- ¡Vamos, corre!
- No es necesario, no están.
- ¿Cómo que no están? Siempre están.
- Convéncete, la gran luz acabó con ellos.
- ¿Estás seguro? Eran muy fuertes no puede terminar con ellos una simple luz llegada de arriba.
- Pura apariencia. No eran nada. Muchos y ruidosos pero insustanciales para el mundo. Sobreviviremos a su ausencia.
- No sé si hacerte caso, eran taimados y vengativos, puede que esten escondidos esperando la oportunidad de caer sobre nosotros
- ¿Nosotros? No me hagas reír, nunca les hemos preocupado lo suficiente. Nos usaban para darse miedo o para culparnos de sus dolencias y epidemias. Estamos mejor preparados para la supervivencia pero ellos prefirieron ignorarlo o quizás solo se atrevían a susurrarlo en voz baja, como si se tratara de una pesadilla imposible. Solo éramos la escoria que se alimentaba de su propia escoria.
- Pues si es así, al menos debemos reconocer que han sido muy generosos. Tras su marcha nos han dejado preparado un fabuloso banquete.
- Es cierto, dejémonos de cháchara. Mueve tu sucio culo de rata y disponte para el gran festín.
Ácidas fiestas
Hace 2 horas
A riesgo de pifiarla una vez más, amigo Krapp, hoy te digo que tu texto se me hace muy beckettiano, dado que ayer por la noche me hice un fabuloso banquete con Final de partida, y no es mentira.
ResponderEliminarAllí están los padres moribundos en los tachos de basura, toda la mugre que hacen los muertos en vida, la inacción, la desazón, el humor ante la desgracia ya que "No hay nada más divertido que la desgracia", según Beckett, y hasta las ratas, que nadie matan porque igual han de morir, y el mar, que se atisba seco y yermo por las dos pequeñas ventanas por las que otea el paisaje muerto Clov (de "Clover"), para pintarle una imagen gris, gris, negro claro, a la ceguera del corazón de Ham (Hamlet, un mal actor...), sentado en su trono de rey de la nada, de "Mortibus", de "Corpsed" en la versión en inglés, pero siempre en el centro de la escena, dirigiendo la inacción en su irrefrenable caída al vacío de lo oscuro.
Y, sin embargo, Beckett me ha dejado un atisbo de esperanza y de luz sobre la pared de la cocina que no se ve en el escenario, a través del mensaje siempre vigente de un clásico como este sobre mi realidad como ciudadana argentina, que ha sido dicho sobre el escenario de modo tan magistral que los poderosos de turno no serían capaces de descifrar. Pura palabra la acción-no-acción circular, el principio comprendido en el final.
Maravilloso Beckett, Krapp: y todo gracias, en gran parte, a tí, que me has conducido a él, y te lo agradezco profundamente.
Por eso si vas al jarro, donde sólo encontrarás agua limpia y un peón de pie, verás que algo te está esperando. Te lo he enviado por mail, pero era sábado, y tal vez tenías algo mejor que hacer, como crear esta alegoría tan teatral que me resulta tan tuya como beckettiana, y que también te agradezco, como todo lo mucho que me das.
Un beso grande y buen resto de domingo!
Fer
El último libro que he terminado de leer, por fin lo he leído, es "Esperando a Godot" de Beckett o sea que has dado en el centro de la diana.
EliminarEstas ratas son algo pragmáticas y no esperan a que ven una grande diosa rata a salvarles. ¿Quién piensa en esas cosas cuando tiene tanta comida delante?
¿Es Beckett esperanzador o solo un tipo que se ha quedado solo en su baluarte y no le queda más remedio que sacarle gracia a la desgracia?
Muchas gracias Fer, he ido al jarro, como sabes y he quedado saciado.
Besos y feliz ufff...martes noche
Gracias, Krapp beckettiano. Hoy me encargué una novela de Beckett, muy extraño el título: Sueño con Mujeres que ni Fu ni Fa... Veremos qué tal, luego te cuento, ya que me ha dejado prendada el tipo por ser capaz de reírse da la desgracia, y en eso es donde veo una rendija de esperanza.
EliminarBuenas noches de martes por aquí también y gracias!
Fer
Al final la Vida cambia de forma y método pero persiste y nosotros creyéndonos únicos e irreemplazables. Al final somos unas células a las que les mueve la electricidad. Solo imaginar lo que durariamos en un bosque si una sociedad que nos respaldase nos da muestra de "nuestra fortaleza"...
ResponderEliminarLa Vida con mayúsculas no es nuestro territorio. Lo nuestro se escribe con minúscula, aceptarlo es un gran paso para hacer frente a lo irreversible.
EliminarComo siempre... Cada cual se siente el ombligo del mundo. Sea individualmente o en grupo. Y nada más lejos. Somos pequeñas marionetas movidas por unos hilos que ni siquiera somos capaces de reconocer. Aunque, si se trata de supervivencia, siempre tendrán más posibilidades los que menos escrúpulos tengan. Pero esto no es nuevo... Es la historia de la humanidad.
ResponderEliminarBesos, Krapps.
Somos el ombligo de nuestro propio mundo porque no concebimos ninguno en el que no estemos presentes. Eso no quiere decir que no aceptemos nuestra vulnerabilidad, al contrario conocerla es un estímulo para vivir más intensamente. Creo que sobreviven mejor los que conocen sus límites, algo que los malvados siempre olvidan.
EliminarMuchos besos, Novicia.
Nos iremos, pero podrá seguirse el gran rastro de basura que hemos dejado para siempre.
ResponderEliminarSi no lo comen las ratas y otros bichos a los que consideramos despreciables, Dizzy.
EliminarEs cierto: acabarán con nosotros pero no totalmente; unos pocos sobreviremos agazapados y anacoretas.
ResponderEliminarNo creo que les dejemos tan grande festín y si una guerra de ratas contra ratas.
Eso dicen las historias de ciencia ficción y lo creo. Un hombre acosado puede ser un depredador despiadado.
EliminarGran festín, sí. Y muy variado, además: van a tener dónde elegir. Pero que les pase a ellas los que nos pasó a nosotros (uf, ya estoy hablando de "nosotros" en pasado), que no se confíen porque ya estarán esperando las cucarachas...
ResponderEliminarAl final evolucionarán, crecerán, se volverán soberbias. Y todo comenzará de nuevo.
Es probable, esa es la ley del poder. Creces, te haces grande y luego mereces ser destruido.
EliminarPensándolo bien les veo más futuro a las cucarachas que a las ratas. Son insectos y no tienen que someterse a las servidumbres de los mamíferos: la crianza, la lactancia, el cortejo y todas esas cosas.
Salvando las distancias y sin desmerecer en absoluto a Beckett, siempre he estado condicionada al leerlo por esa famosa frase suya de ..."Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor." ... no, definitivamente no me inspira nada alguien que funciona con esa ideología más allá de su innegable altura literaria. A mi aun no me ha llegado el descreimiento, ojalá no me llegue nunca... eso de si no me sintiera morir, me sentiría ya muerto, no va con mi naturaleza.. a mi que me maten, por mi misma no pienso poner nada de mi parte;)) y todo esto a cuento de lo que te leo y le leo a FER en esta maravilla que te ha escrito en honor de tu adorado Beckett (un besito para ella:-)
ResponderEliminarNo, yo prefiero quedarme con la humanidad de Delibes y sus “Ratas, por más feroz que resulte el asesinato perpetrado por el tío Ratero con el intruso que caza ratas en su terreno por no respeta la ancestral delimitación del territorio de los depredadores. Me quedo con los primitivos brutos que pelean, antes que con los sofisticados intelectuales resignados, a veces creo que encantados de vivir en la porquería autojustificados por sus elevados pensamientos...no, me niego, eso conmigo no va. Para mi tiene mucho más sentido la lucha por la supervivencia, que la insípida desidia o el pesimismo escéptico, por mucho que se quiera envolver de supuesta racionalidad o pseudointelectualidad...no sé, supongo que me falta la frialdad aséptica que se necesita para instalarse en eso, soy más cavernicolita aunque no lo parezca ;))
Ha habido y habrá ratas siempre, nada nuevo bajo el sol, si ellas engordan es porque las dejamos engordar y supongo que eso es inevitable hasta cierto punto. Ahora bien, que tengamos que convivir con ellas, no quiere decir que irremediablemente nos tengamos que convertir en una de ellas, ni que nos dejemos comer por ellas sin ofrecer resistencia. Es más, prefiero asumir mi parte de rata y pelearme con ellas, que suponerme superior o mejor que ellas y morirme de asco o dejarme comer por ellas y mira que me dan asco xD!! pero prefiero hacerles frente e incluso ser de ellas, antes que de las arañas o los gusanos ;)
No sé si me fui por los cerros de Úbeda, es lo que me ha salido...perdón si me fui:))
Muchos besos Dr. y feliz semana.
Yo creo que la honestidad intelectual y humana no se rige por principios ideológicos ni clasistas. El escepticismo, el descreimiento, el nihilismo no tiene porque ser una postura del típico intelectual decadente y sibarita que se cree por encima del resto de la humanidad. No, la honestidad es otra cosa y así como hay gente "que sigue creyendo" de buena fe también hay gente "que ha dejado de creer" de buena fe. Dándole la vuelta al argumento también hay mucho bienintencionado idealista, mucho neohippie de medio pelo, que vive en el puro postureo. Yo conozco muchos y tu seguro que también.
EliminarEs cierto que estos tiempos no son adecuados para la credulidad y la esperanza y que hoy en día es de mejor tono no pecar de crédulo e ingenuo. Sin embargo me parecería injusto meter a todos en el mismo saco. Injusto ya que dejar de creer en este mundo más que cualquier otra cosa lo que es una auténtica putada y más que superioridad, que no tiene sentido si no eres un perfecto idiota, sientes vértigo y extrañeza ante lo que te rodea.
Te he contestado como buenamente sé.
Muchos besos, María
Te he entendido muy bien, no es eso, es que te has explicado de maravilla. Te hubiera sido muy fácil descuartizarme y además seguramente lo hubiera merecido. A veces se me mezcla todo en la cabeza, perdón. Es la primera vez que un descreído " coyuntural", porque en el fondo tal cual dices te gustaría creer y a mi meencantaría que un día volvieras a la fe :)) no nos tacha a los que seguimos amarrados a la bolla de la esperanza confiada de imbéciles descerebrados o memos ilúsos. A mi me vale y respeto cualquier postura que cada uno adopte siempre que sea honesta y sincera como tú dices y sobre todo respete la que adopte el resto, dentro de uno, manda solo uno. No hay más.
EliminarMuchísimas gracias y muuchos besos, de corazón... te has salvado de la hoguera...estaba recogiendo leña para ti:-)
Como ya estoy retratada ...me da lo mismo un poco más jajaja
EliminarVeeenga ... ¡¡¡ GOOOOOD MORNING DOC !!!
Y si la mugre nos llega al cuello, que sepas que a mi no me van a hacer que abra la boca, ni aunque usen tenazas:))
No vomites por favor... va de buena fe, de toooda la buena... fe, esperanza y caridad que encuentres:))
Muaaaakkss!!
PD
¿Tú ves que estragos produce en mi ver seguido dos días el sol?... sorry!!
Amigo, Doc. Lo voy decir muy Gracián; extraordinaria guinda a una realidad que supura día a día. Me ha encantado, apenas unas ciento y pocas palabras.Repito, lo has clavado. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, JC, nos vemos en el cine y en las estrellas.
EliminarEl mundo estará mejor sin nosotros. Hay un libro muy chulo sobre eso, sobre la evolución del mundo sin nosotros. Sabes lo curioso? Las cucarachas, los piojos y esas ratas estarían fastidiados. En cuanto se acabe el festín se darán cuenta de que vivían de nuestra basura, de nuestra escoria. Ni la escoria sobrevivirá.
ResponderEliminarUn beso. Me ha gustado mucho, un punto de vista distinto.
Sin duda el mundo estaría mejor sin esta bacteria pretenciosa que pretende infectarlo. La cuestión es si tiene capacidad de maniobra, si es capaz de reaccionar, si sus leucocitos están preparados para semejante ataque y sabrán responder a tiempo. Me gustaría no tener que escribir sobre lo que parece una disyuntiva inevitable: el mundo o nosotros.
EliminarBesos y muchas gracias, Nuria.
Uiggg... confieso que las ratas me dan muuu mal rollo... dicho el tópico de rigor..., el mundo se está convirtiendo en una montaña de escoria y no solo por los residuos que dejamos y que son el alimento natural de esos entrañables bichos, sino porque vamos sumando pobreza, hambre, guerras, racismo, el neodarwinismo social que ha recuperado la élite es absolutamente odioso, y un largo etc, que muy bien puede provocar el estallido final de esa luz que acabe con todo.
ResponderEliminarLeo a tus comentaristas de tu gusto por Beckett, la verdad es que solo leí en los años 80 su primera novela, Mercier y Camier y ese viaje-no viaje lleno de impotencia y que se mueve en una especie de impenetrable laberinto. Y más nada, no he leído más... he visto, si no recuerdo mal, algo en el teatro. ¿Por dónde puedo seguir?
A mi me ha recordado a Cormac McCarthy... La carretera, Suttree..., un autor que me gusta mucho y con el que ando entretenida ahora (dejando descansos, claro). McCarthy deja una brecha de esperanza, algunos seres humanos, pese a su situación límite y marginal, mantienen una actitud,como decías antes en un comentario, honesta... Me considero optimistamente pesimista y confío en esa honestidad para vivir y concebir la vida de otra manera, incluso, en el colmo de la ingenuidad, confío en la acción colectiva... pero eso es otra historia.
Un abrazo!!
En mi ciudad tenemos mucha familiaridad con la mierda. Es una pena porque creo que es bien bonita pero la mierda nos persigue. Cuando no viene del mar por vertidos del petroleo -Urquiola, Mar Egeo o Prestige- se nos cae el basurero municipal y atrapa a un pobre señor que estaba pescando un domingo por la mañana y del que nunca más se ha sabido. Ahora allí hay un parque lleno de césped y se presume de reciclaje aunque de vez en cuando oyes regurgitar algo allí dentro como si fuese el estómago de un gigante hambriento. Toda esta larga disgresión para decirte que creo que quizás algún día la tierra nos trague bajo una montaña de mierda formado por los orgullosos restos de nuestra civilización.
EliminarLo de Beckett es coincidencia por el nick pero apenas lo conozco como lectura. Esperando a Godot y poco más.
No he podido con Cormac McCarthy quizás me empeñé en leerlo en un momento inoportuno.
Me alegra verte por aquí.
Un fuerte abrazo.
Hay una peli de dibujos que me harte de ver con mis niñas cuando eran pequeñas.
ResponderEliminarIba, de una rata repugnante que amedrentaba a toda la sociedad ratonil, y gracias a un detective con un par…lograron vencerla. “Basil el detective” era el titulo.
No podrán vivir solas, las ratas necesitan alimentarse ya que su voracidad es insaciable, ¿aunque creo que un poco idiotas? Allá ellas igual se tienen que devorar entre ellas…joder es que no se de que va este Becket ¡¡
¿Quién no recuerda a Basil el detective esa versión ratonil de Sherlock Holmes o a Ratigan la malvada rata tras que se agazapaba el maquiavélico Moriarty? Excelente película Disney.
EliminarNo creo que un animal tan depredador pueda ser idiota, si se devoran entre ellas es que no haya nada a la que echar mano cerca.
Samuel Beckett es el del teatro del absurdo. Premio Nobel en los 60. Un tipo muy interesante y peculiar. Échale un vistazo a la Wikipedia.
Una mirada panorámica a divertido pesimismo futurista.
ResponderEliminarCada vez comprendo más a los chinos quienes al incluir ratas en el menú ,extinguieron a la plaga.
Tiendo al optimismo brutal a pesar de toda tendencia contraria, creo que así sobrevivo.
Una mirada desde el humor negro algo que dicen que es muy español.
EliminarTambién aquí existe la leyenda de que los chinos "dan gato por liebre en el menú", lo de las ratas es una versión más extremista, y aún hay otra más extremista, si cabe, que sostiene que esa es la explicación de la falta de población anciana entre las comunidades de esa nacionalidad.
El optimismo es un gran revitalizador.
Muy interesante esta reflexión sobre nuestra propia miseria y que mala vista y olfato tenemos, para no darnos cuenta que nos estamos cargando todo por dos ochavos y no queremos verlo.Humor negro o mejor dicho sordera mental... que es, la peor de las sorderas...
ResponderEliminarUn abrazo feliz día Doc o Krapp.
Si que nos damos cuenta, Bertha, lo que pasa es que no tenemos la remota idea de como remediarlo o si lo queremos hacer pretendemos que sea sin perder ninguna de los privilegios que nos hemos otorgado como amos del mundo.
ResponderEliminarUn abrazo.