20 marzo 2009

Sobre el nuevo arquetipo femenino y sus fantasmas

¿Son las mujeres más felices desde que en Occidente se ha impuesto el modelo Bridget Jones?
Bridget Jones fue el personaje creado, primero en prensa y luego en libro, por Helen Fielding a mediados de los 90 en la que se cuentan las aventuras de una treintañera británica, urbana, culta, con un buen puesto de trabajo pero con una vida sentimental calamitosa que no le sirve para esconder su profunda soledad. El estilo de este libro, El Diario de Bridget Jones y la consiguiente película prtotagonizada por Renée Zellweger, es deliberadamente risueño y aunque su autora haya dicho que está inspirado en la trayectoria de las grandes heroínas de la novela victoriana (Emma Woodhouse, Elizabeth Bennett, las hermanas Dashwood o Catherine Earnshaw) recuerda más bien la "patología" de los personajes de Woody Allen -cómicos a su pesar- y en especial a la emblemática Annie Hall.
El éxito multitudinario de Bridget Jones como arquetipo de la mujer moderna, ha originado un montón de secuelas en forma de películas, series, novelas, tiras cómicas etc... convirtiéndola en
el paradigma de la mujer joven que teniéndolo todo, no tiene nada que realmente considere importante.
Es la mujer occidental abandonada a su suerte después de descubrir que la conquista de sus derechos económicos y sociales no le conduce a la felicidad prometida. Es la mujer que descubre asombrada que añora el estilo de vida de sus "esclavizadas" madres o abuelas. La mujer que quiere pararse pero no puede o no le dejan, condenada a ser un caballero andante en pos de un Grial que sabe que puede ser únicamente una quimera, un engaño, una mentira para que no se venga abajo el tinglado de la farsa.
Ally McBeal, Carrie Bradshaw, Samantha Jones, Edie Williams, los personajes de Sexo en Nueva York, de Mujeres desesperadas, las almodovarianas de Mujeres al borde de un ataque de nervios, las Mujeres alteradas de Maitena nos presentan la acusada personalidad de mujeres autocríticas y por lo tanto sufrientes. Mujeres que se niegan a claudicar ante la realidad por muy dura que ésta sea. Son mujeres fortalecidas en el desengaño y se han vuelto algo cínicas y engreídas. Irremediablemente fuertes, atractivas e irresponsables.
En definitiva, son puros personajes de ficción.

58 comments:

  1. Puro personaje de ficción.
    Lo has diseccionado con maestría.
    Urbana,culta,buen puesto de trabajo,vida sentimental calamitosa, sola, perdida,autocrítica, pertinaz, desengañada, cínica, engreída, fuerte, atractiva, irresponsable.
    Y yo me pregunto ¿siendo un personaje de ficción, porque me la encuentro a menudo?

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  2. Estimado Doctor:
    ¿Podría tratarse de alguna de sus encarnaciones terrestres, de alguno de sus fantasmas?
    Los arquetipos de ficción alcanzan tal fuerza en ocasiones que modifican a aquellos que se dejan poseer por su magnético embrujo.

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  3. No le basta con esos aqrquetipos femeninos. Tenía que haberlo hecho basados en mi persona. Me decepcionda, doctor.

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  4. Jooo! que miedo me da sentirme así. Va a ser que estos arquetipos no se llevan en este mundo real por lo menos auí en este pais..

    Digamos que las mujeres nos movemos por otros alicientes y van a ser totalmente diferentes que a los que Briget Jones se decantaba.

    En este mundo actual, la mujer vale mucho más que un simple niñita detrás de un jefe deseosa de sexo ..

    Es triste que este arquetipo de mujer impere en el resto del mundo occidental..

    Pero aquí aseguro que la mujer vale mucho más que este tipo de ser incongruente y falto de personalidad..

    Las mujeres somos hoy por hoy mucho más inteligentes que esoooo.

    Cronista permitame que discrepe de su análisis fuera de contexto.

    Besitossss de mujer autodicta y suficiente.

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  5. Libertad implica soledad. Esa mujer fuerte, atractiva, independiente, que probablemente ha sido creada por los departamentos de marketing, no se da cuenta de que la felicidad se encuentra con frecuencia en la cotidianeidad.

    Así, el abandono de la mujer del lado oscuro de la vida ha dejado un hueco que está ocupando el hombre-hembra. El macho-femenino.

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  6. Mientras me siga llamando Doctor y por lo tanto no respetando mi oficio de cronista, Maritoñi, escribiré en mis crónicas que usted es una reina rencorosa y caprichosa, indigna de su cargo y lanzaré mil soflamas para que los honrados patriotas decidan derrocarla. Dese por avisada.

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  7. Lisebe, que yo hable de un modelo no quiere decir que ese modelo sea representativo de un país, ni tampoco que sea la única verdad. El hecho es que una parte de la sociedad disfruta, asume y se identifica con ese modelo de mujer, si no no sería justificable su éxito. Tampoco es un modelo tan esquemático. No es solo una mujer que busca sexo por el sexo, hay otros valores en juego: el inconformismo, el descubrimiento de que la independencia y la soledad no es jauja, la necesidad de la afectividad como agarradera en un mundo salvaje y competitivo etc...

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  8. Estoy de acuerdo en casi todo lo que dices, Rrío. Es un producto comercial que incide en un sector vulnerable a ese modelo, un sector creciente que no se siente a gusto en el rol convencional pero que por apartarse de él es sensible a que aumente su cuota de frustración.
    Lo del macho-hembra, referido quizás al hombre que descubre su emotividad no lo tengo muy claro. Me temo que el hombre y la mujer pelean en un terreno baldío, donde la pérdida de los valores que les eran propios ha sido sustituido por una especie de inercia donde lo único que importa es sobrevivir.

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  9. Me temo que esos modelos no son ni mucho menos mayoritarios. Muchas mujeres dejan a esos personajes en la ficción y viven sus vidas, con el sufrimiento normal de estos días que nos ha tocado vivir.

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  10. No estoy tan seguro, Valentín, quizás aquí y ahora no es un modelo mayoritario pero por ahí afuera la cosa es diferente. El "single", el hombre o la mujer que vive solo al margen de una familia más o menos tradicional y sin tener relaciones estables es un fenómeno creciente en esta sociedad.

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  11. Estoy nerviosísima por el programa de radio de Luz de Gas. Tengo un poquito de diarrea.

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  12. Es un tipo de mujer que me atrae e inspira deseos de brindarle afecto y compañia, pero por otro lado me da miedo. Doy fe de que no sólo existen en el mundo de la ficción...

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  13. No tengo nada que discutir a eso, Luis Antonio, aunque siempre me quedará la duda de si el arquetipo, comercial, ha modificado esas mujeres o esas mujeres son las que inspiraron al arquetipo. Todo se ha vuelto muy confuso y el marketing es demasiado sutil como para poder dilucidar esta cuestión.

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  14. Los arquetipos reales no existen. Pero los necesitamos. Por eso el empeño de esos insensatos estudios para encasillar a todo bicho viviente. (Vaya por delante que la película de Bridget Jones resulta espantosa y se hizo un abuso indecente por parte de los guionistas de ridiculizar a la protagonista)

    No existe la Maruja (madre, esposa, comparsa… a tiempo completo) feliz por excelencia -por mucho que haya marujas felices- ni tampoco la triunfadora profesional infeliz por excelencia (por mucho que también abunden).

    Las dos situaciones son perfectamente intercambiables: marujas infelices y frustradas, profesionales felices y realizadas. Y viceversa.

    Los singles, son otro colectivo distinto, ya muy abundante también por nuestros lares. De hecho se han realizado varios encuentros y congresos y existe una maquinaria comercial que se está especializando en productos exclusivamente para ellos, por ser potenciales clientes con gran poder adquisitivo.

    Los singles buscan relaciones esporádicas, fuera del compromiso perpetuo, ya que no están dispuestos a pagar la cuota de sacrificio que toda convivencia conlleva. Encuentros placenteros = Sí. Desencuentros = No.

    La televisión nunca es inocente. Siempre pretende provocar reacciones. Y juega con las sempiternas contradicciones de la gente para conseguir audiencia.

    Si la libertad significa soledad es simplemente porque erróneamente se han basado las relaciones en los sentimientos (que siempre son inestables, egoístas y dependientes) en lugar de en el posible entendimiento, que implica esfuerzo y menos gratificaciones a corto plazo.

    Lo complejo no da la felicidad, y además es costoso y se pierde mucho tiempo para llegar a objetivos. Lo simple tampoco, pero es más directo, evita esfuerzos y a la larga acaba compensando, pues las inocentes menudencias acaban siendo muy adictivas.

    El tema ha dado y daría para muchos debates, y ninguna pretendida concreción o síntesis, por brillante que fuera, daría una lectura imparcial y sincera del tema.

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  15. Señor Cronista
    Permítame decirle que las mujeres que hemos luchado por conquistar derechos "económicos y sociales" no lo hemos hecho para alcanzar ninguna "felicidad prometida" sino para reivindicar lo que nos pertenecía y nos fue negado, sabiendo muy bien qué es la felicidad y que no depende de eso
    Que no añoramos la vida de nuestras madres y abuelas, porque sabemos que ellas eran también autocríticas y sufrientes en soledad...y bien calladitas. Así que nada de "tinglado de la farsa", porque más farsa que aquello...En todo caso usted mismo reconoce que nos hemos fortalecido...parece que los que añoran a aquellas mujeres "esclavizadas" son algunos hombres. Ya lo dice nuestro amigo Luis Antonio... éstas le dan miedo ¿Vamos a preguntarle por qué?
    A mí me gustaría que lo explicara ¿y a usted?

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  16. Bonjour Mr. Cronista & Cia:
    Bueno, yo descubrí a Bridget Jones hace solo dos año, mucho más tarde de estrenarse la segunda película. Del libro no tenía noticias...
    Y??? Pues me reí, no era para menos, pero no me identifiqué con ella en nada... Bueno, miento, me sentí identificada cuando después de hacer dieta pesaba más la pobre... Pero en todo lo demas, mi vida, la vida de una mujer normal, no se parece en nada a esa simplicidad. Yo estoy de acuerdo y subscribo todo lo que han escrito Lisss y Mara Cuyá, y como no voy a decirlo mejor que ellas, lo dejo aquí.
    Cuesta mucho ir conquistando poco a poco terreno para que luego lo reduzcan a una simple obsesión por tirarse al jefe... que para más inri de irrealidad, va y se enamora de ella...

    Un beso, Liberty ;)

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  17. Anonimo, los arquetipos sí existen pero no son el espejo de ninguna realidad. Su origen está en la interpretación de determinadas huellas y sobre ellas construir una caricatura buscando la afinidad del público con intereses mercantilistas en la mayoría de los casos y con intereses artísticos en los menos.
    Por ejemplo, en España, se creó en la postguerra aquel famoso personaje de Carpanta el perpetuo hambriento, que era una caricatura exagerada y simbólica de una realidad paupérrima. Esos personajes a fin de cuentas siempre buscan lo mismo: conmover desde el humor.
    Respecto a las relaciones interpersonales en estos tiempos estoy bastante de acuerdo con lo que dice. En este arquetipo, hay una especie de eclosión de la sentimentalidad y la sexualidad como valores únicos y la vida es una especie de guerra sexual permanente basada en la desconfianza extrema a otras formas de relación como puede ser la amistad- las amigas siempre son las mayores traidoras- la afectividad sin objetivos etc...

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  18. Tengo la ligera impresión, Mara y Cuyá, de que piensas que yo comparto esa visión del mundo que reflejan estas obras. ¿Te has fijado en la última frase del texto?
    Sin embargo yo sí que creo que muchas mujeres pensaron que la independencia económica y los derechos sociales les iba a dar un más fácil acceso a la felicidad. ¡Hasta en la constitución USA se habla de libertad y felicidad como elementos comunes! También en España los que lucharon contra la dictadura pensaron que la libertad traería felicidad. lo mismo ue en Argentina.
    ¿Hay algo malo en pensar que los derechos adquiridos en dura lucha te van a traer felicidad? Cuando uno se decide a cambiar algo es para conseguir mayor bienestar, mayor felicidad.
    Lo de añorar la vida de las madres y las abuelas es un sentimiento también legítimo. No se añora la vida de ellas como tal, se añora su tranquilidad, esa cierta paz espiritual y resignada que hoy es imposible tener. El hombre del campo añora las ventajas de la vida urbana. El hombre de la ciudad añora la tranquila vida rural pero ninguno querría perder los privilegios de que goza para cambiar de vida.
    En resumen, Mara y Cuya, solo expongo lo que creo que ese modelo ofrece. Una mera reducción de la realidad pero donde se esconde un malestar real ante un estado de cosas.

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  19. Muchas gracias Novicia, es eso justamente una caricatura pero ojo, esta vez en la mayoría de los casos no está realizado por "hombres amenazados" tal como se dice hoy en día si no por las propias mujeres. Helen Fielding, Maitena, las guionistas de Sexo en Nueva York etc..
    Daría para otro entrada esa otra visión simplista del hombre en estas obras. Un tipo simple y ridículo, a lo Homer Simpson, que solo piensa en sexo, ligues e irse de borrachera con los amigotes.

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  20. Cronista
    Tal vez me ofusqué y hablé sólo desde mi limitado lugar. A mí no me hacía feliz pensar que mi futuro era, como nos enseñaba la profesora de Economía Doméstica en el Normal, ser una experta en el manejo del hogar, ser la mujer que mejor sabía ponerle un pañal al bebé y tener la casa más aireada de la ciudad. Pude haber elegido eso, como muchas lo hicieron...pero no me hubiera hecho más ni menos feliz de lo que soy. Lo aprendí igual a la par de ejercer una profesión que me ha dado y me da muchas satisfacciones y momentos de felicidad...no es así la felicidad? momentos? Y el haber elegido otro camino me dio la posibilidad de disfrutar de muchas cosas que mis abuelas y mi mamá no se permitían porque las cargaban de culpas.
    Dije que alcanzar esos derechos no nos prometía la felicidad porque no ignorábamos que los hombres, que ya los tenían, tampoco la habían alcanzado...pienso que no es una cuestión de felicidad sino de dignidad.
    Si yo pensara que mis antecesoras llevaban mejor vida hubiese educado a mi hija para que viviera como ellas...pero vuelvo a repetirle, no pretendo generalizar a partir de mi experiencia.

    Me he fijado Cronista que describes a la mujer protagonista de esas obras y que dices que es ficción...así que tomo esto como tu opinión.

    Creo que lo mismo se puede decir de la lucha contra la dictadura, no ha sido por felicidad...y tú ya lo sabes.

    Nos hemos cruzado y acabo de leer tu comentario en mi espacio...aman la tierra donde han nacido, y son tan felices y desdichados como lo somos todos.

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  21. Decía André Bazin, quizás el más preclaro crítico de cine de todos los tiempos, que la idea del bien y todas las demás virtudes no son más que mitos imaginarios y que el efecto que provoca creer en ellos es que pensamos que están a nuestro servicio cuando en realidad son ellos los que nos manejan. Es el mito el que maneja nuestra realidad y la transforma. Había un montón de hidalgos castellanos desocupados que leían libros de caballería pero solo uno al volverse loco, se hizo caballero andante. Desde entonces, muchos soñadores idealistas se ven como hidalgos castellanos que salen al camino a desfacer entuertos.
    En definitiva, Mara y Cuya, me importa menos si el mito es o no es real que si hay gente que termina identificándose con él hasta hacerlo suyo

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  22. Acabo de darme cuenta que me salté el comentario de Luis Antonio a pesara de haberlo leído en su momento y la acotación de Maritoñi, a la que solo puedo felicitarla por su éxito cualquiera que éste sea.
    A Luis Antonio: no creo que debamos de sentir miedo de esos mitos, solo son eso, mitos. Respecto a los nuevos roles siempre tienen una difícil convivencia con los más tradicionales por eso a veces resultan amenazantes ante el estado de cosas precedente; pero hay que asumirlos el mundo es así desde siempre y eso lo sabes tú bien siendo educador.

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  23. Estimado Cronista: Tienes razón, condensé tanto el término que se me antoja oscuro e indescifrable. Permíteme pues que me explique.

    Soy creyente confeso de una visión del mundo conformada por las dualidades. Hay muchas aunque quien mejor lo ha sabido reflejar es la filosofía china del Ying y el Yang.

    En esa filosofía, la dualidad se representa como un flujo contínuo, complementario y en equilibrio dinámico de dos fuerzas o tendencias, tal como son el día y la noche, la luz y la sombra, lo masculino y lo femenino.

    En el tema que nos ocupa y en el que tratas de manera brillante en tu crónica, me parece claro que hay un desplazamiento del comportamiento femenino, tradicionalmente en la oscuridad, hacia la luz. Por ello, y en vitud del mantenimiento del equilibrio dinámico del Ying-Yang, el comportamiento masculino se está desplazando hacia la oscuridad, hacia la femineidad.

    De ahí el término hombre-hembra, o su equivalente más duro, el macho-femenino. Le puedes sacar toda la punta que quieras, aplicar todos los matices que se te ocurran, pero para mí es evidente esa tendencia.

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  25. ¿Qué hay detrás de ese supuesto corrimiento de fuerzas?
    ¿Es la naturaleza humana la que busca ese equilibrio de forma inconsciente?
    ¿Qué hay entre el Ying y el Yang?
    No sé, son demasiadas preguntas sin respuesta y con eso no niego la hipotética veracidad de las teorías dualistas hasta el punto de considerar el malestar actual no como un nuevo reequilibrio de fuerzas como tú sugieres, Rrío, si no como la incapacidad de los seres humanos por alcanzarlo.

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  26. Krapp, estás nominado... ¡¡¡Por hablar¡¡¡
    Perdóname y juega, anda, que nos reímos un ratito

    Un beso

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  27. El Doctor Krapp no está Señorita Novicia pero si le desea le puedo dejar un mensaje de su parte si puede decirme de que asunto se trata.

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  28. Con tu permiso, Dr. Krapp, contesto a la interpelación que me hace Mara y Cuyá en tu casa.

    Ese tipo de mujer que, en alguna medida, tiene existencia real me parece muy complicado y "a priori" y a distancia uno siente temor porque es consciente de sus propios problemas, limitaciones...y escasa vocación de redentor.

    Sólo el amor podría ofuscar mi mente y obligarme con gusto a afrontar "empresa" de tal envergadura...

    Besitos, Mara y Cuyá.

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  29. ¿De verdad crees que es el perfil de un personaje de ficción?
    Yo siempre he pensado que esos personajes de cine se han creado a imagen y semejanza de ese tipo de mujer actual, existente y en gran número.

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  30. LUIS
    Con temor nunca podrás llegar al amor.
    Ahora no entiendo qué empresa es la que debes afrontar ni por qué hablas de redención.
    Tal vez será la de liberarlas de ese rol de ficción con el que se han identificado, como dice el cronista?

    Gracias y saludos a los dos, Cronista y Luis.

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  31. Cada día estoy más convencido de que la ficción genera realidad y no al contrario, Tesa. De alguna manera unifica perfiles parecidos pero no exactamente iguales para crear ese modelo pero al final el modelo es asumido sin variantes por los(las) que lo adoptan.

    Saludos, Mar y Cuyá.

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  32. Le preguntaban a una mujer, médico, ¿y cómo se las arregla para compaginar su vida laboral y familiar? Esta pregunta recurrente, se hace a las mujeres que han conseguido un estatus y reconocimiento profesional, nunca se le hace a un hombre. Como decía una profesora, los hombres no han tenido que renunciar a su carrera profesional por tres centímetros más de brillo.
    Ese arquetipo de mujer, sea ficción o realidad, al colocárnoslo delante de las narices nos habla del precio que tenemos que pagar y creo, que de alguna forma, incluso nos pide una especie de conformismo con el malestar que sentimos y, al final, es lo que sentimos porque debe existir un trasfondo de inconsciente colectivo femenino del tipo síndrome de Wendy que nos hace sentir malestar y culpabilidad.
    Necesitamos que se valore lo que hacemos. Hace poco hablaba con C. de 38 años, le decía que se había tomado muy en serio sus estudios y que me alegraba mucho por ella. Ella me dijo: “Ya he dicho en casa que los jueves no cuenten conmigo, porque no estoy para nadie”. Le dije que era importante que se dedicara su tiempo, que lo demás sale adelante y que así se comparten las responsabilidades”. Ella dijo: “Además, si ven que yo hago cosas me valorarán más, ¿no?
    La inmensa mayoría de las mujeres llevamos diariamente los Departamentos de Nutrición y Aguas Residuales de nuestros hogares, después cumplimos con nuestras obligaciones profesionales y además, porque lo necesitamos y es vital, intentamos buscar el espacio que necesitamos para nosotras mismas. No siempre somos entendidas, pero es muy simple. A pesar de todo eso, sentimos que nos compensa porque así es en realidad.
    La felicidad es algo relativo y una cuestión de grado, la independencia económica y los derechos sociales pueden ser requisitos necesarios pero no suficientes para alcanzarla, ahora bien, sí abren la posibilidad de tomar decisiones y esa ya es una gran conquista.

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  33. Eso no es exactamente así, Angie. O mejor dicho, sí lo es según el arquetipo, pero la vida real te plantea situaciones diferentes: algunos sí hemos tenido la disyuntiva entre la vida personal y profesional, y la necesidad de compaginar una a cambio de la otra.

    El hecho de que no hagan la pregunta no quita mérito. Más bien al contrario. Ese tipo de preguntas retóricas son un reconocimiento y un halago.

    A las mujeres se les reconoce su esfuerzo por compaginar la casa y el trabajo. A los hombres, no. Siempre se da por supuesto que no damos palo en casa.

    Así que los arquetipos reparten leña para ambos bandos.

    Y que conste que no me quejo: estoy encantado. La felicidad no es una consecuencia del éxito profesional: el que piense eso, va dado.

    La felicidad es una búsqueda en la que tenemos que disfrutar del camino. Cualquier éxito es el final de un camino y por ello, un anticlimax.

    Bueno y ya me he ido por las ramas, como siempre.

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  34. Me alegra que hayan generado un debate espontáneo. Sobre todo porque a veces, el reduccionismo es muy estético, pero no nos engañemos, omite cosas que no conviene que sean omitidas.

    Estas dos últimas intervenciones vienen a confirmar dos posturas muy conocidas, aunque muy bien expuestas.

    Por una parte la de la mujer que intenta defender su independencia, pero no sólo eso, sino que necesita un reconocimiento profesional incluso en casa. No parece bastarle que lo valoren sólo en el trabajo, que es su ámbito, y además recibe un sueldo por ello, sino que necesita hacerlo extensivo al entorno doméstico.

    Por otro lado, el varón que constata que también ellos pueden asumir los dos roles perfectamente, el profesional y familiar, y que nadie lo tiene en cuenta.

    Esas dos posturas, insisto, muy habituales, vuelven a poner sobre la mesa una guerra de sexos solapada. Al final parece que todo en la vida se reduce al mérito. Pero ¿qué mérito? ¿el profesional? ¿el familiar? ¿ambos?

    ¿Y qué tiene que ver el mérito con la felicidad? Nada, absolutamente nada. No nos confundamos ni con el profesional, ni con el familiar.

    Esas mujeres descritas en el arquetipo serían tal vez más desgraciadas en el rol tradicional.

    Pero como no lo viven y comprueban que de momento, mayoritariamente la sociedad escupe el modelo convencional que además de una independencia económica se supone que tiene unos vínculos afectivos ¿sólidos? (no hay nada más inestable que los sentimientos, pero hay fórmulas para conferirles solidez) por lo tanto idealiza ese aspecto y absurdamente y erróneamente culpa a su independencia por no poseerlos.

    Establecer equivalencia entre dependencia y éxito afectivo, todo el mundo convendrá que es un disparate.

    Conquistar derechos legítimos se ha confundido con competitividad entre hombre y mujer. Algo absurdo que respondería al lema: “y yo más”

    Los derechos son derechos, y por lo tanto indispensables para ambos sexos. La independencia económica algo aspirable para cualquier ser humano.

    El éxito no es un requisito para reclamar derechos. De ser así, la realidad lo contradeciría todos los días, con millones de varones en el mundo que no tienen ningún éxito profesional, sino trabajos alimenticios puros y duros.

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  35. Entiendo lo que dices Rrio y me alegro de leer tu comentario; entiendo tu malestar, pero siento decirte que estás en el lado de la balanza que pesa poco, precisamente por eso a ti no te harán la pregunta. Precisamente tu postura responde al hecho de que no se te entiende, igual que nos pasa a las mujeres. En el camino es donde debería estar el encuentro pero habitualmente ahí es donde nos alejamos.
    Estamos hablando de un arquetipo y hay que decir que, a pesar de todo, las mujeres que encajan en él son unas afortunadas de la vida, en cuanto bajemos en nivel socio-económico la frustración se dispara.
    Anónimo, yo no quiero entrar en ninguna guerra de sexos, no se puede llamar guerra a vivir la vida de acuerdo con tus inquietudes y expectativas, sin que te frenen tu desarrollo personal, todo lo que parta de intentar retener creará frustración; se trata de respetar la trayectoria vital de cada persona, de todos, de hombres y mujeres.
    Pero sobre todo, a lo que yo me refiero es al desencuentro emocional, ahí es donde es difícil alcanzar un entendimiento, nos perdemos en saber qué es lo que necesita el otro, ¿nos volvemos cómodos? ¿llega un momento en que nos da igual? ¿nos convertimos en parte del mobiliario? En este arquetipo, ¿quizás un trofeo que exhibir de puertas para fuera pero sin valor donde debería tenerlo?

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  36. Angie, mi vida es MI vida. No pretendo que pese en ningún lado de la balanza. Me gusta como es. Te aseguro que la gente que sabe mi situación la entiende perfectamente, al menos la gente que a mí me importa.

    Yo lo que critico son las generalizaciones, los prejuicios y la teoría del medio pollo.

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  37. Las generalizaciones siempre son injustas, Rrio. Todos queremos tener nuestra propia vida, sin balanzas de mayor o menor peso. Hay muchas situaciones de las que no hemos hablado aquí que, a mi parecer, son muy injustas para los hombres.

    C. Libertino, ¿por qué dices que las mujeres de este arquetipo son atractivas? ¿por qué irresponsables?

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  38. Supongo que te habrás dado cuenta, Angie, que está dicho con ironía. Atractivas por que la complejidad de que parecen estar sobradas siempre resulta más atractiva que la simplicidad.
    Irresponsables por que el estereotipo ve en ellas a mujeres que no quieren "sentar la cabeza" y aceptar responsabilidades familiares.

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  39. Independientemente de arquetipos femeninos (ya que también podríamos hablar de los masculinos), me voy a centrar en la viñeta de Maitena, que yo también tengo en mi blog, ¡es buenísima! Pero cuando la puse me hacía mas gracia pues mi pareja me quería; ahora que ya no está ni nos queremos ni cumpli mis sueños ya no me hace tanta gracia; es lo que hay.
    Y respecto a los arquetipos; quizas son los que buscan en el fondo los hombres y por eso las mujeres quieren parecerse a ellos; quizas a las que no nos gustan no podemos cumplir nuestros deseos pues son incomptibles con nuestra independencia y nuestra libertad. ¡Quién sabe!
    Generalizar siempre es muy peligroso.

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  40. Lamento que no se hayan cumplido tus sueños, Fauve; pero eso es lo que tienen los sueños, por lo menos te ha librado de que se conviertan en pesadilla.
    En los libros de ajedrez se enseñan maravillosas tácticas suponiendo que el hipotético rival va a hacer lo previsible, desgraciadamente las partidas de ajedrz y la vida no son así y nuestros proyectos cuanto más complejos más fáciles son que terminen fracasando.
    Respecto al arquetipo no lo han creado los hombres, es más propio de mujeres, lo han hecho gentes como Maitena, Helen Fielding o las guionistas de sexo en Nueva York. Tampoco creo que el hombre se sienta cómodo con él ya que lo primero que hace es cuestionar su papel y legitimidad.

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  41. ¿Por qué habían de ser pesadillas? Eran sueños comunes de una pareja que se amaba; cómo se nota que tú no amas, que comparas al amor con una partida de ajedrez.
    En fin, como tú eres un personaje y yo una persona, es absurdo hacer consideraciones trascendentales: toda una perdida de tiempo.

    Sólo me queda una pregunta:
    Una vez muerto el chamán, ¿cuándo vas a matar al doctor? Ahora ya sobra, ¿no? Se está haciendo demasiado real dejando opiniones personales y hasta humanas por ahí...

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  42. Tú has utilizado el símil del dibujo de Maitena para tocar un tema personal tuyo y yo lo he seguido hasta las consecuencias finales del propio chiste.
    No he hecho alusión a mis sentimientos en esta entrada ya que he hablado de otras cosas. Respecto a tu otra consideración, te recuerdo que éste es el Círculo de los Suicidas y no de los Homicidas.
    Hay gente que con un personaje dice más cosas sobre la vida que otros que pretenden darnos a conocer, o mejor dicho, dar la impresión de que dan a conocer su verdadera personalidad.
    Nada de ésto tiene que ver con la entrada y solo por gentileza te contesto a ello esta vez. No voy a seguir discutiendo sobre este asunto particular.

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  43. Pues mira, tienes razón y estoy de acuerdo; además a mí siempre me han gustado los personajes, sobre todo los que están bien hechos, pero no cuando mezclan a su antojo la vida privada con la imaginaria, sabes, y eso no te lo dije refiriéndome a ti sino al doctor Krápula, que fue el que dijo mil veces que era un personaje pero anda diciendo cosas personales... de ahí lo de "matarlo" entre comillas, ya que dices que el chamán ha muerto; no deseo yo la muerte de nadie, por favor.

    ¿Los personajes mueren? También se pueden guardar en los cajones; tienen muchas más ventajas que las personas de verdad, excepto las falsas, como bien dices, pero esas tambien son personajes, al fin y al cabo.

    Y eso del tema personal mío... yo lo veo más bien una consideración personal mía a partir de tu entrada, en este caso basada en la imagen, que forma parte de ella, supongo. Me ha hecho gracia la coincidencia con la de mi blog y la época en que la puse, creo que es un comentario oportuno y acertado, claro que como lo he hecho yo, no puedo ser objetiva. Lo siento si te ha ofendido de algún modo, aunque no entiendo aún cómo: soy cortita.

    Saludos.

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  44. Y muy amable por tu gentileza, yo suelo agradecer a la gente que venga a comentar a mi blog y aquí parece que es al contrario, no te preocupes que ya me largo corriendo a sitios donde sea mejor recibida.

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  45. Ignoro todo lo que comentas sobre eso Doctor Krapula empeñado en mezclar vida virtual y real. Date cuanta, hija mía, que no hace ni un mes que estoy aquí en la blogosfera.
    No he dicho que me hayas ofendido en ningún momento solo sobre el hecho de darle un sesgo personal a una entrada cuando eso no ha sido voluntad del autor. Claro que te agradezco que entres en este blog, incluso a pesar de haberme llamado "asesino de personajes", siempre es importante que te visiten gente tan popular en el mundo virtual.

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  46. Tu ironía tan agresiva sólo la veo con mis comentarios y no con los de los demás. Quizas es una apreciación personal, no lo sé.
    EN cualquier caso, te invito a ver dos formas de ser que puse en su momento en mi blog, están en la etiqueta "Maitena". Por supuesto, no tienen una entrada a continuación tan inteligente como la tuya ni suscitaron un debate tan vehemente como ésta.
    Enhorabuena por tu mes y por todos los que te quedan, supongo que seràn muchas las horas que pases aquí. Que las disfrutes.

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  47. Es una apreciación personal que ya me ha dicho otra persona que particpa en mi blog. Te diré lo que le dije a ella: no hay nada personal en mis comentarios, mi mordacidad es inofensiva aunque puede que contraste con el exceso de cariños que se hacen en los comentarios de los blogs pero yo no soy ningún abrazafarolas ni soy una pastilla calmante como decía Castelao cuando le acusaban de algo parecido. Leeré tu blog sobre Maitena aunque pienso que es una pena que considerando como consideras estas entradas no tengan el privilegio de no contar con un enlace entre la multitud que adorna tu bitácora.

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  48. Gentilmente y sin problema alguno te repito que no es un blog ni una entrada, sólo dos viñetas de Maitena en la que hay dos formas de ser las mujeres, no fui más allá; y que no has mirado bien ya que aparece tu blog desde hace mucho tiempo, ya de cuando krapp se hizo seguidor y luego se borró para que aparecieras tu... Por no decir la verdad, que fue mucho antes pero no viene a cuento.

    Respecto a si otras personas te aprecian igual o no que yo, ni me interesa ni me incumbe; no he visto correcto el trato que me has dispensado y me he sentido incómoda, simplemente. Tampoco he visto muchos comentarios tuyos en mi blog, ¿no?

    Así que deja las cosas como están, anda, y no busques más los tres pies al gato, que tiene cuatro aunque tenga la cola rota.

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  49. Esa ensalada constante de cosas donde hay verdades, medias verdades y mentiras casi siempre termina, por lo que observo en ti, en discusiones bizantinas sobre un detallito aquí u otro detallito allá.
    Terminemos con este bizantinismo que no conduce a ninguna parte:
    Krapp nunca fue seguidor tuyo por que no es el gestor del Círculo, si lo fue el Chamán Triste y ahora yo ocupo su lugar.
    No he hablado de aprecio, si no del hecho de que alguien me dijo lo que tú me dijiste sobre que sólo empleaba contigo esa ironía agresiva. O lees mal o algo pasa, no hablé para nada de aprecio hacia mí.
    No hay más comentarios míos por que soy nuevo y no he visto cosas en tu blog que me apeteciera comentar.
    Cuando discutes con alguien dialécticamente siempre terminas las cosas de forma agría, supongo por que no te gusta sentirte sin argumentos, pero eso no es culpa mía si no de tu extremada vocación por la disputa que al cegarte te impide ver hasta donde puedes llegar.
    Te doy la razón, dejemos el tema como ésta. Espero que cumplas ese deseo ahora.

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  50. Provocador, que eres un provocador! a pesar de lo que ya te imaginarás que me hierven las meninges después de leerte, hoy paso de baldías polémicas y prefiero dejarte esto: (aunque es probable que ya lo hayas leído)

    SAL CON UNA CHICA QUE NO LEE.

    Sal con una chica que no lee. Encuéntrala en medio de la fastidiosa mugre de un bar del medio oeste. Encuéntrala en medio del humo, del sudor de borracho y de las luces multicolores de una discoteca de lujo. Donde la encuentres, descúbrela sonriendo y asegúrate de que la sonrisa permanezca incluso cuando su interlocutor le haya quitado la mirada. Cautívala con trivialidades poco sentimentales; usa las típicas frases de conquista y ríe para tus adentros. Sácala a la calle cuando los bares y las discotecas hayan dado por concluida la velada; ignora el peso de la fatiga. Bésala bajo la lluvia y deja que la tenue luz de un farol de la calle los ilumine, así como has visto que ocurre en las películas. Haz un comentario sobre el poco significado que todo eso tiene. Llévatela a tu apartamento y despáchala luego de hacerle el amor. Tíratela.
    Deja que la especie de contrato que sin darte cuenta has celebrado con ella se convierta poco a poco, incómodamente, en una relación. Descubre intereses y gustos comunes como el sushi o la música country, y construye un muro impenetrable alrededor de ellos. Haz del espacio común un espacio sagrado y regresa a él cada vez que el aire se torne pesado o las veladas parezcan demasiado largas. Háblale de cosas sin importancia y piensa poco. Deja que pasen los meses sin que te des cuenta. Proponle que se mude a vivir contigo y déjala que decore. Peléale por cosas insignificantes como que la maldita cortina de la ducha debe permanecer cerrada para que no se llene de ese maldito moho. Deja que pase un año sin que te des cuenta. Comienza a darte cuenta.
    Concluye que probablemente deberían casarse porque de lo contrario habrías perdido mucho tiempo de tu vida. Invítala a cenar a un restaurante que se salga de tu presupuesto en el piso cuarenta y cinco de un edificio y asegúrate de que tenga una vista hermosa de la ciudad. Tímidamente pídele al mesero que le traiga la copa de champaña con el modesto anillo adentro. Apenas se dé cuenta, proponle matrimonio con todo el entusiasmo y la sinceridad de los que puedas hacer acopio. No te preocupes si sientes que tu corazón está a punto de atravesarte el pecho, y si no sientes nada, tampoco le des mucha importancia. Si hay aplausos, deja que terminen. Si llora, sonríe como si nunca hubieras estado tan feliz, y si no lo hace, igual sonríe.

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  51. Sigue/
    Deja que pasen los años sin que te des cuenta. Construye una carrera en vez de conseguir un trabajo. Compra una casa y ten dos hermosos hijos. Trata de criarlos bien. Falla a menudo. Cae en una aburrida indiferencia y luego en una tristeza de la misma naturaleza. Sufre la típica crisis de los cincuenta. Envejece. Sorpréndete por tu falta de logros. En ocasiones siéntete satisfecho pero vacío y etéreo la mayor parte del tiempo. Durante las caminatas, ten la sensación de que nunca vas regresar, o de que el viento puede llevarte consigo. Contrae una enfermedad terminal. Muere, pero solo después de haberte dado cuenta de que la chica que no lee jamás hizo vibrar tu corazón con una pasión que tuviera significado; que nadie va a contar la historia de sus vidas, y que ella también morirá arrepentida porque nada provino nunca de su capacidad de amar.
    Haz todas estas cosas, maldita sea, porque no hay nada peor que una chica que lee. Hazlo, te digo, porque una vida en el purgatorio es mejor que una en el infierno. Hazlo porque una chica que lee posee un vocabulario capaz de describir el descontento de una vida insatisfecha. Un vocabulario que analiza la belleza innata del mundo y la convierte en una alcanzable necesidad, en vez de algo maravilloso pero extraño a ti. Una chica que lee hace alarde de un vocabulario que puede identificar lo espacioso y desalmado de la retórica de quien no puede amarla, y la inarticulación causada por el desespero del que la ama en demasía. Un vocabulario, maldita sea, que hace de mi sofística vacía un truco barato.
    Hazlo porque la chica que lee entiende de sintaxis. La literatura le ha enseñado que los momentos de ternura llegan en intervalos esporádicos pero predecibles y que la vida no es plana. Sabe y exige, como corresponde, que el flujo de la vida venga con una corriente de decepción. Una chica que ha leído sobre las reglas de la sintaxis conoce las pausas irregulares –la vacilación en la respiración– que acompañan a la mentira. Sabe cuál es la diferencia entre un episodio de rabia aislado y los hábitos a los que se aferra alguien cuyo amargo cinismo continuará, sin razón y sin propósito, después de que ella haya empacado sus maletas y pronunciado un inseguro adiós. Tiene claro que en su vida no seré más que unos puntos suspensivos y no una etapa, y por eso sigue su camino, porque la sintaxis le permite reconocer el ritmo y la cadencia de una vida bien vivida.
    Sal con una chica que no lee porque la que sí lo hace sabe de la importancia de la trama y puede rastrear los límites del prólogo y los agudos picos del clímax; los siente en la piel. Será paciente en caso de que haya pausas o intermedios, e intentará acelerar el desenlace. Pero sobre todo, la chica que lee conoce el inevitable significado de un final y se siente cómoda en ellos, pues se ha despedido ya de miles de héroes con apenas una pizca de tristeza.
    No salgas con una chica que lee porque ellas han aprendido a contar historias. Tú con la Joyce, con la Nabokov, con la Woolf; tú en una biblioteca, o parado en la estación del metro, tal vez sentado en la mesa de la esquina de un café, o mirando por la ventana de tu cuarto. Tú, el que me ha hecho la vida tan difícil. La lectora se ha convertido en una espectadora más de su vida y la ha llenado de significado. Insiste en que la narrativa de su historia es magnífica, variada, completa; en que los personajes secundarios son coloridos y el estilo atrevido. Tú, la chica que lee, me hace querer ser todo lo que no soy. Pero soy débil y te fallaré porque tú has soñado, como corresponde, con alguien mejor que yo y no aceptarás la vida que te describí al comienzo de este escrito. No te resignarás a vivir sin pasión, sin perfección, a llevar una vida que no sea digna de ser narrada. Por eso, largo de aquí, chica que lee; coge el siguiente tren que te lleve al sur y llévate a tu Hemingway contigo. Te odio, de verdad te odio.
    Por Charles Warnke.

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  52. Sal con una chica que lee (Por Rosemary Urquico)

    Sal con alguien que se gasta todo su dinero en libros y no en ropa, y que tiene problemas de espacio en el clóset porque ha comprado demasiados. Invita a salir a una chica que tiene una lista de libros por leer y que desde los doce años ha tenido una tarjeta de suscripción a una biblioteca.

    Encuentra una chica que lee. Sabrás que es una ávida lectora porque en su maleta siempre llevará un libro que aún no ha comenzado a leer. Es la que siempre mira amorosamente los estantes de las librerías, la que grita en silencio cuando encuentra el libro que quería. ¿Ves a esa chica un tanto extraña oliendo las páginas de un libro viejo en una librería de segunda mano? Es la lectora. Nunca puede resistirse a oler las páginas de un libro, y más si están amarillas.

    Es la chica que está sentada en el café del final de la calle, leyendo mientras espera. Si le echas una mirada a su taza, la crema deslactosada ha adquirido una textura un tanto natosa y flota encima del café porque ella está absorta en la lectura, perdida en el mundo que el autor ha creado. Siéntate a su lado. Es posible que te eche una mirada llena de indignación porque la mayoría de las lectoras odian ser interrumpidas. Pregúntale si le ha gustado el libro que tiene entre las manos.

    Invítala a otra taza de café y dile qué opinas de Murakami. Averigua si fue capaz de terminar el primer capítulo de Fellowship y sé consciente de que si te dice que entendió el Ulises de Joyce lo hace solo para parecer inteligente. Pregúntale si le encanta Alicia o si quisiera ser ella.

    Es fácil salir con una chica que lee. Regálale libros en su cumpleaños, de Navidad y en cada aniversario. Dale un regalo de palabras, bien sea en poesía o en una canción. Dale a Neruda, a Pound, a Sexton, a Cummings y hazle saber que entiendes que las palabras son amor. Comprende que ella es consciente de la diferencia entre realidad y ficción pero que de todas maneras va a buscar que su vida se asemeje a su libro favorito. No será culpa tuya si lo hace.

    Por lo menos tiene que intentarlo.

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  53. Miéntele, si entiende de sintaxis también comprenderá tu necesidad de mentirle. Detrás de las palabras hay otras cosas: motivación, valor, matiz, diálogo; no será el fin del mundo.

    Fállale. La lectora sabe que el fracaso lleva al clímax y que todo tiene un final, pero también entiende que siempre existe la posibilidad de escribirle una segunda parte a la historia y que se puede volver a empezar una y otra vez y aun así seguir siendo el héroe. También es consciente de que durante la vida habrá que toparse con uno o dos villanos.

    ¿Por qué tener miedo de lo que no eres? Las chicas que leen saben que las personas maduran, lo mismo que los personajes de un cuento o una novela, excepción hecha de los protagonistas de la saga Crepúsculo.

    Si te llegas a encontrar una chica que lee mantenla cerca, y cuando a las dos de la mañana la pilles llorando y abrazando el libro contra su pecho, prepárale una taza de té y consiéntela. Es probable que la pierdas durante un par de horas pero siempre va a regresar a ti. Hablará de los protagonistas del libro como si fueran reales y es que, por un tiempo, siempre lo son.

    Le propondrás matrimonio durante un viaje en globo o en medio de un concierto de rock, o quizás formularás la pregunta por absoluta casualidad la próxima vez que se enferme; puede que hasta sea por Skype.

    Sonreirás con tal fuerza que te preguntarás por qué tu corazón no ha estallado todavía haciendo que la sangre ruede por tu pecho. Escribirás la historia de ustedes, tendrán hijos con nombres extraños y gustos aún más raros. Ella les leerá a tus hijos The Cat in the Hat y Aslan, e incluso puede que lo haga el mismo día. Caminarán juntos los inviernos de la vejez y ella recitará los poemas de Keats en un susurro mientras tú sacudes la nieve de tus botas.

    Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.

    O mejor aún, a una que escriba.

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  54. Es un texto antiguo que publiqué el 20 de marzo del 2009, no creo que sea necesario que te hiervan las meninges, aunque sigo conforme cono lo que escribí entonces sobre ese modelo arquetípico de mujer independiente, solitaria y sufridora, a pesar de su hipotético hedonismo, que ha tenido tanto éxito como recurso recurrente para que anunciantes y comerciantes hicieran el agosto, sobre todo antes de la dichosa crisis. Tras Bridget Jones y las chicas de Sexo en Nueva York se esconde una mujer insatisfecha y voluble que intenta revertir sus constantes fracasos y su vacío interior a través del consumo tanto de objetos como de personas sin encontrar "acougo" como decimos en gallego. Los hombres cometimos esa clase de errores antes que las mujeres. No tenéis porque seguir siempre nuestros propios pasos.
    Los dos textos son estupendos. En mi mundo las mujeres leen muchos libros y me gusta que sea así.

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  55. Ufff, quizás sea mi proverbial pereza veraniega... o este bochorno mediterráneo que me tiene "aplataná", pero esta vez no voy a entrar al trapo :)
    Prefiero "mi libro" Retratos y encuentros de Gay Talese (Ed.Alfaguara) excelente.
    Y cuando las posiciones están tan alejadas en las "formas" (aunque quizás quiero creer que no tanto en el fondo) no vale la pena entrar en baldías polémicas que no nos moverán ni un ápice de nuestras posiciones.
    Eso sí, es fácil "meterse" con ese arquetipo e barbie pseudo intelectual, pero las mujeres, las reales, las de a pie, andamos lejos de ese arquetipo y mucho más aún, de chorradas de singles y similares. Digan lo que digan estudios interesados en vender no sé muy bien qué, a cuatro papanatas.
    Fin.

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    1. No te cabrees, que yo tampoco estoy con ganas de discutir. Además no ataco a las mujeres si no al prototipo caricaturesco forjado por cierta literatura de temporada y series prime time. Lo que no puedo es hacerlo sin algún toque irónico. Es duro ser mujer y no morir en el intento como decía Rico Godoy, pero todos tenemos lo nuestro en esta lucha, también los hombres. Convivo con mujeres reales y sé de sus problemas auténticos.
      De Gay Talese me gustó su retrato de la familia Bonnano.

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  56. Pues no soy yo muy docta en esto de las redes sociales, pero creo que si me buscas como Crystal S Seara, me encontrarás o quizás sea mejor que te deje el mail asociado a esa cuenta, no sé... ahi va por si acaso, cs.seara@gmail.com.
    En todo caso, soy poco activa como feisbukera, pero en estos tiempos es casi obligado tenerlo. Ya verás que tengo una cuenta con muy pocos amigos, paso de que se me llene de saludaesquinas de los que hace mil años que nada sé, ni ganas :)
    Pero estaré lo siguiente de encantada de tenerte entre los míos. Si no me encontrases así, dime la forma correcta de hacerlo y así lo haré.
    Hasta luego.

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  57. Esta es buenísima, con Maitena a la cabeza, y me la había perdido. La respuesta es simplemente: ¡No!

    Un beso grande!

    Fer

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