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Amistades exquisitas
Vas al mercado, compras una merluza y le pides a la vendedora que te la limpie. De algún remoto rincón de su delantal blanco surge un enorme cuchillo que con inusitada pericia se hunde en el lomo del pescado. Una hendidura longitudinal e inapelable en la que ella puede introducir sus dedos gordos y sacarlos ensangrentados con las vísceras del pez. Ya limpio, la vendedora se dispone a cortarle la cabeza.
- No, espere. Quiero verle los ojos antes de que lo decapite.
La mujer lleva treinta y cinco años limpiando pescado pero nunca ha oído nada semejante.
- Si quiere se lo dejo entero.
- De acuerdo, me lo llevo así.
¿Cómo le vas a decir a la ya sorprendida vendedora que esa exquisito gadiforme se ha atrevido a lanzarte un guiño de complicidad justo en el momento de perder sus vísceras?
Llegas a tu casa nervioso, entras en la cocina y despejas la mesa.
A duras penas logras desenvolver el paquete.
En el armario coges un plato grande de loza y colocas la merluza encima.
Te alejas de la mesa para tomar las debidas distancias.
Respiras hondo y tiemblas, ya que la pregunta que vas a hacerle martillea en tu cabeza desde hace rato.
Nos conocimos en el quirófano.
ResponderEliminarPero ahora nos conoceremos en la cocina.Somos cómplices ¿no? ¿Que hacemos ahora?
Me parece que tu amigo tenía una buena "merluza".
ResponderEliminarEsta vez, abrazos.
Me estoy dando cuenta de que soy una pésima amiga, porque cuando me limpian algún pescado le digo al pescadero: Por favor, quítale los ojos lo primero.... , y lo mismo cuando compro un conejo, por ejemplo.. y es que los ojos en general me dan un asco que no puedo con ello. Igual que no puedo comerme nada vivo (ostras, almejas....)
ResponderEliminarPero luego es que está todo tan rico....
Un beso, Krapps.
Yo creía que los ojos de la merluza daban información sobre su grado de frescura, pero veo que lo tuyo es amor. Comer al ser amado es un acto de pasión sublime.
ResponderEliminarQue te aproveche, Dr. Krapp
Yo le pido que se quede con los restos decapitados: no quiero la cabeza y la raspa... ni para caldo.
ResponderEliminarLas pruebas del descuartizamiento, mejor lejos... que no me incriminen.
Jodeeeerrr ¡como está el patio! y yo me pensaba que lo mío era grave...
ResponderEliminarSieejjjqueeeee
Extrañas compañías para el quirófano pero podría ser, he visto algún cirujano y enfermera a la que solo le faltabn las branquias, Vitamorte.
ResponderEliminarNo te diría yo que no Cristal, todo está abierto a muchas interpretaciones incluso la dionisíaca. ¿Me vas a dejar con la duda? ¿Cuando me das besos y cuando me das abrazos?
Creo que lo tuyo, Novicia puede tener que ver con el hecho de que los ojos nos hacen adquirir consciencia de que nos encontramos en la presencia de un animal muerto. Los ojos son la huella de una vida que ya no existe y su presencia nos genera una sensación de culpabilidad. Un beso.
ResponderEliminarAmistad no amor o si no sé, eso depende del concepto de cada cual sobre el tema Luis. Amor, amistad, comida ...todo entra por los ojos.
Todos tenemos cierta sensación de culpabilidad por alimentarnos de animales, Tesa.
ResponderEliminarEstos son tiempos donde la casquería solo se admite en las películas gore aunque tengo la sospecha de que debajo de la pulida superficie nuestras pulsiones siguen intactas.
Dichoso mundo, siempre hay alguien en pero condición que nosotros para aliviarnos de nuestras flaquezas. Cristal00k.
Digo:
ResponderEliminarCreo que ahora vendré por aquí a todas horas...así que dejamélo como está para vuelta y vuelta...
Dije:
Cuánto tiempo sin asistir a consulta Dr.Krapp me he tenido que dar una panzada de entradas...
me ha sentado bien y me he sentido como en casa...
El que de verdad me da miedo es el pescadero con sus cuchillos afilados. A veces me siento vigilado cuando paso por una pescadería. ¿Es grave?.
ResponderEliminarTe le dejo tal cual, María. Entra cuando quieras y toma asiento.
ResponderEliminarEs grave si uno al salir de casa ha decidido llevar ese día cara de besugo cosa habitual un lunes o al regresar de vacaciones. Si no es así seguro hay posibilidades de pasar desapercibido. Encantado de verte por estos andurriales, Dizzy.
Jajajaja .... !genial!
ResponderEliminarPuede que os vieraís algún día en aquella playa de aguas azules y transparentes en donde pasastes tus últimas vacaciones estivales. Tú nadabas torpemente y ella lo hacía con gracia celestial.
Fue un flechazo. Y tú no te diste cuenta. Suele pasar mucho. Si te la comiste, espero que no fuera literalmente.
Hola, Rosg, encantado de verte por aquí. Me gusta ese preámbulo que le has puesto a la historia. Por cierto, seguramente inacabada.
ResponderEliminarLamentablemente en la actualidad no soy muy amante de los baños de mar y en mis aguas, por decirlo así, no abundan las merluzas exceptuando las que traen los barcos desde el Gran Sol.
Saludos