El Roto, siempre magnífico y excelente, en esta ocasión se ríe hasta de los catastrofistas, ya que es un mensaje no sólo realista sino esperanzador, ya que el protagonista de la viñeta no dice que no sea humano, sino que se le está olvidando, con lo cual deja un resquicio abierto para poder recordarlo, y además de positivista es perseverante ya que hace un cursillo para conseguirlo... Maravilloso. Da ganas de creer que el hombre puede recuperarse aún.
Entiendo el chiste de El Roto al revés, creo que el autor se envuelve en el disfraz de una falsa esperanza para darle más patetismo y amargura a la lóbrega desnudez de la situación y lo que quiere expresar con ella.
O peor de esquecernos de que somos humáns, non é o feito en sí; é que esquecemos quenes somos xordos a nosa alma.
ResponderEliminarGracias por o seu comentario, Corsario.
ResponderEliminarEl Roto, siempre magnífico y excelente, en esta ocasión se ríe hasta de los catastrofistas, ya que es un mensaje no sólo realista sino esperanzador, ya que el protagonista de la viñeta no dice que no sea humano, sino que se le está olvidando, con lo cual deja un resquicio abierto para poder recordarlo, y además de positivista es perseverante ya que hace un cursillo para conseguirlo...
ResponderEliminarMaravilloso. Da ganas de creer que el hombre puede recuperarse aún.
Entiendo el chiste de El Roto al revés, creo que el autor se envuelve en el disfraz de una falsa esperanza para darle más patetismo y amargura a la lóbrega desnudez de la situación y lo que quiere expresar con ella.
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