La vieja casa agonizaba solitaria y esperaba la condena de las excavadoras una semana después del mediático desahucio. Los chillidos, los arrastres, los flashes y los porrazos habían dado paso a un silencio problemático en el que el genio del mal se sentía a gusto. Allí pues montó su escondrijo el malvado villano conocido como El Culpabilizador. Pocas horas duró su descanso. A la mañana siguiente la policía rodeó la casa. Un chivatazo, sin duda.
- Salga con las manos en alto, Culpabilizador, lo tenemos rodeado. - gritó el tipo del megáfono.
- Ya tenía ganas de conocerte, comisario Verdiales.
- Comisario, no le deje que hable, puede ser peligroso.- gritó entre los coches, el inspector jefe Peña.
- Ésta es buena, el comisario Verdiales y el inspector Peña. Una pareja que comparte vida tanto dentro como fuera del trabajo. Pregúntaselo a tu mujer, Verdiales. Pero no pienses que la culpa es de ella, eh. Para nada. A ella le va la marcha y tú no se la das. No tiene la culpa de tus gatillazos en la cama ni del estrés que te produce la necesidad de ascender en tu curro de madero con galones. Peña es más joven y folla mejor. Tienes que entenderla, amigo.
- Te voy a matar, cabrón. Sal de ahí ahora mismo con los brazos en alto.
- Estás gracioso con esa pistola ahí erguido, comisario. Hasta pareces tener autoridad. Aunque te tiembla un poco la mano. ¿Estás nervioso? ¿No tendrás Parkinson? Bah, tampoco te vas a enterar. Eres un cagado y te saltas las revisiones médicas porque tienes miedo que te descubran que estás enfermo. Deberías de mirarlo porque ya tienes tus años. Debe ser jodido llegar a viejo y ser un simple comisario a pie de calle desahuciando viejas en vez de estar apoltronado en un despacho. Podrías ser el puto amo en alguna comisaria importante, en una empresa de seguridad privada o quizás de prejubilado con posibles, viviendo a todo trapo y viajando al Caribe gracias al fantástico plan pensiones que te hiciste en su día.
- Cállate o te frío a tiros, Culpabilizador.
- ¿No tienes plan de pensiones, Verdiales? No me jodas. Te pone los cuernos tu mujer, puede que estés jodidamente enfermo sin saberlo y ni siquiera tienes un plan de pensiones decente que te libre de pasarlas canutas si tu compañera se larga con tu servicial Peña. Menos mal que no tuvisteis hijos por tu aireada impotencia. No sé como vas a pagar el piso, el chalecito que te compraste en la playa, el coche nuevo y lo que le debes a esos prestamistas por deudas de juego. Porque a ti te gusta el juego mogollón ¿Verdad, Verdiales? El juego es lo único que te distrae de tu vida de mierda. Tendría su coña que al final por culpa de tus deudas otro comisario Verdiales te dejara en la puta calle. ¿Dónde prefieres morirte, en un piso cutre de las afueras o en una residencia de ancianos?
- Aquí y ahora.
Me cae genial el Culpabilizador! Hacen falta más así porque se está llenando el mundo de imbéciles sin principios. Me encantan tus críticas, Max.
ResponderEliminarPor otro lado, que suerte tu generación. Ya vi todos los que estuvieron en aquel festival. En primer lugar, te envidio porque hoy no sé si por la diversificación y comercialización de todo no hay casi ídolos con principios; y en segundo lugar, porque estuviste en ese festival. Ays! Seguiré con el curro ahora que me has puesto los dientes largos, genio.
Un abrazote :)
Te debe gustar el peligro porque un tipo tan implacable es mejor que ofrezcan sus poders en pequeñas dosis. Hay culpabilizadores por ahí muy mortíferos con capacidad suficiente para poner en su sito la más pintado, aunque éste sea un superhéroe de primera.
EliminarAquel festival fue importante para muchos que fuimos allí, pero que conste que aquellos tipos ya eran ilustres antiguallas en aquellas fechas. Imagínate a Chuck Berry o Jerry Lee Lewis, estrellas en los 50. Pero estuvo bien, sí señor.
Un abrazote
Esto no puede quedar así, ¿eh?
ResponderEliminarTenemos a un Culpabilizador que le está cantando las cuarenta a una basura humana como parece ser el tal Verdiales. Pero este a su vez, posiblemente harto de sí mismo y deseoso de redimirse -o pegar el petardazo a lo grande- reta al otro: aquí y ahora. Y luego suena el disparo. Bien, pues a ver.
Incluso entre basuras humanas. o tal vez sobre todo entre ellas, puede surgir una épica que muchos ya hemos dado por perdida casi desde los tiempos del cine negro. Venga, Verdiales: un último gesto.
Ojo, cuidado con las apariencias. Si te ponen de chupa de domine cualquiera puede parecer una basura humana.
Eliminar¿Es mejor el juez que el reo?
Yo espero que al final del túnel luminoso haya un juez más benévolo.
La épica dignifica mucho pero es muy sacrificada para los que la viven en primera persona.
Ésto no quedará así.
¡Qué curiosos somos los humanos! aquí tenemos a un verdugo ejecutando al ejecutor y resulta que le consideramos merecedor de su propia sentencia de muerte sin si quiera haberle escuchado replicar al pobre una sola palabra... o siento, a mi aquí el único terrorífico me ha parecido el despiadado culpabilizado que ahí a lo justiciero ha cometido un fragrante delito de inducción al suicido.. xD! me ha parecido terroríficamente despiadado.. mejor que no nos veamos jamás delante de alguien disparando semejantes proyectiles donde más duele porque .. mucho me temo que terminaríamos volándonos casi todos la tapa de los sesos .. ¡qué horror!!
ResponderEliminarNada más aniquilante que la culpa, la sensación de ridículo, frustración e impotencia.. no se me ocurre nada más fulminante ¿ de verdad a nadie le da pena el pobre comisario? porque sinceramente a mi en esta historia me parece bastante más digno de lástima él que la abuelita .. no te quiero yo a ti de fiscal ni atado.. jaja buuuuff ¡¡ qué peligro tienes!!.. sin piedad a la yugular .. eso sí, fantástico en el papel... tan bueno que ya te lo he dicho, cada vez me das más miedo :-)
No sé, a mi nunca me ha gustado estar en el lado del que apunta, ni siquiera con todo el derecho, aquí se están apuntando los dos y ya se ha visto cual es el ara más mortífera .. las palabras, es así... como las armas que las carga siempre el diablo y a lo mejor esa abuelita no merecía ser desahuciada , pero ¿ es culpable del desahucio el comisario? siempre matamos al mensajero...y además ¿quien nos dice que la abuelita va a estar mejor tratada en su residencia o su nuevo pisito 4 x 4? ¿quien nos dice que a lo mejor se le estaba cayendo cachos su casita o iba a volar por los aire con un escape de gas? jajaja
La mejor manera de condenar a un inocente es quedarse con el runrún de lo que parece tal vez es posible que sucediera según me contó no se quien, no recuerdo exactamente cuando :-)
Muuchos besos príncipe Maquiavelo ... no es fácil hacer de malo conste, nada fácil .. has bordado el papel!... enhorabuena, pero eso sí, si vas a ser fiscal avísame para correr en dirección contraria jaja Muaaaaaaaaks!
María, por ahí va mi interpretación de este texto susceptible de ser interpretado de forma personal por cada cual que lo lea.
EliminarA mí también me da más miedo él que su víctima. Hay inducción al suicido desde un tribunal no reconocido o reconocible.
¿Quién es quién para juzgar a los demás?
¿Quién es quién para desde su condición policial creerse dueño de razones y fortunas para cambiar la vida de los demás?
Son preguntas retóricas, provocados por mi subjetivismo tan acusado, pero tampoco pasa nada por preguntarnos los motivos de la autoridad y de aquellos que se recubren de autoridad con sus semejantes.
Trasladado a la esfera personal, esa donde menudean las recriminaciones, también habría mucho que decir al respecto. Podría ser un intento de parábola de como funcionan las culpas y los culpadores. No lo sé.
Maquiavelo es un tipo al que le tengo bastante simpatía, él si que conocía bien la condición humana.
Gracias y muchos besos a domingo por la tarde.
Se ha despachado a gusto. Es que, cuando la rabia te puede y el entendimiento se te nubla por la impotencia.La única arma que queda, son las palabras y en este caso como dardos envenenados.-Que también matan.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Krap.
No sé si hay rabia o simple autodefensa criminal en el Culpabilizador. Él maneja información destructiva pero a lo mejor no está implicado en ella. Está rodeado por la policia y en vez de una ráfaga de metralleta emplea la dialéctica asesina.
Eliminar¿Será periodista del corazón?
Un fuerte abrazo para ti.
Una gran disculpa, sigo complicado de tiempo, y poco a poco me pondré al día. Se me han juntado muchas cosas y casi no dispongo de tiempo para navegar por el Ciber-Blog-Space...
ResponderEliminarAbrazos
Carlos
PD. Es temporal, pronto regresaré.
Pues nada, no te preocupes aquí seguimos y seguirá la entrada todavía un tiempo.
EliminarAbrazos, Carlos
Pobre Peña, pobre e insensato. Ya lo decía Sabina en aquella canción en la que hablaba de los cuernos: "Hulle de la mujer del comisario"
ResponderEliminarCreo que Sabina es hijo de un comisario, con lo cual la letra debe tener un componente edípico. A Peña seguro que le va mejor que a su jefe.
EliminarPues no quedó ninguna salida fuera de rifarse a balazos.
ResponderEliminarSí que se pasó de lanza El Culpabilizador quien hasta parecía su biógrafo.
Un abrazo, que siga el ascenso.
La dignidad ante todo, Carlos. El Culpabizador usa el arma que dispara palabras con misma facilidad con que otros lanzan puñales.
EliminarUn supervillano peculiar.
Muchas gracias y un abrazo.
Esto, podrá tener significaciones que se me escapan, dados los límites de mi capacidad de interpretar y fantasear, pero de entrada parece un folletín...
ResponderEliminarLa anciana Marisa: en trance de ser desahuciada.
El Culpabilizador: un chivato de la peor especie.
El comisario Verdiales: un pobre cornudo, además de viejo, con la penosa misión de echar a la anciana de su casa de toda la vida.
El inspector Peña: un pobre policía que se tira a la mujer de su jefe. Para opinar sobre él, me falta información de dicha mujer...
Se masca la tragedia. Es evidente...
No sé quién dispara ni si muere alguno, pero mi deseo es que la víctima sea dicho comisario. Llevar a cabo semejante misión no se justifica con el tópico de "obediencia debida"...
Un abrazo
Como dije antes, se admiten diferentes interpretaciones.
EliminarHay personajes claros y la duda está en el Culpabilizador y su circunstancia.
Se adueña de una casa abandonada, la policía va detrás de él y se defiende usando su verborrea.
¿A ver si se trata de Jorge Javier Vázquez?
¿O sea que condenas al comisario por su condición laboral a pesar de ser aquí la víctima? Muy interesante.
Un abrazo, Luis
EliminarEl culpabilizador demuestra que muchas veces las palabras hieren y tienen poder para provocar la tragedia. Este personaje las sabe manejar a la perfección además de tener una información de primera mano que lo convierte en el vengador de los desahuciados.
ResponderEliminarIgual los polis se han hecho el hara-kiri con pistola.
Abrazos!!
Una interesante reflexión que coincide como visión de este tema que no tiene porque ser más legítima que cualquier otra.
EliminarUn tipo así podría ser peligrosísimo para el orden público:
Abrazos
Yo soy de los que condeno al comisario a priori, no soy amigo de la pasma, y todo lo que sea socavar su autoridad y prestigio creo que es una gran aportación al bien común.
ResponderEliminarEl culpabilizador es un mal bicho, todo sea dicho, pero me gusta.
Ahí duro, Chafardero, non hay que hacer concesiones al poder. Lo que pasa es que a veces me enternezco con mis personajes y no quiero que desaparezcan sin ver lo que pueden dar de sí.
EliminarAbsolutamente genial Krapp!! Joder, te echaba de menos, yo era "el sastrecillo valiente" y frecuentaba tu blog hasta que me quedé sin ordenador, y han pasado meses hasta que he podido ahorrar para otro. Me ha flipado el relato, el culpabilizador es un puto crack!!! Ahora ya ves que tengo otro nick, pero "misrelatosyesteblog" sigue ahí, te invito.
ResponderEliminarGracias, Cronista Imaginario, creo que ya sé quien eres.
EliminarTenías un blog muy bueno. Ahora mismo te coloco en mi barra lateral.
Bienvenido de nuevo.