No te asustes, soy yo desde el otro mundo. Me han dejado que envié un último mensaje, porque al igual que los que van al trullo pueden hacer una última llamada a su abogado, a los muertos nos dejan comunicarnos con alguien vivo de confianza, siempre que no sea asustadizo o descreído.
Ya ves, se equivocó el colega, los viejos rockeros también mueren. Ahora estoy en el otro lado, tras tremendo subidón y sin necesidad de la escalera de los Zeppelin, pero no me puedes preguntar nada sobre lo que hay por acá, está severamente castigado y las penas en la eternidad son muy largas por la ausencia de tiempo.
Muy bueno el artículo póstumo que me dedicaste y mejor todavía que hayas tenido la delicadeza de no escribir nada sobre algunos asuntos de mierda que conoces bien como biógrafo.
Reconocerás, que todo ha sido un puto flash. Mi último lustro fue un palo tras otro. Me estafó el manager, me engañaron mis herederos que ahora se han repartido mi patrimonio y mis royalties, me dejó mi chica por el joven bajista de mi última banda y no conformes, me metieron en una residencia de ancianos porque al parecer estaba chocho y grillado por culpa de las drogas y la mala vida.
Era el más caro, joder. El vertedero de viejos más recomendado y suntuoso en mil millas a la redonda. Era el más chulo, pero fuimos cayendo todos. Uno por uno. Los que se quedaban en el salón moviendo el culo con aquella mierda de los pajaritos y los cuatro chachos que a escondidas, ensayábamos en el sótano con las guitarras viejas que trajimos de extranjis y las dos perolas que trajo el asistente de cocina orgulloso de tocar con nosotros. Y eso que mis compañeros eran un tipo que tocaba el banjo en un grupo country, aunque no se parecía para nada a Earl Scruggs, y un contrabajista de orquesta verbenera de medio pelo que estaba todo el día dando la tabarra con aquello de que quería ser el acompañante de Julie London en aquella famosa canción.
Todos muertos. Ay que joderse. Mientras los culpables siguen muy vivos calculando costos y reinversiones para aliviar los números rojos y disimular las cifras de muertos en el conglomerado de residencias cementerio que administra el afamado holding desde lo alto de un despacho acristalado de la City con vistas al Tamesis, como si fueran los de la canción de The Kinks pero sin poesía.
Piensa que el mío era un moridero discreto y opulento. La joya de la corona. Las habitaciones eran tipo suite, con sala, despacho, sauna y jacuzzi; se comía como en un restaurante de la guía Michelin y la terraza te permitía ver como el sol se sumergía en el océano. Ahora imagínate como vivían en los otros, con hambre, precariedad y miseria. Con humillaciones, pastillas y paternalismo. Te pasas toda la vida montando tu tinglado para descubrir al final que solo eres un producto desechable y molesto tanto para tu familia, como para la mierda de sociedad que te ha tocado vivir. Eres viejo, débil, no tienes sitio, no entiendes nada, no molas, ¡lárgate o te largamos! El virus puede ser una bendición para los que están cerca de ti si te ven como una carga o como un testamento que tarda en abrirse.
Bueno, me voy despidiendo que no quiero amargarte la tarde. No tengas ninguna prisa por venir a
hacerme compañía. Aún puedas hacer alguna cosilla por ahí; aunque no quiero
engañarte, casi nada de lo que hagas dejará testimonio; pero al menos, puedes hacer que el camino siendo largo y tortuoso, como en la canción de The Beatles, también pueda ser placentero...a veces.
Un abrazo, biógrafo. Tómatelo con calma.
Muy bello y a la vez simpático, saludos
ResponderEliminarGracias y me alegro de que lo veas simpático, cuesta mucho tocando ese tema.
EliminarMe ha encantado, Doctor XD
ResponderEliminarMuchas gracias, La Eremita.
EliminarAsí es amigo mio, tu lo has dicho, este virus para algunos, habrá sido y estará siendo una bendición,imagínate por fin poderse quitar de el medio "eso" que les impide acceder a unos bienes. Cuando uno se convierte en una uva pasa...está jodido.
ResponderEliminarAunque a decir verdad, no sé si yo abrazaría la muerte con gusto, si la otra opción fuese escuchar la canción de los pajaritos a diario.
Un texto satírico muy acertado. Un saludo
Cierto, es así. Es ingrato asumir la propia decadencia pero aún es peor cuando son los demás los que te dicen que sobras.
EliminarPuse Los Pajaritos pero creo que en algunas residencias de ancianos ya llegan al Dúo Dinámico y a Camilo Sesto. Vamos avanzando.
Gracias, la sátira nos salva de la mediocridad y tú lo sabes bien.
Saludos
Una realidad terrible y a la vez inexorable.
ResponderEliminarUn abrazo
Inexorable es la puerta final, en cambio, es inexcusable como se trata a la gente que tiene cerca el fin.
EliminarUn abrazo, Mirna
Siempre intento comentar tus entradas -que suelen ser oportunas sátiras- con humor, con ironía o recurriendo al absurdo. Mi mente inmadura es lo que tiene. Pero esta vez me ha sido imposible.
ResponderEliminarComprendo las dificultades de las distintas autoridades para tomar decisiones en un momento tan difícil, en la que cada persona tiene una situación personal particular, imposible de contemplar al dictar unas líneas generales; sobre todo cuando la información de los expertos era contradictoria.
Pero…
Me siento decepcionado -con las autoridades, con las personas en general- y NUNCA OLVIDARÉ cómo se ha despreciado -condenado, torturado- a los viejos. A los débiles. A los desamparados.
La palabra decepcionado no es la más ajustada para expresar mi sentimiento, pero he decidido ser educado con esos hijos de puta.
Algún amigo sigue defendiendo que lo de sacrificar a los ancianos es ley de vida. Ahora lo veo con otros ojos.
Saúde.
Te has puesto serio sin perder tu lucidez habitual, eso está bien.
EliminarNo sé si sacrificar ancianos es ley de vida, también decían que era ley de vida sacrificar a razas inferiores por la cuestión racial.
En realidad no soy capaz de darle valor a una vida en función de una edad, ya que el argumento de que a los jóvenes les queda mucho más por vivir se contrapone el argumento de que de los viejos tenemos mucho que aprender.
Cda cual que escoja el argumento que más le convenga.
Saúde
Lo dicho, nada de lo que hagamos dejará testimonio de nuestro paso por estos lugares.
ResponderEliminarA menos que dejemos una fortuna de adelanto a un comunity manager para que continúe actualizando nuestras redes antisociales, y ni siquiera así estaremos seguro de ello.
Saludos,
J.
Una buena piedra venida del espacio nos pondrá en nuestro sitio, o sea la Nada. No Cervantes, ni Miguel Ángel, ni Julio Cesar, ni cualquier VIP histórico sobrevivirá a esa ausencia en el espacio/tiempo.
EliminarSaludos
Sigues en forma, amigo Krapp. Diría que la pandemia incrementa tu vena creativa y satírica. Ya ves. No hay bien que por mal no venga...
ResponderEliminarUn abrazo
Pues muchas gracias, debo de ser uno de los beneficiarios de la pandemia que ponía en mi entrada. No, no lo creo, solo son momentos.
EliminarUn abrazo.
Dr Krapp
ResponderEliminarMe fascina lo que crea con su mente
los espacios que llena con sus palabras
los momentos que le da color a su alma
mientras le sigo diciendo
que guapo es Ud.....
A veces uno no quiere aceptar lo jodido de la vida y ni siquiera lo pensás porque es mejor no pensar.Hay tanta realidad oscura fría y sombría por ahí afuera que si sos un poquito inteligente sabrás que de esta no salimos Saldrán los jóvenes los muy jóvenes que pueden estar afuera aunque llueva mierda. Si vivimos sin saber si es lunes o martes con todos los días parecidos y pensamos que es cosa de cine ya que no vemos nada
Eliminarpero algo pasa. Lo sentimos somos inteligentes...(o demasiado boludos) jajajajaja
Me voy a dormir
no me doy mas matraca
es de madrugada y me levanté para ir al baño
La que escribe esto no es la linda la bella que todos odian es la que se la da de escritora mostrando el otro lado que no todos miran no todos ven...good night
Gracias y eso que no me conoces físicamente :)
EliminarEspero que hayas tenido un sueño reconfortante y amable de esos que todavía disfrutan los más jóvenes.
Los años nos ensombrecen la mirada y la esperanza.
Tenemos muchos prismas diferentes pero no opuestos, solo complementarios.
Buenas tardes, aquí y ahora.
¿Qué decir? Pues que como dice mi admirado Cormac McCarthy, este (y ninguno) "No es país para viejos". Esto me llevaría a otras reflexiones pero lo dejo para otro día.
ResponderEliminarSalud-os.
Encantado de leerte de nuevo.
EliminarNo es país para viejos, ni para vulnerables, ni para almas sensibles, casi no es país para nadie que no esté amarrado a un interés inmediato y lucrativo.
Salud-os
Yo pensaba que los roqueros iban al infierno, pero en este caso ya tuvo su dosis antes de pasar al otro lado.Porque a día de hoy las residencias son lo más parecido al hades que se puede encontrar por aquí. encima a unos precios astronómicos y gestianados por los de siempre, que solo ven otra oportunidad de hacer negocio.
ResponderEliminarA pesar de todo, feliz verano.
Los roqueros también pasan y algunos hasta lo pasan canutas y a pesar de su longevidad, al lado de un deportista su vida activa es larguísima, también añorarán sus días de vino y rosas cuando el mundo se rendía a sus pies. Al menos el pobre roquero de la entrada.
EliminarFeliz verano, Chafardero.