Lucho por intentar sacar de mis alumnos la mayor parte de las potencialidades que todos tienen y para que sepan proyectarlas en su entorno social respetando unos minimos valores éticos, tales como la solidaridad, la convivencia, el respeto...
También lucho por seguir aprendiendo y no caer en el desánimo ni en el conformismo.
Aún podría citar algún que otro frente. Sin embargo, con frecuencia me atormenta la idea de que podría hacer más y mejor...
Lucho por mantenerme serena y tranquila. Lucho por que los míos sientan que la vida merece la pena. Lucho por seguir intentando cada día ir un poco más allá. Lucho por no perder la capacidad de creer en los demás. Lucho por no contagiar mi desánimo a los que quiero. Lucho por que mis hijos el día de mañana tengan un mundo mejor. Lucho por no pensar demasiado a menudo en todo lo negativo que me hace hundirme hasta el cuello. Lucho por no dejar de respirar. Lucho por seguir viendo el mundo con ojos inocentes.
De momento no voy mal en estos pequeños intentos... Hay días que preferiría no tenerme que levantar a luchar.
En realidad era una pregunta más retórica que real a la luz de los últimos acontecimientos y de los últimos motivos de rebelión por estos pagos; sin embargo agradezco tu respuesta Luis, mesurada, tranquila y de persona segura en sus objetivos.
Siempre nos quedará la insatisfacción como previa necesidad para la superación personal, Myriam
Novicia, eres una auténtica luchadora ¿Se puede decir algo más?
es verdad Dr Krapp, pero el tiempo me enseñó que es mejor ocuparme que atormentarme...claro que no siempre puedo, pero... digamos que también es una lucha! : )
Lucho por encontrar sentido a un mundo que carece del mismo. Podría decir que la mayoría de las veces me refiero al planeta donde vivo, y otras al microespacio de mi cabeza.
Y sobre la entrada en sí, la verdad es que creo que algo parecido les pasaba a esos jóvenes de Pozuelo. En su caso se lo ha dando casi todo hecho y la única rebeldía e injusticia que se encuentran es que no les dejen pasar a la disco con zapatillas de la playa.
Myriam, la lucha es árdua y nuestra vida demasiado breve para esperar obtener recompensa después de la batalla. Conformémonos con tener fuerza suficiente como para superar las acechanzas y tentaciones del abismo, siempre tan presente.
Ellos han elegido la respuesta, Tesa. Condicionados por la vida que les tocó vivir, es cierto; pero han elegido una respuesta, que asuman sus consecuencias.
Efter, yo creo que es necesario luchar por un sentido aún a sabiendas de que éste es un universo sin sentido pero si lo hacemos debemos ser conscientes de que es un objetivo tan imaginario como las líneas que señalan el ecuador en los mapas. Es un sentido falaz pero necesario para nuestra supervivencia. A los de Pozuelo se lo han dado todo hecho pero siguen teniendo libre albedrío para elegir. Quiero pensar que no son máquinas y no están totalmente embrutecidos por el consumismo.
Dr Krapp: quiera pensar y piense, porque no son todos así ni esa idea de "los jóvenes" como cosa general funcionó vez alguna... (comentario de Tesa);recuerdo haber leído un escrito de la vieja Roma en donde alguien se quejaba de los jóvenes, diciendo que las generaciones subsiguientes pecaban de falta de energía, de determincaión ( si , no es una cita, es un recuerdo y como tal , presa de reinterpretaciones y falacias, corríjanme por favor si alguien tiene la data... )
Está claro que has puesto el dedo en la llaga. No se pueden comparar las luchas del pasado siglo: por la libertad, la paz, la acción directa, la democracia, etc...con la lucha de estos niñatos por el derecho a emborracharse, llenarlo todo de mierda y arremeter contra el que tienen al lado liandose a botellazos. Sencillamente triste y lamentable. Me parece penoso que no canalicen sus energías en luchar por un mundo mejor, sobre todo para ellos, que lo tienen realmente crudo. Aunque si se trata de niños de papá, como afirman los medios de comunicación, no es sino la reacción violenta (la rabieta) de unos niños consentidos que no conocen normas, ni límites. Triste realidad la nuestra y triste espectáculo.
Esa cita, Myriam, no estoy seguro pero podría ser de Catón y ya existían citas semejantes entre los filósofos griegos de la escuela de Sócrates. Nunca los jóvenes pueden cubrir las expectativas que depositan en ellos los propios adultos, esa es una especie de norma no escrita; pero también es cierto que si miramos con cierta perspectiva el nivel de autoexigencia juvenil y el contenido de sus reivindicaciones ha bajado mucho enteros.
Me temo, Cristal, que una gran parte de la juventud actual, y se que cualquier generalización es injusta, tiene mucho de niños de papá. El mismo fenómeno se produce en todas las clases sociales. A medida que tener un hijo se convierte en un bien valioso, gracias a la reducción de la natalidad, la necesidad de los padres en tenerlos contentos ha crecido. ¿Cómo se les ha mimado en una sociedad donde la gente no tiene tiempo para desenvolver su afectos? Muy fácil, rodeándolos de objetos sustitutivos del afecto. Finalmente hemos conseguido crear una generación de lobos solitarios, ahítos de objetos, pero poco acostumbrados a la vida social donde su inexperiencia les hace funcionar en ocasiones casi como manadas lobunas. Todo lo dicho con muchas comillas, claro.
Interesante repertorio. No es ni más ni menos que la evolución de la sociedad, donde todos tenemos nuestra parte de responsabilidad, aquí entramos todos. Sólo se puede luchar por lo que está a tu alcance, para mí no hay luchas más allá porque se me escapan de las manos. Cada persona debe ser responsable de sus actos. Decía Palacios que la persona por sí misma no es digna ni indigna, son sus obras concretas las que le hacen ser digno o indigno.
A mi me gustaría responder con otra/as pregunta/as:
¿Por qué siempre hay que luchar?
¿Por qué siempre tenemos enemigos?
¿Por qué ninguna conquista es duradera?
¿Por qué miles de años aceptando la existencia de sometedores y sometidos?
¿Por qué comparar nuestras luchas con las de los demás?
¿Por qué camuflamos (y lo hacemos, vaya si lo hacemos) la lucha por intereses con la lucha por ideales?
¿Por qué en la paz nos volvemos pasotas y sólo reaccionamos cuando está en peligro?
¿Nos sabe mal que estos jóvenes no tengan ninguna conquista que abordar, porque tienen la suerte de tenerlo todo?
¿Cuál debería ser entonces su lucha?
¿Por qué necesitan emborracharse si sus mayores no se cansan de decirles la suerte que tienen y que no saben valorar?
¿Tienen que estar siempre agradecidos?
¿O necesitan también ellos una guerra, como aquel personaje de Delibes, que aceptaba como una maldición que cada cual debe vivir su guerra?
Esa guerra ¿puede ser para ellos provocar, escandalizar, decirle a esta sociedad que pese a toda su jactancia, al final tampoco ellos son felices en libertad y que necesitan perderla para darle su valor?
No voy a seguir, tendría preguntas hasta el 2080. Y no vale la pena. Sé que no hay respuestas. Sé que sólo habrán analogías y referencias al pasado y a la historia. Y eso no sirve de nada. Ya que nada se ha aprendido de todo ello.
¿Evolución de la sociedad, Angie? No estoy de acuerdo. La sociedad es polifacética y polimorfa. Conviven revueltas muy diferentes, con motivos muy diferentes en espacios no tan distantes. La novedad, aunque no es el primer caso, es la revuelta desde el hastío, desde el aburrimiento, desde la desgana y la apatía. No quiero pensar, aunque es plausible, que la evolución nos lleva a tal grado de distorsión. Los de Mayo del 68 pedían lo imposible para conseguir lo posible sin importar su alcance.
Sí que hay una respuesta, Atalaya, hacemos todas esas cosas porque están en nuestra naturaleza y quizás solo queda aceptarlas como vienen con todos sus pros y sus contras. Somos eso y no otra cosa.
Creo que en la respuesta que das a Cristal, mi tocaya, está la clave de mucho de lo que expones.
Aún así, me pregunto de donde han sacado esos valores todos esos jóvenes. No son ellos los que manejan los hilos, ni de lejos. Y me sigo preguntando (yo, es que soy muy preguntona) ¿Qué es lo que se fomenta desde el poder político, desde la educación o desde los medios? y sigo preguntándome a a quien interesa que que,eso, continue tal cual.
Y no puedo dejar de romper una lanza a favor de esa otra juventud, que también existe, y que no es noticia y por ello no sale en los medios, que estudia, que se esfuerza, que se rebela ante la injusticia con prontitud. Y que están dispuestos a dejarse la piel colaborando en cualquier causa que valga la pena. Seguro que viste un montón por nuestra tierra, cuando el Prestige. For exemple.
De ellos, también deberían hablar los medios... pero, claro, eso, no vende tanto como el morbo amigo. Yo creo, que ya todo, forma parte de una especie de gran reality. En fin amigo..., muy buena esa exposición de puntos de vista... Cada época tiene su cruz... esperemos que la de ésta, mejore de algún modo.
Saludos.
P.D. una pequeña joyita ese video del 68, con la alocución de Sartre.
¿Cómo prestar atención a algo tan etéreo como los valores cuando uno vive entre objetos,Cristal00k? Es decir, creo que los valores han perdido su valor en beneficio de cosas palpables y tangibles. Desde los 80 un materialismo obsceno lo recubre todo y claro en ello algo tiene que decir el poder ya que se forjó en esa ideología. Hay que recordar a aquel ministro socialista que decía que lo importante era enriquecerse y cuanto antes mejor. Aquella moda del yuppismo, de los corredores de bolsa como ideales de vida, o de un Mario Conde como modelo de perfección ha dejado secuelas o por lo menos ha laminado todo el idealismo anterior al desencanto desecando nuestros pozos de ilusión hasta no se sabe cuando. Los que están en otra onda y resisten a la tentación pragmática deben ser los famosos brotes verdes.
Para que sucedan cosas como las de Pozuelo es que algo está fallando en la educación de estos jóvenes; y posiblemente los primeros en hacerlo mal sean los padres.
Yo conozco algún chaval de 14 años que todavía no sabe hacerse el desayuno; y que no entiende que beneficio tiene el estudiar si ya tiene todo lo que quiere. Sólo le falta algo de protagonismo... Ayer me comentaba que sería genial estar en algo como lo de pozuelo.
A mí me gustaría decir que lucho por mis ideales, pero creo que eso pasó a la historia hace muchos tiempo, la lucha cuando estás en la Universidad y eres joven son muy diferentes a cuando ya tienes cierta edad y ves que aquellos ideales se fueron tal como entraron eso me hace recordar la película de "El club de los poetas muertos" aquella época también pasó y creo que hoy en la juventud se ha perdido la fuerza por LUCHAR (en mayúsculas)
Ahora solo pienso que el abrir los ojos a un nuevo día, ya es parte de mi lucha.
El tener un trabajo estable, es parte de mi lucha.
El tener sustento y casa (hipoteca incluida) ya es parte de mi lucha.
Lucho por ver a mi madre cuerda y que no se le acabe de llevar el Alzheimer.
Lucho por tener criterio propio.. que ya es mucho.. en este mundo!
En fín Doctor que la lucha es parte de la vida.. pero yo creo que de los que tenemos cierta edad..
La juventud vive pensando que no hay un futuro.. y entonces ya ven la lucha perdida antes de empezarla..Creo que ese es el error de nuestro tiempo.. Claro que es mi punto de vista.
Bienvenido otra vez por estas aguas, Corsario. Sin duda los padres fallan y a veces parecería que la libertad que gozamos produce demasiada apatía ¿Es que solo en la represión luchamos? Los chicos/niños de hoy en día amparados por su enorme colección de objetos, apenas se distinguen en el escenario. Quizás por ello tengan esa necesidad de protagonismo que resaltas.
¿Es posible, Lisebe que nos moleste que los ideales de los jóvenes actuales no sean de largo recorrido como aquellos que teníamos en nuestra propia juventud? ¿Nos molesta su pragmatismo por qué lo vemos muy parecido al nuestro actual cuando ya sólo nos toca luchar por cosas inmediatas como las que citas? ¿Su pragmatismo ante la vida ridiculiza nuestro propio idealismo juvenil haciendonos sentir que quizás perdimos el tiempo ilusionándonos por cosas que no merecían la pena? Besos.
Lucho por intentar sacar de mis alumnos la mayor parte de las potencialidades que todos tienen y para que sepan proyectarlas en su entorno social respetando unos minimos valores éticos, tales como la solidaridad, la convivencia, el respeto...
ResponderEliminarTambién lucho por seguir aprendiendo y no caer en el desánimo ni en el conformismo.
Aún podría citar algún que otro frente. Sin embargo, con frecuencia me atormenta la idea de que podría hacer más y mejor...
Somos dos, Luis Antonio... pero no te atormentes, no vale de nada.
ResponderEliminarLucho por mantenerme serena y tranquila.
ResponderEliminarLucho por que los míos sientan que la vida merece la pena.
Lucho por seguir intentando cada día ir un poco más allá.
Lucho por no perder la capacidad de creer en los demás.
Lucho por no contagiar mi desánimo a los que quiero.
Lucho por que mis hijos el día de mañana tengan un mundo mejor.
Lucho por no pensar demasiado a menudo en todo lo negativo que me hace hundirme hasta el cuello.
Lucho por no dejar de respirar.
Lucho por seguir viendo el mundo con ojos inocentes.
De momento no voy mal en estos pequeños intentos... Hay días que preferiría no tenerme que levantar a luchar.
Un beso Krapp
En realidad era una pregunta más retórica que real a la luz de los últimos acontecimientos y de los últimos motivos de rebelión por estos pagos; sin embargo agradezco tu respuesta Luis, mesurada, tranquila y de persona segura en sus objetivos.
ResponderEliminarSiempre nos quedará la insatisfacción como previa necesidad para la superación personal, Myriam
Novicia, eres una auténtica luchadora ¿Se puede decir algo más?
es verdad Dr Krapp, pero el tiempo me enseñó que es mejor ocuparme que atormentarme...claro que no siempre puedo, pero... digamos que también es una lucha! : )
ResponderEliminarTu pregunta es irónica
ResponderEliminar...y la respuesta de esta gente en Pozuelo, triste.
Si los jóvenes, que son quienes guardan las ganas apasionadas de cambiar el mundo andan así... el futuro no tiene buenas manos en las que asentarse.
Lucho por encontrar sentido a un mundo que carece del mismo. Podría decir que la mayoría de las veces me refiero al planeta donde vivo, y otras al microespacio de mi cabeza.
ResponderEliminarY sobre la entrada en sí, la verdad es que creo que algo parecido les pasaba a esos jóvenes de Pozuelo. En su caso se lo ha dando casi todo hecho y la única rebeldía e injusticia que se encuentran es que no les dejen pasar a la disco con zapatillas de la playa.
ResponderEliminarMyriam, la lucha es árdua y nuestra vida demasiado breve para esperar obtener recompensa después de la batalla. Conformémonos con tener fuerza suficiente como para superar las acechanzas y tentaciones del abismo, siempre tan presente.
ResponderEliminarEllos han elegido la respuesta, Tesa. Condicionados por la vida que les tocó vivir, es cierto; pero han elegido una respuesta, que asuman sus consecuencias.
Efter, yo creo que es necesario luchar por un sentido aún a sabiendas de que éste es un universo sin sentido pero si lo hacemos debemos ser conscientes de que es un objetivo tan imaginario como las líneas que señalan el ecuador en los mapas. Es un sentido falaz pero necesario para nuestra supervivencia.
A los de Pozuelo se lo han dado todo hecho pero siguen teniendo libre albedrío para elegir. Quiero pensar que no son máquinas y no están totalmente embrutecidos por el consumismo.
Dr Krapp: quiera pensar y piense, porque no son todos así ni esa idea de "los jóvenes" como cosa general funcionó vez alguna... (comentario de Tesa);recuerdo haber leído un escrito de la vieja Roma en donde alguien se quejaba de los jóvenes, diciendo que las generaciones subsiguientes pecaban de falta de energía, de determincaión ( si , no es una cita, es un recuerdo y como tal , presa de reinterpretaciones y falacias, corríjanme por favor si alguien tiene la data... )
ResponderEliminarEstá claro que has puesto el dedo en la llaga. No se pueden comparar las luchas del pasado siglo: por la libertad, la paz, la acción directa, la democracia, etc...con la lucha de estos niñatos por el derecho a emborracharse, llenarlo todo de mierda y arremeter contra el que tienen al lado liandose a botellazos. Sencillamente triste y lamentable. Me parece penoso que no canalicen sus energías en luchar por un mundo mejor, sobre todo para ellos, que lo tienen realmente crudo. Aunque si se trata de niños de papá, como afirman los medios de comunicación, no es sino la reacción violenta (la rabieta) de unos niños consentidos que no conocen normas, ni límites. Triste realidad la nuestra y triste espectáculo.
ResponderEliminarEsa cita, Myriam, no estoy seguro pero podría ser de Catón y ya existían citas semejantes entre los filósofos griegos de la escuela de Sócrates.
ResponderEliminarNunca los jóvenes pueden cubrir las expectativas que depositan en ellos los propios adultos, esa es una especie de norma no escrita; pero también es cierto que si miramos con cierta perspectiva el nivel de autoexigencia juvenil y el contenido de sus reivindicaciones ha bajado mucho enteros.
Me temo, Cristal, que una gran parte de la juventud actual, y se que cualquier generalización es injusta, tiene mucho de niños de papá. El mismo fenómeno se produce en todas las clases sociales. A medida que tener un hijo se convierte en un bien valioso, gracias a la reducción de la natalidad, la necesidad de los padres en tenerlos contentos ha crecido. ¿Cómo se les ha mimado en una sociedad donde la gente no tiene tiempo para desenvolver su afectos? Muy fácil, rodeándolos de objetos sustitutivos del afecto. Finalmente hemos conseguido crear una generación de lobos solitarios, ahítos de objetos, pero poco acostumbrados a la vida social donde su inexperiencia les hace funcionar en ocasiones casi como manadas lobunas.
Todo lo dicho con muchas comillas, claro.
Interesante repertorio. No es ni más ni menos que la evolución de la sociedad, donde todos tenemos nuestra parte de responsabilidad, aquí entramos todos. Sólo se puede luchar por lo que está a tu alcance, para mí no hay luchas más allá porque se me escapan de las manos.
ResponderEliminarCada persona debe ser responsable de sus actos.
Decía Palacios que la persona por sí misma no es digna ni indigna, son sus obras concretas las que le hacen ser digno o indigno.
A mi me gustaría responder con otra/as pregunta/as:
ResponderEliminar¿Por qué siempre hay que luchar?
¿Por qué siempre tenemos enemigos?
¿Por qué ninguna conquista es duradera?
¿Por qué miles de años aceptando la existencia de sometedores y sometidos?
¿Por qué comparar nuestras luchas con las de los demás?
¿Por qué camuflamos (y lo hacemos, vaya si lo hacemos) la lucha por intereses con la lucha por ideales?
¿Por qué en la paz nos volvemos pasotas y sólo reaccionamos cuando está en peligro?
¿Nos sabe mal que estos jóvenes no tengan ninguna conquista que abordar, porque tienen la suerte de tenerlo todo?
¿Cuál debería ser entonces su lucha?
¿Por qué necesitan emborracharse si sus mayores no se cansan de decirles la suerte que tienen y que no saben valorar?
¿Tienen que estar siempre agradecidos?
¿O necesitan también ellos una guerra, como aquel personaje de Delibes, que aceptaba como una maldición que cada cual debe vivir su guerra?
Esa guerra ¿puede ser para ellos provocar, escandalizar, decirle a esta sociedad que pese a toda su jactancia, al final tampoco ellos son felices en libertad y que necesitan perderla para darle su valor?
No voy a seguir, tendría preguntas hasta el 2080. Y no vale la pena. Sé que no hay respuestas. Sé que sólo habrán analogías y referencias al pasado y a la historia. Y eso no sirve de nada. Ya que nada se ha aprendido de todo ello.
¿Evolución de la sociedad, Angie? No estoy de acuerdo. La sociedad es polifacética y polimorfa. Conviven revueltas muy diferentes, con motivos muy diferentes en espacios no tan distantes.
ResponderEliminarLa novedad, aunque no es el primer caso, es la revuelta desde el hastío, desde el aburrimiento, desde la desgana y la apatía. No quiero pensar, aunque es plausible, que la evolución nos lleva a tal grado de distorsión.
Los de Mayo del 68 pedían lo imposible para conseguir lo posible sin importar su alcance.
Sí que hay una respuesta, Atalaya, hacemos todas esas cosas porque están en nuestra naturaleza y quizás solo queda aceptarlas como vienen con todos sus pros y sus contras.
ResponderEliminarSomos eso y no otra cosa.
Creo que en la respuesta que das a Cristal, mi tocaya, está la clave de mucho de lo que expones.
ResponderEliminarAún así, me pregunto de donde han sacado esos valores todos esos jóvenes. No son ellos los que manejan los hilos, ni de lejos. Y me sigo preguntando (yo, es que soy muy preguntona) ¿Qué es lo que se fomenta desde el poder político, desde la educación o desde los medios? y sigo preguntándome a a quien interesa que que,eso, continue tal cual.
Y no puedo dejar de romper una lanza a favor de esa otra juventud, que también existe, y que no es noticia y por ello no sale en los medios, que estudia, que se esfuerza, que se rebela ante la injusticia con prontitud. Y que están dispuestos a dejarse la piel colaborando en cualquier causa que valga la pena. Seguro que viste un montón por nuestra tierra, cuando el Prestige. For exemple.
De ellos, también deberían hablar los medios... pero, claro, eso, no vende tanto como el morbo amigo.
Yo creo, que ya todo, forma parte de una especie de gran reality. En fin amigo..., muy buena esa exposición de puntos de vista...
Cada época tiene su cruz... esperemos que la de ésta, mejore de algún modo.
Saludos.
P.D. una pequeña joyita ese video del 68, con la alocución de Sartre.
¿Cómo prestar atención a algo tan etéreo como los valores cuando uno vive entre objetos,Cristal00k?
ResponderEliminarEs decir, creo que los valores han perdido su valor en beneficio de cosas palpables y tangibles.
Desde los 80 un materialismo obsceno lo recubre todo y claro en ello algo tiene que decir el poder ya que se forjó en esa ideología. Hay que recordar a aquel ministro socialista que decía que lo importante era enriquecerse y cuanto antes mejor. Aquella moda del yuppismo, de los corredores de bolsa como ideales de vida, o de un Mario Conde como modelo de perfección ha dejado secuelas o por lo menos ha laminado todo el idealismo anterior al desencanto desecando nuestros pozos de ilusión hasta no se sabe cuando. Los que están en otra onda y resisten a la tentación pragmática deben ser los famosos brotes verdes.
Para que sucedan cosas como las de Pozuelo es que algo está fallando en la educación de estos jóvenes; y posiblemente los primeros en hacerlo mal sean los padres.
ResponderEliminarYo conozco algún chaval de 14 años que todavía no sabe hacerse el desayuno; y que no entiende que beneficio tiene el estudiar si ya tiene todo lo que quiere. Sólo le falta algo de protagonismo... Ayer me comentaba que sería genial estar en algo como lo de pozuelo.
A mí me gustaría decir que lucho por mis ideales, pero creo que eso pasó a la historia hace muchos tiempo, la lucha cuando estás en la Universidad y eres joven son muy diferentes a cuando ya tienes cierta edad y ves que aquellos ideales se fueron tal como entraron eso me hace recordar la película de "El club de los poetas muertos" aquella época también pasó y creo que hoy en la juventud se ha perdido la fuerza por LUCHAR (en mayúsculas)
ResponderEliminarAhora solo pienso que el abrir los ojos a un nuevo día, ya es parte de mi lucha.
El tener un trabajo estable, es parte de mi lucha.
El tener sustento y casa (hipoteca incluida) ya es parte de mi lucha.
Lucho por ver a mi madre cuerda y que no se le acabe de llevar el Alzheimer.
Lucho por tener criterio propio.. que ya es mucho.. en este mundo!
En fín Doctor que la lucha es parte de la vida.. pero yo creo que de los que tenemos cierta edad..
La juventud vive pensando que no hay un futuro.. y entonces ya ven la lucha perdida antes de empezarla..Creo que ese es el error de nuestro tiempo.. Claro que es mi punto de vista.
Besitos querido Doc
Bienvenido otra vez por estas aguas, Corsario. Sin duda los padres fallan y a veces parecería que la libertad que gozamos produce demasiada apatía ¿Es que solo en la represión luchamos?
ResponderEliminarLos chicos/niños de hoy en día amparados por su enorme colección de objetos, apenas se distinguen en el escenario. Quizás por ello tengan esa necesidad de protagonismo que resaltas.
¿Es posible, Lisebe que nos moleste que los ideales de los jóvenes actuales no sean de largo recorrido como aquellos que teníamos en nuestra propia juventud?
¿Nos molesta su pragmatismo por qué lo vemos muy parecido al nuestro actual cuando ya sólo nos toca luchar por cosas inmediatas como las que citas?
¿Su pragmatismo ante la vida ridiculiza nuestro propio idealismo juvenil haciendonos sentir que quizás perdimos el tiempo ilusionándonos por cosas que no merecían la pena?
Besos.