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La nave estelar Orzán 739 se dirige al satélite agrario Grelicia, en la órbita de Saturno, llevando consigo al nuevo equipo de gobierno de la colonia. En el proceso de descrionización, el comandante Touriñán tiene una agria polémica con su esposa, Virtudes, más conocida por Virtuditas, y le pide al robot omnisciente que maneja la nave, X.A.N. 04 que la vuelva a crionizar de nuevo.
Cuando la buena señora vuelve a su temperatura habitual, prosiguen las peleas. En realidad, todo es un engaño. Una buena noche la pareja desaparece en una nave nodriza. El propósito de estos Bonnie and Clyde espaciales es llegar por su cuenta a Grelicia y hacerse con el tesoro de Xan Touciño, el legendario fundador de la dinastía galaica que gobierna el Sistema Solar desde que descubrió el greloleo, una fuente de biocombustible de poderes asombrosos. Para su aventura cuentan con el aventurero espacial, Moaña D'Ons a bordo de su nave estelar El Burlador de Hebillas. Precisamente los tres personajes se encuentran en esa nave cuando aparece el Orzán 739 dirigido ahora por la Comandante Ferro, una feminista contundente y radical que ha decidido acabar de una vez por todas con D'Ons, al que considera el machista más abyecto de toda la Galaxia.
Las bolas de chapapote con efecto yo-yo disparados desde el Orzán 739 no producen el efecto esperado. Moaña toca melodías de autores románticos con su piano de cola, generando alrededor de su nave una neblina púrpura de quarks-encanto. Pronto se desvanece la niebla pero El Burlador de Hebillas se ha convertido en un ojo gigante. Antes de explotar en mil pedazos las bolas de chapapote hacen llorar al ojo. En una de las lágrimas, en realidad una pequeña nave, van nuestros héroes con la única compañía de una cursi voz en off con afanes de protagonismo. La lágrima cae en el satélite Indie, donde conocen a un grupo de empalagosos modernos que ha sobrevivido tras someter a un régimen de semiesclavitud a los fashion victims que decidieron acompañarlos tras su destierro.
En el último capítulo, nuestros protagonistas han robado una nave a los modernos y deciden tomarse un bien merecido descanso en la Manolo's Tavern, un bar de tapas de reconocida fama incluso más allá de los anillos centrales de Saturno. Allí Moaña le abre su corazón a Virtuditas y le cuenta como se vio obligado a convertirse en aventurero espacial como obligada terapia ante su morbosa adicción al enamoramiento gratuito.
Es el momento. Tras el refrigerio y la charla amistosa, nuestros amigos están dispuestos a proseguir su aventura. Dispuestos a afrontar lo que el destino tenga a bien en ofrecerles.
INCIPIT 1.524. BAD HOMBRE / POLA OLOIXARAC
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