Están los fantasmas de "toda la vida", herederos de viejos fantasmas. Los que aún sobreviven presumiendo de sus polvorientos y linajudos álbumes familiares o de sus apellidos compuestos. Muchos de ellos no eran hijos de nadie hasta que azularon su sangre aprovechándose de la notoriedad de sus antepasados, aquellos ilustres y heroicos cazadores practicantes del tiro mortal al sindicalista asustado, a la costurera rebelde o al maestro tembloroso que se agarraba los pantalones sin cinturón para no perder la dignidad en su hora postrera.
Estos fantasmas ya tienen nietos y en verano les gusta apreciar lo que han crecido cuando los ven bañarse en la piscina de la finca - así le llaman para no llamarle chalet - que los abuelitos regalaron a sus papás cuando éstos heredaron el bufete, el estudio, la gestoría o el señorío del apellido. Fantasmas abuelos que gastan las tardes de invierno en partidas de billar o de cartas bien resguardados dentro de esa mole grotesca y monstruosa que llaman casino, construido gracias al pelotazo inmobiliario de un juez corrupto, amigo de mafiosos.
Al llegar la noche, a la hora de los vinos en el bar de siempre, los más osados recuerdan con nostalgia contemplando a la nueva juventud barbada, sus viejas andanzas matoniles contra rojeras y melenudos en los tiempos ingratos en que agonizaba el Caudillo.
No comprenden que ha pasado desde entonces. No comprenden porqué su tiempo es solo recuerdo y porqué Kaskarilleira ya no es su ciudad.
No comprenden porqué una pandilla de impresentables indecorosos a los que no conocen de nada, se adueñaron de la ciudad que siempre consideraron suya. Patalean y se quejan, montan barullo desganado en ciertas celebraciones en decadencia y se quejan sin cesar de lo humano y lo divino.
Cierto es que cuentan con algún escribano amigo de pluma remilgada, defendiendo los viejos valores desde el diario más reaccionario, ese que vive de viejas suscripciones que la gente se olvidó de cancelar. El rancio periódico es un baluarte para defender su malestar, ya que les ofrece esa clase de hostilidad desorbitada que no puede disimular - tras el supuesto cariz ideológico - que la cosa va de pasta, es decir, de no recibir pasta institucional para mantener el tinglado ruinoso.
Y sin embargo nada parece suficiente para su congoja, por eso un grupo de ellos crearon una comisión y me visitaron en mi mugriento despacho de detective.
- Arou, queremos que nos deje su contenedor transtemporal para viajar al pasado.
- ¿Y qué se les ha perdido a ustedes en el pasado?
- Queremos instalarnos en él. Colonizarlo. El presente es una mierda.
- Bueno, pues vale.
Hoy me sobra el dinero y diría que desde que se fueron, se disfruta de un aire menos viciado en esta ventosa y algo pretenciosa ciudad atlántica en la que reposa mi sombra.
(*): Haced clic aquí si queréis recordar las características de mi cachivache.
(Capítulo 37 de Kaskarilleira Existencial.
Esta manía de viajar al pasado... con la cantidad de presente y futuro que hay...
ResponderEliminarCierto, pero da más seguridad recorrer territorios ya hollados por nuestro congéneres que aventurarse por las incertezas.
EliminarHay que ver lo que es la nostalgia. Porque desde luego, para ese tipo de personajes cualquier tiempo pasado fue mejor. Ya ves lo que es la vida: ahora salen a la calle, avejentados, y no los conoce -no los teme- ya nadie. ¿Qué sentido tienen hoy en día? Pobrecillos.
ResponderEliminarEn fin: que no vuelvan.
La nostalgia es una amante engañosa pero con gran poder de seducción cuando cubre las carencias del presente. Además tiene la facultad de poder recrear la historia personal si un tiene suficiente poder de concentración.
EliminarAllí se quedarán, digo yo.
Mucho me temo que al bueno de Arou –Camariñas- le va a llegar una factura de la luz cósmica (no concibo la posibilidad de que la energía pueda ser gratis en ningún mundo). Cada vez salen más sabandijas de ese pelaje de debajo de las piedras y de las cloacas, y son precisos muchos más viajes. Ahora se han envalentonado y ya no se avergüenzan; incluso alardean de su infamia.
ResponderEliminarEspero que el Ayuntamiento de KasKarilleira contemple una partida presupuestaria para este asunto, pues es por una cauda noble y de higiene pública.
Por otra parte, el riesgo que se corre de desestabilizar el continuum espacio/ tiempo con ese material corrupto es enorme; espero que don Fiz lo haya tenido en cuenta, por nuestro bien.
Saúde.
Me esperanza es que usan pilas reciclables y que el contenedor sea lo suficientemente versátil para admitir remesas lo suficientemente grandes.
EliminarEl ayuntamiento de Kaskarilleira tendrá que hacer algo al respecto aunque creo que existe la opción de los vecinos se animen a enviar sus propuestas. Anímese usted, Don Luis.
Lo de que el espacio/tiempo sea material inflamable da un poco de miedo, yo espero que si a Don Fiz se le ha escapado tan tremenda posibilidad, el Supremo Hacedor haga algo al respecto.
Saúde
Brillante y ácida crítica, doctor. Un contenedor de basura que viaja al pasado sin duda es estupenda opción para quien se aferra a unos valores, por así decir, caducos y trasnochados, así todos felices. Imaginación al poder. Saludos!
ResponderEliminarGracias, David. A ver si algún ingeniero, informático, comercial o un Steve Jobs de la vida con algo de cerebro, se anima a contemplar tal posibilidad en beneficio de la comunidad en general.
EliminarSaludos
Afortunadamente este tufillo de rancio abolengo: ya se va disipando un poco y espero que en ese túnel del tiempo donde se han introducido se petrifiquen.-Lo malo de todo este linaje, es que, tenemos que sufrir a esta casta de nuevos ricos:con titulación en las mejores universidades(ejem sin comentarios):que no deja de ser otra invasión porque lo que menos cunde es la sabiduría sino a golpe de talonario;como deben de pensar :ojo que no ve , corazón que no siente...A estos también hay que tenerlos lejos o sacudirle la manta a ver, de donde les sale el linaje?.
ResponderEliminarQue falta nos hace unos cuantos containers de esos para ir dejando los espacio respirables y sobre todo que la gente que se lo merece pueda vivir en armonía y entre todos aportar nuestro granito de conocimiento.
Un abrazo feliz finde
Cambia los personajes pero no tanto, o al menos lo creo yo, el estilo. Como dices hay nuevos ricos, nuevos elementos que quieren hacerse presentes en nuestra realidad usando las viejas técnicas de selección y permanencia. Y luego hablan de la persistencia de las cucarachas
EliminarUn abrazo feliz fin de semana.
Me ha encantado doktor! Es un texto brillante, plagado de humor e ironía de la buena. Cuando era pequeño mi padre me dijo una vez que no todos los fantasmas llevaban pesadas cadenas, que algunos, arrastraban lujosos y caros deportivos. Y no sé por qué tu relato me la ha recordado. Espero que esos señores con tanta añoranza por un tiempo extinto se sintieran a gusto viajando a través del tiempo y que no volvieran a molestar más. Un abrazo! ; )
ResponderEliminarPues muchas gracias, Ramón, aquí estamos para lo que se requiera.
EliminarFantasmas, figurones a los que dediqué una entrada reciente en el mes pasado son figuras de nuestra realidad abrumadora y a veces muy pesada.
Sí, yo también espero que el pasado les sienta mejor pero si no es así tan poco me importa demasiado a decir verdad.
Un abrazo
Ese contenedor es una maravilla, consérvelo usted Doktor, cualquier día se le vuelve a llenar con nuevas remesas, no sea muy exigente, para que desaparezcan en el pasado (cualquier día se nos quejan los del "pasado").
ResponderEliminarSalud.
Tú ya sabes que lo he utilizado para algunas otrasm isiones y realmente como tiene efecto boomerang no habrá problema para traerlo de vuelta por medio de un silbido o algo así.
EliminarEso sí después de cada viaje habrá que pegarle una buena limpieza y quizás usar un buen desinfectante. Es lo mínimo.
Salud
Pues no es mala solución mandar a estos rancios al pasado y que nos dejen tranquilos. El caso es que tipos así resultan antiguos en cualquier época. Quizás en el jurásico pasaran por contemporáneos.
ResponderEliminarDespués de haberlo visto hoy, creo que Rafael Hernando podría abanderar ese movimiento de no retorno sin desaire para la causa.
EliminarLos fantasmas son algo innato a la condición humana, van, vuelven y hacen de las suyas, cada persona tiene los suyos propios, esos que le recuerdan quien fue o quien quiso ser.
ResponderEliminarNo son de preocupar por si mismos, sino por lo que pueden traer a mentes aupadas en la verdad absoluta
Un saludo
Esos fantasmas de los que escribes a lo Ebenezer Scrooge el de "Cuento de Navidad" dan mucho miedo ya que te pueden arruinar la vida con sus reproches.
EliminarRespecto a lo de las verdades aboslutas no hay que hacerles mucho caso, suelen proceder de hombres poderosos pero limitados y relativos.
Saludos
Nunca me ha gustado remover en el pasado porque eso de que "cualquier tiempo pasado es mejor" es un camelo, pero, a decir verdad, el presente no me flipa mucho y del futuro qué podemos esperar. Resumiendo, a veces es saludable mirar hacia otro lado.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Krapp
A veces hay que remover el paaado porque los muertos son muy exigentes y quieren que los vivos arreglen sus asuntos pendientes aunque eso es muy diferente de vivir instalado en él considerándolo lo que nunca fue.
EliminarQuizás debamos mirar hacia arriba en vez de hacia adelante o atrás.
Un abrazo y feliz recuperación.
Es lo primero que leo, acabo de descubrir tu blog, y menuda sorpresa me he llevado, me encanta! Indagaré hacia atrás que parece que me he perdido algo... ;)
ResponderEliminarLa primera vez siempre es la mejor como bien sabemos todos ;) pero para comprobar si la primera impresión es la buena tienes por ahí 11 años y medio de blog donde hay material para todos los gustos. Espero que no te defraude.
EliminarGracias, Maite, un abrazo