- Venimos a cambiar la utopía socialista por otra que sea más actual.
- Pues no lo entiendo, cuando se la vendimos a su tatarabuelo en el Siglo XIX se mostró muy satisfecho.
- Es que está desfasada ¿quién cree en el socialismo hoy en día?
- La culpa la tienen ustedes ¿cómo dejan que gente manifiestamente incompetente manipule un objeto tan delicado?
- Bueno cuando Marx se hizo cargo de ella...
- Marx era un ratón de biblioteca que creía poder cambiar el mundo con una fórmula matemática. Ponemos aquí, quitamos allá y tenemos como resultado la felicidad universal. Vaya falacia, los hombres no son cuentas de un ábaco. No se les puede reducir a un número o a una ley de efectos automáticos. Esos experimentos siempre son peligrosos.
- Quizá la culpa sea de los seguidores que no supieron interpretar al maestro.
- Pues no será por lo que discutieron entre ellos. Desde la muerte de Don Carlos están de bronca continua por sus teorías y lo que es peor, intentando llevarlas a la práctica por las buenas o por las malas, a machamartillo. Por otro lado, nada nuevo. Cuando les vendí la utopía cristiana a los judíos también ocurrió algo parecido. Les ofrecí una bella utopía y ellos montaron una iglesia ¿habrase visto semejante despropósito?
- Hay gente que ha intentado usar ideas socialistas sin excesiva radicalidad.
- ¿No me pretenderá hablar ahora de los socialdemócratas? Decir que esa gente son socialistas es como decir que un vaso con contenido blanco siempre lleva leche.
- Nos está dando la razón, ¿no será mejor, entonces, cambiar el socialismo por algo más sencillo?
- Mire, si pensase exclusivamente en esos individuos que ahora lo están manipulando en su beneficio: el coronelito venezolano, la corte de ancianos caribeña, la troupe de la Unión Europea etc... le daría la razón pero...
- ¿Pero?
- Pero ustedes los de abajo se quedarían sin la oportunidad de conocer las tremendas posibilidades que esta utopía les ofrece. Venga, quédense con ella, lean el manual de instrucciones y por favor, no la dejen en manos de cualquiera. Agradecerán el consejo.
ventana
Hace 3 horas
hola. QUÉ BUEN GRÁFICO.
ResponderEliminarDE MARX SE PUEDE DECIR MUCHO. PERO LA VERDAD ESTÁ EN LO QUE DICES, QUE UNA FÓRUMLA MATEMÁTICA SE HAYA UTILIZADO PARA QUERER CAMBIAR EL MUNDO.
LA VERDAD ES QUE LO VEO DIFÍCIL. PORQUE UNA FÓRMULA, PARA EMPEZAR, ES `PERFECTA. EN CAMBIO, EL ELEMENTO HUMANO, ES IMPERFECTO.
SALUDOS AMISTOSOS PARA TI, UNA UTOPÌA MENOS...
A los socialistas de hoy en día sólo les queda de socialismo el nombre, así que, como se lo quiten, ya no van a saber ni quienes son....
ResponderEliminarBesos Dr. Krapp
El mundo necesita una tercera vía, visto el fracaso del capitalismo y del marxismo, pero ni sé cuál ha de ser ni veo a ningún líder o pensador capaz de sugerirla o crearla.
ResponderEliminarEstamos viviendo un momento histórico pobre y falto de horizontes que puedan levantar el ánimo alicaido en el que nos hallamos.
Quizás las mujeres, por qué no, en cuanto alcancen más cotas de poder puedan hacerlo mejor... Porque peor es difícil.
Buena entrada, Dr. Krapp
Yo si supe interpretar al maestro...
ResponderEliminarcreo yo.
Besos con azúcar glasé.
Hoy no se gobierna de acuerdo con el mandato del pueblo sino con el mandato de forrarse y ganar las siguientes elecciones.
ResponderEliminarSaludos Rogger, encantado de verte por aquí. Marx era hijo del cientifismo abracadabrante de finales del siglo XIX, aquel que querái reducir el mundo a un montón de fórmulas. Lógicamente con seres humanos utiliza demasiadas incognitas.
ResponderEliminarLos socialistas de hoy en día Novicia usufructan un concepto que no les pertenece y lo peor de todo es que pretenden usarlo en exclusividad. Besos
¿Las mujeres como tercera vía,Luis Antonio?
ResponderEliminarEllas también han participado en el mundo tal como ésta y en la utopía tal como ha sido querida por los soñadores.
Las mujeres también han sido parte de este estado de la cuestión y además un mundo gobernado por un sexo en exclusiva sería francamente aterrador. Gracias por tus palabras.
Lo sabía, sabía que solo una persona como tú, Maritoñi podría conseguir algo en la que otros han fracasado. Caray para algo servirá tener sangre azul.
¿Y antes Angie? Yo en cambio creo que es más importante el poder que el dinero. El poder genera dinero, a veces con el dinero no se tiene poder.
Tienes razón, el poder del poder no es el mismo que el poder del dinero. Nunca sabemos si las manos en las que recaerá el poder serán las adecuadas, a menudo éste se subvierte y utiliza para fines distintos a los que estaba destinado.
ResponderEliminarLos dirigentes socialistas del presente pertenecen a la clase media, se mueven en cochazos y viven en urbanizaciones de lujo.Creo que les jodería bastante tener que regalar una de sus vacas, como en el e-mail ese tan divertido que se mueve de bandeja en bandeja.
ResponderEliminarY los sindicatos mayoritarios, son entes sordomudos, creo que se han marchado al Caribe con Curro, hasta que acabe la crisis.
El dinero mueve el mundo ...y no hay poder que se le resista.
Dr. Krapp:
ResponderEliminarEl mundo está sufriendo inmensas y graves transformaciones. De orden geopolíticas, macroeconómicas, sociológicas y culturales. Es un proceso tan inmenso y trascendental, que la corta distancia que ofrecen nuestras miradas no alcanzan a vislumbrar la profundidad del cambio.
Seguir interpretando este fenomenal proceso socio-económico y político-cultural actual con los paradigmas de la modernidad del siglo XIX, aparte de equivocado es decididamente esteril. Estos paradigmas agotados hablan de una bipolaridad liberalismo-socialismo ineficaz para interpretar o viabilizar el presente. Ni que hablar del futuro. El mundo de las ideas está transformandose muy aceleradamente y hoy nos encontramos inmersos en esa transición, lo que hace que perdamos las certezas y las verdades otrora indiscutibles.
La necesidad humana de promover el desarrollo económico y promover la inclusión social (por nombrar sólo dos de los paraestandartes de la bipolaridad decimonónica y sigloveintista) incorporan otras urgencias como el compromiso ambientalista, el cierre de la brecha tecnológica norte sur (extra e intra nacional), la perdida de la unipolaridad totalitaria de los eeuu, los desafíos del nuevo mundo multipolar, los derechos y obligaciones de las minorías y tantos otras urgencias nacionales y universales.
Que no pueden ser interpretadas a la luz mipoe de sólo dos ópticas, a derecha o izquierda.
Por lo que hablar de socialismo se puede convertir en retórica nostalgiosa y melancolica.
Construir, desarrollar, comprender y viabilizar los nuevos paradigmas es una tarea que nos compromete más, tanto colectiva e individualmente para dar mejores respuestas a los desafíos de la hora.
un abrazo
miguel
Los fines del poder casi nunca coincide con el uso que se hace de él. Debe ser como una vértigo o como los efectos del alcohol en alguien que no está acostumbrado a consumirlo. Por eso el poder siempre perjudica más a aquellos que lo obtienen por primera vez.Saludos Angie.
ResponderEliminarCreo Tesa casi todos los dirigentes de la llamada izquierda suelen ser miembros de la pequeña burguesía desde su aparición con la revolución Francesa.
Estoy de acuerdo contigo en que los sindicatos se deben haber marchado al Caribe, ellos fijo que con curro (en minúsculas) mientras a los que dicen que representan lo pierden. Van cuatro millones de parados y seguirá la racha.
A mi modo de ver Miguel el problema estriba en que usamos esos paradigmas decimonónicos, estoy totalmente de acuerdo con esa denominación, ya que la sociedad de consumo y el disfrute que ella ha llevado consigo ha eliminado casi por completo la posibilidad de un pensamiento crítico y capaz de crear una alternativa.
ResponderEliminarLa gente se lanzó sobre el becerro de oro pensando que consumir lo era todo y ahora el tren va a toda velocidad sin que nadie pueda usar los frenos. Ponerlos, sería cuestionar todo el sistema económico y las bases sobre las que se asienta.
¿Quién se atreve a semejante temeridad?
Solo cuando le hemos visto las orejas al lobo en forma de cambio climático o contaminación ambiental hemos intentado cambiar las cosas y crear una alternativa que todavía no se ha desarrollado con la suficiente pero como para vencer las inercias del pasado.
Nos han vendido la utopía del socialismo, maravillosa y perfecta herramienta, pero las vanidades humanas la han transformado en despotismo, torpe, para colmo de males.
ResponderEliminarYo voto cambiar el socialismo por el Maritoñismo.
ResponderEliminarBesos con azúcar glasé.
Corsario,las vanidades humanas convierten los más bellos ideales en cualquier cosa rastrera y vulgar hasta el punto que acabamos despreciando el propio ideal cuando en realidad el pecado está en el uso que se hace de él.
ResponderEliminarCuando lo tengas preparadao mándame el manifiesto fundacional, Maritoñi, lo recibiré encantado.
Completamente de acuerdo Dr.
ResponderEliminarLas teorías son teorías...funcionan en el laboratorio, hasta que caen en manos de los hombres.
ResponderEliminarDe los pocos, que tienen el poder para destrozarlas o llevarlas a cabo.
Me alegro, Corsario.
ResponderEliminarLa paradoja está Mará y Cuyáen que los mismos o parecidos hombres los que forjan las ídeas y los que luego quieren llevarlas a cabo.
Con este post me hiciste recordar a un ex, él soñaba con ser lider socialista y así poder hacerse a su Mercedes Benz con chofer incluido.
ResponderEliminarBesos borrascosos
Hay demasiada gente que mira a lo alto a riesgo de coger una perniciosa tortículis. Prefiero a un idealista necio a un pragmático sin escrúpulos, Borrasca.
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