No andaba el hombre muy lejos, ya que estando en la era había cogido su vieja escopeta porque le pareció ver unos bultos oscuros bordeando sus tierras. Sabía de los desmanes de los jabalíes por toda la comarca y no estaba dispuesto a recibir desagradables sorpresas.
Al fin llegó casi agachado y con el rifle bien cargado por donde estaban los espantajos. Oyó un ruido, se levantó de prisa y en una súbita racha de viento, uno de los brazos de madera del primer monigote, el de camisa floreada, le golpeó en la nuca. Se tambaleó el agricultor hacia adelante y otra racha de viento del segundo muñeco, el que llevaba un suéter amarillo, le golpeó en plena cara. El impacto súbito tiró al suelo al granjero y le hizo perder el conocimiento o quizás algo peor.
Entonces empezó la algarabía. El primer espantajo empezó a cantar viejas canciones reivindicativas pronto coreadas por el segundo:
- Si se calla el cantor muere la rosa
de que sirve la rosa sin el canto
Debe el canto ser luz sobre los campos
iluminando siempre a los de abajo.
- No le encuentro sentido a vuestra felicidad ¿acaso pensáis que el agricultor se cayó por vuestros propios méritos?
- Fue mi brazo el que dio el primer golpe.
- Y el mío el que le lanzó el segundo.
- Pero fue el viento el que os impulsó a hacerlo. Vuestra voluntad no intervino en ese acto.
- ¿Conoces tú cual era nuestra voluntad?
- Déjalo, es de los que prefiere quedarse al margen, criticar desde afuera y esperar el fracaso de los que quieren hacer cosas.
- Sí, tienes razón, está resentido por no ser protagonista de nuestra liberación.
- ¿Es liberación que un incidente natural acabe con el agricultor en el suelo?
- No tenemos tiempo ni para tus amarguras, ni para tus resabios. Quédate ahí bien calentito, debajo de tu abrigo, mientras nosotros construimos el futuro.
- ¿Cómo es posible que unos espantapájaros vayan a construir un futuro? Lo que el viento trajo, el viento también se lo puede llevar.
- Eres un amargado y te falta sentido del porvenir. Cuando nos desclavemos de nuestros postes, vagaremos libremente por los campos y todos los bichitos serán nuestros hermanos, amigos y camaradas.
- Porque así lo queremos.
- Y así debe ser.
Al atardecer arreció el viento hasta convertirse en temporal y los dos primeros espantajos sintieron como les arrancaba el sombrero y las ropas poco antes de que sus armazones se convirtieran en un amasijo de maderas podridas.
No os consoléis tan rápido, el tercero también perdió esencia y existencia, aunque voló menos alto quizás por ser más pesado o quien sabe, quizás por ser más realista.
El agricultor se despertó en el suelo, se rascó la cabeza y volvió a su casa agarrándose a la boina. Ya buscaría tiempo para arreglar el estropicio.
Un cuento alegórico con vuelo poético y profético, amigo Krapp. Muy bueno. No conocía a Luis Pastor.
ResponderEliminarUn beso!
Fer
Gracias Fer, ojalá no sea profeta.
EliminarLuis Pastor es un cantautor español todavía en activo. La letra de esta canción es de Mario Benedetti y el tema era muy popular en los primeros mítines de la Transición, muerto ya Franco
Besos
Nadie es imprescindible, por eso, la caída es más fuerte contra más se sube...Mesura y sobre todo humildad que es el equilibrio perfecto:debe de ser deformación profesional:mi constante es el equilibrio para todo.
ResponderEliminarUn beso que pases un feliz finde.
...super cool esta canción de Halloween jajaja.
ResponderEliminarOjalá, hubiese esa alegría que transmite la letra de Benedetti, cada vez esta más parcelada esta unión...
El equilibrio es el verdadero motor sobre el que se asienta el universo que niega en su diversidad la visión unívoca y totalitaria de las cosas.
EliminarLa canción de Benedetti musicada por Pastor refleja tiempos de esperanza y de sentido de la solidaridad con los demás.
El individualismo exacerbado con sus falsas promesas de triunfo individual es una imposición para acabar con el poder del grupo.
Besos
Ah, el viejo dilema entre acción inmediata y precaución razonada, o algo así. Me temo que ese tipo de dudas no van a solucionarse nunca. Por una parte siempre es necesario un grado de arrojo, de valentía, para emprender una tarea difícil y a veces arriesgada; por el otro... ¿valdrá eso de algo o somos como don Quijote frente a los molinos? Vaya usted a saber.
ResponderEliminarDicen que el mundo es de los atrevidos, pero habría que matizar eso: ¿qué mundo y qué tipo de atrevidos? En fin, me alegro de escuchar de nuevo a Luis Pastor. No recordaba los espléndidos areglos que hacía con las cuerdas, muy por encima de los cantautores estándar, por decirlo así.
Encontrar ese punto en que es preciso moverse o es mejor parar es del todo necesario para cualquier ser humano y eso se adquiere con la experiencia que te da la vida. Hay que sufrir muchos vendavales antes de entenderlo.
EliminarMe encanta esta canción desde siempre, esos arreglos y ese tono como de sobreexcitación progresiva que le caracteriza.
Es un canto a la lucha y su necesidad.
los espantapájaros, peleles y seudorevolucionarios están a la orden del día aqu+í, allá y en todas partes... parece que el diablo los criara en un inmeeeeeeeeeeeeeeeeeeenso kindergarden del infierno y el mismo viento se encargara de esparcirlo a troche y moche...
ResponderEliminarEn todas partes hay espantapájaros creídos que creen que pueden redimir el mundo sin reparar en su condición.
Eliminar¿Hay alternativas a eso? Yo creo que sí, lo que hay que hacer es liberarse de eso que llaman ahora por aquí cortoplacismo y tener una visión más amplia para actuar en consecuencia.
Muy bueno, Doc. Yo, a veces me siento como el tercer espantapájaros.
ResponderEliminarUn abrazo
Vigila entonces la entrada de vientos y si te pillan que sea con tu mejor perfil ;)
EliminarUn abrazo
En su día seguí a Luis Pasrtor como una especie de guía de conducta ejemplar. Conservo una entrevista de la que extraigo un fragmento:
ResponderEliminar" ¿Te acosó la policía?
R. Yo he tenido que vivir cómo los grises desalojaban con humo un campo de fútbol en Valencia, a mitad de mi concierto. Con 21 años, ha venido la policía a casa a llamarme a las cuatro de la mañana. De joven siempre fui obrero, el mes de vacaciones me iba a Alemania, Francia, Bélgica…Me marcó el contacto con los sindicatos italianos. Cuando canto por primera vez en el colegio mayor Chaminade, en el año 1973, el auditorio estaba totalmente lleno, a pesar de que tuvieron que presentar una montaña de permisos y papeles. En mis conciertos siempre había dos “secretas” y la espada de Damocles pendiendo sobre nosotros. A los “secretas” los conocías porque iban mal camuflados y tenían las letras en la mano, pero en los discursos entre canciones podías decir lo que quisieras. Por eso nuestros conciertos eran más bien coloquios. Hablábamos de política, de trabajo, de sexualidad. No podíamos ni querernos. Con dieciséis años me pusieron una multa de veinte duros en el parque Azorín por tener a mi novia sentada en las rodillas.
Perdona que me vaya un tanto por las ramas. La culpa es de los estupendos vídeos que nos has regalado.
Abrazos
Luis Pastor fue vecino mío en los madriles a finales de los 80. No contemplé la poisbilidad de acercarme a él y felicitarle por su excelente trabajo.
EliminarConsidero que es un artista, y el comentario que entresacas lo demuestra, fiel a sus principios y a su modo de entender el mundo.
Abrazos
Ay, Dr. Krapp, es como muy desesperanzado. Siempre regresará el que tiene la sartén por el mango y volverá a poner las cosas donde él quiere. Entonces, ¿qué sentido tiene hacer nada? Unirse cada vez es más complicado, ya se ocupan de que así sea, de que haya mil parcelas y de que cada uno defienda la suya.
ResponderEliminarUn beso.
Hoy tengo más esperanzas de las que tenía cuando escribí el texto. A mi modo de ver lo peor es darle demasiadas responsabilidades a personas que quizás no se merezcan esa confianza.
EliminarCreo que el gran error estriba en hacer planes de futuro a largo palazo emocionantes y espectaculares olvidándose del curro del día a día. Se generarn demasiadas expectativas que nunca se pueden cumplir porque la ansiedad de la meta futura hace olvidar los problemas de la hora presente.
Hay un hecho cierto, la gente se une cuando se siente puteada y cuando no, va a lo suyo.
Besos
Tal cual les ha sucedido a estos espantapájaros, les acaba de llegar el turno al inmortal Fidel y a la -ahora- ex super alcaldesa Gran Rita; que cual espantapájaros han sucumbido a la mano de MamáNature y a la omnipresente ley reguladora de la Entropía ...
ResponderEliminarEl quid de la cuestión es que todos estamos jugando un nº en la lotería de la existencia, y como sabemos que habrá premio para todos, lo mejor es ir llenando la mochila de la vida, con todo el sentido del humor que podamos para cuando nos toque.
Un magnifico escrito compartido desde tú mochila y se agradece.
Un abrazo.
Un consejo muy oportuno: meter lo más que se pueda en la mochila de la vida y que cuando mueras alguien que llore sin usar cebolla.
EliminarMuchas gracias, Kuto, se te agradece el detalle de leer mis chorradas.
Un abrazo
Mi querido Dr, es verdad que en esta estupenda fábula - como todas las tuyas- no queda ni títere, ni espantapájaro con cabeza, de hecho se lo lleva todo el viento, como en la vida ... pero más allá de que en el fondo tienes razón, TODOS tienen razón ... ( nadie hace como tú esto d usar voces contrapuestas colocándote en todas las opciones posibles ... como si apostaras a todos los números de la lotería así, imposible perder ;) creo que al final se trata de las pequeñas batallas q día a día ganamos cada uno de nosotros en nuestra batalla diaria más allá de las grandes guerras que sin duda todos perdemos...
ResponderEliminarSiguiendo tu historia, al final lo que entre el viento y los espantapájaros consiguieron es que ese día ningún jabalí recibiera ningún tiro .. ya es mucho.
Mil besos maestro zen/Isopo de la zona norte tirando hacia Fiestera jaja disfruta de este domingo q hace un sol precioso, al menos al sur yo me voy a buscar setas ;)
FISTERRA ... xD! .. qué mal escribo.. y encima se me fue internet ;)
ResponderEliminarTb fue culpa del viento ;)
MuaaaksS! ...
Sabes lo que pasa, que soy muy dubitativo y acabo de verles sus razones a cada uno de mis personajes. Los dos espantapájaros primeros son alocados y cantamañanas pero el otro es el típico aguafiestas repelente de todos los cuentos, es lógico que una tempestad irracional se los lleve a todos, incluyendo al "listo" de marras.
EliminarEstoy tan de acuerdo con lo que dices sobre el día a día que ya se lo contesté así a Angie más arriba.
Me encantan las fábulas, ellas son la raiz de todas las demás historias que hemos fabricado desde aquel Esopo presocrático y sabio.
Besos en un día muy gris y con ninguna posibilidad de ver estrellas de forma natural, cosa en la que voy a estar inmerso dentro de un rato.
Es una fábula muy triste, porque es muy realista. El tercer espantapájaros parece estar influido por el pérfido poder, que nos hace creer que ya toda resistencia es inútil, pero, al tiempo, pudiera ser el más sensato de los tres.
ResponderEliminarContra este poder la rebelión habría que ser muy sutil, en las pequeñas cosas; como si la culpa fuese de la brisa del cambio, no del viento. A este poder no hay que abatirlo de frente, con nobleza: no corresponde con la misma caballerosidad.
Saúde.
Has pillado mi idea muy bien lo cual no es ninguna novedad. El tercer espantapájaro resitúa los acontecimientos en su lugar porque en parte tiene razón aunque al mismo tiempo como pelmazo se merece la suerte de los otros.
EliminarEstoy de acuerdo con la idea de la sutileza, con la idea de que hay guerras que deben ser guerrillas para poder triunfar y que como decía Monseñor Escrivá -no te imaginabas esta referencia revolucionaria- hay que dejar poso para los que vienen detrás que seguro que tomarán mejor café -ésto último es mío-.
Saúde
La historia tiene su "aquel", como dice Rick el eterno dilema entre idealismo y realismo. Mi opción siempre será, pese a mi escepticismo, el idealismo (seguir pensando que es posible otra manera de pensar y vivir el mundo), lo que no estoy dispuesta es a seguir al primer iluminado que me prometa asaltar el cielo si le doy mi voto. el cielo me lo asalto yo o no lo hará nadie (readaptación del viejo lema internacionalista).
ResponderEliminarMuy buena la historia Doctor.
Abrazos en un día completo de lluvia.
Idealismo frente a realismo pero también idealismo sin cabeza o como diríamos en gallego "sen xeito" frente a otras posibilidades posibles.
EliminarAlgunos iluminados lo que hacen es ponerse al frente de las olas en movimientos más profundos e intentar protagonizarlos. Lo malo es cuando la gente se pierde y se fija en los que llevan la bandera y se olvida de todo el ejercito de personas que hay detrás.
Muchas gracias
Abrazos en un día oscuro de Otoño.
Decía un tal Napoleón, (afamado general francés), que las victorias tenían numerosos padres y que las derrotas eran huérfanas, las batallas como las revoluciones que se ganan tienen numerosos héroes pero no en pocos casos destrozan más que lo que generan. Desde un punto de vista histórico podemos, "a toro pasado", justificarlas, pero si estamos dentro, con la vista puesta "en nuestro sembrado" la perspectiva imagino que cambia. El agricultor se quedo sin sembrado, sin espantapajaros y posiblemente "los cuervos y demás carroñeros" serán los máximos beneficiarios del episodio, como casi siempre, por otra parte.
ResponderEliminarUn saludo
Es que las revoluciones profundas entran de puntillas y sin mucha algarabía. Las otras en cambio son muy ruidosas pero casi siempre aplican aquello de Mucho ruido y pocas nueces.
EliminarTe voy a poner un ejemplo, para mí la gran revolucionaria de los derechos de la mujer a principios del siglo XX, con todos mis respetos a las sufragistas, es Coco Chanel que consiguió que desapareciesen los corpiños, miriñaques y toda esa mierda e hacer que las féminas fueran más libres a la hora de vestir y de vivir tal como ocurrió en los años 20.
Saludos
Bueno, si antes de que te lleve el viento puedes darte una alegría, bienvenida sea. Supongo que la acción siempre será más productiva que la espera pasiva.
ResponderEliminarSin duda donde hay acción hay alegría, sobre todo en un mundo donde todo parece tan empantanado, pero si la acción tiene un sentido y no se agota en si misma creo que aún nos sentiremos más reconfortados.
EliminarLos espantapájaros están a lo que están, a espantar, así que no deben excederse en sus competencias ni atribuirse méritos exclusivos del viento. Pues eso, un poco de orden, jaja.
ResponderEliminarBicos, Krapp.
Es que el éxito nos vuelve soberbios incluso cuando es un éxito impostado y falso como el de estos personajes del cuento. Lo malo, Selo, es que hasta el más miserable espantapájaros -os nosos espantallos- tiene que pensar que puede mejorar.
EliminarBicos
Felicidades por tu nominación a los Liebster Award. Yo también fui nomidado. Interesante blog. Te sigo. Un saludo.
ResponderEliminarGracias, Angel Beltrán, nos vemos en la blogosfera.
EliminarUn saludo
A veces me da por pensar qué hubiera sido de nosotros si de verdad hubieran sido libres los espantapájaros y los cantautores de aquellos tiempos hubieran sido, en verdad, profetas...
ResponderEliminar¿Espantapájaros libres por ahí? Seguro que los confundirían con zombies de The Walking Dead y acabarían a tiros con ellos.
EliminarRespecto a los canatautores depende de cada caso estoy pensando por ejemplo en aquella celebérrima canción de Silvio Rodríguez que casi hace temblar al terminar así:
"hubo la historia de un golpe
sintió en su cabeza cristales molidos
y comprendió que la guerra
era la paz del futuro
lo mas terrible se aprende enseguida
y lo hermoso nos cuesta la vida
la ultima vez lo vi irse
entre humo y metralla
contento y desnudo
iba matando canallas
con su cañón del futuro
iba matando canallas
con su cañón del futuro
Casi que no arrimo mi hombro a ninguno de ellos. Unos por mucho y el otro por poco. Y el viento que les dé un buen meneo y todo a su sitio luego.
ResponderEliminarNo me hagas caso, mi mente no está en el mejor momento.
Besos
Te hago caso porque los dos extremos molestanpor sus consecuencias y se merecen probablemente que Eolo sea severo con ellos.
EliminarBesos