(Fue publicada el 22/2/2016 y la reeditó hoy, 29/03/2020, manteniéndola tal cual y sabiendo que la moda ya no es lo que era)
Centro Comercial La Sardina Astifina. 18,30 horas.
Boutique de Cons: Moda hombre.
Tercer probador a mano derecha.
Carlos Rosendo Moreno Muñoz, más conocido como Carlo por sus muchos amigos y sus pocas aunque entrañables amigas, se prueba un jersey color amarillo buttercup, con cuello en U de viscosa y algodón estriados.
Va a dar el cante. Está seguro que va a dar el cante esa noche de viernes, se dice, mientras gira bailando sobre si mismo alrededor del espejo y mueve los hombros al tararear el Work Bitch de Britney Spears.
De repente, oye un aplauso y se para. Mira hacia el lado de la cortina pero permanece cerrada. Mira arriba, a la pared de la derecha y duda si enfrentarse a lo que imagina que tiene delante.
Cuando lo hace, el espejo que le refleja, también refleja en su jersey de viscosa y algodón, la imagen de una niña, quizás una chica -es dificil saberlo por sus rasgos orientales- que le sonríe abiertamente mientras palmotea con sus manos.
Carlos Rosendo Moreno Muñoz, más conocido como Carlo, está desconcertado y tras contemplar la imagen del espejo, mira hacia abajo, hacia su propio cuerpo, hacia su jersey color amarillo buttercup que será tendencia de moda en la ya próxima primavera. Está sorprendido, su jersey sigue siendo un jersey de viscosa y algodón y no tiene señales humanas visibles.
- Hola. Hello.
- Hoola. ¿Cómo estás? ¿ Tú de España? Yo trabajar mucho tiempo para señores de España in the factory y poder hablar poquito español.
Cuando pasa junto a Ruth, su amiga dependienta, le lanza el jersey encima del mostrador.
- ¿No te gusta, Carlo? Lo escogí pensando en como arrasarías con él en la fiesta de esta noche. ¡Es tan original!
- ¿Original? ¿Qué tiene de original compartir mi condición de fashion victim con otras víctimas de la moda que ni siquiera saben que lo son?