Antes del principio sólo había la Nada, luego se puso en marcha el tiempo y nació el Uno para hacerle compañía.
El Uno era sólido y compacto por lo que pronto entró en conflicto con la Nada. La veía vacía. Le aburrían sus naderías. Para eso era preferible ser un Uno único, solitario y autocomplaciente.Aquel día, por matar el tiempo, agarró un trozo de Nada y se la comió. Hummm, estaba exquisita. Probó a tomarse otro pedazo y le gustó todavía más. Siguió comiendo y comiendo y llegó a la conclusión de que si no le servía como compañía, al menos le serviría como alimento. Una forma saludable de quitársela de en medio. Sin embargo a pesar que el Uno estaba cada vez más pesado y grueso, la Nada resignada seguía tan ancha y larga como siempre. Sin darse por rendido, el orgulloso Uno siguió devorando a la Nada con cada vez mayor premura y voracidad. Tragando y tragando, se fue hinchando. Hasta que finalmente...
Finalmente estalló en mil pedazos producto de una colosal diarrea cósmica.
Sus vísceras se esparcieron por doquier muy, muy a lo lejos y durante mucho, mucho tiempo. De ellas nació el Universo entero: la Vía Láctea, las lunas de Saturno, las auroras boreales, las azucenas, los mosquitos, el amor platónico y hasta los Habilitados de Clases Pasivas.
Amados discípulos, aprendan la lección que el Uno nos dió: en este mundo cruel, hasta el egoista puede ser altruista si lo requiere la ocasión.
Es la ocasión lo que da sentido a las cosas y no las propiedades intrínsecas que ellas tienen.
INCIPIT 1.516. DIBUJOS RECUPERADOS / FRANZ KAFKA
Hace 3 horas
live your life, it's great
ResponderEliminarhttp://worldsandtravels.blogspot.com/
O sea que la nada pese a estar vacía se autoregenera constantemente ¿no?.
ResponderEliminarEntonces el Uno es un papanatas, pues pese a estar tan compacto no puede con la Nada. Ni llenarla de contenido, ni acabar con ella, ni nada de nada.
Así pues, la moraleja, si la hay, de que la ocasión la pintan calva -por algo será- no sirve de mucho en ese caso. Calva era y calva seguirá.
No, no se autorregenera. No se trata de una estrella de mar o algún bicho semejante. Tampoco se trata de un chicle que se puede estirar o encoger según le pille. Simplemente es antimateria, como tal responde a leyes propias que le hacen inmune a las acechanzas y solicitudes de la materia.
ResponderEliminarNo me atrevería a calificar al Uno de una forma determinada ya que en él se contiene todo: papanatismo, sabiduría y el resto de propiedades que constituyen el universo entero. Nosotros sólo somos parte de sus vísceras.
No logro entender su comentario de la ocasión y la calvicie aunque conozco el refrán.
Saludos