En Sinfonía Azul he puesto temas musicales que nacieron inspirados por aquel naufragio. Puede que haya alrededor de cuarenta temas relacionados con el Prestige, y de los que conozco he elegido tres para colocarlos en la entrada titulada Sinfonía en negro alquitrán.
Y sin embargo el tema que más me gusta estará aquí, en el Círculo de los Suicidas Perezosos, donde quiero dejar un mínimo testimonio sobre Man, el artista eremita de Camelle a través dos documentos aficionados que a falta de un trabajo más profesional, del que muchas veces se ha hablado, pueden reflejar bien la huella que dejó Manfred Gnädinger na Costa da Morte.
(Comienza a partir del minuto 7)
Noviembre abría sus brazos
y tú desnudo como cada mañana,
buscabas entre las rocas
el rastro de tu paraíso.
¿Dónde están los pájaros de alas blancas,
¿Dónde el salvaje rumor,
¿Dónde la memoria marina
de espuma y alisios del norte.
Y mudo, contemplando la tragedia
recuerdas cuando decides huir
de aquella Alemania brumosa
donde nada tenía sentido.
Pero Manfred, ¿qué le han hecho al mar?
que el agua se ha teñido de muerte,
que llegan a la playa olas de vergüenza
que lo embrutecen todo.
Pero Manfred que le han hecho al mar?
Que te han arrancado el corazón
Con lanzas de miseria
la atlántica belleza, que lo inundaba todo.
Noviembre abría sus brazos
y tú desnudo como cada mañana,
buscabas entre las rocas
el rastro de tu paraíso.
Pero quien ha sido capaz de robarte
un sueño de mar infinito,
la vida bañándose en la playa
y el grito abisal de los delfines.
Y dicen las brujas marinas
que te ven vagar por los arrecifes,
Una sombra entre tinieblas, vestido de desnudez
y mar de tristeza en tus ojos.
y tú desnudo como cada mañana,
buscabas entre las rocas
el rastro de tu paraíso.
¿Dónde están los pájaros de alas blancas,
¿Dónde el salvaje rumor,
¿Dónde la memoria marina
de espuma y alisios del norte.
Y mudo, contemplando la tragedia
recuerdas cuando decides huir
de aquella Alemania brumosa
donde nada tenía sentido.
Pero Manfred, ¿qué le han hecho al mar?
que el agua se ha teñido de muerte,
que llegan a la playa olas de vergüenza
que lo embrutecen todo.
Pero Manfred que le han hecho al mar?
Que te han arrancado el corazón
Con lanzas de miseria
la atlántica belleza, que lo inundaba todo.
Noviembre abría sus brazos
y tú desnudo como cada mañana,
buscabas entre las rocas
el rastro de tu paraíso.
Pero quien ha sido capaz de robarte
un sueño de mar infinito,
la vida bañándose en la playa
y el grito abisal de los delfines.
Y dicen las brujas marinas
que te ven vagar por los arrecifes,
Una sombra entre tinieblas, vestido de desnudez
y mar de tristeza en tus ojos.
Esta es la traducción del hermoso tema que el cantaautor catalán Joan Isaac le dedicó a Man. En el video musical le acompaña Ana Belén.
Ni se os ocurra ir a Camelle para ver el Museo de Man. No merece la pena. Hoy todo aquello es una ruina vergonzante. A pesar del legado económico que dejó el artista y de la pretendida institucionalización por parte de las autoridades políticas de turno, nadie ha hecho nada para mantener su obra a salvo. Nadie. Aquello se derrumba con cada temporal y el vandalismo también ha hecho de las suyas. Pronto será un estercolero más. Un estercolero de sueños quizás, pero no muy diferente a cualquier otro. No imagináis como lo lamento.
¡¡Impresionante¡¡¡ ¡¡que buen homenaje, Krapps¡¡¡ Yo lo había visto alguna vez en la tele, pero no conocía su historia con tanto detalle. A veces el desamor lleva a la construcción en lugar de a la destrucción. No es el primero que tras un dolor de esa índole consigue crear sus mejores obras.
ResponderEliminarLo del Prestige, al igual que cualquier catástrofe del tipo que sea, no hay que conmemorarlo, pero sí recordarlo para que no se diluya en el olvido, para que se sepa siempre qué pasó y porqué, para que las nuevas generaciones sepan los mecanismos para evitar que se repitan.
Un beso, Krapps.
p.s. Este finde me paso por Sinfonía Azul para escuchar la música.
ResponderEliminar:*
Gracias, Novicia. Una larga historia con un final terriblemente inmerecido. Lo vi personalmente dos o tres veces y era un hombre que te impactaba mucho. Te rompía tus esquemas sobre la condición humana. Tenía buena relación con la gente del pueblo pero tengo la impresión de que era algo misántropo.
EliminarEl Prestige tiene dos lecciones obvias: una negativa y otra positiva. La negativa es la mezcla de rapiña, expolio y desvergüenza con la que el capitalismo enseña su verdadera cara. La positiva es la insólita lección de solidaridad de cientos de personas cuando los agoreros pronosticaban que la raza humana estaba condenada a la egolatría y al conformismo.
Besos, Novi.
Para estas cosas yo soy gallego, me incumben, me molestan, me ofenden...El Prestige es un caso que volverá a ocurrir, ya dejo los titulares, pero el fuel oil esta alli...
ResponderEliminarQuizás es hora de cambiar el nombre a esa Costa y llamarla De la Vida, pues en esa zona el mar es extremadamente prodigo con quien le cuida...
Todos somos gallegos, todos somos humanos. Hoy seríamos todos palestinos y también israelíes.
EliminarNo eres la primera persona que ha sugerido cambiarle el nombre a la Costa da Morte que es un nombre relativamente reciente, pero yo creo que la gente de alli ya se siente identificada con el mismo y no tiene connotaciones tan negativas como pudiera parecer a simple vista.
Precioso homenaje en ambos blogs: ojalá se pueda decir bien alto y con la seguridad de que... "nunca máis" ojalá.
ResponderEliminarY con este homenaje: resaltar la figura de Manfred que supo vivir con austeridad pero con encanto.
Un abrazo Dr.
No, me temo que no se puede decir así, podría haber otros Prestige porque tras el primer arrebato en seguida se baja la guardia.
EliminarManfred vivió como quería vivir pero tengo la impresión de que sufrió mucho más allá de su triste final. Imaginemos a un tipo como él, viviendo como él en un pueblo perdido en la costa gallega en los años 60.
Sí, es una historia dura y muy cinematográfica.
Un abrazo, Bertha
Me ha emocionado este HOMBRE tuyo Dr. ( hoy debo estar muy blandita yo, no sé), no lo conocía, me temo que ya nadie le conocerá y da pena pensar que su recuerdo, su obra, no haya sido cuidada por nadie. No sabemos cuidar nada de lo que merece la pena, por eso da tanta pena todo esto, nos lo cargamos todo, a veces tanto negro por todas partes asusta y fíjate que comentario te dejé en tu otra casa, supongo que otra vez sale mi contradicción constate. Lo siento mucho de verdad.
ResponderEliminarUn beso para él, donde quiera que esté y para ti.
Es una pena que no lo hayas conocido en vida, María, como decía más arriba causaba sensación y por su pinta de Robinson huidizo si no porque en su presencia, al menos yo lo sentía así, te sentías desarmado. Además era muy bello lo que hizo pero tal como está, a pesar de tanta cháchara sobre lo que habría que hacer con su obra, no merece la pena visitarlo porque eso sí son los restos de un naufragio.
EliminarBesos para ti de su parte y de la mía.
Todo bien nacido quedó conmovido por la catástrofe del Prestige. Muchísimos sentimos el escozor del negro y espeso caldo del alquitrán en nuestros corazones. Si esta trágica experiencia no sirve para que se pongan todos los medios que la eviten en el futuro...que venga el APOCALIPSIS y acabe con todos los responsables.
ResponderEliminarTe felicito, amigo Krapp, por tu trabajo en ambas bitácoras y por refrescarnos la memoria. Que nunca viene de más...
Un fuerte abrazo y toda mi solidaridad y mis deseos de que el peso de la justicia caiga sobre los responsables.
Entonces tenemos el Apocalipsis cercano porque luego del primer impacto y las primeras medidas todo se ha ido relajando como suele pasar siempre. Quizás al final lo que quede positivo de aquello sea la lección de solidaridad ante la catástrofe de la gente anónima que vino a colaborar desde todas partes.
EliminarGracias, Luis, un fuerte abrazo para ti.
Dios, qué tristeza. Recuerdo aquellos años en los que íbamos a visitar los dominios de Man (cuyas obras siempre me recordaban a una especie de Gaudí enajenado) y luego ver la catástrofe por televisión: un hombre apagado, consumido, desesperado, incrédulo. Así acabo, claro: lo mataron en vida.
ResponderEliminarEfectivamente, nadie ha hecho nada. Y ahora que, diez años después, comienza el juicio, cada vez queda más claro que las decisiones fueron políticas y no técnicas. Creo que, entre otros, el amado Paco Vázquez -del cual nadie parece acordarse ahora- tendría algo que decir.
Un Gaudí enajenado, está bien, aunque creo que Man era un tipo bien cuerdo que simplemente había dicho no al mundo civilizado en el que le había tocado vivir. Quizás su cordura, su conocimiento de lo irredimible de la naturaleza humana, propició su desesperación y su muerte.
Eliminar"Yo decir que esto no debe limpiarse nunca...,Ser episodio de la Historia. Quedar así debe, para todos recordar quién es hombre, porque hombre no querer a hombre, ni a mar, ni peces ni playa"
Eso decía él tras la catástrofe.
Recuerdo haberlo visto en las noticias. Un espanto. El video de Greenpeace es implacable:¡cuánta hipocresía! Como en todos lados, lamentablemente, y se cobra vidas valiosas, indefectiblemente.
ResponderEliminarUn saludo y te felicito por las sentidas reflexiones y la elección de material audiovisual.
Gracias, Fer. Por un lado hipocresía por otro una enorme lección de solidaridad de la gente. Por una vez lo bueno se contrapone con éxito a lo bueno. Te dejo el excelente documental que me regaló María en la otra bitácora.
EliminarSaludo y gracias. Espero ser un buen alumno de tus lecciones
Me pasa como a tantos otros, no conocía a este personaje, con mayúsculas, gracias por traerlo a tu rincón.
ResponderEliminarEsto del juicio a 10 años vista… pues que todo se diluirá en ese mar que todo lo purifica, se irán de rositas los que no debieran y pagaran los machacas (como siempre se cumplirá el guión)
Me quedo con el descubrimiento de Man. ¿Algo positivo tendría que tener la catástrofe?
Pobre Man, seguro que él no quería ser un símbolo de nada y seguir decorando sus piedras y sus rocas hasta que algún día la corriente se lo llevase. En el juicio tienen al capitán del barco como cabeza de turco aunque en este caso es griego.
EliminarEsa gente limpiando las playas venidos de cualquier parte o los mariscadores de la Ría de Arousa tapando cualquier recoveco para que no entrase la marea y el triunfo de su empeño también son bellas lecciones del desastre.
Tienes razón, en Camelle ya no queda nada del sueño del alemán.Penoso.
ResponderEliminarEl juicio será decepcionante porque seguro que se han buscado buenos abogados y reinterpretando todo lo que sucedió llegarán a la conclusión de que no son los culpables. En fin...
No sé que sería de Camelle un pueblo crecido a prisa y corriendo en un paraje espectacular si no hubiera sido por Man. Ahora todos son casas mal alienadas y en su museo todo es basura y abandono. Eso sí hay una comisión municipal que debería encargarse de su legado pero al parecer solo sirve para la eterna batalla PP-PSOE.
EliminarEn el juicio se escurrirán los gordos y caerá lo duro sobre el capitán o mucho me equivoco o va a ser así.
A Manfred y su historia ya los conocía, pero está bien recordar de vez en cuando a la gente que sabe amar al mar.
ResponderEliminarParece mentira que hayan pasado 10 años, recuerdo como si hubiese pasado ayer la sensación de impotencia, asco, angustia y mala leche que me invadió. Lo peor es que ya pasó antes, y seguirá pasando. A nadie parece importarle el mar más allá de los titulares. Y no saben, ni se molestan en investigar cómo gestionar desastres así.
Adoro el mar. Sufro cada vez que veo el deterioro, la basura, las especies invasoras, ... Bucear en la costa de mi tierra da pena y rabia.
Imagino lo que sufristeis los que vivís en esa tierra, los que la amais.
Gracias por recordar. A veces recordar lo malo nos ayuda a luchar por que no se repita.
Voy a ir a ver las canciones (la de aquí no la conocía y me ha encantado), y a dejarte una si no la has colgado.
Besos.
Cuando se vive cerca de él al mar solo se le puede amar, valga la redundancia. Uno termina por conocer sus cambios de carácter, sus caprichos, sus locuras e incluso su propia racionalidad. Es un ser vivo enorme que se defiende cuando le agreden pero que puede ser un compañero ideal si logramos acompasar nuestro rimo vital a su hermosa melodía.
EliminarBesos
Pues no hace ni un mes, Greenpeace manifestó que siguen pasando por la costa petroleros monocascos de bandera de conveniencia. Es decir, que el peligro sigue allí y en el resto de la costa española. Es como en todo, se dicen que se hacen cosas por la cuestión de la alarma social pero al final todo vuelve a la rutina y a la incompetencia acostumbrada.
ResponderEliminarSaludos.
Estas cosas, Dr. son las que me llenan de rabia. No puedo imaginar una manera más cruel de matar a una persona que de pena; Mientras no nos libremos de ciertos impresentables tendremos más la certeza de outro mais en vez de la de nunca mais.
ResponderEliminarClaro que duele, Manuel, pero nadie se hace responsable de esta clase de "daños colaterales". Si no se asumen las muertes directas, mira lo que está pasando con lo del Madrid Arena, tampoco hay espacio para cualquier otra clase de dolor no tan tangible.
EliminarÉsta es una de las veces en que la rabia y la impotencia te quitan el aliento y te dejan mudo. Que los culpables de aquella tragedia, ineptos que se niegan a admitir su responsabilidad, sigan ocupando cargos oficiales, y además intenten cargar las culpas a un profesional del mar, que como todos los marinos, ha navegado siempre bajo banderas y en barcos de todo tipo porque si no, no trabajabas, es una vergüenza sin nombre. Ni los responsables directos (autoridades de la Marina que dieron las estúpidas órdenes, en contra de la opinión del capitán del barco, de alejar el barco), ni los indirectos, políticos que aceptaron las órdenes y se fueron de caza porque era más importante, o el armador del barco, que no cumplía las normas y estaba en unas condiciones que los marinos se jugaban la vida en cada viaje, van a dar la cara y mucho menos, ser juzgados.
ResponderEliminarNadie se hará cargo de nada, salvo un viejo capitán, marino profesional, que intentó que el daño fuera el menor posible, pero no le hicieron caso.
Saludos.
Un viejo capitán y el Dr. Gral de la Marina Mercante que es un político/técnico fuera del cogollo principal y por lo tanto sacrificable. La verdad es que no me sorprende nada. Si miramos para atrás en nuestra historia reciente vemos casos muy parejos.
ResponderEliminarTenemos el tema del aceite de colza. Es incalculable el número de muertos y afectados que produjo aquel caso y aún día hay gente que de una manera u otra está cayendo por causa de aquel atropello a la salud pública. ¿Pasó algo? ¿Alguna vez pasa nada? Si al menos todo eso nos hiciera más clarividentes y nos permitiera tener claro quienes son los responsables del atropello pero hasta eso se nos hurta.
Saludos
Tierra EN QUE TRABAJÁIS
ResponderEliminarCON EL SUDOR DE LA FRENTE
Donde surgió el NUNCA MAIS
NEGRO DUELO de SU GENTE
Dicen que fue un temporal
Que lo arrastro la corriente
Que no se pudo evitar
Que sucedió de repente
Pero ahora bien sabemos
Lo que ya supimos antes
Fue culpa de los farsantes
Nuestros malos gobernantes
Incompetentes e ineptos
Causantes de tal catástrofe
Me encanta, Rafael, un precioso regalo que viene a enriquecer la entrada. Es curioso como los gobernantes se arriman a las casualidades repentinas para intentar escapar de las causalidades.
EliminarNo hace tanto, que estuve ahí para comprobar in situ, que desgraciadamente, tienes toda la razón en que lo que explicas en tu entrada :(. Un estercolero que va a más...
ResponderEliminarNos quedaremos, con el movimiento de solidaridad que surgió de forma natural, a raíz de esa tropelía, que como tantas otras referentes a la ecología, quedará impune. O casi...
Y un recuerdo también para el eremita Man, que llegó a ser parte del paisaje de ese lugar. Dicho sea, en su sentido más merecedor. Es fácil enamorarse de esa tierra.
Unha aperta, Krapp
Yo lo vi este mismo verano y me sorprendió el estado de completo abandono sobre todo cuando ves que es un tema del que no se ha dejado de hablar en la prensa en casi ningún momento. Uno ya sabe algo de como funciona el mundo pero no deja de sumirse en la perplejidad ante determinados acontecimientos.
ResponderEliminarCreo que no se ha hecho excesivo hincapié en lo que supuso ese movimiento de solidaridad que movilizó a mas de doscientas mil personas. El documental de Isabel Coixet, Marea Blanca, pone las cosas en su sitio. Muchos de los que tuvimos la suerte de conocer a Man en vivo quedamos marcados ya que supuso un desafío a nuestra idea de la experiencia vital.
Unha aperta, Cristal
es una pena que nadie se haya ocupado de que todo lo de Man se quedara en el abandono
ResponderEliminarmuy triste
saludos
Así nos va. Luego nos quejaremos de lo que han hecho los yihadistas en Siria.
ResponderEliminarSaludos