Diario de Navegación del Comandante Moaña D’Ons a bordo del El Burlador de Hebillas 02.
Fecha estelar 2131.10.15.
Seguimos en la órbita de Saturno rumbo al satélite agrario Grelicia en las postrimerías del anillo de Gallic. Hemos pasado por múltiples incidencias (ver enlace) pero nuestro objetivo no ha variado: encontrar el legendario tesoro de Xan Touciño (ver referencia), padre fundador de nuestro Imperio Galaico Galáctico.
No se puede disimular, después de tantos días de viaje la tensión se masca en el ambiente. Las constantes disputas entre mis dos socios, el comandante estelar Adrián Touriñán y su esposa la enfermera titulada Virtudes Carneiro, ha alcanzado niveles difícilmente soportables. Gritos, recriminaciones constantes, golpes violentos en las escotillas al abrirse o cerrarse, comidas y cenas que terminan abruptamente....
Me perturba tanto despecho acumulado e intento relajar el ambiente animando a mis compañeros con alguna de mis historias espaciales. Noto que a Virtuditas le divierten y mientras embelesada escucha mis relatos, se hace menos irascible. En cambio, Adrián se ha vuelto cínico y desconfiado, como predispuesto para la polémica. ¿Le pondrá nervioso el magnetismo que ejerzo sobre su mujer?
Hoy, al pasar cerca de Egonia 2.0 tuve la oportunidad de contarles algo de la curiosa historia de sus habitantes. Les hable de su esplendoroso pasado terrícola. De cuando aquel pueblo logró colonizar las mentes de sus congéneres humanos (ver enlace) y construir una red psicológica que por encima de instituciones supranacionales, gobiernos, emporios industriales, financieros etc.. gobernó discretamente el viejo mundo durante muchos años. Luego les hablé de su inevitable decadencia cuando las redes informáticas, la tecnología y los nuevas tácticas persuasivas del marketing y la publicidad fueron arrinconando la psicología individual en beneficio de las psicologías de masas y el pensamiento primitivo.
Dura experiencia para los altivos y petulantes egonios que se sintieron rechazados por aquellos mismos que pocos años antes serían capaces de entregarles cuerpo y alma por un poco de atención. En su paranoia se plegaron sobre si mismos encerrándose en su vieja carcasa territorial y convirtieron su presente en un mero eco de un pasado glorificado hasta niveles míticos. Suspicaces hasta el límite, rechazaron todo contacto con el mundo exterior y escapando del hoy se limitaron regurgitar las viejas lecciones del ayer. La situación de malestar fue en progresivo aumento y en algunos sectores empezó a cuajar una medida extrema: hacerse con un satélite saturniano y abandonar la Tierra para no tener que seguir soportando las insidias y vilezas del resto de los humanos. La situación era propicia, los gallegos ya habían comprado el suyo para la producción de greloleo y ellos, los egonios, siendo mejores no podían hacer menos.
Cuando los partidarios del exilio triunfaron electoralmente sobre la facción terrícola, se iniciaron los trámites para el gran éxodo. En tres años comenzó la colonización del satélite y en cinco el asentamiento de los egonios llegó a su fin. La vieja Egonia terrestre quedó abandonada a su suerte poblada por un montón de ancianos que se resistían a dejar atrás sus raíces y los sectores minoritarios, en su mayor parte inmigrantes, ultraterrícolas.
En la colonia se celebró la gran fiesta de inauguración territorial pero dejaron la sorpresa para el final. Fue entonces cuando los habitantes de Egonia 2.0 desconectaron todos los sistemas de comunicación que les unían al resto del Universo.
El Gran Apagón Egonio consiguió lo que querían: hacerlos independientes y libres.
No se ha vuelto a saber de ellos.
El eremita. reto literario de los jueves
Hace 2 horas
Yo a veces también me apuntaría gustosa al abandono de la Tierra, aunque fuera en compañía de estos amigos tuyos tan zumbaos, Krapps.... Menos mal que a veces me dan raptos de sensatez y no me despego del suelo....
ResponderEliminarY a ti? te dan ganas de salir volando?
Un beso
Yo más que volando prefería salir levitando como Santa Teresa y dejar a la gente con la boca abierta ahí abajo mientras me ven subir. Creo que hasta no me privaría de hacerle un corte de mangas al mundo cuando estuviera a cierta altura. Ay la sensatez a veces lo único que realmente consigue es hacernos más infelices.
EliminarOtro beso.
Que interesante la historia de Don:Touciño y, que buena idéa.La de fabricar combustible apartir de los grelos para poner en órbita estos cohetes o calderas volantes...-Es que los gallegos sois únicos a todo os adaptais.Que pena que cuando ya estaba más feliz que una perdir le visitara la "Doña" en fín no se puede ir contra ella siempre nos encuentra...es una espía.
ResponderEliminar-Que pena: que se ha perdido el contacto con los ciudadados/as que salieron en la nave...Espero que se localicen pronto porque algunos entre ellos yo: tenemos ganas de irnos una temporadita por la órbita.
Un saludo Dr:
Gracias, Bertha, aunque lo de los biocombustibles está ya invitado, el peligro es que subiría el precio de los grelos y hacer un buen caldo gallego sería supercostosísimo. Los gallegos nos adaptamos por el puro arte de la supervivencia
EliminarLos egonios son muy suyos y como supongo que no eres egonia les costaría aceptarte en sus naves de transporte. Quizás falsificando el pasaporte.
Saludos
Meeencantan las metáforas y las alegorías, pero esto es mucho para mi DR KAPP... no sabes lo que podría desbarrarte con esto, te volverías loco y me echarías a patadas:))
ResponderEliminarMejor me limito a intentar contarte mi interpretación solo de la última parte, por el bien de tu salud mental y la mía:-)
Verás, creo que los egonios son una especie de nacionalistas extremos intersiderales que en su afán por no ser contaminados, ni controlados, ni menos que otros con satélite propio, decidieron a trasladarse a Egonia2.0 donde se encerraron en si mismos aislándose del resto del universo, única forma de ser independientes y libres.
¿Y Sabes qué? a mi la gente que necesita aislarse, marcar y deslindar lo que es suyo del resto para estar a gusto, me parece gente muy pobre y en el fondo hasta mezquina. Efectivamente cuando uno está solo no hay disputas, ni conflictos pero ¡¡vaya vida más triste y aburrida!! este tipo de gente me recuerda a estos niños que colocan libros y los brazos al rededor de lo que escriben para que nadie les copie, pequeños monstruitos egoístas en potencia... ¿no será mejor aprender a compartir y a convivir en la diferencia?
Ya, lo sé ¿donde se aprenderá eso verdad? en fin... yo desde luego nunca sería feliz ni en una isla desierta, ni en un satélite perdido, por muy mío que fuera:))
Vaya mente prodigiosa la tuya Dr KRAPP, eres la combinación más exótica que he visto de pragmatismo imaginativo jajaja así como un realismo mágico galaico... te podías llamar Dr KRAPP MÁRQUEZ y la historia de estos egonios sería cien años de soledad intergaláctica :-)
Muuchos besos , muchas gracias y muy feliz noche lluviosa...
No creas tengo una capacidad de desbarre bastante acentuada y que conste otra cosa: cualquier parecido entre los egonios y algún otro pueblo terrícola es pura coincidencia. Me he inspirado en varios y en ninguno en particular.
EliminarLos nazis querían hacer lo mismo que los egonios por eso se creyeron la mamonada esa de la raza aria. Hay que ser bobo ¿puede ver algo más hermoso que esa bella mezcolanza racial que se puede observar en Cuba o en Brasil?
Tú último párrafo no requiere comentarios. Ya quisiera yo tener una mente prodigiosa y hacer buen uso de ella que es lo complicado. Krapp Krapp hast el final.
Muchos besos, gracias a ti y feliz semana, a pesar del PP
Siempre parece que escondiéndonos en nosotros mismos, se puede llegar a algún sitio o pasar desapercibido y esta demostrado que no, que más tarde o más temprano, nos llegan las cosas y cuanto más tiempo pasan más larga es la agonía.
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo, la excesiva interiorización solo aumenta el malestar y el dolor al mismo tiempo que el miedo a todo lo exterior. Da igual que se trate de pueblos o personas.
EliminarCuando la ficción supera la realidad…tiras de tópicos, como el gallego “ese colonizador” jeje. Sana critica de las raíces.
ResponderEliminarEl relato me deja con una extraña sensación entre amarga, cómica y real. Lo malo es que a ese planeta irán los de siempre…yo me quedare con los ancianos (por aquello de la dependencia)
No se que decir ¡ que me ha encantao!
Las raíces hay que criticarlas para que se hagan más fuertes y no se dejen avasallar por los elementos.
EliminarEl relato es lo que es con sus luces y sombras.
Me alegro de que te haya encantado.
Vaya, me había perdido en su día la historia de los egonios. El caso es que entre esa historia y lo que acabo de leer me he quedado un tanto abrumado por las frondosas -y certeras, me temo- alegorías que esparce usted a diesto y sieniestro: no se salva nadie.
ResponderEliminarAhora, esa noticia de que los gallegos ya ha apalancado una satélite saturniano me llena de gozo: un nuevo sitio a donde emigrar; no solo para producir greloleo, sino también para establecer unas cuantas pulpeiras. La de Melide, para empezar. Y luego ya iremos viendo.
Creo que no me frecuentabas en la época que escribí aquello de los egonios. A veces retomo historias antiguas y las enlazo con otras modernas. Mi ideal sería poder enlazarlas todas pero sería imposible.
Eliminar¿Una red de pulpeiras allí? quizás ya las haya. Ya sabes que para la cuestión hostelera los gallegos somo como hachas o si prefieres como duros fouciños.
Me encanta! Hablar de independencia interplanetaria en este momento de escisiones y patriotismos excesivos y ciegos...
ResponderEliminarMe gusta el final. Desconexión total. Seguirán vivos o se habrán extinguido víctimas de la endogamia (mental) y las escaramuzas internas.
Estoy segura de que Virtuditas te ama. Los triángulos son peligrosos en espacios reducidos.
Saludos!
Gracias. Virtuditas no ama al Doctor Krapp al que no conoce. Yo creo que a pesar de sus broncas y encontronazos ama a su marido y está encandilada ante un amante sideral como Moaña D'Ons que recordemos está perseguido por la Milicia Feminista Interplanetaria.
EliminarSaludos
Por la indepenncia y por la libertad vale la pena perder la conexión con este mundo. Cuantos menos ataduras, mejor.
ResponderEliminarEso no quita que la nostalgia pueda hacer acto de presencia, pero lo importante es pensar que un mundo y diferente es posible...Y hay que intentarlo ...
Estoy de acuerdo, pero no para crear otro que no sea mejor que el que ahora tenemos que soportar. Esa diferencia entre lo antiguo y lo nuevo es lo fundamental.
EliminarYo me pararía un poco a pensar en eso de que en la vieja tierra egonia solo quedaron los ancianos y poco más. Ya se sabe: más sabe el diablo por viejo que por diablo.
ResponderEliminarPersonalmente creo que los egonios, víctimas de la incapacidad para controlar su paranoia, en su éxodo, se llevaron la enfermedad con sigo.
El diablo sabe por viejo que sin raíces el árbol se pudre y si hay muchos árboles podridos acaba desapareciendo el bosque.
Eliminar¡Qué recuerdos! "El vuelo de los egonios" Me impactó mucho en aquellos tiempos esa pintura de Magritte y el terminajo "egonio". No dejan de llover más y más egonios y por mucha nave y viajes interestelares no hay sitio dónde ir.
ResponderEliminarBesos.
En esa entrada fue donde te diste a conocer ¿no? Si es cierto hay muchos egonios y a pesar e lo mal que van las cosas parece que seguiremos así.
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