- En sustancia, considero que la cuestión identitaria está solapando el conflicto de clases sobre la que asienta el sistema. El capitalismo es el primer interesado en que se hable de los derechos de las minorías raciales, de los homosexuales, de los animales, del ecologismo y de tu querida lucha feminista, para poder dispersar las luchas y seguir manteniendo la explotación económica y la opresión política sobre la gente.
- ¿O sea que crees que la lucha feminista está dirigido desde el sistema? ¿Cómo le puedes echar tanto morro? Entérate, listillo, el capitalismo es un producto del sistema patriarcal de dominación masculina. Los valores que defiende el capitalismo son valores jerárquicos, violentos y competitivos, como lo son los propios hombres. Toda la historia humana, desde el neolítico, se ha construido sobre la represión de las mujeres y de las emociones que se asocian a ellas. Era necesario apartar a las mujeres de los centros de poder y encerrarlas en sus hogares, vigiladas y humilladas por los sacerdotes, los padres y los maridos. Había miedo a que su intervención cuestionase los valores dominantes. Siempre hubo miedo a las mujeres y se les consideró un obstáculo para el progreso de esta despiadada civilización.
- ¡Despiadada civilización! Suena tan dramático y es tan falso. Es falso porque más allá de los vaivenes del catecismo feminista, siempre dispuesto a alcanzar metas más disparatadas en su embriaguez militante, en la realidad diaria del trabajo y de la vida, es cuando las mujeres demostráis que sois mucho más competitivas, despiadadas y crueles que los hombres. Sobre todo entre vosotras mismas.
- Eres increíble, sueltas los cuatro tópicos al uso y te quedas tan pancho. Esas cuatro chorradas, que no aligerarán tu conciencia de macho decadente, es también producto de esta sociedad patriarcal que habéis creado vosotros.
- ¿El patriarcado es culpa de que tú te lleves tan mal con tu suegra? Como todas las mujeres que conozco, por cierto.
- Estás desvariando, cariño. Voy a la cocina para avisar a Adriana de que ya puede retirar los platos de la cena.
- ¿Ya volvió del viaje a Brasil?
- Sí, me avisó desde el aeropuerto de su llegada hace cosa de tres horas y aproveché para comentarle que hoy era nuestro aniversario y si estaba con fuerzas para echarnos una mano. Ella se ofreció amablemente para hacernos esta cena tan especial. Pobre, llegó a su casa casi sin respirar, dejó las maletas en la puerta y su vecina se ha hecho cargo de su hijo. Pero es tan dispuesta...
- Esperemos que no le dé un patatús con eso del jet lag.
- No te preocupes, es de una raza fuerte y muy sufrida.
- ¿Y la familia de allá que tal?
- Ni idea, apenas pude hablar con ella excepto de como quería la cena. Ahí tienes un ejemplo más de la opresión machista: tu mujer no tiene tiempo para tener una conversación distendida y trivial con su asistenta.
EL CORAZON DE LAS TINIEBLAS
Hace 3 horas
Es que es muy dificil ser comprometido en el primer mundo. Y en el tercero bastante tienen con sobrevivir al día a día.
ResponderEliminarComo decía Vázquez Montalbán, soy consciente de mis contradicciones. Se asumen y tan felices.
Difícil debe ser, por eso mucha gente se conforma con hablar y repetir como cotorras cuatro lugares comunes para demostrar su apertura hacia el mundo y que están en el cogollo.
EliminarMejor nos sería a todos si creáramos un mundo de palabras y saliéramos de la topre realidad de los hechos.
Sí, así mismo podría ser una conversación. Entre el dicho y el hecho a veces hay distancias infinitas, y eso es algo que últimamente miro con lupa.
ResponderEliminarBicos, Krapp.
Decían que entre el dicho y el hecho hay mucho trecho. Lo cierto es que no debería haber autopistas de peaje entre lo primero y lo segundo. La gente es capaz de cualquier cosa con tal de no tomarlas.
EliminarBicos
Yo ya no creo que sea moda, pero jamás me identifiqué con el comunismo ni con el capitalismo ni mucho menos con el machismo, ni con el feminismo, ni casi con ningún -ismo. Ahora, digo yo, qué mala época para dejar ir a la asistenta a Brasil, justo cuando se acaba de enterrar el "Dilmismo"... Un tremendo sacudón lo de Dilma por estos lares, Krapp: otra gran decepción.
ResponderEliminarBesos!
Fer
Imagínate un mundo sin ismos, Fer, ¿no sería muy poco alentador?.
EliminarEn realidad los ismos, forman parte de nuestra naturaleza ya que al asumir un bando, por muy erróneo que sea, compramos un billete al compromiso y por tanto participamos del paisaje del mundo sin verlo como una pantalla de cine donde las cosas pasan arbitrariamente.
Lo de Dilma es una decepción más aunque tengo la sensación de que ahí se produjo un golpe soterrado de la élites contra una candidatura que triunfó en las urnas. No son tiempos de Videlas y Pinochet, las cosas se pueden hacer de forma más sutil.
Besos
Escondidos tras los ideales hay una ingente cantidad de idiotas, lo malo no es eso, lo peor es que les restan valor con sus actitudes y aptitudes.
ResponderEliminarNo creo en el feminismo galopante de la actualidad, lo veo una gilipollez como un piano. Solo creo que todos debemos tener las mismas oportunidades, no que todos seamos iguales.
Y de la solidaridad... es mucho más guay con gente lejana, de Africa y si son negros muchos más puntos al curriculum solidario. Mientras asistimos en este pais a discursos de gente que dice ser de izquierdas y solidarios que "te rilas" decir que el resto de España les roba, cosa que es "muy de izquierdas y muy identitaria solidariamente hablando"...
Un saludo Doctor...
Yo no soy tan radical como tú, la gente se apunta a un bando por pura necesidad ante la extrema soledad del mundo. Una identidad es un apoyo para la supervivencia, solo los más valerosos son capaces de crear su propio bando, su propio sentido de las cosas como pedía Descartes.
EliminarEl feminismo es una ideología con sentido pero el problema de las ideologías, incluso las más sensatas, son los delirios de la razón. Es decir, hay gente que sabe las limitaciones de cualquier ideología, mientras que otros entusiasmados por ella quieren ir más lejos en una especie de embriaguez absurda que termina por perjudicar a aquellos que la defienden de forma más racional.
El feminismo absurdo solo sirve para alimentar al machismo absurdo y totalitario que ha generado el sistema patriarcal.
El nacionalismo no es de izquierdas, es producto de la burguesía que pretende sustituir la lucha de clases por algo que une a los de arriba con los de abajo bajo una bandera.
Saludos, Temujin
Una idea rescato: las luchas identitarias fragmentaron los movimientos sociales que tenían una visión solidaria y colectiva. La realidad es que la fragmentación ha enriquecido la diversidad en el pensamiento y la reflexión pero ha debilitado la idea de una alternativa global que abarcara prácticamente a la humanidad.
ResponderEliminarLa conversación matrimonial la encuentro un poco estereotipada ¿no?
Un abrazo!!
No olvidemos que ésto es una narración y por lo tanto personalmente no me identifico con lo que dicen mis personajes. Esa idea en concreto es una incógnita que no he podido resolver desde que se la leí a Owen Jones en "Chavs".
EliminarEl problema de las alternativas globales es que acaban siendo demasiado dogmáticas y no encuadran todas las posibilidades de rebelión frente al status quo.
El problema de las alternativas parciales es que centradas en un aspecto pierden la perspectiva de fondo en que se encuadra la realidad.
En las alternativas parciales al menos hay la ventaja de que en un campo concreto tienes más capacidad de maniobra. En las totales hay que intervenir en las instituciones y eso desgasta, se alarga y termina por subvertir la idea original.
Voluntariamente estereotipada, diría yo. Es un texto demasiado corto para pulir los matices de cualquier diálogo de pareja.
Un abrazo.
El dogmatismo no es patrimonio de nadie, surge de cualquier iniciativa humana, incluso en la pareja.
EliminarAbrazos!!
Cierto, el dogmatismo es de uso y abuso en cualquier relación porque precisamente niega la posibilidades alternativas de la relación en nombre de las certezas.
EliminarApertas
Suscribo plenamente la idea "rescatada" por doña U-topia sobre el efecto de las luchas identitarias. Otra cosa es que "la lucha feminista está dirigida desde el sistema", frase que sardónicamente atribuye la dialogante de tu cuento a su interlocutor (y que quiero creer que no es cierta), pero en conjunto, la suma de todas las luchas de ese tipo son fragmentarias.
ResponderEliminarHay una cuestión tangencial, y esto es una mera suposición mía (no me hagáis mucho caso): las luchas de ese tipo, identitarias, en favor del feminismo, los gays, etc, son las únicas banderas que le quedan a una izquierda que ha renunciado a la lucha por el control del dinero, es decir, a la lucha contra el sistema. Y si ellos mismos afirman que es el Sistema quien crea las desigualdades identitarias, lo lógico sería luchar contra él directamente. Pero no: a eso ya no se atreven.
Como consecuencia, la derecha lo tiene fácil: poco a poco va asumiendo el ideario de la progresía -que no la izquierda- y se hace más "humana" reconociendo los valores feministas, gays, etc., es decir, todo aquello que no toque al dinero y que por otra parte deja sin discurso ni objetivos a la izquierda.
Cuando la mayor parte de los dirigentes mundiales sean mujeres, gays, tengan la raza que tengan y amen mucho a sus animales o lo que fuere, cuando todas esas luchas se hayan ganado y descubramos que el poder no tiene sexo... ¿qué objetivos le quedarán a la izquierda? Mejor dicho: ¿que objetivos les quedarán a los progres? ¿El nacionalismo de barriada?
Rick ¿tú recuerdas, porque seguro que lo conoces, el viejo cuento indio de los ciegos y el elefante? Creo que todo el mundo lo conoce pero por si acaso pongo aquí este vídeo.
EliminarLas visiones globales del mundo no están al alcance de todos desde el momento en que uno está ciego para otras posibles visiones del mundo.
Lo cierto es que esas luchas parciales han enriquecido y cuestionado valores que se creían permanentes por eso ya son parte de las reivindicaciones globales de las personas partidarias de un cambio social, sean de izquierdas o no.
La sobrexposición de lo económico sobre todo lo demás es producto de un tiempo histórico en que el trabajo, es decir la explotación económica, ocupa la mayor parte de la vida de las personas y el marxismo lo supo ver muy bien.
Vivimos otro tiempo y por lo tanto el enfoque es diferente. A un obrero de Manchester del siglo XIX le bastaba con tener trabajo y no ser muy puteado por el patrón, lo demás era secundario. A un tipo de hoy, que puede tener o no tener trabajo y que tiene su vida al margen de él, vive unas relaciones sociales y personales no basadas en él, ha descubierto que la vieja diferencia marxista entre lo económico como elemento clave frente a lo superestructural, podríamos llamarle lo cultural, no es tal. El sistema es un pulpo con muchos tentáculos y el económico es uno más.
¿De que sirve un cambio económico si no cambiamos los sistemas de opresión racial, sexual o de genero?
¿De que sirve un cambio económico si nos cargamos el planeta y seguimos masacrando la biodiversidad por considerarnos una raza superior?
El poder no tiene sexo efectivamente pero nosotros sí. El poder no tiene sexo, pero la cuestión no es tomar el poder si no hacer que nuestra vida merezca la pena más allá de los apriorismos y las fobias personales.
Denigrar la impotencia de los que dicen que quieren cambiar las cosas y solo consiguen victorias parciales es más fácil que aceptar que la vida es un paso a paso y que cualquier victoria por pequeña que sea es una victoria.
Me apunto a estos últimos, el escepticismo me provoca ardor de estomago y no me hace más feliz.
Aplaudo el comentario de Rick. Es de lo mejor que he leído últimamente.
ResponderEliminarHe de írmelo a mirar: ¡estoy totalmente de acuerdo con Rick!
ResponderEliminarPor otra parte, te has arriesgado mucho al tocar –creo que de excelente manera- este espinoso asunto, pues ir contra corriente a lo políticamente correcto es peligroso hoy en día. Y que conste que no sé quién ha montado todo esto de lo políticamente correcto.
Saúde.
Yo ya no sé lo que es políticamente correcto ya que aunque es cierto que hay actitudes "paternalistas" progres que dan verguenza ajena, encuentro que mucha gente autoritaria, fascista y poco empática reivindica su incorrección política.
EliminarExagerando un poco, si los nazis siguieran en el poder considerarían el Holocausto como una forma políticamente incorrecta de tratar a los judíos, aunque cualquier se lo decía, seguro que les sentaba fatal que les dijeras esas cosas.
En fin, amigo Congrio, que hay mucho moñas a uno y otro lado. Mucho tonto con carnet que usa lo que dicen lo del otro bando para justificar sus propias estupideces. Así lo pienso yo.
Saúde.
Caray Sr. Rick, qué pedazo de comentario!. Lo suscribo todo.
ResponderEliminarA la izquierda no le quedan barricadas, y " golpes de melena" no se atreven a dar.
Besos Dr
No estoy de acuerdo, Josela. Si el mundo solo puede ser lo que vemos y nos abandonamos a la resignación estamos bien jodidos todos.
EliminarBesos
También, Rick, que una Iglesia en horas bajas tolera a la derecha esa manga ancha....
ResponderEliminarManga ancha a la derecha, lupa de miles aumentos para la izquierda. Es indignante.
EliminarA veces centramos las discusiones en las diferencias. Mientras tanto, aquello que se debe debatir de vedad para combatirlo sale indemne. Hay una vieja táctica de cómo reventar un discurso o un debate: derivarlo hacia lo pequeño y la discrepancia a partir de una frase no sustancial. De ahí que considere oportuno lo que entiendo que dice esta entada.
ResponderEliminarCreo que por ahí van los tiros, Pedro. Muchas veces la necesidad de dar cohesión al grupo magnifica las diferencias y de auténticas chorradas hacen mundos insalvables.
EliminarGracias.
Claudio Magris ya lo dijo hace tiempo. "En este comienzo de milenio, muchas cosas dependerán de cómo resuelva nuestra civilización este dilema: si combatir el nihilismo o llevarlo hasta sus últimas consecuencia"
ResponderEliminarFelicito al autor de la entrada y a los autores de tantas e interesantes aportaciones.
Un abrazo
Sabía que Magris era un tipo talentoso pero en esa frase lo borda. El nihilismo no es ni bueno ni malo ya que por ejemplo los revolucionarios rusos del siglo XIX se llamaban a si mismos nihilistas porque negaban la realidad que les había tocado vivir y querían otra. Ahora quizás la expresión es más genérica y totalitaria.
EliminarMuchas gracias y un abrazo
ResponderEliminarEs cierto que el personaje de tu damisela encarna el vivo ejemplo de la feminista comprometida “de boca” en el típico/tópico tono beligerante y reprochón que tanto gusta a quienes necesitan auparse encima de los hombres para compensar la historia de postergación y represión sufrida por las mujeres. Pero tal cual ocurre con los “pijos” progres de izquierdas que a la postre son exactamente igual que los fachas de derechas pero tuneados en modernillo, tras su postureo identitario ( otr@s usan a los perros, toros, banderas, barras, estrellas o arcoiris ) NO HAY NADA. Su discurso va por un lado y su vida por el otro, instalados en la más absoluta incoherencia. A veces me parece que estas personajas hacen muchísimo más daño a la causa por la igualdad de derechos y respeto para las mujeres, que los machistas de pro!
Enhorabuena por conservar tu habitual ingenio y lucidez en perfecto estado de revista;)
Un hooola!! de vuelta y un beso grande, grade tras este largo y cálido verano, mi querido Dr Krapp!
Después de leer tanto sus comentarios como el de sus lectores nada mas que decir.
ResponderEliminarBuenos días.
Hola, María, me alegro mucho de leerte de nuevo y perdona por tardar en contestarte, he estado en Madrid y casi acabo de llegar.
ResponderEliminarHas dado en el clavo, la cuestión va de pijoprogres y sus contradicciones. La feminista y el tipo que siendo de izquierdas desconoce o prefiere ignorar muchas cosas por las que las mujeres se han jugado el tipo y lo han pasado tan mal.
No es la ideología la que mata la esperanza sino su uso como disfraz o como medio para integrarse en determinados colectivos. Es como esos aficionados que necesitan, algo muy respetable por otro lado, ponerse la bufanda y la camiseta para ir a ver a su equipo. Hay que decirles a esta gente: coño, no te pongas tanto trapo y sé un poco mas fiel a lo que dices practicar y creer.
Muchos besos
Buenos días, Hubo.
ResponderEliminarPerdona al autocorrector de mi tablet, Bubo.
EliminarEs la pura santa veritá:
ResponderEliminarMe refiero a la poca armonía que generamos entre nosotras, claro que hay quien defiende la igualdad pero...siempre sale esta parte servil que es la que nos condena a ser siempre las de segundo orden(aunque una ha tenido sus batallas con mi santa madre por dar prioridad a los nenes de la casa).
La igualdad al poder y siempre el hacer las cosas para seguir hacia delante o a la par.
Un beso otoñal que es menos asfixiante , aunque por estos lares el verano sigue fastidiando aun.
A veces el servilismo es una necesidad de supervivencia lo malo es cuando se teoriza sobre lo contrario sin asumir las contradicciones.
EliminarBesos húmedos de otoño atlántico
Nuestra falta de coherencia, uno de los problemas más graves de la sociedad!!
ResponderEliminarY tanto, pero las palabras son tan fáciles y las acciones nos comprometen tanto...
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