Una vez más, repitió el mantra tranquilizador.
- ¡Profanación!
¡¡Cristo bendito, las 8:37!! Se había quedado dormido durante casi dos horas. Nadie se había acercado ese día a hacer arqueo de sus pecados en su confesionario. Nadie se acercaría en cualquier otro día, pero él seguiría en su puesto, haciendo guardia bajo los luceros e impasible el ademán.
Se sonrió recordando el himno de la Falange e inmediatamente se puso tenso. En aquel lluvioso día de semana del mes de octubre se había dejado vencer por la dulce benevolencia del sueño y aquel osario inhóspito, frío y despiadado había pasado a ser un pequeño islote soleado, caliente y familiar. Dios mío, incluso pasaron por aquel espacio seres de venenosa sensualidad pecaminosa. Se santiguó apresurado y decidió que esa noche apretaría un poco más el cinturón de su cilicio.
Salió del confesionario y se aventuró por la inmensa nave desierta y penumbrosa, iluminada arriba por las luces del triforio. De repente, oyó voces. No, no podían ser sus hermanos monjes, había pasado la hora de Vísperas y deberían estar cenando en el refectorio. Por su parte, los escasos vigilantes estarían jugando la partida en el cuarto de control y hasta las 10 no iniciarían la ronda.
Las voces venían de la entrada pero hasta los más furibundos franquistas ya habrían abandonado la explanada siendo ya de noche.
Eran voces extrañas, demasiado opacas en aquel recinto. Voces acompañadas de un horripilante retumbar metálico.
Aceleró el paso. Llegó al vestíbulo, vio unas masas borrosas moviéndose en la penumbra y haciendo entrechocar algo que provocaba un ruido descomunal. Sacó muy nervioso el manojo de llaves y logró abrir la reja temblando.
No, no podía ser. Las dos hornacinas laterales estaban vacías y por lo tanto aquellas figuras ciclópeas solo podían ser los ángeles custodios que las ocupaban, que las deberían ocupar si el mundo tuviera sentido.
- Traidor, no permitiré que abandones tu puesto.
- Déjame, quiero dar un paseo por la Basílica, estoy entumecido después de tantos años en este asqueroso nicho.
- Sabes que no puede ser, nuestra función es seguir de guardia y al pie del cañón, ya que con restos de cañones fuimos construidos.
- Venga ya, no tenemos a nadie a quien proteger. Se han largado con los restos del viejo y según nos había contado él mismo, este era su mausoleo.
- ¿Si es su mausoleo particular porque nos llegan desde dentro tantas voces tristes cada noche?
- Quizás fuera un hombre de mucho poder y lo hayan enterrado con todos sus esclavos y parientes. En algún lugar antiguo lo hacían así. Debemos de enterarnos de lo que pasa ahí dentro.
- Sabes que no me gustaban esos aires que se gastaba cuando venía a pasarnos revista porque decía que nos veía muy marciales, pero somos estatuas y debemos seguir donde nos pusieron.
- Era un tipo bajito e insignificante y quiero conocer el secreto de su poder. Debemos entrar y conocer a la gente que debe tener ahí dentro tan subyugada, que nunca han venido a visitarnos.
- Señores, disculpen, soy el confesor de la Basílica y no quiero entrometerme en sus asuntos, pero el Generalísimo se merece un respeto.
- Franco era este hombre.
Cuando terminó, satisfecho de si mismo, miró triunfalmente a los ángeles custodios pero éstos ni aplaudieron ni se pusieron firmes. Al contrario, las espadas se levantaron peligrosamente en sus poderosos brazos.
- Sí, realmente era muy pesado con sus frases pomposas y esa voz aguda.
- Creo que no deberías habérnoslo recordado, tuvimos que escuchar sus peroratas noche tras noche.
- Sí, ahora nosotros nos sentimos idiotas por estar custodiando durante tantas noches a un individuo tan fatuo y redicho.
- Eso que están diciendo es indigno y rastrero, el Generalísimo se merece otro trato - replicó el monje ofendido.
- ¿Y tú que trato te mereces siendo tan pesado como él?
- Creo que a este humano le gusta lo pesado y quizás le vendría bien probar la pesadez de nuestras espadas.
Una voz poco heroica le devolvió a la vida:
- Hermano, despierte, se ha vuelto a quedar dormido en el confesionario.
Pobre hombre,y ni siquiera una Ada Colau que llevarnos al titular defendiendo a este pobre desahuciado... Creo que una magnifica venganza hubiera sido dejarle en ese sitio tan siniestro, no lo conocia hasta el año pasado que fui a verlo, por curiosidad y el ruido mediatico de tanto luchador democratico. Es un esperpento de edificio que bien merecia un "tiro en la rodilla" para el autor. El dictador, el confesor de confianza, la viuda con el pañuelo de encaje quitandose la lagrimilla de dolor, un lugar tenebroso, desproporcionado y oscuro y los angeles con espadas, todos los elementos necesarios para una obra de terror.
ResponderEliminarY pensar que murio en la cama, da para pensar...
Un saludo
Gracias, Temujin, por tu comentario. Te contestó tan pronto porque he retocado un poco la entrada en la parte del vídeo. No creo que lo más adecuado fuera dejarlo en ese osario tan espeluznante donde hay tantas víctimas anónimas que deberían recuperar su identidad perdida.
EliminarEse espacio está maldito y dudo de que se pueda convertir en un monumento para la memoria aparte de que es feo y cutre como pocas construcciones en el mundo.
Va a ser dificil hacer algo bueno con él.
Saludos
Me encantó, eso de mantenerlo a uno atrapado hasta un final cantado que no lo fue nunca !!!!! Un genio bah!
ResponderEliminarMuchas gracias, Anita, los finales o se cantan o se sufren.
EliminarBueno, aún queda José Antonio de guardia, por si los viejos falangistas que no tragaban a Franco quisiesen ahora hacerse protagonistas del lugar.
ResponderEliminarEscuché hace poco que el conjunto arquitectónico está bastante deteriorado y harían falta más de diez millones de euros para restaurarlo. Ante eso hay dos bandos: los que prefieren que la Naturaleza siga su curso y acabe con él frente a los que dicen que tal vez tendría un digno destino como verdadero monumento a la reconciliación, o algo así. Creo que tienen razón los primeros, pero no estoy muy seguro.
En favor de José Antonio hay que decir que también fue una víctima de la Guerra Civil. Los viejos falangistas no franquistas, de la línea de Manuel Hedilla ya hicieron uso del Valle en muchas ocasiones.
EliminarYo estoy bastante de acuerdo contigo respecto a su utilidad futura, quizás como ruina, y no es el primer caso, mejore el original.
A ver lo que piensan hacer los de Vox cuando den el campanazo y ganen las elecciones por mucho que desee que no suceda nunca.
Dicen que los grandes hombres no suelen serlo para los que están lo suficientemente cerca como para ver sus miserias. Esto sé que no es aplicable a Paquiño, porque no fue un gran hombre ni era preciso estar cerca para ver sus miserias, pero comprendo el hastío de los ángeles de piedra, aguantando tantos años al viejo HDP.
ResponderEliminarSaúde.
Los ángeles son de bronce, de antiguos cañones de la guerra aunque quizás todo sea parte de la leyenda.
EliminarEs tan fácil ver las miserias y la mediocridad de aquel personaje que a uno no le queda más remedio que pensar que la falta de grandeza le hizo permanecer tantos años en el poder.
Saúde
Muy buena sátira a propósito de la noticia de la exhumación del dictador o para los fanáticos la «profanación» de su «eterno descanso»...
ResponderEliminarSupongo que para este personaje del confesor te habrás inspirado en Santiago Cantera, el prior del Valle de los Caídos, más conocido por su insistente oposición a dicha exhumación.
La ironía de este asunto, es que mientras las cunetas siguen enterrando a las víctimas del dictador, este se muriera en la cama y todavía siga procesionando de mausoleo en mausoleo. ¡QUÉ PELMA!
Un abrazo Doctor Krapp.
Santiago Cantera es una inspiración indudable pero imagino que cualquiera de los monjes de aquel lugar participa de la misma idea. El hecho mismo de colocar una abadía en un lugar así los hace cómplices de aquella abyección que contó con la bendición de Pio XII.
EliminarAsí lo reflejan en su web:
"Entre 1956 y 1958, el P. Isaac Toribios y el P. Justo Pérez de Urbel dieron los pasos para la plasmación del proyecto, al que se accedió definitivamente ante la insistencia venida de las autoridades del Estado. El 23 de agosto de 1957 se publicó el decreto-ley para la fundación, previo consentimiento del Capítulo General de la Congregación de Solesmes. Por su parte, el papa Pío XII emitió el 27 de mayo de 1958 el breve pontificio Stat Crux, caso único en el siglo XX con respecto a la Orden de San Benito, por el cual, mediante esta intervención oficial de la Santa Sede, se disponía todo lo oportuno para la erección inmediata del monasterio en Abadía dentro de la mencionada Congregación.
En la fiesta del Triunfo de la Santa Cruz, el 17 de julio de 1958, veinte monjes llegados de Silos emprendían el inicio de la vida de la nueva comunidad benedictina en el Valle de los Caídos. El 23 de octubre de ese mismo año, el P. Justo Pérez de Urbel recibió en Madrid la bendición abacial."
Esperemos que lo dejen donde está ahora.
Un abrazo, Estrella Amaranto.
Me ha encantado esa especie de monólogo interior y el lujo de tus descripciones. Gracias
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Luis Antonio, me encanta que te encante. Gracias a ti.
EliminarUn abrazo
Sin lugar a dudas, dura es la vida de los hermanos monjes. Aunque nunca entendí de quién eran hermanos, porque míos, de seguro, no lo son.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Los Benedictinos son los padres de todo el movimiento monástico desde el siglo VI con las reglas de San Benito, Ora et Labora y todas esas cosas. La verdad es que gozando de cierto prestigio aceptaron de buen grado lo que quería el régimen porque quizás podrían sacar partido.
EliminarImagínate por un momento que pusieran a una orden religiosa al cuidado de la Escuela Mecánica de la Armada que tan bien conocéis en tu tierra.
Saludos
Bueno, tiene una capilla allí dentro, así que...
EliminarA mi me parece bien que le sacaran, pero no deja de ser una operación secundaria. Mientras tanto los izquierdosos del PSOE mantienen la reforma laboral, gobiernan para el Ibex, etc. Pero sacando a Franco cumplen con el expediente
ResponderEliminarEra la contrapartida por el tema de lo de Cataluña, estaba preparado para que se hiciera después de la sentencia del Procés y sí como tntas veces anteriores es la clásica disculpa del PSOE para tomar medidas sociales de relevancia. Recordemos como Zapatero usó el matrimonio homosexual para esconder su política económica reaccionaria e indultar al expresidente de BANESTO.
EliminarSiendo niño, había una frase que escuchaba a mis mayores "si Franco levantara la cabeza". Y parece que ahora que la ha "levantado", brevemente, los viejos fantasmas de este país han vuelto. Vivimos en una partitocracia, con una política de frentes organizados en Rojos-fachas o republicanos-monárquicos o indepes y nacionales. Con términos y lenguajes que escuchados en boca de personas que ni conocieron la dictadura me hace sentir estar viviendo en una época anacrónica. Aunque siempre es bueno saldar cuentas en aras a la justicia, eso no puede ser el centro del debate político. Estamos ya en el s. XXI, algunos no se han enterado.
ResponderEliminarEl relato, con tu estilo deliciosamente satírico. Un abrazo, doctor!!
Yo siendo niño tuve un padre que me tuvo de mayor y que vivió la Guerra Civil siendo un jovencito imberbe. Ese padre, fue detenido por ser de las Juventudes Socialistas, torturado, enviado a una carcel que retrato muy bien Manolo Rivas en su libro O lapis do Carpinteiro, y luego fue enviado al frente de Extremadura librándose de ser paseado por ser miy joven como algunos con los que compartió celda.
EliminarAquella guerra fue y ha dejado muchas cicatrices por el camino y lamentablemente una herida mal cerrada tiende a abrirse de nuevo. Esto es una partitocracia de baja calidad pero no puedo dejar de recordar la cara de alegría de mi padre la primera vez que pudo votar de nuevo.Si no luchamos para que esa partiticracia mejore, los abismos del pasado, que ya asoman su hocico pestilente, volverán de nuevo.
Muchas gracias y perdona el tono serio y quizas demasiado dramático de mi réplica.
Un abrazo, David.
Profanación es profanación, pero algunas sí llegan a ser merecidas. De todos modos, las osamentas (hatsa la fecha) no ponen queja.
ResponderEliminarProfanar es no tratar con respeto algo que se considera sagrado.¿Son los restos humanos sagrados por ser restos o por ser la huella de lo que fueron?
EliminarCierto es que como dices, las osamentas no se quejan.
Un abrazo, amigo.