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18 noviembre 2014

En la charca del sapo Pepe

  • ¿El tocahuevos nace o se hace?
    ¿Es beneficioso o dañino?
    ¿Qué fue antes, el huevo o el tocahuevos?
    En el programa de hoy el debate más esperado por toda nuestra audiencia animal.
    ¡Arriba sintonía!
  • Sí amigos, éste es un programa más de La Charca del Sapo Pepe Perreras y aunque estoy exhausto después de tanto salto también estoy infinitamente contento de que podamos encontrarnos de nuevo. 
  • He de decirlo cuanto antes, hoy nos acompañan  auténticos contertulios animales de postín. A mi derecha tengo a la Vaca Lola, presidente de la Asociación de Víctimas de Insectos Varios. (AVIVA) Aquí os dejo su himno para que la conozcáis mejor:


  • En el centro tenemos a la profesora Mariluz Avestruz, investigadora avícola con amplio curriculum profesional en el estudio y tocamiento de huevos.
  • A nuestra izquierda, un personaje de moda, Zumbón, portavoz de Picamos, el nuevo movimiento que pretende agrupar y defender los intereses de los polémicos dípteros yal resto de bichos insignificantes. También él nos ha traído su canción.
  • Repito mi pregunta: ¿el tocahuevos nace o se hace? Profesora Avestruz, es su turno. 
  • Pues yo que tengo la suerte de haber tocado e incluso incubado huevos de toda clase y condición, creo que se trata de un debate abierto, donde las posturas aparentemente encontradas puede que al final efectivamente terminen encontrándose, siendo aventurado, puramente especulativo y totalmente acientífico decir el momento y el lugar. 
  • Es su turno, Lola
  • Mmmmuuuuchas veces me he preguntado porque nosotras, las vacas, seres privilegiados y productivos del mundo animal, tenemos que sufrir esa lacra en forma de mosquitos, moscas, avispas y toda esa morralla zumbona que amarga nuestros días, nuestras noches y sin darnos un respiro se reúnen en tropel alrededor de nuestras entrañables bostas. Realmente es una atrocidad, un acto miserable, una verdadera vergüenza ...Y YO LE ACUSO A USTED Y A SU ASOCIACIÓN DE MALHECHORES, señor Zumbón, DEL INSOPORTABLE SUFRIMIENTO DE MIS SEMEJANTES, seres pacíficos y tranquilos donde los haya.
  • Lávense, señoras vacas,  que van hechas unas guarras y ya verán como visitamos sitios más apetecibles y propicios. Además ¿por qué se ponen así? Los humanos se alimentan de su leche y de su carne y no por ello se dedican a calumniarlos. En definitiva, son ustedes unas caprichosas incapaces de hacer nada por si mismas. Las limpian, les dan de comer, las meten en establos, hasta se dejan sacar la leche por un tubo. ¿Productivas? ...ustedes son unas INÚTILES.
  • Mmmmmoderador no estoy dispuesta a oír esa clase de insultos. Solicito que ese miserable díptero retire sus palabras. ¡¡¡POPULISTA, QUE TE ALIMENTAS DE MI MIERDA Y LUEGO TE QUEJAS!!!
  • -¡¡¡VACA BURRA!!! 
  • ¡¡¡BOVINA DE LA CASTA!!! 
  • Por favor, señor Zumbón nunca lo había visto perder los papeles. Lola, por favor, esas no son palabras. Mis queridos bichos ...¡¡¡están discutiendo como humanos!!! Si siguen así tendré que  cortar el programa. 
  • BOLIVARIANO JODEVACAS .
  • LAMECULOS DE LOS HOMBRES.
  • Hable usted, Mariluz, por favor. Mariluz, ¿no me oye? ¿Qué hace con la cabeza bajo tierra? 
  • (Casi ininteligible) Yo no quiero saber nada, allá ustedes se la compongan. Vine a hablar de mis amados huevos y no de otras lacras que no me afectan como investigadora. Lo siento, pero no participaré en problemas de índole social que no son objeto de mis estudios. Pueden estar seguros que por nada del mundo pondré en peligro mis prestigiosas plumas y mis huevos 
  • Dice el refrán: oigo mi gallo cantar pero no se en que corral. Amigos y amigas. Animalitos todos. Visto lo visto y oído lo oído, creo que es mejor poner punto final a nuestra tertulia de hoy.  Este lugar no es un corral, es un charca, pero hasta a la más inmunda charca llega el reposo tras el frenesí de la acción y la vida.
    Volveremos la semana que viene. Espérenme.  Hasta entonces el sapo Pepe Perreras les envía su mas cálido y  lindo...

02 octubre 2011

La vaca que guiña (Kaskarilleira Existencial 14)

Lejos de Kaskarilleira el universo se vislumbra extraño y hostil. Por eso sus aborígenes preferimos quedarnos a cubierto, dentro de nuestro cálido mundo familiar y salir a la intemperie solo cuando se hace estrictamente necesario. 
En aquella mañana del naciente otoño me había arriesgado a cruzar los límites fronterizos de Kaskarilleira y asomarme a ese abismo de  degradación que la circunda más allá del cinturón de autovías. Polígonos industriales, almacenes chinos, puticlubs, chimeneas, vertederos incontrolados y un sin fin de naturalezas muertas. Allí, en medio de un barrizal salpimentado de hierba, pacía inalterable una vaca escuálida, singular resto suburbano de la imponente raza rubia que dominaba el país antes de que el vil metal nos trajese a esos hinchados bóvidos holandeses productores de leche.
La vaca pacía y yo la miraba. 

Yo la miraba mientras ella pacía. 
Finalmente, levantó la cabeza en mi dirección y de forma sorpresiva, me guiñó un ojo.  
Soy consciente de mi natural atractivo, reconocido tanto por tirias como por troyanas, pero me sorprendió el gesto del animal habida cuenta de que mis relaciones con esos cornúpetas nunca han traspasado los límites de la pura cortesía. 
Como además de guapo, soy un aguerrido detective privado, me adentré intrigado en el cochambroso pastizal en pos de la dama. No estaba ni a un metro de la interfecta, cuando la muy furcia giro sobre si misma y se largó parsimoniosamente. En ese momento, di un paso tras ella, perdí el equilibrio y caí hacia abajo. 
Aquella era una trampa miserable. Debajo de la hierba había un enorme agujero que me tragó en un segundo. 
Bajé lo indecible por aquel abismo funesto mientras mi dignidad revoloteaba conmigo, cual vestido de Alicia en similar situación.
Caí de culo sobre un terreno pastoso. Más pringoso que pastoso a decir verdad.
Lo toque y un mejunje blanco me manchó los dedos. 
Parecía merengue. 
Era, sin duda, merengue. 
Estaba sentado sobre una enorme tarta de merengue de varios pisos mientras alrededor unos extraños hombrecillos de color verde levantaban sus escuetos brazos hacia mí. Vestían esmoquin carmesí,  lucían unas inmensas orejas de conejo pero parecían felices.
  • Una vil emboscada-farfullé mientras intentaba deslizar mi mano manchada dentro de la chaqueta para encontrar la cartuchera de mi adorada Magnum.
  • No se precipite en tomar conclusiones, detective Arou. No tiene nada que temer de nosotros. Esta es nuestra forma de darle la bienvenida a Ananía. -el que hablaba era un tipo aparentemente semejante a los otros pero con la peculiaridad de poseer una extraña mata de pelo violeta donde los otros ostentaban el cráneo desnudo. Prosiguió su perorata:
  • Soy Gfunderkaltstesick aunque ustedes los de arriba me suelen llamar Xan das Covas. Así lo hacía el hombre en quien confiamos antes de usted llegase. (Ver Confesións dun superheroe) Pobre muchacho, al final como superhéroe no dio la talla esperada. Era un obseso del trabajo fijo. Prefirió devolvernos la capa, el traje de gaitero y ponerse a estudiar para conseguir un  puesto administrativo en nosequé universidad. ¿De que están hechos los hombres de su generación? ¿Cómo pueden renunciar a la gloria por una miserable seguridad profesional? ¿Es que cuando mueran alguien va a colocar en sus lápidas  "Subjefe del negociado 3º de la Sección de Nóminas. Grupo A"? ¿No tienen sangre en las entrañas? Usted al menos parece tener agallas. 
  • No tengo nada que perder. Todo me parece una mierda.
  • Ahora si que parece una mierda.  Salga de ahí y quítese esa ropa manchada. Pero antes...-calló subitamente, callaron los demás y un silencio ominoso recorrió aquella galería subterránea. Me decidí a romper el silencio:
  • ¿Antes?
  • Sí, antes quiero hacerle una pregunta trascendente y que nos mantiene en la zozobra a todos los habitantes de la Ananía: ¿es cierto que hemos bajado a Segunda? 
  • ¿Se refiere usted al Dep...?
  •  ¿A quién me voy a referir si no?-dijo el enano alterado.
  • Pues sí, estamos en Segunda y aún así, no somos los primeros.
  • ¡Mierda! ¿Qué coño han hecho con el elixir que les metimos en el licorcafé?