Me estoy refiriendo a la dañina plaga de los figurones. Esos seres fastidiosos que en su expresión más modesta está formado por engolados ciudadanos que a partir de la media tarde acuden a determinadas zonas urbanas, las más concurridas, para cazar incautos e inocularles el veneno de sus conocimientos mundanos. Saberes adquiridos con la única finalidad de atosigar a sus víctimas, atraparlas en su pegajosa red de nimiedades y reducirlas luego a condición subhumana.
- ¿Cómo es posible no conocer a fulanito de tal, no haber comido en el restaurante cual, no haber viajado allá o no haber visto nunca aquel otro?
- ¿Cómo es posible no pensar lo que hay que pensar, no decir lo que hay que decir, no sentir lo que hay que sentir?
Pero no solo las autoridades. No señor. La entronización de cocinillas con firma, playboys, cortesanas de luxe, costureros, asesinos de toros y demás ralea couché habla a las claras de que esta insidiosa plaga sigue avanzando hasta límites impensables.
¿Podremos salvarnos?
¿Tendremos el coraje suficiente para hacerles frente?
¿Podremos sobrevivir a estos ladrones de cuerpos, a estos ladrones de almas, sabiendo que están al acecho de nuestra más leve debilidad?
Os invito pues a crear un Comite de Damnificados por las Insidias de los Figurones que establecerá estrategias de lucha para defendernos de ellos y nos llevará, sin ningún género de duda, a un amanecer de libertad.
Yo, por mi parte, no pondré reparos a capitanear la lucha.
Eres un cachondo, Krapps. Pero eso ya lo sabes, verdad??? :P
ResponderEliminarNo sé a qué niveles estos figurones de los que hablas se mueven y se les tiene en cuenta para algo. Lo rosa no me llama más que cuando me apetece tener la tele delante y evadirme sin tener que pensar, y los personajillos que la habitan no me interesan lo más mínimo. No influyen en mi vida nada. Seguramente menos que yo en la suya, porque ellos se retroalimentan de nosotros, los anónimos seres que enchufamos la tele para adorarlos, admirarlos, desearlos y envidiarlos... Pero en cuanto le damos al OFF, ya no existen. Así de fácil. Así de volátil es su vida pública.
Un beso, Krapps
Se debe de vivir bien siendo figurón.
ResponderEliminarNo sé si habrá todavía algún figurón con intenciones casaderas. Me ofrezco como florero figurín.
Soy cálida, estilosa ...y absurda si hay que serlo.
Empiezo a creer en eso de la telepatía. Estaba a punto de publicar una entrada basicamente de lo mismo.
ResponderEliminarCuenta con migo como miembro de ese comité.
No he de callar por más que con el dedo,
ya tocando la boca o ya la frente
silencio avises o amenaces miedo.
¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?
Joer, Krapp, me iba apuntar al comité ese que dices, pero eso del amanecer de libertad que parece ser la meta, me ha hecho recapacitar.
ResponderEliminarA la plaga esa de figurones que les den por...
Pero si ya empiezas nombrándote capitan,... eso habrá que discutirlo en el comité, digo yo.
Vamos, que me apunto, y usted dispondrá lo conveniente.
Gracias, Novicia. Creo contemplar dos clases de figurones: los que se pasean por la calle como kioskos ambulantes al alcance de cualquiera y llevando con ellos una colección infinita de pequeñas informaciones que les permite sentirse superiores, y luego están los que sublimados por la actualidad noticiosa -aunque no noticiable- ocupan nuestro ocio despreocupado. En resumen, todos aquellos que llevan hábito sin necesidad de ser monjes.
ResponderEliminarBesitos.
Sin duda eres una candidata que cumple todos los requisitos, Tesa, pero cualquiera te mete a ti en un florero con ese humor tan picajoso que te gastas.
Hay mas telepatía aún de la que crees, Pirata, ya que yo mientras escribía esta entrada estaba pensando en esa poesía de Quevedo todo el rato, puedes creerme.
ResponderEliminarHay que ser rimbombante a veces, Vitamorte. Yo por preferir prefiero los atardeceres pero como lo del amanecer tiene tanta buena prensa ;)
¿Discutir mi capitanía encima de que ofrezco humildemente para semejante puesto? :)))
Apuntado quedas.
Yo no sé si camino por donde debo o veo los programas equivocados, pero casi ignoro la existencia de esos "figurones" de tanta enjundia...
ResponderEliminarEstaré "ojo avizor", por si acaso.
Lo de "capitanear" esa lucha ¿supone alguna retribución? Y quién me garantiza que tú no eres uno de ellos...Si aspiras al cargo deberas presentar tu currículo y referencias constatadas.
Me alegro de que ofrezcas tu liderazgo, Capitán Krapp. La lucha ha de ser enconada pero contigo al frente no habrá riesgo de desfallecimiento.
ResponderEliminarSaludos.
Juas ¿picajosa? ¿yo?
ResponderEliminar:)
...pero si soy una balsa de ...vaselina.
Los de tanta enjundia son solo proyecciones efímeras y volátiles de los de a pie. Como llegan desaparecen, Luis. Lo malo son los otros, los minúsculos farsantes que se pasean por nuestras vidas.
ResponderEliminarRespecto a la segunda cuestión debo escindirme en dos partes como el Vizconde Demediado de Calvino.
Como autor: la paradoja de la frase final creo que le da sentido a lo demás.
Como personaje: soy el pionero de la idea ¿qué mejor remuneración que sentirme adalid en una lucha necesaria y sin cuartel?
Eres listo, Enric y tienes mucha guasa. Todo Don necesita un consiglieri y quizás tú seas el adecuado.
ResponderEliminarTesa, entiéndeme bien, es que yo te veo más bien como una especie de Nikita. Una terminator, una máquina liquidadora, una arma mortífera, infalible y brutal.
No sé, estos estereotipos me parecen desfasados. ¿Realmente existe todavía gente así? Me huele a rancio, a antiguo, a roles trasnochados. ¿Figurar por qué, ante quién, para qué? ¿Y cuál es la fuente de su sabiduría? ¿Cuatro esnobismos caducados que no deslumbrarían ni a Cocoliso?
ResponderEliminar¿No conoces tal, no has ido a pascual, no esta al día de San Juan...? ¡Bufff, qué gente más aburrida! A esos ya los conocí hace... y me causaban el mismo sopor que si me los encontrara hoy.
Si se divierten ellos mismos, que se den con un canto en los dientes, porque al resto... bostezos a babor.
Confieso que todavía estoy a la espera de comprobar si existe una entidad HIPER-SUPER-CALI---- de una superoriginalidad de la muerte, capaz de captar la atención por un tiempo superior a dos minutos sin pestañear, y aunque hace tiempo que he desistido de su existencia, no deja de decepcionarme que los que si pervivan sean los otros.
Eso sí, no creo que hoy intimiden a nadie. Si alguien se deja intimidar por semejantes bobadas, entonces merece ser invadido por semejantes fantoches. Que se nutran mutuamente y que vivan su simbiosis dabuten, y que sean felices y coman perdices.
¿Trasnochados, Atalaya?
ResponderEliminarJ.D. Salinger, por ejemplo, hace de Holden Caulfield un personaje que se dedica de manera sistemática a desenmascarar a esta clase de farsantes aunque luego su sentido de la piedad le obligue a perdonarlos, a entenderlos, a no fiarse de la simple visión individual dándoles siempre una segunda oportunidad.
Uso el concepto de figurón desde ese punto de vista. Figurón igual a farsante, igual a individuo que se alimenta de imposturas pero que además no tiene reparos en vendérsela como verdad a los demás. Lógicamente dado el tono del texto hay una caricatura simplificadora pero creo que sigue habiendo una forma de ser, una forma de comportarse socialmente –es un fenómeno puramente social- que se disfraza con determinados ropajes para producir un efecto determinado. La pijo- progresía actual con sus adoctrinamientos ridículos, su cháchara queda-bien y sus poses culturetas son un claro ejemplo de que no han mudado tanto las cosas.
"J.D. Salinger, por ejemplo, hace de Holden Caulfield un personaje que se dedica de manera sistemática a desenmascarar a esta clase de farsantes aunque luego su sentido de la piedad le obligue a perdonarlos, a entenderlos..."
ResponderEliminarBueno, teniendo en cuenta que el texto de Salinger, es de 1951, o sea, que casi han pasado 60 años, y según escribes; hoy, a 2010, se repiten los mismos estereotipos, convendrás en que muy modernos no son, estos pijos-progres de hoy ¿no?
La cultura, la culturesta, la pseudo cultura, siempre ha sido una herramienta para dominar al que se ve obligado a defender su vida con las manos. Tiempo atrás, ese papel lo bordó la Iglesia, los fieles quedaban apabullados ante esos templos imponentes, y esos discursos anuladores.
Me niego a creer que hoy esos narcisistas deslumbren a alguien. Lo siento, hoy cualquier peón de la construcción les giraría la espalda ante su discurso vacuo. Por lo tanto, tendrán que practicar la endogamia y deslumbrarse entre ellos. O sea, lo que he dicho antes, que practiquen simbiosis aceptada. Que se nutran de su propia sandez y pedantería.
gracias por acordarte de Holden, Krapp... obvio que me anoto en la lucha... OFF aquí es un repelente de mosquitos, podría preparar una buena artillería : ) (digo por el comentario de Novicia Dalila)... : )
ResponderEliminarCada capilla tiene sus ritos, Atalaya. Quizás el del peón de la construcción sea el aguantar más tiempo en un endeble andamio aunque caigan chuzos de punta. No lo sé.
ResponderEliminarSe repiten los estereotipos, por ejemplo en el "submundo" intelectual, tanto si se trata del dandi de una novela de Jane Austen como si se trata de un detective salvaje de Bolaño; solo cambian los ropajes para garantizar la victoria.
No había, por lo tanto pijos-progres en aquella época pero había hipsters y empezaba a ver beatniks y chicos que querían imitar los aires de Marlon Brando. tener una moto, una cazadora, una pandilla y asustar a los pueblerinos.
Holden es mucho Holden para olvidarlo, Myriam. Más que de dinamitera de fingidores te veo como musa, cantante y compositora.
ResponderEliminar¿Podrías componer el himno del Comite Antifigurón?
Me quedo con la paradoja del autor (la que da sentido a lo demás), pero que no la lleve a cabo el personaje...
ResponderEliminarEs así como tantas veces se retroalimenta la historia. Peligroso me parece erigirse en capitán... podrías acabar en el otro lado...
Mi utópica alternativa: todos a una, a la voz de ya...
Yo no frecuento sitios donde haya muchos de esos pero más vale estar prevenida. Vale, apúntame al Comité ese que vas a liderar. ¿Vamos a tener alguna reunión pronto?
ResponderEliminar"Todos a una, a la voz de ya, es una buena propuesta" Borraeso pero incluso en las carreras de atletismo siempre hay algún corredor que se adelanta a la señal del juez y hace que la carrera quede anulada.
ResponderEliminarCasi todos los capitanes proceden del otro lado aunque se permiten el gesto de luchar o decir que luchan por los que están en éste.
Fantástico, Angie, tu don de lenguas nos garantiza el éxito en lo relativo a las relaciones internacionales con comités semejantes al nuestro. Si es así pronto habrá una reunión con mucha pompa y boato.
Siempre los ha habido y me temo que siempre los habrá. Son todos aquellos que saben vivir del cuento, que además ejercen de vampiros y se tiran a la yugular. Lo malo además es que los vampiros están de moda.
ResponderEliminar¿Dónde hay que apuntarse?
Apuntada quedas, Cristal. Supongo que estos seres necesitan proyectarse por encima de los demás como forma de salir del anonimato, ese terrible lugar que parece el paraíso para unos y una terrible condena para otros.
ResponderEliminarno crea, también tengo mi corazoncito... puedo, denme tiempo...
ResponderEliminarVamos a tener que hablar un rato tú y yo... a ver si consigo cambiar esa imagen por la de la niña buena que soy ...casi siempre.
ResponderEliminarEsperaré el himno con inusitada ansiedad, Myriam.
ResponderEliminarEs que eso es lo mejor tuyo, Tesa, puño de hierro en guante de seda.
Figurones??? Figuritas de cartón...
ResponderEliminarBueno, quiero participar, y quiero título, eh. En algo tengo que figurar...
Si vos sos el Capitán y Angie, Secretaria de relaciones Internacionales, yo puedo ser la Voz Cantante...Qué tal con este tanguito de Cadícamo:
Son macanas, pura uva tus decires bullangueros,
qué venís a darte corte si te manyo el pedigrée
vos te hacés el bacanazo y te faltan los aperos
y te creés que nadie sabe lo que sos y lo que hacés...
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A quién vas a hacerle el cuento si vos sos fallutería,
por adentro sólo sombras, por afuera relumbrón.
Está bien que los engrupas a los giles de hace rato,
pero a mí que sé tu foja no me vas a trabajar.
chanchán...
Cadícamo era un genio Maracuyá. ¡Qué portento de letras!.
ResponderEliminarLos mareados es uno de mis tangos favoritos.
Te apunto de tanguista de honor aunque también harías una magnífica chica del coro :))
Nada, nada... ¡a las barricadas! se ha dicho, y por ellos!!
ResponderEliminarExacto y siempre por el triunfo de la Confederación que es nuestra mayor ilusión.
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