejantes empezaban su jornada, huía y se escondía en lo más profundo de los cañaverales para quejarse de sus  males y pesares: 
  • No tengo la belleza del flamenco, ni la elegancia de la garza, ni el ansia de un patito trans que quiere ser cisne. Solo soy un sapo feo, malhumorado y nauseabundo en una pocilga infecta en el culo del mundo.
En la luna de las flores que es la luna de mayo, algo mágico pasó. Mientras el sapo rumiaba entre las sombras su amargura, la luna, condescendiente, sobrada y generosa a destajo, decidió regalarle un halo de luz, a aquel bicho venenoso de abajo. 
Una aureola brillante se posó sobre el sapo, otorgándole un resplandor que parecía sideral.  
¡Qué extasis! ¡Qué contento! Aquel sapo resentido estaba feliz. Ya no era un esperpento.
Con su nueva aureola luminosa pegada a la gabardina, el sapo salió de su escondite y se dirigió a donde la charca tenía la cocina. Saltaba y se hinchaba con orgullo sobre sus patas traseras, exhibiendo su flamante personalidad ante los bichos de la poza. Era, por fin, un tipo de primera cuya presencia causaba sensación. 
Los grillos dejaron de frotar sus élitros. Las ranas quedaron boquiabiertas dejando que se escapasen los gusanos capturados y hasta los mosquitos se detuvieron en el aire para admirar su resplandor. 
 El sapo era la nueva esperanza. El centro de atención. El salvador. Todos querían estar cerca de un tipo con tanta personalidad y tanta convicción. Fueron horas de asombro y euforia. De abrazos compartidos y mucha paranoia. Tiempos para conquistar el mundo, para sentirse como hermanos, para mucha fiesta anfibia y mucha gloria.

 Pero el alba no entiende de verbenas y los after party anfibios aún no se habían inventado. Cuando la aurora se asomó en el horizonte con su jarra de rocío y montada en su ruidoso carro de caballos, la luna temerosa hizo mutis por el foro y se desvaneció. Era cuestión de no dejar nada a la okupación solar y la luna sagaz, se llevó consigo la aureola del sapo. En un soplo, el anfibio se vió desnudo y despojado, en medio de las miradas perplejas de toda la charca amistosa. 
Antes de que empezaran los murmullos y pitidos, humillado, corrió hasta adentrarse en los cañaverales, maldiciendo su suerte. 
  • ¡Que vergüenza! Me han traicionado ¡Maldita luna y su regalo tramposo! Sin duda, se trata de una conspiración urdida por mis enemigos para ponerme en ridículo -gritaba mientras se ocultaba entre las cañas. -¿Cómo pude ser tan ingenuo? ¡Esa luna pretenciosa ha conspirado con los que se decían mis amigos para arruinarme. Pero se equivocan. No soy un simple sapo, tengo mucho veneno y si es necesario me aliaré con el sol para destruirlos.
Todo estaba debidamente planificado y decidido. Esperó al mediodía y desde las cañas observó que el sol era ya grande y poderoso. Salió arriba, se subió a un montículo de tierra y gritó mirando al astro.
  • ¡Oh gran Sol! ¡Te suplico que me otorgues la fuerza para vengarme de la luna y de mis antiguos amigos traidores!
El sol pegaba con ganas y le contestó con fulgurante celeridad. El sapo, nocturno como los de su especie, no aguantó el sofoco y mareado se vino abajo con igual intensidad. Al caer sobre las cañas se sintió ridículo y chamuscado. 
  • He aprendido la lección. En la próxima ocasión, usaré protector solar.

29 marzo 2019

Saturación en la fábrica de miedos

  • Oiga, ¿es ahí la fábrica de miedos e intrigas? 
  • Para servirle. 
  • Buenas noches. Soy el conductor... productor... guionista... presentador... y supremo adalid de El Buque del Misterio.
  • Capitán Biter Kasméndez, que grato honor conocerle. ¿Qué desea? Ya sabe que me tiene a su entera disposición. Considéreme un miembro más de su tripulación.
  • Gracias... gracias, grumete. Pues bien... el objeto de mis dudas... el motivo de mi preocupación actual... el misterio sin resolver que me desconcierta y aturde... el asunto que me está poniendo de los nervios, a decir verdad..., es básicamente. ¿Cuándo, coño, nos van a enviar la remesa de miedo  y misterio que les solicitamos hace una semana? ¿Cuándo, leche? ¿Cuándo?
  • Caray, capitán, soy un gran seguidor suyo y nunca le había oído hablar con tan poco énfasis.
  • Para que vea..., hasta que punto... estoy cabreado... sí, señor... estoy cabreado.
  • Pues respecto a su envío va a tener que tener un poco de paciencia, estamos desbordados de trabajo. No podremos servirle el material hasta después de las elecciones generales.
  • ¿Cómo hasta después de las elecciones? Tengo... varios programas... antes de las putas elecciones generales. Se acerca la Semana Santa ¿Usted sabe, lo importante que es para nuestro programa... la Semana Santa?
  • Recurra a lo de siempre, ya sabe: los manuscritos del Mar Muerto para saber quién era Jesús; el liderazgo de María Magdalena o quizás su noviazgo con el aludido; la traición de Judas por sentirse un cualquiera entre tanto discípulo; la copa de la Ultima Cena entregada a José de Arimatea y convertida en el mítico Santo Grial. Yo que sé.
  • No... eso está muy visto. Necesito temas nuevos... Hay que acongojar a la peña... Mantenerlos tan atentos y expectantes... como para que no se vayan a la cama... y que de alguna manera... sigan viendo el programa... A pesar de los bloques de anuncios... cada 5 minutos de espacio... pero eso nos permite seguir en nuestra aventura...del conocimiento.
  • Todo un negocio, el misterio.
  • Y tiene que seguir siéndolo... Por eso necesito... Realmente, exijo..., las remesas actualizadas de miedo o intriga... Además las he pagado por anticipado, puñeta.
  • Lo siento, Capitan Bitter Jinetérez pero no damos abasto con tanto curro. ¿Usted sabe la que hay montada con la llegada de las nuevas hornadas de fachas, pseudofachas y filofachas? ¿Sabe cuantas peticiones tenemos por parte de sus adversarios políticos para que se activen todas las alarmas? Y los reaccionarios tampoco se quedan tranquilos. No, ni de coña, tenemos cientos de pedidos para meter miedo con  la matraca del izquierdismo, la inmigración, el separatismo o la dictadura de las minorías.
  • La mayoría de los  miedos políticos..., creo yo..., no han variado en décadas. Solo hay un cambio de postales... Unas veces se demoniza una cosa... en otras ocasiones, otra..., pero no hay auténtica variedad... Nosotros... En El Buque del Misterio... tocamos todos los palos... Recurra a las reservas de miedos e intrigas políticas que tienen en la fábrica... sin duda están a bien recaudo... Y si acaso... cambien los nombres a los productos para que no se note la cosa.
  • Siento defraudarle, Bitter, pero tendrá que esperar. Los políticos descubrirían la impostura porque se han vuelto muy tiquismiquis con la pasta y nos vigilan muy de cerca. La corrupción y todo eso ha hecho mucho daño al negocio del miedo. Menos mal que tenemos éxito con un producto tan barato como las fake news. Pero usted también podría hacer lo que nos recomienda: usar los viejos temas parapsicológicos. 
  • Están muy gastados... y la gente no los trata ya con la debida solemnidad... Nadie en sus cabales cree en ovnis, en extraterrestres y en abducciones... Nadie después de Expediente X y el puto E.T... Los fantasmas se han escondido... para no dar risa en un mundo donde todo es transparente, visible, luminoso... Nadie ve apariciones... porque todo el mundo está pendiente del móvil... Luego hay mucho estafador usando Photoshop. Aunque ni eso... ahora todo son selfies... enfocar el careto... y quitarse la pelusilla del propio ombligo... Demasiado ego como para fijarse en lo extraño... Lo extraño que hay en los otros.
  • Pruebe con las psicofonías, eso da mucho susto.  
  • La gente ya no está para ruidos raros... Si oye algo extraño,... cambia de canal o llama a la policía municipal... Nadie quiere escuchar nada que no haya escuchado antes... Y seguramente... confundirían los sonidos extraños... con un nuevo sonido de su celular. 
  • Da mucho miedo todo ¿no?
  • ¿Lo han fabricado ustedes?
  • ¿El qué?
  • El miedo que hay en todo.
  • No, no trabajamos esa línea de producción. Es demasiado corriente y está al alcance de cualquiera. Solo hay que mirar hacia afuera.

20 febrero 2015

No dejes que te maten en Televisión

El periodista viperino no tiene una buena noche. Sabía que iba a ser difícil, su presa es de los que llevan colmillos afilados, pero no esperaba que le lanzase bocados directos a la yugular. Un cambio de roles que le aturde y escuece. 
Se pasa un dedo alrededor del cuello de la camisa sudada y siente que tiene la boca seca. Está nervioso y su mente se ha ido de la tertulia televisiva. El monótono monólogo del representante de la izquierda complaciente no logra interesarle. 
Cambia de postura. Se decide a mirar la tablet con angustia. 
En Twitter se están riendo de sus intervenciones. Los memes son hirientes y dolorosos. 
Se agita. 
Vuelve a cambiar de postura. 
Cuando llegue el intermedio se tomará un Lexatin con agua. Quizás dos.
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La diva del pueblo no tiene una buena noche. Ha perdido su antiguo empaque y no se siente segura. 
Su popularidad se ha venido abajo por culpa del puto reality show. 
Maldita la hora en que entró allí dentro. No, no es cierto que la pasta lo justifique todo. 
Ha quedado como una mujer ordinaria, chillona y cruel. Ella es la misma de siempre y no entiende porque han cambiado los demás. 
Los colaboradores del programa se están cebando. Los mismos hijos de puta que hace dos meses le lamían el culo. Le falta aire y quiere salir.
Lleva una papelina en el bolso. Le vendría bien una rayita de coca. Sí, una rayita de coca le pondría a tono. Cuando llegue el intermedio interminable. 15 minutos de publicidad.
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El periodista viperino y la diva del pueblo salen corriendo de sus respectivos platós cuando llega la pausa publicitaria a los dos canales de Telerroña.
El servicio para hombres está cerrado. Un
mediático humillado  ha reventado el lavabo a patadas y cabezazos.
El periodista viperino y la diva del pueblo ni se miran cuando chocan por intentar entrar primero en el baño de mujeres.
  • Déjame entrar que tengo prisa.
  • Cuidadito y sin apurar que es el water de señoras y tengo preferencia ¿vale?
  • Vaya, aquí está la diva del pueblo en persona ¿o habrá que llamarte ahora la bruja cateta del pueblo?
  • Te conozco bien, bicho malo. Tú eres uno de esos metemierdas que ya sobran en España.
  • Si me conoces sabrás que estamos en distintas ligas. Yo estoy arriba y tú en el cubo de la basura. Nadie te quiere ya, diva.
  • ¿Y se atreve a decírmelo un monigote al que chotean en Internet un día sí y otro también?
  • No digas nada, si se te va a caer la cara de tanta operación estética, fea.
  • Eres un gusano, un mal nacido, un...
Y la diva del pueblo zapato en mano le fue pa' encima, 
su  mala leche alumbraba todo el plató, 
mientras gritaba el tacón le hundía sin compasión 
cuando de pronto sintió el mordisco de aquel cabrón 
Ñaaaaaaaaaacccccccccc
Y la diva del pueblo cayó en el water mientras veía,
que aquel bicho moribundo aún le decía: 

  • Yo que pensaba hoy no es mi noche, estoy fatal,
    pero diva del pueblo, tú estás peor, es tu final. 
Y créanme gente que aunque hubo ruido nadie salió.  
No hubo curiosos, no hubo preguntas, nadie twitteó. 
Sólo un pringao con los dos cuerpos se tropezó. 
Cogió la papelina, se hizo un selfie y se marchó.

26 octubre 2014

Un selfie con el diablo

Levantó el rabo que llevaba entre las piernas e irguió el pecho para intentar sentirse mejor. Estaba abochornado ante su primer fracaso y para animarse se repitió a sí mismo que era y seguiría siendo el mejor agente comercial de la historia. Nadie lo dudaba y el hecho de haber fracasado con Jesús de Nazareth estaba en lo previsto si efectivamente aquel sujeto era hijo de Dios. No podía saberlo con seguridad, en las castas celestiales le negaban hasta esa información. Querían que hiciera el ridículo con el galileo y bien que lo hizo ante aquel niñato de Dios que lo miraba con cara de asco cual si le ofreciese quincalla oxidada en vez del poder absoluto sobre todos los hombres. Y luego la frase final, con esa rima insolente, fue la puntilla para su orgullo principesco:
  • Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.
Ahora tocaba tirar para delante y ser muy cuidadoso en los tratos futuros. No se volvería a fiar de ninguno de esos profetas que claman en el desierto y atraen a los idiotas con sus patéticos lloriqueos apocalípticos.
Decidió largarse a otra época y alejarse de aquellos tiempos primitivos y antihigiénicos. Se envolvió en su capa, hizo dos giros sobre si mismo hasta convertirse en un tornado y volvió a aparecer  en el desierto. 
No, no era el desierto, el mar estaba cerca y venía un terrible olor a sardinas asadas desde un chiringuito de la playa. No le gustaban las sardinas asadas prefería verlas enterradas en miércoles de ceniza. Viejas costumbres paganas.
  • ¿Oiga, quiere hacerse un selfie conmigo?
Era un niño o quizás un adulto con cara de niño e iba vestido con esos absurdos e incómodos trajes con corbata que eran usados por las clases dirigentes en las postrimerías del siglo XX y principios del XXI.
  • ¿Me conoces?
  • Claro, usted es el diablo aunque no sé si se trata del propio Satanás o de Luzbel, Lucifer, Belcebú, Belial, Mefistófeles o ese que está cojo y que no conozco su nombre.
  • Digamos que soy el Príncipe de las Tinieblas y con eso basta.
  • Me encanta, yo amo la monarquía. ¿Sabe que participé en el besamanos del nuevo rey? Y tengo el número de teléfono de su padre o sea del rey que había antes. Y no crea que me costó mucho conseguirlo. Uno tiene sus contactos y sus mañas. Imagínese como mejoraría mi álbum con una foto suya. Se me abrirían las puertas que aún permanecen cerradas. Son tiempos diabólicos para este país pero también muy tentadores. Podría conseguir muchas cosas si tuviera una foto junto a su Satánica Majestad.
  • Te crees muy listo, muchacho, pero recuerda lo que dice el refrán: más sabe el diablo por viejo que por diablo. Tú eres un crío.
  • Soy un crío pero usted no conoce al detalle lo que se cuece por aquí. Yo le propongo que seamos socios en nuestros negocios.
  • Lo siento, no negocio con niños pijos.
Abrió su americana y sacó del bolsillo interior una tarjeta de plástico color negro que mostró al Príncipe de las Tinieblas.
  • Una tarjeta opaca de esas que repartían los de Bankia a sus consejeros.  ¿Te crees que no estoy informado? ¿Por quién me tomas Pequeño Nicolás? Porqué tú eres El Pequeño Nicolás. No lo niegues.
  • No lo niego, pero mejor llámeme Fran. Lo de Pequeño Nicolás es cosa de los medios.
  • Pues mira, Fran, a día de hoy ese tema lo conoce la opinión pública al dedillo. ¡Pero si llevan semanas hablando de él!
  • Lo que no conocen es que los antiguos poseedores de las tarjetas están como locos por recuperarlas. La mayoría vendería su alma para tenerlas otra vez en sus manos. Y ahí entraríamos nosotros. ¿No le importa si uso el "nosotros"? Reconocerá que unas decenas de capistostes más no le vendrían mal al infierno
  • Esa gente ya está condenada y además no creo que sean tan mezquinos. Hay sindicalistas, políticos de derechas e izquierdas. Gente que se movía por ideales.
  • Gente que ahora se mueve por intereses, jefe. Gente que solo entiende la vida como una transacción incesante de beneficios y privilegios. Son miserables y llevan en sus venas el veneno de la impunidad. No pueden parar, necesitan más dosis. Sabe bien de lo que le hablo, usted los ha conocido a millares.
  • Te equivocas, los he conocido a millones y tú eres uno de ellos. ¿Qué quieres a cambio de mi patronazgo?
  • Poca cosa ¿Se acuerda de las tres cosas con las que tentó a Jesús
  • ¿Quién te crees que eres para recordármelo? Es algo todavía cercano y deprimente.
  • Siento que lo haya pasado mal por culpa de esa experiencia aunque cabe la posibilidad de poder resarcirse conmigo. Piense por un momento que soy Jesús y tiénteme como a él. Con la primera tentación llega, eh Príncipe, solo con la primera. Soy humilde y me conformo con aquel asunto de poder convertir las piedras en panes. Con que me tiente con eso llega. Créame, no soy ambicioso. 
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 ¿Nos bastan las risas?