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Sherlock Holmes desafía al futuro (y III)
Su voz sonó poderosa y autoritaria en la cabina que nos amparaba.
- Buenas noches, señores. Espero que su viaje al futuro no haya sido demasiado traumático. En realidad fuera de un montón de cachivaches nuevos que seguramente les sorprenderán y algunas cambios en la vestimenta, el alma humana sigue siendo en esencia tal como la dejaron cien años atrás.
- Sabe que estamos aquí, Holmes. Corremos serio peligro. Debemos volver a nuestro tiempo inmediatamente.
- Tranquilo, Watson, déjele que hable. Indudablemente es de pura cepa germánica, sus rasgos la delatan, pero su voz no deja de recordarme a la admirable y maravillosa Irene Adler.
- En nombre del cielo, Holmes ¿cree que es momento para sus absurdas ensoñaciones? Apriete de una vez esos malditos botones y salgamos de aquí antes de que sea demasiado tarde.
- Doctor Watson, no sea impaciente. Ustedes son mis invitados y quiero que se sientan a gusto en este lado del tiempo.
Aquella mujer terrible clavó su mirada en mí mientras pronunciaba aquellas palabras. La sonrisa despreciativa con que las acompañó atravesó el cristal que nos separaba y penetró en mí cuerpo como un estilete. Nos estaba viendo, nos estaba escuchando. Me sentí a merced de la matrona y de la salvaje jauría de perros carniceros que la rondaban. Mi compañero se removió a mi lado antes de hablar.
- ¿Señora...?
- Veo que el viaje no ha afectado a sus dotes deductivas, Mister Holmes, efectivamente soy alemana. Pueden llamarme Frau M. De mi nombre real ya se encargarán los libros de historia.
- Sospecho que nuestra llegada a este tiempo ha sido a iniciativa suya.
- Sus sospechas son acertadas, Holmes, no esperaba menos de su mente preclara. El Viajero en el tiempo nunca existió pero si los planos que un amigo científico de Mister Wells diseñó y que sirvieron de pretexto para que el escritor escribiera La máquina del tiempo. Cuando llegaron a nuestro poder aquellos viejos papeles simplemente aplicamos los avances de nuestra eficiente tecnología moderna. Un producto de alta tecnología decorado con un toque funiseculra para poder atraerlos hasta aquí. Bueno la máquina también nos ha sido útil en otros menesteres.
- ¿Por ejemplo?
- Por ejemplo, prever el futuro y evitar los peligros que acechan en nuestra travesía. Gracias a ello, hemos podido salvar los escollos e incluso casi domesticar a estos animales que me acompañan.
- ¿De que raza son? Nunca los había visto iguales. Por una lado parecen muy fieros pero veo que bajo sus caricias adquieren cierta mansedumbre.
- No son perros domesticados, pertenecen a una raza reciente de cánidos. Los markts aparecieron hace pocos años, aunque supongo que su origen es más antiguo. Como otros depredadores son cazadores ocasionales aunque muy agresivos, siempre atacan en jauría. Se nota que les gusta hacer daño, prefieren dejar a sus presas heridas y que se desangren durante cierto tiempo antes de acabar definitivamente con ellas. Lamentablemente le han cogido gusto a la carne humana y por unos pocas victimas de nada, mis contemporáneos los han convertido en chivos expiatorios de la epidemia de mortandad que azota Europa.
- ¿Hay una epidemia mortal en Europa, Frau M?
- Sí, Mister Holmes y algunos una vez más nos acusan a nosotros. Los primeros en caer fueron las clases necesitadas, como suele suceder pero luego sorprendente han caído también los dirigentes. Hasta mi buen amigo Nicolás, empalagoso como nadie pero gran servidor, acaba de sucumbir. Ahora estoy sola en esta Cumbre Europea y me incumbe la ingrata tarea de sustituir a los dirigentes fallecidos. Por supuesto cogeré a gente debidamente vacunada y que sepan tratar a los markts.
- ¿Y no sería mejor que los eligieran los mismos ciudadanos mediante el voto?
- La gente ama el poder, pero ama mas su propio pellejo, Mister Holmes. Es un momento excepcional que requiere medidas excepcionales. Quizás todo vuelva todo a la normalidad algún día, mientras tanto tendré que ocuparme de la situación.
- ¿Y que pintamos nosotros en todo ésto, señora?
- Doctor Watson, necesito testigos de lo que está pasando para que la historia que se escriba en el futuro no cargue las tintas una vez más contra nosotros.
- ¿Usted creo que hombres del pasado podrían cambiar la visión de su presente que tendrán los hombre del futuro, Frau M?
- Por lo menos podrían suavizar las cosas a la gente de su generación y hacer entender mejor nuestra postura cuando mis antecesores del siglo XX los sometan a terribles conflictos bélicos. En definitiva, que no se hagan mala sangre contra nosotros ya que al final, aunque nos crean derrotados, volveremos a tomar el mando y quizás tengamos menos contemplaciones de las necesarias.
- Eso suena muy amenazador, Frau M.
- Es lo que revela el futuro, Holmes. Lamento haberles traído aquí para hacerles partícipes de noticias tan poco halagüeñas para los suyos, pero he de ser honesta ante lo que les espera. ¿Supongo que no querrán salir de la cabina para tomar algo conmigo?
- No, no, no. Gracias, Frau M, mejor nos vamos. ¿Verdad que sí, Holmes?
- Auf wiedersehen, caballeros
- Auf wiedersehen, es usted una mujer admirable. Beso hipotéticamente sus manos a través de este cristal que nos separa.
- Dios santo, Holmes, huyamos de aquí o me volveré loco.
- Disculpe los modales de mi compañero, Frau M, le falta perspectiva histórica y visión de futuro.
Le perdoné a Holmes sus últimas palabras. Se lo perdoné todo con tal de salir de aquella abominable pesadilla. Ahora estoy aquí, en el apartamento de mi amigo, tomando una taza de té preparada por Miss Hudson y aunque le he puesto tres cucharillas de azúcar me sigue sabiendo amargo.
Más que un té, yo creo que deberían tomarse una tila.... Fijo que a partir de ahora los sueños de Holmes y Watson van a ser pesadillas cuando sueñen con Frau M.
ResponderEliminarY respecto a ti, Krapps, yo creo que la mujer esa te pone... Si no, no entiendo tanta referencia obsesiva a su persona :P:P (es brooooma)
Un beso, doc. Espero que estés bien.
La Merkell es una mujer objeto, la emplean y no se da cuenta...
ResponderEliminarTendrá que rendirse a la evidencia, es Europa, la guste o no y si a nosotros nos suben los intereses, los suyos no tardaran aunque mire a otro lado...
Esto no parará, hasta que a los que de verdad mandan, no les dé la gana.
ResponderEliminarMientras tanto, Mérkeles y demás payasos, seguirán actuando en el guiñol descontrolado en que se ha convertido una Europa estupefacta y que no quiere creerse lo que está pasando. Una Europa que se resiste a admitir su declive y se sigue comportando como una vieja gloria.
Y como los de "a pie" no nos espabilemos... como en Islandia por ejemplo, no iremos más que a peor para que "ellos" vayan a mejor... a cuenta nuestra of course!
Así que eso, ponme no tres, 10 cucharillas de azúcar, porque este té está infumable.
En fin!
Yo pensaba que cristal00k te iba a decir eso de que pasado, presente y futuro son percepciones subjetivas y tal....
ResponderEliminarAsomarse al futuro, además de calmar la impaciencia y satisfacer la curiosidad, entraña riesgos. Es mejor esperar... Lo que sea sonará.
Estoy seguro que las insinuaciones de Novicia Dalila no tienen fundamento. Sé que si algo no te falta es el buen gusto...
Pues está visto que el señor Holmes al final decidió callarse y que la vida siguiese su curso, porque nadie nos ha avisado de nada. Claro que probablemente tampoco le habrían hecho caso, o quizá acabase siendo víctima de algún "extraño accidente" antes de que pudiese contárnoslo.
ResponderEliminarEn cuando a la teutona, yo de ella tampoco estaría tan altiva: a fin de cuentas, los políticos de hoy en día son solamente monigotes de los poderes económicos, y al final la dejarán caer al cajón de los muñecos usados cuando ya no les sea útil.
Pues no sabemos en manos de quién estamos pero sufrimos las consecuencias.
ResponderEliminarLo que sí es verdad es que el ser humano sigue en el mismo punto. Antes eran unas guerras, ahora son otras, las de los mercados. Menos mal que nos queda el té y los azucarillos. Mira Watson y Holmes qué bien han sabido dónde tenían que volver con la máquina del tiempo.
Creo que me voy a leer alguna de Sherlock Holmes en inglés, Dr. Krapp, en cuanto me termine "La elegancia del erizo".
Get well.
¿Tila? Un británico de verdad solo se consuela con té o arsénico y por ahora estos hombres siguen amando la vida. Claro que me pone o mejor se nos pone a todos por encima para llevarnos por el camino del matadero por algo somos PIIGS. Un beso, NOVICIA, estoy mejor.
ResponderEliminarA estas alturas, TEMUJIN, uno ya no sabe si fue primero el huevo o la gallina, es decir, si fueron primeros los mercados o los que dándonos miedo con ellos están sacando tajada.
Yo creo, CRISTAL00K que hemos llegado a un punto en que no sabemos quien está detrás de semejante cotarro. Suponemos que los políticos son títeres de los intereses económicos pero creo que unos dependen de los otros en una relación simbiótica. ¿Quién está detrás de quién? Lo que es seguro es que nosotros estamos delante como carne de cañón.
ResponderEliminarHolmes era un desmemoriado para determinados asuntos, PASEANTE incluso se permitió el lujo de olvidarse de que estaba muerto cuando Conan Doyle decidió resucitarlo.
Es lógico pensar que el poder económico dirige la política, pero como acabo de escribir, la relación se está volviendo simbiótica hasta el punto de que vamos a un mundo en que solo habrá un poder indistinto e inclasificable.
LUIS, todo se vive en presente, pasado y futuro son solo especulaciones mentales. Necesitamos esos conceptos para liberarnos de la idea de un presente continuo y darle a la vida un sentido que fuera de si misma no puede tener. No sé si así lo piensa CRISTAL00K pero al menos lo pienso yo. Merkel es un accidente anodino pero precisamente por ello puede ser más peligrosa.
ResponderEliminarMuy bien dicho, ANGIE, el problema es que no sabemos en manos de quién estamos y eso genera más perturbación a una situación ya de por sí perturbadora. Voltaire prefería un rey único a un sistema parlamentario porque en aquel si la autoridad lo hacía mal con cortar una cabeza llegaba y en éste no sabes nunca que cabeza cortar.
Ten cuidado con lo de "La Elegancia del Erizo" puede ser una lectura muy indigesta.
Get well
Yo creo que Frau M, en vez de a Holmes y Watson, a quien debería haber traído desde el pasado es a Oscar Wilde, le habría dado más jugo intelectual, amén de comprender mejor la disciplina prusiana inherente a todo el asunto. Definitivamente Wilde podría haber convencido a sus coetáneos que era mejor disfrutar del momento, dado la que se le avecinaba a la vieja Europa en no muchos años.
ResponderEliminarEl cinismo de Wilde no se aviene bien con la actitud autoritaria y extremadamente pertinaz de Frau M.. Para mi que ella más que preferir los juegos intelectuales de salón está por el el pragmatismoo el positivismo de los personajes de Conan Doyle. Grave error, Oscar Wilde era un tipo de un encanto irresistible.
ResponderEliminarPor cierto, ¿no habeis notado que la émula de nuestra amiga, Ángela Merkel, parece cada día como más mayestática y poderosa en las fotos?
Acabo de verla en El País y casi da miedo. No se hasta donde va a llegar. ¿Cómo frenar a esa potencia de la naturaleza para que no estalle en su propia salsa?
Krapp en una palabra: GENIAL!!!!!
ResponderEliminarAl comienzo pensé que se trataba de un cuento de ciencia ficción al estilo Isaac Asimov, pero luego cuando fui identificando los personajes me dejaste alucinando pepinos en colores. Me encantó!!!!
Es que esos alemanes son como carangas resucitadas que siempre pican más duro jajajajajaja
Besos mágicos y feliz fin de semana
Muchas gracias, ANNIE, me alegro de que te haya gustado. En el fondo admiro la cultura alemana, no escasualidad que mi nick tenga ciertas connotaciones germánicas, pero también soy consciente de que entre sus clases dirigentes hay una cierta idea de superioridad con respecto a otros territorios europeos. No es algo nuevo ya desde la época del Sacro Imperio Romano Germánico los emperadores pretendieron ejercer un dominio absolutista sobre el resto de Europa.
ResponderEliminarPasaba por aquí, Dr, pero le veo muy ocupado con la historia de misterio. Simplemente besos con azúcar glasé
ResponderEliminarNo si ya he terminado, Majestad MARITOÑI, puede quedarse y tomar algo con nosotros. Esperemos que sus besos con azucar glacé puedan dulcificar un té tan amargo.
ResponderEliminarFrau M. y Nicolás no sé lo que están guisando pero me parece que quieren vernos lejos a los países mediterráneos, creen que somos un lastre.
ResponderEliminarMe dan risa las elecciones, da lo mismo quien mande, éstos dos ordenan y nosotros a obedecer...y el colmo es que no sabemos hacia donde nos llevan.
Recuerda, JOSELA que cuando las barbas de tu vecino veas cortar etc.... Quizás solo nos usen de parapeto para que no les llegue a ellos el tsunami que se aproxima.
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