Al niño le gusta hacer el mono en el pasillo de su casa. Sus
papás, tan modernos, lo han enviado a un curso de expresión corporal.
El
niño, ahora inexpresivo, hace redobles golpeando con sus manos una caja
de cartón. Sus papás, siempre diligentes, lo han matriculado en el
Conservatorio.
El niño odia el solfeo, pero corre y da saltos por el parque. Sus papás, bien dispuestos, lo han inscrito en el club de atletismo.
El
niño agotado, solo quiere pintarrajear hojas de papel con su caja de
colores. Sus papás, siempre atentos, le obligan a ir a clases de
plástica.
El niño ya no pinta nada, está quieto y tiene miedo de moverse. Sus papás, muy preocupados, lo llevan al psicólogo.
(Lo escribí en el 2008, pero tenía interés en publicarlo de nuevo con ligeros retoques, porque todo va a peor)
Horóscopo 2025
Hace 11 horas
Tal cual lo reflejas:cursos,cursillos,cursilletes; pero de escuchar al niño o por lo menos descubrir para que tiene más aptitudes de eso no se percatan .El niño pierde concentración y se vuelve disperso, porque le importa un banano todo lo que le rodea.-No se dan cuenta que los están automatizando los niños tienen que aprender con ilusión y disciplina pero también tienen que ser niños, jugar y si son creativos mucho más fácil lo tendrán.-Pero que hoy en día los han convertido en la moneda de cambio de sus frustraciones:como yo no pude tu llegaras...
ResponderEliminar-Menos cosas materiales y si que se sientan queridos, tanto por una parte como por otra.-Es de recibo que a una madre se la condene porque le quita el móvil a su hijo de 15 años, porque no estudia y encima pasa olimpicamente de ella en este caso, que clase de juez es este individuo para llegar a ese extremo.
-Bueno ya partieron esos muchacho para las prácticas a Sargadelos y otros a Funchál.
Un abrazo feliz fin de semana.
...y el tiempo que hace que lo escribiste, por lo que da a entender, que no sabemos manejar esta barca...
ResponderEliminarEs un tema muy complejo y requiere mucha delicadeza para no caer en la desmesura por eso que citas de escuchar al niño para saber lo que realmente quiere.
EliminarSin duda estos padres son bien intencionados pero cometen un error de base: los hijos no pueden ser un instrumento para cubrir las propias apetencias.
Luego está esa idea nefasta de que no hacer nada productivo es no hacer nada, esclavos como somos de la cultura del trabajo y por ello se somete a los críos a un tren de vida que les supone en muchos casos insatisfacción y falta de confianza en ellos mismos por hacer cosas que no les apetece o para lo que no se sienten capacitados.
Pareciera que la frustración de los padres parece más llevadera si es compartido por los hijos.
Un abrazo, Bertha
¿Te gustan los niños?
ResponderEliminarSeñora... yo como de todo...
Ahora en serio, los padres somos uno de los traumas que tienen que sufrir nuestros hijos, no queremos que se equivoquen, queremos que sean perfectos, que sean felices y todo lo demas.. y en eso pecamos TODOS los padres. Pero creo que la educación de los niños también debe ser empírica, basada en sus propias experiencias, deben equivocarse y también no debemos agobiarles con nuestras exigencias, que parece que cuando se tiran un pedo están perfumando el ambiente...
Hay que dejarles vivir y más que darles las elecciones enseñarles a que elijan, eso creo yo...
Un saludo
Queremos que sean perfectos pero no dejamos de enseñarles nuestras flaquezas con lo cual abusamos de las contradicciones entre deseos y la realidad que ellos perciben.
EliminarA mayores esa hiperesponsabilización sobre los hijos alimenta la frustración y el desarriago a medida de que son conscinete de que no puede llegar al listón que les hemos puesto.
Hay que dejarles vivir, exacto.
Un saludo.
¡Eso!... Y es que hay que prepararse para competir en esta estúpida sociedad en la que vivimos...
ResponderEliminarYo creo que el problema de fondo está en esos mismos estúpidos padres que eligen a los políticos corruptos e ignorantes que nos gobiernan... A esos (sus representantes) si que no le piden que sepan nada de nada.
En todo caso, al niño, si aprende mucho siempre le quedará Alemania... Si no aprende nada, pero es pelota y tiene la habilidad de mover un poco la lengua, podrá meterse en política y vivir como si fueras la Mato.
La falta de modelos, Kuto, la falta de modelos hace que la gente ande como gallo sin cabeza de un lado a otro.
Eliminar¿Cual es el modelo triunfante? El modelo de la sociedad de consumo y la gente se amarra a él como última esperanza razonable ya que son esos mismos políticos los que lo alimentan con sus discursos y acciones.
Saludos
Toda la razón te doy. Se nos va la olla con los niños. Me ha encantado. Te da que pensar, sobre todo como madre. Les cortamos su imaginación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias. María, creo que sí se nos va la olla y no sabemos respetar su propia individualidad.
EliminarUn abrazo
Hoy, ni es fácil ser niño, ni ser padre, ni naaada de nada.
ResponderEliminarA los padres les agobian en el cole si su hijo hace la A con el rabito más largo de lo debido o si pinta los patos azules en vez de amarillos y antes semejante catástrofe, corren enloquecidos hacia toda partes buscando soluciones a problemas inexistentes. Los hijos, pobres, es cierto, sobreestimulados desde que nacen preparándose para esta absurda competición para ser "el más mejor" en todo porque con menos, están condenados al paro. No es fácil abstraerse de todo lo que nos rodea. Todo el mundo está aterrado. Los pequeños que antes vivían su infancia relajados y felices, sufren tanto o más estrés q sus padres, al final todo el mundo frustrado, desnortado y agotado. Resumen de todo : Mi mamá me ama, odio a mi mamá ; )
Ale chiquitín, tú ni caso, disfruta de este día de lluvia, chupeta en toodos los charcos y se feliz! ; )
Un beso grandote y un abrazo fuerte,fuerte con pan y chocolate!!
quise decir CHAPOTEA , no eso que ha escrito este corrector que me odia tanto como yo a él, muchísimo peor que una severa institutriz del pasado es este artefacto ; )
EliminarDiscrepo solo en una cosa, los pequeños de antes entre los cuales me incluyo no vivíamos mejor que los niños de ahora. El terror era de otra clase y los mecanismos para remediarlo eran casi inexistentes dada la alianza entre padres, profesoree y poderes públicos. En mis tiempos el jarabe de palo justificado por todos los estamentos era cosa diaria y constante.
EliminarLos padres están hoy agobiador pero los profesores también viven una situación muy complicada porque no deja de cuestionarse su papel como educadores.
Muchos besos entre sol y lluvia dependiendo de cada minuto.
Sí, la verdad es que puede ser debido a algún extraño complejo de culpa (¿estaré educando a mis hijos corectamente o seré un monstruo?), pero también a un secreto deseo de que salgan unas eminencias, unos seres superiores que nos dignifiquen de rebote... o que nos garanticen la vejez: el asunto ese, tan de moda, de las peleas entre padres de pequeños futbolistas es un buen ejemplo.
ResponderEliminarHabrá que rogar secretamente que cuando sean mayores sepan perdonar a sus histéricos padres. que, víctimas de las comeduras de tarro mediáticas, han olvidado lo que es la naturalidad. Y claro, como no hay manual de instrucciones para ser padres luego pasa lo que pasa...
No sé si es el complejo de culpa o una cosa relacionada con el deseo pero la verdad es que ese desbordamiento produce demasiadas molestias. Al final también es una forma de sacártelos de encima mientras tú te dedicas a tus cosas.
EliminarLos hijos son un buen recurso para justificar actitudes y servir de muralla.
Lamentablemente los hijos usaran a sus propios padres para justificar sus errores y así hasta el infinito.
Que cierto niño, como coartamos la creatividad de los pequeños, en todas las cuestiones, hasta en la enseñanza. Dejar que fluya libremente es sin duda la opción mejor. Besos y buen domingo. Ne encantó!!!
ResponderEliminarGracias, Marijose.
EliminarLa falta de espontaneidad y confianza mutua también tiene que ver mucho en esta historia. No sé confía en los propios hijos y se quiere trazarles la carrera y la línea de llegada.
Sobran actividades extraescolares de carácter académico y falta tiempo para juegos de carácter lúdico libremente elegido por los niños.
ResponderEliminarA veces, los que escogen dichas actividades son los padres y no los niños. Incluso hay progenitores que alardean de las muchas actividades extraescolares que llevan a cabo sus hijos. No tengo la menor dudad de que el exceso es perjudicial.
Los padres deben buscar el equilibrio y prestar atención a las señales del niño. Si parece que sufre estrés es necesario reducir tales actividades.
También es cierto que muchos padres recurren a estas actividades porque sus horarios laborables les impiden estar más con los hijos.
Es un tema complejo que tiene mucho que ver con la vida moderna y con los haorarios laborables de los padres.
Algunos padres sueñas con que sus hijos sean estrellas de alguna modalidad de deporte. No es infrecuente que los padres proyecten en sus hijos sus propios anhelos o frustraciones.
Un abrazo
Todo lo que dices responde palabra por palabra con la realidad poco más puedo decir.
EliminarCuando hice este texto pretendía dar una imagen más o menos descarnada de una realidad que por lo que se ve no ha mejorado durante estos años.
"Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?"
Me temo y odio usar el pesimismo como sistema que hay más espinos que viñas y más abrojos que higos.
Un abrazo
Desde luego, los crios ahora hacen el periplo que comentas, música, pintura, danza, deportes y lo que se tercie. Creo que tiene más que ver con tener a los crios aparcados que otra cosa. Y poco les aprovecha a los pobres, con lo bien que estarían en el parque corriendo.
ResponderEliminarSupongo que el aparcamiento tiene mucho que ver con todo ésto y es sumamente preocupante que los hijos sean una carga como por otra parte ocurre con los viejos. Esos viejos que cargan con los niestos hasta que empiezan a ser ellos cargan y se les envía al vertedero.
EliminarTremendo mal rollo.
Brutal. La estupidez paterna no conoce límites. Parece que todos tenemos un Einstein en casa, o un Messi, o un Bolt, o un Plácido Domingo, o un... Podemos añadir lo que queramos. Parece como si los padres buscáramos en los hijos el resarcimiento de nuestras frustraciones, que ellos sean los triunfadores que los padres no fuimos... sin importar lo que ellos quieran. Muy apropiado después de una noticia del otro día en la que unos padres se pegaron viendo el partido de fútbol de sus hijos. Y creo que esto va a más, dado que existen las redes sociales y por tanto parece que siempre se tiene que contar algo, pues eso a usar a los niños como reclamo de nuestro éxito social. En fin... Muy aguda y fina entrada. Enhorabuena, a ver si cala. ¡Saludos!
ResponderEliminarLo has retratado de maravilla, David. La necesidad del éxito y el escaparte social para proyectarlo puede convertir a los hijos en proyectos, y sí digo proyectos, fallidos.
EliminarLos experimentos con gaseosa como dijo Eugenio D'Ors.
Muchas gracias por tus palabras.
Saludos
Un poquito de paciencia es lo que necesitan esos padres. Darle cancha a los niños sin agobiarlos con tantas exigencias. No van a ser estrellas, van a ser personas. Ayudémoslos a serlo.
ResponderEliminarEn fin. Complejo.
Muy buen rescate de entrada.
Bicos
Paciencia y más confianza en las posibllidades de cada persona sin intentar manipularlos para solventar las propias deudas.
EliminarGracias.
Bicos
Mucho peor. Todavía recuerdo aquellos sanos momentos de aburrimiento de mi infancia.
ResponderEliminarEramos aburridos tiempos felices para contemplara las musarañas y el repiqueteo de la lluvia.
EliminarTus comentaristas han dicho todo lo que podía yo decirte.
ResponderEliminarRecuerdo cuando era niña y jugaba libre de ataduras por un barrio en construcción sin más juguetes que deshechos: gomas, cuerdas, tacos, chapas, rayuelas... y lo bien que lo pasábamos.
Un abrazo.
Eran momentos para todo porque la calle era tuya no de los coches, ni de los semáforos , ni de las mil obras y se había alguna siempre encontrabas en ella material de juego sin que aquello fuera un escándalo público y avisaran a la policía que prefería pasar el tiempo pillando rojos.
EliminarUn abrazo
Me ha encantado Dr. en muy pocas lineas expresas mucho. No soy padre todavía pero he visto, lo que explicas, reflejado en algunas personas de mi alrededor. Me parece una manera de asesinar la infancia del niño/a, saturándolo/a.
ResponderEliminarUn abrazo! ; )
Saturación, una palabra que define muy bien este fenómeno.
EliminarMuchas gracias, Ramón.
Un abrazo
¿Que los niños juegan hoy solos? ¿Que lo hacen mayormente con maquinitas al margen de la realidad? ¡Eso no es importante!
ResponderEliminar¿Que siempre pensamos que las caquitas de nuestros vástagos son preciosas y huelen a lirios del valle recién cortados? ¡Seguro que es totalmente cierto! (la de los míos arrecende).
¿Que la ley no escrita de que los hijos han de vivir mejor que sus padres es muy difícil que se cumpla hoy día? ¡No nos rendiremos, pese a todo!
Pero no por conseguir la satisfacción de nuestros hijos y de sus expectativas, sino por lograr que destaquen en alguna actividad que dé dinero de verdad, para que pueda mantenernos a mí y –si no hay más remedio- a su madre. Ya tenemos las primeras discrepancias: yo quiero que Fofín se dedique al tenis, pero ella se empecina con el squash. Se conoce gente, dice. ¡Buh, neno!
Saúde. (Buena y atemporal entrada)
Usted siempre con malos, amigo Congrio ;), le felicito por su ironía fina.
EliminarSe les educa al margen de la realidad, cultivando su ego, ahora que en su mayoría son hijos únicos o como si fueran hijos únicos y luego cuando se considera que les llegó el tiempo se les arroja del avión de la infancia sin paracaídas y sin decirles el terribel abismo que hay debajo...allá te las compongas, que tienes una edad.
Buhh, neno, esa frase me suena muy familiar, casi local.
Saúde e grazas.
Todos creen que sus hijos son superdotados, especiales. Los apuntan a mil actividades para encontrar "las diferencias". La última moda es darles un año libre al acabar el bachillerato para que se vayan de viaje por el mundo y descubran su vocación. Deberían aprovechar y tomarse diez o veinte, jaja.
ResponderEliminarBicos.
Yo creo que considerar que tu hijo es superdotado sin más pruebas que tus ganas de que así sea demuestra quizás que la inteligencia no es hereditaria o al menos que se confunda con el cretinismo heredado.
EliminarNo conocía esa moda tan libertaria pero no merece tan mala idea después del todo.
Bicos
Me gustó... es algo fresco para leer!!!
ResponderEliminarGracias, José Manuel.
EliminarMe gustó mucho
ResponderEliminarGracias, Maridalia.
EliminarMuchos padres pecan de exceso de narcisismo ajeno proyectado en sus propios hijos, esto es, pretenden modelarlos a imagen y semejanza o bien intentan dejarse llevar por una intuición prematura. Yo creo que los niños son criaturas no condicionadas que siempre dicen la verdad. Aprenden a mentir con conocimiento de causa mucho después. Esa espontaneidad y naturalidad hay que cuidarla dejando que se expresen, que sean ellos mismos. Y ya decidirán cuando sea el momento aquello que realmente quieran ser o con lo que se sientan más identificados. Luego vienen las frustraciones y los traumas, porque en ocasiones se les exige demasiado, con actividades extraescolares agotadoras y así no tienen tiempo de jugar y ser creativos por voluntad propia.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el mensaje irónico que critica el aleccionamiento paterno.
Un abrazo, Krapp
¿No será y a veces lo he pensado, Marisa, que vivimos en una cultura tan cosificada que tratamos a nuestros semejantes, nada tan semejantes como nuestros hijos, como instrumentos u objetos de utilidad más o menos inmediata?
ResponderEliminarMe obliga la idea de si no estamos olvidando que por un lado están las personas y por otro las cosas. Parece de perogrullo, pero tengo la sensación de que en muchas ocasiones tratamos a las personas como cosas y casi a las cosas con la importancia que antes se le daba a las personas.
Discrepo en una cosa contigo, no creo en la inocencia de los niños a no ser que hablemos de niños de cuna. Creo que aprenden demasiado pronto las mañas necesarias para conducirse en esta selva.
Muchas gracias por tus palabras animosas.
Un abrazo
Para reflexionar, Doctor Krapp, no hay padres perfectos porque la perfección no existe, pero con el amor no debería de haber errores, y los hay, es humano.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Gracias por tu aportación en Factoría Poética.
Un abrazo.
Muchos errores hay con los hijos Carmen no sé si es por amor o por proyección de la propia personalidad a través de ellos.
ResponderEliminarUn placer que te acerques a comentar, espero corresponderte como mereces.
Qué la Factoría Poética siga echando humo :)
Un abrazo