¡Ondia, con el sueño indestructible de este señor, no habría necesidad de cambiarse de piso!. ¡Qué envidia!.
¡Eso no es dormir! ¡Eso es ser inmune a los miles e insufribles ruidos vecinales, ambientales, exteriores, interiores, cabezales de la cama, duchas “Del Iguazú” con golpes del teléfono de la ducha como si estuvieran clavando una piqueta en el terreno más pedregoso…
Aunque este hombre no parece vivir en una vivienda habitable. Se presta a interpretaciones varias este video, a parte de la gracieta. ¿Es un indigente? ¿El gato es suyo? ¿O ambos son ciudadanos de la intemperie y compañeros a su pesar?.
¿Dónde duerme? ¿En una tronco-cama?. El gato aparece, -es lo que tienen los dibujos- demasiado impoluto, para un entorno con tanta mugre.
De ser un pobre ciudadano de a pie, con su pisito de 65 m2, tendría mucha suerte ese señor con ese gato cabrón, pues visto lo visto, ningún despertador conseguiría que ese buen hombre llegara puntual a su trabajo.
Y ningún despertador es tan perseverante en su oficio como ese gato. Pilas alcalinas incluidas, que desertan a la primera de cambio.
Ah, muy bien, esa frase chorra viene al pelo. Ahí no hay un gato ni un home.
Ahí hay dos dibujitos tontainas, como tantos que circulan en la red, se supone para divertir a un personal, que sólo en la exageración ramplona, como en este caso, encuentra motivos para reír.
La comicidad auténtica ha pasado a mejor vida. Todo son chorradas: los videos, los pps, las series de TV, las ocurrencias descafeinadas…
Este video es una chorrada. Dicho con todo respeto. Supongo que el mundo sería mejor si fuera un Gran Dibujo Animado.
Un home, al primer pellizco se habría cagado en los incisivos del gato (si también fuera real). Y un gato, que sobre todo ama la libertad más que a sus amos, los deberes, o las liturgias mañaneras, se hubiera largado con viento fresco, dejando a la marmota que se joda.
Perdone usted, pero lo que llama comicidad ramplona siempre ha existido y no es producto de la modernidad o más concretamente de Internet. Como sé que usted es un amante del buen cine, salvo en lo que respecta a cierto pedante director inglés, creo que es inútil hablarle de que es lo que le hacía gracia a nuestros antiguos en los tiempos de Keaton, Charlot, Laurel y Hardy, Ben Turpin, los policias de la Keyton, Mack Sennet, Ben Turpin etc...
A mi pedante inglés ni me lo toque. Con él a muerte. Matar o morir, ya sabe… Ya me gustaría saber a mí lo que es buen cine. He visto cada bodrio laureado que…
Pero ése es otro debate.
El ocio ha de ser eso: exceso de melodrama, exceso de retórica, exceso de ramplonería... Lo comedido no puede tener gracia.
Si no hay excesos no puede ser ocio sino obligación. Y de obligaciones andamos sobrados.
A su lista añadiría, grandes de todos los tiempos:
Hermanos Marx Bob Hope Mario Moreno Cantinflas Peter Sellers Jack Lemmon-Walter Matthau Woody Allen Monty Phyton
Joder, es que no había forma de despertarle
ResponderEliminarCuando perdemos las formas cualquier cosa puede pasar.
ResponderEliminar¡Ondia, con el sueño indestructible de este señor, no habría necesidad de cambiarse de piso!. ¡Qué envidia!.
ResponderEliminar¡Eso no es dormir! ¡Eso es ser inmune a los miles e insufribles ruidos vecinales, ambientales, exteriores, interiores, cabezales de la cama, duchas “Del Iguazú” con golpes del teléfono de la ducha como si estuvieran clavando una piqueta en el terreno más pedregoso…
Aunque este hombre no parece vivir en una vivienda habitable. Se presta a interpretaciones varias este video, a parte de la gracieta. ¿Es un indigente? ¿El gato es suyo? ¿O ambos son ciudadanos de la intemperie y compañeros a su pesar?.
¿Dónde duerme? ¿En una tronco-cama?. El gato aparece, -es lo que tienen los dibujos- demasiado impoluto, para un entorno con tanta mugre.
De ser un pobre ciudadano de a pie, con su pisito de 65 m2, tendría mucha suerte ese señor con ese gato cabrón, pues visto lo visto, ningún despertador conseguiría que ese buen hombre llegara puntual a su trabajo.
Y ningún despertador es tan perseverante en su oficio como ese gato. Pilas alcalinas incluidas, que desertan a la primera de cambio.
Un home é un home e un jato é un bicho.
ResponderEliminarAh, muy bien, esa frase chorra viene al pelo. Ahí no hay un gato ni un home.
ResponderEliminarAhí hay dos dibujitos tontainas, como tantos que circulan en la red, se supone para divertir a un personal, que sólo en la exageración ramplona, como en este caso, encuentra motivos para reír.
La comicidad auténtica ha pasado a mejor vida. Todo son chorradas: los videos, los pps, las series de TV, las ocurrencias descafeinadas…
Este video es una chorrada. Dicho con todo respeto. Supongo que el mundo sería mejor si fuera un Gran Dibujo Animado.
Un home, al primer pellizco se habría cagado en los incisivos del gato (si también fuera real). Y un gato, que sobre todo ama la libertad más que a sus amos, los deberes, o las liturgias mañaneras, se hubiera largado con viento fresco, dejando a la marmota que se joda.
Perdone usted, pero lo que llama comicidad ramplona siempre ha existido y no es producto de la modernidad o más concretamente de Internet. Como sé que usted es un amante del buen cine, salvo en lo que respecta a cierto pedante director inglés, creo que es inútil hablarle de que es lo que le hacía gracia a nuestros antiguos en los tiempos de Keaton, Charlot, Laurel y Hardy, Ben Turpin, los policias de la Keyton, Mack Sennet, Ben Turpin etc...
ResponderEliminarA mi pedante inglés ni me lo toque. Con él a muerte. Matar o morir, ya sabe… Ya me gustaría saber a mí lo que es buen cine. He visto cada bodrio laureado que…
ResponderEliminarPero ése es otro debate.
El ocio ha de ser eso: exceso de melodrama, exceso de retórica, exceso de ramplonería...
Lo comedido no puede tener gracia.
Si no hay excesos no puede ser ocio sino obligación. Y de obligaciones andamos sobrados.
A su lista añadiría, grandes de todos los tiempos:
Hermanos Marx
Bob Hope
Mario Moreno Cantinflas
Peter Sellers
Jack Lemmon-Walter Matthau
Woody Allen
Monty Phyton