(Regeneración de la entrada del 2008)
- Ayúdame con el traje de luces, Fermín.
- Maestro es mucha responsabilidá.
- Debes hacerlo, la gloria no espera.
- Como usted quiera ¿pero como le tapo los agujeros antes de ponerle el traje?
- Tienes el Superglue y el algodón encima de la cómoda, entre las dos vírgenes. Coge buenos pedazos, no seas rácano como otras veces. El hueco del muslo como es más grande requerirá algo más duro y pesado.
- Podemos utilizar el tapón de la botella de champagne que se tomó anoche.
- Pero lávala a fondo y luego échale alcohol para desinfectarlo, que te conozco.
- Ay maestro, tanto sacrificio pa tan poco premio. Tie más cornás en el cuerpo que pelos mi parienta en sus santas partes.
- Por favor, no vuelvas a comparar mis gloriosos huecos con los pelos de tu mujer. Es una comparación extravagante, tu esposa va muy sobrada de vello tal como puede observarse por los muchos que le salen en el bigote. Además bien sabes que me debo a ésto. A todo este arte y señorío que brindo cada tarde en las plazas de España y de medio mundo.
- Maestro, si me permite la sinceridad, a usted no le hacen bien sus nuevas amistades. Esos señorones, escritores o artistas, le palmean las espalda, dicen que le admiran, que es usted la salvación del toreo, pero venderían su alma al diablo si después de verle dejar las tripas en la plaza pudieran convertir su tragedia en arte.
- Cállate, deja de decir insensateces y sigue vistiéndome, pero ten más cuidado que se me abren las carnes.
- Maestro, tengo todo el cuidado posible, pero da penita ver esas llagas. Usted mismo dice que cuando se ducha parece la fuente de la Cibeles echando agua por todos los caños.
- También es culpa de mis amantes ocasionales. Tienen la manía de sobarme las cicatrices, se me abren y lo dejan todo perdío.
- Tome medidas maestro, el sexo no debe requerir tanto derrame. No olvide lo que costó colocarle el pin cuando le quisieron condecorar en su pueblo.
- Fue gracioso, sí. ¿Te acuerdas cuando se me salió el hígado en el segundo toro de la primera corrida de la Feria de Abril? Hay que ver lo bien que reaccionó el público pidiéndome que saludara con él en vez de usar la montera. Luego, aunque fue una faena mediocre, me premiaron con una oreja.
- En realidad, maestro, los pañuelos de la gente eran para que sacará de nuevo el hígado, pero el presidente, que es un buenazo, prefirió concederle la oreja.
- ¿Ves? la fiesta requiere sacrificio para alcanzar la gloria, pero cuando llega, ay cuando llega, bien merecen la pena unos agujeros ¡Todo por la fiesta, Fermín!
- Todo por la fiesta, maestro.
Humorística y a la vez dura ésta nota.
ResponderEliminarCon todo el salvajismo contenido en la fiesta brava no deja de conmover el sufrimiento físico de ambos, toro y torero, para que las masas contemplemos éste espectáculo con todos sus altibajos.
A pesar de no estar de acuerdo con que se infinja tanto sufrimiento no puedo dejar de ver Tendido cero en TVE que pasan acá en California los sábados a las 8 p.m. horario del Pacífico.
Un abrazo Doctor, que estés bien.
Normalmente y con toda la lógica del mundo, se habla del sufrimiento del animal pero desde la perspectiva del torero el asunto sigue siendo duro y despiadado.
EliminarEn España hay una campaña muy fuerte contra el espectáculo. Alrededor del 70 por ciento de la población está contra los toros, en mi comunidad más del 90, pero se sigue subvencionando con dinero público para que la fiesta no desaparezca y el gobierno conservador quiere convertirla en Bien de Interés Cultural. Indignante.
Abrazos Carlos, no me importaría hacer un viajecillo por aquellas tierras.
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ResponderEliminarCreo que hay mucho de eso de "convertir la tragedia en arte". Te pasarán la mano por el hombro y alabarán tu faena cuando sirves a un fin, que en muchos casos no es el tuyo. Después se olvidarán de ti.
ResponderEliminarPor mucho arte que haya, el toro nunca decide estar en la plaza.
Los romanos que no eran almas cándidas precisamente consideraban los espectáculos circenses solo como un mero entretenimiento para la plebe, aunque luego también lo disfrutaran los patricios. Cuando se le dio a la tauromaquia carta de libertad, antes había sido prohibida por varios reyes, se le proporcionó cierto status cultural para disimular su lado sangriento.
EliminarLo de llamarlo arte no es por sus propias técnicas si no por ser fondo temático para pinturas y esculturas. Hay cuadros donde se reflejan asesinatos, matanzas y guerras crueles y no por ello el crimen ha pasado a ser considerado un arte, excepto para Thomas De Quincey.
Besos
Uno que estima el valor y las cosas bien hechas, repugna las imágenes de televisión donde el torero es herido por el toro, el conductor de F1 es accidentado o el piloto de motos choca con varios compañeros de fatigas. A mi me gusta un pase bien hecho, disfruto de un adelantamiento bien realizado y de una tumbada como dios o Fortuna manda. Las amantes que se recrean en las cicatrices son putas pagadas con sangre. Siempre hay gente a la que les agrada que el piloto se accidente, que se produzcan choques o que al torero le pille el toro. Cada uno ahoga sus frustraciones como bien le parece y muchos de los que hubiesen querido pilotar una moto y tumbarse en las curvas, conducir un coche a toda velocidad o tirarse en un encierro y no tuvieron valor en la ocasión, se reconfortan en la critica para esconder sus debilidades y sus cobardías.
ResponderEliminarA mucha gente le molesta la valentía, porque en ella ven reflejada su mediocridad y su aburrimiento, odian lo que no tuvieron valor de hacer.
Un saludo Krapp.
Creo en la legitimidad del disfrute de un pase en una faena taurina, de un adelantamiento en una carrera o de la escapada de un ciclista subiendo el Alpe d'Huez pero sé que en el primer caso para ver algo bello tiene que estar la muerte por en medio y en los otros casos aunque haya intereses bastardos, dopaje, intereses comerciales y demás, al menos nadie sale arrastrado por una recua de caballos mientras va dejando su sangre por todo la arena de la plaza.
EliminarEs cuestión de sensibilidades.
Hay gente que efectivamente critica algo por deseos frustrados o por envidia, es innegable, pero debemos aceptar la posibilidad de que haya otros que odie la corrupción o la guerra por simple postura ética ¿ O es que todos añoramos ser marines arrasando poblados o políticos cobrando sobresueldos?
SaludosTemujin
Un humor muy negro, mi querido Doctor, pero divertido. ¡Ay que ver, los sacrificios que exige el "arte"!
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Carlos, bien sabes que el humor negro nos libera de la desesperanza.
EliminarSaludos.
No entiendo de toros, aunque tuve un tío torero :))
ResponderEliminarMe gusta tu humor y la manera en que tratas el tema, pero encuentro una diferencia entre el dolor animal y el humano... ojo no justifico el primero.
Las palabras en azul son claves??
Un beso!!
Debo decirte algo muy tópico: uno de los dolores es elegido y otro no. En todo caso ¿tú crees que el dolor es estrictamente necesario en cualquier clase de espectáculo o es que la cosa morbosa fomenta la atracción hacia estos eventos? Eso lo entienden bien los chicos de La Fura dels Baus aunque sea un dolor figurado.
Eliminar¿Crees que te voy a dar la clave que responda a tu pregunta sobre si las palabras en azul son alguna clase de clave?
Besos
Como la fiesta nacional no la hago mía, pues ni la entiendo ni la apruebo, me quedo con un paralelismo: Una sociedad a la que un mal torero se ha empeñado en torear y va reciviendo cornadas por doquier; espero sinceramente que no halle para tapar tanto aujero y sepa, de una vez, triunfar la otra parte.
ResponderEliminarEs una buena comparación que me suscita una pregunta ¿Ese torero que torea sociedades es humano, como el resto de nosotros, o es una figura de plástico y por lo tanto sustituible cuando esté muy deteriorada?
EliminarBueno, Doc. Creo que se me considerará el elemento atípico. Otros con menos cintura dirán hostil. En fin, No voy a decir lo que dijo mi amado Sabina, aquello de tener perdón por haber nacido con este defecto… Al recoger el premio del circulo taurino. Sólo tengo el recuerdo de mi padre en una fotografía. Valencia, feria de julio: el viejo junto a Welles, ventilándose una paella antes de entrar al coso con toda la cuadrilla y el orondo cineasta. Busque por la web, seguro que la encuentra. No tengo otro recuerdo del colega, pues no lo conocí en persona. Mi madre me llevo con 6 años a mi primer espectáculo; Antoñete y su mechón blanco junto a Diego Puertas patillas Jimmy Page… En fin cosas de la genética. Cantaría aquello de los Kinks para definirme; “I´m not like everybody Else” pero David Chase lo hizo mejor que yo en los Soprano. Me voy de vacaciones, en agosto última crónica y buen verano a todos-as. Abrazos
ResponderEliminarTu opinión es interesante, JC. aunque yo valoro y entiendo toda esos elementos culturales vinculados a la fiesta, en este caso prefiero regirme por consideraciones éticas. No me gusta lo que veo cuando contemplo una corrida y no encuentro argumentos estéticos que modifican esa valoración. Mi primer espectáculo taurino fue también sobre esa edad, los 6 años, y todavía oigo los mugidos del toro muriendo.
EliminarFelices vacaciones y buen verano para ti.
Abrazos
Cuando, por lo que se ve, y se dice, nos están agujereando logros ganados con sudor y lagrimas.
ResponderEliminarAhora vienes tú, y agujereas al bien cultural que nos queda con ayudas publicas..tiene cojones el torero, que no han conseguido cargárselo, ¡claro! que si muere en olor de multitudes del IVA de lujo, del funeral no lo salva ni cristo.
Suerte¡¡ maestro
Sí, es un torero con suerte y además siempre hay a mano unas buenas botellas de champagne o cava con sus tapones encima para compartirlas con los amigos. Lo de los toros como Bien de Interés Cultural solo es el primer paso en un recorrido donde la desvergüenza será convertida en Patrimonio de la Humanidad.
EliminarSuerte, Juan Antonio!!
jajajaja lo que me he reído con este genial desvarío tuyo Dr. a caballo entre la tauromaquia y la casquería jajaja. Esta vez más que nunca se ha notado lo que te tira a ti el esperpento valleinclanesco, además se te da de miedo:))
ResponderEliminarNo sé, pensándolo despacio tienes razón, siempre vemos al toro como víctima y la realidad es que el toro bravo desgraciadamente nace para morir en la plaza, con más pullazos, estrés y algarabía que una ternera en el matadero, cierto, pero al final, los dos muertos. Uno para disfrute de los forofos en la plaza y la otra para ser filetes en la sartén. Triste, pero es así.
El torero sin embargo es un personaje ensalzado por el fervor popular y las tonadilleras vale, pero al final, también carne de cañón como el toro. Más allá de lo que haga o deje de hacer en el fondo es un adicto a la adrenalina, al aplauso, a su minuto de gloria, a veces fruto de la pura necesidad como los boxeadores, muchas veces mangoneado por los apoderados y casi siempre idiotizados por sus admiradores.
Fíjate, a mi, me gustaba mucho el rejoneo ( por culpa de mi padre, él me llevaba a verlo;)) ver bailar a dos animales enoormes y preciosos, controlarlos al milímetro era algo alucinante para mi. Siempre me han encantado los caballos, no es nada fácil manejar uno, su total dominio supone muchísimas horas de trabajo hasta conseguir esa compenetración increíble entre caballo y jinete, vale. Lo incomprensible es que sea necesario arponear al toro. Siendo evitable la sangre, el sufrimiento y la muerte de un animal, mucho más la de un hombre, que se mantenga, solo tiene una explicación, la que tu cuentas con tantísima gracia en esta entrada. El morbo, el regusto no por el arte, por el olor a sangre, a muerte, ese punto sádico es lo que hacer enfervorecer a las masas, esa es la verdad. Se le pueden dar mil pases geniales a un toro sin clavarle nada, sin hacerle sangrar y sufrir a lo bestia. Se le pueden proteger los cuernos para que no mate al torero, que no me diga nadie que sin eso no hay arte... lo que no hay es riesgo...¿el riesgo es arte? pues no. ¿Arriesgar la vida a lo idiota es de valientes? pues tampoco, la valentía es otra cosa...esos son chutes de adrenalina, muy distinto a la valentía. Es como lo de tu paseillo del hígado...aaay Diooss!! jajaja para mi no tiene más explicación que satisfacer instintos primarios y animales, mil perdones pero lo veo así.
Conste que me costó verlo. TEMU sabe que hace años, recién llegada a los blog, defendía el arte que pueda haber en el toreo, ahora que me han hecho pensar no...me he convertido jajaja pensado y analizado despacito el asunto, es verdad, no hay justificación posible a tanto sufrimiento humano y animal. Conste TEMU que también tú me hiciste cambiar de opinión en el asunto de las energía nucleares...ese es mérito tuyo y te lo agradezco un montón. Cuando hay argumentos de peso, seguir enrocados en no verlos, creo que es un error... pero como todo error, siempre se está a tiempo de corregir...sobre todo si ninguno de nosotros somos toreros;))
Siento el rollazo que me habrá salido, mejor ni releo...perdón.
Muuchos muchos besos y feliz resto de finde, Dr.
El toro es la verdadera víctima, María, pero me parecía tan obvio ese hecho que intenté centrarme en la patética figura de los toreros. Además de la muerte del animal para goce de los espectadores, está la figura del que porta una espada y se impregna de sangre. Creo que el torero vive en un marco del que no puede salir porque hay negocio y disfrute personal. No creo que por muchas “cornás que da el hambre” no haya algo placentero para el que le gusta torear.
EliminarEl rejoneo parece algo aparte como más dulce pero es igual de cruel para el animal que está debajo sufriendo los pullazos. No olvidemos que el toro sufre múltiples castigos antes del lance final. En los corrales se le pincha para quitarle bravura y luego dentro de la plaza están los picadores, los banderilleros y el matador con la espada final. Un animal herido, atontado por el dolor y la sangre, frente un individuo vestido de colores brillantes azuzado por una plaza donde miles de personas se divierten con el espectáculo.
Si se hicieran pases y luego se enviase el toro a lo corrales el espectáculo perdería las tres cuartas partes de los aficionados actuales. Lo que mola es que el toro muera y no que solo se juegue con él. Si no se satisfacen instintos primarios, no hay toros.
Muchos besos de lunes nublado aunque no tormentoso.
Ele la grasia, que no se pué aguantá...
ResponderEliminarYo no tengo muy claro el asunto de los toros: he oido opiniones a favor y en contra por parte de gente a la que yo respeto, así que me limitaré a aplaudir el sarcasmo. Me recuerda a los Tono o Miura de hace tantos años, de aquella gloriosa Codormiz que ya nos gustaría ver rediviva. Y sí, ya me imagino a los toros viendo la televisión y vitoreando al paisano que se lleva por delante al torero. Cada uno en su bando, como debe ser.
Eso sí: en cuanto al riesgo del torero, él ha podido elegir. El toro no. No tengo nada contra los que deciden apuntarse a esa profesión, pero me cansa un poco tanta alabanza. Según creo, los riesgos están bien pagados.
Me comparas con gente que admiro mucho, lo cual, siendo injusto para ellos igualmente agradezco. Darle la vuelta e imaginar lo contrario de lo que sucede es una curiosa forma de poner en solfa la realidad que se vive, solo hay que pensar en el "Planeta de los Simios" donde también había animales en juego.
EliminarLo de que uno elige y otro no, es claro por mucho que hablen de una raza privilegiada y demás chorradas. Las alabanzas taurinas cada vez tienen peor prensa, cosa que me alegro mucho y lo que es lamentable es que se use este tema pata atacar a los que han decidido libremente no permitir la fiesta. Espero que en Galicia ocurra lo mismo pronto.
Nunca he ocultado mi pasado taurino: Sanfermines, Vaquilla de Teruel, corridas de toros en directo y a través de la TV...Hasta puedo "presumir" de haber sufrido una cogida de un toro embolado que me tuvo tres meses malparado...Aquí empezó a cambiar mi visión del asunto y los no muy lejanos debates que se celebraron en Cataluña antes de la supresión de las corridas de toros también me cambiaron los esquemas mentales. Hoy me he distanciado tanto de todo lo taurino que ya no asisto, ni leo, ni cotemplo nada qu tenga que ver con los toros. Asumo dicho pasado sin pesar y lleno mi tiempo de ocio con otros mesteres...mucho más dignos, aunque no tan emocionantes...
ResponderEliminarTienes razón, amigo Krapp, los espectáculos taurinos sin sangre, cogidas y violencia
irían al fracaso...(Siempre odié la suerte de los rejones) . El arte, que también lo hay, es insuficiente para mantener la llamada "fiesta nacional"...
No hay nada de que arrepentirse, es natural que uno disfrute de un espectáculo que por circunstancias familiares y territoriales ha sido consustancial en su vida desde la infancia. La madurez es la que te permite calibrar ciertas cosas y tomarlas en sus justos términos. Ojalá siempre sea, ojalá la visión ética triunfe en nosotros sobre as tendencias más instintivas de la especie.
EliminarSi no hay "premio final" sería raro que esta fiesta pueda subsistir ya que no hay una tradición de toros sin sacrificio como en Portugal.
Por la TV me parece un espectáculo aburrido: pero en la plaza ,cambia completamente esta visión; el protocolo que conlleva es espectacular y encima arropado por la gente, el fervor ,la jerarquía de cada acto es digno de verlo pero...siempre he dicho que el torero escoge su profesión...por lo que ya sabe a que va...
ResponderEliminarY otra cosa que me sobrecoge es, cuando lo pican pero claro!: quien lo doblega con la fuerza que tiene.Y, ahora se puede ver hasta con estilo que antes los pobres caballos los destripaba el toro: que brutalidad por xD.
Me parece patético este espectáculo y todos los que se ceban en mortificar a las bestias.
Un abrazo Krapp.
Me ha encantado
...me ha encantado este manifiesto al "maestro" jeje!
ResponderEliminarEl protocolo es el protocolo y además como se sabe desde antes del nacimiento de la tragedia el valor de un acontecimiento tiene mucho que ver con la tramoya, los ropajes, el lugar y todos esos elementos que lo convierten en algo alejado de la realidad habitual, algo excepcional.
EliminarUn tipo con vaqueros y traje de calle matando a un toro en un circo sería algo repulsivo para la mayoría.
Es cierto que ningún torero se podría enfrentar a un toro si antes no ha sido debidamente desangrado, lo cual habla en beneficio de la fortaleza del toro y el absurdo del propio espectáculo.
Espero que haays tenido unas buenas vacaciones
Gracias y un abrazo.