22 abril 2013

El discutible encanto de la invisibilidad

De verdad, no sé porque la invisibilidad tiene tan buena prensa. 
No lo entiendo. 
Les ponen delante el book de fotos de cualquier babosa pandilla de superhéroes y la peña busca compulsivamente al tipo que, a narices, debe tener el don de marras. 
  • ¿Éste?
  • No, éste es el que tiene una lengua que se estira como un chicle y con la que convierte en herrumbre a cualquier ser vivo que toque.
  • Entonces esta señorita.
  • Para nada, ésta es la Mujer Pico de Oro.  De su boca, en constante movimiento, emanan fluidos en forma de palabras capaces de narcotizar a una manada de elefantes furiosos del Serengeti.
  • Es cierto, por la boca muere el pez ¿pero dónde está el invisible entonces?
  • En ninguna parte, no hay nadie que se haga invisible.
  • ¿Querrás decir que siendo invisible no se le puede ver?
  •  Quiero decir que aquí no hay ninguno que tenga esa facultad.
  • ¿Y tú a éstos les llamas superhéroes? ¡Venga hombre!
No hay nada que hacer, la gente está emperrada en ver ventajas a la invisibilidad y les importa un carajo sus pavorosas consecuencias. 
¿Es que acaso no han leído a H.G. Wells
¿Es que ignoran la suerte de aquel necio engreído de Griffin enloquecido ante la prodigiosa impunidad  que le ofrecía su descubrimiento? Tiernos tímidos que con vuestras mejillas vais dando color al entorno.
Lascivos voyeurs que conocéis como nadie el valor de una mirada. 
Insaciables cotillas siempre alimentando el fuego de la sospecha.
Insignificantes robagallinas sobrepasados por la infamante notoriedad de los bandoleros de guante blanco.  
¿Por qué os complacéis tanto ante la idea de una hipotética opacidad?
¿Por qué anheláis permanecer ocultos, velados al resto? 
¿Acaso no sois conscientes de que la vida misma no es más que el tortuoso camino que lleva desde la corporeidad absoluta hasta la invisibilidad y la nada?
Pensadlo bien y os daréis cuenta: somos más cuando menos somos.
Es el feto rey en el seno de su madre y mientras crece, disfruta de las ventajas de su nueva e insultante perceptibilidad sin interferencias ajenas. Lamentablemente todo es pasajero y cuando su cuerpo se hace  definitivo es expulsado del paraíso en forma abrupta y soez.
También el niño es el rey de su casa  y gira su familia alrededor de su órbita, pero otro desdichado día lo empaquetan hacia el destierro y tiene que aprender a renacer buscando su sitio entre los otros monarcas en guardería o escuela.
La existencia humana es, sin duda, un proceso de disolución. Nos creemos el mito de la juventud perpetua y luego, cuando ha pasado, transitamos por el resto de la vida haciendo cabriolas para que los demás sepan que estamos ahí. Para que no ocurra lo inevitable: que ya no gustamos, que ya nadie nos mira, que ya nadie nos oye, que ya  nadie nos ama.
Y si aún así, erre que erre, pretendéis ser invisibles, lo tenéis bien fácil: renunciad al trabajo, perded la cabeza o abandonad la vida. No os quepa la menor duda, gozareis de la más impenetrable y gozosa invisibilidad. 
Lo percibo, lo veo.

35 comments:

  1. Ufff. Tienes tanta razón, hoy me has tocado tanto... A veces ser invisible es lo menos deseable, aunque nos empeñemos en creer lo contrario. Yo soy de esas que dan color al mundo con mis mejillas brillantes de timidez. No aspiro a ser invisible, aunque a veces lo soy. Un día trabajando nadie parecía verme (no querían, me temo), paré a un chico y le dije "eh, para, que tengo superpoderes", y cuando paró estupefacto le dije "hoy me he levantado invisible, tengo el don de la invisibilidad". No me compró nada, pero al menos me vio, y le hice sonreir. No, no queremos ser invisibles.
    Besos bien visibles.

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    1. Es que la invisibilidad es parecida a los gatos le gusta ir a su aire. Podemos poner todo nuestro empeño en pasar desapercibidos y seguro que nunca seremos tan nítidos y corpóreos para los demás, algo a lo que siempre se le puede dar la vuelta.
      Muy brillante tu intervención con ese chico, ya nunca serás invisible para él.
      Besos con mucho cuerpo, como los buenos vinos.

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  2. No se puede ser invisible, eres opaco y te ven, asi que es bueno coger un buen perfil, todos tenemos uno que nos favorece, tan solo es buscar o el perfil o el publico adecuado...
    Te dejo mi regalo para recordar que aunque Cervantes y Shakespear murieron y no es una celebracion de su muerte es un recuerdo de su obra, es bueno regalar libros y aqui dejo el mio..Un libro que siempre me emociono...

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    1. Espera a llegar a esa edad en que piensan que chocheas, cuando seas una lata para tu familia y solo les importe que tengas una buena pensión. Ni tu perfil te salva del seguro ocaso.
      Gracias por el regalo. Tu entusiasmo hacia Descartes es contagioso, me decidí a leer a René después de que me lo transmitieras.

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  3. Yo a veces mataría por tener la capa mágica de Harry Potter porque me espanta que se me vea en la mayoría del día. Es algo que no consigo superar. Y otras veces me siento tan invisible que me dan ganas de llorar. A veces incluso lloro.
    Purita contradicción, como en casi todo lo mío.
    Un beso fuerte, Krapps.

    p.s. tienes que enseñarme a hacer chuminás de esas, Doc. A disfrazarme y desaparecerme como tú :D:D:D:D

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    1. En lo tuyo y lo de los demás. Así es la vida, siempre añoramos lo que se nos priva tener. No hay remedio cuando uno encuentra la completa satisfacción consigo mismo y no quiere más empieza a pudrirse. Es la insatisfacción la que nos prolonga la vida.
      Cuando quieras te enseño, no problem, Novicia
      Besos

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  4. En realidad hemos llegado a un punto, en que todos somos invisibles; los unos somos invisibles para los otros. Incluso en tu propia vecindad, te has vuelto invisible. Nadie saluda a nadie. Solo para el estado somos algo, pero no alguien, pues nos piden pero no nos respetan.
    Tal vez ese don de la invisibilidad sería bueno para uno mismo, si lo pudiera dominar a su antojo, y putear a todos los que le han puteado a él. Claro que si se generalizase, sería un no acabar.
    Saludos.

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    1. Es muy cierto que para el Estado somos algo, más bien bultos sospechosos, pero no alguien. Quizás únicamente un montón de cifras en una ecuación que hay que resolver. Lo malo es que convencerse del insignificante valor de cada uno en esa ecuación global requiere demasiado esfuerzo de la voluntad.
      Saludos

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  5. La fórmula de la invisibilidad no me interesa si es la que dejas ahí por lo que prefiero ser un grano mas en este desierto de arena...parezo( Lola Flores). Con: penita, penita, pena...:))

    -Me encantaría que me concediesen un día ser invisible y...disfrutarlo!.Tienes razón ya somos tan ivisibles como que somos un número y una cantidad para quien les tendriamos que importar algo.

    Esta entrada es...para reflexionar.Muchas gracias Dr: Krapp.

    Un abrazo Feliz día del libro!

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    1. Lo de la invisibilidad pertenece a ese territorio de las ensoñaciones y como tal hay que tomarlo. Son de esas cosas que al apartarnos de lo abrumadoramente real nos sugieren la utopía de un mundo distinto sin pararse a pensar en los males que eso conllevaría.
      Gracias a ti por tomarte la molestia de entrar en estas divagaciones.
      Un abrazo para un día también con libros.

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  6. Es cierto que lo de la invisibilidad entran dentro de esas cosas con las que que hay que tener cuidado con desear, por si acaso se hace realidad:-) solo queremos la parte buena de todo, pero todo tiene su haz y envés. Por un lado nos encantaría ser invisibles para pasar desapercibidos y poder hacer lo que nos apeteciera sin sentir ninguna mirada clavada sobre nosotros, esas que nos hacen tropezar, hablar embarulladamente y no dar una a derechas, pero a la vez necesitamos que nos escuchen, nos tengan en cuenta y nos quieran, en ese difícil equilibrio nos perdemos sobre todo los tímidos extrovertidos, especie en la que me catalogaron en algún bichario de cuyo nombre no soy capaz de acordarme:)) Los seres humanos somos pura contradicción.

    Cuando disfrutamos de excesiva atención nos agobia, nos aturde justo cuando la necesitamos nadie nos hace ni caso... deberíamos tener incorporado un semáforo con luces para saber lo que toca en cada momento y dar pistas al resto.

    Por otro lado, es verdad que hay estados y etapas de la vida en las que todo se amplifica y para algunos se hace inasumible pasar de la fosforescencia a la invisibilidad. Se comienza siendo el centro del universo doméstico al nacer, para desaparecer cuanto llega un competidor surgiendo la fatídica invisibilidad del príncipe destronado, se lucha por el éxito, se consigue, pero como resulta ser temporal y fugaz, la bajada, caída y posterior olvido hace terrible es invisibilidad sobrevenida...para los políticos somos los reyes del mambo mientras necesitan nuestro votos, una vez conseguido nos condenan al ostracismo y así todo...

    No sé en qué fase estás Dr. si necesitas materializarte por favor, haz señales luminosas, como decía antes, a veces es imprescindible dar pistas para recibir lo que en cada momento necesitamos. Yo suelo darlas siempre y suele funcionar si tienes la suerte de pillar a alguien mirando. Por eso siempre llevo mi casco de minero con linterna:-)


    Muuchos muchos besos, visibles o invisibles, mi querido Dr., lo que necesites :))

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    1. Tal como lo ves tú lo veo yo, María, por eso mi entrada es como una pequeña recomendación ante los fantasiosos que solo ven ventajas ante semejante cualidad porque haberlos haylos.
      H.G. Wells era un hombre muy lúcido y como extraordinario escritor de ciencia ficción con una capacidad de entender muy bien el mundo en general y el ser humano en particular en sus ambiciones, en sus deseos secretos, en sus frustraciones. Lo reveló también en sus otras grandes obras: la máquina del tiempo o La Guerra de los Mundos.
      Yo, personalmente soy como el gato de Cheshire, el de Alicia: tengo cierta tendencia a desaparecer como él pero como no soy tan símpatico lo que suelo dejar al final es el poderoso fulgor de mi mirada.

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  7. Acabo de aterrizar y por eso he vuelto...de pronto he visto por donde ibas y lo perdida en los cerros de Úbeda que estaba yo ( he visto pistas claras allende los mares ahora mismo:-) en realidad aquí te refieres a la invisibilidad que se gastan los poderosos suponiéndonos (aciertan) idiotas perdidos, hasta creo que el nombre de ese piquito de oro es Cristina ¿verdad? lo que es la vida y lo que son las interpretaciones..aaayyy Dioooss, a veces hasta las palabras son invisibles por más que todos veamos las mismas:))


    Muaaaakkss!! bueeno... da igual, sigo diciendo que es muy práctico usar casco de minero con destellos de luces para navegantes:))

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    1. Noooo jajaja la piquito de oro no es Cristina, es Corina, mira que me estoy comiendo el coco con esta entrada xD...me carcomen la cabeza los puzles:-)

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    2. Sigo contigo, me encanta que especules con mis entradas y traces nuevos caminos que por supuesto a mí no se me habrían ocurrido. Líbreme Dios de poder entender en mis propios mares subterráneos. Si te atreves, aventurarte por ahí abajo pero no te olvides del casco con la lucecita no porque sea muy profundo si no porque está definitivamente oscuro.
      Muchos y saludablesbesos que me han dicho que es fin de semana, aunque a estas alturas eso me dice bien poco.

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  8. En este magnífico post hay un choque de trenes entre la realidad y el interés, que conviven en el seno de ciertos personajes sin que ello les cause un esquizofrenia profunda. Por una parte tenemos la dolorosa pero impecable realidad de que, como usted muy bien dice y razona, "somos más cuanto menos somos". Es un hecho imbatible.

    Pero por otra parte está el interés de algunos indivíduos muy altos en la escala social, empresarial o meramente gangsteril que prefieren pasar de largo sin ser vistos: aquella vieja frase de "no vamos a hablar de cómo conseguimos nuestro primer millon" es la guía para ellos. Si pudiesen, no sabríamos ni sus nombres: Emilio Botín, los sucesivos presindetes de la CEOE, los Bárcenas de turno....

    La visibilidad es para la gente común, la que tiene sentimientos, alegrías, penas, una vida natural; que será justa o injusta, feliz o dolorosa, pero natural. En cambio los otros prefieren vivir en su probeta, rodeados de sus iguales, ajenos al mundo real. Y probablemente temerosos de él, con la que está cayendo. Porque los invisibles se alimentan de los visibles en un incesante festín depredador cuya mecánica no cita el National Geographic sino Marx, Engels y compañía. El dinero es lo que los vuelve invisibles.

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    1. Ese choque de trenes es el combustible que alimenta nuestra supervivencia. Sin él mandaríamos el mundo al carajo.
      En cuanto a los grandes personajes son los que saben jugar con esa ambivalencia entre la visibilidad y su contrario. Es una visibilidad que quieren controlar por eso se rodean de poderosos equipos de imagen para que la reconstruyan en función de sus intereses. Pero todos sabemos que al final el emperador acaba exhibiendo sus paños menores cuando el primer niño de mirada no contaminada así lo vea. Ahí tenemos a nuestro querido monarca como patético ejemplo.
      Es la única venganza que nos queda a los soldados rasos de la vida, por eso yo tengo esperanzas de que veamos todos de una puta vez que los reyes siempre están desnudos.
      Gracias por tus palabras hacia mi entrada.

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  9. Los invisibles viven pensando que nos hacen un favor, y más ahora en tiempos de crisis, que casi nos matamos por un mal trabajo con tal de poder pagar una hipoteca y que no nos echen a la calle. Eso, después de quedarse con el dinero que honradament hemos ganado.

    Sí, la invisibilidad tiene muchas formas pero de vez en cuando asoman y apremian y se les ve desde lejos. Como bien dices, qué protagonista es el feto, invisible, y qué poco se ven los más de dos millones de niños que están mal alimentados en nuestro país, qué invisibles. ¡Qué invisibles los millones de personas que mueren de hambre todos los días! Qué bien les vendrían los 11.000 millones, sin recortes, que recibe la Iglesia Católica anualmente. Se evitaría mucho sufrimiento visible.

    Besos.

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    1. Yo no los veo tan invisibles, los veo compactos y hasta distingo sus facciones cuando vienen hacia nosotros.
      El feto es único para los suyos, los niños mal alimentados son cifras.
      Nuestro propósito en este mundo debería ser luchar por dejar de ser una simple cifra.
      Luchar contra las cifras, es una lucha por encontrar un sentido a nuestra propia existencia. Tenemos que seguir dando la nota para que al menos se lo piensen.
      Besos

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  10. Bueno, eso va por épocas... y esa, la de la invisibilidad, siempre llega... a veces, cuando menos te lo esperas.

    Claro, que según y cómo uno se plantee las trayectorias, se descubre que puede llegar a ser todo un alivio 'fiti tú'! porque te permite observar, casi desde la impunidad y te da otra libertad de movimientos, antes más limitada. Limitada, en un sentido de ser más trabajoso, el no llamar la atención.

    Pero la verdad, que tampoco a mí me parece ninguna maravilla tal facultad. Además, donde esté volar...

    P.D.: Way! lo del avatar.

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    1. La invisibilidad que nos jode es aquella que nace de la indiferencia. Es un pensamiento muy existencialista pero realmente desagradable constatar que el mundo es indiferente a nuestra presencia o ausencia. Saber que la humanidad seguirá su curso al margen de nosotros sin que nada cambie. Siendo como somos el centro de nuestro universo nos resulta inconcebible un mundo sin nosotros. Racionalmente lo aceptamos pero en el subconsciente, en el yo de abajo, es como una agresión brutal al sentido último de nuestra existencia.
      Gracias, Cristal

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  12. (Ahora sí te la dejo debajo de la entrada correspondiente y sin faltas ortográficas de tipeo veloz, espero...)

    Joselu siempre me recomienda la lectura de un libro cuyo título es llamativo y atractivo: Esa visible oscuridad (Darkness invisible) de William Styron. El otro día lo citaron en una película que vi: "Efectos secundarios" ("Side effects"), con un planteo interesante y un final muy Hollywood que, en mi opinión, la arruina. El libro y la película hablan sobre la depresión, y lo paradójico es que en la tierra de la corrupción más oscura que se hace tan burda e indecentemente visible por estos días aumentando la depresión generalizada de nuestros ánimos ciudadanos, el libro no se consigue...

    Milton primero y luego Borges, desde su enorme admiración por Milton y compartiendo esa oscuridad en la que ambos veían tan claro, su ceguera, jugaban con este oximoron que como recurso literario me fascina: "la visible oscuridad".

    Borges decía que el mundo del ciego no es la noche que la gente supone. En todo caso, y hablando en su nombre y en nombre de su padre y de su abuela, que murieron ciegos "ciegos y sonrientes y valerosos", como él esperaba morir también, "el ciego vive en un mundo bastante incómodo, un mundo indefinido, del cual emerge algún color...". Siempre hablaba de la "La visible tiniebla de Juan (John) Milton" quien la dejó magistralmente pintada en su poema épico El paraíso perdido (Paradise Lost).

    Creo que la invisibilidad se parece a esa oscuridad que damos por sentada en la temida ceguera: no es tal. No existe, en efecto. Siempre se filtra lo visible por alguna rendija por el bien de nuestra humana vulnerabilidad, esa que nos hizo perder el paraíso al que haces referencia como Milton, pero que nos hace sabios al enfrentarnos con las tinieblas del tránsito por la vida adulta, sólo para buscar desesperadamente la luz perdida, el único y último refugio de toda alma.

    Mi comentario se fue un poco por las ramas, queridísimo Doc., pero resulta necesario y hasta imprescindible, como dice el Nano Serrat, irse un poco por las ramas por estos días en mi tierra para no caer en las más profundas oscuridades de los abismos de los poderosos que se ven con tanta claridad. Supongo que a ustedes les está pasando algo bastante similar y de verdad lo lamento de corazón. Deseo fervientemente que nuestros pueblos sean capaces de hacer la luz visible.

    Muchos besos luminosos y visibles.

    Fer

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    1. Supongo que la invisibilidad participa mucho del mundo de la ceguera porque tal como decía el genial Borges es otro mundo con sus propias leyes y normas. Un mundo readaptado producto de la necesidad donde la desaparición de un sentido tan absolutista pone en valor otros que permanecen a su sombra: el oído, el tacto etc...
      Nuestros pueblos para hacerse más visibles lo que necesitan es ocupar los espacios que quieren monopolizar políticos y cortesanos. Solo así dejaremos de ser cifras en una tabla de resultados
      Besos con luz y peso.

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    2. Besos con luz sí, con peso, no, por favor, que la balanza y el colesterol los cobran.

      Es claro como el agua que tú ves a través de las rendijas por donde se cuelan mis sombras con tu espejo de doctor, como el que tenía mi padre en su consultorio y con el que solía jugar de niña. Como él, tú le das al diagnóstico siempre. Por favor, no asumas que me ofendes jamás: en absoluto. Te valoro enormemente como compañero de ruta en este sendero, como escritor agudo e irónico, con un sutil humor y una gran dosis de realismo y conexión con la realidad y como comentador, ya que eres un iluminado, Krapp.

      Valoro además nuestros intercambios vía mail: no muchas personas del mundo virtual tienen la deferencia de comunicarse así y verdaderamente interesarse por un alguien a quien no conocen de otro modo que el virtual y personalmente lo valoro enormemente y te lo agradezco de corazón. Así que por favor no te hagas invisible en este mundo de apariencias y conveniencias, tú que te me haces pura sustancia y por eso mandas besos con peso.

      Más besos, querido Doctor Krapp!

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    3. ¿Ahora que te escribo yo?
      Te agradezco muchísimo lo que me dices pero no me siento merecedor de tus elogios y palabra que al comentarlo no me mueve la falsa modestia. Intento ser honesto conmigo mismo. A pesar de usar un nombre virtual y las formas y posturas de un personaje inventado no sé comportarme de otra manera sin que al hacerlo me invadan esas temibles pirañas llamadas escrúpulos.
      No temas. No tengo pensado en hacerme invisible aunque son días complicados para funcionar bien en esta dinámica de los blogs. Intentaré en la medida de mis posibilidades ser lo más sustancioso posible y no especialmente pesado, quizás como un arroz agridulce de pollo y almendras
      Muchos besos, querida Fer!

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  13. Creo que en la novela de H.G. Wells, la clave de la invisibilidad tenía más que ver con la tecnología que con la química. No hay que descartar que en un futuro se encuentre la manera de alcanzar esa invisibilidad aunque, como siempre, sólo tengan acceso a ella los más pudientes. Urdangarín debe estar apuntado en la lista de los interesados. A lo mejor, como yerno del rey. tiene enchufe y cualquier día de estos se evapora aunque le quiten el pasaporte...

    A mí no me importaría nada tener la postestad de volverme invisible sin más requsitos que apretarme suavemente el ombligo. A vecess se tienen tantos deseos de perder de vista a los demás como de ser tú quien desaparezcas de la suya...

    Otra cosa bien distinta es nacer invisible. Se cuenta que Marinita Fernández nació invisible y ni tan siquiera la vieron sus propios padres. Imaginate...

    Perdona el demarreo, pero es que tu texto lo mismo se puede interpretar en clave de Corina, com dice nuestra amiga María, como en clave de "fa"...

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    1. Creo que tampoco era un tema tecnológico y tenía que ver con la óptica y la física, pero da igual.
      El problema es, caso Urdangarín, que además habría que eliminar los recuerdos. Después de la desaparición ¿cómo hacer para que la gente no le quede un regusto amargo al pensar en ti? Al principio la huida consuela sin más, pero luego te debe reconcomer la conciencia pensar en la magen que dejas atrás.
      Esos pensamientos que tienes sobre tu posible invisibilidad me suenan muy a siesta de verano después de una potente comida, cuando todo fluye y nada quiere permanecer quieto.
      Yo solo toco en clave de Sol, será que a veces lo echo de menos.

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  14. Pues yo creo que tiene su punto, desde luego no como ese ultimo párrafo que nos pintas tan desastroso y a la vez tan realista.
    Yo usaría la invisibilidad para adentrarme en los pensamiento de ciertos tipos, como aquella película del “viaje al centro del cuerpo” como me gustaría saber porque se ríe el tal Draghi cada vez que sale en publico (creo que esto es otro tipo de invisibilidad)
    De cualquier manera me quedo con la tinta invisible, mucho más romántica.
    Me he ido del tema, pero es que tienes tanta razón!!

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    1. La verdad es que yo prefiero ir a Eurodisney o Port Aventura que sumergirme en un territorio tan tenebroso como la cabeza de esos individuos. Al menos habría que ir bien vacunado para evitar los contagios y luego al salir pasar una estricta cuarentena. No sé si sería capaz de tanta audacia.

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  15. Amigo, Doc. Qué curioso, el otro día se habló de Wells y sus cuentos premonitorios en un lugar muy acogedor. Una de mis fantasías— perennes en mi subconsciente— entre lo infantil y sexual; ser invisible cuando uno quiera y volver a la visibilidad por el mismo mecanismo. No hay nada como tener por la mesilla de noche una vieja edición de los cuentos del genio, por excelencia, de la Sci-fi Pulp. Por cierto, el clip es extraordinario. Abrazos

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    1. Wells con su Máquina del tiempo, su Hombre Invisible o su Guerra de los Mundos sabía penetrar a fondo en esos pulsiones libidinosas que se sitúan en las capas más apartadas del inconsciente humano. Algo que solo los grandes fabulistas han conseguido. (Esopo, Grimmm, Perrault, Andersen etc..) Pero....lo bueno/malo es que subvertía esas pulsiones quizás porque era un moralista de izquierdas o quizás porque no creía en el ser humano a pesar de sus ideas y prefería trasmutar su verdadero pensamiento a la pura evasión literaria.
      Abrazos

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  16. Con inmenso sentido analítico has planteado una problemática resultante del paso existencial contemporáneo.
    Y estoy de acuerdo en tus agudas observaciones acerca de como los humanos vamos siendo expulsados de una secuencia de paraísos, hasta llegar a nuestra madurez, desde la cual comprendemos que sómos mero proceso temporal y posicionados en nuestro mejor entender del acertijo de participar en ésta vida, en veces tan contradictoria, tan adversarial que nos envía por ratos al ermitañato.
    Habiendo yo tenido mi tiempo de participar y observar los devenires de la historia me resulta difícil no eximirme de tener fé en que los seres corpóreos que forman el conglomerado planetario llegarán a obtener los alcances ideales para vivir con amor, libertad, justicia, paz y tantos valores que calculamos pueden llevarnos a ser una mejor humanidad.
    Finalmente aunque atrapado en un mundo que se maneja en formas con las que las mayorías no estamos de acuerdo, pero no es lo mío infundir desesperanza pues siempre habrán personas que traigan cambios. Aunque luego alguien lo destruya. Cómo la obra de Ghandi. Pero así es todo logro. TEMPORAL.

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    1. Muchas gracias, Carlos.
      La vida no es si no una completa expulsión de todos los paraísos y con ello con la carga que esa misma vida nos exige. Al final, despojados de todo y de todos, solo nos queda caminar hacia el ocaso.
      Hay personas que traen cambios y mejoras pero nadie, desgraciadamente nadie, nos garantiza un duradero anclaje con la realidad física.
      Ese es nuestro definitivo fracaso.

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