23 febrero 2023

El Paraíso perdido no queda por aquí


Tenían que visitarlo aquella mañana y estaban inquietos. Llevaban varios meses instalados en la aldea y  solo lo habían visto desde lejos. Oían sus gritos cuando llevaba a pastar a las vacas en las leiras junto al río. Oían sus gritos feroces, terribles, que estremecerían al animalista más enérgico y que no casualmente estaban dirigidos a animales de sexo femenino. Parecía un hombre rústico y agresivo, aunque no muy mayor. Su zamarra vintage, esa boina calada de visera, el pantalón de pana y las botas cochambrosas, no auguraban nada bueno. 

  • ¿Son los nuevos vecinos? Pasen, por favor.
Tras un breve estremecimiento ante la presencia amigable y poco escandalosa de aquel hombre, la pareja entró con sorpresa en una estancia cálida, luminosa y acogedora. En el centro, algunos muebles de madera enmarcaban una gran mesa para muchos comensales. Al fondo, una cocina moderna y funcional junto a una vieja cocina de leña y un enorme frigorífico de doble puerta. Más próximo, un sofá rinconero de piel rodeando una mesa baja de madera de teca. En el lateral, junto a una puerta que debería llevar a algún exterior, quizás un huerto, una sólida estantería de seis pisos repleta de libros. Lindaba con un viejo escritorio de caoba donde estaba encajada una pantalla de ordenador de  muchas pulgadas tras el consabido sillón mullido.

  • Siéntense en el sofá. ¿Quieren algo para beber? Dadas sus creencias quizás rechacen el alcohol o los bebidas estimulantes, pero el agua de mi pozo es exquisita. 
  • Está informado sobre nosotros, no lo esperábamos - contestó el hombre delgado.
  • Tampoco esperaban que yo fuera así. Reconózcanlo, pillines -el anfitrión dejó escapar una media sonrisa irónica
  • ¿Qué quiere decir con eso? - intervino la mujer enjuta.
Tras otra sonrisa intrigante, contestó el anfitrión.
  • ¿Al final van a beber algo? 
  •  No, gracias -repuso el hombre cortante.
  • A ver, ustedes esperaban a un patán de campo con ademanes groseros y gesto amenazante. No respondo al estereotipo. Con lo cómodo que resultan los prejuicios para actuar con impunidad y sin romperse la cabeza. Sobre todo cuando uno adopta actitudes, digamos, colonialistas.
  • ¿Colonialistas nosotros? Somos seres espirituales que tienen una experiencia humana y nuestra lucha es para conseguir un mundo en armonía- contestó el hombre, tieso como un junco.
  •  Lo que dice de nosotros es una falsedad  -confirmó la mujer, juntando los dedos de la mano formando una esfera. 
  • Venga. Vienen de fuera. Son guiris. Compran por cuatro perras una aldea abandonada para montar su rollete estupendo de casa rural con talleres holísticos, centro de meditación mindfulness y  retiro antiestrés para personas superadas por la vida actual pero con pasta para pagarse un finde caro. Todo va perfecto, pero se encuentran con un gañán con una granja de animales chillones, antiestéticos y malolientes en medio del paraíso. ¿Van a hacer algo para que me vaya o esperan a lo típico?
  • ¿Qué es lo típico?
  • Pues que me ponga flamenco, agarre una motosierra y les ataqué con nocturnidad y alevosía, porque seguro que un ermitaño guarro que vive tan lejos de todo, en el monte, debe ser un psicópata de cuidado.
  • Casi preferimos recurrir a medidas legales. Hemos comprado esta aldea. Aquí le traigo los papeles que lo demuestran. Tendrá que salir de aquí por las buenas o por las malas. Si no lo hace recurriremos a la justicia o a la Guardia Civil.
  • Mi familia ha vivido aquí siempre. 
  • Su familia abandonó estas tierras y nosotros las hemos comprado.
  • Es usted un okupa -soltó sentenciosa la mujer enjuta.
El hombre se levantó del asiento, los miró intensamente un segundo y dio media vuelta en dirección hacia la puerta del huerto.
  • ¿A dónde va?
  • Acomódense. Pueden quedarse un rato. Vendré pronto. Voy a por la motosierra

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10 febrero 2023

Adiós a la musa, ya viene la Inteligencia Artificial


Resulta que el autor de este blog no pudo acudir ayer a su cita bimensual de los jueves, y dada la escasez de tiempo y la premura por escribir una entrada, he decidido pasar de mi caprichosa musa e ir directo a la hiperpublicitada Inteligencia Artificial y su Oráculo de Delfos particular: el afamado chat
GPT 

  •  Tengo minutos para hacer un texto de humor en el Círculo de los Suicidas Perezosos y estoy con pocas fuerzas. Ese blog es de relatos de ficción cortos y humorísticos y creo que siendo un chat de Inteligencia artificial me podrías ofrecer alguna ayuda. Se me ocurre narrar algo sobre un escritor sin ideas que recurre a un chat de Openai como éste. 
  • Sí, es posible escribir un relato humorístico sobre un escritor que recurre a un chat como este para obtener inspiración para su escritura. Aquí hay algunas ideas para ayudarte a empezar:

    1. El escritor puede presentarse a sí mismo como alguien que está luchando por encontrar ideas para su próximo cuento y que ha recurrido a un chat de inteligencia artificial como último recurso.

    2. Puedes describir cómo el escritor empieza a hacer preguntas absurdas y cómo el chat responde con respuestas inesperadas y divertidas.

    3. El escritor puede descubrir que la respuesta del chat le da una idea para su cuento y decidir seguir adelante con ella.

    4. El relato puede culminar con el escritor publicando su cuento y descubriendo que se convierte en un éxito gracias a la ayuda de la IA.

    Estas son solo algunas ideas para ayudarte a empezar. Siéntete libre de adaptarlas y usarlas como mejor te pareces para escribir tu relato humorístico. ¡Buena suerte con tu escritura!


  • Estoy pensando que podía usar ese diálogo tal como lo acabas de expresar y sin cambiar ninguna línea de lo que me pones.
  • Claro, puedes utilizar esta conversación en tu texto de humor, es una idea divertida. Sin embargo, te recomiendo que hagas algunos cambios y ajustes para que la historia sea más coherente y tenga un mejor ritmo. ¡Buena suerte con tu escritura!
  • Entonces para más coherencia y mejor ritmo podrías escribirme tu respuesta de nuevo de forma graciosa y divertida 
  • Claro, aquí va una respuesta reescrita para darle un toque más humorístico:

    "¡Oh, qué idea tan brillante! ¿Quién necesita de la musa de la inspiración cuando puedes tener un ChatGPT como tu asistente personal? Pero espera, ¿tú eres un escritor sin ideas y estás recurriendo a mí, un modelo de lenguaje sin sentido del humor?¡Esto se está poniendo cómico!

    Deja que te ayude a escribir una historia divertida. Imagina que eres un escritor con una fecha límite para entregar un texto de humor sobre el Círculo de los Suicidas Perezosos, pero estás tan cansado que apenas puedes mantener los ojos abiertos. ¡Eso es humor en sí mismo! Así que, ¿qué haces? ¡Recurre un ChatGPT, claro!

    Pero, oh, sorpresa, resulta que ChatGPT no es tan gracioso como esperabas. En realidad, es más bien un modelo serio y sin sentido del humor. ¡Pero eso es perfecto para tu historia! Ya tienes una trama llena de humor y situaciones absurdas. ¡Buena suerte con tu escritura!"