Había una vez, en un lejano reino, un conde nervioso por lo deseoso que estaba de llegar al gobierno. Mientras suspiraba como satisfacer sus demandas, cogió la fea costumbre de levantarse las mangas y restregarse sin tregua sus pulidas manos. Un día de invierno, mientras afuera arreciaba la nevada, se rascó tanto, que unas gotitas de sangre cayeron sobre su limonada. La limonada se puso naranja, afuera se escuchó un pájaro y el momento fue tan irrepetible, que el conde se dijo:
-Ojalá mis sueño se hiciera posible y conociera a una persona tan blanca como la nieve, tan naranja como esta limonada que me estoy tomando y que tuviese cual jilguero un canto irresistible.
De repente, escuchó una voz bajo su ventana y al mirar vio a una mujer de blanca tez, aunque más bien colorada en las discusiones y tan parlanchina como una cotorra argentina. Hizo la vista gorda ante las discordancias con su ideal, la invitó a palacio, le preparó la naranjada que hizo muy despacio con su nueva receta y asunto arreglado, ya tenía la persona concreta en la que había pensado ¿O no?
Al momento le invito a firmar un contrato para que le ayudase en su carrera y después de convertirse en su escudera, siendo redicha y pendenciera, la ascendió a guerrera ya que llamarla caballera, quedaría como muy machista y algo hortera.
Pero Ana De Morros, que así se llamaba la chica, aunque prefería que le dijesen Ani, se fue creciendo y se hizo poderosa, popular y orgullosa en los duelos contra la nobleza belicosa que quería un reino propio.
Tras un tiempo de incertidumbre, el conde volvió a su costumbre de rascarse con entusiasmo ya que empezó a sospechar que si a Ani de Morros la dejaba medrar, su lugar podría ocupar. Pidió consejo a su asesor político, un tipo llamado Espejo.
"¡Espejo, espejito, sé sincero y campechano, dime si mantengo la confianza del pueblo llano!"
Romualdo Espejo le respondió sin complejo:
"No te debes preocupar Conde Rascamanos, sigues molando entre ciertos humanos y aunque Ani De Morros tiene a su lado a victimistas y pijería, tú eres la esperanza naranja de la gran oligarquía".
Al conde tanto fervor hacia su guerrera le hizo cambiar de color: primero se volvió amarillo limón, luego rojo pasión y terminó su pellejo de un extraño naranja chillón. Desde aquella ocasión, cuando veía a Ani de Morros le daba un
vuelco del corazón y es que el pecho le ardía, tal era la emoción a la que le llevaba su tremenda manía. Su envidia
y orgullo aumentaron por días, como una mala hierba que no se cortaba, que siempre crecía.
Llamó a Romualdo Espejo y le dijo maquinador: "Espejo, espejito que eres mi consejero y por ello recibes prebendas y dinero, convence a Ani de Morros de que le eche más salero, que monte pollos, que se meta en hoyos, que haga una escabechina, que sea del corral la reina gallina, la verdadera y poderosa nueva heroína, caray".
Desde entonces, viniendo o sin venir a cuento -aunque sí en este cuento- la Guerrera Montagrescas se ha metido en el ajo, y el Conde Rascamanos, espera deseoso a que Ani de Morros se pegue el morrazo.
Debería nevar
Hace 3 horas
Una pena. Sentimental y simplón como soy, esperaba que en este soberbio cuento -que firmaría Ana Gramas- surgiera la pasión entre la De Marras y el Rascamanos, tal que así:
ResponderEliminar“Imagina, Inés del alma mía, en esta apartada Rivera nuestras vidas arrimadas, donde nunca estaríamos Malhú morados…” (color que Podemos descartar, obviamente).
Pero no, la ambición personal de ambos personajes imaginarios (nunca se darían en la vida real) provoca que su proyecto de futuro corra peligro. Aunque sospecho que los Ciudadanos que los apoyan parecen estar ciegos, y perdonarían todas sus torpezas.
Saúde.
¿Ana Gramas es escritora o editora? Muchas gracias por el piropo políticamente correcto por su parte.
EliminarCreo que la relación entre Ani y el Conde es de otro genero, como más de comunidad de bienes, privilegios e intereses. Efectivamente el Conde Está muy Malúmorado, o algo de eso aparece en las publicaciones del higadillo y ella ya se tiene a si misma para su propio narcisismo. También es cierto que cuando se junten beban Mahou, tan aparentemente castiza, como respuesta al desafío catalán.
No sé hasta que punto los Ciudadanos votantes de este partido pueden ser ciegos a lo que pasa dentro. La verdad, visto el panorama circundante y lo que está pasando hoy, Día da Patria Galega, más parece que sus votos son más productos de las torpezas de otros que de sus propios valores tan precarios.
Saúde. Feliz Día
Je, je, je... Pero en el fondo esto es la política. Medrar, medrar y medrar. Da igual el partido. Hasta que no se limite la llamada carrera política y nadie pueda dedicarse más de ocho años a politiquear tendremos estos cuentos. Primero en la casa propia y luego en la de todos. Un abrazo!!
ResponderEliminarYo creo que cuanto más alto uno está en esta cosa política más se preocupa por medrar y medrar. Si huyes de la realidad hacia un mundo entre las nubes, en cualquier actividad y te despegas de tus orígenes es cuando lo que empezó como compromiso se convierte en perversa adicción. Quiero seguir confiando en la buena gente que hay en las instancias de no mucho poder, gente que cuando deja el cargo se va a su casa. Hay algunos y por eso es un poco injusto meterlos a todos en el mismo saco.
EliminarUn abrazo, David
El poder tiene estas cosas. Solo puede quedar uno.
ResponderEliminarEntonces sería como un deporte más y quizás habría que hacerlo olímpico y pudieramos dar medallas. Hoy, 25 de julio, el premio quedaría desierto si hubiera lógica.
EliminarPero los pollos tienen mucha repercusión, se habla de ellos, corren ríos de tinta, el chiringuito del conde está en el candelero, y la gente se olvida de los verdaderos problemas. Y cuando Ani se queme se pone otra y a correr.
ResponderEliminar¿Tú crees que tienen tanto banquillo como para encontrar una sustituto/a para Ani?
EliminarHablar se habla de ellos, pero estar en todos los follones te hace perder credibilidad además de subrayar tu carácter voluble e irascible.
Ni los hermanos Grimm se animarían a contar una historia semejante.
ResponderEliminarY menos mal.
Saludos!
J.
No sé, afortunadamente los Hermanos Grimmm vivían en un mundo bucólico y feliz donde la naturaleza todavía no era enemiga del hombre y al humanizarla, en sus fábulas, podía representar mejor la condición humana sin ensuciarse.
EliminarCon lo bien que me caía Inés Arrimadas cuando hablaba en el Parlament mirando displicentemente al sr. Torra... Entre el sugerente cuento de tu entrada y la espantada de la naranja a Madrid me he quedado más que decepcionado. Ya no sé de quién fiarme...
ResponderEliminarTe caía bien porque en la contestación al poder omnímodo a poco que tengas cuatro argumentos bien hilvanados y cierto atractivo, y no me refiero al físico, consigues mucho protagonismo. Lo malo es que está mujer nunca, pero es que nunca, ha ofrecido algo en positivo. Yo no sé cual es su ideología, no sé lo que piensa de las pensiones, del trabajo precario, de la inmigración, del turismo masivo, de la gentrificación en las ciudades expulsando a los viejos, de la España vacía o vaciada etc... No sé nada, solo conozco lo que odia y lo que molesta y por lo tanto me parece un personaje oportunista y poco fiable.
EliminarUn abrazo