- No os agitéis, Arnaut, si os he mandado llamar es porque quedé muy sorprendida al escuchar vuestra última cántiga de anoche. ¿Es obra vuestra?
- Majestad, espero no haberos molestado con mi atrevimiento. Yo no quería...
- Tranquilizaos y dejad de temblar como junco de pantano. Es curiosidad y no enfado la que me mueve a traeros a mi presencia. Contestad pues: ¿sois trovador o un simple juglar interpretando cantares ajenos?
- Mi Reina y Señora, compongo yo mismo mis trovas y canciones. Me hago responsable de sus letras y solo os ruego un poco de vuestra infinita misericordia si mi miserable obra ha ofendido a vuestra grandeza.
- Dejaros de lindezas y remordimientos. Vayamos al grano que no tengo mucho tiempo para tratar con vates asustadizos. Observé en vuestra pieza, que convertisteis los himnos y cántigas en loor y gloria de Nuestra Santa Madre la Virgen María en canciones dedicadas a una mujer a la que llamáis la amada. ¿La amada? ¿Quién es esa amada por la que tenéis tanto respeto y a la que os sometéis en cuerpo y alma?
- Mi Reina, esa amada es solo producto de mi desvalida mollera. He pensado que sería bueno crear un personaje ideal que se convirtiera en el destinatario de nuestros empeños y acciones. Alguien que justificara nuestros esfuerzos, dichas y desdichas. Una persona, la amada, a quien ofrecer el vasallaje de nuestros afectos. Una persona que al entregar el fruto de nuestros trabajos y sufrimientos nos redimiese con su compasión y benevolencia.
- ¿ Y no es vale con la clemencia cristiana que otorgan nuestros sacerdotes? Juglar, no os entiendo. Estáis ahí, amedrentado en mi presencia, pero en cambio no os preocupa ser audaz y destemido en vuestras composiciones.
- Señora, en mi voluntad no está...
- Callad de una vez y dejadme seguir hablando. Es curioso lo que vuestro ingenio ha producido. Un cantar en el que no basta el amor a Dios; no basta el amor debido a monarcas y señores y tampoco el cariño hacia parientes y amigos. Tenéis el valor de elevar el amor lascivo, el amor carnal, a la altura del resto de afectos dándole una vestimenta noble y cortesana. Nunca se había visto cosa igual.
- Majestad, si es vuestra voluntad, quemaré mis escritos y nunca más se hablará del tema. Tenéis mi palabra.
- Juglar, yo sí que os quemaré vivo si no seguís escribiendo esa clase de obras. Vuestro invento es sublime, y aunque peligroso, sumamente tentador. Seré vuestra mecenas y también la de todos aquellos que se atrevan a prolongar tan novedoso atrevimiento. Aventuro éxito y futuro en estas composiciones. Lo que me preocupa es si vuestra nueva concepción cambiará el mundo. Hasta ahora la distinción estaba clara: el deseo sexual para un lado y los afectos para el otro. Con el mestizaje de ambas cosas se creará confusión en las mentes, pero será divertido dejar a nuestros descendientes una invención de tan embrollada naturaleza. Allá se las compongan ellos.
- Mi Reina, mientras la institución del matrimonio esté a salvo no hay nada que temer.
- ¿Y que tiene que ver el matrimonio en todo ésto, Arnaut? Desde que el mundo es mundo, a ningún loco se la ha ocurrido mezclar matrimonio y amor. ¿ O también pensáis revolucionar esa disposición de la naturaleza?
- No, claro que no, Majestad, perdonad mi locura. La justifica este estado de júbilo y agitación que me produce saber que puedo contar con vuestro apoyo y consideración en mi aventura poética. ¿Cómo podría agradeceros vuestra infinita generosidad?
- Solo hay un forma que me pueda complacer: seguid escribiendo y enseñad este nuevo estilo cortesano al resto de trovadores de este reino. Será un juego peligroso pero sumamente entretenido. Quizás incluso nos haga famosos: a vos como creador y a mi como protectora y señora vuestra. ¿No lo veis ya en vuestra mente? Millares y millares de personas en generaciones futuras, convulsas y anhelantes, buscando la razón de un sentimiento que no logran comprenden:
"¿Es esto amor? ¿Quizás pura pasión desmedida? ¿Es acaso grosero deseo lujurioso?"
Agua del río que pasa
Hace 7 horas
Así que este pobre trovador tuyo y su invento...
ResponderEliminar¿Es el culpable de todas las noches en vela que pasamos los humanos tras leer “esas MALDITAS cantigas “ jaja culpables de tenernos centrifugando pensamientos en espiral en noches interminables dilucidando si las palabras dicen lo que quieren decir o solo parece que dicen lo que ni se sabe qué dicen,.. y si los gestos que acompañan a los hechos que siguen a esas palabras significan lo que parece, no significan nada o todo lo contrario? ¿culpable de toda la locura que se nos monta entres las circunvoluciones cerebrales a la altura del hipotálamo con ramificaciones en todos los nervios conocidos y por conocer? ¿culpable de tenernos perdidos siempre en la duda de si lo que nos sucede es real, imaginario, verdad, mentira, sueño o pesadilla? ....
¿Sabes qué? ...la reina en lugar de tanto mecenazgo, debió atajar el mal de raiz y pronunciar aquella frase memorable ...
¡¡¡ Que le corten la cabeza !!! ... jaja
Me ha encantado ... de verdad que vas camino del Cervantes en la blogofera a la imaginación más inspirada .. te dejamos que sueltes un discurso del estilo del de Goytisolo, que te pega muchísimo, que aun no le he dicho nada en la entrada de LUIS ANTONIO y me encantó ( voy en un ratito a decírtelo .. es que el amor ha llamado a mi puerta según he abierto esta entrada y no he podido resistirme jaja.. es más, creo sinceramente que tú sí deberías dar el discurso en chilaba ... apuesto que te queda mejor incluso que a Goytisolo;)
Muchos besos mi querido Dr.. y mil gracias, por todo...!
Ah! y otra cosa a propósito de lo que te he leído de la entrada anterior.. tú sí que te mereces el mejor de los amigos y la mejor de las vidas.. eres buenísimas gente, no tengo la más mínima duda y sabes qué... tarde o temprano será así ... tampoco tengo ninguna duda, aunque el camino sea largo y tortuoso.. nadie dijo que vivir fuera fácil Muaaaaaaaaaaaaaaaaaks!
Exacto, María, has dado en el centro de la diana.
EliminarMi trovador pretende ser el resumen de todos aquellos trovadores provenzales que crearon el amor cortés en base al mestizaje de la literatura de alabanza a la virgen, a su vez basados en los viejos mitos de culto a las diosas precristianas, con la literatura popular erótica del momento. De esa mezcolanza de deseo y alabanza nació esa idea idealizada del amor de la que nos alimentamos todos, todos los días convertido en alimento para sufridores e idealistas.
Siento discrepar contigo pero soy poco discursivo y no uso sombrero en mi versión krappulenta.
Muchas gracias a ti por tu fidelidad y entusiasmo. No se puede estar mas que agradecido a las palabras de apoyo en los momentos oscuros.
Muchos besos en domingo soleado.
María tiene razón, estos son los que ensalzaban a los románticos o enamorados y eso ha sido un sufrimiento hasta nuestros días.Si el corazón esta pletórico más vale morir de amor, que desamor...
ResponderEliminar.-Pero lo que no ha cambiado aun en este siglo, son los mandamases o reyes que se creen una especie superior.Y son uno más de los mortales que alimenta la tierra.También sufren de mal de amores pero...tienen quien les ria las gracias o les baile el agua.
Me ha encantado esta narración con esa ilustración tan bonita!
Un fuerte abrazo.
El romanticismo se alimentó de esos viejos mitos de la poesía medieval ya que la revolución burguesa exigía un redescubrimiento del yo. Lo curioso es su clamoroso triunfo en nuestras vidas cuando antes del siglo XII no había nacido.
EliminarEsta también era la lírica de los poderosos en sus cortes. Abajo no había confusión entre deseo, amor y matrimonio.
Muchas gracias, Bertha
Abrazos
jajaja, yo también quiero un o una mecenas así y me pongo a escribir relatos eróticos :) Es buenísimo Max, está padre! Un besazo enorme
ResponderEliminarEsta mecenas fue un personaje real y Real. Una mujer de armas tomar que fue reina de Francia e Inglaterra. Me refiero a la formidable Leonor de Aquitania ahora reducida su grandeza por mis miserable talento literario. Si no la conoces mucho échale un vistazo a su biografía.
EliminarMuchas gracias, A.L.
Un besazo transoceánico
Quedé encantada.
ResponderEliminarGracias, Helena, a tu disposición aquí mismo.
EliminarSeñor de los Señores... Sigo diciendo que usted es un rey de ese tipo de escritos que dice y dice y dice y dice entre lineas todo lo que quiera decir.
ResponderEliminarDespués de esa fraterna discusión en el blog de Luis, coincido 100% con 100%.
abrazos
carlos
quise decir... 100% con María
EliminarNo me veo como rey, si acaso el caballerizo que limpia las cuadras reales.
EliminarMe gusta que mis textos se puedan interpretar de muchas formas diferentes, porque así también son recreados a su manera por los que se deciden a leerme.
Abrazos
Ningún invento como el amor, que no muera nunca invadido por la realidad y la cotidianidad. Mil años de vida a los poetas y a la reinas que saben apreciar la poesía y el amor.
ResponderEliminarAbrazo!!
La palabra amor es un un bello nombre para hablar de deseo pero acepto su majestad cuando se recubre con su traje de gala.
EliminarMis años a los poetas y reinas que le han dado caché aunque luego nos deje jodidos.
Abrazo!!
Es muy cierto esto de que "Love is a Burgeois construct", amigo entrañable, Doctor del alma mía, Krapp. El amor cortesano poco tenía que ver con el amor romántico que tanto vende hoy por hoy, y con su archienemigo, el matrimonio burgués.
ResponderEliminarPerdóname si no te hago un comentario lucido esta vuelta, no está el horno mío para bollos, sé que me sabrás entender, aunque me resulta imperioso visitar a mis blogs favoritos con el mal manejo del tiempo que estoy haciendo últimamente, tan adicta a Google +....
Si me lo permites, te voy a contactar por línea privada para darte un poco la lata y que me hagas de oreja transatlántica. Te agradezco infinitamente que me tengas siempre presente. Gracias nuevamente por la Lola!!!
Un beso, Krap!
Fer
Fer
Discrepo amistosamente, amiga Fer, el amor cortesano lo veo como el origen del amor burgués aunque durante muchos siglos hasta la eclosión burguesa fuera exclusiva del mundo aristocrático feudal.
EliminarEl matrimonio por "amor" si que es un producto burgués, según los que estudian estas cosas, porque nació cuando la gente se trasladó en masa a las ciudades y se rompieron los vínculos de parentesco y propiedad que justificaban el matrimonio 2por conveniencia".
Yo te veo muy lúcida y oportuna, Fer.
De nada, gracias a ti
Un beso
He cambiado de parecer, bipolar así como estoy, amigo Krapp. No te voy a dar ninguna lata en privado. Ya me han medicado ;)!
EliminarTe dejo esta que me has dejado tú picando y te agradezco infinitamente:
http://fernanda-abocadejarro.blogspot.com.ar/2015/05/morrinha.html
Te está esperando...
Bicos.
Fer
Muy inquietante, por preclara, esa frase de que "a ningún loco se le ha ocurrido mezclar matrimonio y amor". Suele ser cierta, aunqiue por supuesto tiene muchas excepciones; especialmente de unos años a esta parte, con las nuevas juventudes que en teoría son más sinceras que las precedentes. ¿O tal vez no?
ResponderEliminarEn cualquier caso, muy moderna veo yo a la princesa esta. A ver si va a resultar que, con la excusa de "seguir escribiendo" y "enseñar nuevos estilos" lo que busca del trovador es otra cosa más obscena. Que las princesas ultimamente andan muy desbocadas..,.
Pedro Ruy-Blas... cuánto tiempo...
El concubinato como le llamaban antes es casi tan buen invento como el amor, yo llevo muchos años practicando y tampoco me ha ido tan mal. De hecho se lo recomiendo vivamente a familiares y amigos.
Eliminar¿Has osado llamar princesa y obsesa sexual a la simpar Leonor de Aquitania? Mejor que no llegue a sus oídos porque era una mujer de armas tomar que incluso exigió y fue a la Segunda Cruzada.
Nada, nada tienes que ver de nuevo El León en Invierno, con Katharine Hepburn haciendo de ella, Peter O'Toole de Enrique II su esposo y Anthony Hopkins del hijo mayor Ricardo Corazón de León.
Aquí te dejo el enlace con un fragmento
Un abrazo
Creo que casi todas las personas ejercen de vasallos o de avasalladores. Lo que diferencia a unos de otros es la proporción de una u otra función. El quid de la cuestión es que pocos pueden elegir de quiénes quieren ser vasallos y a quienes avasallar.
ResponderEliminarConfieso que de chaval - quizás influido por la lectura de alguna novela de caballerías, como Amadís de Gaula y otras - la modalidad del amor cortés me tenía encandilado. Esa servidumbre incondicional hacia la amada idealizada me tenía totalmente seducido. Cuando leía el Quijote y observaba la veneración que el caballero de la triste figura profesaba por Dulcinea, me identificaba con él. ¿Puede haber algo más bello que rendir pleitesía a la amada?
El conocimiento posterior de la obra Ars Amatoria de Ovidio me reafirmó en estos principios.
Aquellas historias en las que dama y caballero pertenecían a la nobleza; la dama era la personificación de todas las virtudes; el amor, con harta frecuencia, era adúltero; la pasión, lamentablemente, se frustra una y otra vez; la confesa inferioridad del caballero respecto de la amada; las dificultades casi insalvables de ese amor, etc. me hacían soñar sin que la vuelta a la realidad me llenase de amargura. Los sueños... sueños son.
Creo que me he ido por las ramas, pero tengo que agradecer que tu entrada me haya hecho evocar estos recuerdos ya ....muy lejanos.
Un abrazo
Considero que el ejercer de avasallador o avasallado tiene que ver con el papel que ejerce cada parte en una relación sentimental. El que se siente amado pasa a ser avasallador cuando observa la dependencia sentimental de la otra parte y pretende manejarla en su provecho. El que no se siente amado y ama, avasalla porque no acepta la desviación de la otra parte respecto a sus sentimientos.
EliminarLas novelas de caballería sublimaron ese amor y han conseguido que aquellos sentimientos afloren en nosotros cuando más los necesitamos en ese periodo incierto y oscuro de la adolescencia. Sin embargo no creo que en El Quijote se ensalce la figura del hidalgo con respecto a Dulcinea. Más bien expresa el lado ridículo de la cuestión y lo desmonta mientras que al mismo tiempo sugiere, creo yo entre líneas, su necesidad. La necesidad de tener un ser al que proyectar la propia emotividad.
En cambio pienso que la obra de Ovidio no se despega nunca del lado puramente sexual de la cuestión. Para el mundo clásico amor era sinónimo de sexo y nada más.
El triunfo del amor cortés es el triunfo de las ensoñaciones literarias frente a la realidad concreta. Por eso ha tenido tanto éxito en un mundo que quiere huir de la realidad concreta para vivir en las ficciones literarias y de otro signo.
Un abrazo
Yo no se mucho de Literatura romántica, pero dicen que en esos perniciosos libros románticos lo que la gente realmente anhelaba era el camino, porque es lo que les nutria el alma. Una vez consumada la relación, esa luz al final del camino se les apagaba y ya no sabían hacia donde encaminar sus ilusiones. La realidad en las personas puede ser, y en no pocas ocasiones es, decepcionante, en el fondo somos caprichosos como niños mal criados que piden de todo para una vez conseguido olvidarlo inmediatamente. Quizás es tan solo cuestión de educar nuestros deseos y calibrar nuestras ilusiones, no sea que se cumplan.
ResponderEliminarUn saludo y cuídate...
Aquella literatura era una especie de manual de autoayuda y se refleja bien tanto en el propio Quijote como en la maravillosa Madame Bovary. Este mismo personaje de Flaubert, y como no en su versión española La Regenta, refleja esa inquietante diferencia entre deseo y realización.
EliminarEstoy contigo, el problema que tenemos en la actualidad es lo que se me ocurre llamar el "zapeo sentimental". Nuestro entorno está cargado de alicientes pero no tenemos tiempo para disfrutar de ellos. Cuando uno liba, como las abejas, en una flor; siempre aparece una flor más llamativa al fondo y se va a ella sin profundizar en lo anterior. Es un desastre anunciado por nuestra propia ligereza sentimental. El consumismo, la gran plaga bíblica que nos ha caído encima, ha llegado a las emociones y no estamos educados, como dices, para hacerle frente.
Saludos y cuidate tú también.
Pues sí, el amor cortés es un mal invento pero que ha dado mucho juego. En la actualidad legiones de memos siguen pensando que esa tontería llamada amor es merecedora de las mayores entregas incondicionales, de renunciar a todo solo porque alguien te hace un poco de caso y demás cuentos de hadas.
ResponderEliminarEs una especie de meta frustrante. Es decir, hemos llegado al punto y hora en que no alcanzar las supuestas perfecciones que el amor cortés y su derivado el amor romántico propone, puede hacer llegar a las ciudadanos la infeliz idea de que su amor es una puta mierda más y falso que un billete del Monopoly.
EliminarHas abordado uno de los temas más pródigos en sentido de la literatura universal. Fue en las cortes de Provenza donde se hizo famoso Andreas Capellanus componiendo trovas de esta guisa y alejadas del matrimonio con el que no tienen nada que ver. Si leemos poemas del siglo XX consideramos que poetas como Pedro Salinas compuso sus famosos libros de poesía amatoria -La voz a ti debida y Razón de amor- a una muchacha norteamericana con la que tuvo una fugaz relación. Cuando se enteró su esposa de esta relación intentó suicidarse. En el caso de Miguel Hernández, sus poemas amorosos no están dedicados a Josefina, la novia casta y sencilla. Lorca, Cernuda, en el campo homosexual está claro que dedicaron sus poemas en el ámbito extraconyugal por razones obvias y dada su promiscuidad y variedad de amantes. El amor pasión como una explosión surge fuera del matrimonio. El amor cortés explora en un ejercicio alambicado esa aventura amorosa que es el desear y no poder, en el caso de una amada real, o tal vez inventada como es el caso de tu diálogo. Tiene más aliciente que sea real. Creo que en muchos casos fue así. Un acercamiento lento, un estado de permanente contemplación de los dones de la amada, el autoanálisis de los sentimientos contradictorios del poeta, el amar sin esperanza, la conversión de los ojos del poeta en los de la amada pues contempla el mundo a través de ellos... Un mundo imaginativo que abrió un camino que todavía no se ha cerrado al menos en el ámbito poético, aunque todo lo que se nos dice es a favor del amor conyugal. Aunque ¿cómo se pueden querer dos mujeres a la vez y no estar loco? -como decía la canción.
ResponderEliminarSaludos.
Joselu, creo que la cosa va de musas en su doble variante genérica. Mejor que la musa no sea muy cercana porque todo visto desde la cercanía enseña sus costuras.
EliminarPuedo imaginar a los raros poetas que han alcanzado el sueño de mantener su relación con el ser amado, lanzando mil maldiciones por aquel puñetero día en que eligieron a su pareja como diana perfecta de sus emociones.
Está la excepción de Zenobia Camprubí con J. R. Jiménez o de Antonio Machado con Leonor, pero en este caso su temprana muerte quizás tenga más que ver con la idolatría posterior del poeta que sus breves momentos de convivencia.
La victoria del amor pasión estribe en que nunca se realiza, como no se realiza no es esclavo de los resultados. Algo que quizás que comparte con el resto de pensamientos ideológicos y poéticos que colorean las texturas grises de nuestra realidad.
Continuaba Machín:
Aquí va mi explicación,
pues me llaman sin razón,
corazón loco
una es el amor sagrado
compañera de mi vida
esposa y madre a la vez
La otra es el amor prohibido
complemento de mis ansias
y a quien no renunciaré
Saludos
¡Bueno, bueno, bueno! Aplausos muchos para tu texto y los comentarios de los que han pasado por aquí. Impresionantes las aportaciones, la diferenciación entre los distintos tipos de amor. Es genial. Y después de todo esto, una se pregunta ¿Y qué es realmente el amor? ¿Es que acaso existe? En esta sociedad que vivimos nos inculcan muy bien esa asociación de amor y matrimonio y, encima, para toda la vida.
ResponderEliminarEn cualquier caso, que viva el amor cortés, esa mezcla de arte, fantasía y sueños, que Leonor de Aquitania supo entender tan bien. ¡Bien por los trovadores ! Que nos han jodido un poco... pues bueno. No llegará la sangre al río.
Muchos bicos.
Gracias por triplicado. En el nombre de los comentaristas, si me dejan ejercer esa función y en el mío propio.
EliminarYo no me atreveré a decir que el amor existe no vaya ser que venga a por mí y me muerda.
Viva el amor cortés y viva el amor de posadas y pajares, ese que tiene miedo de revelar su nombre porque no se viste con lindos ropajes.
Moitos bicos