Informe 1: El proyecto
Objetivos
“El cobaya humano” es un proyecto de investigación realizado por miembros del Departamento de Psicología Clínica de la Universidad de S. con el que se pretende estudiar el fenómeno de la adicción a Internet tomando como referencia una de sus principales manifestaciones:el nacimiento y desarrollo de las relaciones afectivas en la red, así como las posibles repercusiones psicológicas de las mismas entre los sujetos afectados. En último término y como consecuencia de este estudio, se intentarán poner las bases para encontrar una adecuada terapia que combata esta preocupante y cada vez más frecuente psicopatología
Antecedentes
Desde mediados de los 90 proyectos semejantes se han desarrollado en prestigiosas universidades americanas y europeas y sus resultados constatan disturbios psicológicos entre los usuarios habituales de la red que frecuentan foros de opinión y los llamados chats o grupos de charla. Estas anomalías psicológicas (trastornos obsesivo compulsivos, fobias, aislamiento etc..) están provocando un incremento espectacular de rupturas familiares o de pareja, modificaciones del comportamiento y un gran absentismo laboral.
Equipo de trabajo
Estará formado por experimentados profesionales que aportan sus conocimientos desde diversas áreas específicas. Estará formado por experimentados profesionales que aportan sus conocimientos desde diversas áreas específicas.
· El profesor V.coordinador del proyecto y director del mencionado Departamento de Psicología Clínica.
· La profesora M., del mismo Departamento, que se encargará de localizar al cobaya -nombre clave con el que se designará a la persona que va a ser sujeto de estudio- y controlará el seguimiento de las directrices de la investigación;
· A. L.,
· El profesor V.coordinador del proyecto y director del mencionado Departamento de Psicología Clínica.
· La profesora M., del mismo Departamento, que se encargará de localizar al cobaya -nombre clave con el que se designará a la persona que va a ser sujeto de estudio- y controlará el seguimiento de las directrices de la investigación;
· A. L.,
.A.G.,
actriz, que se encargará de interpretar a tal personaje cuando se requiera algún tipo de conversación telefónica o incluso en caso de una cita personal con nuestro cobaya humano.
Medios
Se cuenta con una partida económica dentro del presupuesto ordinario de investigación del propio Departamento de Psicología Clínica. A mayores, se espera contar con el patrocinio de alguna entidad financiera y el posible apoyo de alguna organización no gubernamental dedicada a la lucha contra la drogadicción.
Proceso
El proyecto se realizará en diversas fases.
- Fase A
- Elección del cobaya: Para ello, se entrará en chats y/o foros de discusión y se buscará a una persona que responda al siguiente perfil: Varón de mediana edad, con inquietudes culturales y/o políticas, frustrado en su relación de pareja o por lo menos abierto a nuevas expectativas, con pasado rico en experiencias y con ciertos síntomas de tener el Síndrome de Peter Pan. El motivo de elegir este modelo y no otro es porque consideramos que ofrece factores que pueden facilitar en gran medida nuestros propósitos: ansiedad, insatisfacción, necesidad de realización personal, aburrimiento, miedo al futuro etc...
- Factores de riesgo: Es evidente que el anonimato que ofrecen este tipo de charlas puede provocar una elección errónea. Muchos participantes en esta clase de “juegos” opta por fabricarse una personalidad falsa acorde con sus mas íntimos deseos no realizados. Por todo lo cual, se someterá a los hipotéticos sujetos de estudio a un seguimiento puntual hasta comprobar si la información proporcionada por ellos responde a la realidad. Sólo cuando nuestra información esté debidamente contrastada y encontremos a la persona más idónea consideraremos terminada nuestra búsqueda.
- El cebo: Se trata del personaje creado por nuestro equipo de trabajo para relacionarse con el cobaya. El objetivo es claro: provocar una reacción afectiva del sujeto buscando lo que podríamos denominar “compromiso sentimental”. Sus características básicas, susceptibles de ser modificadas en cualquier momento, serían las siguientes: Mujer joven, dinámica, divertida, con cierto sentido provocador de la vida y talante fantástico y creativo. Además sería interesante que esta supuesta mujer fuera problemática a nivel afectivo para despertar el instinto proteccionista de nuestro cobaya, no olvidemos, hombre de mediana edad. En definitiva, se trata de que el sujeto de estudio pueda reencontrarse a través de esta mujer con los estímulos que creía abandonados en su juventud.
- El enganche: Entendemos por ese nombre el momento en que la simple relación puntual y esporádica se convierte en relación afectiva, es decir, cuando la interacción mutua entre cebo y cobaya crece cuantitativa y cualitativamente hasta alcanzar lo que llamaríamos “punto de no retorno”. En ese momento se entraría en la fase B.
- Peligros: Esta es una etapa especialmente compleja que comporta un fuerte elemento de azar dada la impredecible reacción de nuestro objeto de estudio en pleno período de perturbación emocional. Por todo lo cual, se requiere un cuidado extremo en todos aquellos elementos que puedan suponer un riesgo a la hora de alcanzar nuestros objetivos.
- Equipamiento: Dispondremos de un adecuado repertorio fotográfico para enviar a través de la red a nuestro cobaya y aumentar de esta manera sus estímulos afectivos. Además se contará con un teléfono de contacto para que de la simple relación por ordenador se pasé a una fase mas personal e íntima. Tanto las fotos como el contacto telefónico estarán a cargo de nuestra actriz A.G.No contemplamos en principio el uso de webcams aunque podría estudiarse su uso si fuese necesario para la buena marcha del proyecto.
- Posibilidad de un cita: En principio nuestro equipo de trabajo no es partidario de un encuentro real entre el cobaya y el cebo dados los riesgos que conllevaría. Sin embargo, teniendo en cuenta la propia impredecibilidad de la operación -no hay que olvidar que trabajamos con un ser humano que ignora que esta siendo objeto de experimentación- debemos contemplar esa posible y no deseable hipótesis. En ese sentido, tanto nuestro guionista A.L. como nuestra actriz, A.G. han planificado diversas estrategias, susceptibles de ser modificadas sobre la marcha, para adaptarlas a las contingencias de cada momento.
- Ruptura: La fase de ruptura a la que también denominamos “Fase de desapego”, se desarrollará a partir del momento en que consideremos que los objetivos de nuestro estudio estén alcanzados o cuando el cobaya no pueda seguir siendo estimulado sin causar graves riesgos a su salud psíquica. Para ello nuestro cebo irá espaciando su relación hasta conseguir el abandono definitivo de la misma. En caso de que los acontecimientos provocaran males no deseados, nuestro equipo intentaría entrar en contacto con nuestro sujeto de estudio para darle el apoyo psicológico necesario para volverlo a reintegrar a la realidad exterior.
Estudio extremadamente interesante al que pongo tres objeciones:
ResponderEliminarPara empezar, como mujer, considero muy machista el hecho de que la cobaya sea hombre y el cebo mujer.
Para continuar, como mujer con dos dedos de frente considero muy feminista el hecho de que el cebo sea mujer y la cobaya hombre XD
Y para terminar, como mujer con dos dedos de frente y zurda, ¿por qué el chalao tiene que ser zurdo? GRRRRRR!
¡Coño! fíjese que por ahí oí yo deun grupo de usuarrios de la red que estaban haciendo un estuduio sobre lo chiflados e ilógicos que pueden ser los científicos: se trataba de dejarse daptar como sujetos de estudio por estos cientificos y a partir de aquí vacilarlos.
ResponderEliminarHay, hay, hay.
Señora Fauve,su extremado arrabatamiento, sin duda producto de su sauvagisme proverbial, le impiden entender quizás, que estamos ante un proyecto de estudio en su informe preliminar. Es decir, se expresa lo que se quiera hacer pero sin establecer ningún tipo de análisis apriorístico. Espere, sea paciente y quizás sus dudas puedan ser resueltas.
ResponderEliminarCorsario, lo que me dice es extremadamente singular ya que sería necesario conocer la metodología usada por esos usuarios adictos y si tienen la titulación requerida para realizar esa clase de trabajos científicos con competencia y profesionalidad.
ResponderEliminarP.D:(e como os autores do estudo sexan usuarios de determinado foro mellor que os outros deixen a profesión científica e se metan nun convento de cartuxos a plantar cebolas nas hortas)
De buen principio he pensado lo mismo que la compañera salvaje ¿porqué escoger un hombre como cobaya y una mujer como cebo? después he pensado que posiblemente sea lo más parecido a la vida real... pienso que el hombre es más proclive a ser utilizado como cobaya, con estudio científico por el medio o no, y la mujer acostumbra a utilizar sus armas que, usualmente son perfectas, para proceder como cebo, sea por estudio científico o no.
ResponderEliminarSi el estudio se propusiera cambiando los sexos y los papeles... el cebo correspondería a lo que ahora llamamos cobaya y al revés...
o sea, el papel de la mujer (ahora cebo) pasaría a ser interpretado como si de cobaya se tratara y el papel del hombre (ahora cobaya) pasaría a interpretar el papel de cebo.
en el bien entendido que estoy generalizando tanto como lo han hecho los del Departamento de Psicologíca...tal y tal., pero tal como yo lo veo, si cambiamos los papeles, es cuestión de genes.
Ahora querrán que les explique el porqué de mi exposición... ¿o no?
ustedes dirán, mientras voy a pensar como enfocarlo por si tienen la maldad de pedírmelo... y explicarlo de forma y manera que no se me encampane la salvaje y se hundan en la miseria moral los caballeros.
(emoticono con un guiño)
a todo esto... buenas tardes y un cordial saludo.
Doctorcito, yo tampoco estoy de acuerdo con que el hombre sea el cobaya y la mujer cebo.
ResponderEliminarEso le ha quedado muy machista.
Sí... ya sé... que es un estudio preliminar, bla bla bla...
Ande, ande, póngame a mí de cebo a George Clooney y ya le contaré como actúa esta cobaya... XXDDD
Estimada embolic, no haga de esta cuestión una batalla de sexos. ¿Realmente importa si la víctima es hombre o mujer? Los científicos no son tiquimiquis en esas cuestiones a no ser que el tema sexual sea primordial para la investigación. En este caso el perfil usado es un perfil medio tan discutible como cualquier otro, pero hay que elegir un perfil, ver los resultados y extraer las consecuencias oportunas. Además ¿quién dice que no se realizará posteriormente un estudio similar usando como cobaya a una mujer?
ResponderEliminarEstoy expectante por conocer sus conclusiones finales con respecto al estudio,embolic. Ni se le ocurra ser pastelera, para tener calmada a la sauvage o no tocar la autoestima del sector masculino
Guinda de Plata, usted sabe que los presupuestos de investigación en España apenas alcanzan los mínimos necesarios, huérfanos como están, de inversión privada. Las universidades están al borde del colapso y los recursos cada vez son más limitados. El señor George Clooney cobró 350.000 dólares por beso en el Festival de Cannes, ¿cuanto le costaría al Departamento de la Universidad S. contratarlo para semejante actuación? Imposible, de locura, utópico, desproporcionado, quimérico. ¡Qué pena que nuestros deseos nunca se hagan realidad!
ResponderEliminarLa verdad es que el panorama de la investigación en España por desgracia, es penoso. Los investigadores piden más ayudas, los recursos como bien dice usted, doctor, están limitados. Una pena.
ResponderEliminarComo triste anécdota, hace unos años en una lista votaciones a la mujer del año en una revista femenina, competían, entre otras mujeres de todos los ámbitos profesionales, la insigne investigadora especialista en biología molecular Margarita Salas y la pseudoactriz -opinión mía-Penélope Cruz.
Ganó Penélope Cruz.
Así es la cosa, nos guste o no. Tampoco me gusta la señorita Cruz. Por cierto,Guinda de Plata, aprovecho para decirle que creo que compartimos los mismos gustos cinematográficos por lo que he leido en su blog. El Hollywood dorado y su pasarela de estrellas. Sangri-La, Camelot y Avalon para los amantes del viejo cine.
ResponderEliminarNo acabo de "ver" la necesidad de este tipo de estudios, puesto que de alguna forma parecen más un jueguecito de nenes desocupados y disfrazados de sesudos investigadores de conducta.
ResponderEliminarSupone de mano un engaño al sujeto cobaya, sea hombre o mujer carece de interes para esto, y la verdad es que me da mal fario.
Otra cosa sería si los sujetos participantes supieran de la existencia de al posibilidad de estar siendo incluidos en dicho estudio, al menos como posibilidad aleatoria, ya que si el "cobaya" sabe que es "cobaya" puede que aún sin reconocer al "cebo" su conducta se modificara y por consiguiente cualquier interpretación quedaría desviada por ese motivo.
Bicos.
Demasiadas veces la ciencia aparenta no ser más que eso: un jueguecito de nenes desocupados. Lamentablemente tiene ideología y tiene ética y tiene una noética. Hace más de 150 años que los departamentos de Psiquiatría, Neurología y Psicología de Universidades e Institutos Científicos experimentan con cobayas humanos. Ahí está el tema de la publicidad subliminal o de la lobotomía. Ahí están el tema de la experimentación y exterminio de deficientes mentales en la Alemania nazi y en el régimen estalinista. Más recientemente la experimentación con drogas en el ejército americano con los soldados del Vietnam. Primero se les proporcionaba LSD y cuando descubrieron que esta droga potenciaba la percepción extrasensorial y como tal era peligrosa para sus interes decidieron pasarse a la heroína que aturde la personalidad y convierte a sus usuarios en obedientes adictos.
ResponderEliminarLo cual no significa que esté correctamente planteado, el que el uso de "cobayas humanos" lleve ya 150 años en marcha no le da credibilidad ni fiabilidad.
ResponderEliminarEso sería entrar en consideraciones éticas o de procedimiento de las que son responsables los autores de este proyecto y no este humilde doctorcito que se limita a exponer la dura y puede que cruda realidad de los hechos.
ResponderEliminarDoctorcito, adoro... No, espere, que lo pongo ahora mismo en mayúsculas. ADORO el cine clásico norteamericano en blanco y negro. El Hollywood dorado de Bette Davis, Katherine Hepburn, Cary Grant, Gregory Peck, Susan Hayward, James Stewart, Olivia de Havilland o Laurence Olivier. No me olvido de la majestuosa Anna Magnani, con esos chiquillos llenos de mocos pegados a sus faldas. El neorrealismo italiano también me pierde.
ResponderEliminarAdoro el cine. Y el clásico, aún más.