- Te amo
- ¿Y tú crees que saberlo me hará feliz?
- Digo lo que siento, no pretendo hacerte feliz.
- Si no pretendes hacerme feliz es que no me amas.
- No eres justa. Expreso mis propios sentimientos. Los que yo tengo, al margen de lo que puedas sentir tú. Hablo de algo unilateral que habiendo nacido en mi mismo, no pretende ir más allá.
- Si no pretende ir más allá ¿por qué me lo comentas? Guárdatelo para ti, es una información que no te había pedido.
- Pero yo necesitaba decírtelo. Quitármelo de encima.
- No te engañes, si quieres sacártelo de encima es que no te bastaba con saberlo tu mismo. Quieres que también lo sepa yo, pero sin correr riesgos.
- Lo he dicho y me he arriesgado. Al hacerlo sufro sus consecuencias: ahora mismo me estás cuestionando.
- Cuestiono lo que comentas y lo que revelas detrás de lo que comentas. Me dices que me amas, pero al mismo tiempo te cubres las espaldas por si acaso yo no siento lo mismo por ti. Al convertirlo en algo abstracto y casi impersonal, te garantizas un paracaídas en el caso de que yo no sea receptiva a tus palabras.
- Lamento defraudarte tanto. No debo ser la persona que te conviene
- No he dicho que no lo seas.
- ¿Lo soy, cariño? Cielo, ahora sin duda comprendes que no era necesario llegar a ésto.
- No te ilusiones tan rápido, tampoco he dicho que lo seas.
- Me rindo.¿Me puedo ir ya?
- ¿Te vas a ir sin saber lo que siento?
- Eso es cosa tuya, yo hablaba de lo mío.
- Eres un egoísta, como todos los hombres. Solo pensáis en lo vuestro.
- Lianta, que eres una lianta. ¿Cómo me puedes tratar así? Me dan ganas de...
- ¡Huyy que cara de mala leche se te ha puesto! Pero estás mejor así, eh. Muy favorecido. Es que, chico, cuando te pones en plan caramelito me resultas muy empalagoso.
- ¿Entonces si me pongo duro, intransigente y decidido me quieres? ¿Sí? Venga, dime que me quieres, porfa...
LABIOS GENITALES
Hace 1 hora
Garantizado,Krapp.
ResponderEliminarEste individuo no tiene ninguna posiblidad de supervivencia.
!Qué bárbara! me ha hecho un lío hasta a mí.
ResponderEliminarQuizá lo más sencillo sería hablar menos y dejar fluir los sentimientos.
ResponderEliminarMuy bueno, Doc.
Un abrazo.
Qué raritos son algunos tíos.
ResponderEliminarLuego nos decís a nosotras.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPrimeiro: semellamo a min ou hai unha disgresión de xeneros neste relato?
ResponderEliminarSegundo: habida conta de como as gastan os/as da SGAE vou pensar seriamente en como cobrarche un canón en virtude de musa inspiradora
Terceiro: Me quedo co comentario de Torcuato.
Cuarto: teñome que preocupar, Dr Krapp?
Es un mundo muy competitivo, amigo Vitamorte, hay que estar preparado para la decepción.
ResponderEliminarEs un poco lianta sí, Desastre pero quizás ahí radica su encanto.
Sería, Tor y estoy de acuerdo contigo en ello. El poder de las palabras siempre perturba la realidad. A veces la embellece, a veces la estropea.
Es un hombre posible dentro de un enorme abanico de posibilidades, Tesa. Te garantizo que los hay distintos a éste y hay mujeres diferentes a ésta, por supuesto.
ResponderEliminar1)Calquera podería estar mesturado nesta historia. Rocío. O meu propósito non era asociar a cadanseu personaxe a actitude prototipica do seu xénero, porque non creo na asignación de roles psicolóxicos según a condición sexual.
2)Cando queiras podes pasar por caixa, pero tes que dicirme antes a tarifa. Non vaia ser que sexa moi onerosa para o presuposto que teño asignado as miñas musas.
3) Estou dacordo con Torcuato pero o mundo é pura latriqueiro, pura palabrería.
4) Ti, tranqui, poucas precupacións merecen verdadeiramente a pena. O mundo seguirá funcionando mal que nos pese.
Son tan raritos él como ella. Dejando aparte que lo mejor sería hablar menos y obrar más, se ve que están perdidos en las trampas dialécticas tan del gusto de los que han leído mucho pero mal.
ResponderEliminarEn cualquier caso, él es un blando y ella una borde: que se vaya cada uno por su lado.
Yo creo que aquí cada uno va a lo suyo, no se libra ninguno de los dos. Lo que me llama la tención es la foto, ¿es un cerebro lo que lleva ella en la mano?
ResponderEliminarHola Doc,
ResponderEliminarSi me lo permites te responderé con una frase extraída de un precioso tema de Djavan que se llama A Ilha.
"Porque seu coração é uma ilha
A centenas de milhas daqui"
Creo que eso ilustra de forma perfecta la intención de la imagen que acompaña al texto.
Saludos Krapp. Buen diálogo. Kundera, uno de mis favoritos, escribió una historia corta que me lo ha recordado.
Jazzy
Por lo menos no podrán quejarse de que en su relación no había diálogo. Agotador, pero diálogo al fin y al cabo....
ResponderEliminarUn beso, Krapps.
Desde mi punto de vista son raritos pero no imposibles, Paseante. Hay gente así, mal que nos pese. La dialéctica, mal utilizada como dices, absorbe la realidad y la lleva a un terreno inhóspito. En muchas ocasiones bland@s con bordes hacen parejas duraderas.
ResponderEliminarCada uno va a lo suyo y eso es terriblemente habitual. Me tiene la pinta de ser corazón, Angie, creo que el cerebro tiende a ser más gris.
Gracias por tus referencias musicales y literarias, Jazzy. Hay un tema del gran cantante portugués Pedro Abrunhosa titulado "Como Uma Ilha" muy bonita pero con una letra más esperanzadora. Saludos.
ResponderEliminarSí, como una película de Bergman o de Rohmer pero es que si lo piensas bien, Novicia, solo nos queda la palabra, tal como decía el poema.
Recibir una declaración de amor sin poder corresponder en la misma línea es tremendamente ingrato. El que se declara debería hacerlo con bastante confianza de ser correspondido para no provocar una frustración mutua.
ResponderEliminarYa ves, cada uno tiene sus rarezas...
Curioso que lo veas desde la perspectiva del amado y no del amante, Luis, como quizás haría la mayoría. La confianza en ser correspondido es extremadamente complicada cuando uno depende exclusivamente de lo que le dictan sus emociones y éstas tienden a desvariar ante las necesidades apremiantes del corazón.
ResponderEliminarEs el riesgo que se corre cuando uno se tira a la piscina, sin más.
ResponderEliminarMe da la sensación de que no se entienden porque cada uno maneja un código distinto y una muy distinta concepción del amor.
Besos.
Hola Doc, paso a saludarte, que andaba un poco perdida por estos cibermundos. Espero que todo vaya bien.
ResponderEliminarEste texto me ha parecido muy entretenido, desde luego hay gente asi, que no puede vivir sin ese constante tejemaneje, me quieres, ya no me quieres, tú más, no, pero yo más todavía.....A mí, personalmente me parece bastante agotador, además de un tanto infantil, con lo bien que se está en una relación equilibrada y madura sin tanto dramatismo. En cualquier caso, a lo mejor también todo depende del momento en que te encuentres,y puede que necesites una cosa u otra según tu estado. Hsy tantas situaciones!!
Un saludo, Doc, me pasaré de vez en cuando, feliz noche, y besos....
Es que siempre, creo yo Cristal, alguien debe tirarse a la piscina. La seguridad de acertar o no acertar solo te la da el propio destino. Besos
ResponderEliminarMe alegra mucho verte de nuevo después de tanto tiempo, Luna. Se está bien en esas relaciones equilibradas, maduras y sensatas hasta que el cuerpo, más bien la libido te pide otra cosa, tal como dices. Hay mucha necesidad de estímulos adicionales para seguir entretenidos.
Yo también me pasaré por tu blog. Besos
(Es verdad, es un corazón. Jopé. Entonces... esto es lo que se llama hablar con el corazón en la mano.)
ResponderEliminarBueno, mejor no he dicho nada; lo dejo entre paréntesis.
Irónica, que eres una irónica. Pobre hombre caminando por las vías sin su preciosa víscera como cuando a las gallinas les cortan el cuello y siguen andando por el corral hasta que caen abruptamente.
ResponderEliminarA veces eres muy drástico, Krapp, te lo digo por lo de las gallinas. Ese comentario con las gallinas descabezada paseando quedará para la eternidad blogosférica. Y cuando toca gallinas toca gallinas porque hoy iba de acá para allá y cuando me he acercado a la tele, en el canal 24 horas estaban recordando al profesor Tierno Galván y estaba diciendo algo así como que leer es difícil que hay que saber leer, que hay que leer imitando a las gallinas. Y al oír lo de las gallinas se me han encendido todas las alarmas. Continuaba diciendo que hay que mirar para abajo y después para arriba, para reflexionar. Y entonces he pensado que eso lo harían las gallinas (lo de la cabeza para arriba y para abajo) que tienen cabeza porque las que van por la blogosfera descabezadas desde luego no.
ResponderEliminarYa no me contestes si no quieres.
¿Sabes? Me gustaba Tierno Galván hasta que le oí dos comentarios que me dejaron estupefacto: que llevaba no sé cuantos años sin llorar y que se cambiaba de calcetines dos veces por semana. Esto fue lo máximo, si Tierno Galván fuera gallina me daría grima seguir su teoría y mirarle hacia abajo antes de mirar hacia arriba en perfecta postura de reflexión. En aquellos benditos años La Romántica Local decía aquello de que a "A Occidente le huelen los pies" pero aún así lo de Tierno, si fuera cierto, sería atroz.
ResponderEliminarAprovecho para regalarte la audición gratuita de ese tema:
http://www.youtube.com/watch?v=rCXIiFYaAac
Díxolle o pote a sartén: No me toques que me lixas...
ResponderEliminar¡Tracatrá!
Como aquela canción de Radio Futura. "
ResponderEliminarNo tocarte, no tocarte, no tocarte o quizás
podría devorarte"