La ciudad está revuelta como nunca. Se han suspendido las clases y los estudiantes toman las calles. Hay ganas de rebelión y de fiesta. De fiesta y rebelión.
Lo cierto es que no hay residencias públicas suficientes y la adormecida ciudad del Apóstol -endogámica, aldeana y santurrona- se despereza para poder contener a los hijos del baby boom que en crecientes oleadas amenazan con rebasar sus diques. En apenas 20 años se construye una horripilante zona nueva que duplica el tamaño de la histórica, la fotografiada, la reconocible. Son calles mal trazadas, con edificios hechos de prisa y usando materiales de la peor calidad. Da igual, lo que importa es el negocio y el negocio en Santiago son los estudiantes ...aunque se les desprecie.
En la vetusta ciudad, la fiebre del oro es ahora la fiebre del piso y vecinos, emigrantes retornados o gente del entorno rural procuran comprar alguno para sacar unos cuartos. Hay para todos, incluso para los más pudientes. La vieja casta, asotanada o doctoral, también mete el cazo y los compran a pares.
Son viviendas pequeñas, feas, con paredes que parecen de papel, amuebladas de cualquier manera e increíblemente húmedas en la más húmeda de las ciudades. No importan los daños que dejen los "niñatos" a fin de curso, alquilándolos a grupos de estudiantes -cuatro, cinco, seis etc..- como si fueran de lujo y subiendo anualmente las cuotas de cinco en cinco mil pesetas cualquier gasto puede ser amortizado.
Verdaderamente hay cansancio y ganas de jolgorio. Hay cansancio de la vieja política militante y de la represión política que no ha cesado con la muerte del dictador. Las eternas luchas por alcanzar las cimas de la teorización revolucionaria entre Mocos (Movimiento Comunista), Peixes (Partido Comunista), Troskos (Liga Comunista Revolucionaria), nacionalistas (Unión do Pobo Galego y ERGA) y todos lo grupos a la izquierda de la izquierda marxista: Larga Marcha, PCE(R) -del que saldría el GRAPO- etc.. es un territorio encriptado y abrumador solo apto para iniciados y aspirantes a la amistad en grupo.
Como en el mayo parisino la revuelta pilla a la militancia en fuera de juego. Más de uno repasa ansiosamente los textos de Marx, Lenin, Mao, el omnipresente Gramsci y hasta el catecismo de Marta Hanecker para calibrar la naturaleza de aquella revuelta y saber si es legítima o no. Si es uno de esos simulacros de la pequeña burguesía para mixtificar la dinámica revolucionaria o es un verdadero conflicto de clases. Mientras los concienciados dilucidan la cuestión, aquello se pone en marcha gracias a gente que navega al margen. Desde jóvenes profesores no numerarios con ganas de protagonismo a simples estudiantes del común. También se suman un montón de tribus de variado pelaje: ácratas, autónomos, nihilistas, folklóricos, rockeros y hasta proveedores de narcóticos acompañados de sus fieles consumidores.
Manifestaciones con barricadas. Cristaleras de inmobiliarias y bancos que caen cuando llega la noche.
Clases espontáneas en la plazas históricas.
Proclamación de un rector alternativo vestido tal cual, pero con una inequívoca pinta de lechón común. A saber quien se lo zampó luego.
Banquetes gratuitos en los restaurantes con aviso de que la factura se le pase a la superioridad académica.
Invasión de supermercados (lo siento, Cañamero, lo tuyo tiene precedentes)
Toma nocturna de calles. Mesas con sustancias legales e ilegales al pie de los portales.
Caceroladas, bolsas de agua y música.
Música, bolsas de agua y cacerolas rasgando el aire. Alimentando los recuerdos.
Y casi al amanecer la policía cerrando la calle con sus furgones.
Focos alumbrando las fachadas.
Suenan disparos.
La gente no se atreve a asomarse.
Pisadas rápidas.
Sonido de botas y chillidos.
Es necesario mirar: ¡¡¡Se los están llevando, agarrados por los pelos!!!
Locura e intensidad.
Desquiciamiento vitalista hasta el éxtasis final.
Se acabó la barbarie ¿pero hay otra cosa?
Sí, 34 años de normalidad y vasallaje.
Se cierra el telón.
Debería nevar
Hace 11 horas
Uno siempre se piensa que es el primero y son muchos los que van de revolucionarios en el calor de sus hogares y su economía resulta.
ResponderEliminarEs dificil ver que con tantos "movimmientos" no avancemos nada,,,
Me has recordado esta cancion, Galicia siempre me ha "puesto", debe ser que tengo algun ascendiente de alli que venia a comprar las patatas de siembra al Valle de Losa.
Un saludo Krapp y espero que te vaya bien...
Pienso que se avanza, siempre se avanza porque se cuestiona un determinado estado de cosas que parece inevitable y permanentemente. En este caso se consiguió una bajada del precio de los pisos y la reutilización de algunos espacios como residencias universitarias. Lo mejor de estas revueltas, está en que uno después de vivirlas se da cuenta de que cualquier pared, por muy escarpada, que parezca es accesible si uno está dispuesto a sobre pasarla. Una lección que nunca caduca.
EliminarGracias Temu. Un saludo
Te termino de leer con cierta nostalgia... y pienso que tal como van las cosas, hay números para que en cualquier momento se vuelva a abrir ese telón. O parecido. Y quizás sea lo mejor que puede pasar.
ResponderEliminarEn fin! ya veremos.
Es un telón que siempre se puede abrir y eso es el motivo de que yo haya abierto el baúl de los recuerdos. Hoy, en que quedan dos días para el 15 M sé que es lo mejor que puede pasar y pasará.
EliminarLa historia se repite cuando no se aprende de ella y la olvidamos en unas cuantas semanas.
ResponderEliminar...¡Así nos va!
Ojalá se repitiera aquella historia de revueltas, Kuto. La defiendo por su frescura, por su audacia, por su originalidad, porque me parecía justa y claro, porque participé activamente en ella.
EliminarPues sí, ojalá se repita y que sea para bien!
EliminarMientras tanto, date una vuelta por mi espacio. Un pequeño y creo que agradable suceso que te concierne, ha acontecido en él :)
Gracias por el detalle, Cristal.
EliminarSeguramente no será nada compartida mi impresión, pero ahora que leo de tu puño y letra esta revuelta estudiantil en Santiago ( el asunto de los pisos sigue igualito:-) de la que no me extrañaría nada además, hubieras sido protagonista directo, a la vista de la descripción tan pormenorizada, yo me pregunto mi querido Dr. ¿de qué sirvió todo aquello? ¿de qué han servido al final cualquiera de las revolución violentas que ha emprendo la humanidad? ni una sola, empezando por la revolución francesa trajo nada más que muerte y horror, se tumba un régimen y lo siguiente que llega es miseria y terror ¿De verdad aun hay alguien que vea en esta vía algo aprovechable? porque yo no.
ResponderEliminarLa única rebelión que funciona es la intelectual, usando las reglas de juego existentes para llegar al poder y luego cambiarlas desde dentro y no por pacífica, sino por inteligente. No sé por qué siempre preferimos usar los puños, en lugar de la cabeza.
Debo ser la única lunática de este país que creo que hasta que no surja una formación política al margen de la maquinaria de partidos existentes que aglutine toda la hartura ciudadana, aquí del vasallaje no salimos, ni a tiros, porque a tiros... volveremos a él.
Muchos besos Dr, seguro que tiene mensaje oculto esto, siento no haberlo encontrado.
Muy feliz finde.
Sirvió, amiga María, aparte de para lo que he dicho de la reducción de los precios de los alquileres y la habilitación del Burgo de las Naciones para uso universitario -ojo, en aquel momento es lugar era residencia para los antidisturbios que nos machacaban-, para demostrar que la gente no tenía que ser miembro de partidos políticos para intentar cambiar las cosas. Allí había militantes y espontáneos, concienciados e indiferentes. Era un movimiento autónomo no violento, a no ser que entiendas por violencia tomarse ciertas libertades gamberras y practicar alguna forma de sabotaje. Los dos únicos heridos de aquella revuelta fueron dos personas por balas de goma.
EliminarCreo que cuando las reglas de juego son manifiestamente injustos y favorecen a unos en perjuicio de la mayoría hay que violarlas tantas veces como sea necesario. Las normas impuestas no son las normas de todos.
No hay mayor mensaje oculto que lo ya escrito y creo que viene muy bien recordarlo en vísperas del segundo aniversario del 15 M
Muchos besos. Feliz Semana
Tienes razón en algo sobre todo, mi querido Dr, no hay que militar en ningún partido para sentirte protagonista de la historia y participar. Está claro, que hoy más que nunca se ve que ya no vale el sistema que nos hemos inventado para protegernos, se cae a pedazos, ni partidos, ni sindicatos sirven para luchar contra lo que nos está barriendo. Creo que a partir del 15 M, ese maravilloso movimiento que parece se solapó y yo creo que fue la semilla sembrada de algo que está por venir, buscamos, como lo hicisteis vosotros ese día en Santiago nuevos caminos, nuevas vías, lentamente, muy lentamente cierto, las mentalidades cambian así, despacito...por eso surgen plataformas de afectados por todas partes, cada vez más y yo (llámame ingenua:-) confío que un día, no sé cuando, ojalá pronto, todo el pueblo se constituya en una única plataforma de afectados contra todas estas políticas, forma de hacer política, falta de escrúpulos generalizada y abusos de la que ahora parece no podemos libarnos y de esa unión, surja un sistema más justo para todos. La historia se ha escrito siempre así, a periodos de oscuridad, le siguen otros de luz. Tras la edad media ( oscuridad) el renacimiento ( luz), tras el barroco ( oscuridad) la ilustración( luz) ...solo tenemos que averiguar cómo encender la bombilla:-)
EliminarMás besos para ti, llenitos de luz.
Despacito pero sin pausa. Así debe ser, creo. Personalmente soy más partidario de la guerra de guerrillas que de los Frentes Populares. La dispersión desconcierta más a los rivales y más cuando las reivindicaciones son tan variadas. El desgaste del poder es irreversible pero cuando hay muchas cabezas en la revuelta es difícil cortarlas todas.
EliminarEsa dicotomia entre períodos de luz y oscuridad es más aparente que real. En la Edad Media hay momentos luminosos y muchas oscuridad en el Renacimiento y la Ilustración.
Moitos bicos
Ay, la Plaza Roja y sus aledaños... yo por entonces andaba con los de la Liga, y suscribo totalmente lo de "encriptado y abrumador": solo en el bando de los troskos (que total éramos cuatro gatos) había para elegir LS, LSR y LCR. Y no crea, de vez en cuando había bronca entre unos y otros; no digamos ya con los del MC, a los que admirábamos por ser muy currantes... pero estalinistas. Y así sucesivamente. Aquello, visto ahora, era una risa.
ResponderEliminarY sí, cuando había buenas broncas nos juntábamos todos en aquellos arrabales de reciente construcción pero de planificación demencial a causa de la codicia de los constructores y el mangoneo de los políticos. Aunque eso pasaba en todas partes: sin salir de Coruña usted conoce tan bien como yo el desastre urbanístico del Agra del Orzán, sin ir más lejos: calles construidas entre los años 60-70, paralelas, oblícuas o como fuese y muchas de ellas con un ancho inferior a diez metros (y con aceras de dos o menos). El boom de la construcción, como siempre.
Yo viví en algunos pisos de esos que usted describe tan bien: de cartón, sin aislamiento sonoro, con escaleras estrechísimas... una caca, por hablar en fino. Chabolas masivas de cemento para recibir a la inmigración campesina y a los malvados estudiantes. Pero éramos jóvenes, y cualquier cosa nos valía porque la vida estaba en la calle.
¿Y ahora? No sé. Supongo que, en lo relativo a la juventud, la sensación será parecida. Pero por desgracia, a los de nuestra edad esa sensación de "ya visto" nos lleva a temer que, como también dice, sigamos con la normalidad y el vasallaje.
Creo que por entonces el jefe de la LCR era el que luego fue alcalde de Vigo por el PSOE y hoy tertuliano de medio pelo, Carlos Príncipe.
EliminarEs cierto, no es patrimonio de Santiago aquella avasallodora monstruosidad urbanística pero el negocio a cuenta de los estudiantes fue allí incomparable ya que los precios duplicaban el de cualquier otra ciudad.
La vida estaba en la calle pero las fiestas en los pisos eran maravillosas. Snif, no nos pongamos nostálgicos.
Ahora, no es solo es tema de jóvenes, todos estamos implicados, y además los que peinamos canas, usando el tópico, tenemos la ventaja de lo ya vivido para pensar que todo es posible: seguir "nesta nova longa noite de pedra" o hacer que las cosas cambien o al al menos pasar un rato divertido intentándolo.
Yo estuve por primera vez en Santiago a mis 19 años en 1974. Fue el primer viaje de mi vida con amigos. Militaba en el Movimiento Comunista, ese que has llamado los mocos. Tuve ocasión de participar en una queimada clandestina con nacionalistas gallegos, que entonces me hacían mucha gracia (ahora no tanta), en una queimada cantando el himno de los pinos de Breogan. Una noche realmente emocionante porque aquello era clandestino. He de reconocer que ser joven en aquel momento era enfrentarse a importantes desafíos ideológicos para intentar saber qué se era o dónde se estaba. El mundo que recuerdo en aquel apartado de la historia era militante, comprometido, ideológico, idealista… pero todo estalló a poco después de la transición en que las cosas se descompusieron y abandonamos nuestra militancia y nuestros compromisos y nos dedicamos a gozar y vivir la vida sin tanta traba mental y política. En todo caso, he de recordar aquel tiempo hasta que nos legalizaron como un tiempo realmente interesante en el que un joven tenía una cierta percepción de estar haciendo historia o al menos de poderla modificar.
ResponderEliminarLos mocos eran gente especial. Tal como dice Rick eran muy currantes y perseverantes en su pedagogía revolucionaria. A algunos nos quisieron fichar y aunque tuvieron poco éxito al menos hay que valorar sus bienintencionados esfuerzos.
EliminarAquellas quiemadas políticas tenían su encanto cuando se discutía del Che o de Mao ya con un considerable "pedal" para terminar filosofando de forma desmadrada sobre cualquier tema.
Los que veníamos de las sentinas del franquismo la militancia política era una forma rápida de socialización ya que conocías un montón de gente en poco tiempo. Como las redes sociales pero en serio.
Al final, como había mucha necesidad y mucha impostura en todo aquello, se cayeron los disfraces y se descubrió lo que había de verdad o mentira en todo el asunto.
Pero fueron buenos tiempos, porque tal como dices, muchos descubrimos que no teníamos que ser sujetos pasivos de nuestra propia historia y podíamos hacer algo al respecto.
Aquellos polvos trajeron estos lodos ...(me refiero a la especulación del ladrillo y todo eso)
ResponderEliminarSon polvos viejos pero malsanos siempre. Historicamente la corrupción siempre ha tenido un gran caldo de cultivo en la cuestión urbanística y sus fomentadores.
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ResponderEliminar¿Por qué será? Que este post tuyo tiene algo de saudades.
¡¡me gustan los estudiantes!! Y nada las estudiantinas.
Por aquellos tiempos hubo algo así como un congreso de tunas cerca de esa que se queda triste y sola según la canción y la "Mano Negra" que siempre quiere meter la idem mandó a algunos trajeados representantes de las estudiantinas al fondo de una fuente. Tiempos salvajes.
EliminarBueno, aquí me vine que Don Nacho me mandó un mensaje por celu que se come una hamburguesa con sus amigotes por ahí...
ResponderEliminarSiempre digo que la historia es cíclica, aquí y allá y en lo de mi abuela también.
¡Qué pena que me arruinen a Santiago de Compostela antes de poder ir a visitarla! Que será en unos ¿diez años calculo?
Lo único que me han traído de allí mis padres es bellas fotos y un botafumeiro que tengo como reliquia en casa.
Lo que describes se ve tan parecido a lo que sucede aquí en Baires en la Plaza de Mayo cada dos por tres o directamente en la puerta de los grandes colegios públicos de antaño, que ya de grandes les queda sólo el nombre: el Nacional Buenos Aires, el Carlos Pellegrini, etc.. Todo tan familiar que aunque no estaba al tanto de la noticia por falta de tiempo y exceso de información o basura local, no me sorprende, auqnue me parece una lástima.
Me gushta la entrada, me gushta Composhtela, me gushta el video que has colgao, me gushtan tush blogz y me gushta como eshcribesh, me gushta que no te gushten los elojiosh, me gushta tenerte comu amigu y comentarishta, porque me gushtash tú!!! ;)
A ver si te dejas de joder con ese "chip on your shoulder" que ayer casi me caigo de culo cuando me dijiste el por qué de tu "coto nombre" y voy por Krapp, ya te lo he dicho, y lo repito. Y te doy +1 pa que no queden dudas, ¡joder!
Un beso.
Fer
P.D.: Mañana paso por tu otra casa, que la música toca en viernes...
Tranquila, amiga Fer, la vieja Compostela sigue donde estaba aunque después de varios Años Santos y millones de peregrinos tiene cierto aroma a vieja estantería turística donde está a muñeca cutre y la gaita de plástico. Es decir, que está más en función del turisteo que de los habitantes que sobreviven al día a día. En cambio, la zona nueva se ha hecho algo más acogedora e incluso abundan parques y edificaciones confortables en lo que antes era el lejano extrarradio.
ResponderEliminarLa entrada fue suscitada por la escucha de la canción y como homenaje a ese revuelta pacífica y maravillosa que fue portada en el mundo entero y de la que se han cumplido 2 años. Es como diciendo: antes lo hicimos nosotros y podemos entre todos volverlo hacer. ¿Qué, dirás? Voltear el sistema. Ponerlo boca a abajo y que enseñe sus verguenzas, lo que lleva debajo de sus faldas de cuero y hierro.
Perdóname lo de coto fue una de mis clásicos errores gramaticales. Yo soy más de Corto Maltés que de Coto Matamoros (sí, ya sé que no lo conoces. Se trata de uno de esos engendros mistificados por la Televisión, la de aquí)
Da gusto gustar a gente que me gusta.
Besos
Lamento no haber reparado en el año al que hacías referencia y se me pasó por alto la conexión con el movimiento del M15 que sí vi, admiré y recordé en su segundo aniversario el pasado miércoles. Inclusive creo que ese movimiento ha sido fuente de inspiración para la expresión de la indignación argentina a través de nuestros cacerolazos.
ResponderEliminarEs evidente que necesito días de 34 horas para leer lo que me interesa con más detenimiento y captar todas sus implicancias.
Un beso!
Fer
No te preocupes, Fernanda, no tiene la mayor importancia. Todos los movimientos se influyen unos a otros porque dejan un poso que de forma consciente e inconsciente se incorpora a las nuevas dinámicas.
EliminarEstamos en tiempos donde se polemiza sobre la importancia del Mayo del 68 francés y de otras revoluciones coetáneas, minimizándolas por sus supuestos resultados. Un grave error que el tiempo pondrá en su sitio. El que quiera reducir los cambios necesarios a una pura cuestión política es que no conoce los males del mundo en que le ha tocado vivir.
Besos
Esto me suena a lo mismo de siempre, tal vez será porque tiene que ser así, que aspiro a que no, que los poderes repriman, criminalicen, el miedo cunda, la larga mano de la burguesía que tanto abarca y a tantos convence, y luego..., luego, otros vendrán con nuevos brios ¿podrían ser el 15 m? pues seguramente sean los herederos.
ResponderEliminarLo que si es cierto es que hay que salir, gritar, defender, luchar para poder conseguir lo que se considere justo y seguramente, como no podría ser de otra manera esa lucha tiene el componente de fiesta, es la fiesta del oprimido.
La vida es un constante vaivén y a veces parece que el mundo no avanza, pero sí que lo hace. Gracias a esas perturbaciones que a veces desdeñamos porque siempre acaban por parecernos insuficientes, el mundo ha mejorado al menos en su parte más exterior, otra cosa es lo que pasa en sus capas profundas.
EliminarDesdeñar la lucha es desdeñara la vida.
Cómo disfruté de esos tiempos!
ResponderEliminarUn abrazo
Juventud, divino tesoro.
EliminarUn abrazo
Ya veremos hasta dónde llegamos y cuál es nuestro límite. Mientras tanto habrá que sacar las cacerolas o lo que sea, habrá que hacer ruido para que sepan que estamos ahí, pendientes, expectantes.
ResponderEliminarDe todas formas echo mucho de menos ese espíritu reivindicativo en mis alumnos, echo de menos en mi Centro esas asambleas informativas, ese intercambio de opiniones y toma de decisiones, esa firmeza en las ganas de cambiar lo existente.
Será lo que tenga que ser, al fin y al cabo es lo que dices tú, la vida es eso que hay entre dos nadas, pero claro, depende de lo que hagamos así será el "entrenadas" que dejemos. Vamos, digo yo.
Besos.
No hay que poner límites a nada. Recuerda aquel lema del 68: pide lo imposible para conseguir lo necesario.
EliminarPara rebelarse hay que ser ingenuos o al menos no mirar las consecuencias de los actos. Hay que poner por delante las ganas de conseguir el éxito sobre el miedo al fracaso.
Las generaciones actuales tienen excesivo miedo al fracaso porque nunca han conocido el verdadero valor del riesgo. Nadie se lo ha enseñado y deben aprenderlo pro si mismos. Necesitan estar un poco más desesperados. Tal como está la situación, nada impedirá que lleguen a ese punto de no retorno.
Besos
Para rebelarse hay que tener ilusión y ganas de cambiar las cosas, así que ahora les toca a los jovenes de hoy.....y a los jovenes de ayer.
ResponderEliminarUn bico desde Lugo, Dr. Krapp
Cuando las cosas van mal, la necesidad de cambiar sustituye a esa ilusión que se va evaporando con los años.
EliminarBicos desde Kaskarilleira, Pilar.