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11 diciembre 2018

Tratamiento nihilista para vivir sin ilusiones

  • Nada, Doctor Krapp, he seguido todos los tratamientos que usted me ha indicado, pero sigo sin pillarle el truco a ese nihilismo que me recomienda como terapia.
  • ¿Leyó a Cioran como le indiqué?
  • Sí, doctor, y me resultan terriblemente enternecedores sus aforismos. ¿Se acuerda cuando dice aquello de: "La gente me produce asco, tengo asco hasta de mí mismo. Deseo una destrucción completa de todo lo humano, incluidos ellos e incluido yo, ya que no soy especial ni mejor que ellos"? pues mire, nada más leerlo quería salir a la calle para abrazar a mis semejantes. Estoy preocupado ¿y si acabo convirtiéndome en un hippie?
  • No hay peligro. El hippismo, siendo una dolencia de mucha gravedad, en la actualidad solo se da en casos raros y afecta solo a hijos de gente adinerada. Usted es un pobre diablo, no tiene familia que le ampare, solo vive con un perro pedante y por tanto, no está en peligro inmediato. Por cierto, ¿Celine que tal?
  • Celine, bien, gracias. El viaje al fin de la noche, me resulta una lectura placentera.
  • ¿Solo placentera? 
  • Sí, fíjese que cuando leí la cita esa de "El amor es el infinito puesto a la altura de los caniches" Decidí comprarme uno.
  • ¿Un qué? 
  • Un caniche, claro
  • ¿Snoopy se habrá celado?
  • No vea como se puso, Doctor Krapp.  Lo dejó fuera, de patatitas en la calle y hasta me amenazó a mí con una vieja carabina para que no lo dejase entrar de nuevo.
  • También le recomendé la lectura de Schopenhauer y de Kierkegaard.
  • Mire, a mi El mundo como voluntad y representación me resulta una lectura muy poco ligera. El autor es demasiado alemán y demasiado fúnebre, usted ya me entiende. Si le soy sincero solo pasé del primer capítulo. Respecto al danés tiene una angustia demasiado angustiosa para mi gusto. Se ve que era clérigo y también que estaba muy resentido por culpa de aquella mujer, Regine Olsen, que se resistió a sus encantos existencialistas.
  • ¿Será inútil entonces que le hable de Heidegger o Sartre?
  • Más bien. El primero era un nazi recalcitrante y se comportó como un cerdo con Hannah Arendt. El segundo... ¿qué ideología política tenía el segundo? Decía que era comunista maoista y no se cuanta cosas más, pero para mi que su máxima felicidad era lo encantado que estaba por haberse conocido, y eso que era de los tipos más feos que parió el siglo XX.
  • Amigo, lo suyo tampoco tiene buena cara. Además sé que ha seguido mis recomendaciones cinematográficas y ha visto La Naranja Mecánica, Senderos de Gloria, Johnny cogió su fusil, Espartaco, La Jauría Humana, Funny Games, La Jungla de Asfalto, Grupo Salvaje, Perros de paja, La Invasión de los Ladrones de Cuerpos, etc... sin que su situación haya cambiado. Por lo tanto, si no queremos recurrir a la cirugía radical, solo queda un remedio posible.
  • Dígame usted, doctor. La seguiré, por muy traumático y doloroso que sea.
  • Bien, a partir de ahora seguirá sin pestañear una dieta exclusivamente televisiva.
  • Estoy temblando, Doctor Krapp.
  • Empezará con las tertulias políticas de la mañana. Una buena dosis sobre el Procés catalán combinado con las tonterías de los partidos en el Parlamento y todo lo que vaya surgiendo sobre el resurgir de la extrema derecha le dará fuerza y sentido a sus instintos más negativos. Por la tarde, le vendrá mejor algo de ciencia. Un poquito de cambio climático, ese que va a acabar el planeta, combinado con algo más verde, la deforestación de los bosques y el avance de los desiertos, por ejemplo. También algo azul. ¿Qué le parece recrearse con el océano de plástico y mierda que se está cargando la fauna marina?
  • ¡Doctor Krapp, por favor, no me torture de esa manera! Deme algún consuelo para la noche.
  • Para la noche había pensado en un recopilatorio de las noticias más horripilantes del día; pero mejor, una tertulia de fútbol, es decir de disputas entre merengues y culés que es de lo único que se habla en esos chiringuitos. Una de esas broncas donde se chilla, se insulta y se escupe por culpa de las ojeras de Messi porque Luis Suárez ha ido al dentista a ponerse brackets, o porque Benzema o Bale siendo tan inútiles siguen en la plantilla del Real Madrid. Cosas coloquiales, humanas, cercanas.
  •  Cosas terribles, Doctor Krapp. Cosas espantosas que me quitarán la ilusión de vivir y acabarán con mis esperanzas, pero mi cuerpo tiene un límite ¡No sé si podré soportarlo!

13 julio 2010

La era cefalópoda (Kaskarilleira existencial 6)

Encontré al pulpo Paul sentado en un rincón de su acuario mientras leía un opúsculo de Schopenhauer. Soy una persona educada y le dije para que había llegado hasta allí en mi balbuciente alemán.
  • Paul, Ich bin gekommen, um Sie von Ihren Entführern zu retten. Du bist eine alte germanische Kopffüßer und Ihre Wachen werden nicht verzeihen Sie erwarteten Rückgangs. Hier wird Ihr Leben ist in Gefahr (=Paul, he venido a rescatarte de tus captores. Eres un cefalópodo anciano y tus carceleros germánicos no perdonarán tu previsible decadencia. Aquí tu vida corre peligro)
Paul se quitó las gafas y me miró como sólo puede mirarte un pulpo. Luego extendió sus cuatro tentáculos delanteros con los extremos hacia arriba a modo de ofrenda y me empezó a hablar en perfecto aunque algo académico castellano:
  • La vida no es más que un camino que nace y muere en el dolor tras trazar una elipsis inevitablemente fatal. Intentamos escapar pensando que somos libres de elegir, pero es la fuerza motriz de una poderosa Voluntad exterior la que rige nuestros destinos. Frustración tras frustración, al final comprendemos que no podemos escapar. Yo acepto mi destino y sé que no sería mejor si me voy contigo. Además, conozco vuestras peligrosas costumbres gastronómicas.
  • Estás aquí encerrado leyendo a ese filósofo tan deprimente y aceptando de manera sumisa tu injusto sacrificio. Soy Fiz Arou, detective en Kaskarilleira, uno de los lugares en la Tierra donde más se quiere a los pulpos.
  • Querrás decir a los pulpos cocinados, a los pulpos muertos.
  • Quiero decir que teniendo tanto trato carnal con los de tu especie muchos de nosotros  también sabemos valorar vuestras capacidades.
  • Cuéntale esas historias a una de esas horribles matronas que tienen como oficio cocinarnos en hirvientes ollas de cobre hasta que nuestras carnes se ablandan. ¿Sigo? ¿Quieres que te cuente como nos despedazan con sus monstruosas tijeras, nos espolvorean aceite y pimiento picante y nos colocan en platos de madera acompañados de pegajosas patatas? Pero eso ya lo sabes. También sabes que desaparecemos para siempre dentro de vuestras anhelantes fauces humanas, convertido en lo que consideráis un exquisito manjar.
  • ¿No decías que aceptas tu destino? Ese podría ser el tuyo por mucho que prefirieses otra cosa. Nosotros no lo queremos, Paul. Formo parte del  Movimento para la Liberación del Pulpo Común (Ver entrada) y como tal luchamos para libraros de vuestra condición gastronómica y convertiros en especie protegida.
De repente, Paul pegó un salto el el aire y me agarró el cuello con su ocho inteligentes tentáculos. Su voz sonó malévola.

  • No necesito que me liberes, Fiz, los pulpos nos liberaremos por nosotros mismos. Ya llega la Era cefalópoda de la que yo solo soy un humilde profeta. Sí amigo, está escrito en las viejas sagas nórdicas: algún día aparecerán enormes pulpos, los kraken, que se adueñarán del mundo por sus prodigiosos poderes y su colosal fuerza.
El pulpo augur me tenía cogido por el cuello y me apretaba más y más hasta casi ahogarme. Miré a izquierda y derecha y finalmente encontré un monumental tomo de "El Mundo como Voluntad y Representación". Tuve que atizarle con él. Era cuestión de vida o muerte. Cuando lo vi allí caído, me dio pena y solo me atreví a musitar:

  • Paul, yo sí creía en ti.

06 julio 2007

Terapias nihilistas



-Nada doctor. He seguido todos los tratamientos que usted me ha indicado, pero sigo igual.-¿Leyó a Cioran como le indiqué?-Sí, doctor, y me resultan terriblemente enternecedores sus aforismos. ¿Se acuerda cuando dice aquello de: "La gente me produce asco, tengo asco hasta de mí mismo. Deseo una destrucción completa de todo lo humano, incluidos ellos e incluido yo, ya que no soy especial ni mejor que ellos"? pues mire, nada más leerlo quería salir a la calle para abrazar a mis semejantes. Estoy preocupado ¿y si acabo convirtiéndome en un hippie?-No hay peligro. El hippismo, siendo una dolencia de mucha gravedad, sólo se da en casos muy raros. Usted no está en peligro inmediato. Por cierto, ¿Celine que tal?
-Celine bien, gracias. El viaje al fin de la noche, me resulta una lectura placentera.

-¿Sólo placentera? -Sí, fíjese que cuando leí la cita esa de " El amor es el infinito puesto a la altura de los caniches" Decidí comprarme uno.-¿Un qué? -Un caniche, claro
-También le recomendé la lectura de Schopenhauer o de Kierkegaard.-Mire, a mi El mundo como voluntad y representación me resulta una lectura muy poco ligera. El autor es demasiado alemán, usted ya me entiende. Si le soy sincero sólo pasé del primer capítulo. Respecto al danés tiene una angustia demasiado angustiosa para mi gusto. Se ve que es clérigo y también que estaba muy resentido por culpa de aquella mujer que se resistió a sus encantos existencialistas.-¿Será inutil entonces que le hable de Heidegger o Sartre?-Más bien. El primero era un nazi recalcitrante. El segundo... ¿qué ideología tenía el segundo? Decía que era comunista-maoista y no se cuanta cosas más, pero para mi que su máxima felicidad era lo encantado que estaba por haberse conocido, y eso que era el tipo más feo que parió el siglo XX.
-Amigo, lo suyo no tiene buena cara. Además de lo dicho sé que ha visto "La Naranja mecánica, Senderos de Gloria, Johnny cogió su fusil, Espartaco, La Jauría Humana, La Jungla de Asfalto, Grupo Salvaje, Perros de paja, La Invasión de los Ladrones de Cuerpos, etc... y no ha habido mejoría alguna. Sólo se me ocurre una única terapia posible sin tener que recurrir a la cirugía radical.-Dígame usted, doctor. La seguiré por muy traumática y dolorosa que sea.-Bien: a partir de ahora seguirá sin pestañear la programación de tarde de las cadenas privadas de TV. De lunes a viernes y sin excusa. style="color: #ffcc99;">-¡¡¡Doctor, por favor, eso no!!! ¡¡¡Doctorrrr!!! ¡¡¡No me joda!!!