El millonetis me recibió en lo que modestamente llamaba “su despacho”. Un ático de unos 200 metros cuadrados en forma de bóveda acristalada situada en lo alto de esa torre color caca que domina la ciudad y unos cuantas decenas de kilómetros a la redonda. Siendo el puto amo se lo puede permitir y yo no estaba en condiciones de exigirle nada. Excepto que me pagase por los servicios prestados.
La conversación fue breve: quería que buscase a Gangsy un graffitero mundialmente famoso porque un grupillo de críticos pedantes lo han convertido en una celebridad. Los mismos papanatas que pasaban indiferentes ante sus pintadas día tras día, ahora se pelean por coger las mejores instantáneas de sus ya emborronados murales.
No es arte, es negocio y no el más limpio.
Lo curioso de Gangsy es que prefería seguir en el anonimato aunque cobrando sus suculentos royalties a través de sociedades interpuestas.
Listo el chico. Las ventajas de la fama sin sus terribles inconvenientes.
Mi anfitrión había recibido un soplo de que el artista vivía en nuestra entrañable ciudad. Ahora estaba como loco para pillarlo en plan exclusiva y sacar buenos dividendos de la cosa. Por alguna razón no quería meter en el ajo a sus propios periodistas -rebautizados por él mismo como " esos babosos capullos"- prefiriendo la ayuda de un profesional acreditado. Me sentí importante y decidí pedirle un Potosí cuando se hablase del tema. 300 euros al día estaba bien. Casi me caigo de culo cuando me ofreció 3.000 por una noche única de trabajo.
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Eran las cuatro y cuarto de la mañana y me sentía entumecido dentro de mi viejo cacharro. Sobre las 10,30 de la noche, había empezado mi vigilancia en aquella árida explanada donde se cruzaban las carreteras que iban por un lado al polígono industrial y a la urbanización de chalets adosados "Dando el Pego" y por el otro al centro de la ciudad.Me había llevado un termo de café y un montón de comida para la espera. Era el hombre más feliz del mundo porque 3.000 euros revoloteaban en mi cabeza dispuestos a dejarse coger al menor descuido.
Seis horas más tarde era un alma en pena.
"Seré mamón" - me decía mi lado acomodaticio y quejumbroso "¿Qué coño hago aquí a estas horas?"
El otro, el intrépido y perdonavidas, replicaba aunque con apático convencimiento
"No vuelvas a cagarla una vez más, Fiz. Aguanta más tiempo, puñeta"
La que no aguantaba era mi vejiga a punto de estallarme.
Salí fuera.
Y en eso apareció el monstruo. Un tornado a cuatro ruedas que tapaba todo el carril derecho cercano a la urbanización. Era una masa oscura y ominosa. En su centro los poderosos faros delanteros semejaban los ojos de un felino nocturno acechando a una presa.
"Ese es el Hummer y ahí dentro va quien me salvará del arroyo"
Me arroje dentro de mi coche mientras el todoterreno pasaba a mi lado removiendo el aire. No fue fácil ponerlo en marcha, el objetivo casi se me escapa. Mis sueños de prosperidad futura fueron el mejor incentivo para no perderle de vista. Apenas lo había logrado cuando inesperadamente el Hummer se paró debajo de un puente de la autovía.
Lo dicho: muy Chandler. Quedamos expectantes ante la visión de la nueva estrella de las artes plásticas, el tal Gangsy.
ResponderEliminarY qué cercano suena todo, qué real.
Por 3.000 del ala, yo también habría hecho guardia esperando a Gangsy, incluso sin café y donuts.
ResponderEliminarMe he quedado atontado porque no entendía. Menos mal que he releído el título, ja, ja.
ResponderEliminarUn abrazo de espera.
Luego vuelvo, pero engo a pedir a esta casa que firmen Aqui. Se explica todo en el enlace.
ResponderEliminarGracias, Paseante. Por supuesto que es un texto conscientemente influido por Chandler. El maestro está ahí como modelo y su caracterización de personajes, no tanto el contenido de las historias, ha marcado el rumbo de la novela negra.
ResponderEliminarPrivilegios de millonaro, Tesa. Aunque cuando a uno le pagan tanto por tan poco es cuando menos mosqueante.
¿Qué es lo que no entendías, Torcuato?
ResponderEliminarUn abrazo para ti
Ya había firmado esa solicitud en otras ocasiones y un rato antes de leer tu comentario, Temujin.
Por 3000 eurazos aguanto yo toda la noche de plantón y sin café ni calefacción. Al raso si hiciera falta.
ResponderEliminarMe muerdo las uñas por conocer el desenlace de la historia, Krapps.
Un beso y muy feliz finde
Esta narración me ha traído a la memoria a ese detective contemplativo, filosófico, solitario, cínico, duro y tierno a la vez, aunque un tanto desencantado que como bien sabes se llamaba Marlowe. Cuando lo recreo siempre aparece con la cara y con el estilo de Humphrey Bogart...
ResponderEliminarTu pesonaje, Fiz, debió ser ayudante de él... Espero que en el próximo capítulo aparezca también alguna vampiresa.
Quizás 3000 euros sean una minucia para quien dispone de capital. Una costumbre inveterada en los ricos es el poco valor que le dan a lo que tienen en abundancia. habrá desenlace ¿Cuando? Ah.
ResponderEliminarBesos y feliz domingo, Novicia
Con razón te viene a la cabeza ese personaje ya que en él está inspirado con en realidad todo el resto de la narrativa de entonces y de ahora con más o menores matices. Frente a la agresiva realidad quizás sea una de las pocas posturas que podemos adoptar sin ser triturados.
Philiph es Fiz en gallego. Arou, una pequeña aldea costera en la Costa da Morte una sublimación de Marlowe.
Ya había vampiresa en el anterior, todo se verá, Luis.
Hay que ver lo que son capaces de hacer los ricachones por aprovecharse de los nuevos talentos, por integrar dentro del sistema lo que en principio es un arte callejero, alternativo...
ResponderEliminarInteresante capítulo de la saga Kaskarilleira, en la que nuestro amigo Fiz se pone de nuevo a prueba por unos cuantos miles de euros.
Aguardo expectante el desenlace.
Achuchones múltiples, Krapp.
Me tuvo en vilo éste excelente relato, igualmente quedo pendiente del próximo capítulo.
ResponderEliminarNo hay mayor riqueza que el poder, ni más rico que le que tiene el poder absoluto. Gracias, Cristal. Habrá desenlace.
ResponderEliminarGracias, Carlos. recomiendo tu ultimo texto en el Microrrelatista a quien me lea: http://elmicrorrelatista.blogspot.com/2010/10/reconocimientos.html
Un beso y buen finde, Krapps.
ResponderEliminarOtro para ti, sor
ResponderEliminarEsto se está poniendo al rojo. A la espera quedamos del desenlace, Dr. Krapp-ler.
ResponderEliminarhttp://www.latercera.com/noticia/cultura/2010/10/1453-298928-9-banksy-saca-ronchas-con-su-secuencia-de-los-simpsons.shtml
(Sobre bansky)
Algo había oído del tema de Bansky y Los Simpson y ahí que darle la enhorabuena a los creadores de la serie por tener tanta capacidad de autocrítica.
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