15 septiembre 2022

Los viejos han perdido la onda

  • ¿Me llamas a tu despacho para felicitarme por el programa de anoche?
  • No, ese es un tema menor.
  • ¿Un tema menor? Seguro que nadie esperaba que el batería dijese semejantes cosas del que fue líder de su grupo durante tantos años. Tendrías que ver la cara de espanto del biógrafo que trajimos al programa, cuando el viejo contó que el genio era un hijo de mala madre, que los extorsionaba para ponerse un pico y luego les dejaba tirados en los conciertos, que no les pagaba sus derechos y que siendo un trabajo de todos, el  tipo se apropiaba de las aportaciones de sus propios músicos. 
  • Nada nuevo. Ahora sé hacen documentales y series para enseñarnos la cara malvada de los grandes ídolos populares, seguramente porque la masa necesita focalizar en ellos sus propias frustraciones. Sabiendo que eran imperfectos, en algún caso auténticos hijos de puta, los sienten más cercanos, no tan divinos de la muerte. Además el tuyo no deja de ser un programa de radio. 
  • Un programa de radio con más de 40 años de historia y de gran audiencia.
  • Lástima que se haya acabado.
  • ¿Qué? 
  • El de ayer fue tu último programa. Llegó tu hora, según el convenio colectivo te toca jubilarte. La semana que viene te sustituirá gente nueva. 
  • ¿Y me lo dices ahora de sopetón, sin avisarme?
  • Debías de preocuparte por esas cosas y no vivir como un topo, escondido entre tus discos.
  • ¿Me va a sustituir  alguno de tus jóvenes amiguetes con alguno de esos programas intercambiables e indistinguibles? ¿Uno de esos programas banales que tratan a los jóvenes como capullos descerebrados y aderezan todo con música de mierda?
  • No te excites, solo queremos atender las demandas de un gran sector de público joven, la mayor parte del cual pertenece a las generaciones Z y millenial, hiperconectados a las redes sociales y con un fuerte arraigo a las últimas tendencias. La música es un complemento más de su día a día y en ella encuentran un elemento identificador para expresar su personalidad, especialmente en el género urbano ya que no existe una barrera idiomática.
  • La música será un complemento, pero no escuchan la radio, es demasiado sofisticada para sus oídos machacados ¿Además, qué coño es el género urbano?
  • Esperaba otra cosa de ti. Es la música que recurre y mezcla sonidos, texturas y ritmos característicos de géneros tradicionales como son el r&b, soul y hip-hop, así como el reggaetón, dance hall, mombathón, bachata, latin dance, old school, dembow o el trap.
  • Un coctel vomitivo, vaya. Te estás cargando el espíritu de esta emisora. Un referente histórico cuando se trata de hablar de pop, rock, soul, jazz, folk, electrónica, músicas del mundo etc... 
  • Música para viejos. Música para gente instalada en el búnker de la memoria y los recuerdos. Queremos gente nueva en los dos lados de las ondas. No necesitamos oyentes ancianos. Nos sobran los viejos boomers que tocaban y tocan la guitarra con el palo de una escoba pensando que son Jimi Hendrix o Jeff Beck y que de vez en cuando pasan con nostalgia un trapo por los viejos vinilos de las estanterías.
  • Tú eres un boomer como nosotros y ahora actúas como el típico converso fanático por miedo a perder la onda de la actualidad. Aunque a lo mejor, lo haces por interés. Quizás te interesa eliminar a aquellos que brillan más que tú y pueden hacerte sombra.
  • Aquí tienes el convenio. Tengo la legalidad de mi parte y poder para decidir lo que quiero. 
  • Mientras tanto nos jodes a los demás y conviertes esta emisora en una de esas basuras cutres que aterrorizan el dial.
  • Es lo que hay. Cuando empezó el rock and roll, muchos de los locutores tradicionales dedicados a la copla o a la música melódica pusieron el grito en el cielo.
  • ¿Crees eso?  No es lo mismo. Ahora nos están vendiendo mierda adulterada. Gente que no canta y si lo hace, se vale de máquinas que falsifican la voz. Gente que recita de forma cansina y chulesca. Con letras cutres y en argot barriobajero para demostrar que están con los de abajo y que juegan a la provocación canalla. Usan golpes percusivos repetitivos y abusan del sampleado. No hay estructura musical, ni armonías, ni belleza en las formas. Ni siquiera hay una expresión emocional al que agarrarse. Todo es burdo, primitivo y simplón. Aquí te pillo, aquí te mato. Todo con falsos aires latinos. El punk era provocador y primitivo, pero era emocional y dinámico.
  • Vale y con todo eso, ellos vienen y tú te vas.
  • Montaré un podcast y veré como te estrellas cuando quedes sin oyentes, mamón.  Por cierto, siendo boomer ¿te acuerdas del comediscos?
  • Me suena.
  • Un tocata vintage, para fardar en la playa y en los guateques. 
  •  ¿Qué me quieres decir?
  • Voy a usarlo contigo. Empleando el disco que me regaló el viejo batería con grabaciones inéditas de su grupo. Haré que lo tragues. Simplificándola al maximo, modernizará esta tecnología y hasta diría que la humaniza poniéndolo al alcance de las nuevas generaciones. Podría ser otro elemento identificador para expresar su personalidad. 
  • Salvaje. No lo harás. Seguridad, saquen a este viejo loco de la emisora.
  • Tranquilo, me quedo con la otra copia.


23 comments:

  1. Aunque durante la lectura de esta historieta he estado pensando todo el tiempo en Radio 3 y el proceso de desmantelamiento que está llevando a cabo el eficiente apparatchik Tomás Fernando Flores, supongo que no solamente pasará en esa emisora: los locutor musicales mayores de cuarenta años corren peligro, en la emisora que sea.

    Y no solo hay una razón: además de que ahora lo que mola está perfectamente explicado en este cuentecillo, también hemos de tener en cuenta las razones económicas. Un fulano mayor, además con contrato indefinido, cobra trienios y no se le puede bajar el salario así como así, mientras que cualquier chavalito que se crea con conocimientos y afición está loco por entrar en ese mundo mágico (porque antes al menos lo era: doy fe). Y a ese chavalito ya se le puede mentalizar desde el primer día: las cosas van como van, todo está mu mal y el contrato es precario, pero eso a ti no te importa, ¿verdad?

    Y no. Seguro que no les importa. Solo por satisfacer su vanidad, por que le escuchen sus colegas, se aviene a un sueldo de miseria (cuando no es directamente por la cara). Y así va la cosa.

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    1. Has explicado muy bien la cuestión económica que es tal cual, pero hay otro factor creo que importante: no hay cultura de radio entre los jóvenes porque disponen de otros artilugios desde pequeños que ocupan ese espacio.
      Los oyentes de radio se han hecho mayores y así como la gente no tiene paciencia para ver la programación convencional en la televisión y prefiere elegir en las plataformas, el hipotético oyente de radio que quiere escuchar música puede disponer de podcasts y elegir programa y día.

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  2. Gran relato Dr. Krapp, desgraciadamente la cosa es así, unos vienen (no siempre trayendo cosas buenas), y otros se van. No hay medias tintas. Creo en parte eso de que lo que llega no está muy bien hecho, también creo que en cada cambio de generación, la que se va, pone el grito en el cielo ante lo nuevo. Claro que hoy los chicos podían echarle más ganas al asunto. Te dejo un abrazo.

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    1. Gracias, Ana.
      Me temo que detrás del cambio de tendencias aparte del hecho generacional hay un interés económico por los que manejan el tinglado en fomentar productos comerciales hechos como si fuese fast food .
      El tiempo filtra aquellas cosas que merecen la pena y me temo sin ser muy purista que de la época actual en lo musical habrá poco que salvar en el futuro.

      Un abrazo

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  3. Un diálogo que puede adaptarse para tantísimas actividades. Hoy nos reemplazan así, sin más. Te quedó muy bien.
    Un abrazo

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    1. Muchas gracias, Mirna.
      Eso es cierto ¿Pero por que parece que lo que está llegando es más líquido y con menos entidad que lo anterior?
      Un abrazo

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  4. La ilustración o viñeta es muy ilustrativa... La pasta no admite sentimentalismos y a veces agradece muy mal los años de servicio rentable prestados...

    La calidad sacrificada por la cantidad (de ventas, de oyentes, de corrientes musicales de moda), así van las cosas...

    Al igual que en la canción "El vídeo mató a la estrella de la radio", las nuevas corrientes u olas musicales desplazan a las anteriores al rincón de las nostalgias y a la memoria de los nostálgicos... y al espíritu de la emisora lo mandan a hacerles compañía...

    Está bien que aparezcan cosas nuevas, pero desechar sin más a quienes han estado 40 años "al pie" del micrófono, es una falta de consideración que nunca se debería dar...

    Bueno, hay emisoras que se apuntan a las nuevas olas musicales, pero también las hay que rememoran la música de todos los tiempos...

    Abrazo

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    1. Es como escribes, pero hay cosas contradictorias y la prueba es el caso paradigmático de Radio 3. Desde la jubilación de los viejos profesionales, Juan de Pablos, Manolo Fernández, Silvestre, Julio Ruiz, Manrique u Ordovass en su dia la emisora ha perdido un tercio de los oyentes.

      Entrar en las redes de la emisora, es contemplar una continua queja contra los cambios y la perdida de identidad de la emisora.

      Me temo que intentando atraer a la gente joven, que hoy por hoy no escucha la radio, están perdiendo a los oyentes tradicionales.
      Esa perdida de la perspectiva es un error mayúsculo.

      Un abrazo.

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  5. Nunca he sido oyente de radio, salvo en contados viajes en coche, así que poco o nada sé de su evolución en contenidos musicales. Tu diálogo me ha recordado, eso sí, a una entrevista que leí en su día a Diego Manrique, que contaba la vez que le cerraron cierto programa de Radio 3 (sabrás bastante mejor que yo de qué estoy hablando). Y si no se respetó a un histórico de las ondas ni se confió en su viabilidad, cualquier cosa es posible.

    Además de los cambios de tendencia y lo nuevos nichos de mercado, es interesante también el comentario de Rick acerca de algo tan prosaico como los sueldos y el trabajo precario de los locutores. Ese romanticismo del aficionado puede hacer bastante daño, sin duda... Lo mismo sucede con los becarios del mundo editorial.

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    1. Lo has escrito muy bien. Nosotros desde pequeños oíamos la radio y muchos accedimos a la música gracias a ella ya que no teníamos dinero para comprarnos discos.
      La cultura musical contemporánea se basa en la radio y solo desde los 60 la gente joven tenía posibilidades de comprar discos pero se informaba de las modas y tendencias por la radio musical. Eso creó escuela y un estilo propio que impregnó los programas de radio de todo el mundo.

      Los locutores no eran meros transmisores de los títulos de las canciones y de los artistas. Se les exigía una relación cercana con los oyentes por eso nos enganchamos a determinados programas.
      Teníamos una cultura de radio.

      Ahora todo es diferente y la música entre los jóvenes ya no es tan importante, excepto a los entregados a ella. Se consume música como se consume un bocata de McDonald's solo para llenar vacíos y así la música que se vende es insustancial y vacía. Eso es lo que npienso.

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  6. Tantas emisoras se han arruinado de igual manera en Argentina que ya ni ganas de encender la radio...
    Viviré en un bunker, pero al menos es uno con música de la buena.

    Saludos,
    J.

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    1. Aquí hay una emisora pública de referencia de la que hablé más arriba y que funcionaba como con los canales musicales de la BBC, tan buenos. Ahora con la jubilación apresurada de algunos locutores los programas se han vuelto insustanciales y en algunos casos se sustituye la música por rollos culturales minoritarios o para determinados grupos. Afortunadamente queda Radio Clásica ya que no se atreven con Bach, Mozart o Beethoven y la música ya clásica del jazz.
      Saludos

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    2. Tuvimos una radio de música clásica "Amadeus", pero no duró más que unos años. Emisoras públicas hay, pero son para programas políticos con propagando pro-gobierno de turno, por lo que los escuchan sólo los fanáticos. No hay nada, que yo sepa, siquiera similar a lo de la BBC...
      Seguiré descargando MP3s.

      Saludos,
      J.

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    3. Pues en Europa e incluso en Estados Unidos las emisoras que ofrecen música más o menos especializada por géneros son las públicas, desde la municipales a las nacionales aunque en estos tiempos de podcast se escucha buena música en otras plataformas de Internet.
      Las privadas comerciales son, salvo escasas excepciones, insufribles.
      Saludos

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  7. Supongo que te refieres a Radio 3 en este relato, que la verdad hace tiempo que no escucho. Aparte de las razones económicas que cita Rick, se supone que una emisora de música debe estar en contacto con la actualidad. A mi tampoco me va el estilo urbano que ahora manda, pero es lo que mola,lo que está en la cresta de la ola. Si no te gusta pues no lo escuches. Porque esas emisoras dedicadas a radiar los mismos temas antiguos me parecen patéticas . Y no puedes esperar que la música evolucione como a ti te gustaría 

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  8. Es que somos muchos y la media de edad demográfica ya está cerca de los 50

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  9. El problema es que el estilo urbano ya está consolidado en otras emisoras como los 40 y radios similares, mientras que a una emisora pública que pagamos todos se le debe exigir, variedad de estilos y menos música comercial convencional. También mejores locutores.
    Sí seguir la moda tuviera éxito podría tener algún sentido, pero en Radio 3 dado el fracaso de audiencia hasta el punto de perder hasta un tercio de los oyentes, me pensaría que narices está pasando.

    No es patético escuchar temas antiguos, de rock y demás, caso de Rock FM, el problema es que se escuchan siempre los mismos de forma machacona.

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  10. <0.
    5241La verdad que este dialogo da mucho que pensar , es verdad que cada generación pasada siente que se le arranca algo al tener que ceder para la futura...
    Pero como las viejas recetas y las nuevas ;se puede hacer una cocina de fusión y ahí radica la armonía un poco de todo y nunca está de más esos viejos mitos sacarlos de vez en cuando...
    Aquí te refieres a la parte musical, pero este virus está en todas partes : por eso cuando el ser humano esta muy repleto de todo, poco le queda por exprimir.Los genios o genialidades fueron creadas por gente con carencias y muchas ganas de comerse el mundo...
    Un abrazo y una tranquila entrada de otoño ya en puertas

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    1. Sí, estoy de acuerdo con el símil de la cocina de fusión, hay que aprovechar lo bueno de cada tiempo.
      De hecho la vieja música renovada sigue funcionando. No hay que ser catastrofistas, hoy hay buen pop, rock, jazz, soul etc...
      Lo malo es que lo se escucha, lo que nos sueltan los medios, lo que nos promocionan hasta la saciedad no es una música interesante, desde mi punto de vista. Hay mucha morralla. Me recuerda a cuando éramos críos y estuvo de moda aquello de Formula V, Los Diablos y toda esa música chicle... aunque éstos eran mucho mejores que esta cutrez latina.
      Un abrazo. Igualmente tranquila entrada del otoño aunque por aquí estamos abonados a los 20 y tantos grados y ya no llueve.

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  11. ¡Hola, Doctor! Jo, cómo me he identificado con el locutor. A veces pienso que soy yo, como en mi adolescencia fueron mis padres, quien ha perdido el gusto por la música, que solo se trata de que mi oído no admite música posterior a los noventa y que debería dar una oportunidad a la música del s. XXI.
    Pero es que entonces me pongo a escuchar lo que lo peta en la generación Z y te aseguro que no puedo soportarlo. Por un lado tenemos los cantantes "profundos y reivindicativos" pero que a mí sus letras me parecen una ñoñada sin ninguna gracia. Luego los ritmos alocados y estridentes, de los que soy incapaz de procesar a la vez el baile y la música que dicen hay detrás. Luego están los experimentales, eufemismo para designar los insufribles. Y tras ello me vuelvo a los noventa, a los ochenta, a los setenta... Imagino que en alguna parte se sigue haciendo buena música, con letras adultas y ritmo de esos que logra emocionarte, pero me temo que encima tiene toneladas de ruído.
    Luego están los cantantes jóvenes españoles, ¡cuánto daño hizo Operación Triunfo! Por Dios, cantan todos exactamente igual, con ese timbre del que tiene poca voz y con esa sensación de estar en un Karaoke permanente. ¡Hala, ya me he desahogado! Un abrazo!

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    1. Has hecho una divertida descripción de la música actual a la que yo añadiría todo ese tropel de música urbana, así le llaman, con esa mezcla de reggeaton, rap, ritmos latinos, que te tragas por todas las emisoras y que yo comparable con aquella música chicle repetitiva y de verano de otros tiempos. Luego está que la tecnología permite que cantantes sin voz puedan grabar discos, esos que no se venden pero se escuchan en todas las emisoras, con letras cursis y vergonzantes, supuestamente representativas de la cultura de barrio.
      Solución personal mía: mantenerme a salvo de malos rollos y escuchar a gente que intenta crear cosas nuevas desde los márgenes musicales en que me siento cómodo.

      Un abrazo, David

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  12. Yo como Presidente y Fundador del Colectivo de Afectados por "la Bachata", "el Reggaeton" y el vinagre de Módena, exijo depurar responsabilidades políticas y una Comida de Investigación del caso, digo Comisión. Los tiempos cambian lo bueno permanece, a veces. Yo como buen entendido en música escucho lo que me gusta, sin clasificar. No me interesa clasificar, no quiero que me clasifiquen y ese locutor creo que debiera hacer igual. En el momento que entras en su segmentación, estas perdido. A pasarlo bien y gastar poco.
    Un saludo.

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    1. Estás en demasiadas asociaciones y alguna definitivamente no recomendable para la mentalidad moderna, comercializada y cosificada.
      Clasificar los gustos no me parece tan mal. A todos nos gustan en una buffet que nos indiquen donde está el café, el queso, el bacon, el yogur y la fruta. Así nos evitamos malas digestiones.
      Gracias, a pasarlo bien.
      Saludos

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