Mostrando entradas con la etiqueta Mendigos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mendigos. Mostrar todas las entradas

14 diciembre 2022

Como Calimero debajo del huevo

Intentas ser digno, honesto, decente, medianamente solidario, pero al final siempre te pillan. 
No importa tanto tu clase social, tu género, tu raza, tu religión y todas esos asuntos por las que unos se atrinchera en su bunker ideológico para no ser contaminado por los que son diferentes. En la vida corriente, no te puedes esconder de ti mismo, ni usar esos argumentos que están hechos para lucirte en el escaparate donde pululan aquellos a los que quieres caer en gracia. 
No tiene puta gracia, contemplar con ojos críticos tu propia naturaleza y no poder echar la culpa a los demás, a las cicatrices de tu mala educación o de tu historia, a la civilización judeocristiana, a los privilegios de la cultura blanca occidental o a las patologías del régimen sexista en el que siempre has vivido. 
No, ya no vale la autocomplacencia cuando vas a hacer la compra y camino al súper se te acerca tímidamente una mujer entre treinta y pico y cuarenta años con pinta de profesora o administrativa. Antes de que te pida lo que ya imaginas, te adelantas a sus intenciones con excesiva contundencia.
  • Lo siento, no doy limosnas. Estoy suscrito a una ONG. 
  • No quiero limosnas, solo deseo que mis hijos y yo podamos comer algo esta noche.
Demasiada dignidad para esa hora de la tarde, en esa tranquila hora en que te gusta recrearte en las cosas maravillosas que quieres comprar en el abastecido establecimiento. Te avergüenzas y te vuelves vengativo.
  • El otro día te vi más abajo y  me dijiste lo mismo. Te compré una barra en la panadería. Cuando me marché y miré para atrás, ya le estabas pidiendo a otra persona.
  • Por favor, no me humilles.
¿Estoy perdiendo los papeles o estoy delante de una actriz que sabe lo que debe decir en cada momento y meter el dedo donde puede hacerte más daño? Mi respuesta agresiva, quiere darle la vuelta al asunto.
  • No quiero humillarte, pero tampoco me quiero sentir culpable.
  • ¿Culpable de qué? Déjalo. No entiendes nada.
La puerta se ha cerrado. Ha ganado.
  • Venga dime lo que quieres que te compre.
Se animan sus ojos.
  • Huevos, leche, lo normal. Te acompaño.
No puede entrar conmigo, es obvio. No estaría tranquilo y perdería el control. ¿No te han dicho que la cuestión está en no perder nunca el control?
  • No. Voy a estar un buen rato ahí dentro y prefiero comprarlo yo mismo.
  • Olvídalo.
Su displicencia indica que es ella la que tiene el control. Hay que aceptarlo. 
La vida le  ha ido mal, supongo. Sea verdad o teatro, tiene recursos. A mi me faltan en este caso, excepto si uso el más lastimero. Como Calimero debajo del huevo. 
  • No me parece justo. Me estoy ofreciendo a ayudarte.
Una exclamación inútil. Lastimosa. La noche se la ha tragado y yo cabizbajo camino al súper sin saber que comprar. 

17 septiembre 2020

Cambiar el mundo lleva su tiempo

La pareja de militantes estaba inquieta aquella mañana. Nunca pensaron que les tocaría repartir propaganda electoral en un poblado chabolista, pero ahora entendían que el partido también debía llegar a los más desfavorecidos. 
Contemplaron desde arriba aquella acumulación de precarias y abigarradas viviendas fabricadas con tablas de madera, plástico y uralita. Estaban tan juntas, que parecían caravanas de colonos convertidas en improvisadas barricadas para defenderse de las acometidas de los indios
¿Quiénes eran los indios para aquellos habitantes del mismísimo infierno?
Ella y él miraron a todas partes esperando encontrar algo alentador en aquella apiñada desolación. No lo había. Podrían estar en una villa miseria de Buenos Aires, en una favela en Río, en un bidonville de Dakar o en un shanty town en Karachi. Respiraron a fondo y bajaron por un camino de tierra, seco en aquel otoño primerizo. Llegaron hasta la primera casa. Oyeron chillidos de niño, ruidos de cacharros y una ronca voz femenina pidiendo silencio.  Él golpeó la puerta con los nudillos y junto con su compañera, se puso a esperar la respuesta visiblemente ansioso. La mujer gorda que les abrió la puerta quizás era joven, pero no aparentaba menos de 60 años en sus rasgos gastados y sombríos. Más allá del umbral, detrás de ella, un niño de unos 4 años jugueteaba medio desnudo en el suelo de tierra.
  • ¿Qué quieren? ¿Son los del Banco de Alimentos? Ya tengo a mi hijo trabajando en el súper de repartidor. Espero que con lo que gana tengamos para todos. Tengo seis hijos y estoy sola, pero nos arreglaremos muy bien. Seguro.
  • No, no somos del Banco de Alimentos. 
  • Ah entonces serán de la asociación esa de la parroquia. Gracias pero como les he dicho no necesitamos. Mi hijo trabaja desde hace un mes y contamos con su jornal. 
  • No, no somos de ninguna parroquia. En realidad estamos yendo por las casas para...
  • ¿No serán inspectores escolares o de la Asistencia Social? Mis niños van todos los días al colegio y el que está aquí es porque no nos podemos permitir  una guardería privada y la municipal está muy lejos. Además no podría ir tiene algo de fiebre y tosió durante la noche. 
  • No, señora no. Venimos por otra cuestión. Estamos recorriendo las casas para entregarles nuestros folletos y pedirle el voto para el Partido del Pueblo de Snobia. ¿Suponemos que estará enterada de que hay elecciones?
  • Algo me suena, pero me da igual. Gane quien gane, seguiremos viviendo como ratas.
  • Se equivoca, cuando gobernemos nosotros eliminaremos este poblado y cada familia tendrá un piso espacioso. Podrán acogerse a una renta de inserción social que les permitirá vivir con cierta holgura. Sus hijos tendrán buenas oportunidades para estudiar y la sanidad pública será asequible para todos ustedes.
  • Claro y comeremos perdices. Ese es el cuento de la lechera y siendo muy ignorante, creo que son elecciones para elegir presidente. El chabolismo no es importante para elegir un presidente. Además les digo una cosa, mi hijo trae todo el dinero a casa y lo junta con lo poco que sacan los otros vendiendo cartones. Gana algo más pero lo reparte con sus hermanos y con su madre. Somos su familia, joder, él tiene trabajo y ellos no,  pero podría ser al revés y le gustaría que le hicieran a él lo que ahora hace él por los suyos. ¿Por qué a los políticos que dicen defendernos les cuesta tanto escucharnos? ¿Por qué no dejan de mirarnos como si nos tuvieran pena o asco? ¿Por qué se pelean entre ustedes si todos dicen querer los mejor para los que sufrimos? Deberían luchar juntos por lo mismo, como luchamos nosotros, pero están más preocupados por poner por delante el nombre de su partido que por arreglar las cosas.
  • La entendemos, dice cosas sensatas, pero es que no todos somos lo mismo. Unos no quieren cambiar nada y nosotros...
  •  Ustedes lo dejan para más adelante.
  • Tiene que comprender que cambiar el mundo lleva su tiempo.
  • Pues mientras tanto intenten cambiar lo más cercano y  sáquennos de esta miseria.
  • Para ello necesitamos sus votos.
  • Muchos no podremos votarles.
  • ¿Son extranjeros?
  • Hay de todo, pero los de aquí tampoco estamos empadronados. Vamos donde podemos o donde nos dejan estar.
  • ¿Entonces por qué nos hace perder el tiempo hablando con usted?
  • Lo acaban de decir, cambiar el mundo lleva su tiempo por lo tanto no hay peligro de perderlo escuchando a la gente que se dice defender y no quedarse solo con las frases bonitas que uno ha leído en algún libraco o discutido con sus camaradas de las pantallas. Sueñan con cambiar el mundo, pero a menudo se olvidan de despertar luego para ir mejorando lo menudo.

19 enero 2016

La maquina definitiva contra escrúpulos políticos

 

 

Blogotienda tiene el placer de presentarles un producto único y definitivo para eliminar sus escrúpulos políticos, morales o sociales.



 

 

 

MARIA, con la que usted podrá vivir la vida pacífica y sin compromisos a la que se cree merecedor tras tantos años de combate. 


He aquí un testimonio:  

"Fui activista político desde muy temprana edad. Con 2 años me hice miembro de la célula maoísta infantil de mi guardería. Era jefe del comité de propaganda y el encargado de fabricar octavillas que luego repartía entre mis compañeros de prisión en el kindergarten. Los pobres no entendían nada. Ninguno sabía leer ni escribir. Al final me veía obligado a improvisar discursos lo suficientemente asequibles para sus mentes alienadas. Lo hacía rápidamente, casi a hurtadillas, temiendo la llegada de la señorita Cristina, una sicaria de la opresión fascista. 
Cuando me descubrieron, en plena acción propagandística, tuve que soportar la más cruel de las torturas: pasar un día entero sin que me cambiaran los pañales. 
Pillé la rabieta consiguiente y la señorita Cristina con sarcasmo despiadado, me aconsejó que usara las octavillas para limpiarme. 
Nunca se lo perdonaré a aquella bastarda. Fue mi primera traición al marxismo-leninismo prochino. Toda mi vida he estado obsesionado por aquel castigo y en muchas ocasiones he soñado que la ira de Mao caería sobre mi cabeza por haberme limpiado el culete con la efigie de nuestro Gran Timonel

He sido muy desdichado desde entonces. Demasiada culpabilidad, demasiados escrúpulos morales y éticos al emprender cualquier acción reivindicativa. Inconscientemente empece a envidiar a los fachas.
No es justo -me decía mirándome al espejo- tú tan ético y tan medido, mientras ellos pueden hacer miles de cosas que a ti no te están permitidas. Pueden ser hipócritas, mentirosos, manipuladores, violentos, clasistas, xenófobos, racistas, machistas, homófobos e inquisitoriales si les da la gana. 
Pueden darse una vida de lujos y confort sin que nadie les mire con lupa y sin que se tome nota de sus contradicciones por tener pasta, jugar en el casino o comer en un restaurante de tres estrellas en la guía Michelín. A nadie le parece mal ya que tienen carta blanca y nadie espera otra cosa de ellos. Insultan, calumnian, ofenden, denigran, explotan a sus trabajadores y siguen siendo admirados y jaleados por sus adeptos. Los consideran unos tipos machotes y sin pelos en la lengua mientras a nosotros nos toman como esclavos de lo políticamente correcto.  Yo mismo tengo complejo de culpa por estar suscrito a solo tres ONG's
Esto me decía hasta que me recomendaron a M.A.R.I.A.

M.A.R.I.A. fue la salvación a todos mis agobios. Diez sesiones de media hora durante un mes y ha aflorado el cabrón reaccionario que llevaba en mi ser. 
Ahora ya puedo pasar delante de los mendigos y ponerles cara de asco. 
Puedo injuriar a las minorías y despreciar a los que no me gustan  usando palabras que me estaban prohibidas y que ahora suenan gozosas en mi boca: "perroflauta, maricón, sudaca, quinqui, moro, feminazi, "
Ya puede maravillarme ante la sensatez de la gente de orden y llamar piojosos comunistas a los que quieren cambiarlo.
Admiro a Marine Le Pen, a Donald Trump, a Esperanza Aguirre y añoro al Clan de las Azores, a la Dama de Hierro, a Reagan y al Papa polaco.
Incluso puedo escuchar a los profetas de la radio y a los manipuladores de la prensa sin pensar en que me embrutezco al hacerlo. 
Soy otro.  Más tranquilo, más seguro, más feliz.
Probad vosotros. Probad con M.A.R.I.A. 

Una experiencia única que os cambiará la vida.

M.A.R.I.A: La Máquina para Antiguos Radicales Incómodos con lo de Ahora

15 abril 2015

Mendigando afectos

    Con el primer amigo/a:
  • ¿Cómo estás? 
  • Jodido. He perdido el curro y no sé como voy a pagar la pensión de alimentos de mis hijos cuando se me acabe la prestación por desempleo. 
  • No sabía que te habías separado 
  • Sí, mi mujer se ha largado a vivir con su jefecillo de la oficina. El típico tontolaba trajeado que te mira de arriba abajo. Desde que leyó 50 sombras de Grey ha cambiado su modelo de príncipe azul. 
  • Nunca lo hubiera imaginado, era una chica tan ... tan de nuestro rollo. Bueno ¿y en que te puedo ayudar?
  • En nada. Quería charlar un rato sin más. Contarte mis cosas, que tú me cuentes las tuyas. Intercambiar alegrías y desdichas. 
  • Mira, yo soy muy malo para dar consejos y no sé que decir en estos casos. Además no deberías preocuparte tanto por ti mismo, quizás eres un poco egoísta. Hay gente que lo está pasando mucho peor. Hazte como yo de tres o cuatro ONGs y despreocupate un poco de lo que tienes cerca.
  • Ya te he dicho que no ando bien de dinero y quizás pronto no tenga ingresos. 
  • Ahora que lo dices también soy socio de un comedor social. Si las cosas se te pone muy crudas puedes ir allí. Sin complejos. 
  • ¿A trabajar?
  • No, a comer. No pienses que solo hay mendigos mugrientos, también hay gente normal como tú o yo que lo está pasando putas. 
  • Ufff , vale, vale, te tengo que dejar creo...creo que me están llamando por el móvil.
  • ¿Tan pronto? 
  • Sí, sí. Adiós.
-----
    Con el segundo amigo/a
  • Me alegro de saber de ti, pensaba que estabas desaparecido en combate. 
  • Si ésto es un combate no apuestes por mí, estoy derrotado de antemano. No se si sabes lo que me está pasando: lo del paro, lo de mi mujer... 
  • Sí  ya sé que estás en una mala racha pero quiero que sepas que no eres el único. Si yo te contara lo mío.
  • Dispara  pues.
  • El director que no deja de tocarme los cojones porque sabe que yo valgo mucho más que él y pretende mantenerme relegado sine die. Luego estoy metido en muchas historias de aquí para allá. Yendo a actividades con la  gente del barrio, en dos otros asociaciones, cursos, viajes y encima me he echado novia. Hay que espabilar, eh. Si no te mueves nadie se va a mover por ti. 
  • Sí, siempre te has movido mucho y has estado muy buen dispuesto para cualquier actividad. 
  • Si lo dices tú por algo será, que eres buen psicólogo. Mi  nueva pareja dice que soy la hostia pero es muy exagerada, ya sabes en una relación nueva... Entre todos me mimáis demasiado. Como sigáis halagándome tanto me lo voy a creer. Jejeje. Me sobrevalorais.  También de vez en cuando meto la pata. Anoche sin ir más lejos...
Cinco minutos más tarde 
  • Pues ya te digo, la tipa aquella no sabía con quien estaba hablando. Puede que yo sea inteligente pero también tengo un carácter muy jodido si llega el caso. Tú lo sabes de sobra. ¿No es así?
  • Sí, tienes mucha personalidad y mucho carácter.
  • Como me conoces, cabrón. Jejeje
Diez minutos mas tarde.
  • Al final yo tenía razón y lo acabaron reconociendo, pero a mí me la suda. Ya sabes que por mucho que la gente habla bien de mí no se me han subido nunca los humos a la cabeza.
  • Noooo, jamás. Nunca se me hubiera ocurrido que eso te pudiera pasar a ti.
  • ¿Ves? tienes que frenarme, al final siempre acabamos hablando de lo mío y nos olvidamos de lo tuyo. Dime, ¿que tal llevas el mogollón que te ha caído encima?
  • Pues...
  • Perdona, ¿has visto que hora es? Se me hace tarde y debo salir pitando a la calle. Tengo una tarde que ni te imaginas. Mejor lo dejamos para otro día ¿vale? Me encanta hablar contigo. Joder, eres un consejero de puta madre. El mejor. Un colega como hay pocos. Chao
-----
    Con el tercer amigo/a
  • Un jodido masoquista eso es lo que eres. ¿Cómo se te ocurre irle llorando a la gente con tus penas y agobios? 
  • No me eches la bronca, tío, ya vale. 
  • Es que no se puede ser más capullo. A ver si nos enteramos de como funcionan las cosas de una puñetera vez. ¿Tú no vas en el Metro todos los días? 
  • Sí, claro. 
  • Y no te has fijado que siempre aparece un tipo o una tipa que entre estación y estación echa la parrafada sobre sus males y problemas para que le sueltes unas monedas. 
  • Ya.
  • ¿Y cómo reacciona la gente? Unos se concentran en el periódico o en el libro que están leyendo, otros miran al techo, al vacío o por la ventanilla, que ya me dirás que se ve desde una ventanilla en un túnel de vagón de metro. Ni Dios les hace caso. 
  • Pero eso es porque la gente no quiere soltar un céntimo. 
  • Y porque están hartos de historias truculentas por muy reales que pudieran ser. Cuando has oído un montón de historias tristes todas suenan igual. Tus amigos tampoco necesitan historias tristes, ya tienen bastante con las propias. Dales esperanzas,  dales humor y no malos rollos. Aunque luego sueltes una lagrimita por en medio.
  •  Quizás sea un buen consejo.
  •  Pues claro que es un buen consejo pero no te lo regalo así porque sí, que soy un poco rata. Jejeje. A cambio de mi ayuda tendrás que dejarme el coche todo el fin de semana que tengo el mío en el taller y cita con una chica.
  • No me fastidies.
  • ¿Cómo que no me fastidies? ¿A ti que más te da?  Estás deprimido, sin pasta y no deja de ser un peligro que salgas a la carretera en esas condiciones. No se te vayan a cruzar los cables y decidas tomar una medida extrema. Te conozco, bacalao, que eres muy pirao.
  • Cabrón.
  • Y encima un ingrato. Deberías de darte con un canto en los dientes por tener un amigo como yo. De los de verdad. No todo el mundo puede decir lo mismo.

28 septiembre 2014

Disputado voto en el poblado chabolista

Mel y Ton estaban inquietos aquella mañana. En sus tres meses de voluntariado nunca les había tocado visitar un poblado chabolista pero La Verdad debía llegar incluso a los rincones más desfavorecidos. Contemplaron desde arriba aquella acumulación de precarias y abigarradas viviendas fabricadas con tablas de madera, plástico y uralita. Estaban tan juntas, que más parecían caravanas de colonos convertídas en improvisadas barricadas para defenderse de las acometidas de los indios
¿Quiénes eran los indios para aquellos habitantes del mismísimo infierno?
 Mel y Ton miraron a todas partes esperando encontrar algo peculiar y autóctono en aquella poblada desolación. No lo había. Podrían estar en una villa miseria de Buenos Aires, en una favela en Río, en un bidonville de Dakar o en un shanty town en Karachi. Respiraron a fondo y bajaron por un camino de tierra seco en aquel otoño primerizo y llegaron hasta la primera casa. Oyeron chillidos de niño, ruidos de cacharros y una ronca voz femenina pidiendo silencio. Ton golpeó la puerta con los nudillos y junto con su compañera, se puso a esperar la respuesta visiblemente ansioso. La mujer gorda que les abrió la puerta quizás fuera joven, pero no aparentaba menos de 60 años en sus rasgos gastados y sombríos. Más allá del umbral, detrás de ella, un niño jugueteaba medio desnudo en el suelo de tierra.
  • ¿Qué quieren? ¿Son los del Banco de Alimentos? Ya tengo a mi hijo trabajando en el súper de repartidor. Espero que con lo que gana tengamos para comer todos. Tengo seis hijos y estoy sola, pero nos arreglaremos muy bien. Seguro.
  • No, no somos del Banco de Alimentos. 
  • Ah entonces serán de la asociación esa de la parroquia. Gracias pero no necesitamos nada como les he dicho. Mi hijo trabaja desde hace un mes y no estamos necesitados. 
  • No, no somos de ninguna parroquia. En realidad estamos yendo por las casas para...
  • ¿No serán inspectores escolares o de la Asistencia Social?. Mis niños van todos los días al colegio y la que está hoy aquí es porque tenía algo de fiebre y tosió durante la noche. 
  • No, señora no. Venimos por otra cuestión. Estamos recorriendo las casas para pedir el voto favorable en el referéndum por la independencia. ¿Suponemos que estará enterada?
  • Algo me suena, pero me da igual. Los que quieren la independencia son los mismos que están gobernando ahora y en ningún momento hemos dejado de ser pobres como ratas. En cambio ese señor que estuvo tantos años...
  • Las cosas cambiarán si gobernamos desde aquí mismo. Al no tener que repartir nuestra riqueza con otros territorios con menos recursos, podremos dedicar una mejor atención a los nuestros. Sus hijos tendrán buenas oportunidades para estudiar y habrá sanidad asequible para todos.
  • Claro, ...y comeremos todos perdices. Ese es el cuento de la lechera y lo saben. Además le digo una cosa, mi hijo trae todo el dinero a casa y lo junta con lo poco que sacan sus hermanos vendiendo cartones. Gana mucho más pero no le importa repartirlo con su familia, con sus hermanos y su madre. Somos su familia, joder, él tiene trabajo y ellos no,  pero podría ser al revés y le gustaría que le hicieran a él lo que él hace ahora por los suyos. ¿Por qué los políticos no piensan  que pertenecemos todos a una misma familia y  dejan de dar la matraca con sus países, banderitas y mandangas?  Todos somos distintos pero todos somos iguales. No sé si me entienden.
  • Vale, no la vamos a convencer, está claro. 
  • Y aunque me convencieran, tampoco podría votar.
  • ¿Es extranjera? Aquí tienen tarjeta sanitaria hasta los inmigrantes sin papeles.
  • No soy extranjera, pero tampoco estoy empadronada. Los de este poblado somos errantes. Hoy estamos aquí, mañana allá.
  • ¿Entonces por qué nos hace perder el tiempo miserablemente?
  • Porque me gusta escuchar las cosas bonitas que sueñan otros. Aunque solo sea un sueño imposible y pare ellos solos, los que creen que tienen futuro. Algunos somos tan pobres que ni siquiera tenemos futuro.

31 octubre 2013

Guirigay en la zona guay

  • Cariño, llevamos varios días viéndote pedir a la puerta de este supermercado y hemos decidido venir a charlar amistosamente contigo.
  • ¿Ser policías? Yo tener papeles en regla.
  • No, no somos policías, cielo. Martona, esta mujer tan poderosa, y yo, que me llamo Giorgio, formamos parte del colectivo que quiere que este barrio siga siendo lo que ha llegado a ser. Coherente con el espíritu que le ha dado fama internacional.
  • Y hay que decirlo: tu eres una mugrienta incoherencia.
  • ¡Martona, te prohíbo que le hables así! Es extranjero, debemos explicarle las cosas con dulzura ¿Dime como te llamas?
  • Ilie, señor.
  • A ver, Ilie, en esta zona está asentada la comunidad gay. ¿Sabes lo que significa gay?
  • Sí, en mi tierra también gais.
  • Pero bien que les dais palizas y no les dejáis vivir.
  • Yo no pegar palizas. Palizas a mí que soy gitano
  • ¿Ves, Martona? Has conseguido que se ponga a la defensiva. Escucha, Ilie, no tenemos nada contra ti pero nuestro colectivo tiene una posición que mantener. Es importante que los de fuera sigan pensando que los gais somos siempre cultos, limpios, educados, simpáticos, glamurosos. Deben creer que solo tenemos profesiones hermosas: decoradores, arquitectos, diseñadores de moda, escaparatistas, estilistas, cocineros. Apreciar que nuestros pisos, apartamentos y lofts son cálidos, luminosos y cómodos como  lo son nuestras tiendas, boutiques, bares y restaurantes. Por eso debemos vivir en zonas como ésta, agradable, acogedora, antigua.
  • Y tú eres como un borrón oscuro que nos mancha el paisaje.
  • Vecina gorda de enfrente decir que vosotros asustar viejos para dejar casas y luego hacer pisos para maricas ricos.
  • ¿Nos llamas maricas, cochambroso muerto de hambre?
  • Ella decir maricas, yo decir maricas.
  • Martona, chica, refrénate de una vez y deja de amenazarle con ese puño horroroso de hierro. Sigamos, Ilie. Nuestra comunidad está considerada como desenfadada y abierta. En nuestro tiempo libre nos gusta reunirnos en fiestas y celebraciones donde damos rienda suelta a nuestro sentido lúdico de la vida, tal como exige nuestra condición gay. Al ser tan acogedores y faltos de prejuicios, los heterosexuales cultos, progresistas y con ganas de juerga nos adoran y llenan nuestros cafés, restaurantes y pubs para imbuirse de nuestra ambiente chic y sofisticado. Así, gracias a su capital podemos seguir siendo lo que ellos creen que somos y nosotros tan contentos. Lógicamente en nuestro way of life, un mendigo gay es una contradicción en sí misma y daría lugar a toda clase de murmuraciones por parte de la conspiración homofóbica que busca cualquier ocasión para lanzarse contra nuestra yugular.  
  • Hablando en plata, para darnos por el culo. 
  • Yo no hacer daño por pedir. Tener cinco hijos y mujer que necesitan comida. 
  • No nos sueltes el rollo que ya lo conocemos. Sois una puta mafia de mendigos, carteristas y putas. 
  •  Ilie, no hay problema, no queremos que te vayas. Solo que modifiques un poco tu look. Te vamos a poner muy guapo. 
  •  ¿Guapo? Yo estar bien conmigo
  •  No, vamos a quitarte la roña y cargarnos ese cartel ¿No tenias familia e hijos? Ahí dice: "Estoy en el paro. Soy gai. Mas bale pedir que rovar. Dame una limosnita por amor de dios?" Eres analfabeto y mentiroso. 
  •  Martona, déjame a mí que te lo vas a cargar antes de que podamos  sacarle provecho. Ilie, queremos convertirte en un bello objeto artístico. El personaje de un happening  permanente en la entrada de los garitos con más charmé del barrio. Los propietarios se rifarán por ti. Hemos hablado con Montevecchio, el célebre diseñador y ya ha pensado como irás vestido. Unos harapos de lo más sugerentes ¿Te acuerdas de los mendigos que pintaba Picasso en su época azul? Pues así vas a estar tú a partir de ahora. Y el cartel en vez de cartón va a ser de neón. Te pagaremos. Os daremos algo de comida para ti y tu familia, una chabola más cómoda y una buena comisión para lo que saques por las limosnas.
  • Está alelado, no reacciona.
  • Yo ser libre. No trabajar para nadie. Nunca. Ser pobre, no muñeco.
  • LÁRGATE CAGANDO HOSTIAS. NO QUIERO VERTE MÁS POR AQUÍ O TE ASEGURO QUE ESTE INVIERNO NO VAS A TENER PROBLEMAS DE FRÍO.
  • Lo siento, Martona, me pasé de generoso.
  • Te lo dije, Giorgio, éstos tipos no son de fiar. Les gusta la mierda más que a las ratas. Tú y tus jodidas ganas de regenerar a la gente.
  • Cielo, no lo pude remediar. Reconozco que a veces mi espíritu cristiano es tan, tan grande ...que me pierde.

03 enero 2013

Mendigos 2013

¿Un cambio en tu vida? 

¿Has pensado en mejorar tus posibilidades profesionales trabajando en un sector en permanente auge y ajeno a la crisis? 

Ahora puedes obtener el título de Diplomado en Técnicas Mendicantes homologado por el Colegio Oficial de Mendigos de España (C.O.M.E.).
El Comité de Azotacalles, Libertinos y Limosneros en Acción (C.A.L.L.A. ) ha diseñado un curso que se acomoda a tus circunstancias personales y es compatible con tus necesidades de aprendizaje. 

  • Si tú eres mendigo a tiempo completo y con plaza fija. 
  • Si eres mendigo interino o a tiempo parcial. 
  • Si eres de esas personas que buscan estabilidad en una profesión con  un futuro asegurado...
 nuestro Curso de Formación en Técnicas Mendicantes es lo que necesitas.
  • Proporcionamos a aspirantes y a profesionales de la mendicidad una enseñanza práctica y de calidad que los capacita para la obtención de empleo en un sector altamente competitivo pero que ofrece las mejores garantías laborales en tiempos de crisis. 
  • Ponemos a disposición de nuestros alumnos  los más modernos medios técnicos: aplicaciones informáticas, entornos virtuales en 3D, sistemas de aprendizaje en línea, seminarios de expresión dramática, cuidado de bebés y mascotas, danza etc... 
  • Nuestro curso está personalizado al máximo. Contamos con un equipo de educadores, pedagogos y psicólogos para ofrece consejo y asesoramiento a nuestros alumnos teniendo presente la alternativa más idónea a sus peculiaridades personales.
  • El Diploma en Tècnicas Mendicantes del Comité de Azotacalles, Libertinos y Limosneros en Acción (C.A.L.L.A) es hoy por hoy el único título que garantiza a sus diplomados el acceso a cualquier esquina, rincón, portal o cuchitril  y ejercer libremente su profesión sin miedo a los desprecios de las fuerzas de seguridad o a las insidias de la competencia.
Nuestro objetivo es contribuir a la formación integral del nuevo mendigo del siglo XXI. Queremos crear profesionales preparados, aptos, autónomos, que sepan dar respuestas adecuadas a cada circunstancia y que pueden contribuir con su esfuerzo y dedicación, al desarrollo sano y equilibrado de nuestra sociedad tan necesitada de buenos ejemplos.

¡¡¡Apúntate y gana!!!

21 septiembre 2011

En el Club Diógenes

"Ya sabe que hay en Londres muchos hombres que, unos por timidez y otros por misantropía, no desean la compañía del prójimo, y no obstante se sienten atraídos por unas butacas confortables y por los periódicos del día. Precisamente para conveniencia de éstos se creó el Club Diógenes, que ahora da albergue a los hombres más insociables y menos amantes de clubs de toda la ciudad. A ningún miembro se le permite dar la menor señal de percepción de la presencia de cualquier otro. Excepto en el Salón de Forasteros, no se permite hablar en ninguna circunstancia, y tres faltas en este sentido, si llegan a oídos del comité, exponen al hablador a la pena de expulsión. Mi hermano fue uno de los fundadores, y yo mismo he encontrado allí una atmósfera muy relajante."
  Arthur Conan Doyle, La aventura del intérprete griego, 1893.



28 junio 2009

Un chivo para su alivio


¡NO PAGUE SUS FRUSTRACIONES CON SU PAREJA!
¡NO HAGA RECAER LA CULPA SOBRE SUS HIJOS!
¡NO CARGUE CONTRA SU JEFE O SUS SUBORDINADOS
¡NO SE LA JUEGUE MÁS!
ELIJA EL CHIVO EXPIATORIO QUE MAS SE AJUSTE A SUS NECESIDADES ENTRE NUESTRA AMPLIA Y SELECTA GAMA:

VENDEDOR AMBULANTE SENEGALÉS

MENDIGA RUMANA
BRACERO ECUATORIANO

PSICOANALISTA ARGENTINO
CRISTIANO RONALDO
Y si está entre los 500 primeros compradores de nuestros productos recibirá, completamente gratis, una cabeza de turco en plata de ley.


ES UNA OPORTUNIDAD ÚNICA.
¡¡¡NO LA DESAPROVECHE!!!
UN CHIVO PARA SU ALIVIO.

22 diciembre 2008

Preocupaciones de papá

Mi padre me llamó a su despacho y me hizo sentar en un puff cochambroso que había comprado en el mercadillo de los domingos. A falta de otras virtudes más llamativas, pretendía que la familia reconociese su maravilloso olfato para descubrir deslumbrantes gangas entre la mierda.
  • Te he hecho venir, ya que espero que me digas de una santa vez que pretendes hacer con tu vida.
  • Papá, te lo he dicho en varias ocasiones: quiero estudiar veterinaria como tú.
  • Esas son bobadas. Con dos hijos con carrera, basta. Eres el último y como tal, tanto tu madre como yo mismo, hemos depositado en ti todas nuestras ilusiones.
  • No os podéis quejar, a mis hermanos les ha ido bien. El mayor estudió derecho y ahora es un funcionario de cierto nivel. El segundo está haciendo el proyecto de arquitectura. ¿Que hay de malo en que yo haga lo que hicieron ellos?
  • ¿Funcionario, arquitecto, veterinario? Eso son puras chorradas ¿Qué mérito tiene hacer una carrera? Cualquier idiota consigue un título. Yo quiero para ti algo distinto.
  • Tú estudiaste una carrera.
  • No tuve opción. Tu abuelo me puso entre la espada y la pared.
  • ¿Y que quieres que haga yo?
  • Quiero que te hagas hippie. Necesitamos un hippie en la familia.
  • ¿Hippie? ¿Hablas en serio?
  • Sí, hippie. No se por qué pones esa cara de sorpresa. Vivir sólo con lo estrictamente necesario sin ser esclavo del consumo y de la moda. Hacer lo que te venga en gana sin estar sometido a un horario, a un jefe, a las hipocresías de la vida laboral. Poder dedicarte a la artesanía o incluso al arte. Tú dibujabas bien de pequeño.
  • ¡Papá, en las láminas para el colegio!
  • No pongas pegas, está decidido. He hablado con el tipo ese que toca la flauta junto al super de la esquina y hemos llegado a un acuerdo para que te tome por aprendiz a partir del lunes. Me pareció un tipo muy experimentado y lleva muchos años en este negocio.
  • ¡Pero si es un tipo mugriento que vive de la limosna! Papá, ¿quieres que tu hijo sea un mendigo?
  • Hay cosas peores. Ese será tan solo el principio. Hay que empezar desde abajo. Si lo haces bien, lo sustituirás en su puesto este verano cuando vaya a pedir en las fiestas y ferias de la comarca. Quien sabe hijo, a lo mejor algún día puedes acabar siendo el patriarca de una secta milenarista de esas que hacen yoga y bailan danzas religiosas lanzando pétalos a diestro y siniestro. ¡Ay señor, nunca agradecerás bastante, todo lo que tu padre hace por tu bienestar!

26 julio 2007

El Guirigay


  • Mira, cariño, en primer lugar queremos que sepas que éste no es un tribunal. Si te hemos traído aquí, es para aconsejarte sobre lo que entendemos debe ser una actitud sana y responsable por parte de un miembro de la comunidad gay. El Guirigay, que como sabes son las siglas de Guías para la Reconstrucción de la Identidad Gay, está formado por gente que sólo pretende enseñar el camino correcto a personas de nuestro colectivo que están confundidas y ofuscadas sin saber hacia donde tirar. Ese me temo que es tu caso, cielo. 
  • Yo no he hecho nada. 
  • ¿Cómo que no has hecho nada, maricón? ¿Acaso no estás todos los putos días en la entrada del Eroski del Barrio Alto con un cartelito apoyado en dos tetrabriks vacíos de vino donde dice: "Estoy en el paro. Soy gai. Mas bale pedir que rovar. Dadme una limosnita por el amor de dios"? ¿Dónde aprendiste a escribir, julandrón de mierda? 
  • Martona, lo de la ortografía es lo de menos y por favor, relájate que cuando te pones en plan arrebatador no hay quien te aguante. Hagamos las cosas de otra manera. 
  • Eres un blandengue, Giorgio. Este tipo necesita jarabe de palo. 
  • Yo no he hecho nada. Sólo soy un mendigo gay.
  • Un mendigo gay, un mendigo gay. ¿Cómo que eres un mendigo gay? El certificado de gay lo damos nosotros. Sólo eres maricón, sin más. 
  • No seas ordinaria, Martona. Y tú entiéndelo, cariño. Nuestra comunidad tiene que mantener el estatus que tanto nos ha costado conseguir. Los gays tenemos que ser cultos, limpios, educados, simpáticos y sobre todo con mucho glamour. Tenemos que tener profesiones hermosas: decoradores, diseñadores de moda, escaparatistas, estilistas, cocineros. Nuestros pisos, apartamentos y lofts deben ser cálidos, luminosos y cómodos. Vivimos en barrios agradables y antiguos, en casas viejas hermosamente restauradas... 
  • Despues de hacer que se largasen sus tradicionales residentes. Es decir, expulsando a un montón de viejos carcamales que afeaban el entorno. 
  • ¡Qué mala eres Martona! Exagerada, nos va a coger tirria ya verás. Sigamos. Nuestra comunidad es desenfadada y abierta. Tenemos mucho tiempo libre y por eso nos gusta reunirnos en fiestas y celebraciones donde damos rienda suelta a nuestro sentido lúdico de la vida, tal como se nos exige nuestra condición gay. Somos muy acogedores y no tenemos prejuicios, por eso los heterosexuales cultos, progresistas y con ganas de marcha adoran venir a nuestros cafés, restaurantes y pubs para imbuirse de nuestra ambiente chic y sofisticado. En nuestro way of life, un mendigo gay sin las debidas condiciones de limpieza, educación y estilo es inconcebible; una contradicción en sí misma y daría lugar a toda clase de murmuraciones por parte de la conspiración homofóbica que quiere aprovechar la menor oportunidad para lanzarse contra nuestra yugular. 
  • Hablando en plata o cambias el cartel o te cambiamos nosotros a ti. 
  • ¿Qué quieren? No pienso cambiar de actividad. Estoy muy dotado para ella. Soy mendigo vocacional. 
  • Tranquilo, puedes dedicarte a lo mismo, pero con ciertas variaciones. Queremos que te vengas a nuestro barrio y hagas los que estás haciendo, pero de una forma diferente. Será como un happening en la puerta de los sitios con más charme.Te daremos un sueldo mensual, comida, alojamiento y una comisión sobre lo que saques con las limosnas. 
  • ¿Pero cuidado con engañarnos, ¿eh? 
  • Incluso hemos hablado con Montevecchio, el célebre diseñador y ya ha decidido como irás vestido. Ha diseñado unos harapos de lo más sugerentes con un toque picassiano de la época azul que vas a ser la envidia de todos tus colegas y hasta portada en la revista Zero. 
  • Y el letrero te lo va a hacer un cartelista de prestigio. Vete preparando, tienes diez segundos para decirnos que sí...

13 diciembre 2006

Nuevos cursos para la formación de mendigos



El Colegio Oficial de Mendigos de España (C.O.M.E.) convoca, en diversas ciudades y provincias, el:
V curso de Perfeccionamiento en Técnicas Mendicantes.
  1. Objetivos
    El objetivo es dotar a los futuros profesionales de la mendicidad de una formación de excelencia utilizando las prácticas más innovadoras dentro del sector. Para ello, tendrán a su disposición un experimentado equipo de especialistas que les asesorarán en el uso de entornos virtuales y de aprendizaje en red.
  2. A quién va dirigido
    El V curso de Perfeccionamiento en Técnicas Mendicantes
    va dirigido a mendigos a tiempo parcial, mendigos interinos, aspirantes a mendigos con plaza fija o aquellas personas que se sientan atraídas por las nuevas posibilidades que ofrece esta actividad económica. En todos los casos, se requerirá el certificado de haber aprobado el curso de Iniciación en Técnicas Mendicantes.

  3. Aplicaciones profesionales
    El seguimiento del curso dará a los participantes los medios necesarios para prosperar profesionalmente en el competitivo mundo de la mendicidad. Y desde ese punto de vista, ofrece las mejores posiblidades para conseguir una formación integral para el nuevo mendigo del siglo XIX, tanto si opta por convertirse en un profesional autónomo, como si prefiere presentarse a las pruebas oficiales para funcionarios de cuerpos especiales de las administraciones públicas en las categorias de mendigos facultativos o de carrera(Grupo A) técnicos mendigos (grupo B) o auxiliares de mendicidad (Grupos C o D, según convenga)
.