28 junio 2007

Banco reservado

Querida hija mía:
Espero que estés bien y que no te asustes al recibir esta carta desde la Nada. Fijo que tras el sofoco inicial, te alegrarás de tener noticias mías. Menuda eras tú con esas cosas sobrenaturales que a mí me daban tanto miedo. Ay nena, también sé que eres muy moderna y te gustaría que hubiera usado el correo electrónico para comunicarme contigo pero es que en la Nada no hay servidores adecuados y si los hubiera estarían perpetuamente colapsados por la cantidad de gente que residimos aquí. ¿Te acuerdas de como se pone El Corte Inglés el 5 de Enero a eso de las 8 de la tarde? Pues eso, multiplicado por mil o por diez mil. Tampoco me hagas mucho caso, ya sabes lo mal que se me dan las cuentas. 

Aquí la vida es muy aburrida ya que no hay nada que hacer. Aunque estar en la Nada también tiene sus ventajas: como no comes no tienes que preocuparte por la dieta o por el colesterol. Como no tienes necesidad de dormir no necesitas somníferos. Como no trabajas no te sientes maltratado por ningún jefe. Tampoco te preocupas por si te salen patas de gallo o por el efecto de los radicales libres en la piel. En fin, nena, que no se consuela quien no quiere. 
A lo que iba hija mía. Dentro de pocos días te jubilarás de la empresa y será el momento de que te replantees las cosas dado que empezará una nueva lucha para ti. Lo más importante: tienes que hacerte ama y señora de un sitio privilegiado. Me refiero al banco de la plaza. Sí, ese banco que en mis tiempos era rojo y ahora han pintado con ese horroroso color verde. Nena, ese banco es tuyo. Te corresponde a ti como antes le correspondió a tu madre. ¿Recuerdas las peleas que tenía con aquella mujer tan espantosa? ¿Cómo se llamaba? ¿Ramona, no?. A cualquier hora del día, y sobre todo después de comer, se escondía detrás de los visillos mirando a nuestras ventanas para intentar ver si estaba por el piso o ya me había marchado a mi rinconcito. Aquella lagarta quería pillar el banco antes que yo obligándome a no pisar la plaza aquella tarde. Era imposible estar con ella. Imposible tener que aguantar, una y otra vez, su impertinencia o sus cotilleos sobre todo bicho viviente y en especial de su nuera. ¡Qué asco de mujer, señor! Por eso a veces, cuando se me adelantaba y me agobiaba pasar la tarde entera en casa, iba por detrás del edificio lo más rápido que me permitían las piernas y el bastón y luego subía la cuesta hacia el parque de arriba. Me costaba mucho, pero todo sacrificio era poco con tal de no quedarme en casa y sentir que me había vencido. Sé que anda por aquí, pero no me la he encontrado. Si la viese por delante le iba a soltar unas frescas que para qué. Es lo bueno que tiene la Nada, es tan grande y ancha que se hace imposible descubrir a alguien conocido. Bueno cielo, me voy despidiendo. No tengas ninguna prisa por venir a hacerme compañía. Aún puedas hacer cosillas por ahí, aunque no quiero engañarte, nada de lo que hagas tendrá importancia cuando llegues acá. Sin embargo, y te lo pido por la memoria de tu madre que soy yo, por nada de ese mundo dejes que nadie te quite tu sitio en ese banco de la plaza. Ese banco en el que tu madre esperaba a la muerte y en el que ahora te toca esperarla a ti. Sí, ese banco que en mis tiempos era rojo y ahora han pintado con ese horroroso color verde. Nena, ese banco es tuyo.
Besos, amor
Tu queridísima madre

20 junio 2007

El cobaya humano


Informe 1: El proyecto
Objetivos

El cobaya humanoes un proyecto de investigación realizado por miembros del Departamento de Psicología Clínica de la Universidad de S. con el que se pretende estudiar el fenómeno de la adicción a Internet tomando como referencia una de sus principales manifestaciones:el nacimiento y desarrollo de las relaciones afectivas en la red, así como las posibles repercusiones psicológicas de las mismas entre los sujetos afectados. En último término y como consecuencia de este estudio, se intentarán poner las bases para encontrar una adecuada terapia que combata esta preocupante y cada vez más frecuente psicopatología

Antecedentes

Desde mediados de los 90 proyectos semejantes se han desarrollado en prestigiosas universidades americanas y europeas y sus resultados constatan disturbios psicológicos entre los usuarios habituales de la red que frecuentan foros de opinión y los llamados chats o grupos de charla. Estas anomalías psicológicas (trastornos obsesivo compulsivos, fobias, aislamiento etc..) están provocando un incremento espectacular de rupturas familiares o de pareja, modificaciones del comportamiento y un gran absentismo laboral.

Equipo de trabajo
Estará formado por experimentados profesionales que aportan sus conocimientos desde diversas áreas específicas. Estará formado por experimentados profesionales que aportan sus conocimientos desde diversas áreas específicas.
· El profesor V.coordinador del proyecto y director del mencionado Departamento de Psicología Clínica.
· La
profesora M., del mismo Departamento, que se encargará de localizar al cobaya -nombre clave con el que se designará a la persona que va a ser sujeto de estudio- y controlará el seguimiento de las directrices de la investigación;
·
A. L.,
guionista de cine y TV., que preparará los diálogos e historial del personaje virtual, el cebo se le denominará a partir de ahora, que interactuará con la citada cobaya
.A.G.,
actriz, que se encargará de interpretar a tal personaje cuando se requiera algún tipo de conversación telefónica o incluso en caso de una cita personal con nuestro cobaya humano.

Medios

Se cuenta con una partida económica dentro del presupuesto ordinario de investigación del propio Departamento de Psicología Clínica. A mayores, se espera contar con el patrocinio de alguna entidad financiera y el posible apoyo de alguna organización no gubernamental dedicada a la lucha contra la drogadicción.

Proceso
El proyecto se realizará en diversas fases.
  • Fase A
  •   Elección del cobaya: Para ello, se entrará en chats y/o foros de discusión y se buscará a una persona que responda al siguiente perfil: Varón de mediana edad, con inquietudes culturales y/o políticas, frustrado en su relación de pareja o por lo menos abierto a nuevas expectativas, con pasado rico en experiencias y con ciertos síntomas de tener el Síndrome de Peter Pan. El motivo de elegir este modelo y no otro es porque consideramos que ofrece factores que pueden facilitar en gran medida nuestros propósitos: ansiedad, insatisfacción, necesidad de realización personal, aburrimiento, miedo al futuro etc... 

  •  Factores de riesgo: Es evidente que el anonimato que ofrecen este tipo de charlas puede provocar una elección errónea. Muchos participantes en esta clase de “juegos” opta por fabricarse una personalidad falsa acorde con sus mas íntimos deseos no realizados. Por todo lo cual, se someterá a los hipotéticos sujetos de estudio a un seguimiento puntual hasta comprobar si la información proporcionada por ellos responde a la realidad. Sólo cuando nuestra información esté debidamente contrastada y encontremos a la persona más idónea consideraremos terminada nuestra búsqueda.

  •  El cebo: Se trata del personaje creado por nuestro equipo de trabajo para relacionarse con el cobaya. El objetivo es claro: provocar una reacción afectiva del sujeto buscando lo que podríamos denominar “compromiso sentimental”. Sus características básicas, susceptibles de ser modificadas en cualquier momento, serían las siguientes:
  • Mujer joven, dinámica, divertida, con cierto sentido provocador de la vida y talante fantástico y creativo. Además sería interesante que esta supuesta mujer fuera problemática a nivel afectivo para despertar el instinto proteccionista de nuestro cobaya, no olvidemos, hombre de mediana edad. En definitiva, se trata de que el sujeto de estudio pueda reencontrarse a través de esta mujer con los estímulos que creía abandonados en su juventud.
     
  • El enganche: Entendemos por ese nombre el momento en que la simple relación puntual y esporádica se convierte en relación afectiva, es decir, cuando la interacción mutua entre cebo y cobaya crece cuantitativa y cualitativamente hasta alcanzar lo que llamaríamos “punto de no retorno”. En ese momento se entraría en la fase B.


Fase B
  • Peligros: Esta es una etapa especialmente compleja que comporta un fuerte elemento de azar dada la impredecible reacción de nuestro objeto de estudio en pleno período de perturbación emocional. Por todo lo cual, se requiere un cuidado extremo en todos aquellos elementos que puedan suponer un riesgo a la hora de alcanzar nuestros objetivos. 


  • Equipamiento: Dispondremos de un adecuado repertorio fotográfico para enviar a través de la red a nuestro cobaya y aumentar de esta manera sus estímulos afectivos. Además se contará con un teléfono de contacto para que de la simple relación por ordenador se pasé a una fase mas personal e íntima. Tanto las fotos como el contacto telefónico estarán a cargo de nuestra actriz A.G.No contemplamos en principio el uso de webcams aunque podría estudiarse su uso si fuese necesario para la buena marcha del proyecto.

  • Posibilidad de un cita: En principio nuestro equipo de trabajo no es partidario de un encuentro real entre el cobaya y el cebo dados los riesgos que conllevaría. Sin embargo, teniendo en cuenta la propia impredecibilidad de la operación -no hay que olvidar que trabajamos con un ser humano que ignora que esta siendo objeto de experimentación- debemos contemplar esa posible y no deseable hipótesis. En ese sentido, tanto nuestro guionista A.L. como nuestra actriz, A.G. han planificado diversas estrategias, susceptibles de ser modificadas sobre la marcha, para adaptarlas a las contingencias de cada momento.
    Fase C 
  • Ruptura: La fase de ruptura a la que también denominamos “Fase de desapego”, se desarrollará a partir del momento en que consideremos que los objetivos de nuestro estudio estén alcanzados o cuando el cobaya no pueda seguir siendo estimulado sin causar graves riesgos a su salud psíquica. Para ello nuestro cebo irá espaciando su relación hasta conseguir el abandono definitivo de la misma. En caso de que los acontecimientos provocaran males no deseados, nuestro equipo intentaría entrar en contacto con nuestro sujeto de estudio para darle el apoyo psicológico necesario para volverlo a reintegrar a la realidad exterior.

14 junio 2007

Confesións dun superheroe III: Un borrancho inútil contra a néboa


  • Señor conselleiro
  • Sente, Fandiño, sente. ¿Está cómodo? Infórmeme: ¿qué me pode dicir do incidente, chamémoslle así, na peaxe de Paiosaco
  • Pois mire señor conselleiro, serían as 4 da mañá e a luz da lúa chea xogaba a desvelar os segredos dunha paisaxe bretemosa.No interior da cabina, lonxe de todo e de todos, permanecía o empregado en estado de noctámbula seminconsciencia. Case non tiña traballo. Como moito cada cinco ou dez minutos pasaba un vehículo. Primeiro as luces, logo unha masa escura que se acercaba, unhas mans que saían pola ventaíña cos cartos, un saúdo e ata logo. Unha e outra vez. Como os pensamentos dun neurótico. O seu carón, un pequeno televisor teimaba por conseguir un meirande protagonismo na noite diamantina. Nese momento...
  • Dígame unha cousa, Fandiño, ¿vostede escribe? 
  • Por favor señor conselleiro, non me ofenda. Todo o mundo sabe que me deron a “Nabiza de Ouro” no certame poético de Portomouro. Ademais os meus informes, dende que estaba na academia, foron sempre considerados modélicos polo seu rigor e fermosura.
  • Xa que fala de eso, ¿como entrou no corpo? ¿Acaso por ser membro dunha minoría? 
  • Si señor entrei por iso das cotas. Xa sabe, cincuenta por cento de mulleres, vinte por cento de emigrantes, 10 por cento de descendentes de galegos e 10 por cento de gais...minoría na que milito activamente. 
  • Xa, xa sabía. Hummmm ...mire eu non son homófobo. Líbreme Deus. Pero non deixa de ser chocante que o Comisario Xefe do Grupo de Alta Investigación da Xunta e dicir, do GAIX sexa precisamente eso: gai.
  • Coincidencias, señor conselleiro, coincidencias. A vida está chea de coincidencias. Tamén e coincidencia que un coñecido personaxe a quen no noso ambiente chamaban “A Tigresa”, sexa hoxe un altísimo cargo político do país, incluso conselleiro. 
  • Mal raio... ¡Esqueza iso inmediatamente, Fandiño, e unha orde! Prosiga. Pero por favor, procure non ser tan empalagosamente lírico. 
  • Pois como ía dicindo, nese momento a cabina comezou a moverse. O noso home pillado de sorpresa só tivo tempo de agarrarse ó monitor de 14 polgadas e soltar un berro. “Outro tremor polas montañas de Lugo, manda carallo” pensou en voz alta. Pero notou algo raro, a paisaxe cambiaba a grande velocidade e nun segundo diante de el só viu a noite aberta. Lanzouse ata a fiestra e ollou para fóra: estaba no aire. A cabina converterase nun spútnik contra a noite infinita. Abaixo, en medio da serpe de asfalto, quedaba a barreira de seguridade núa e os restos da plataforma do peaxe. Pero aquelo non se movía por si mesmo ¿quen estaba termando da caseta na súa rápida ascensión? A luz da lúa alumeou a figura dun home vestido de xeito extravagante e case pegado a parede inferior do caseto voador. “¿Qué estás facendo?” berrou. “Tranquilo que non che vai pasar nada” contestoulle o outro. “¿Cómo que non me vai pasar nada? ¿Acaso é normal verse levantado do chan xunto co teu posto de traballo por unha especie de..de gaiteiro tolo?”. “Un respecto que eu non me metín contigo”. De súpeto o alcumado gaiteiro fixo un movemento brusco co que liberou o brazo dereito mentres que seguía sostendo a cabina co esquerdo. No xesto a cabina virou de forma aterradora para a dereita. Logo levou a man o ollo. “Perdoa, pero a lente me está matando”. “¿Matando? aquí o único que pode matar es ti coa túa incompetencia” “Deixemos o conto e acouga un pouco que pronto estarás en terra”. O empregado calou, non fora que o demo tentase a aquel tipo e lle dera por facer unha tolería.
  • Amigo, Fandiño ¿e non podería abreviar un pouco?. Teño consello ás 12 e xa son as 9 da mañá. 
  • Resumindo, o empregado abrigouse como puido xa que alí enriba facía un frío de mil raios e sentou no chan intentando atopar algún senso ó que lle estaba pasando. Así pasou máis ou menos media hora. Finalmente notou que iniciaban o descenso. Foi unha aterraxe maxestosa. Primeiro o home voador cun fermoso movemento de xeonllos e logo a cabina, agarimosamente depositada como niño de paxaro na herba húmida. “¿E agora que?” comentou o empregado aínda sorprendido pola feliz manobra.”Agora nada, ti espera que xa te virán recoller”. “¿Pero onde estou?”.”No cumio do Monte Neme, xustamente onde estaba a Eira das Meigas, lugar de encontro das meigas galegas durante séculos"." Que ben, eu non son meiga e non sei como vou saír de aquí sen unha miserable luz. Estas cousas fanse pola mañá home". “¿Non trouxeches móbil? ”. “¿A quén sobornaches para aprobar as oposicións a superheroe? Se tivese un móbil xa houbera chamado e teríanme atopado, compañeiro.. “Pois terás que esperar. Eu marcho. Por certo, cando che pregunten quen foi o home que te deixo neste monte fálalles de Ultragalego, un badulaque convertido en superheroe por amor á terra dos seus devanceiros e que por tanto non soporta que as estradas que viron pasar as lexións romanas sexan hoxe propiedade privada de especuladores de toda lei e condición“
  • Iso sóame moi subversivo e algo quixotesco, Fandiño
  • Así foi, conselleiro. 
  • Termine xa, POR FAVOR. 
  • Remato. O tal Ultragalego saíu voando como foguete de festa mentres o amencer, con traxe vermello, ía espreguizándose no horizonte. Abaixo quedaba un home apampado. Un borrancho inútil contra a néboa.

07 junio 2007

Confesións dun superheroe II: Encontro inesperado


(Continuación de: Confesións dun superheroe)
Debería contarvos a historia do anano. Se non fora por él, pode que nestes momentos en vez de ser un superheroe pobretón e chorica, fose un home importante, fachendoso e sobre todo...con cartos. Un profesor de universidade, un arqueólogo de fama mundial, un alto funcionario de moito ringo-rango. Con dúas casas, dous coches, tres pagas, unha biblioteca de cinco mil volumes mirando ao xardín, a posibilidade de amantes, anos sabáticos, viaxes a esgalla, condecoracións...
O cabrón do anano fodeume a vida. ¡Mal raio o parta!
Todo comezou cando rematada a carreira conseguín unha bolsa para traballar nunhas escavacións arqueolóxicas pola zona de Lugo. Podédelo imaxinar, porque sempre é igual: os bolseiros deixando os fígados en medio da calor do verán, con calos, maniotas e dores nas costas cada noite, e os señores arqueólogos de “buen rollito” pero sen dar un pao a auga. Escórnaste traballando para que ao final nin siquera apareza o teu nome na máis miserable das revistas arqueolóxicas. E mellor que sexa así, porque cando aparece e ao final dunha longa ringleira de nomes algún dos cales ninguén viu na maldita escavación.

Un día estaba eu escaravellando nun foxo, lonxe dos meus compañeiros, cando de súpeto, removendo coa pá, apareceu alí debaixo un enorme burato. Fixeime ben e vin que semellaba a entrada a unha cova. Sen pensalo dúas veces, collín a lanterna e metinme dentro dun chimpo. O principio o corredor era estreito de máis. Logo ancheou o mesmo tempo que medraba en altura. Levaba percorrido uns bos douscentos metros e notei de pronto que dende lonxe chegaba unha luminosidade miúda. Seguín andando, xa non necesitaba a lanterna e decidín apagala. Por fin entrei no que parecía unha especie de cámara central. Era un gran espacio circular feito na rocha que tiña no medio un penedo redondo en forma de altar. Quedei un rato ollando o recinto ata que de súpeto escoitei unha tose detrás miña. Xirei o corpo cheo de medo e quedeime apampado: alí, fronte o meu corpo tremente...había un anano. O suxeito ía vestido dun xeito curioso. En realidade parecía un gentleman duns sesenta centímetros de altura. Bombín, bastón con puño de almafí, gabán, traxe cumprido, chaleco de veludo, reloxo dourado de cadea, zapatos acharoados.Aquel homiño era todo un figurino. Polo demais tiña a pel de cor verde e unhas enormes orellas de coello que mostrou cando me fixo unha elegante reverencia de benvida. Logo comezou a máis estraña conversa da miña vida.
-Good morning my friend- saudoume coa voz grave de vello bebedor de augardente.
-Dis...dispense ca... cabaleiro pe...pero se hai que fa...falar en inglés, comigo pouco po...poderá co...contar.
-¡Que o demo me leve se iso que estou escoitando non é galego!
-Si, si que ó é . Po...pódollo ase... sesegurar.
-¡Mil diaños confundan ó merda do mago! ¡Cómo me puído enganar así!
-Pe ...perdoe pe...pero non sei de que fa...fala .
-Ben eu cóntocho, pero ti deixa de tatexar que xa me estás poñendo nervioso de máis. Mira, resulta que hai cento cincuenta anos aproximadamente segundo o voso calendario, chegou por aquí un meigo medio tolo que sostiña que era capaz de velo futuro. Contoume un montón de historias e entre elas unha que me chamou a atención. Dicía que nun século ó inglés sería o único idioma falado no mundo. Por iso hoxe, cando sentín que ía ter visita púxenme as miñas mellores galas e decidín sorprender ó intruso cos meus modestos coñecementos na lingua de Shakespeare.
-Déixame abraiado, señor.
-De señor nada, trátame de ti. Pero antes como bo cabaleiro terei que presentarme: o meu nome na linguaxe da xente miúda é Gfunderkaltstesick aínda que en cristián me chaman Xan das Covas. Ese o alcume que teño entre a vosa xente. Pero dime ¿que fas aquí abaixo?. Este non e lugar para os da túa especie.
-E que…-custábame falar pero xa non tatexaba- estou nunha escavación arqueolóxica.
-Non me digas -contestou con retranca-¿Non serás deses que queren furar a terra en pos de riquezas e todas esas cousas polas que toleades os da túa raza?
-Non señor, en realidade buscamos restos do pasado.
-¿Restos do pasado?. ¿Para qué os queredes?
-Supoño que para coñecer mellor a nosa historia -respondín con sorprendente soltura.
De súpeto o anano soltou unha tremenda gargallada que fixo tremer toda a cova.
-¡¡O que me faltaba por oír!! Agora queren coñecer a súa historia. Mira rapaz, eu xa son moi vello e lembro que cando era cativo gobernaban no voso mundo reis poderosos e guerreiros destemidos aínda que tamén había mulleres engaioleiras…non me esquezo dunha en particular, chamábase Belisinda e durante un tempo foi a raíña do meu corazón…pero esa é outra historia que non vou contar agora. Prosigamos, como che dicía, teño unha longa vida detrás e polo que teño visto e mirado vós, os homes, sempre fostes igual de vaidosos e ignorantes. ¡¡E inútil saber a historia!!.
O anano falaba con tal contundencia que preferín calar, non fora que me enviase algún feitizo como teño lido nos libros do bardo Cunqueiro. Pero o condenado axiña decatouse das miñas intencións.
-¿Qué fas aí calado como un paspán?. ¿Tesme medo?. Pois debes saber que eu podo darte a ocasión de mudar de fortuna. ¿Gustaríache ser un superheroe?
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