Nunca escogió vivir en el plano teórico pero desde muy pequeño fue lo que le enseñaron. Teorías, principios,conceptos, definiciones, etiquetas, teoremas. Fórmulas magistrales que sirven para cualquier cosa. Y si no sirven es culpa de las cosas y no de las fórmulas.
Terminó por comprender que la realidad era una falacia engañosa e intrincada si no era capaz de superar unos mínimos controles de calidad. Antes había que limpiarla de excrecencias. Liberarla de excepciones. Reconducirla por el camino recto evitando innecesarios rodeos y esas espesuras farragosas que no llevan a ninguna parte y solo generan confusión e incertidumbre. La realidad debe ser recta, cabal y luminosa. Como una luz en medio de las nieblas o una autopista que abriese el Amazonas como un puñal.
De esa manera construyó su mundo. Claro y preciso. Sabiendo en todo momento cual camino escoger. Trazando líneas maestras para separar divergencias. Los nuestros a un lado, los contrarios al otro. Yo aquí, en el centro de mi propio universo, y vosotros allá ocupando círculos concéntricos y progresivamente más alejados.
Le fue bien, nunca engañó a nadie. Aunque sus detractores lo acusaran de falta de piedad e incluso de sanguinario. ¿Falta de piedad por cumplir con su deber? ¿Sanguinario por combatir a sus enemigos desde las aulas, desde la milicia y luego desde el gobierno de su propio país?
¿Por qué hay que pagar un precio por ser consecuente con uno mismo? ¿Por que tiene que pagarlo él, precisamente él, que siempre se mantuvo firme y nunca se dio tregua a si mismo?
Sin flaquezas, sin traiciones, sin falsos componendas. Al parecer no había sido suficiente. Ahora estaba allí, sentado en aquel estrado y delante del tribunal internacional que debía juzgarlo por crímenes contra la humanidad.
Un misterioso alegato que me ha llevado inmediatamente al primer condenado por crímenes contra la humanidad, el liberiano Charles Taylor, y le sigue en la serie Mladic el responsable de la masacre de Srebenica. ¿La coherencia puede llevar a convertirse en un verdugo impío? La coherencia debe estar matizada siempre por la duda, y la principal, la duda sobre uno mismo. De los dirigentes políticos y sus desmanes nos alivian sus dudas. Sería terrible alguno que no dudara. Me pregunto si Franco dudó alguna vez. Me desconciertan las personas que afirman taxativamente que su conciencia moral está limpia y que no tienen nada de qué arrepentirse. Miro mi propia vida y advierto las zonas de sombra que tiene y no sería capaz de sostener eso. Carlos Dívar al parecer también está convencido de que su conducta fue irreprochable y moral (sobre todo "moral"). Me producen escalofríos y zozobra todos aquellos que se sienten encantados de haberse conocido. Mis dudas son tantas que no puedo entender esa candidez. Sin duda, si uno de ellos llega imbuido de una convicción de ser elegido por el destino a un puesto de poder, son temibles. Ahí tienes una larga lista de verdugos que se creyeron la encarnación del alma de su pueblo y que no dudaron jamás. O eso nos hicieron creer.
ResponderEliminarPues ya he vuelto de mi viaje, más despojado de lo que me fui a decir verdad.
EliminarConforme con tu criterio, Joselu. Has dado con la clave con la que yo enfoqué el texto aunque cualquier otra posibilidad es admisible. Aunque el texto está enfocado en su último párrafo hacia la cuestión política y la imagen que le acompaña es inequívoca, se puede llevar el asunto a un plano más general. ¿Acaso no conocemos gente que es incapaz de salir del plano teórico y que cuando la realidad intenta rebatirles piensa que es ésta la que está equivocada? Es cierto que muchas veces es una falsa fortaleza moral que hay que aparentar ante la opinión pública pero la posibilidad de que alguien se crea todo lo que dice creer es aterradora. Divar es un claro ejemplo de Tartufismo -es decir de lo contrario- ya que no se puede ser más hipócrita y más inmoral en nombre de la más conservadora moralidad.
Los crímenes de guerra siempre dependen del quien gane la guerra, eso si que es una realidad no teórica.
ResponderEliminarCierto es, pero siguen siendo crímenes más alla de que pasen o no pasen por un tribunal que los sancione.
EliminarPuedo entender que algunos de esos iluminados, verdadera carne de psiquiátrico, se crean lo que proclaman. Es decir, puedo creer que Hitler estuviese lo suficientemente loco como para creerse sus postulados y obrar en consecuencia. Pero qué quiere, soy un descreído: estoy -casi- seguro de que la mayoría de ellos, aun admitiendo que haya parte de ideología en su conducta, obran por simple y puro deseo de poder.
ResponderEliminarPuedo creerme que Stalin, por ejemplo, tuviese ideales políticos en su juventud; pero desde su llegada al poder se dedicó a mantenerse en él eliminando a todos los que podían hacerle sombra. Porque no solo hay varios millones de campesinos ejecutados, sino también medio Politburó (y su mano era muy larga: el caso de Trotsky es un buen ejemplo).
En resumen: las ideas, los planteamientos políticos son el primer peldaño, que en muchos casos puede tener visos de honradez. Pero luego viene el egoísmo personal, y ese es el verdadero motor que dirige a los poderosos. Y estoy de acuerdo con Temujín: el concepto "bueno" o "malo" depende mucho de quién gana las guerras y de quién cuenta las historias. El estado de Israel, por ejemplo, es desde su creación un buen material según la óptica que cada uno utilice para contemplarlo. Y que a personajes como Kissinger les hayan dado el premio Nobel de la paz es un buen resumen de por dónde van los tiros.
Estoy de acuerdo con todo tu comentario pero pongámonos en una situación límite llegando a alguien que fuera fiel a sus principios hasta el final. Sería algo monstruoso ¿no?. Ha habido gente que se ha acercado mucho a este modelo pero no desde la política -donde incluso en los casos de las peores dictaduras siempre hay algo que negociar y las ideas se confunden con la necesidad del poder- y si desde la religión donde ha habido seres iluminados que han construido imperios y matado hombres. La Yihad es un fenómeno muy antiguo pero hay que recordar a todos los grandes iluminados que han luchando a fuego y sangre por su Dios y cuya últimas manifestaciones pueden ser esos sectarios suicidas de la Guyana, Waco etc...
EliminarSólo puedo entender que gentes así se sientan coherentes dentro de la patología mental de la que padecen, por la cual la idea del bien y del mal está totalmente desequilibrada.
ResponderEliminarEl mundo de las ideas y de las formas puras abstractas sólo sirve dentro de una caverna. La vida sólo se puede vivir cuestionándose permanentemente, interpretando la experiencia e intentando conectarse y fundirse en la diversidad de la realidad para comprenderla y encarnarla.
Un saludo, Doc.
Es una patología mental con gran poder de atracción. La duda es siempre insatisfactoria, todos queremos la verdad y que aparezca ahora. En el fondo queremos que nos lo den todo pensado y hecho por eso ideas terriblemente absurdas tienen tanto eco entre enormes masas de población.
EliminarSaludos
Qué miedo, estos que manejan desde la distancia de la vida real
ResponderEliminarY tanto. Lo peor es cuando quieren que la realidad se adapte a ellos y no al revés.
EliminarPretender buscar una explicación en estas acciones asesinas sin escrúpulos, diciendo que solo puede obedecer a una patología mental, es ser demasiado "bueno", demasiado comprensivo.
ResponderEliminarTristemente, ellos no son enfermos mentales, son simplemente MALOS.
Malos, enfermos, iluminados, cualquier calificativo es válido pero lo peor es que son influyentes y destructivos. Magnetizan a los dependientes y destruyen a los que quieren ser ellos mismos.
EliminarY los hay mires por donde mires y a diferentes escalas. No hace falta llegar a estratos muy altos de poder, tan solo tener a alguien más debil sobre quien ejercerlo.
ResponderEliminarBesos.
Por supuesto, el macropoder es un ejemplo máximo pero hay teóricos a patadas en cada esquina que hablan y prensan como juguetes programados fuera de la vida real.
EliminarDesgraciadamente hay mucho elemento así de normal, sin necesidad de llegar a ser un masacrador de masas, en todo hay grados, tiene razón ANGIE. A ese nivel sólo llegan los que además de megalómanos y psicópatas se les presenta la oportunidad de ejercer el papel mesiánico para el que suponen estar destinados.
ResponderEliminarLas ideas, teorías o creencias del tipo que sean, llevadas a la categoría de verdades absolutas convierten al ser humano en lo más despreciable que existe, sin siquiera ser consciente de ello, que es lo peor y más preocupante. Los fanáticos de cualquier tipo, jamás se ven como tales y efectivamente suponen estar haciendo lo correcto aun cuando cometan las mayores atrocidades, que no siempre y sólo se reducen a matar a otros.
Un beso Dr... disfruta de tu viaje y que no te encuentres a ningún tipejo de estos;-)
Claro María, pero a lo mejor no es tanto problema de ellos que tienen esa digamos disfunción como de los grupos humanos que los siguen. En el fondo el ser humano siempre busca a alguien que tire del carro por él, que le de todo hecho, inclusive respecto a su forma de pensar. La duda es un producto de madurez pero exige mucho sacrificio y es siempre poco confortable. Todos queremos entregarnos a algo que sea la solución definitiva, como una pastilla de Calgón, y nos ahorre problemas. Lo malo es que eso solo existe en el plano teórico.
EliminarDisfruté del viaje y a simple vista todos parecían normales.
Besos.
Pues en estos tiempos de frontera y desnorte, ese, es un peligro y no pequeño... De momento sólo se da algún grupúsculo aislado y esperemos que no pase de ahí.
ResponderEliminarOjalá sepamos separar el grano de la paja... porque -iluminados- nunca faltan.
Eso sí, a nivel personal o particular, esos elementos siempre han existido y existirán. Acostumbran a estar en "cercanías", y aunque normalmente de una forma u otra terminamos por controlarlos... Ay! del que no lo consiga, porque se enfrenta a un vampirismo peligrosísimo, disfrazado de diferentes "afectos".
Todo un tema, Krapp.
Pues en estos tiempos de frontera y desnorte, ese, es un peligro y no pequeño... De momento sólo se da algún grupúsculo aislado y esperemos que no pase de ahí.
ResponderEliminarOjalá sepamos separar el grano de la paja... porque -iluminados- nunca faltan.
Eso sí, a nivel personal o particular, esos elementos siempre han existido y existirán. Acostumbran a estar en "cercanías", y aunque normalmente de una forma u otra terminamos por controlarlos... Ay! del que no lo consiga, porque se enfrenta a un vampirismo peligrosísimo, disfrazado de diferentes "afectos".
Todo un tema, Krapp.
Interesante reflexión. Es cierto crecen en espacios fronterizos y crepusculares, además se alimentan del desconcierto de la gente.
EliminarExisten, siempre han existido, hay que ver por poner un caso el éxito de ciertas sectas religiosas con personas que han pasado por duras crisis personales.
Los otros, los pequeñitos que nos canonizan con sus teorías rebuscadas en algún libro y que ponen cara de autosuficiencia cuando expresamos nuestras dudas, solo hay que esperar a que la realidad les haga caer por su propio peso. Siempre ocurre así. Intentar convencerles de que la vida es diferente a lo que ellos creen es tarea inútil.
Los huevos de la serpiente, están latente esperando la eclosión.
ResponderEliminarPor comparar épocas, este asesino con la connivencia del pueblo y palmeros se apodero de media Europa. ¿estamos en la misma tesitura? No lo se.
Lo que tengo claro es que los tiros no se por donde nos llegan….pero llegan
No es la misma tesitura pero hubo gente anterior a Hitler y habrá gente posterior seguramente. En Europa hubo, por ejemplo, terribles guerras religiosas anteriores al Tercer Reich. La Santa Inquisición y la Contarrreforma por un lado o el reformismo radical de tipo calvinista por el otro aniquilaron durante siglos cualquier tipo de disidencia religiosa o espiritual. Nada diferente de lo que quieren implantar ahora en el Islam.
EliminarPor coherencia con mis ideas o por defenderlas no me atrevería ni a exterminar una mosca...
ResponderEliminarPor eso me cuesta entender a los que se someten a ellas hasta extremos de máxima violencia. Supongo que están trastocados o iluminados...
Trastocados, iluminados pero sobre todo incapaces de distanciarse de lo que las ideas son: un conglomerado de pensamientos más o menos armónicos para explicar un mundo que en su naturaleza no lo puede ser. La segunda parte es intentar llevar ese esquema puramente mental al mundo lo cual es cuando se produce la violencia y el descontrol.
EliminarA mi siempre me interesaron más las excepciones, las cosas que se salen de la norma. Lo lineal, lo totalmente recto y sin matices me da bastante miedo.
ResponderEliminarContado así hasta parece inevitable... que no lo es, en ningún caso.
Besos.
Te felicito por ser así.
EliminarMucha gente lo quiere todo claro y esquemático. Sencillo de entender como un catecismo y luego pasa que la realidad es otra cosa. Un choque brutal que destroza ese mundo idealizado pero que casi siempre deja contusionada a la realidad.
Tan complicado todo ésto.
ResponderEliminarNi siquiera la historia deja en claro si todo sucedió como dice la versión oficial.
Dicen muchos que Hitler murió en el atentado y fué suplantado por un fantoche manipulado por Goering y el resto de la pandilla.
Con tanta víctima y tanto cadaver sólo queda claro que la violencia destruye , más no resuelve.
Alguien tiene que entender que no podemos seguir siendo robotizados por sistemas que sólo buscan explotarnos.
Antes en la cadena alimenticia un dinosaurio se comía al cavernícola. Hoy día un banquero y unos cuantos políticos se alimentan con la vida de millones de personas.
El texto no está referido a Hitler que por desgracia se "escapó" a tiempo ante de ser juzgado por todo lo que él y sus secuaces llegaron a hacer.
EliminarDetrás de toda violencia programada hay una idea que subyace. A veces esa idea es creída, a veces es justificatoria, el problema es que encuentre caldo de cultivo suficiente como para desarrollarse y triunfar.
Quizás los banqueros y los políticos pertenezcan a una raza depredadora superior y por eso necesitan alimentarse de los que parecían ser sus congéneres. (Es una ironía, claro)
Genial sitio. Me gusta por tus planteamientos. Seguiré, con tu permiso, visitándote.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias mj. Por supuesto no necesitas mi permiso para visitarme. Espero estar a la altura de tus expectativas.
EliminarSaludos
El monstruo del totalitarismo en nombre del 'idealismo de turno' es siempre un peligro que circunda la mente humana. Los sentimientos de superioridad, de gloria, de sentido, de absoluto, siempre pueden rondar por la mente humana. De ahí que, cuando sale algún iluminado, rápidamente encuentre almas gemelas en muchas personas que alguna vez pensaron algo parecido. El peligro radica en dejarse llevar acríticamente por pensamientos delirantes que todos podemos llegar sentir. Nadie está libre de este problema. Vivimos en un mundo donde lo más fácil parece volverse loco. Hay que intentar que la locura individual puede sobrevivir en la locura institucionalizada. El tema que planteas siempre me ha generado temor. El miedo a que en situaciones determinadas pueda surgir un tirano y que la desesperación / confusión de las masas apoyen un delirio criminal disfrazado de normalidad está allí.
ResponderEliminarAl ser humano no le basta con las estrecheces de la vida corriente y necesita huir al mundo de las abstracciones donde todo parece que ocupa su lugar y la perfección parece posible. Esos iluminados parecen ofrecer un mundo mejor llave en mano y el resto necesita entregarse a una idea que justifique sus vidas. La locura individual procede de la no aceptación de la realidad tal cual es y la búsqueda de un ideal que nos ofrezca sentido fuera de nosotros mismos y sin que requiera demasiado esfuerzo, a cambio uno debe someterse a la voluntad ajena.
EliminarHe cometido antes dos errores al teclear. Lo lamento.
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