Qué complicado suspender el pensamiento. Concentrarse solo en una cosa, en una piedra, por ejemplo, o en un huevo, y no pensar en nada más ayuda, por ejemplo, a detener el pensamiento, con lo que se reduce cualquier tipo de tensión interna producida por ese 'desfile' continuo de ideas, imágenes, etc., que tiene lugar en nuestra mente casi siempre.
Me gustaría dominar el pensamiento hasta el extremo de dirigirlo y manipularlo a voluntad: regocijarme con lo grato y despejar lo doloroso. Estoy en ello...desde hace tiempo, pero sin avances significativos.
Siempre estamos pensando, de forma consciente o inconsciente. Pienso que cuando pensamos de forma consciente, como por ejemplo para hacer este comentario, no se puede llamar pensamiento, sino razonamiento. El pensamiento debe ser inconsciente y se educa con la lectura y la observación, más que con la razón, aunque la razón este presente en el pensamiento. No se si me he explicado o no, pero ahi dejo eso... jajaja (risa consciente).
Esto me recuerda a la relajación del final de la clase de yoga. Había que concentrarse en un punto ( de la frente por ejemplo) y olvidarse del resto. Después de la paliza de hora y media yo lo intentaba pero me interrumpían los ronquidos de los demás (Que por cierto luego decían que no habían cerrado el ojo).
Yo que me paso el día diciendo a los niños que tienen que pensar... que no lo puedo pensar por ellos, que ya se lo doy bastante pensadito. Y hoy ha sido muy interesante. Me he empeñado en darles una clase de fonética - pobres primeritos míos- me empeño en que sepan pronunciar cualquier palabra y no solo lo que ven en clase. Diccionario en mano y con una tabla con los símbolos fonéticos y otra bien grande en la pizarra no hemos pasado de los sonidos vocálicos. No sé qué habran pensado de mí al verme pronunciar los sonidos de la "a" gesticulando a lo grande, como m´nimo que me he quedado gagá. No quiero pensarlo.
Estoy perdida, Dr. Krapp, de verdad, no me hagas ni caso. No sé, yo necesitaría ver el vídeo otras tres veces más por lo menos para poder decir algo sensato, después del día que llevo. Ahora cuando acabe este comentario me voy a quedar como el del vídeo, sentadita y sin pensar, sintiendo "presencia"; a ver qué pasa.
Quizás no lo consigues porque piensas en como hacerlo en vez de hacerlo sin más, LUIS. Se cierra la puerta y punto. Si ellos siguen dando la vara hay que dejarlos pasar y contemplarlos con cierta indiferencia, al final si nos le haces caso terminan por marcharse. Son como niños carpichosos y hay que tratarlos como tal.
Tolle sigue la senda de Krishnamurti y yo también en su momento veía con escepticismo estas cosas pero al final, aquí estoy, ARMANDO. Todavía no he encontrado nada mejor o al menos más saludable.
No creo que siempre estemos pensando, TEMUJIN, hay momentos en que uno disfruta de sus sentidos al margen de cualquier pensamiento. No tienes que razonar lo que miras, lo que escuchas, lo que comes o lo que bebes; simplemente lo siente. Ojo, la idea no es no pensar,la cuestión estriba en que tú puedas dominar tu pensamiento y no que el pensamiento domine tu vida.
No es imprescindible ir a una clase de yoga. Los niños tienen que pensar por si mismos y aprender a razonar por si mismos pero no caer en el vicio de que el pensamiento se identifique con ellos. Ellos son mucho más que sus pensamientos y por lo tanto deberían tener técnicas para poder observarlos, dominarlos y prescindir de ellos cuando no sean útiles. Y tú por tu parte, deberías de dejar de juzgarte tanto o pensar en el juicio que los demás tienen de ti. Eso sí, no dejes de cultivar la ironía con la que tan bien te llevas. Algo he mejorado.
Ayer lo ví una vez y me quedó el conjunto como una nebulosa. Hoy acabo de verlo de nuevo, y creo que en el fondo este hombre nos lleva a la idea clásica de la simplicidad de la vida: no se trata de que no pensemos (lo cual sería un contrasentido), sino de que sepamos administrar el tiempo entre lo sensorial y lo racional. Esa dualidad es la que nos define como humanos, y es verdad que a veces estamos tan sobrepasados por nuestros "importantes" pensamientos que no somos conscientes de la realidad que nos rodea. Una simple flor, como él dice, encierra un encanto que no podemos disfrutar porque nuestra primera intención es clasificarla; y si no lo conseguimos, esa lucha por buscar la palabra nos impide disfrutar de su imagen. Y volvemos a lo de siempre: ¿no habría que revisar nuestro concepto de "racionales"?
La vida hay que vivirla y no pensarla, eso una verdad como un templo. Tampoco la vida puede ser únicamente una proyección de vidas ajenas reales o imaginarias a través de la ficción, aunque nos sea tan grata. Estoy de acuerdo contigo, TEMUJIN en que hemos sobrevalorado nuestros pensamientos, en prejuicio de nuestra sensibilidad pero a lo mejor es una hipoteca que debemos pagar desde que Adán y Eva probarón aquella dichosa manzana del árbol del bien y del mal, es decir, del árbol de la dualidad y los juicios. ¿Es posible la racionalidad sin el juicio, sin la etiqueta? Creo que hay está el reto.
Perdón, mi comentario anterior iba dirigido a EL PASEANTE.
Gracias, ANGIE.
Este país es mucho más que sus dirigentes, KUTO, bien lo sabes, aunque comprendo que con lo que está pasando uno a veces dude de la humana colectividad que nos rodea. Hay una especie de virus de negatividad pero no nos lo sacamos de encima porque nos hemos rendido antes el. Está claro que un grano no hace granero pero es posible que así como nos hemos contaminado de malas vibraciones, si somos capaces de generar en nuestro propio interior una buen vacuna quizás consigamos cambiar las cosas. Si el cambio posible no va precedido del cambio individual nada podremos hacer.
Yo tengo comprobado que cuando más y peor pensamos es cuando tenemos problemas. A más graves, más pensamos. Y sin embargo, cuando estamos tranquilos, cuando ninguna angustia nos acucia, pensamos menos y mejor. Nos limitamos a vivir sin darle excesivas vueltas a nada... En casa veré el video, a ver si aprendo algo.
Lo siento, no he aguantado ni la mitad. Debe ser porque tengo un prejuicio fuerte contra este hombre. Sacó un libro hace años que vendió mucho, uno de estos de 'autoayuda' que personalmente no me gustan nada. Le eché un ojo y me pareció un 'espiritual' feriante más. Todos son iguales, todos cuentan que atravesaron un momento duro en su vida, consiguieron superarlo y ahora nos ayudan a nosotros a hacerlo. No los soporto, y siento ser tan intolerante.
Pero sobre este tema, o sobre el que creo que habla el sr. Toole (que por cierto no es casual que se pusiera 'Eckhart', imitando al dominico alemán) sí que pienso a veces. Nosotros mismos podemos ir descubriendo qué nos hace más o menos felices, y como usar para bien nuestra razón, en sentido positivo. Cuando merece la pena darle vueltas a las cosas y cuando es mejor dejar de hacerlo. Pero también es verdad que nunca está de más atender a los que han aportado algo en este terreno, por supuesto. No quiero pecar de soberbio o imbécil, pero prefiero encontrar ''respuestas'' o ''ayudas'' en otro tipo de expertos actuales, y por qué no, también en los clásicos o en algunos escritores. La literatura consigue decir a veces cosas que los científicos y filósofos no consiguen de modo tan efectivo.
Muchos problemas nacen de esos pensamientos incontrolados que no podemos dominar, tienes razón, NOVICIA. La mente se defiende y siempre quiere ocupar un protagonismo absoluto en nuestras vidas. En nuestros malos momentos es cuando más cuerda les damos y cuando ocupan todo el espacio que nosotros abandonamos. En cambio cuando ocupamos nuestra vida con pura vida, se vuelven chiquitos y manejables. Verdaderamente somos nosotros los que les damos o les quitamos relevancia.
No todos los libros de autoayuda son iguales, RAUL, aunque respeto tus prejuicios al respecto. Lo que si puedo decirte es que Tolle no te ofrece una fórmula mágica para la felicidad. Lo que él dice, lo han dicho cientos de pensadores a lo largo de la historia. Es un pensamiento que está en Lao Tsé, en Buda, en el Zen, en los filósofos postsocráticos y en gran parte del pensamiento moderno. Tolle, habla desde su experiencia personal, no se pasa de la inconsciencia espiritual a cierta consciencia sin una crisis, pero no pretende ser original ni hacer catequesis. Yo creo que no hay que ser demasiado esclavo de las etiquetas ni darle demasiada importancia a la relevancia del mensajero. La primera vez que vi explicitado en un libro alguna de las tesis que defiende Tolle fue en La Nausea de Sartre, pero ¿por llamarse Tolle y no Sartre sus palabras ya no tienen igual sentido? ¿Cuando aprenderemos que para nuestra vida es más importante el mensaje que quién lo emite?
Me gustaron tu cara de enojado con ojitos parpadeantes y el nombre de tu blog, por eso me uní a tus filas, y me encuentro con este post con el que me identifico totalmente: soy adicta al pensamiento y lo padezco, realmente. Preferiría vivir de otra manera, pero me resulta muy difícil combatirlo. Sospecho que viene con los genes. Sería una forma de suicidio intentar cambiarme en eso, y soy muy perezosa para como para algo así.
Me encanta porque este hombre está diciendo que hay que estar presente, despierto, consciente y dejar que el pensamieno pase a segundo plano. Es muy buen consejo.
Pero todo lo que explica es una compleja intelectualización, una conceptualización absolutamente pensante, de cómo suprimir esa adicción al pensamiento que tantos padecemos...
Paradójico pero muy interesante. Gracias por hacerme pensar.
Bueno, a los ''nombres grandes'' los leo con interés histórico, en primer lugar. Por eso preferiría antes estudiar a Buda que a Eckhart Tolle. En segundo lugar, si el contenido me convence, presto atención, pero lo poco (lo reconozco: poco) que leí de Tolle y que vi aquí no me pareció para echar cohetes. Y siento la presunción que estoy mostrando, solo intento ser sincero. En cualquier caso, lo dicho: a) igual me equivoco. b) no deja de ser mi opinión, y con mucha carga de prejuicios. c) Firmo autógrafos a la salida XD
Bienvenida, FER. Hoy en día los genes sirven como cajón de sastre de muchas cosas. También este blog es un poco cajón de sastre o más apropiadamente un cajón desastre. Si Tolle no suscitase cosa que no hemos experimentado sería fácil considerar lo suyo como pura palabrería pseudomística. Lo que ocurre es que todos en alguna ocasión hemos experimentado los efectos terapéuticos del no pensar, de dejarse llevar por las cosas producidas por nuestra sensibilidad sin intentar resistirse a ellas. Yo cuando lo he experimentado me he sentido mejor conmigo mismo. No hay que suprimir los pensamientos hay que racionalizarlos para que no se adueñen de nosotros. Y sí transmitir esas cosas a los demás exige caer en las trampas del lenguaje pero no hay otro medio disponible para compartir una experiencia.
Haces bien en leer a Buda antes de leer a Tolle y más si lo hace por interés histórico o arqueológico. Comprenderás que haya gente que busque otras cosas en determinados autores: esos de firma reconocida y en otros más plebeyos. Vuelvo a repetirlo: importa más el mensaje que el mensajero y cada uno que escoja el que prefiera; faltaría más, RAÚL. A tus tres puntos contesto: Vale, vale y vale aunque quizás tendrás que demostrar que tu autógrafo tiene al menos tanto valor como esos autores que tanto admiras :)
Por supuesto, opino igual: importa más el mensaje que el mensajero. En cuanto a lo último... Si Belén Esteban o Paco Porras firman autógrafos, no veo porqué no pueda hacerlo yo. Bastaría haber dado el braguetazo con la Duquesa de Alba o haber intentado asesinar al presidente.
Viendo como escribes, creo que puedes aspirar a algo más que a dar el braguetazo con tan venerable señora o a liquidar a un mindungui con menos poder del que aparenta. Tu mismo.
Expuso en cierto modo el tema del control mental. Estoy de acuerdo contigo en ésto de no dejar los pensamientos apoderarse de nuestra persona. De éstas actitudes surgen las grandes neurosis. ¿Qué necesidad hay de pasársela auto evaluándose y autocondenándose? Totalmente negativo. Hay que permitirnos ser nuestra mejor persona en el presente y no ir por la vida con tanta carga. Ahora en cuanto al charlatán que da ésta plática creo que explota el parasitismo de líder religioso o de creencias. Pero lo triste le brota como cascada. En ésta vida sólo disfrutan quienes pagan el precio del boleto con aportar trabajo útil al colectivo del mundo. Quienes intentan escapar de ésto, trabajan y sufren el doble.
Yo no creo que Tolle actúe como líder religioso o charlatán. Él no expone nada que no se haya dicho por pensadores de más pedigree a lo largo de los siglos. Comprendo que ha habido demasiado fraude e impostura en este territorio pero aunque todo fuera un timo o negocio deberíamos aprovechar todo aquello que pueda sernos útiles para mejorar nuestras vidas, aunque desdeñemos al maestro.
¿Pensar mucho? ¿pensar poco?
ResponderEliminar...pensar bien
Qué complicado suspender el pensamiento. Concentrarse solo en una cosa, en una piedra, por ejemplo, o en un huevo, y no pensar en nada más ayuda, por ejemplo, a detener el pensamiento, con lo que se reduce cualquier tipo de tensión interna producida por ese 'desfile' continuo de ideas, imágenes, etc., que tiene lugar en nuestra mente casi siempre.
ResponderEliminarMe gustaría dominar el pensamiento hasta el extremo de dirigirlo y manipularlo a voluntad: regocijarme con lo grato y despejar lo doloroso. Estoy en ello...desde hace tiempo, pero sin avances significativos.
ResponderEliminarJiddu Krishnamurti planteaba este tema de forma muy sencilla, pero conmigo no pudo.
ResponderEliminarSiempre estamos pensando, de forma consciente o inconsciente. Pienso que cuando pensamos de forma consciente, como por ejemplo para hacer este comentario, no se puede llamar pensamiento, sino razonamiento. El pensamiento debe ser inconsciente y se educa con la lectura y la observación, más que con la razón, aunque la razón este presente en el pensamiento. No se si me he explicado o no, pero ahi dejo eso... jajaja (risa consciente).
ResponderEliminarEsto me recuerda a la relajación del final de la clase de yoga. Había que concentrarse en un punto ( de la frente por ejemplo) y olvidarse del resto. Después de la paliza de hora y media yo lo intentaba pero me interrumpían los ronquidos de los demás (Que por cierto luego decían que no habían cerrado el ojo).
ResponderEliminarYo que me paso el día diciendo a los niños que tienen que pensar... que no lo puedo pensar por ellos, que ya se lo doy bastante pensadito. Y hoy ha sido muy interesante. Me he empeñado en darles una clase de fonética - pobres primeritos míos- me empeño en que sepan pronunciar cualquier palabra y no solo lo que ven en clase. Diccionario en mano y con una tabla con los símbolos fonéticos y otra bien grande en la pizarra no hemos pasado de los sonidos vocálicos. No sé qué habran pensado de mí al verme pronunciar los sonidos de la "a" gesticulando a lo grande, como m´nimo que me he quedado gagá.
No quiero pensarlo.
Estoy perdida, Dr. Krapp, de verdad, no me hagas ni caso. No sé, yo necesitaría ver el vídeo otras tres veces más por lo menos para poder decir algo sensato, después del día que llevo. Ahora cuando acabe este comentario me voy a quedar como el del vídeo, sentadita y sin pensar, sintiendo "presencia"; a ver qué pasa.
Take care.
Espero que hayas mejorado.
O directamente dejar de pensar, cuando el pensamiento no lo podemos dominar,TESA.
ResponderEliminarTal cual, ESPECTRO, es una práctica difícil pero realmente productiva. Luego te sientes mucho mejor, como una siesta sin incordios.
Quizás no lo consigues porque piensas en como hacerlo en vez de hacerlo sin más, LUIS.
ResponderEliminarSe cierra la puerta y punto. Si ellos siguen dando la vara hay que dejarlos pasar y contemplarlos con cierta indiferencia, al final si nos le haces caso terminan por marcharse. Son como niños carpichosos y hay que tratarlos como tal.
Tolle sigue la senda de Krishnamurti y yo también en su momento veía con escepticismo estas cosas pero al final, aquí estoy, ARMANDO. Todavía no he encontrado nada mejor o al menos más saludable.
No creo que siempre estemos pensando, TEMUJIN, hay momentos en que uno disfruta de sus sentidos al margen de cualquier pensamiento. No tienes que razonar lo que miras, lo que escuchas, lo que comes o lo que bebes; simplemente lo siente. Ojo, la idea no es no pensar,la cuestión estriba en que tú puedas dominar tu pensamiento y no que el pensamiento domine tu vida.
ResponderEliminarNo es imprescindible ir a una clase de yoga.
Los niños tienen que pensar por si mismos y aprender a razonar por si mismos pero no caer en el vicio de que el pensamiento se identifique con ellos. Ellos son mucho más que sus pensamientos y por lo tanto deberían tener técnicas para poder observarlos, dominarlos y prescindir de ellos cuando no sean útiles. Y tú por tu parte, deberías de dejar de juzgarte tanto o pensar en el juicio que los demás tienen de ti. Eso sí, no dejes de cultivar la ironía con la que tan bien te llevas.
Algo he mejorado.
Ayer lo ví una vez y me quedó el conjunto como una nebulosa. Hoy acabo de verlo de nuevo, y creo que en el fondo este hombre nos lleva a la idea clásica de la simplicidad de la vida: no se trata de que no pensemos (lo cual sería un contrasentido), sino de que sepamos administrar el tiempo entre lo sensorial y lo racional. Esa dualidad es la que nos define como humanos, y es verdad que a veces estamos tan sobrepasados por nuestros "importantes" pensamientos que no somos conscientes de la realidad que nos rodea. Una simple flor, como él dice, encierra un encanto que no podemos disfrutar porque nuestra primera intención es clasificarla; y si no lo conseguimos, esa lucha por buscar la palabra nos impide disfrutar de su imagen.
ResponderEliminarY volvemos a lo de siempre: ¿no habría que revisar nuestro concepto de "racionales"?
Tomo nota.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa vida hay que vivirla y no pensarla, eso una verdad como un templo. Tampoco la vida puede ser únicamente una proyección de vidas ajenas reales o imaginarias a través de la ficción, aunque nos sea tan grata. Estoy de acuerdo contigo, TEMUJIN en que hemos sobrevalorado nuestros pensamientos, en prejuicio de nuestra sensibilidad pero a lo mejor es una hipoteca que debemos pagar desde que Adán y Eva probarón aquella dichosa manzana del árbol del bien y del mal, es decir, del árbol de la dualidad y los juicios. ¿Es posible la racionalidad sin el juicio, sin la etiqueta? Creo que hay está el reto.
ResponderEliminarPerdón, mi comentario anterior iba dirigido a EL PASEANTE.
ResponderEliminarGracias, ANGIE.
Este país es mucho más que sus dirigentes, KUTO, bien lo sabes, aunque comprendo que con lo que está pasando uno a veces dude de la humana colectividad que nos rodea. Hay una especie de virus de negatividad pero no nos lo sacamos de encima porque nos hemos rendido antes el. Está claro que un grano no hace granero pero es posible que así como nos hemos contaminado de malas vibraciones, si somos capaces de generar en nuestro propio interior una buen vacuna quizás consigamos cambiar las cosas. Si el cambio posible no va precedido del cambio individual nada podremos hacer.
Yo tengo comprobado que cuando más y peor pensamos es cuando tenemos problemas. A más graves, más pensamos. Y sin embargo, cuando estamos tranquilos, cuando ninguna angustia nos acucia, pensamos menos y mejor. Nos limitamos a vivir sin darle excesivas vueltas a nada...
ResponderEliminarEn casa veré el video, a ver si aprendo algo.
Lo siento, no he aguantado ni la mitad. Debe ser porque tengo un prejuicio fuerte contra este hombre. Sacó un libro hace años que vendió mucho, uno de estos de 'autoayuda' que personalmente no me gustan nada. Le eché un ojo y me pareció un 'espiritual' feriante más. Todos son iguales, todos cuentan que atravesaron un momento duro en su vida, consiguieron superarlo y ahora nos ayudan a nosotros a hacerlo. No los soporto, y siento ser tan intolerante.
ResponderEliminarPero sobre este tema, o sobre el que creo que habla el sr. Toole (que por cierto no es casual que se pusiera 'Eckhart', imitando al dominico alemán) sí que pienso a veces. Nosotros mismos podemos ir descubriendo qué nos hace más o menos felices, y como usar para bien nuestra razón, en sentido positivo. Cuando merece la pena darle vueltas a las cosas y cuando es mejor dejar de hacerlo. Pero también es verdad que nunca está de más atender a los que han aportado algo en este terreno, por supuesto. No quiero pecar de soberbio o imbécil, pero prefiero encontrar ''respuestas'' o ''ayudas'' en otro tipo de expertos actuales, y por qué no, también en los clásicos o en algunos escritores. La literatura consigue decir a veces cosas que los científicos y filósofos no consiguen de modo tan efectivo.
Muchos problemas nacen de esos pensamientos incontrolados que no podemos dominar, tienes razón, NOVICIA. La mente se defiende y siempre quiere ocupar un protagonismo absoluto en nuestras vidas. En nuestros malos momentos es cuando más cuerda les damos y cuando ocupan todo el espacio que nosotros abandonamos. En cambio cuando ocupamos nuestra vida con pura vida, se vuelven chiquitos y manejables. Verdaderamente somos nosotros los que les damos o les quitamos relevancia.
ResponderEliminarNo todos los libros de autoayuda son iguales, RAUL, aunque respeto tus prejuicios al respecto. Lo que si puedo decirte es que Tolle no te ofrece una fórmula mágica para la felicidad. Lo que él dice, lo han dicho cientos de pensadores a lo largo de la historia. Es un pensamiento que está en Lao Tsé, en Buda, en el Zen, en los filósofos postsocráticos y en gran parte del pensamiento moderno. Tolle, habla desde su experiencia personal, no se pasa de la inconsciencia espiritual a cierta consciencia sin una crisis, pero no pretende ser original ni hacer catequesis. Yo creo que no hay que ser demasiado esclavo de las etiquetas ni darle demasiada importancia a la relevancia del mensajero. La primera vez que vi explicitado en un libro alguna de las tesis que defiende Tolle fue en La Nausea de Sartre, pero ¿por llamarse Tolle y no Sartre sus palabras ya no tienen igual sentido? ¿Cuando aprenderemos que para nuestra vida es más importante el mensaje que quién lo emite?
Me gustaron tu cara de enojado con ojitos parpadeantes y el nombre de tu blog, por eso me uní a tus filas, y me encuentro con este post con el que me identifico totalmente: soy adicta al pensamiento y lo padezco, realmente. Preferiría vivir de otra manera, pero me resulta muy difícil combatirlo. Sospecho que viene con los genes. Sería una forma de suicidio intentar cambiarme en eso, y soy muy perezosa para como para algo así.
ResponderEliminarMe encanta porque este hombre está diciendo que hay que estar presente, despierto, consciente y dejar que el pensamieno pase a segundo plano. Es muy buen consejo.
Pero todo lo que explica es una compleja intelectualización, una conceptualización absolutamente pensante, de cómo suprimir esa adicción al pensamiento que tantos padecemos...
Paradójico pero muy interesante. Gracias por hacerme pensar.
Un saludo.
Bueno, a los ''nombres grandes'' los leo con interés histórico, en primer lugar. Por eso preferiría antes estudiar a Buda que a Eckhart Tolle. En segundo lugar, si el contenido me convence, presto atención, pero lo poco (lo reconozco: poco) que leí de Tolle y que vi aquí no me pareció para echar cohetes. Y siento la presunción que estoy mostrando, solo intento ser sincero. En cualquier caso, lo dicho: a) igual me equivoco. b) no deja de ser mi opinión, y con mucha carga de prejuicios. c) Firmo autógrafos a la salida XD
ResponderEliminarBienvenida, FER.
ResponderEliminarHoy en día los genes sirven como cajón de sastre de muchas cosas. También este blog es un poco cajón de sastre o más apropiadamente un cajón desastre.
Si Tolle no suscitase cosa que no hemos experimentado sería fácil considerar lo suyo como pura palabrería pseudomística. Lo que ocurre es que todos en alguna ocasión hemos experimentado los efectos terapéuticos del no pensar, de dejarse llevar por las cosas producidas por nuestra sensibilidad sin intentar resistirse a ellas. Yo cuando lo he experimentado me he sentido mejor conmigo mismo.
No hay que suprimir los pensamientos hay que racionalizarlos para que no se adueñen de nosotros. Y sí transmitir esas cosas a los demás exige caer en las trampas del lenguaje pero no hay otro medio disponible para compartir una experiencia.
Haces bien en leer a Buda antes de leer a Tolle y más si lo hace por interés histórico o arqueológico. Comprenderás que haya gente que busque otras cosas en determinados autores: esos de firma reconocida y en otros más plebeyos. Vuelvo a repetirlo: importa más el mensaje que el mensajero y cada uno que escoja el que prefiera; faltaría más, RAÚL.
ResponderEliminarA tus tres puntos contesto: Vale, vale y vale aunque quizás tendrás que demostrar que tu autógrafo tiene al menos tanto valor como esos autores que tanto admiras :)
Por supuesto, opino igual: importa más el mensaje que el mensajero. En cuanto a lo último... Si Belén Esteban o Paco Porras firman autógrafos, no veo porqué no pueda hacerlo yo. Bastaría haber dado el braguetazo con la Duquesa de Alba o haber intentado asesinar al presidente.
ResponderEliminarViendo como escribes, creo que puedes aspirar a algo más que a dar el braguetazo con tan venerable señora o a liquidar a un mindungui con menos poder del que aparenta.
ResponderEliminarTu mismo.
Expuso en cierto modo el tema del control mental.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en ésto de no dejar los pensamientos apoderarse de nuestra persona.
De éstas actitudes surgen las grandes neurosis.
¿Qué necesidad hay de pasársela auto evaluándose y autocondenándose?
Totalmente negativo.
Hay que permitirnos ser nuestra mejor persona en el presente y no ir por la vida con tanta carga.
Ahora en cuanto al charlatán que da ésta plática creo que explota el parasitismo de líder religioso o de creencias. Pero lo triste le brota como cascada.
En ésta vida sólo disfrutan quienes pagan el precio del boleto con aportar trabajo útil al colectivo del mundo. Quienes intentan escapar de ésto, trabajan y sufren el doble.
Yo no creo que Tolle actúe como líder religioso o charlatán. Él no expone nada que no se haya dicho por pensadores de más pedigree a lo largo de los siglos. Comprendo que ha habido demasiado fraude e impostura en este territorio pero aunque todo fuera un timo o negocio deberíamos aprovechar todo aquello que pueda sernos útiles para mejorar nuestras vidas, aunque desdeñemos al maestro.
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