Cuando era pequeña,creo que tendría unos diez años, programaron en la tele un ciclo de Ingmar Bergman. Intuyo que era un ciclo porque recuerdo con nitidez haber visto tanto El séptimo sello como El manantial de la doncella y Fresas salvajes en un breve espacio de tiempo entre película y película.
En mi casa no había censura, quiero decir que aunque fuera pequeña, podía ver perfectamente películas "de mayores", a pesar de los rombos. Claro está que con diez, u once años, no entendía mucho del cine de Bergman y su sabor metafísico sobre la vida y la muerte, pero había algo en esas películas en blanco y negro que me fascinaban. Me impactó la imagen de aquel señor tan blanco, vestido con esa túnica y capucha negras, jugando una partida de ajedrez. Y me impactaron otras imágenes más, pero esa fue la definitiva, la que me marcó y la que hizo que jamás se me olvidara que un señor llamado Ingmar Bergman había dirigido una película llamada El séptimo sello.
Con el tiempo y la madurez aprendí a valorar el sentido de sus películas, y me alegré muchísimo de que mis padres no me hubieran mandado a la cama cuando la tele aún era una tele en condiciones -al menos en cuanto a ciclos de cine- y daba gusto descubrir joyas como éstas, aunque no comprendieras muy bien en ese momento de qué iban. Sólo había que dejarse llevar.
Gracias sinceras por poner este fragmento, Chamán.
Le puedo asegurar, Guinda, que creo que no ha habido jamás un director que haya expresado hasta niveles tan profundos los sentimientos, las emociones o las pulsaciones éticas del ser humano.
El miedo a la muerte, el sentimiento de culpa, la pasión como mecanismo de vida, la aceptación del paso del tiempo.
Ha habido grandísimos directores que han tratado estos temas: Dreyer, Bresson, Mizoguchi, Rosellini, Schrader, Buñuel, el mismo Antonioni... Pero creo que nadie ha llegado tan lejos como él.
Le voy a recomendar dos películas que me impactaron especialmente: Fresas salvajes y Persona. Cuando puede intente localizarlas y verlas. Sé que le gustarán
Y en cuanto a Persona, me la bajé hace unos meses con la mulita y me la pasé a CD. Por falta de tiempo no me he puesto a verla, y eso que tengo un montón de ganas, porque nunca lo hecho. De esta semana no pasa. Tengo muchas películas por ver. Ayer por cierto volví a ver La heredera, de William Wyler. Me tocaba turno de cuidar a mi madre y me apetecía verla con ella (le encanta el cine clásico tanto como a mí). Otra que volví a ver la otra noche fue Rebeca, que me apetecía muchísimo. Es, como usted sabe, mi película favorita y la habré visto unas veinte veces. Pero no me importa.
Gracias por su recomendación sobre Persona.
Por cierto, vaya lista de lujo de directores me ha puesto usted... Qué gustazo hablar de cine del bueno.
A lo mejor me confundo, pero tengo la impresión de que a usted Persona le va a gustar especialmente ya que refleja de forma magistral las vivencias de dos mujeres. La heredera, con la gran Olivia de Havilland, y ese animal cinematográfico llamado Montgomery Clift, tiene esa escena extraordinaria al final cuando el amante golpea la aldaba de la puerta y ella, después del engaño anterior, huye porque ya no confía en esa nueva posibilidad que le da la vida. Es excelente, como es excelente la obra de A lo mejor me confundo, pero tengo la impresión de que a usted Persona le va a gustar especialmente ya que refleja de forma magistral las vivencias de dos mujeres. La heredera, con la gran Olivia de Havilland, y ese animal cinematográfico llamado Montgomery Clift, tiene esa escena extraordinaria al final cuando el amante golpea la aldaba de la puerta y ella, después del engaño anterior, huye porque ya no confía en esa nueva posibilidad que le da la vida. Es excelente, como es excelente la obra de Henry James en la que está basada.
Esa escena... esa escena final... Magistral, sí señor. Se me ponen los pelos de punta cada vez que la veo. Magistrales también ambos actores en esa película. No he leído la obra y sin duda lo haré. Gracias por la recomendación.
(Me estoy dando cuenta de que le debo ya unas cuantas, eh...)
Henry James es un creador extraordinario y merecen la pena cada uno de sus libros, Guinda. Si no los ha leido le recomiendo vivamente su recopilacion de cuentos. Biblincio, un amigo mio que tiene un blog que puede ver en mis enlaces, suele reproducir cada semana una frase de Henry James y algún comentario sobre su obra de la que es un ferviente seguidor.
Cuando era pequeña,creo que tendría unos diez años, programaron en la tele un ciclo de Ingmar Bergman. Intuyo que era un ciclo porque recuerdo con nitidez haber visto tanto El séptimo sello como El manantial de la doncella y Fresas salvajes en un breve espacio de tiempo entre película y película.
ResponderEliminarEn mi casa no había censura, quiero decir que aunque fuera pequeña, podía ver perfectamente películas "de mayores", a pesar de los rombos. Claro está que con diez, u once años, no entendía mucho del cine de Bergman y su sabor metafísico sobre la vida y la muerte, pero había algo en esas películas en blanco y negro que me fascinaban. Me impactó la imagen de aquel señor tan blanco, vestido con esa túnica y capucha negras, jugando una partida de ajedrez. Y me impactaron otras imágenes más, pero esa fue la definitiva, la que me marcó y la que hizo que jamás se me olvidara que un señor llamado Ingmar Bergman había dirigido una película llamada El séptimo sello.
Con el tiempo y la madurez aprendí a valorar el sentido de sus películas, y me alegré muchísimo de que mis padres no me hubieran mandado a la cama cuando la tele aún era una tele en condiciones -al menos en cuanto a ciclos de cine- y daba gusto descubrir joyas como éstas, aunque no comprendieras muy bien en ese momento de qué iban. Sólo había que dejarse llevar.
Gracias sinceras por poner este fragmento, Chamán.
Un beso,
B.
Le puedo asegurar, Guinda, que creo que no ha habido jamás un director que haya expresado hasta niveles tan profundos los sentimientos, las emociones o las pulsaciones éticas del ser humano.
ResponderEliminarEl miedo a la muerte, el sentimiento de culpa, la pasión como mecanismo de vida, la aceptación del paso del tiempo.
Ha habido grandísimos directores que han tratado estos temas: Dreyer, Bresson, Mizoguchi, Rosellini, Schrader, Buñuel, el mismo Antonioni... Pero creo que nadie ha llegado tan lejos como él.
Le voy a recomendar dos películas que me impactaron especialmente: Fresas salvajes y Persona. Cuando puede intente localizarlas y verlas. Sé que le gustarán
Saludos, Guinda
Fresas salvajes la tengo que volver a ver, sí.
ResponderEliminarY en cuanto a Persona, me la bajé hace unos meses con la mulita y me la pasé a CD. Por falta de tiempo no me he puesto a verla, y eso que tengo un montón de ganas, porque nunca lo hecho. De esta semana no pasa. Tengo muchas películas por ver. Ayer por cierto volví a ver La heredera, de William Wyler. Me tocaba turno de cuidar a mi madre y me apetecía verla con ella (le encanta el cine clásico tanto como a mí). Otra que volví a ver la otra noche fue Rebeca, que me apetecía muchísimo. Es, como usted sabe, mi película favorita y la habré visto unas veinte veces. Pero no me importa.
Gracias por su recomendación sobre Persona.
Por cierto, vaya lista de lujo de directores me ha puesto usted... Qué gustazo hablar de cine del bueno.
B.
A lo mejor me confundo, pero tengo la impresión de que a usted Persona le va a gustar especialmente ya que refleja de forma magistral las vivencias de dos mujeres.
ResponderEliminarLa heredera, con la gran Olivia de Havilland, y ese animal cinematográfico llamado Montgomery Clift, tiene esa escena extraordinaria al final cuando el amante golpea la aldaba de la puerta y ella, después del engaño anterior, huye porque ya no confía en esa nueva posibilidad que le da la vida.
Es excelente, como es excelente la obra de A lo mejor me confundo, pero tengo la impresión de que a usted Persona le va a gustar especialmente ya que refleja de forma magistral las vivencias de dos mujeres.
La heredera, con la gran Olivia de Havilland, y ese animal cinematográfico llamado Montgomery Clift, tiene esa escena extraordinaria al final cuando el amante golpea la aldaba de la puerta y ella, después del engaño anterior, huye porque ya no confía en esa nueva posibilidad que le da la vida.
Es excelente, como es excelente la obra de Henry James en la que está basada.
Esa escena... esa escena final... Magistral, sí señor. Se me ponen los pelos de punta cada vez que la veo. Magistrales también ambos actores en esa película. No he leído la obra y sin duda lo haré. Gracias por la recomendación.
ResponderEliminar(Me estoy dando cuenta de que le debo ya unas cuantas, eh...)
Henry James es un creador extraordinario y merecen la pena cada uno de sus libros, Guinda. Si no los ha leido le recomiendo vivamente su recopilacion de cuentos.
ResponderEliminarBiblincio, un amigo mio que tiene un blog que puede ver en mis enlaces, suele reproducir cada semana una frase de Henry James y algún comentario sobre su obra de la que es un ferviente seguidor.